Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Teoría de La Geografía Reflexiones en Torno A La Identidad de La Disciplina PDF
Teoría de La Geografía Reflexiones en Torno A La Identidad de La Disciplina PDF
ISSN: 0123-3769
Vol. 18 No. 2 de 2013
Julio - diciembre
pp. 325-346
Resumen
1 Proyecto h005-11: Estrategias didácticas para enseñar los nuevos temas de la geografía en el nivel medio. Director: Dr. Dante
Edín Cuadra. Subdirector: Lic. Lucía Iris Meretz. Integrantes: Prof. María Griselda Kennedy, Prof. Inés Dalimena Morel, Prof.
Elena Rosa Gauna y Prof. Sandra Marisel Montero. Ente financiador: Universidad Nacional del Nordeste, Argentina.
2 Doctor en Geografía de la Universidad Nacional del Nordeste, Argentina. Profesor adjunto ordinario de la Universidad Nacional
del Nordeste. Argentina. dantecuadra@yahoo.com
Abstract
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 327
tivos, el marco teórico o conceptual y pacialidad (sociales, ambientales, cultu-
las estrategias metodológicas desde un rales, económicos, tecnológicos y polí-
pedestal elegido, preferido o asignado: ticos) obligan a un compromiso más di-
eso está muy bien; estaría mal si se cree recto con la acción, con el trabajo inter
que representa la única perspectiva para e intradisciplinario y con la adquisición
abordarlos, el enfoque perfecto o infa- de competencias que los sitúan como
lible o si declara que las otras miradas profesionales idóneos, tanto para educar
son completamente inútiles, obsoletas como para investigar, planificar y resol-
o dañinas. Allí, estaríamos entrando en ver problemáticas presentes en nuestros
el terreno de los dogmas e idolatrías, ambientes, sociedades y territorios.
propios de la historia religiosa y, como
sabemos, los dogmas contienen intole-
rancia y las idolatrías, engaño. Por lo 1. Desarrollo y discusión
tanto, ninguno de ellos tiene algo que
hacer en el campo de las ciencias. Como En este punto se abordará el contexto en
dice Fernández (1977), “…lo que en el que se ha desenvuelto la geografía a lo
realidad cuenta no es la técnica, sino largo del tiempo, el rol que le cabe a la
el principio metodológico del que se teoría de la geografía en las actividades
parte, es decir, de la consideración y la que desempeñan sus cultores, su unidad
postura ideológica que impulsa y motiva como ciencia, los aportes relevantes en
la investigación”, agregando luego que su conformación, su constitución en
“Esto no contradice el concepto clási- ramas, las crisis por las que pasó, los
co –no existente en la realidad-, de la dualismos y dicotomías presentes en di-
ciencia ponderada, equilibrada, políti- ferentes momentos de su evolución, las
camente neutra y aséptica. La ciencia críticas internas y externas de las que ha
adopta posturas ideológicas pero no por sido objeto y, por último, una referen-
ello tiene que ser demagógica, partidis- cia a los diferentes enfoques desde los
ta y sesgada en sus conclusiones, prin- cuales se aborda el espacio geográfico.
cipios y leyes de ella emanadas.”
1.1 Algunas reflexiones iniciales
También es importante entender que el
estatus asignado a los geógrafos según La ciencia, durante gran parte de su iti-
tiempos y lugares, sus roles, funciones nerario, se desenvolvió bajo regímenes
y competencias no siempre han sido los autoritarios, no necesariamente milita-
mismos. Consiguientemente, el papel y res. Las actitudes y acciones impositi-
los desafíos profesionales que hoy de- vas, la falta de apertura y los dogmas
ben asumir los geógrafos, no son seme- no han estado escindidos del desarrollo
jantes a los que han tenido que sobre- científico durante prolongadas etapas de
llevar tradicionalmente; su campo de la historia y, hoy, en pleno siglo XXI,
acción trasciende el aula y el solitario las sociedades tampoco están totalmente
gabinete de investigación, a la vez que libres de estos contextos limitantes. Mu-
los nuevos temas y problemas de la es- chas veces, en forma abierta o declara-
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 329
manece, igualmente pierde su atributo entre las demás ciencias. Del mismo
de “nuevo”. La geografía, como cual- modo, José Estebanez (1992) presen-
quier otra ciencia, en la medida que tó como “El paradigma positivista; la
genere, admita y promueva cambios, revolución cuantitativa o «Nueva Geo-
progresos e innovaciones en su interior grafía»” al capítulo 7 de su relevante
–muchas veces resultantes de las trans- obra Tendencias y problemática actual
formaciones operadas en sus contextos de la Geografía, en tanto, Milton Santos
socioespaciales y culturales-, ofrecerá, (1990) tituló uno de sus libros “Por una
necesariamente, facetas novedosas para geografía nueva” (aunque admite que,
sobrevivir y gozar de buena salud, pues a primera vista, eso puede parecer una
de no hacerlo, sucumbirá en el dinámico enorme pretensión), por nombrar sola-
y vertiginoso mundo de las ciencias, el mente algunos de los que han tenido esta
cual ha cobrado notable vigor a partir de apreciación.
la segunda mitad del siglo XX.
En realidad, eso sí, la geografía como
El mismo Jacques Élisée Reclus (1830- ciencia vivió varios cambios de rumbo
1905) con su obra Nueva Geografía que la estremecieron y la llevaron a ex-
Universal (1875-1894), introdujo, sin perimentar saltos cualitativos que la sa-
querer, esta concepción de geografías caron a tiempo del letargo, de la crisis o
diferentes, de la declinación o muerte de la confusión. Los aportes griegos en-
de una y la resurrección de otra. (Daus, tre los siglos VII a.C. y II d.C. han sido
1978) basamentos inamovibles para la consti-
tución de la geografía como una corpo-
De vez en cuando aparece la tentación reidad en el campo del conocimiento,
de hablar de nueva geografía o de geo- aunque con fronteras aún desdibujadas,
grafías, como ha ocurrido con la apari- instalando así un modelo descriptivo
ción de la geografía teórica y cuantita- de importancia capital para su futura
tiva a mediados del siglo XX e, incluso, consolidación como saber. Le cupo a
posteriormente con otros enfoques. La Estrabón (58 a.C.-22. d.C.) la mayor
reconocida geógrafa española J. Gómez agudeza descriptiva hasta entonces co-
(1986) alude a “Geografías del presente nocida y el mérito de llamar a su obra,
y del pasado” en el primer capítulo del de 17 volúmenes, “Geografía” y, por
libro Teoría y práctica de la geografía, ello, muchos estudiosos lo consideran el
coordinado por A. García Ballesteros, “padre de la geografía” y la identifican
cuando sería más preciso hablar de a ésta como la “ciencia estraboniana”.
“Geografía del presente y del pasado”, (Daus, 1978)
pues no se trata de diversidades como
entidades independientes, sino de di- Otro colosal aporte fue el de Varenius
versidades en el interior de la unidad, (1622-1650) en el siglo XVII con su
que es justamente lo que le da a la geo- obra Geografía General, en la que expu-
grafía ese carácter rico, complejo, libre so brillantemente un nuevo y superador
de estructuras, polémico y desafiante modelo, una concepción moderna de la
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 331
de ellas desprendidas de su tallo, sobre dad de reactivar las economías, etc. La
todo de la rama física. El desconcierto lluvia de críticas no se hizo esperar, al
ha sido tal que, de los primeros cinco tiempo que apareció en escena el enfo-
congresos internacionales de geografía que teórico y cuantitativo que, desde
desarrollados entre finales del siglo XIX una base filosófica neopositivista, intro-
y comienzos del XX, cuatro hacían alu- ducía los modelos lógico-matemáticos,
sión a “las ciencias geográficas”. (Esté- la probabilidad, la objetividad analítica
banez, 1992) y la aplicación a raja tabla del método
científico (sostenido por las ciencias
El desarrollo de la geografía regional exactas y experimentales), como la úni-
por parte de la escuela francesa, de la ca alternativa de superar la crisis de la
mano de Paul Vidal de la Blache (1845- geografía. Desde entonces se sucedie-
1918), vino a ser un ancla que redujo la ron y convivieron distintas perspectivas
zozobra en ese mar turbulento, otorgán- para entender y abordar al espacio geo-
dole un perfil propio en el que mucho gráfico; las mismas, provienen de las
tuvo que ver la aportación de Alfred más diversas vertientes y cada una brin-
Hettner (1859-1950) desde la escuela da sus aportes desde los objetivos que se
alemana. Entre 1880 y principios del propone, el marco teórico o conceptual
siglo XX esta nueva corriente de pen- en el que abreva, los métodos y técnicas
samiento logró posicionarse firmemen- que aplica y los intereses que la mue-
te, más allá de ciertas debilidades teó- ven. Es el caso de los enfoques conoci-
ricas no superadas. Sustentada en una dos como geografía sistémica, geografía
concepción idiográfica, en la identidad de la percepción y el comportamiento,
del espacio como producto de las inte- geografía cultural, geografía ambiental,
rrelaciones y coexistencias de sus ele- geografía radical, geografía humanista,
mentos a lo largo de procesos históricos geotecnología y las perspectivas pos-
y afirmada sobre el posibilismo enun- modernas. Todos estos cambios e in-
ciado por Lucien Febvre (1878-1956), novaciones en el ámbito de enfoques,
lograba sostenerse despejando todo de- métodos, conceptos o temas de inves-
terminismo ambiental y sin obsesionarse tigación, no hacen más que mostrar el
por alcanzar leyes generales, caballo de dinamismo interno de “la geografía”
batalla de las ciencias exactas, experi- como ciencia. A lo largo de este traba-
mentales y naturales. (Estébanez, 1992) jo se utilizan indistintamente los térmi-
nos enfoques, tendencias, perspectivas,
A partir de mediados del siglo XX, planteamientos, escuelas y pedestales
poco después de finalizada la Segunda para referirnos a las miradas, análisis y
Guerra Mundial, la geografía regional tratamientos a los que está sujeto el es-
se vio superada por la magnitud de los pacio geográfico.
problemas que reclamaban respuestas
urgentes: campos destruidos, ciudades Luego de estas consideraciones, caben
bombardeadas, países empobrecidos, los siguientes interrogantes: ¿la teoría
infraestructura vial devastada, necesi- de la geografía es un tema para pocos?,
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 333
grafía, a la geografía económica, a la cohesionados en la realidad geográfica.
geografía urbana o a cualquier campo o La siguiente figura ayudará a compren-
subcampo de la geografía, no conviene der la organización de la geografía en ra-
hablar de “divisiones”, sino de ramas y mas y subramas (dentro de los círculos)
subramas, componentes o constitutivos y la presencia de otras disciplinas con
de la misma, de lo contrario, se atenta las que la geografía se relaciona (afines
contra el principio de unidad, interpre- o auxiliares) que se ubican fuera de di-
tándose que la diversidad genera ruptura chos círculos. La geografía regional, la
en la unidad, cuando el proceso es exac- geografía ambiental y la geotecnología
tamente inverso, es decir, la diversidad no conforman necesariamente ramas de
afirma la unidad. La modalidad de ana- la geografía, pues sus enfoques pueden
lizar los hechos individualmente o por incluir o integrar a varias de ellas o a
grupos obedece, simplemente, a razones todas. Ciencias auxiliares como la car-
pedagógicas, didácticas y a objetivos de tografía, la informática, la geodesia, la
investigación (muy atendibles en geo- matemática y la estadística se vinculan,
grafía sistemática o general), pero en corrientemente, con todas las ramas y
ningún caso se pretende producir esci- subramas de la geografía.
sión en los componentes que se hallan
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 335
tar al hombre; veinte años después sino que con el enfoque dirigido al
para abarcar las regiones; otro tan- estudio de áreas concretas no podía
to más –en 1940- para responder a construir leyes y, por lo tanto, pa-
la exigencia de la guerra; en 1960, recía acientífica. Ratzel demostró
para adquirir precisión cuantitativa que este contraste era innecesario
y lógica; en 1980, para absorber con el establecimiento de las bases
los compromisos de una sociedad de la geografía humana sistemática,
en conflicto ideológico… Además pero todavía subsistía el dualismo
otras crisis estructurales, como la entre la geografía física como cien-
de autenticidad, la deficiencia, la cia natural y la geografía humana
dignidad, la educativa y la profesio- concebida como una especie de
nal, fueron acompañando, en mu- puente misionero entre las ciencias
chos casos, a las anteriores. naturales y los estudios sociales,
de fundamentos menos seguros.
Seguidamente este autor sostiene: “Los (Hartshorne, 1991)”
claustros universitarios reciben, ela-
boran y proyectan este discurso teóri- La identificación de dualismos en el in-
co de Apocalipsis y cada vez se cree terior de la geografía ha sido un tema
más… que la geografía es inestabilidad de preocupación en ciertas etapas de la
y equívoca ruptura”, para luego rema- historia de la disciplina, viéndose como
tar: “Todo parece indicar que estamos anormal o peligrosa la existencia de en-
en una crisis de la crisis…”. tidades antagónicas conviviendo/compi-
tiendo en su misma esencia, como si se
1.5 Dualismos tratara del bien y del mal o de la materia
y el espíritu, aunque no puede negarse
Durante la segunda mitad del siglo XIX que dichos componentes conforman una
se había puesto misma realidad. Las mayores críticas se
dirigieron a la coexistencia de la geo-
“énfasis en la arbitraria separación grafía física y de la geografía humana,
de hombre y naturaleza, separación como si fueran dos campos enemigos e
que anteriormente los estudiosos no irreconciliables. Puede decirse que la
habían aceptado…” [e imperaba] geografía fue la disciplina que más su-
“…la corta visión de que la finali- frió las estructuraciones y compartimen-
dad de la ciencia era construir leyes tos que los mismos hombres inventaron
científicas”. “La geografía física o instalaron en algunos momentos de la
-principalmente en el estudio del historia, pues sabido es que lo físico y
origen y desarrollo de las formas de lo humano son indisociables y que su
la Tierra- podía reclamar un lugar escisión es inconcebible en la realidad.
como ciencia natural que construye Poniendo pesas en uno y otro platillo de
y aplica leyes científicas. La geo- la balanza, los geógrafos montaron su
grafía humana, en contraste, no solo escenario de conflicto, generaron deba-
se había alejado de su base física, tes y discusiones, se acusaron y descali-
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 337
sistemático de ciertas categorías de duras” explican y las demás compren-
relaciones en todo el mundo o en den o interpretan. Sólo la geografía física
una parte muy amplia de éste, en podía sobrevivir inicialmente al aprobar
geografía general o sistemática, y el las normas de generalización (búsquedas
estudio de la totalidad de fenómenos de leyes), comprobación de hipótesis y
interrelacionados en áreas particula- verificación. Su connacional, Federico
res, en geografía especial o regio- Ratzel, debió acudir a esos condiciona-
nal, y 4) mientras que la geografía, mientos (deterministas, causalistas y ge-
igual que todas las demás ciencias, neralistas) para salvaguardar la geografía
está interesada por el desarrollo y la humana dentro del campo de la ciencia
aplicación de conceptos genéricos y geográfica y, gracias a ese artilugio –lue-
principios generales o leyes científi- go, blanco de críticas- hoy contamos con
cas, es como la historia, en el senti- la geografía como ciencia humanística.
do de que también está interesada en
alto grado por el conocimiento y la Por cierto, han sido memorables los de-
comprensión de casos individuales y bates protagonizados por Émile Durkhe-
únicos. (Hartshorne, 1991) im (1858-1917) con su obra Morfología
Social y Federico Ratzel (1844-1904)
con su trabajo Geografía Política acerca
1.7 Críticas externas de la división del objeto de estudio de la
sociología y de la geografía. Luego de la
Durante mucho tiempo los geógrafos muerte de Ratzel, tomó la bandera Paul
estuvieron preocupados por las críticas, Vidal de la Blache (1845-1918) en Fran-
susurros y socarronerías provenientes de cia, polemizando con el mismo Durkhe-
las ciencias naturales, exactas y experi- im, en tiempos en que la geografía y la
mentales (llamadas “ciencias duras”), sociología pugnaban por llevarse lo que
que desde sus posturas dogmáticas y una hoy conocemos como geografía humana
acérrima defensa del método proclamado a sus respectivos terrenos. (De Carvalho,
“científico” -inspirados en el padre del 2008)
positivismo, el francés Augusto Comte
(1798-1857) y en el neopositivismo del El alemán Max Weber (1864-1920), a
siglo XX-, se erigían en jueces y ver- contracorriente del pensamiento de su
dugos de toda disciplina que no pasara época, sostuvo que las ciencias históri-
por los cánones impuestos en los pasos co-sociales han de concebirse, con toda
y criterios establecidos. Esta elite de propiedad, como ciencias, y rechazó la
“duros” aparecía como más científica, dicotomía entre ciencias de la naturaleza
exacta, rigurosa, empírica, cuántica y y ciencias del espíritu, sostenida -entre
objetiva, mientras que las “ciencias blan- otros- por Wilhelm Dilthey (1833-1911).
das” (sociales y humanísticas) no daban (Gil, 1997)
la talla ante tales exigencias. El alemán
Wilhem Dilthey (1833-1911) abonó esta Los sectores inflexibles (fisicalistas-
división al proponer que las “ciencias materialistas-reduccionistas-monistas)
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 339
la única verdad que es la realidad, más de un pedestal y, luego, subirse a otro
que una cuestión contradictoria o inco- u otros. En ocasiones, un investigador
herente (recordemos el viejo proverbio: puede encontrarse trepado a un pedestal
“cuatro ojos ven más que dos”). de manera circunstancial, ya sea porque
un profesor, un director de proyecto, un
Un enfoque o perspectiva es, simbóli- grupo de investigación o la temática de
camente, un pedestal desde el cual se una beca lo llevó hasta allí. Aunque hu-
intenta abordar y conocer el hecho o fe- biese sido su propia decisión estar ahí,
nómeno que se quiere describir, enten- no existen razones por las cuales no se
der, explicar o comprender. Ascender permitan otras miradas, otros métodos,
a uno de ellos no implica quedarse allí otros contextos, sobre todo cuando los
toda la vida, aunque esto a veces suele resultados obtenidos no dejan plena sa-
suceder. No es un pecado, una traición tisfacción.
o una conducta mercenaria descender
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 341
tal punto que, tanto en los planes de Tampoco debemos caer en la descali-
estudio de las instituciones educati- ficación anticipada de nuevas pautas y
vas de todos los niveles, como en las concepciones que se van conformando
publicaciones de las últimas décadas, con el correr del tiempo. En todo caso,
observamos contenidos, investigacio- habrá que esperar y ver la evolución de
nes y temas pertenecientes a todos los cada una y los resultados que cosechan.
enfoques: general o sistemático, regio- Seguramente, aquellos postulados que
nal, cuantitativo, sistémico, de la per- no logren conformar una teoría o gene-
cepción y el comportamiento, radical, rar planteos y procedimientos fiables
humanista, ambiental, geotecnológico o resolver problemas del espacio geo-
y cultural posmoderno. De hecho, al- gráfico, se irán decantando por propio
gunos con más vigencia o ímpetu que peso, en tanto los que logren consoli-
otros, según las épocas y los lugares de darse, irán abriéndose camino y deja-
los que proceden. rán su impronta y sus aportes dentro
del imbricado campo de la geografía.
No obstante, es atendible lo que afirma
Gómez Mendoza respecto de las varia- Lo innegable es que nos encontramos
das corrientes y subcorrientes que se ante grandes cambios culturales, co-
vienen desplegando desde los años 70 municacionales, sociales, tecnológi-
y, sobre todo, en la posmodernidad, cos, económicos, políticos y, de he-
cuando se ha pasado abruptamente de cho, espaciales; un mundo globaliza-
una etapa pobre en reflexiones episte- do, posmoderno, que incluye y exclu-
mológicas y producción de teoría en ye a la vez (Blanco, 2009), donde se
la geografía, a la irrupción, en oca- tejen redes de relaciones, se generan
siones serias y otras veces delirantes, tensiones e inequidades y, además,
de autores un tanto confundidos y con se elaboran innovadores planteos y
poco dominio de los pormenores de la discursos enlazados al contexto de-
esencia y del itinerario de esta cien- constructivista y al giro cultural. En
cia. Dice, al respecto, la mencionada palabras de Harvey, estamos en “un
geógrafa: campo minado de nociones en con-
flicto” (Harvey, 1998) que nos lleva
…una verdadera avalancha meta- a los geógrafos a asumir, imposterga-
geográfica ha ido invadiendo, con blemente, nuevos reposicionamientos
progresiva aceleración, las publi- y estrategias de acción. Posiblemen-
caciones geográficas más autori- te, una de ellas sea la del trabajo in-
zadas. En un momento en que la terdisciplinario y transdisciplinario,
reflexión metageográfica parece dado que adecuarse y dar respuestas a
querer sustituir el quehacer del problemas y procesos tan complejos,
geógrafo, como si no fuera forzo- múltiples, “redificados” (edificados
samente parasitaria de él…. (Gó- en red), integrales, dinámicos y plu-
mez, 1986) riescalares, no resulta sencillo para
una disciplina en solitario.
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 343
y culturales, con el fin de dar respuestas Por último, la siguiente reflexión del
a desafíos y problemas que trascienden autor, quizás, ayude a tener una actitud
los compartimentos y exigen tratamien- paciente, optimista y razonable ante tan-
tos inter y transdisciplinarios. La diver- tas vertientes que, en este tiempo, apa-
sidad y las diferencias del mundo actual recen en el escenario geográfico:
nos proporcionan la libertad de poner en
duda o en discusión muchos de los dog- No comparto la forma en que miras la
mas y discursos legitimadores que han vida, ni tus ideas, tampoco los métodos
dominado el escenario científico y geo- que usas para probar que estás en lo
gráfico durante tanto tiempo (como ha cierto y, menos, tus argumentos y tus
ocurrido con el positivismo, el determi- discursos, pero, nobleza obliga, debo
nismo, el historicismo, el evolucionis- aceptar que tanto tu perspectiva como
mo, el regionalismo o el marxismo, por tus acciones existen y que son útiles
dar solamente algunos ejemplos). para ti y para quienes piensan como tú.
Esto no nos hace enemigos, por el con-
Es evidente que la geografía, como cien- trario, quizás ambos tengamos razón o,
cia humana, transita un momento clave tal vez, estemos equivocados, aunque
en el que debe posicionarse firmemente sospecho que los dos tenemos un poco
y consolidar su identidad, dado que el de razón y otro tanto de equivocación;
dinamismo y la complejidad adquiridos por tanto, posiblemente seamos socios
por el espacio en estos días devienen de en esta empresa de construir realidad,
la presencia, ideas, decisiones, accio- sociedad y futuro. (Cuadra, 2012)
nes y relaciones que, multiescalarmen-
te, desarrollan los grupos humanos.
Literatura citada
Perspect. geogr. Vol. 18 No. 2. Año 2013 Julio-Diciembre, pp. 325-346 345
Molina de Buono, G. & Furlani de Civit, M. (2005). Teoría, método, práctica. Pro-
ceso metodológico para la toma de decisiones en un territorio local. Mendoza,
Argentina: Zeta.
Pickenhayn, J. (1994). Epistemología y geografía. Buenos Aires, Argentina: Plus
Ultra.
Rey, R. (1972). Geografía regional. Teoría y aplicación. Buenos Aires, Argentina:
Estrada.
Richthofen, F. ([1883] 1978). Tareas y métodos de la geografía actual: el método
de la geografía general. Didáctica Geográfica Nº 3. Madrid, España: AGE.