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ANTICOAGULANTES PARA USO CLINICOS

En
Algunas enfermedades tromboembólicas es deseable retrasar el proceso de la
coagulación. Para este propósito se han obtenido varios anticoagulantes. Los más
útiles desde el punto de vista clínico son la heparina y las cumarinas.

COAGULO SANGUINEO

El coagulo se compone de una red de fibrina que va en todas direcciones


atrapando células sanguíneas, plaquetas y plasma. Las fibras de fibrina se
adhieren además a las superficies dañadas de los vasos sanguíneos; por tanto, el
coagulo sanguíneo se hace adherente a cualquier brecha vascular y de ese modo
impide perdidas de sangre mayores.

HEPARINA COMO UN ANTICOAGULANTE INTRAVENOSO.

La heparina comercializada se extrae a partir de varios tejidos de animales


diferentes y se prepara de una forma casi pura. La inyección de cantidades
relativamente pequeñas, aproximadamente de 0.5 a 1 mg/Kg. del peso corporal,
incrementan el tiempo de coagulación sanguínea del normal que es de
aproximadamente de 6 a 30 o mas minutos. Además, este cambio en el tiempo de
la coagulación ocurre de manera instantánea, impidiendo así inmediatamente o
retrasando mas el desarrollo de una enfermedad tromboembólica.

La acción de la heparina dura


aproximadamente de 1.5 a 4 horas. La heparina inyectada la destruye una enzima
de la sangre conocida como heparinasa.

CUMARINAS COMO ANTICOAGULANTES.

Cuando se administra una cumarina, como por ejemplo warfarina, a un paciente,


las concentraciones plasmáticas de protrombina y de los factores VII, IX y X, todos
formados por el hígado empiezan a reducirse, lo que indica que la warfarina tiene
un efecto depresivo potente en la formación de estos componentes en el hígado.
Warfarina causa este efecto compitiendo con la vitamina K por lugares reactivos en
los procesos enzimáticos para la formación de la protrombina y de los otros tres
factores de coagulación, con lo que bloquea la acción de la vitamina K.

Después de la administración de una dosis eficaz de warfarina, disminuye la


actividad coagulante de la sangre a aproximadamente el 50% de lo normal al cabo
de 12 horas y aproximadamente al 20% de lo normal al cabo de 24 horas. En otras
palabras, no se bloquea inmediatamente el proceso de coagulación, sino que debe
esperar al consumo natural de la protrombina y de los otros factores de la
coagulación ya presentes en el plasma. La coagulación suele normalizarse 1 a 3
días después de suspender el tratamiento con cumarinas.

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