Los circuitos de acción motriz se organizan en cualquier espacio, en ellos se establecen
estaciones o bases. Su característica principal es la práctica variable de los desempeños motrices con diferentes materiales que pueden ser utilizados de manera diversa. Otra de sus características, también muy importante, la representa el hecho de que todos los alumnos organizados en equipos mixtos se distribuyen en las bases. Para pasar de una base a la siguiente deben cumplir con la actividad planteada en aquélla. Los circuitos de acción motriz permiten diseñar tareas que contribuyen al desarrollo de una o más habilidades a partir de uno o más patrones de movimiento, por ejemplo: lanzar, saltar, correr o esquivar y pueden realizarse individual o colectivamente. Utilizar los circuitos de acción motriz representa una especial oportunidad para que los alumnos participen con sus iniciativas en el diseño y la planeación de sus actividades físicas. • El número de personas que participan Es necesario conocer el número aproximado de personas para organizar el trabajo, ya que de ser pocas personas no necesitaríamos muchas estaciones y, al contrario, si los participantes son demasiados el circuito se deberá planear de manera de que todos los participantes estén activos continuamente. • El espacio disponible El lugar donde se realiza el circuito debe ser adecuado a las actividades, por ello es necesario considerar espacio y el tipo de terreno. Por ejemplo, en un terreno que tenga pasto podríamos desplazarnos girando o arrastrándonos, por el contrario, si el terreno fuera pavimento la actividad sería complicada. • El material con el que contamos Se pueden aprovechar todo tipo de materiales para realizar las actividades de tal manera que una clase puede ser muy divertida y dinámica o por el contrario aburrida, esto dependerá de la creatividad y la imaginación de quien organiza el circuito. • Lo que se pretende estimular (objetivos) Al preparar nuestra actividad (circuitos de acción motriz) es importante tener claro lo que se quiere estimular, para así integrar al circuito actividades que apoyen nuestros objetivos. Si pretendemos estimular el equilibrio, nuestras actividades estarán orientadas hacia la práctica de ese elemento, por medio de actividades como caminar por la viga de equilibrio, mantener el equilibrio en distintas posiciones, desplazarse sobre algunos implementos, como unos zancos, patines, etcétera. Ahora ejercítate con este circuito, pero recuerda realizar un calentamiento antes de iniciar las actividades.