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Nada es normal

Alejandro Calero Dávila*

Las cosas no pueden estar normales cuando los juicios a los presos políticos
se realizan en la oscuridad, cuando han sido condenados porque ya lo decidió
por adelantado la dictadura.
La señora no quiere recordar los años noventa cuando no dejaron gobernar a
los demócratas, después que finalizaban las asonadas criminales exigían
liberación de todos los presos y que no hubiera acusación por los crímenes que
cometieron. Así que todos los epítetos en contra de los autoconvocados que
ella escupe, primero fueron para ellos.

No puede ser normal que nuestro pueblo se manifieste exigiendo justicia,


libertad para presos políticos, porque se supone que el gobierno garantiza
esos derechos.
No es normal que la Organización de los Estados Americanos (OEA) le dé
prioridad a los asuntos políticos internos de nuestro país porque el gobierno
está asesinando a su pueblo.
No es normal que portar la bandera azul y blanco de la patria sea un delito a
muerte.

Solamente los que vivimos en Nicaragua sabíamos que eso del país más
seguro de la región no era cierto porque en la montaña el Ejercito que ya era
orteguista estaba realizando operación limpieza, estaba asesinando a los
campesinos sin importa que estos fueran niños.

No es normal que en León los universitarios no asistan a clases por temor a ser
capturados en la universidad.
No es normal que las marchas de los autoconvocados sean consideradas un
delito y se utilicen francotiradores contra ellas.
No es normal que en Nicaragua los paramilitares controlen todo, que realicen a
diario capturas ilegales, que hagan desaparecer a los ciudadanos, fuerzan la
migración a los jóvenes para no ser asesinados.

La situación del país no es normal, lo que paso en abril fue el detonante que lo
catapulto a las calles, un pueblo cansado de tantos fraudes electorales, de
tanta corrupción, de tanto nepotismo, de alzas en combustibles y luz eléctrica
que solo beneficia a la dictadura por controlar como negocio particular la total
cooperación venezolana.
No es normal que un gobierno retire sus reservas del Banco Central, que
realice reforma presupuestaria y beneficie a la familia gobernante.
Durante once años la situación era normal para la pareja de dictadores,
gobernaban como si se tratara de su latifundio privado, solamente falto que le
cambiaran el nombre al país por las de sus nombres.
La familia de dictadores confirma que nada es normal, en abril cercaron su
bunker dos kilómetros a la redonda, levantaron tranques de piedras canteras y
aumentaron el número de policías que los protegen con armamento de guerra.
Si es cierto que todo volvió a la normalidad, ¿Por qué no quitan el tranque que
rodea su bunker?

*Abogado y Notario Público.

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