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El truco de cinco

minutos para, por


fin, dejar de roncar

La mayoría de los ejercicios destinados a evitar los ronquidos requiere


una constancia excesiva. Ahora, dos especialistas británicos brindaron
una breve solución de tres pasos
Es de noche. La luz está apagada y el silencio es total hasta que emerge el
primer ruido molesto. Es sucesivo. Se repite. Por momentos pierde
intensidad, pero regresa insistente. Los ronquidos molestan tanto a quien
lo padece como a la pareja que comparte la habitación. De acuerdo a la
Asociación Americana del Sueño, el 37% de los adultos ronca al dormir.

El molesto ruido llega como consecuencia de vibraciones en las


estructuras nasoorales, cuando ocurre un bloqueo anormal en las vías
respiratorias, por una posición inconveniente al dormir, por movimientos
poco convencionales de la mandíbula. En especial, los responsables son la
úvula y el velo del paladar.
Cuando se entra en una fase de sueño profundo y los músculos se relajan,
los tejidos en la parte posterior de la garganta pueden convertirse en un
inconveniente. Provocar que el aire que pasa a través suyo se convierta en
un ruido constante.

La presencia -o ausencia- de ronquidos depende de distintos factores


como la forma del cráneo, el cuello, la edad, pero también de hábitos
como la ingesta de alcohol, el tabaquismo o el sobrepeso. Soluciones hay
muchas: desde cambiar la posición al dormir hasta tiritas para la nariz y
dispositivos mandibulares más sofisticados. Sin embargo, hay un truco de
solo 5 minutos que trae grandes resultados.

La mayoría de los ejercicios requiere una constancia excesiva, de 45


minutos diarios, que hace desistir hasta al más entusiasta.

1. Abrir la boca al máximo y estira la lengua lo más que se pueda.

2. Mover la lengua de lado a lado y de arriba a abajo.

3. Al mismo tiempo que se mueve la lengua, tararear con fuerza una


canción.
Según los expertos, después de solo 5 minutos, las estructuras musculares
responsables de la emisión de ronquidos se verán reforzados. De ese
modo, la calidad del sueño, tanto propia como la de la pareja, mejorará
notablemente.

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