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Los empefios de una casa. Sor Juana Inés de la Cruz. 1. Pérrafo introductorio. a) titulo (alusivo a la hipétesis planteada) Los empefios de una casa, la mujer y el honor dentro de un contexto social masculino. b) Tema, (delimitado y con relack jinio del hombre en el os claros en donde la mujer figure como una parte res del b En esa época se dice que el arte puiblico mas importante del momento era precisamente el teatral, ‘ya que era incluso utilizado como forma de educacién de sefioritas de clase alta. No es, pues, de extrafiar que una mujer como Sor Juana, atenta a todo tipo de expresién artistica, probara también en la dramatica sus capacidades. De hecho, la obra que analizaremos no es la Gnica de su autora; en su haber podemos contar cuatro, autos sacramentales -"El Divino Narciso", "El Martir del Sacramento”, " San Hermenegildo" y "El Cerco de José"- y dos obras de carécter profano: "Amor es mas Laberinto", obra de argumento mitolégico y que debe a la colaboracién de otro autor uno de sus actos, y la obra objeto de este estudio, "Los emperios de una casa", que pretende ser una clésica comedia de enredo al modo de los autores que parece que mas admiraba en este tipo de obras: Calderén, Moreto y Rojas. 3. Conclusién. (Retoma el tema, la hipétesis..Valora y reflexiona sobre la obra a partir de lo propuesto en la hipétesis). Como conclusiénes importante analizar la postuta de los dos personajés. femeninos mas importantes: dofia Leonor y dofia Ana, Precisamente a través de estas figuras femeninas la autora cifra esa carga narrativa de protagonismo én su drama, con lo que ella misma figura dentro de la obra para dignificar y elevar ala mujer dentro de la literatura barroca, no con fines feministas, sino con esa carga literaria que s6lo las mujeres pueden darle al texto y con ello honrar esa figura que en otros dramas anteriores y contempordneos no ocurre. Leonor es,sin duida, el personaje mas atractivo de la obra. Y lo es seguramente por voluntad explicita de la autora, Desde el punto de vista arguetipico, Leonor responde sin peros ala dama de la comedia. Es noble, pero pobre, y por lo tantolesté capacitada para tener relaci6n con otro noble como don Carlos -0 incluso don Pedro-, si lla ellos consienten, aunque el hecho de no disponer de dinero complica, si bien no imposibilita, urta unién de esas caracteristicas. Es ademés bellisima, "pelleza sobrehumana" diré dofia Ana al conocerla, tanto que llegaré a justificar la desdicha de la que Leonor se queja diciendo "si eres tan hermosa,/ no es mucho ser desdichada". Es discreta, es recatada y amante de sus padres, como debe serio toda dama. Sin embargo, el personaje de Leonor llama sobre todo la atencién por unos aspectos que s{la alejan del t6pico: Leonor es una dama que se ha dedicado al estudio, es por lo tanto una dama sabia, Se me dird que el personaje de la dame sabia no es nuevo en el teatro de la época y que obras como "La dama boba" y "El desdén con el desdén” recogen este atributo de la dama, dndole uno u otro tratamiento. El hecho es que Leonor no @s sabia segin el modelo de las anteriores: lo cierto es que se comporta como se comportaria cualquier dama discreta, pero no necesariamente sabia. Si el personaje de Leonor llama la atencién es porque su historia, que explica en un largo mondlogo en a primera jornada, parece haber sido utilizada por Sor Juana Inés como una especie de confesién personal. Confesi6n personal que parece més evidente, si la comparamos con la "Respuesta a Sor Filotea de la Cruz" publicada por la autora, y en la que, ya sin personajes interpuestos, explica situaciones similares a las explicadas por el personaje de ficcién. Sabemos ya que Leonor es noble pero pobre (hemos visto antes que los datos parecen demostrar que Juana de Asbaje nace en el seno de una familia importante, aunque sin que esa aparente nobleza fuera ayudada por la legitimidad y posiblemente tampoco por una hacienda considerable) y esa nobleza es un pesado galardén para quien debe conservarla y sin embargo no tiene con qué, porque se le exigen determinadas formas de conducta, pero no se le ofrece con qué llevarlas a cabo. No deja de ser sorprendente en un momento en el que la nobleza es un bien preciado -algunos llegan incluso a inventarla para ser mas respetados-, que Leonor la viva como una dura carga: "que no es pequefia desdicha/ nacer noble un desdichado/ que aunque la nobleza sea/joya de precio tan alto/ es alhaja que en un triste/ sélo sirve de embarazo", y explica ademés de forma clara el porqué de ese embarazo: "porque estando en un sujeto/ repugnan como contrarios/ entre plebeyas desdichas/ haber respetos honrados"6 Poco nos cuesta imaginar que Sor Juana Inés demuestra clarividencia en la afirmacién; seguramente més de un noble de la época, en su interior y tal vez sin llegar a verbalizar esta idea, notarfa como una carga esa extravagante mezcla de necesidades y honores que eran el alimento generalizado de los nobles pobres. Sigue el monélogo y Leonor se define a si misma como hermosa y como discreta, y empieza a explicar a renglén seguido cémo se dedica a los estudios: "Inclinéme a los estudios/ desde mis primeros afios/ con tan ardientes desvelos/ con tan ansiosos cuidados/ que reduje a tiempo breve/ fatigas de mucho espacio."7 No paret® que podamos alejar esta/afirmaciGn de la explicacién que en laya citada "Respuesta..." nos da la propia autora cuando explica: "Empecé a deprendler gramitica, en que creo no llegaron a veinte las lecciones que tomé; y era tan intenso mi cuidado, que siendo asi qué en las mujeres'-y mds en tan florida juventud- es tan apreciable el adorno natural del cabello, yo me cortaba de él cuatro 0'seis dedos, midiendo hasta donde llegaba antes, eimponiéndome ley de que si cuando volviese a crecer hasta allino sabia tal o tal cosa que me habia propuesto deprender en tanto que crecia, melo habia devolver a cortar en pena de Ia rudeza,(.) que no me parecia razén que estuviese vestida de cabellos cabeza que estaba tan desnuda de foticias que era més apetecible adorn”. Leonor, esté claro, no nos explica en qué consistian sus "ardientes desvelos” 0 sus "ansiosos cuidados", pero en todo caso Sor Juana Inés de la Cruz Sabia a qué se referria, ? Sigue Leonor explicando su vida y sefiala cémo llega a conseguir una admiracién generalizada hasta el extremo de que se considere su saber "infuso, lo que fue adquirido lauro” que "adoraban por deidad/ el idolo que formaron'”, Resulta fécil ver, en esta admiracién desmedida que es capaz de ‘ausar Leonor, la admiracién real de que disfruté Sor Juana Inés de la Cruz, tanto cuando era joven en la corte de los virreyes, como después en el convento, siendo admirada y casi venerada hasta adquirir el sobrenombre que aparece en la publicacién de su "Inundacién Castélida", donde se atribuye la autoria a la denominada "Décima Musa Mejicana". Sigue Leonor explicando su vida y asi conocemos que es admirada por todos los galanes, y que, sin desdefiarlos de forma violenta al estilo de la protagonista de "El desdén...", el exceso de admiracion la imposibilita, momenténeamente, para la eleccién. En este rasgo veremos también una diferencia con algunas de otras damas a las que la sabiduria las hace desdefiosas mostrando una especie de incompatibilidad inevitable entre la sabiduria -el conocimiento- y el amor, como sila capacidad de la mujer de enamorarse no tuviera otra base que Ja ignorancia; despejada ésta, la dama conoce demasiado para ser capaz de enamorarse, el conocimiento actuaria asi como una forma de asexuacién cuyas rafces mitol6gicas habria que buscar posiblemente en la diosa de la sabiduria, esa Atenea nacida al margen del sexo y por supuesto del amor, la pasién amorosa, tan presente en otros mitos. Leonor, pues, no encaja en este paradigma de mujer sabia que, por ello mismo, es incapaz de enamorarse. Si Leonor no se enamora desde su mds tierna juventud, y no olvidemos que su excepcional belleza podria haberla ayudado a ello, es simplemente porque se dedica al estudio, y cuando ya mujer adulta se siente tan cortejada, no es capaz de elegir a ninguno de sus adoradores; a ninguno hasta que aparece el que le est destinado. A partir de ese momento Leonor no citard ‘mas su conocimiento ni su sabiduria ni su dedicacién al estudio. Desde que sabemos que se enamora de don Carlos, Leonor es una dama enamorada al estilo del paradigma de las comedias y sélo recordaremos su conocimiento superior al de las demas mujeres, cuando su padre, indignado por su huida deshonrosa de casa, lanzaré un tremendo anatema contra las mujeres: "Oh mujeres! ih,

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