Sal de ahí; Prueba a ser yo un par de segundos. O una vez intensa y leve, mirando muy por delante de donde quede tu mirada.
Trata de decirme lo que tu cuerpo
ignora y redime en un gesto aquello que no supiste mostrar. Arrastra el sueño hasta aquí, toda vez que brama por cumplirse y, sin embargo, todavía no ha sido concebido. Como tu locura, como los mejores recuerdos que nos quedan por revivir.
Abraza una espera,
sé tú, mucho más lejos de las ventanas, huye a un interior dibujado para que nadie pueda leerlo.
Tan alejado de la consciencia
es imposible gritar; O es posible pero no se te oye. Las cosas que no sirven para su fin no tienen sentido; Lo mismo les pasa a las personas.
Piensa un bello lugar para ir
siempre que no quieras quedarte y sal a correr por la arboleda para que aprendas en tu vuelta lo que nunca debiste olvidar: Sólo son reales las cosas que creemos que lo son y que, a fin de cuentas, no nos importan.