ASQUEROSO Y REAL

Ha vuelto a llegar el tren

y todavía me sigues mirando.

Espero un segundo;
Reaccionas, pareces decidida
a no dejar pasar otra oportunidad.
De fondo, el sonido
de una gran ciudad.

O su proyección en mis oídos;

Pasos, ruidos, despedidas en el andén
entre gente que no ha querido conocerse.

Te lanzas, sin titubeos;

Quien conoce la deriva de tanto uso
sabe convertirla en certeza.

Adelantas un pie y bajas la mirada.

Ya dentro del vagón, te abandonas.
Y tu proyección ya no me mira;
Hemos logrado esa intimidad
que sólo da la ausencia.
Ya no escucho nada,
nada que no oyera antes.
Y quizá ahora la mirada de otro
corretea por el vagón en busca de la tuya.

Da igual si la entregas;
me amas a mí
porque me has dejado libre,
impidiendo llevar nuestro amor
al lugar común
donde se vuelve tan intenso
como asqueroso y real.