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º 0961-2004-AA/TC
LA LIBERTAD
BENICIO BARTOLO
BLAS CARBAJAL
VISTO
El recurso extraordinario interpuesto por don Benicio Bartolo Blas Carbajal contra la
resolución de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, de fojas
136, su fecha 28 de octubre de 2003, que, revocando la apelada, declaró improcedente la
acción de amparo de autos; y,
ATENDIENDO
1. Que el objeto de la demanda es que se deje sin efecto el despido arbitrario del cual fue
objeto el recurrente, ordenado por la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión, y que
se lo restituya en el puesto de trabajo que venía desempeñando hasta antes de producirse
dicho acto lesivo, así como que se le abonen las remuneraciones dejadas de percibir.
2. Que en el proceso civil y, por extensión, en los procesos de acciones de garantía, rige el
denominado principio de “bilateridad o dualidad de partes”, el cual se manifiesta en dos
posturas antagónicas: la parte demandante y la parte demandada.
Ahora bien, alredor de cada una de las partes –demandante y demandado- pueden
situarse una pluralidad de personas independientes jurídicamente entre sí; vale decir, en
un proceso judicial pueden existir varios demandantes o varios demandados autónomos,
pero integrados por ficción jurídica como parte.
Leonardo Prieto Castro y Ferrandis [Derecho Procesal Civil. Madrid: Tecnos, 1989, Pág.
82] precisa que “la dualidad de partes no significa que sólo dos personas hayan de actuar
como tales en el proceso, una en la postura de actor y otra en la de demandado, sino que
en cada una de las posturas pueden figurar varios sujetos formando una parte única, pero
compleja, y entonces se habla de litisconsorcio”.
Valentín Cortés Domínguez y otros [Derecho Procesal Civil. Valencia: Tirant Lo Blanch,
1995, Pág. 72] expone que “si bien el proceso [...] suele desarrollarse con el esquema de
un sujeto en cada una de las dos posiciones de parte [...] no resultan infrecuentes los
supuestos en que una o ambas posiciones están integradas por varios sujetos”.
Permite, entonces, la presencia de varias personas como partes que, por obligaciones
directas o intereses comunes, están unidas en una determinada posición y piden al órgano
jurisdiccional el pronunciamiento de una decisión lógica y jurídicamente unitaria.
Este conjunto de personas integradas en una misma posición constituye una parte procesal
única, aunque compleja.
Por ello, la doctrina considera que dicha figura se presenta cuando en una relación procesal,
ya sea en la parte demandante o en la parte demandada, o en ambas, aparecen varios
sujetos que, independientes jurídicamente unos de otros, son unificados procesalmente por
tener un interés común.
Así, dada la naturaleza de la relación jurídica sustancial, los sujetos que litigan bajo la
condición de parte demandante o parte demandada están unidos de modo tal, que a todos
les afectará el sentido de la resolución a dictarse.
Para Lino Palacio [Derecho Procesal Civil, Tomo 3. Buenos Aires: Abeledo Perrot, Pág.
207], “[...] el litisconsorcio necesario implica la existencia de una sola pretensión con
pluralidad de sujetos, eventualmente legitimados, y de que, por tanto, la sentencia definitiva
debe tener un contenido único para todos los litisconsortes [...].
5. Que los litisconsortes son partes, en sentido estricto, de la relación jurídica procesal, a
diferencia del tercero, que “(...) es el sujeto procesal eventual no necesario para la
prestación de la prestación de la actividad jurisdiccional que, sin ser parte, tiene la
“chance” de participar en una relación procesal pendiente en la medida del interés jurídico
que ostenta y a través del instituto técnicamente denominado intervención de terceros”
[Peyrano, Jorge, El Proceso Atípico, Editorial Universidad S.R.L., Buenos Aires,
Argentina, 1993, Pág. 82].
6. Que del texto de la demanda interpuesta así como de la instrumental corriente a fojas 33,
se aprecia que el mismo demandante reconoce que el puesto de trabajo reclamado le ha
sido otorgado a don Juan Acevedo Cisneros, cuyos derechos podrían verse afectados de
emitirse un fallo estimatorio por parte del juzgador constitucional. En este caso nos
encontramos frente a la figura de un litisconsorte necesario, quien puede ser integrado
de oficio a la relación jurídica procesal, en aplicación supletoria de los artículos 93º y 95º
del Código Procesal Civil.
RESUELVE
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GARCÍA TOMA