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Nodo Norte en la Casa 11 (Escorpio)-Nodo Sur en la Casa 5 (Tauro)

El eje nodal entre las Casas 5 y 11 involucra dos grandes triángulos; el triángulo de las Casas
personales (1, 5 y 9) analogía del Fuego del espíritu y el triángulo de las Casas de Aire (3, 7 y 11)
que simbolizan -entre otras cosas- el "medio" en el que nos toca vivir.

La 5 es el sector de máxima expresión del individuo (la energía se manifiesta en triángulos), y está
en Trígono al Ascendente, y representa el "aquí y ahora" del individuo simbolizado por la 1. Este
"aquí y ahora" es absolutamente subjetivo, particular e íntimo, y tiene su contrapunto y
complemento en la 11, el "aquí y ahora" de todo el conjunto social. La idea de crecimiento
"personal" (implícita en la 5) tiene un límite natural, una frontera conceptual. Un individuo puede
crecer "aislado" hasta un cierto punto más allá del, cual si quiere seguir su progreso, ha de
comprender que -aunque sigue siendo un individuo- es también parte de un organismo mayor (en
este caso el reino humano) y que sólo el crecimiento de este todo mayor le permitirá seguir su
crecimiento particular.

El desarrollo y progreso de este todo mayor al que el hombre pertenece está simbolizado por la
11. Así pues, el individuo con el Nodo Norte en la 11 está en disposición de entender la dicotomía
yo-nosotros y enfocar su esfuerzo y su caudal creativo a logros comunes a toda la humanidad. Esta
situación es la génesis de los ideales: lo general se antepone a lo particular, el bien común al bien
particular. El ser encuentra su equilibrio en el equilibrio del conjunto mayor: en primer lugar su
familia, después el entorno inmediato, el grupo social al cual pertenece, su nación, su raza, y así en
unidades cada vez mayores hasta alcanzar una mente que abarca todo el Cosmos (12). En este
momento este ser ha sintonizado con el espíritu Acuario, la analogía superior o álter ego de la
Casa 11.

A lo mejor la persona con el Nodo Sur en la 5 se encuentra a gusto consigo misma; posiblemente
su individualidad esté bien construida y el conocimiento de sí misma sea lo suficientemente
objetivo y real y no necesite de los demás para hallar su propio centro. Puede ser que esta persona
posea ya un innato equilibrio que le capacite para desenvolverse sin demasiados problemas, que
haya hallado su sitio en el mundo. Sin embargo, y sin que todo lo anterior deje de ser cierto, esta
persona puede estar en un error, puede -dicho de otra manera- estar cegada por su propia luz.

Con el Nodo Sur en la 5 a la persona le es fácil manifestarse, su individualidad fluye sin trabas y
puede creer que esto ya es suficiente. Tiene facilidad para conocerse, para comprenderse; y
reconoce que ha llegado a un cierto grado de desarrollo que le hace sentirse completo. De esta
conciencia nacen sus dos problemas principales: el orgullo y la pereza.

Manifestarse "tal como uno es" representa el camino fácil, el sendero de menor resistencia y, al
mismo tiempo, da satisfacción al propio ego. La tentación de mirarse el ombligo, de dar vueltas en
torno a uno mismo es, con esta posición nodal, muy fuerte y la megalomanía difícil de evitar. Lo
último que una persona con estos Nodos debe hacer es encerrarse en si misma. Si cree que ya ha
llegado, y está completa, detiene su movimiento y empieza a entrar en contradicción con su
entorno, que si se está moviendo. Va contra corriente y esto provoca una fricción que destruye su
individualidad y si, para protegerse, se encierra aún más en si mismo, indefectiblemente se
ahogará en su propia insuficiencia. Por el contrario, si este ser usa su facultad creadora, su
capacidad de autoproyección en favor de instancias suprapersonales no sólo puede ser de gran
ayuda al desenvolvimiento general sino que, al fluir de manera armónica con la gran corriente de
lo hechos, amplia la visión de si mismo y se ve como una pieza necesaria en el conjunto de
piezas indispensables que componen la gran máquina de la humanidad.

Esta conciencia de ser (de existir como parte de un todo) justifica ante sus propios ojos su función
en el mundo y, progresivamente, se autocontrola y controla - de alguna manera- el proyecto
general en el que participa. Ha hallado su "aquí y ahora" del todo.

La noción de presente de este eje nodal es de gran importancia, y la persona se equivoca tanto si
se encierra en si misma (lo que equivale a permanecer en el pasado) como si se pierde en ideales y
ensoñaciones de futuro, propio de su excesivo énfasis del Nodo Norte en la 11. La necesidad de
equilibrar ambos Nodos es obvia en cualquier que sea la posición de éstos, pero en este eje nodal
que -como se ha dicho anteriormente- se debe manifestar en un rabioso presente, es
absolutamente imprescindible puesto que cualquier desequilibrio se experimenta de inmediato y
no a largo plazo, como puede suceder en otras posiciones nodales.

Paradójicamente esta urgencia de equilibrio nodal se produce, en un eje, donde conseguirla es


particularmente difícil. La 5 es donde el ser se manifiesta, donde actúa, donde se produce su
acción, donde -en consecuencia- está generando su karma futuro. Por el contrario, la 11 (la 5 de la
7) es donde los demás (lo que no soy yo) están actuando; es decir, en este eje se confronta la
acción de la sociedad como un todo. Dicho de otro modo, en la 5 "yo hago lo que quiero" (sigo mi
propia ley), y en la 11 "yo hago lo que debo hacer" (sigo la ley general de todos los hombres).
"Libertad versus compromiso"; y lo óptimo seria, en este caso, la libertad en el compromiso.

La 5 es la Casa de lo personal y la 11 de lo impersonal. La 11 es la de los conceptos abstractos y la 5


la de las manifestaciones concretas, por eso es difícil encontrar la justa medida, la equidistancia
entre ambas, pero la persona con los Nodos en estas Casas puede lograrlo. El amor como
concepto está simbolizado por la 11 (la amistad, la fraternidad, los ideales sociales y humanitarios)
y el amor como posesión o proyección de uno mismo está representado por la 5 (los amores, los
hijos) donde todo se experimenta como parte y acción del Yo. Fundir la noción de lo particular en
la noción de lo general es función de este eje nodal y cualquier desequilibrio se experimentará
como una restricción si el énfasis se pone en el Nodo Sur (Saturno y Marte actuando sobre el libre
fluir del individuo) o como una desintegración de la individualidad si el énfasis está en el Nodo
Norte. Los excesos de Júpiter y la autocomplacencia de Venus no tienen el "limite" de Saturno ni el
"rigor" de Marte.

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