Está en la página 1de 1

La educación pública de nuestro país en la actual constitución (2008) así como las anteriores (1998)

(1978) ha sido y será derecho subjetivo de cada uno de nosotros, claramente siendo deber
importante para la sociedad y el Estado quien promueve que este tenga un sentido moral, histórico
y social, de solidaridad humana y acción social y comunitaria y sobre todo que garantice el acceso a
todo sus habitantes sin discriminación alguna aunque esto no se haya cumplido a cabalidad en
décadas pasadas.

En la constitución de 1978 en su artículo 40 nos indica que la educación pública en aquella época
era totalmente gratuita en todos sus niveles, en donde principalmente se fomentaba la igualdad de
oportunidades a la educación universitaria o politécnica estatales, pero como bien sabemos la
educación en aquella época solo era permitida para unos cuantos. En la constitución de 1998 la
educación fue obligatoria hasta la primaria y gratuita hasta el bachillerato o segundo nivel, en esta
época en medio de un gobierno cuestionado, se crea una nueva norma jurídica de la patria
ecuatoriana que establecía que la educación estaba garantizada por el Estado en igualdad de
condiciones y oportunidades, que era un derecho irrenunciable de las personas, que sería ética,
pluralista, democrática, humanista y científica; incluso se garantizaba la educación para personas
con discapacidad, otorgando la libertad de enseñanza y catedra, fortaleciendo prioritariamente las
zonas rurales y fronterizas, garantizando la educación particular sin fines de lucro y la erradicación
del analfabetismo. Después de estas normas, se pensaba que al fin nuestro país se iba a poner a la
par en la educación ya que estábamos claramente atrasados. Si bien existieron grandes avances en
materia jurídica, que son necesarias para la transformación de todo Estado, no se veían reflejados
en la realidad, por la inoperancia de la administración estatal para convertir en acciones lo que
estaba escrito. En la constitución del 2008 se concibe a la educación como un deber del Estado y
será gratuita hasta el tercer nivel de educación superior, revolucionando de forma radical los
conceptos educativos mantenidos a nivel estatal hasta la época.

Es indiscutible reconocer, que los más grandes aportes a la educación se han dado en el Gobierno
de Rafael Correa, sus políticas progresistas cambiaron al Estado en sí, siendo la educación, una de
las más beneficiadas en el ámbito económico con el aumento de los recursos destinados a sus
proyectos y planes, pero sobre todo, una reforma a la designación de todas las personas que
conforman el aparato administrativo en educación en todos sus niveles, ha brindado en estos
últimos años al personal administrativo y docente, miles de nombramiento en base a concursos
libres de méritos y oposición, no obstante siguen habiendo falencias en cuanto a la administración
de los recursos para las universidades estatales, un caso muy particular sería el de nuestra
universidad, así que por lo tanto de nada sirve asignar mayores recursos si se lo hace
ineficientemente, beneficiándose así solo ciertas personas. Para culminar pienso que debemos
aportar con nuestra buena actuación académica y erradicar esa mentalidad que tenemos de
considerar que la gratuidad es sinónimo de mala calidad, y que basándonos en una de las
características de los derechos humanos “el progresismo” luchemos para que la educación sea
gratuita en todos sus niveles, promoviendo así la igualdad de oportunidades.

También podría gustarte