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Hábitat III

ALAI

D el 17 al 20 de octubre, Quito fue sede de


la tercera Conferencia de las Naciones
Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Ur-
sobre los avances en la implementación de la
agenda.

bano Sostenible –Hábitat III–, que registró una Actores de la sociedad civil señalan algunos
asistencia record para un evento de este tipo: logros importantes en la NAU, en particular en
más de 40 mil personas participaron en los di- referencia al Derecho a la Ciudad, ya que es
versos eventos oficiales y actividades parale- la primera vez que un documento de la ONU
las. hace referencia a este Derecho (art. 11)2. Este
concepto, resultado de una larga lucha popu-
La Conferencia adoptó la Nueva Agenda Urba- lar, refiere al derecho de todos los habitantes,
na (NAU)1, cuyo contenido de 175 artículos ya presentes y futuros, temporales y permanen-
fue consensuado en septiembre, tras dos años tes, de utilizar, ocupar y producir ciudades,
de negociaciones. La NAU, a la vez que sitúa pueblos y asentamientos que sean justos, in-
el reto de los asentamientos humanos en la clusivos y sostenibles, y que sean entendidos
agenda del Desarrollo Sostenible Post-2015, como un bien común esencial para una vida
afirma tres principios: no dejar a nadie atrás, plena y digna. Si bien no es aún un derecho
economías urbanas sostenibles e inclusivas y consagrado en la ONU, la NAU sí incorpora esta
sostenibilidad ambiental. Entre los conceptos visión y saluda que haya gobiernos locales y
y lineamientos fundamentales que promue- nacionales que le han reconocido. Además, a
ve la Agenda para que las ciudades sean más lo largo de la Agenda de Quito hay referencias
inclusivas, seguras, resilientes, sostenibles y a planteamientos relacionados con el Derecho
participativas, se incluyen: la densificación a la Ciudad.3
urbana, en lugar de la extensión del períme-
tro de las ciudades; el uso mixto del suelo, A la par de la Conferencia intergubernamental,
en lugar de la zonificación; la preservación de la ciudad fue escenario de diversos eventos
los paisajes y recursos naturales y los espacios paralelos. Entre ellos, la Asamblea Mundial de
públicos para todos. Además, pone énfasis en Gobiernos Locales y Regionales, la Asamblea
el vínculo urbano-rural. General de la Organización de Regiones Uni-
das, un encuentro de gobiernos intermedios,
Como es usual en las conferencias mundiales un foro de gobiernos locales y diversas expo-
de la ONU, la agenda adoptada no es vincu- siciones. Además, desde el sector académico
lante, pero sí establece un marco referencial y organizaciones sociales se organizaron tres
para la adopción de políticas, que en muchos eventos: Hábitat III Alternativo; el Encuentro
casos orienta la actuación de los gobiernos na- de Alternativas Urbanas y Sujetos de la Trans-
cionales, intermedios y locales, a la vez que formación; y Resistencia Popular Hábitat III
presta mayor legitimidad a la acción de acto- que, con distintos enfoques, pusieron en esce-
res no-estatales (de las organizaciones ciuda- nario debates e intercambio de experiencias,
danas, pero también de la empresa privada, que se plasmaron en sus propias agendas urba-
siempre presente –e influyente– en estos es- nas y territoriales.
pacios). Además, en esta oportunidad se han
incluido mecanismos de monitoreo y revisión
2 Ver: http://bit.ly/2f1SHmU
1 NAU versión en español http://bit.ly/2eZdZF5 3 Ver: http://bit.ly/2g0a6ig

1
Entrevista con Augusto Barrera

Hoy la urbanización
es del Sur
Sally Burch

E l contexto urbano hoy es muy distinto de


lo que era hace 40 años, o incluso hace 20,
cuando se realizaron las anteriores ediciones
en el siglo XIX, pero en las últimas décadas y,
en lo que va del siglo XXI, la urbanización es
básicamente en el Sur. Significa que la mayor
mundiales de Hábitat. Para profundizar so- cantidad de gente que vive en ciudades aho-
bre este tema, y los nuevos desafíos de esta ra es del Sur: no es sólo que ya estaba urbani-
época, conversamos con Augusto Barrera, zado el Norte, sino que cuando comparas las
investigador y coordinador del Centro de In- tasas demográficas, las grandes ciudades –a
vestigación de Política Pública y Territorio excepción de Londres y probablemente Nueva
(CITE) de Flacso-Ecuador y ex alcalde de Quito York– están cada vez más en el Sur. Las grandes
(2009-2014). Barrera señala, como principa- aglomeraciones las encuentras en Asia, India,
les factores del nuevo contexto: primero, la China, en algunas localidades de África y en
urbanización a escala planetaria, que es una América Latina: San Pablo, México, etc. En-
urbanización básicamente del Sur global; y tonces, creo que una primera caracterización
segundo, el proceso de globalización en clave que podríamos decir es que ahora vivimos en
urbana. Al respecto de este último, precisa un planeta mayoritariamente urbano; y, en se-
que ya no se trata solo de “esta globalización gundo lugar, es una urbanización básicamente
económica que se pintaba de transforma- del Sur.
ción tecnológica, del ‘post-fordismo bueno’,
sino que hoy esta globalización tiene un ros- Un segundo elemento que es clave entender es
tro profundamente extractivista… No solo es el proceso de globalización económica. La ur-
el extractivismo de la fase industrial prima- banización ha sido modelada por una nueva di-
ria como podían ser las minas y el petróleo, námica de la economía global en la que, como
sino que ahora tenemos también esta lógica todos conocemos, hay cada vez más un flujo
extractivista en el sector inmobiliario, en el libre de capitales, fundamentalmente de bie-
sector financiero e incluso en el sector de in- nes y mercancías y no necesariamente de per-
formación”. El exalcalde desarrolló más estos sonas. Este modelo económico ha provocado
puntos en los siguientes términos: según todos los estudios –y Piquetty en eso es
probablemente un referente muy claro–, pro-
(A.B.) Cuando se hizo Hábitat I (en 1976), el cesos cada vez más grandes de concentración
mundo era mayoritariamente rural y particu- económica y de desigualdad que se expresan
larmente América Latina y el Sur global eran fundamentalmente en las ciudades.
mayoritariamente rurales. La urbanización ha
sido un proceso extremadamente acelerado e Me parece que otra de las características de
intenso, fundamentalmente en el Sur. Hay que este proceso de globalización económica tiene
cambiar esta idea de que la urbanización es un que ver con el énfasis de lo que algunos au-
proceso del Norte; fue un proceso del Norte en tores llaman economías extractivistas. Lo que
la primera mitad del siglo XX, probablemente tenemos ahora como dinámica financiera no es
lo que teníamos en el siglo XX sobre los ban-

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cos; antes el banco te prestaba y tú le pagabas des de frontera, etc., que configuran un nuevo
el costo del dinero; hoy, la financiarización de arreglo espacial, un nuevo dominio del espacio.
gran parte de la estructura material de las ciu- Y, evidentemente, el tercer componente tiene
dades, de los edificios, etc., termina provocan- que ver con las grandes transformaciones de
do que probablemente tengas flujos financie- propiedad de la tierra en general a nivel mun-
ros que son infinitamente superiores, 7, 8, 10 dial y de la tierra urbana en particular.
veces más que el producto material que existe
en la sociedad y en la economía, y esto ocurre Durante estas décadas hay claramente un pro-
también en las ciudades. Entonces empezamos ceso de compra, por qataríes, saudíes, nor-
a ver paradojas enormes de grandes edificios teamericanos, de buena parte de los centros
comprados por grandes corporaciones que pa- de Tokio, Nueva York, de cualquier lugar del
san vacíos y que terminan perdiendo absoluta- mundo. Entonces, hay actores que son los nue-
mente lo que podía llamarse su valor de uso. vos dueños de unos sectores de la ciudad y en
Cumplen el mismo rol que los lingotes de oro en algunos casos hay empresas que son de otras
el siglo XIX, es decir son una lejana referencia empresas, y éstas a su vez son de otras empre-
material a procesos de financiarización de la sas y que al final terminan en paraísos fiscales.
economía. Pongo este ejemplo porque me pa-
rece clave para entender fenómenos como las Estos son algunos elementos nuevos que tienen
crisis financieras e hipotecarias que ha vivido que ser analizados desde una perspectiva libe-
no solamente Europa sino también EE.UU. de radora, y desde la globalización, para poder
una manera muy fuerte y a veces muy silencio- contrastar con el hecho que, por otro lado, te-
sa. Se hablaba de cerca de 10 millones de ho- nemos mil millones de seres en el planeta que
gares que han perdido sus viviendas en EE.UU., no tienen agua potable y suelo seguro, que la
que es un fenómeno brutal. pobreza tiene un rostro muchísimo más urbano,
(lo cual no quiere decir que no haya pobreza
Hay también un proceso extraordinario de mo- en el campo, pero numéricamente es urbano);
dificación en estas décadas de lo que podría- casi el 65% de las ciudades africanas carecen de
mos llamar la espacialidad de la globalización, servicios básicos, tienes este gran desafío del
que tiene tres elementos muy fuertes. El pri- modelo civilizatorio y de la igualdad. Ésta es la
mero es el proceso de urbanización brutal de gran diferencia en la discusión con respecto a
China, que sin duda ha sido el más agresivo y la que hubo hace 20 o 40 años.
probablemente el de mayor desplazamiento y
de generación de desigualdad y el de mayor ni- - ¿En qué medida Hábitat III responde efec-
vel de consumo de recursos, a tal punto que tivamente a este contexto? ¿Qué aportes,
David Harvey ha dicho que este crecimiento qué avances, qué consensos salen y cuáles
fundamentalmente urbano de los chinos ha consideras las principales falencias y va-
sido el mecanismo a través del cual el capita- cíos?
lismo en esta fase ha terminado salvándose; es
decir la tabla de salvación del capitalismo en A esta altura de la historia, suponer que una de-
estas últimas décadas es fundamentalmente el claración de Naciones Unidas resuelve el mundo
crecimiento chino y particularmente la expan- no sólo sería ingenuo, sino imperdonable. No
sión urbana. Esto relocaliza estas racionalida- obstante, tengo la firme convicción de que un
des que teníamos de centro-periferia; es decir, proceso mucho más complejo, más largo, bá-
ya no es tan claro en estos momentos qué son sicamente más social, más extra-institucional,
los centros y qué son las periferias. En segundo de conquistas, de libertades, de derechos, de
lugar, hay un modelo espacial de crecimiento luchas por la igualdad, sí tiene –en cierto nivel,
urbano que es absolutamente dispendioso del de reconocimiento de instrumentos, institucio-
ecosistema circundante: estas ciudades que nes, de leyes o incluso del poder político– más
crecen con suburbios ricos y todo este conjun- recursos para poder desarrollarse. En ese sen-
to de categorías de las exópolis, de las ciuda- tido, yo respeto mucho las visiones autogestio-

3
narias y totalmente marginales respecto de la ciudad consten, hagan parte de la Agenda Ur-
dinámica del Estado y del sistema de Naciones bana, porque me parece que de aquí a 20 años
Unidas que muchos sectores de la izquierda es mucho más fácil que todo el movimiento
tienen. Pero me parece que hay que tener la popular del planeta, y los sectores sociales y
eficacia política suficiente para dar disputas; y los gobiernos progresistas que quieren luchar
pongo ejemplos: hace dos décadas, el tema del por el derecho a la ciudad tengan en eso una
VIH Sida era un problema casi religioso, pero referencia, a que no la tengan. No digo que
se logró que sea uno de los muy fuertes obje- eso va a provocar el derecho a la ciudad. La
tivos planteados en los Objetivos del Milenio y cosa mejor que tener leyes es cumplirlas, pero
permitió una comprensión de política pública y para eso hay que tenerlas.
de responsabilidad estatal sobre el tema. No
es que esté resuelto; no es que se ha resuelto Dicho esto, diría que la declaración tal cual
el problema de la desigualdad en África y los está tiene algunos avances y algunos grandes
siglos de colonia; pero ha permitido que deje límites. Yo señalaría tres o cuatro avances:
de ser un problema privado y que se convierta uno, me parece muy importante que por lo
en un problema por lo menos público. El valor menos hay una mención del propio concepto
que en este momento pueden tener los debates del derecho a la ciudad, porque no existía nin-
de la agenda global en versión Naciones Unidas gún documento de Naciones Unidas que incor-
es que permiten visibilizar y colocar un con- pore el derecho a la ciudad.
junto de problemáticas cuyo sentido debe ser
disputado por los sectores populares, sociales y - Y también incorpora varios de los compo-
democráticos del mundo. nentes de ese derecho...

- También contribuye a legitimar ciertas lu- Eso lo hemos discutido mucho a nivel de la
chas… Plataforma Global del Derecho a la Ciudad;
apenas se acabó, hicimos una evaluación y
Exactamente; hace unos años, muchos de no- veíamos que es muy interesante porque está
sotros levantamos el derecho a la vivienda y incorporado el concepto de la función social
la vida digna. Y se decía ¿cómo así plantear y ambiental de la ciudad y la propiedad, está
el derecho a la vivienda? ¿quién iba a recono- incorporado el tema de democracia participa-
cer? Resulta que 20 años después, casi 100 tiva y está incorporada la necesidad de hacer
Estados han incorporado a nivel constitucional una redistribución de la renta urbana. Es de-
o a nivel legal, o incluso a nivel de programas cir, los componentes sustantivos del derecho
de gobierno, el tema de la vivienda como un están planteados.
derecho. Hace 20 años no existía, pero hoy
sería impensable un Estado que no desarrolle Un segundo avance es el reconocimiento, que
por lo menos una preocupación retórica con no suele ser muy claro, de la necesidad de la
respecto a este tema… pero de ahí que esto se acción pública, la acción colectiva, en aspec-
cumpla hay un trecho. tos como la planificación urbana. No olvide-
mos que hemos pasado, en estos 20 años, una
Yo creo que en este sentido hay que leer los buena parte del neoliberalismo puro y duro
avances en el contexto de la historicidad es- que sostuvo de manera paladina que no ha-
pecífica de cada proceso. Y esto hay que acla- bía que planificar las ciudades, ni regular el
rar mucho porque una discusión de la gama suelo y que el libre mercado iba a hacer una
de Hábitats alternativos fue precisamente si distribución adecuada, nos iba a dar calles
tiene sentido o no participar. Yo particular- perfectas y espacios públicos ideales. Y resul-
mente participé de manera muy activa en la ta que esta agenda dice claramente que eso
discusión de los policy units, de los papers no es así: que si no hay acción colectiva que
previos y de la incidencia para tratar de que, intervenga, que recupere, que participe, que
por ejemplo, tesis como la del derecho a la planifique, no habrá manera de construir ciu-

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dades adecuadas. Eso me parece de un gran quienes implementan son más bien los mu-
valor porque recupera la noción de espacio nicipios.
público, la noción de transporte público.
Así es, aunque las realidades de las ciuda-
Un tercer elemento valioso, y al cual hay que des del mundo no son exactamente iguales,
sacarle más filo a futuro, es el concepto de porque hay estructuras más centralistas que
nuevo paradigma, que plantea que no pode- otras. En ese sentido, yo sí echo de menos
mos hacer más de lo mismo y que incorpora que la agenda no haya recogido un modelo
de manera bastante fuerte la dimensión am- de implementación y seguimiento, que algu-
biental. Claramente hay nítida comprensión nos sectores planteamos, que sea un modelo
en el mundo de que si no modificamos el mo- multi-actor. Si la NAU constata que el gobier-
delo energético de las ciudades, no vamos a no nacional, gobiernos locales, pero también
poder cumplir las promesas que hemos hecho, universidades o sociedad civil deben partici-
no solo en la Nueva Agenda Urbana, sino en par, no puede ser que el mecanismo de segui-
la COP 21; si el 70% de los gases de efecto miento e implementación va a seguir siendo
invernadero se producen en modelos de ciu- el sistema de Naciones Unidas. También debo
dades basados en el auto privado, nunca vas decir que sí hubo una voz importante de los
a bajar las emisiones. Eso significa que este gobiernos locales, pero pudo haber sido más
nuevo paradigma, que implica otra vez la re- importante, sobre todo de la región latinoa-
cuperación del peatón, del viario, la ciudad a mericana.
escala humana, los temas de integración, de
multiculturalidad son elementos interesantes - Para los actores sociales y también para
para repensar la ciudad desde otra perspecti- los gobiernos seccionales que asuman ese
va civilizatoria. Son los tres elementos que yo derecho a la ciudad, ¿qué desafíos surgen
mas valoraría de la agenda urbana. a raíz de este contexto? Por ejemplo,
¿cómo concretar este derecho en un con-
Pero también hay muchos vacíos. Para poner texto dónde prima la lógica neoliberal del
nombre y apellido: cuando se discutió el de- business en lo urbano? ¿Cómo se plantea
recho a la ciudad, algunos países lo vetaron ahora la agenda?
o lo recortaron muchísimo. Otros países fue-
ron explícitos en la no incorporación del de- Creo que hay que entender el derecho a la ciu-
recho de los grupos de GLBTI; y otros países dad en el buen sentido de un horizonte utó-
prácticamente desaparecieron el concepto de pico; es decir, es un llamado a la acción, es
democracia local, no solo representativa sino una disputa incluso de carácter civilizatorio;
participativa. Estos tres componentes son entonces, el esfuerzo que hay que hacer en
muy débiles o ausentes. Por ejemplo, no se este momento es aterrizar el concepto del de-
levanta finalmente un planteamiento robusto recho a la ciudad en las urgencias y condiciones
y claro en relación a lo que podría ser una re- concretas de cada una de las realidades. Para
forma urbana, como alguna vez se habló de mí, por ejemplo, es absolutamente claro que
reforma agraria. Y es débil en los mecanis- en muchos sitios, ese derecho a la ciudad es la
mos de implementación y de seguimiento. Es conquista de los mínimos, es decir suelo segu-
decir, es una agenda mucho más de concep- ro, vivienda digna, agua, alcantarillado, acceso
tos que de políticas concretas y mucho más adecuado, movilidad que permita que la gente
de formulaciones globales y de llamados a la que no se muera en el transporte y ahora tam-
acción que de instrumentos financieros y de bién conectividad; o sea, los elementos básicos
metas y objetivos. que cambian la vida de la gente. Para miles
de millones de personas, esto sería una trans-
- Pero también hay una diferencia con otras formación absoluta en la vida y el derecho a la
conferencias de la ONU: que si bien son los ciudad tiene que materializarse en eso. Hay
Estados que aprueban la agenda urbana, que establecer metas anuales de disminución

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de los problemas de asentamientos, de des- hay que hacer las dos cosas: el trabajo local y
alojos forzosos, de poblaciones sin cobertura el global.
de agua. Además, lo podemos costear, porque
sabemos cuánto cuesta un sistema de agua po- - ¿Qué esfuerzos se pueden realizar para
table, un sistema de alcantarillado, debemos avanzar en ese sentido y cómo articular
financiar eso. Probablemente en el caso euro- esa relación de lo local y lo global?
peo, el tema central en relación al derecho a la
ciudad debe ser entendido como el derecho a Creo que uno de los grandes desafíos es poder
la diversidad y refugio. Por las enormes asime- comprender y actuar bien en esta multiesca-
trías políticas que hay en muchas ciudades de laridad, la cual no solamente es el juego de lo
América Latina, tienen que ver con democracia pequeño con lo grande, sino es el juego de la
participativa, etc. especificidad de cada nivel. O sea, no es que
la lucha de un barrio es pequeña, es específica,
El concepto del derecho a la ciudad, tal vez es concreta, tiene unas características y no es
simplificando demasiado, es un concepto que que sea pequeña frente a la gran lucha global.
tiene tres pilares muy fuertes: lo que podrían Las dos son absolutamente importantes; de he-
ser condiciones materiales de vida –las que cho, la una sin la otra y la otra sin la una pierde
acabo de mencionar–, más democracia efectiva cierto sentido. Ahora estamos empeñados en
que es participar en las decisiones, más el res- desarrollar más y mejores instrumentos para
peto a la diversidad y a una economía sana. El poder mejorar la capacidad de los pueblos para
derecho a la ciudad no es o lo uno o lo otro, el que hagan de esta declaración y del derecho a
derecho a la ciudad debería ser las tres cosas. la ciudad una herramienta de su propio empo-
Evidentemente éste, que es un gran concepto, deramiento. Y esta es una fase en la que debe-
tiene que materializarse en relación a cuáles mos entrar ahora en términos de capacitación,
son las necesidades concretas y la constitución de sensibilización, de disputa. Es una declara-
de sujetos concretos en cada lugar. Me parece ción que evidentemente se va a prestar a una
que este es el gran desafío que ahora tienen los disputa de narrativas y hay que entrar a esa
movimientos sociales. disputa; pero al mismo tiempo, hay que cons-
truir los mecanismos de articulación, es decir,
Todo este periodo hicimos mucho más una ac- todos los problemas que tenemos alrededor de
tividad de incidencia en el debate global y pro- la vivienda, todos los problemas que tenemos
bablemente eso provocó un cierto vaciamiento de desalojos, todos los problemas de empo-
o debilitamiento de las conexiones con dinámi- deramiento, todos los problemas de opresión
cas locales, esto lo asumimos perfectamente. de género en el espacio público, todos los pro-
Ahora es un momento en que al derecho de la blemas de privilegio del auto privado versus el
ciudad hay que darle contenidos concretos, y transporte público, cuando se gastan millones
hay que hacer un esfuerzo por fortalecer lo lo- en hacer calles que se van a llenar en cuatro
cal, es decir la lucha del barrio, el trabajo que años y eso está “bien”, y cuando haces una ca-
hace un municipio, una alcaldía, etc.; pero a la lle peatonalizada, o pones un bus o haces una
vez construir todo esto en el contexto de una ciclo-vía eso está “mal”; eso es una cosa de lo-
gran narrativa global del derecho a la ciudad, cos. Es decir, aprobamos la agenda urbana y al
porque esta es la maravilla, pero también es la siguiente día se hace exactamente lo contrario.
trampa que podría tener la lucha de lo local. Me parece que es un esfuerzo de articulación
La lucha de lo local puede terminar sin modi- social, de fortalecimiento de lo local, de una
ficar absolutamente nada, ni de las correlacio- narrativa y de unos mecanismos de coordina-
nes ni de las narrativas, terminas haciendo una ción global y una lucha en términos de lo que
vida autogestionaria con tu lucha testimonial podríamos llamar opinión pública. Yo creo que
pequeñita en algún lugar, que es absolutamen- esto es vital.
te substantiva, pero no está incorporada a un
proyecto de transformación global. Entonces

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Paradigmas para la defensa de los
bienes comunes y la justicia social:

Derecho a la ciudad
y buen vivir
Lorena Zárate

Los asentamientos humanos que tienen siguen creciendo en todas las regiones
tenemos del planeta. ¿Qué oportunidades reales se está
brindando, en particular a la gente más joven,
Las ciudades que tenemos en el mundo de hoy si, de acuerdo con las Naciones Unidas, el 85%
están muy lejos de ser lugares de justicia. Son de los nuevos empleos a nivel global se crean
en cambio la clara expresión de la creciente en la economía “informal”1?
desigualdad y violencia que sufren nuestras so-
ciedades, en las que la ganancia y los cálculos Al mismo tiempo, la segregación espacial de
económicos están por encima del bienestar, la grupos sociales, la falta de acceso a vivienda,
dignidad, las necesidades y los derechos de las servicios públicos básicos e infraestructura ade-
personas y la naturaleza. cuada, así como muchas de las actuales políti-
cas de vivienda, están creando las condiciones
La concentración del poder económico y polí- materiales y simbólicas para la reproducción de
tico es un fenómeno de explotación, exclusión la marginalización y la situación de desventaja
y discriminación cuyas dimensiones espaciales de amplios sectores de la población. Los ba-
son claramente visibles: ciudades duales de rrios desfavorecidos (habitualmente calificados
lujo y miseria; procesos de gentrificación que de asentamientos “irregulares” y/o “informa-
desplazan y desalojan poblaciones tradiciona- les”) son el hogar de al menos un tercio de los
les y de bajos ingresos; millones de viviendas y habitantes en el sur global –en la mayoría de
edificios vacíos al mismo tiempo que hay millo- los países africanos y algunos países de Améri-
nes de personas sin un lugar digno donde vivir; ca Latina y el sudeste asiático este porcentaje
campesinos sin tierra y tierra sin campesinos, puede llegar incluso a 60% o más2–.
sujeta a los abusos del agronegocio, la mine-
ría y otras industrias extractivas y proyectos de Como sabemos, no tener un lugar donde vivir
gran escala. y no tener una dirección reconocida también
resulta en la negación de otros derechos eco-
Así, la acumulación capitalista y la concentra- nómicos, sociales, culturales y políticos (tales
ción de la riqueza sin límites están condenando
1 Tomado de ONU-Hábitat (2008). State of the
a más de la mitad de la población mundial a World’s Cities 2010-2011, Cities for All: Bridging the
vivir en la pobreza, mientras las desigualdades Urban Divide. Londres. Earthscan.
y la brecha entre los que más y los que menos 2 Para más detalles ver ONU-Hábitat (2016).
Urbanization and Development. Emerging futures.
World Cities Report. Nairobi. De acuerdo con esa
Lorena Zárate es Presidenta de la Coalición fuente, el 75% de las ciudades del mundo son más
Internacional para el Hábitat (HIC). desiguales hoy que hace veinte años atrás.

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como la educación, la salud, el trabajo, el participar en la toma de decisiones.
derecho a voto, a la información y a la parti-
cipación, entre muchos otros). ¿Qué clase de Al mismo tiempo, el avance de la urbaniza-
ciudadanas/os y de democracia estamos produ- ción popular era claramente visible en muchas
ciendo en estas ciudades divididas? ciudades latinoamericanas, producto de la mi-
gración masiva del campo a la ciudad vincula-
No es novedad para nadie que, especialmente da sobre todo al proceso de industrialización
durante las décadas de implementación más nacional que, con diversos ritmos y variantes,
estricta de las políticas neoliberales (enmar- comenzó a desarrollarse en varios países des-
cadas en el Consenso de Washington), muchos de el período de entreguerras. Las demandas
gobiernos abandonaron sus responsabilidades por acceso a suelo, vivienda, servicios y equi-
en la planeación urbano-territorial, dejando pamientos públicos fueron centrales para la
que “el mercado” operara libremente la apro- conformación paulatina de un movimiento por
piación privada de espacios públicos, casi sin la reforma urbana que, inspirada en los pos-
ninguna restricción a la especulación inmobi- tulados y avances de la reforma agraria, fue
liaria y la creación de ganancias exponencia- cobrando fuerza hasta desembocar, a fines de
les. En consecuencia, prácticamente en todos la década de los ‘80 y principios de los ’90, en
los países los precios de la tierra se han mul- reformas constitucionales como las de Brasil y
tiplicado varias veces, mientras que el salario Colombia.
mínimo ha permanecido prácticamente en el
mismo nivel (con la consecuente disminución La movilización social y la práctica compro-
del poder adquisitivo real), convirtiendo a la metida y militante de profesionales de la ar-
vivienda adecuada en inaccesible para una quitectura, el urbanismo, el trabajo social, la
gran parte de la población –incluso aquella sociología y el derecho, entre muchas otras
que cuenta con un empleo formal y salarios y disciplinas, así como la presencia territorial de
prestaciones que establece la ley–. instituciones eclesiales y la reflexión y debate
de un ámbito académico no ajeno a las tensio-
Los asentamientos humanos que nes y preocupaciones de su tiempo, fueron al-
queremos: derecho a la ciudad y gunos de los factores claves que se tradujeron
en propuestas de marcos legales, instituciones,
justicia social para todas y todos
políticas y programas que pretendían vincular
las orientaciones de la política urbana a las
Antecedentes y avances preocupaciones por la justicia social.

A nivel académico, el derecho a la ciudad fue Al inicio del nuevo milenio, bajo el eslogan de
formulado inicialmente por el sociólogo, filó- “la ciudad que soñamos”, la primera Asamblea
sofo y geógrafo francés Henri Lefebvre a fines Mundial de Habitantes reunió a más de 350
de los ‘60, mientras se desempeñaba como delegadas y delegados de movimientos socia-
profesor en la universidad de Nanterre (hoy les de 35 países en la Ciudad de México para
sabemos que no es una coincidencia que dicha avanzar en los que resultarían también insu-
institución estuviera construida cerca de tugu- mos muy relevantes para la elaboración de la
rios –habitados en su mayoría por inmigrantes– Carta Mundial para el Derecho a la Ciudad, un
y resultara cuna del movimiento de mayo del proceso desarrollado dentro del Foro Social
68). En su conceptualización, este derecho, Mundial entre 2001 y 2005.
colectivo y complejo, implica la necesidad de
democratizar la sociedad y la gestión urbana,
Durante la última década, ese documento ha
no simplemente accediendo a lo que existe
inspirado numerosos debates similares y otros
sino transformándolo y renovándolo. Para
documentos colectivos sobre la ciudad que
ello, será central recuperar la función social
queremos, tales como la Carta de la Ciudad de
de la propiedad y hacer efectivo el derecho a

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México por el Derecho a la Ciudad (2010). A gresividad, de acuerdo a los compromisos de
la vez, muchas de esas propuestas están ahora derechos humanos incluidos en los tratados
incluidas en instrumentos firmados por gobier- internacionales.
nos nacionales (entre los que destaca la nueva
Constitución de Ecuador, sancionada en 2008), 2.- Función social de la tierra, la propiedad
así como por algunas instituciones internacio- y la ciudad
nales (tales como la UNESCO y ONU-Hábitat).
La distribución del territorio y las reglas que
Los fundamentos estratégicos del derecho rigen su disfrute deben garantizar el uso equi-
a la ciudad tativo de los bienes, servicios y oportunida-
des que la ciudad ofrece. En otras palabras,
Ahora bien, tomando estos procesos, debates queremos una ciudad en la que se prioriza el
y documentos como marco, entendemos que interés público definido colectivamente, ga-
los fundamentos estratégicos del derecho a la rantizando el uso socialmente justo y ambien-
ciudad permiten la posibilidad de avanzar ha- talmente equilibrado del territorio.
cia asentamientos humanos más justos.
Las regulaciones legales, fiscales y de planea-
1.- Ejercicio pleno de los derechos huma- ción deben implementarse con el necesario
nos en la ciudad control social, con el fin de evitar procesos
de especulación y gentrificación, tanto en las
Todas las personas (sin importar género, edad, áreas centrales como en las zonas periféricas.
estatus económico o legal, afiliación étnica, Esto incluye impuestos progresivos para lotes,
religiosa o política, orientación sexual, lugar viviendas y edificios vacantes o subutilizados;
de residencia en la ciudad, ni ningún otro fac- órdenes compulsivas de construcción, urbani-
tor semejante) deben poder estar en condicio- zación y cambio de uso del suelo; captación
nes de disfrutar y realizar todas sus libertades de plusvalías urbanas; expropiación para la
fundamentales y sus derechos económicos, creación de zonas especiales de interés social
sociales, culturales, civiles y políticos, a tra- y cultural (en particular para proteger a las
vés de la construcción de condiciones para el familias y comunidades de menores ingresos y
bienestar individual y colectivo con dignidad, en situación de desventaja); concesión de uso
equidad y justicia social. especial para vivienda social; usucapión y re-
gularización de los barrios autoconstruidos (en
Deben tomarse acciones que prioricen la aten- términos de seguridad de tenencia y provisión
ción de individuos y comunidades viviendo en de servicios básicos e infraestructura), entre
condiciones de vulnerabilidad y con necesi- muchos otros instrumentos que ya se imple-
dades especiales, tales como las personas sin mentan en ciudades de países tales como Bra-
hogar; personas con discapacidad, que pade- sil, Colombia3, Francia y Estados Unidos, por
cen problemas de salud mental o enfermeda- mencionar sólo algunos.
des crónicas; jefas y jefes de hogar con bajos
ingresos; refugiados/as, migrantes y personas La aplicación efectiva y constante de estas
viviendo en áreas de riesgo. medidas se ve enfrentada, por supuesto, a la
reacción y resistencia tanto de los sectores
En tanto responsables principales, los gobier- terratenientes y especulativos inmobiliarios,
nos nacionales, provinciales y locales deben 3 En ese sentido, tanto las leyes de reforma
definir los marcos legales, las políticas públi- urbana y ordenamiento territorial en Colombia (Ley
cas y otras medidas administrativas y judicia- N°9 de 1989 y Ley N°388 de 1997, respectivamen-
les para respetar, proteger y garantizar estos te) como el “Estatuto de la Ciudad” de Brasil (Ley
derechos, bajo los principios de asignación N°10.257 de 2001) establecen la función social y
ecológica de la propiedad y de la ciudad como ejes
del máximo de recursos disponibles y la no re-
rectores fundamentales del desarrollo urbano.

9
como al desconocimiento y/o extrema cautela públicos ni capacidad técnica y operativa. Por
de los operadores públicos e incluso a barreras otra parte, los espacios de participación que
culturales que se construyen y se refuerzan a se crean están en general sujetos a la volun-
través de los discursos imperantes en los me- tad y los tiempos políticos de los gobiernos en
dios masivos de comunicación. turno y resultan por lo tanto frágiles e inter-
mitentes.
3.- Gestión democrática de la ciudad y el
territorio 4.- Producción democrática de la ciudad y
en la ciudad
Las y los habitantes deben poder participar
en los espacios de toma de decisión para la Se debe reconocer y fortalecer la capacidad
formulación e implementación de políticas y productiva de las y los habitantes, en particu-
presupuestos públicos, incluyendo la planea- lar aquella de los sectores marginalizados y de
ción territorial y el control de los procesos ur- bajos ingresos, fomentando y apoyando la pro-
banos. Nos referimos al fortalecimiento de los ducción social del hábitat y el desarrollo de ac-
espacios institucionalizados de toma de deci- tividades de la economía social y solidaria. En
sión (y no sólo de consulta ciudadana), desde otras palabras, el derecho a producir la ciudad,
los que es posible realizar el seguimiento, la pero también a un hábitat que sea productivo
auditoría, la evaluación y la reorientación de para todas/os, en el sentido de generar ingre-
las políticas públicas. sos para familias y comunidades, fortaleciendo
la economía popular y la economía social y so-
Esto incluye experiencias de presupuestos lidaria, y no las ganancias cada vez más mono-
participativos, evaluación de impacto barrial pólicas de unas cuantas empresas (en general
(especialmente de los efectos sociales y eco- transnacionales).
nómicos de proyectos y megaproyectos públi-
cos y privados, incluyendo la participación de Es sabido que en el sur del mundo, al menos la
las comunidades afectadas en cada paso del mitad del espacio habitable es el resultado de
proceso) y planeación participativa (inclu- las iniciativas y esfuerzos de sus propios habi-
yendo planes maestros, planes de desarrollo tantes, con mínimo o nulo apoyo de gobiernos
territorial y urbano, planes de movilidad ur- y otros actores. En muchos casos, estas inicia-
bana, etc.). Otras diversas herramientas es- tivas deben incluso enfrentarse con barreras
tán siendo usadas en muchas ciudades, desde oficiales y trabas burocráticas ya que, en lugar
elecciones libres y democráticas, auditorías de apoyar estos procesos populares, muchas
ciudadanas, iniciativas populares de ley y pla- regulaciones actuales ignoran o incluso crimi-
neación (incluyendo regulaciones para con- nalizan los esfuerzos individuales y colectivos
cesión, suspensión y revocación de licencias por obtener un lugar digno donde vivir.
urbanas), revocación de mandato y referén-
dums, comisiones barriales y comunitarias, En el presente, pocos países –entre los que des-
audiencias públicas, mesas de diálogo y con- tacan, de cierta forma, Uruguay, Brasil y Méxi-
cejos deliberativos. co– han establecido un sistema de mecanismos
legales, financieros y administrativos para apo-
Sin embargo, muchos países todavía tienen go- yar lo que llamamos “la producción social del
biernos nacionales centralizados y en muchos hábitat” (incluyendo acceso a tierra urbana,
casos no democráticos, que nombran a las au- créditos, subsidios y asistencia técnica); pero
toridades locales e inhiben la posibilidad de incluso allí, el porcentaje del presupuesto que
procesos participativos de toma de decisión. se destina al sector privado –para la construc-
O viceversa, existen procesos importantes de ción de “vivienda social” que resulta inaccesi-
descentralización que desconcentran funcio- ble económicamente para más de la mitad de
nes y responsabilidades pero no así recursos la población– se mantiene por encima del 90%.

10 519 nov/2016
5.- Manejo responsable y sustentable de los centros comunitarios, etc.
bienes comunes (naturales, energéticos, patri-
moniales, culturales, históricos) de la ciudad y Así entendido, no hay duda de que el derecho
su entorno a la ciudad aporta elementos que hacen más
tangibles la integralidad y la interdependen-
Tanto habitantes como autoridades deben ga- cia de los derechos humanos. Vistos desde un
rantizar una relación responsable con la natu- territorio concreto, y desde las necesidades y
raleza, de tal forma que haga posible la vida aspiraciones de poblaciones que padecen co-
digna para todas las personas, familias y co- tidianamente la marginación y la segregación
munidades, en igualdad de condiciones, pero espacial, económica, social, política y cultu-
sin afectar las áreas naturales y reservas ecoló- ral, este nuevo derecho colectivo y complejo
gicas, el patrimonio cultural e histórico, otras nos plantea desafíos que superan el saber aca-
ciudades ni las futuras generaciones. démico compartimentado, las especialidades
profesionales y la actuación gubernamental
Como sabemos, la vida humana y la vida en sectorial y de corto plazo (regida sobre todo
asentamientos urbanos sólo es posible si pre- por lógicas electorales y partidarias).
servamos todas las formas de vida, en todas
partes. La vida urbana toma la mayoría de los A su vez, pone de manifiesto la urgente ne-
recursos que necesita más allá de los límites cesidad de democratización de los espacios
administrativos de las ciudades. Hay una ne- de toma de decisión para la gestión colectiva
cesidad urgente de poner en práctica regula- del bien común, como condición fundamental
ciones ambientales más estrictas; promover la para la posibilidad de respeto y realización de
protección de acuíferos y la captación de agua todos los derechos humanos para todas y to-
de lluvia; fomentar el uso de tecnologías a un dos.
costo asequible; priorizar sistemas de transpor-
te público y masivo multimodal; garantizar la ¿Es posible el buen vivir en las
producción ecológica de alimentos, la distribu-
ciudades?
ción de proximidad y el consumo responsable;
entre muchas otras medidas para garantizar la
sustentabilidad que deberían tomarse a corto, Ahora bien, en este punto es necesario decirlo
mediano y largo plazo. fuerte y con todas las letras: no habrá derecho
a vivir dignamente en las ciudades sin el dere-
cho a vivir dignamente en el campo. Conside-
6.- Disfrute democrático y equitativo de la
rando que esas categorías no son estáticas —y
ciudad
hoy más que nunca se están viendo cuestiona-
das por las yuxtaposiciones, las convivencias
La coexistencia social, así como la organi- y las mixturas varias que se dan entre ellas—,
zación social y la expresión crítica de ideas el derecho a la ciudad nos obliga a mirar el
y posiciones políticas, son posibles y se re- territorio y los lugares donde vivimos de una
fuerzan a través de la recuperación, expan- manera más integral y compleja.
sión y mejoramiento de los espacios públicos
para permitir el encuentro, la recreación, la
Aunque diversos análisis y políticas casi pen-
creatividad. En años recientes, especialmen-
dulares se empeñen en presentarlas como
te como consecuencia local y espacial de las
realidades más o menos autónomas y desvin-
políticas neoliberales, una gran parte de esos
culadas, lo cierto es que campo y ciudad no
espacios que son fundamentales para la de-
pueden entenderse —y por lo tanto tampoco
finición de la vida urbana y comunitaria han
transformarse— uno sin la otra y viceversa.
sido descuidados, abandonados, subutiliza-
Los fenómenos ambientales (ecosistemas,
dos o, peor aún, privatizados: calles, plazas,
cuencas, climas, entre otros), sociales (migra-
parques, auditorios, salas de usos múltiples,
ciones), económicos (circuitos de producción,

11
distribución, consumo, reutilización, reciclaje - Impulsan los derechos colectivos y no solo
y desecho), políticos (marcos legales, políti- los individuales.
cas y programas) y culturales (idiomas, tra- - Conciben y alimentan una economía para la
diciones, imaginarios) entretejen relaciones vida y para la comunidad.
y procesos que los vinculan estrechamente. - Ejercitan la complementariedad y no la
Nuestras luchas y propuestas no pueden ser competencia (la tan de moda “competiti-
cómplices de una visión dualista que los man- vidad”).
tiene separados y enfrentados, en una rela- - Respetan, fomentan y garantizan la multi-
ción que es más de competencia y explotación culturalidad y la diversidad.
que de complementariedad y equilibrio.
En términos más amplios, podría afirmarse
Sin duda, muchos de los contenidos de este que en los dos casos se libra también una lu-
nuevo derecho se encuentran en cosmovi- cha epistemológica, ya que se trata de pro-
siones y prácticas anteriores al capitalismo cesos colectivos de construcción de sentido
y muchas de ellas son, en esencia, no solo (conceptos y discursos, a la vez que prácti-
distintas, sino incluso contrarias a él. Debe- cas), y que por lo tanto corren los mismos
mos retomar y profundizar esta perspectiva si riesgos, como tantas otras propuestas antes,
queremos que la reforma urbana avance como de ser cooptados y/o vaciados de contenido.
propuesta de cambio de paradigma frente a A la vez, el buen vivir y el derecho a la ciudad
lo que muchos no dudan en llamar una “cri- destacan el rol fundamental del Estado (en
sis civilizatoria”. Tal y como lo estamos plan- sus distintos niveles) en la redistribución y en
teando, creemos que los valores y propuestas la construcción de comunidades más justas y
que contiene el derecho a la ciudad presentan equitativas (garantías normativas, capacidad
varios puntos en común con las cosmovisiones institucional, recursos públicos), a la vez que
milenarias del buen vivir (Sumak Kawsay, en enfatizan la relevancia y el derecho a fortale-
quechua) y el vivir bien (Suma Qamaña, en ay- cer procesos autogestionarios y de construc-
mara4), que han cobrado particular relevancia ción de poder popular.
política y programática en la última década.
Está claro que, hoy más que nunca, es nece-
Entre otros elementos, vale la pena mencio- sario un cambio cultural radical en nuestros
nar que ambas propuestas: modos de producir, distribuir, consumir, reci-
clar y reutilizar; de disfrutar y cuidar los bie-
- Ponen a los seres humanos y las relaciones nes comunes, incluyendo los asentamientos
entre sí y con la naturaleza (entendidos humanos. Pero también es urgente revisar los
como parte de ella, y ella como algo sagra- referentes simbólicos y los valores que rigen
do) en el centro de nuestras reflexiones y nuestra vida en sociedad si de verdad quere-
acciones. mos hacer posible el buen vivir para todas y
- Consideran la tierra, la vivienda, el hábitat todos (que necesariamente incluirá el buen
y la ciudad como derechos, no como mer- pensar, el buen sentir, el buen producir, el
cancías. buen comer, el buen educar, el buen gobernar,
- Profundizan la concepción y el ejercicio de el buen convivir, el buen habitar…). Uno de los
la democracia (no solo representativa sino desafíos más grandes que tenemos por delan-
también y sobre todo participativa y comu- te consiste en encontrar las palabras y los lu-
nitaria). gares que nos permitan seguir acercando más
estas visiones, profundizando estos debates y
articulando experiencias diversas que, en el
4 Incluidos como principios rectores en las nuevas
campo y la ciudad, están resistiendo y a la vez
Constituciones de Bolivia y Ecuador. Para algunos
artículos sobre este tema ver los números 452 (febre- construyendo esos otros mundos posibles, tan
ro 2010) y 462 (febrero 2011) de la revista América necesarios y urgentes.
Latina en Movimiento de ALAI.

12 519 nov/2016
Nueva agenda urbana
y smart city
Joan Subirats

E n la reciente conferencia de Hábitat III en


Quito, uno de los elementos claramente
novedosos en relación a las anteriores edicio-
cia y eficiencia del proceso innovador o crea-
tivo. Por citar solo algunas referencias, las
aportaciones de Hess-Ostrom (2007), Benkler
nes de Vancouver y Estambul es la presencia (2006) o en tono más divulgativo, las de Rifkin
del factor tecnológico en la declaración final. (2014) o Mason (2015) apuntan en esa direc-
Hay bastantes referencias, pero quisiéramos ción, señalando los límites del modelo compe-
detenernos en especial en las que aluden al titivo capitalista en ese nuevo escenario.
tema de “Smart City” (“ciudad inteligente”) y
los temas del “Big Data”. De esta manera se apunta a que la “sharing
economy” (economía del compartir) está ya
Hemos de recordar, de entrada, que una de las generando un sector (la economía P2P, Peer to
características esenciales del cambio tecnoló- Peer, o producción entre iguales basadas en el
gico que afecta nuestras maneras de producir, procomún, Bauwens, 2005; Kostakis-Bauwens,
movilizarnos, informarnos o consumir es que 2014), que puede ser una esperanza de rein-
rompe con espacios y dinámicas de interme- dustrialización y de nuevo desarrollo urbano
diación que habían estado dominando muchos y territorial. La hipótesis sería que la com-
de esos espacios. Y que además, se observa binación de investigación, programación digi-
un cambio en las dinámicas de relación entre tal por un lado y producción y consumo por
actores. En efecto, se extiende la convicción el otro, podrían constituir una alternativa (de
que en muchos casos conseguiremos mejores acceso libre y universal) innovadora y dinami-
resultados compartiendo y colaborando que si zadora a la que hoy nos ofrece el capitalismo
lo hacemos de manera aislada y competitiva. financiero, de software privativo y de mono-
Si partimos de la idea que el conocimiento es polio en las plataformas de acumulación y dis-
una de las claves que explica la potencialidad tribución de datos.
del cambio, no estaríamos hablando de un bien
rival, sino que precisamente la capacidad de No es este el lugar para desplegar todas las
cooperar, compartir o colaborar, permitirían consecuencias de este tipo de planteamien-
multiplicar las potencialidades de innovación. to, que, por otra parte, está dando lugar a
No es precisamente ocultando datos, aislando una explosión de reflexiones y de prácticas en
nuestros hallazgos o ideas, como conseguiría- todo el mundo. Es cierto, no obstante, que
mos los mejores resultados, sino que precisa- en los últimos tiempos empieza a manifestar-
mente sería hibridando esas ideas o datos con se asimismo un cierto escepticismo o desen-
otros, cuando podríamos incrementar la efica- canto por la fuerza con que las plataformas
y grandes conglomerados surgidos del modelo
Silicon Valley, son capaces de controlar y apro-
Joan Subirats es Dr. en Ciencias Económicas piarse de la gran capacidad de innovación y
por la Universidad de Barcelona; Catedrático renovación que la lógica del conocimiento y
de Ciencia Política y fundador e investigador de la economía compartida conllevan (como
del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas ejemplo, Benkler, 2016). Queremos aquí más
de la Universidad Autónoma de Barcelona. bien centrarnos, en el espacio de que dispo-

13
nemos, en las potencialidades y límites del el “Internet de las cosas”. Muchas ciudades
escenario urbano, de la ciudad, como espa- han acogido con entusiasmo esa perspectiva,
cio de dinámicas colaborativas y como ello ha al entender que este «solucionismo tecnoló-
sido recogido en la Declaración de Quito que gico» les permitía salir o prometer salir de
ha culminado Hábitat III. situaciones de bloqueo o enfrentarse de ma-
nera aparentemente innovadora a problemas
¿Smart City? enquistados. Hoy por hoy, el modelo de Smart
City ha cuajado en una imagen de liderazgo
tecnológico en la que predomina una lógica
Crece el interés por las ciudades como espa-
que calificaría de notablemente jerárquica,
cios de innovación tecnológica y de experi-
centralizada, tecnocrática y corporativa (Fer-
mentación, en momentos en que, como de-
nández, 2016). Más centrada en resultados
cíamos, se están reformulando los formatos
que en procesos. La perspectiva dominante
tradicionales de actividad económica en todo
en esa línea apunta a una nueva gestión ur-
el mundo. Un mundo cada vez más urbano.
bana con tres valores clave: más eficiencia,
Como se ha dicho reiteradamente, en el 2030
más seguridad y más sostenibilidad. Esto se
serán dos terceras partes de la humanidad las
concreta en programas que buscan reducir el
que vivirán en ciudades. Las megaurbes ya no
gasto energético, mejorar la gestión de resi-
crecen como antes, pero ahora incrementan
duos, favorecer la reducción de consumo de
su población las ciudades de tamaño grande y
agua, facilitar mejoras en la movilidad urbana
medio. En este contexto de alta densidad y de
y ayudar a una mayor prevención de los deli-
fuerte presencia simultánea de problemas y
tos en el espacio público. Todo muy prome-
oportunidades, las posibilidades de implemen-
tedor y al mismo tiempo muy políticamente
tar los avances tecnológicos son innegables.
neutral. Aparentemente todos ganan, nadie
Además, la gran ventaja es que lo local es lo
pierde. Lo cierto es que no ha habido, más
más global. Si piensas en temas, por ejemplo,
allá de la retórica y de experiencias más bien
de seguridad urbana, de residuos o de movili-
limitadas, demasiado espacio para que los ciu-
dad, fácilmente lo que apliques o comercia-
dadanos expresen lo que quieren, cómo usan o
lices en una ciudad lo puedes acabar usando
cómo pueden utilizar esta tecnología de forma
en muchas otras ciudades. Se abren muchas
autónoma y transformadora, o cómo evitar los
puertas para repensar procesos y estructuras.
riesgos sobre privacidad y libertad que estas
Cambios que dejarán obsoletas ciertas empre-
innovaciones generan o pueden generar. Y en
sas y actividades que no encuentren su lugar
cambio, voces más críticas apuntan a que de
en esos nuevos escenarios, pero que abren
momento esas novedades aumentan el consu-
muchísimas oportunidades para otros.
mismo y la dependencia de las instituciones
hacia las empresas proveedoras.
El concepto de “Smart City” fue, en este senti-
do, capaz de recoger e incorporar esas poten-
En la Declaración de Quito es precisamen-
cialidades y promesas. Sugería cambio y supe-
te este mensaje aséptico, despolitizado y
ración del modelo fordista. Prometía nuevas
de neutralidad tecnológica el que se asume,
soluciones a viejos problemas de las ciudades,
considerando simplemente la perspectiva de
pero al mismo tiempo (como otros conceptos
“smart city” como una oportunidad para las
de moda) era suficientemente ambiguo para
ciudades en este complejo inicio de siglo.
servir de almohada a lo que cada uno preten-
diera. Lo que va quedando claro es que en los
últimos años, el liderazgo y la inversión vienen ¿Alternativas?
del lado de la oferta, del lado de las gran-
des corporaciones que han apostado por sis- Pero, ¿hay alternativas? Si vamos más allá del
temas avanzados de información y tecnologías ámbito estrictamente tecnológico, la idea de
de la comunicación y que ahora invierten en que la ciudad pueda ser un espacio apropiado

14 519 nov/2016
para experiencias colaborativas, nos acerca que no cambian las lógicas de fondo de los
a la dinámica de innovación social y movili- temas y que tampoco facilitan la apropiación
zación comunitaria. En este sentido, han ido ciudadana de estas nuevas oportunidades. La
surgiendo propuestas que exploran nuevos ca- fascinación tecnológica y los grandes efectos
minos desde lógicas de sistema abierto, con disruptivos que sus aplicaciones generan, está
participación directa de la gente, buscando produciendo un efecto peligroso. El brillo y
que la tecnología sirva para reforzar la demo- la sensación de control que envuelve cada
cratización de la ciudad y de los propios re- nuevo aparato o aplicación, nos impide fijar-
cursos tecnológicos. En algunos casos, con la nos en quién controla el proceso, qué jirones
reutilización de espacios vacíos para diversas de nuestra identidad se van desprendiendo,
utilidades y necesidades sociales (huertos ur- quién acaba gobernando ese nuevo mundo lle-
banos), en otros con la gestión cívica de equi- no de viejas desigualdades.
pamientos públicos o de lugares ocupados, o
con otras alternativas como monedas sociales El debate central es el de la soberanía tecno-
(Subirats-García Bernardos, 2016) lógica, que a su vez conecta con el acceso y la
apropiación de los datos o el grado de apertu-
También ha crecido el interés por ver en la ra y de acceso a los sistemas operativos y las
ciudad un espacio privilegiado para replantear dinámicas de innovación. Y aquí de nuevo, los
el dominio sobre el uso y la distribución de últimos epígrafes de la Declaración Final de
bienes considerados básicos, o bienes comu- Hábitat III se adhieren a lo prometedor que
nes, como el agua o la energía (Mattei, 2013). resulta esta capacidad de manejar y gestionar
Desde otra perspectiva, se apunta a que la ciu- datos a gran escala generados por la ciuda-
dad es por sí misma un espacio “procomún”, danía de manera gratuita y desinteresada, sin
por su naturaleza abierta, compartida entre poner en duda en ningún momento quién se
sus habitantes, y que necesita ser gestionada apropia de esos datos, con qué fines y desde
para preservar sus cualidades en la línea de qué marcos cognitivos o de valores (O’Neil,
cualquier otro bien común. Lo que implica- 2016). Es un juego muy desigual si se com-
ría entender el derecho a la ciudad como la para la fuerza mercantil y tecnológica de las
expresión de la capacidad de sus habitantes grandes empresas y corporaciones presentes
de decidir sobre cómo gestionarla, cómo pre- en el escenario con las capacidades de las ciu-
servar sus recursos y espacios comunes, cómo dades que sirven de escenario para que ello
asegurar su resiliencia. Con lo que ello impli- ocurra. Pero, es asimismo un incentivo para
ca desde el punto de vista del sistema de go- aquellos que quieran seguir dando la batalla
bierno colectivo necesario para preservar ese por politizar una transformación que no tiene
“procomún”, desde lógicas más horizontales, nada de natural, ya que sigue marginando y
colaborativas y policéntricas. Ello nos podría excluyendo personas y colectivos, y sigue dis-
llevar a concepciones de co-producción de tribuyendo desigualmente costes y beneficios.
las políticas locales y de gobierno compartido
(Foster-Iaione, 2016). El reto de la ciudad compartida, del derecho
a la ciudad, pasa por saber y poder implicar
Es evidente que, en cualquiera de esas tesitu- a la ciudadanía en los procesos de diseño,
ras, la complementariedad entre nuevas con- creación y gestión de los recursos necesarios
cepciones sobre la ciudad, con la recupera- para la inclusión y el desarrollo humano en las
ción de la tradición comunitaria, y tecnología ciudades, relacionando mejor necesidades y
digital, será clave. Lo importante es entender herramientas. Internet puede facilitar el que
la tecnología, no solo como una herramienta, avancemos en ciudades inteligentes que par-
sino más allá, un nuevo espacio en el que ex- tan de la inteligencia compartida de sus ha-
plorar nuevas respuestas a las necesidades bitantes y que aprovechen de manera demo-
democráticas, sociales y ambientales de las crática y soberana los datos que entre todos
ciudades, yendo más allá de las alternativas producimos. Una ciudad en común y para el

15
común (Rendueles-Subirats, 2016). Nadie me- Foster, S.- Iaione, C. (2016), “The City as a Com-
jor que los ciudadanos comunes para innovar y mons”, en Yale Law and Policy Review, 34, pp.281-
mejorar. Ciudadanos inteligentes en una ciu- 349
dad compartida. Democrática. Hess, Ch.-Ostrom, E., (2007), Understanding
Knowledge as a Commons. From Theory to Practice,
Referencias: MIT Press, Boston

Abbott, J. (2013). Sharing the city: community parti- Kostakis, V., & Bauwens, M. (2014). Network society
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Springer, New York
Bauwens, M. (2005). The political economy of peer
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Benkler, Y., (2006), The Wealth of Networks, How Mattei, U. (2013), Bienes Comunes, Trotta, Madrid
Social Production Transform Markets and Freedom, O’Neil, C., 2016, Weapons of Math Destruction. How
Yale University Press, New Haven Big Data Increases Inequality and Threatens Demo-
Benkler, Y. (2016), “Degrees of Freedom, Dimensions cracy, Crown, New York
of Power” en Daedalus, 145, pp.18-32 Rendueles, C.-Subirats, J., Los (bienes) comunes,
Borch, C., & Kornberger, M. (Eds.). (2015). Urban Icaria, Barcelona
commons: rethinking the city. Routledge, Londres Rifkin, J., (2014), La sociedad de coste marginal
Fernández, M., 2016, Descifrar las Smart Cities, Me cero, Paidos, Barcelona
gusta Escribir, Barcelona Subirats, J.-García Bernardos, A., (2016), Innovación
social y políticas urbanas en España, Icaria

www.alainet.org/es/info-revistas

16 519 nov/2016
Ciudades: ¿hay futuro?
Jorge Rojas R.

N os convoca una reflexión sobre las ciuda-


des del futuro, a propósito de la irrupción
de un intento de poder político local en es-
enfrentando políticas nacionales e intereses
multinacionales?

cenarios internacionales, siempre dominados ¿Cuál debería ser la relación de los gobier-
por la lógica de los Estados que dicen repre- nos locales y las ciudadanías que habitan su
sentar a las naciones. territorio como acción institucional y como
ejercicio de la democracia?
Hábitat III es uno de esos espacios de discu-
sión en los que el esfuerzo principal se orien- Veamos algunos aspectos que nos aproximan
ta al reconocimiento del rol de las ciudades a estos debates:
y de los gobiernos locales en temas claves de
la agenda urbana como expansión, territorio,
1. Gobierno local no es poder real
cambio climático, saneamiento básico, espa-
cio público, seguridad e inclusión y bienestar
cuando de transformaciones se trata
social.
La posibilidad de ejercer gobiernos locales
con programas democráticos e incluyentes
Más que ciudades de futuro como acción ar-
es todo un desafío al capital financiero, a
ticulada del deber ser y del discurso políti-
la especulación urbana, a la industria y el
camente correcto que repetimos, una y otra
transporte contaminante, a formas arcaicas
vez, en los foros internacionales, cabe la pre-
de eliminación de residuos y a modelos de
gunta sobre el futuro de las ciudades. ¿Hay
ordenamiento territorial fundamentados en
futuro?
la segregación socio espacial en detrimento
de los grupos más vulnerables.
Esta presentación está pensada para contri-
buir al debate desde una reflexión y desde
Un gobierno local puede sucumbir o adaptar-
una experiencia concreta. Con esta adver-
se a ese poder real con fórmulas cosméticas
tencia, pregunto:
de “desarrollo urbano sostenible” e igualdad
para todos (con lo cual salva su responsabi-
¿Cómo concebir ese poder local desde sus po-
lidad sin importarle el futuro de la ciudad y
sibilidades y sus límites?
el territorio). También puede enfrentar ese
poder real, pero solo es posible con la par-
¿Desde qué ejes se pueden estructurar po- ticipación y movilización ciudadana, reco-
líticas locales que resuelvan asuntos locales nociendo su poder constituyente local y su
capacidad de gobernar desde la legitimidad
en los temas cruciales que va más allá de la
representación política.
Jorge Rojas ha sido defensor de derechos hu-
manos y activista por La Paz de Colombia en
los últimos 25 años. Es comunicador social y
Decirlo es fácil, hacerlo es asumir todos los
tiene estudios de maestría en Relaciones In- riesgos, tal y como ocurrió en la capital de
ternacionales (Flacso). Fue secretario de In- Colombia cuando se implementó el plan de
tegración Social del gobierno de Bogotá 2012- gobierno llamado Bogotá Humana entre 2012
2015. y 2015. Fue un gobierno que enfrentó con

17
éxito destituciones, persecución y engaño cumben ante el capital (el caso de Bogotá).
desde el poder central, acciones de saboteo y La izquierda va detrás de un moviendo social
desprestigio del gran capital y manipulación más progresista en temas del cambio climá-
informativa desde las corporaciones mediá- tico y aún no perfila políticas más claras de
ticas. seguridad. La corrupción es aún más grave
cuando de movimientos progresistas se trata.
2. Las políticas públicas para ejercer
gobierno con decisión de poder Es preciso reconocer a la sociedad en su di-
versidad. No hay una sola ciudadanía como
concepto hegemónico y hegemonizante que
Desde las grandes ciudades es necesario
termina excluyendo a las personas más vul-
adoptar políticas públicas de largo plazo que
nerables. Hay ciudadanías, en plural, que es
trascienden cortos periodos de gobierno y
una forma de reconocer la diversidad y res-
proyectan modelos sustentables en corres-
petar las diferencias como un camino para
pondencia con compromisos internacionales
construir gobernabilidad.
asumidos por los Estados como los objetivos
de desarrollo sostenible y las metas para en-
frentar el calentamiento global y el cambio Múltiples causas por defender, muchos dere-
climático. chos por conquistar y muchos sujetos sociales
en acción que deben tener una repuesta del
gobierno local cuyos miembros deben asumir-
Hay por lo menos tres ejes para diseñar y
se como servidores públicos y no como sim-
adoptar políticas locales en esta dirección:
ples funcionarios.
1) Segregación social, derechos sociales, su-
El otro desafío es convertir estos sujetos so-
peración de pobreza y condiciones de igual-
ciales en movilización en sujetos políticos
dad; 2) Adaptación de ciudades al cambio
en acción. Los sectores más vulnerables no
climático y mitigación de sus efectos: orde-
se transforman en un movimiento social que
namiento territorial alrededor del agua; y 3)
participe y ejerza presión cuando se retroce-
Defensa y fortalecimiento de lo público: mo-
de en derechos sociales. El sujeto social se
delo de desarrollo, corrupción, participación.
asume como un sujeto pasivo que no se trans-
forma en sujeto político.
En general los partidos de derecha que repre-
sentan el gran capital mantienen su inmensa
Ahora bien, nada más global que las políticas
capacidad de imponer el modelo neoliberal
locales en un mundo interdependiente. Lo
en las grandes ciudades, priorizando la se-
que se haga o deje de hacer en las grandes
guridad y la confianza inversionista sobre los
ciudades, en las ciudades intermedias y en
derechos sociales y ambientales.
los municipios, tendrá consecuencias e im-
pactos sociales y ambientales más allá de las
3. Gobernabilidad local y poder fronteras. Por eso es necesario profundizar
ciudadano y fortalecer la irrupción del poder político
local en los escenarios internacionales, con
Expresiones de izquierda que han ejercido voz y voto, pero sobre todo, de la mano de
poderes locales no siempre han estado en las ciudadanías como expresión de una nueva
función de una agenda transformadora y su- democracia urbana y territorial.

18 519 nov/2016
Articular las voces y
fortalecer las redes
Ana Falú

N o ha pasado aún un mes de haberse reali-


zado en la ciudad de Quito la Conferencia
de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarro-
ha significado reforzar los vínculos a nivel de
los movimientos, redes y organizaciones socia-
les de la región y el mundo. Asimismo, fue el
llo Urbano Sostenible –conocido como Hábitat escenario en el que convergieron un conjun-
III–, el gran encuentro mundial sobre la temá- to de intelectuales reflexionando desde hace
tica, allí donde los Estados deciden la Nueva décadas sobre los fenómenos urbanos y habi-
Agenda Urbana (NUA, por sus siglas en inglés) tacionales, los cortes transversales más signi-
para los siguientes 20 años. Y, en paralelo a ficativos como los derechos de las mujeres a
una instancia de definiciones gubernamenta- la ciudad, de proteger para el presente y el
les, es el punto de llegada y de encuentro de futuro el patrimonio natural y cultural, con
años de investigaciones académicas, de acti- especialistas en cada campo del conocimiento
vismo popular, de generación de conocimiento necesario para el complejo debate acerca de
y prácticas. También es el punto de partida las ciudades y las formas de habitar y cuidar
para que la sociedad civil se valga de los com- del planeta. También la academia fortaleció
promisos consensuados por los representantes vínculos y se crearon nuevos.
de sus países como instrumentos de exigencia
y monitoreo para incidir en el cumplimiento Los gobiernos locales, que no encontraron
de la palabra empeñada, que no es otra que un perfil muy claro dentro de la propia Con-
la implementación de políticas y estrategias ferencia de Hábitat III, sí fortalecieron vín-
para el desarrollo democrático y el respeto de culos a través de la Red Mundial de Ciudades
los derechos humanos, el cuidado del medio y Gobiernos Locales y Regionales (UCLG, por
ambiente, la equidad y la seguridad para to- sus siglas en inglés), por ejemplo, y en los
dos los sexos y las edades en las ciudades. encuentros preparatorios hacia Hábitat III.
Grandes líderes de las ciudades tuvieron ro-
Un balance contradictorio les convocantes, hubo presencia masiva para
escuchar a las alcaldesas de mayor prestigio
En la evaluación de lo actuado y del punto de en el mundo: Ada Colau (Barcelona), Manuela
llegada, que siempre es el del desafío de un Carmena (Madrid), Anna Hidalgo (París) y, jun-
nuevo período de compromisos a monitorear, to a ellas, otros líderes que conducen destinos
la sensación es muy contradictoria. locales encontraron voz. De igual manera se
experimentó la convocatoria de estas líderes
Si pensamos en lo colectivo, que es lo deci- en Habitat III Alternativo. Los temas que in-
sivo en estos procesos, podríamos decir que vocaron refirieron a la inclusión social, a las
políticas para avanzar en la igualdad de géne-
ros, en la necesidad de atender a migrantes y
Ana Falú es Directora de Ciscsa y del Instituto refugiados. Nuevamente, los no incluidos, los
de Investigación de Vivienda y Hábitat de la pobres del mundo y sufrientes por las razones
Universidad Nacional de Córdoba (INVIHAB –
que fueran ocuparon la escena.
UNC), Coordinadora del Gender HUB UNI de
ONUHabitat. Córdoba, Argentina.

19
La NUA avanzó en colocar temas. Los señala en mayor medida en las mujeres); el género
con precisión Lorena Zárate, Secretaria Ge- en la agenda académica, y los derechos de las
neral de la Coalición Internacional del Hábi- mujeres en la agenda social fueron algunos de
tat (HIC, por sus siglas en inglés): el respeto los temas desarrollados por referentes locales
y garantía de todos los derechos humanos e e internacionales que fueron escuchados por
igualdad de género para todas-os, la función más de mil personas durante los tres días que
social de la tierra y el control público de los duró FEMcity.
procesos de especulación, la prevención de
los desalojos y desplazamientos forzosos, las Claro que hay un sentimiento de insatisfacción
contribuciones de los sectores informales y de que radica en que no somos ingenuas/os, sa-
la economía social y solidaria a la economía bemos que pocos de los puntos normativos y
urbana en su conjunto, la gestión responsable declarativos de la NUA encontrarán los recur-
y sostenible de los recursos naturales y bienes sos, la voluntad política y la capacidad para
culturales, y la visión integrada del territorio implementarlos en beneficios del colectivo y
más allá de la división urbano-rural y de las de quienes se encuentran por sus situaciones
fronteras administrativas, entre otros. En en mayor vulnerabilidad, en territorios urba-
este orden de ideas, es importante resaltar el nos –riquísimos por cierto– o en rurales –igual-
aporte de Resistencia Hábitat III, un espacio mente poderosos para sus pocos dueños de la
pensado como contraevento para debatir y producción–.
construir propuestas desde los territorios y la
perspectiva de las necesidades de la comuni-
Enfrentar las desigualdades
dad y el derecho a tener ciudad.
Ahora, lo central parece ser que cada comité
En el espacio de Hábitat III Alternativo quie-
de ciudad, país, región o a nivel internacional,
ro poner la atención en FEMcity: una mirada
ojalá, logren mantener las articulaciones al-
ciudadana de Derechos y Discriminación, uno
canzadas y poder así monitorear el proceso de
de los espacios más significativos, que convo-
urbanización y expansión de las ciudades en
có a las voces más significantes en el tema y
cada nivel de la complejidad, conocer toda la
que instaló la necesidad de pensar en clave de
información posible, en datos estadísticos, ca-
género el desarrollo de las ciudades, el espa-
sos, estudios, que permitan argumentaciones
cio público, la seguridad de las mujeres, y los
sólidas frente a la emergencia ambiental, el
distintos abordajes que hacen a la NUA. Se
crecimiento y el desborde de las ciudades. Y,
trató del evento alternativo más importante,
especialmente, frente a las desigualdades en-
impulsado por la Red Mujer y Hábitat de Amé-
tre hombres y mujeres en el uso y disfrute de
rica Latina y la Articulación Feminista Merco-
las ciudades, desigualdades que atraviesan a
sur (AFM), co-organizado por la Facultad La-
todos los colectivos –étnicos, raciales, etarios,
tinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
de opción sexual, trans, otros–, que limitan el
de Ecuador, entre otras organizaciones. Una
ejercicio pleno de los derechos humanos, de
de las invitadas fue Saskia Sassen, socióloga
los derechos ciudadanos tan declamados en
de reconocida trayectoria y ganadora del pre-
cada panel, en cada evento y en el propio tex-
mio Príncipe de Asturias, quien se refirió a
to de la NUA, que se evidencian en las preca-
las “expulsiones” de ciertos tipos de sujetos
rias condiciones de habitabilidad que soportan
que no gozan de reconocimiento, no existen,
las mayorías pobres del mundo, en la inequita-
se vuelven invisibles, entre ellos, las mujeres
tiva distribución de los bienes urbanos, en las
en las ciudades. La inclusión social, de género
dificultades para la movilidad y accesibilidad,
y diversidad en la NUA; la planificación urba-
sea por costos, calidad o seguridad.
na con perspectiva de género y derechos de
las mujeres; la necesidad de que las políticas
Los problemas no son nuevos, son más com-
urbanas den respuesta a quienes cuidan en las
plejos, más inasibles. Los consensos de las
ciudades (trabajo no remunerado que recae

20 519 nov/2016
anteriores conferencias parecen haber fraca- que no encuentran seguridad legal mientras se
sado ante un mundo que no logra revertir re- multiplican las formas de explotarlos.
tos presentes por décadas, evidentes en las vi-
viendas precarias en sociedades ricas o en las Frente a la Latinoamérica urbana, sólo la ar-
que muestran riquezas obscenas. Sociedades ticulación de las voces, el fortalecimiento de
excluyentes, patriarcales, violentas, injustas las redes y el consenso sobre lo principal de las
con quienes aportan su trabajo como los/as agendas, la escucha de estas voces por parte
migrantes, o con quienes sufren las peores de quienes deciden y gobiernan, podrían ha-
consecuencias en sus vidas en razón de gue- cer posible avanzar en políticas públicas más
rras. decididas para evitar y a la vez “zurcir” las
desigualdades de la segregación económica,
Enfrentamos un contexto de crisis económica, social, cultural, de género que se expresan en
ambiental y de condiciones de habitabilidad: una injusticia territorial y espacial. Precisa-
falta de trabajo decente, brechas de pobreza mos: mecanismos, recursos y voluntad políti-
que se amplían, violencias que se multiplican ca.
y complejizan, mujeres asesinadas, migrantes

21
Entrevista con Inês da Silva Magalhães

El derecho a la ciudad
en clave brasileña
Osvaldo León

B rasil es uno de los países pioneros en la


construcción del derecho a la ciudad. En la
década de 1960 surgen colectivos que levan-
zas como para gravitar en la Constituyente.
Pero no es sino en el año 2001 que se crea el
Estatuto de la Ciudad, con el cual se explicitan
tan la bandera de la reforma urbana, cuyo ac- los artículos de la Constitución relativos a la
cionar adquiere una dimensión nacional con el función social de la propiedad y los derechos a
retorno democrático y, en tal medida, niveles la ciudad. De modo que estamos hablando de
organizativos y propositivos que resultan gra- un proceso de lucha histórica, en el cual desde
vitantes en el proceso constituyente de 1988 la primera vez que Lula se postula a la presi-
respecto al capítulo sobre la política urbana. dencia destaca en su programa la cuestión de
Y es así que la nueva Constitución incorpora la vivienda, como también el compromiso de
normativas sobre la base del principio de la crear un ministerio que trate los temas de la
función social de la propiedad y de la ciu- ciudad de manera integral.
dad. Sin embargo, su implementación desde
el gobierno federal prácticamente se mantie- Pues bien, en 2003 se crea el Ministerio de la
ne congelada hasta 2003, cuando Luiz Inacio Ciudad con el desafío de tratar la cuestión ur-
Lula da Silva –del Partido de los Trabajadores bana como eje de una agenda en el marco de
(PT), asume la presidencia. Para ahondar so- un proceso nuevo de desarrollo del país. Un
bre esta nueva fase conversamos con Inês da proceso que al mirar las cuestiones de la dis-
Silva Magalhães, socióloga, especialista en minución de las desigualdades, vio a la cues-
planificación, quien fue ministra de las Ciu- tión urbana como un asunto importante, que
dades en los últimos meses del gobierno de posteriormente se traduce en inversiones en
Dilma Rousseff y anteriormente responsable vivienda y toda la restructuración institucio-
del programa de mayor alcance en materia de nal que se ha dado a partir de la creación de
vivienda: “Mi casa, mi Vida” –por cierto, hoy dicho ministerio.
en riesgo por las políticas de ajuste neoliberal
que se están tratando de legislar tras el golpe - ¿Restructuración institucional en qué sen-
parlamentario en ese país–. tido?

- ¿Qué puedes destacar de la gestión de los Bueno, con la creación de secretarías para con-
gobiernos del PT en el tema del derecho a cretar los propósitos de este ministerio, que
la ciudad? apunta a recuperar y afirmar la capacidad del
Estado para formular y gestionar las políticas
En primer lugar, hay que señalar que el reco- de desarrollo urbano; elaborar e implementar
nocimiento del derecho a la ciudad en la Cons- la Política Nacional de Desarrollo Urbano y las
titución de 1988 es resultado de un proceso políticas sectoriales de vivienda, saneamiento
muy intenso de lucha del movimiento social, ambiental y movilidad, con la particularidad
particularmente del Foro por la Reforma Urba- de que por primera vez se cambia el tema
na, que logró acumular planteamientos y fuer- transporte por movilidad urbana para abordar

22 519 nov/2016
todos los rubros involucrados en este campo; infraestructura de servicios. O sea la concre-
y la construcción de un pacto federativo para ción del pacto federativo sigue siendo un gran
la elaboración e implementación de la Política reto.
Nacional de Desarrollo Urbano.
- La Constitución reconoce la función social
Vale señalar que se trata de un cambio insti- de la propiedad y la función social de la
tucional muy fuerte, ya que a nivel federal la ciudad. ¿Ello no da un marco para lo que
última vez que hubo una estructura para tra- tiene que ver con el uso y ocupación de la
tar la cuestión de vivienda y saneamiento fue tierra?
el Banco Nacional de la Habitación que quebró
en el 86. Desde entonces no había habido a Sí. Al señalar que hemos logrado un avance
nivel federal una estructura fuerte y organi- institucional importante, no quiero decir que
zada parar tratar estos temas y, por lo mismo, ya se ha resuelto la cuestión, resta mucho
éstos fueron tratados de manera muy errática por hacer, incluso porque en una perspecti-
hasta la creación del Ministerio de la Ciudad. va de implementación de las políticas es mu-
cho más duro la concreción que las palabras,
Una cuestión muy importante es que junto con pero creo que han tenido avances. Entonces
el ministerio se crea el Consejo de la Ciudad, el respaldo que el Estatuto de la Ciudad da
como órgano ligado al ministerio, que tiene es un respaldo que permite, por ejemplo, que
un carácter deliberativo y consultivo, con la cuando hay que intervenir una gran favela o
finalidad de formular, estudiar y proponer di- un gran asentamiento precario ya no tenemos
rectrices para el desarrollo urbano y acompa- que detenernos a considerar si se encuentra
ñar su ejecución. Está integrado por 86 miem- en situación irregular y que por tanto el Esta-
bros, con derecho a voz y voto, de diversos do no puede poner dinero, pues la legislación
segmentos sociales: movimientos sociales, reconoce que si se trata de un área de interés
profesionales urbanos, municipios de los esta- social se puede poner los servicios e imple-
dos, empresarios, en fin, que son elegidos en mentar la regularización de la tierra, eso da
Conferencias Nacionales. O sea, es un locus un respaldo para poder avanzar en la promo-
de discusión muy fuerte de todas las políticas ción de ciudades más justas, más sostenibles
que han sido implementadas y como un legado para las personas.
de estos años se ocupó de la restructuración
de los marcos legales de movilidad urbana, de - Uno de los programas centrales en este
saneamiento, de vivienda, de regularización campo ha sido el programa “Mi Casa, Mi
de la tierra que en algunos rubros se ha hecho Vida”. ¿Qué nos puedes decir de sus resul-
en conjunto con otros ministerios, tales como tados?
el de riesgo, resiliencia, el de basura, el de
residuos sólidos, entre otros. Vale colocar unos datos previos. En Bra-
sil teníamos un déficit habitacional de 5,5
Ahora bien, la implementación por medio del millones de domicilios, con el 83,5% en áreas
pacto inter federativo, como llamamos, es un urbanas; más de 3 millones de domicilios en
reto muy fuerte porque nosotros somos una asentamientos precarios urbanos, con el 85%
federación donde el municipio tiene la com- en áreas metropolitanas; y cerca de 18 millo-
petencia legal de hacer la legislación del uso nes de domicilios irregulares, con un aumento
y ocupación del suelo. Toda regulación es mu- estimado de 1,5 millón de nuevos domicilios al
nicipal. Entonces en todas las políticas urba- año, siendo que el 69% se concentra en fami-
nas, como vivienda por ejemplo, el gobierno lias con ingresos de hasta 3 sueldos mínimos.
federal tiene un rol importante pero al final
del día quien tiene más peso es el municipio, Entonces, el programa “Mi Casa, Mi Vida” se
para lo cual debe tener un Plan Director ade- estableció para fomentar la producción de vi-
cuado para ubicar las viviendas en un sitio con viendas de interés social en gran escala; in-

23
crementar el acceso a la vivienda propia para tarillado, regularización de tierras, etc. Tam-
familias de bajos ingresos; promocionar la bién los proyectos arquitectónicos podrían ser
distribución de ingresos e inclusión social; y mejores… Está claro que hay ámbitos donde
movilizar el mercado inmobiliario formal para se puede hacer mejores cosas. Y si bien los
la producción de viviendas de interés social. números importan, lo que no se puede perder
de vista es la calidad.
Bajo estos parámetros el programa contrató
más de 4 millones de viviendas, entregó 2.6 De hecho, desde la creación del programa
millones de viviendas desde su creación que buscamos a la universidad para tratar de me-
fue en 2009. Lo importante es que la primera jorar este programa de muchas dimensiones,
gran inversión en términos de los instrumentos ya que, entre otras cosas, por primera vez en
de una política de vivienda ha sido el progra- la historia de Brasil no se cruzó la capacidad
ma de urbanización de favelas. En 2007, en el de pago con el valor de la vivienda. Las perso-
marco del Programa de Aceleración de Creci- nas en este programa pagan el 10% de su renta
miento (PAC) había una línea de infraestructu- por 10 años, independientemente de si esto
ra social que fue muy importante. La decisión alcanza a cubrir lo que costó la vivienda.
de Lula en aquel momento hacía parte de una
estrategia más amplia para la disminución de - ¿Y en cuanto a la participación ciudadana?
diferencias regionales, de las desigualdades,
etc. Se introdujo un programa de crecimiento Los gobiernos de Lula y de Dilma establecieron
en la línea de infraestructura social y urbana, un sistema de participación en todas las políti-
que trata de temas de vivienda, electricidad cas públicas que han sido estructuradas a nivel
para el interior del país, para el área rural, nacional. Es así que en 2003, 2005 y 2007 se
saneamiento, etc. La primera cosa que se realizaron tres Conferencias Nacionales de la
logró pactar en este ámbito fue el proyecto Ciudad donde participaron miles de delega-
parque-favelas para priorizar la urbanización dos de la sociedad civil, de los municipios y
progresiva en favelas donde los municipios no del gobierno federal. En este proceso, para
conseguían hacer cosas solitos porque son de- el seguimiento de las políticas formuladas se
masiado grandes. articula el Consejo de las Ciudades, o Conci-
dades. De esta manera se ha buscado abordar
En suma, con este programa beneficiamos a los diversos problemas con discusiones desde
cerca de 2 millones de familias con infraes- abajo. Y me refiero no únicamente al tema
tructura, con equipamiento social, trabajo urbano, sino también a temas como el de sa-
social, muchas veces con vivienda o con una lud, de educación, de asistencia, para señalar
pequeña mejoría de vivienda. Ahora bien, algunos, pues se trata de un sistema estruc-
muchas veces se habla del programa “Mi Casa, turado para propiciar la mayor participación
mi Vida” y no se habla tanto del programa de posible.
urbanización que para mí es fundamental,
porque la primera decisión fue invertir en el En todo caso, ahora debemos abordar seria-
pago de la deuda urbana intentando integrar mente otra discusión que se refiere al proceso
los asentamientos con la ciudad. de construcción de una sociedad de derechos.
Si se está favoreciendo el acceso a la vivien-
- ¿Qué retos quedan pendientes? da o a la universidad, por medio de cuotas,
al crear un modelo de sociedad de derechos,
Entre otros, que los municipios tengan una ¿qué tareas debemos también contemplar
planificación más adecuada para la ubicación para al mismo tiempo no perder de vista que
de las viviendas, que tengan más capacidades es preciso la politización de las personas, del
de proveer servicios, porque cuando hacemos proceso, de creación de ciudadanos? Esa es
un emprendimiento lo hacemos con toda la una discusión necesaria e inevitable.
infraestructura: tratamiento de agua, alcan-

24 519 nov/2016
El caso del Caño Martin Peña en Puerto Rico:

Fideicomiso de la tierra
para asegurar el
derecho a la ciudad
Lyvia N. Rodríguez del Valle

A sentamientos informales a lo largo de un


cuerpo de agua degradado, carentes de in-
fraestructura básica, con viviendas precarias,
caminar de un lado a otro de sus márgenes.
Ello, junto a la carencia de infraestructura bá-
sica en los asentamientos informales de la zona
marginados, vulnerables, en riesgo de despla- y los contaminantes de otros sectores de la
zamiento: millones de personas alrededor del ciudad, resulta en inundaciones frecuentes con
mundo viven al margen de la ciudad. En La- aguas que exhiben altas concentraciones de co-
tinoamérica, las políticas de regularización de liformes fecales y otros contaminantes. Cada
asentamientos informales se han centrado en aguacero, tan cotidiano en el Caribe, es una
dos estrategias principales: la cesión de títu- posible inundación. Los pobladores le temen
los de propiedad y proyectos de redesarrollo a la lluvia. El estuario se ha dividido en dos,
en sitio que incluyen mejoras a la vivienda y al y su biodiversidad se ha reducido significativa-
espacio público, infraestructura básica, nue- mente. Instalaciones de infraestructura vitales
vas viviendas para relocalizar a quienes viven para la economía, como el principal aeropuerto
en zonas de alto riesgo, entre otros.1 2 En al- y puerto, son más vulnerables a los efectos del
gunos escenarios, estas estrategias han resul- cambio climático. Se estima que cada evento
tado en revalorar las propiedades, expulsando de lluvia, que anteriormente tenía una recu-
de sus barrios a las familias más pobres. rrencia cada 100 años, genera pérdidas mayo-
res a los $700 millones.
En la capital de Puerto Rico, las comunidades
aledañas al Caño Martín Peña, cuya población Las comunidades del Caño se han organizado,
asciende 26,000 habitantes, enfrentaron esta han luchado y exigido acción para lograr la re-
encrucijada. El Caño es un canal natural nave- cuperación ambiental del cuerpo de agua. No
gable localizado en el corazón del Área Metro- obstante, su localización estratégica plantea
politana de San Juan y del Estuario de la Bahía la cuestión del desplazamiento como resultado
de San Juan. Décadas de acción humana resul- no deseado de la inversión en infraestructura
taron en la degradación ambiental del cuerpo y el mejoramiento ambiental. Recuperar el
de agua, al punto que actualmente se puede Caño tiene el potencial de transformar la ciu-
dad, reconectando cuerpos de agua y lugares
1 Fernandez, Edésio (2011). Regularization of de alto interés turístico. Una vez completado
Informal Settlements in Latin America. Policy Focus
Report Code PF023. Cambridge: Lincoln Institute of
Land Policy. Lyvia N. Rodríguez Del Valle es planificadora
2 Clichevsky, Nora (2003). Pobreza y acceso al y profesora en la Universidad de Puerto Rico.
suelo urbano. Algunas interrogantes sobre las políti- Lleva 15 años trabajando junto a las comuni-
cas de regularización en América Latina. Santiago de dades en el desarrollo e implantación del Pro-
Chile: CEPAL. yecto ENLACE del Caño Martín Peña.

25
el proyecto, que busca reducir el riesgo a inun- ubica su vivienda. La tierra no puede vender-
daciones y el impacto severo que estas tienen se, y permanece a perpetuidad en manos de la
sobre la salud pública, aumentaría la especu- comunidad.
lación inmobiliaria en la zona, y el mercado se
haría cargo de la eventual desaparición de las Estos derechos propietarios, que son hereda-
comunidades. bles y pueden venderse e hipotecarse, se re-
gistran mediante escritura pública. Al firmar
Las ocho comunidades que quedan en la zona la escritura, la familia aumenta su patrimonio,
sobrevivieron políticas de eliminación de los pues el derecho de superficie tiene un valor
arrabales promovidas agresivamente por el equivalente el 25% del valor de la parcela de
Estado, ya fuera para invisibilizar la pobreza terreno sobre la cual se otorga, y el 100% del
urbana trasladándola a otra parte o como un valor de la estructura. Asimismo, la familia
mecanismo para viabilizar proyectos urbanís- tiene acceso a otros beneficios, tales como la
ticos. Posteriormente, se implantaron polí- inclusión de la cláusula de hogar seguro, que
ticas de regularización de la tenencia de la conforme a la legislación local, protege la vi-
tierra, primero mediante la venta de solares, vienda contra reclamos por deudas no hipo-
y luego mediante la cesión de títulos de pro- tecarias. El Fideicomiso mantiene la primera
piedad por el precio nominal de $1 dólar. No opción de compra cuando una familia decide
obstante, las zonas cercanas al distrito finan- vender. Ello permite que otra familia pueda
ciero comenzaron a ser desplazadas mediante acceder a la vivienda, y garantiza la asequibi-
procesos especulativos, mientras que las prác- lidad a largo plazo. Asimismo, el diseño del
ticas de clientelismo político, y no los inte- Fideicomiso permite que los actuales poblado-
reses de la comunidad, determinaban quienes res se beneficien del eventual aumento en el
recibían títulos. valor de la tierra.
Al enfrentarse con la posibilidad de que el Caño Las tierras, que pertenecían anteriormente a
fuera finalmente restaurado, las comunidades entidades gubernamentales, se transfirieron a
tenían claro que deseaban permanecer en la la comunidad mediante ley. Se administran en
zona. Entre 2002 y 2004, participaron de un función del Plan, de manera que las familias
proceso de planificación, acción y reflexión que deban realojarse de las zonas cercanas al
participativa facilitado desde una entidad Caño puedan optar por una vivienda digna en
gubernamental. Las más de 700 actividades sus comunidades. Cualquier inversión privada
resultaron en un Plan de Desarrollo Integral en la zona responde a las necesidades de los
y Usos del Terreno, que fue adoptado formal- residentes.
mente por las autoridades, y una ley que creó
los instrumentos diseñados por los residentes La creación del Fideicomiso retó las estructu-
para viabilizar la implantación de su plan. ras de poder. Plantear el derecho a la ciudad,
garantizar el acceso de sectores marginados a
Fue en esa coyuntura cuando los residentes lugares privilegiados, asegurar que la riqueza
se cuestionaron si la titularidad individual del se reinvierta en los barrios, resistir el desplaza-
terreno a la que aspiraban les permitiría con- miento, no estuvo libre de controversias. Las
tinuar ocupando un espacio privilegiado en la comunidades optaron por una solución colecti-
ciudad. Luego de evaluar distintos modelos de va en un contexto que privilegia las soluciones
tenencia, los pobladores diseñaron el Fideico- individuales. Hoy, otros sectores reconocen al
miso de la Tierra del Caño Martín Peña. Se tra- Fideicomiso como una herramienta para trans-
ta de un instrumento de tenencia colectiva de formar la ciudad de forma justa y democrática,
la tierra donde cada familia es dueña junto a para beneficio de todos.4
sus vecinos de 200 cuerdas3 e individualmente,
4 El Fideicomiso de la Tierra ganó el Premio Mundi-
del derecho de superficie sobre el solar donde
al Hábitat de las Naciones Unidas otorgado en Quito
como parte de Hábitat 3. Para información adicional,
3 Aproximadamente 78 hectáreas. visite www.fideicomisomartinpena.org.

26 519 nov/2016
Encuentro Resistencia Popular Hábitat III:

Declaración por la Defensa


de Nuestros Territorios
La especulación a ultranza, fundamento de Los desplazamientos de poblaciones y las
la nueva economía global, tiene en las ciu- crisis migratorias son cada vez más graves.
dades su motor de crecimiento. Los procesos Exacerbados por el cambio climático actual
de urbanización se presentan como inevita- y las guerras por los recursos promovidas por
bles y las agendas oficiales se fundamentan Estados y empresas transnacionales, promo-
en esto para enmascarar como las ciudades toras del modelo de desarrollo vigente, trae
se han convertido en mercancía, objetos de consigo fenómenos climatológicos que afec-
deseo para la acumulación de capital. Esto tan al conjunto del planeta con graves con-
nos ha conducido a ciudades más segregadas secuencias para la naturaleza, los seres vivos
e inequitativas, reproduciéndose la violencia y para la población en general, sobre todo
sistemática de un sistema patriarcal, racista para lxs más vulneradoxs. Desde las voces en
y xenófobo. En este modelo, el acceso a los resistencia, defendemos una interrelación
servicios se ha convertido más en un privi- entre los diferentes territorios que no esté
legio que en un derecho. fundamentada en la homogenización cultu-
ral, la subordinación, la exclusión y la de-
Al mismo tiempo se olvida el campo y con pendencia. Para ello, es necesario cambiar
ello a la mitad de la población del mundo el modelo de producción-consumo, revitali-
que vive en él, negando a sus habitantes la zando los mercados de proximidad y fomen-
posibilidad de planificar y gestionar sus terri- tando la soberanía alimentaria.
torios a través de un control directo sobre el
mercado financiero e inmobiliario. Las fron- El modelo actual de urbanización es la ma-
teras entre mundo urbano y rural se hacen nifestación del sistema capitalista, forma de
más borrosas y se coloca sobre el tablero el desarrollo excluyente y depredador que solo
conflicto creciente que existe en los terri- beneficia al 1% de la población mundial. Ante
torios, entre quienes utilizan todo su poder esto es necesario coordinar las luchas por
para apropiarse de ellos y hacer negocio, y la defensa de los territorios con un enfo-
quienes resisten a esta expropiación y pug- que integral del hábitat, luchando contra
nan por preservar sus derechos. El crecimien- el embate neoliberal, contra los desalojos
to sostenido que plantea el modelo de urba- y los despojos, reivindicando: derechos
nización imperante no sólo genera tremendas humanos, derecho a la tierra, al agua, a la
desigualdades en la ciudad sino que, a través vivienda, a la ciudad y a la no ciudad, así
de su proyecto civilizatorio, se apropia los como la función social de la propiedad y la
territorios de otras comunidades y pueblos. producción social del hábitat. Desde Resis-
Sus principales víctimas son los pueblos ori- tencia Hábitat 3, defendemos territorios para
ginarios, lxs campesinxs, pastorxs y demás el disfrute de todas y todos en donde tenga-
poblaciones afectadas por mega proyectos, mos la oportunidad de participar en verda-
grandes carreteras y actividades extracti- deros procesos democráticos en la toma de
vas, entre otras muchas. decisiones, desde la escala barrial a la escala
nacional e internacional.

27
Mientras lo que se ha denominado “Nueva los desalojos y la criminalización de la pro-
Agenda Urbana” de ONU-Hábitat ha sido ela- testa, exigiendo reconocimiento y respeto
borada en un bunker militarizado a espaldas por las múltiples formas de habitar. Desde
de la gente, nosotrxs, pueblos, comunidades la mitad del mundo, avanzamos en la cons-
y habitantes, provenientes de 35 países del trucción de una Agenda Integral Hábitat por
mundo, hacemos un llamamiento por el de- y para lxs habitantes, fortaleciendo las ini-
recho a decidir con plena autonomía y desde ciativas populares como el Tribunal contra
la diversidad de género, etnia, cultura y pro- los Desalojos, y promoviendo la confluencia
veniencia, desde los cuidados compartidos y de los movimientos sociales en la defensa de
la soberanía de nuestros cuerpos. Nosotrxs, nuestros territorios.
lxs invisibilizadxs, el 99 por ciento de per-
sonas que habitamos este planeta, alzamos Quito, 20 de octubre de 2016
nuestras voces en contra de la exclusión,

www.movimientos.org

28 519 nov/2016

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