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Corporativismo en el México Contemporáneo

Por Genoveva Flores Q1

El centro político- social del sistema político mexicano a partir de los años 30 fue el

corporativismo, con el cual los gobiernos de la postrevolución pudieron controlar el

impulso de una gran masa poblacional, conocida coloquialmente como “la bola”, y

construir instituciones como lo fue el primer partido hegemónico Partido Nacional

Revolucionario (PNR), fundado por Plutarco Elías Calles, y que eligió como candidato

a la presidencia a Lázaro Cárdenas, el primer presidente en gobernar un sexenio y no

cuatro años, y también el que impulsó la Política de Masas, base de este

corporativismo.

Los tres sectores que fueron organizados por esta política, fueron el campesino,

mediante la Confederación Nacional Campesina (CNC); el obrero en la Confederación

de Trabajadores de México (CTM), y el popular, que agrupa a los sectores medios

urbanos, Confederación de Organizaciones Populares (CNOP).

Los dos sectores en el que el cardenismo hizo énfasis fue el campesino y el

obrero, e iban a ser de radical importancia en periodo presidencial por dos razones: le

dio la fuerza necesaria para sobreponerse al caudillo revolucionario Plutarco Elías

Calles y gobernar sin compartir el poder, y para llevar a cabo la nacionalización de la

industria petrolera.

1Historiadora, profesora del ITESM-CEM, investigadora independiente. Contacto:


genoquintero@gmail.com
Como lo sostiene Arnaldo Córdova, en su libro clásico del tema La política de

masas del cardenismo, las centrales tenían que tener un espíritu combativo aunque

fueran parte del propio entramado del poder de aquel entonces. De manera que la

organización de los campesinos en ejidos, de propiedad colectiva, sumada a la

combatividad de estos núcleos campesinos, permitirían el reparto agrario –a costa de

los latifundios- y su organización para posteriores demandas. Su idea es que

organizados como estaban presionaran a los funcionarios de su propio régimen para

darle certeza legal a la propiedad colectiva de la tierra y luego pudieran demandar

ayudas económicas para infraestructura y semillas.

Se esperaba que también los obreros de la CTM pudieran ser una fuerza

organizada que, mediante sindicatos activos, pudieran presionar a los empresarios

para mejorar las condiciones de los trabajadores asalariados, haciendo de este modo

realidad lo que se estipulaba en la constitución del 17 y en los reglamentos de las

leyes del trabajo.

Esta posición de Lázaro Cárdenas, además de la construcción masiva de

escuelas normales y escuelas en el campo, sumado a un amplio programa educativo,

que algunos autores llama socialista –en particular creo que debe ser relativizado-

hacen que se considere al presidente Cárdenas el caudillo de la revolución que más

dio cumplimiento a las promesas de la Revolución Mexicana.

Es importante considerar que al término del sexenio el mundo entero entró en

un panorama político peligroso pues la víspera de la II Guerra Mundial hizo que

hubiera un ambiente en el que se necesitaba la estabilidad política. El general Manuel

Ávila Camacho, el último de los presidentes de origen castrense dio un golpe de timón
a la política de masas y le restó combatividad al irse complicando el escenario de la

guerra. El instrumento específico fue la política de Unidad Nacional con la que el

gobernante tomó en sus manos las riendas de las grandes centrales creadas en el

sexenio anterior y enfatizó la necesidad de la obediencia al poder presidencial.

Al término de la II Guerra Mundial y con el primer presidente civil Miguel

Alemán Valdés no se volvió a la combatividad de obreros y mucho menos de

campesinos. La política central de presidente universitario fue pro empresarial en las

ciudades, y con él comienza el proceso de industrialización de los núcleos urbanos de

la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, así como del desarrollo turístico de

Acapulco y del puerto de Veracruz como punto de partida de mercaderías de

exportación.

Para este proceso de industrialización era básico la modificación de la ley de

inversiones extranjeras, que se flexibilizó, y el control de los obreros para que no

hubiera huelas, cosa que se propició desde la cúpula del poder de la CTM, de la mano

del presidente.

En el campo una modificación central frenó el reparto agrario: la creación de la

figura jurídica del Amparo Agrario, que permitió proteger “pequeñas” propiedades

agrícolas y ganaderas. El mecanismo en la práctica dividió las extensiones territoriales

reclamadas por los núcleos ejidales en pequeñas propiedades familiares donde cada

pariente tenía en propiedad una fracción del latifundio. Así si había una demanda

campesina por la tierra, los distintos miembros de la familias se amparaban y el gran

territorio agrícola familiar quedaba protegido.


Este control sobre las grandes centrales obrera y campesino se constituyó en

uno de los pilares del sistema político mexicano y nunca volvieron a tener la

combatividad de origen. Siguieron sirviendo, eso sí, como mecanismo de control

político del presidente en turno.

Pueden ver en el siguiente video un breve explicación del cómo el mecanismo de

pirámide permite a los líderes disolver el capital social de la organización, al centrar

sus beneficios económicos y políticos en el vértice de la pirámide.

https://youtu.be/UboN6RPQQMQ

Corporativismo en las fábricas mexicanas

Si estás trabajando en una empresa mexicana, en una fábrica, es posible que tenga un

sindicato de trabajadores (operarios), lo más usual – no conozco ninguna empresa que

tenga sindicato entre oficinistas- y es importante saber qué implica esto en términos

de la legislación; pero también en términos de la sociedad y la política en México.

Sólo muy contados sectores económicos tienen sindicatos de lo que se denomina

sindicalismo independiente, y cada vez serían menos según la tendencia a la

desaparición que tenemos en el México Contemporáneo. Así es que lo más probable es

que los trabajadores estén afiliados a un sindicato de los que pertenecen a la

Confederación de Trabajadores de México (CTM) y esto quiere decir que forman

parte de este corporativismo que describimos antes y que tengan la combatividad que

tuvieron en su fundación. El sindicato tiene la titularidad de el contrato colectivo de


trabajo, y esto quiere decir que un comité negocia con la empresa los aumentos

salariales, las prestaciones, y otros términos en particular, ningún operario entonces

puede negociar en forma individual su contrato, y por lo tanto tiene que formar parte

del sindicato.

Estar dentro de la CTM hace que también sigan líneas generales acordadas desde la

cúpula en su negociación contractual, y en tiempos de crisis económicas severas, como

son las de 1982 y 1987 las directrices que se siguieron para controlar la inflación

incluyeron que se limitaran las peticiones de aumento salarial y que se evitaran las

huelgas, para mantener en control las estrategias nacionales respecto a la economía.

Políticamente se ha recurrido a esta organización piramidal para “dictar” el sentido

del voto a través de los sindicatos; pero en los últimos 30 años un avance en la

conformación de una ciudadanía más activa, ha ido modificando eses uso político.

El corporativismo es más “eficiente” en este sentido negativo con los sindicatos

campesinos, donde el control territorial y las ”ayudas” gubernamentales si influyen

sobre el sentido del voto. Se conoce como el “voto verde” - por provenir del campo, y

esta compra del voto es uno de los problemas vigentes y pendientes en nuestra

cultura cívica.

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