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Desde el marco de los estudios sobre la variación funcional y el estilo se propone una

revisión de algunos instrumentos lingüísticos que pueden constituir una contribución


al programa del Análisis Crítico del Discurso, con especial incidencia en la
reformulación (en un sentido amplio del término), aunque esbozando una
sistematización de las estructuras y los procesos donde se manifiesta el juego entre
equivalencias semánticas (relativas) y diferencias cognitivas y comunicativas. Se
presenta, asimismo, una muestra analítica a partir de discursos en varias lenguas
(catalán, español, francés) correspondientes reportajes periodísticos, prácticas de
divulgación sociosanitaria, instrucciones para los inmigrantes, documentos
eclesiásticos de tipo pastoral y ruedas de prensa protagonizadas por personajes de la
política española actual.
Palabras clave:
variación funcional, estilo, reformulación medios de comunicación
(*) Trabajo realizado dentro del proyecto asociado a la red de excelencia europea
TRAMICTEK. El texto responde, con gran fidelidad, en la exposición oral presentada en
el congreso. Una versión más extensa y documentada aparecerá dentro del volumen
Discursos e ideología (V. Salvador ed.), Valencia, ed. Tres y Cuatro. Por otro lado quiero
agradecer a Dominique Maingueneau sus valiosas sugerencias sobre la temática y el
planteamiento de este trabajo.

Introducción
El aforismo del pensador valenciano Joan Fuster puede funcionar como lema y motivo
introductorio de estas reflexiones. La ironía del autor, en efecto, hace que el discurso
de su microtext inicie con una expresión que se auto como equivalente de otra -otra
expresión, ausente aquí, que el lector debería evocar o imaginar, una expresión que el
aforismo parece reformular como una vía alternativa de decir la misma cosa. La ficción
de Fuster desata la ilusión de que la variación del discurso -los ejercicios de estilo-
operan sobre la base estable de una invariante subyacente que hace equivalentes unos
enunciados diversos. En efecto, el aforismo citado escenifica, no sin ironía, la
reformulación parafrástica de alguna otra expresión: el enunciado consiste en un
término B que se presenta como mera variación de un término A, ausente del campo
de visión. El quid de la cuestión consiste en la invariancia semántica que se postula
entre enunciados, como una quimera o una falacia o un efecto de sentido.
Los cambios de tipo estilístico, o pragmaestilístic, manifiestan a menudo la tensión
entre (relativas) equivalencias semánticas y unas diferencias cognitivas y / o
comunicativas. Este será en sustancia el tema de mi intervención: el examen de la
dinámica de la variación entre equivalencias y diferencias y su productividad discursiva
desde el punto de vista de los valores puestos en juego -unos valores cuyo estudio es
relevante sin duda para una perspectiva crítica. Hay que decir, eso sí, que se trata de
una intervención que no está hecha desde el marco del Análisis Crítico del Discurso
stricto sensu (Wodak & Meyer eds., 2003). Pero también es cierto que pretende
dialogar con este marco desde las coordenadas de un estudio de la variación lingüística
funcional que sitúa en el punto de mira a los desequilibrios de poder y el incremento
de la conciencia crítica del lenguaje, alrededor de las nociones de "crítica", "ideología"
y poder "y sin olvidar el compromiso personal con una lengua minorizada como es el
catalán y con los conflictos y las tensiones sociopolíticas que se producen en el
contexto valenciano en concreto.
Hay que decir también que, dentro de la ACD, que apuesta por integrar aportaciones
de otros enfoques de los estudios discursivos, hay una tradición que examina los
recursos lingüísticos con que debe operar el analista. Probablemente será útil realizar
una contribución a la teorización sobre las estructuras lingüísticas de que dispone el
estudioso para un análisis fino de estos recursos, ya que la consideración de estas
estructuras y de los procesos en que operan no puede consistir en una mera
acumulación de marcadores y variables en un repertorio inconexo, sino que deberá
tender a una cierta sistematicidad y capitalizar los avances producidos en la
pragmática y en varios capítulos de los estudios de carácter más lingüístico sobre el
texto y el discurso.
No parece difícil, pues, una conexión provechosa entre ambas perspectivas, sobre todo
si se toma en consideración la noción de modelo contextual. En efecto, para Van Dijk,
la teorización sobre el discurso y la ideología ha dar cuenta de unos modelos
contextuales de orden interpretativo que tendrían existencia como representaciones
mentales mediante las cuales los hablantes, en un ámbito lingüístico concreto,
determinan muchas de las propiedades de la producción y la recepción de los
discursos. Entre estas propiedades de los discursos ocupan un lugar destacado las
elecciones estilísticas, que no responden a la variación libre, entendida como
desprovista de sistematicidad y de relevancia, ni tampoco a la mera voluntad de
adorno literario carente de significación. Desde esta perspectiva, el estilo debería ser
considerado como un conjunto de propiedades formales del discurso que son función
de los modelos contextuales (Van Dijk 2001). Hay una serie de corolarios de este
planteamiento que favorecen la conexión entre las dos perspectivas mencionadas, si
no nos recluimos en una visión ahistórica, individualista y desideologizada del estilo
como mera manifestación "expresiva" de una personalidad individual . Desde el punto
de vista del análisis crítico, estos modelos contextuales que guían las elecciones
estilísticas de los hablantes son interpretaciones subjetivas de las propiedades de los
contextos y de su tipología, y están evidentemente sometidos a un control ideológico.
En este sentido, pues, el estilo se convierte en una de las manifestaciones más
evidentes de la ideología, una representación de la misma y un factor determinante en
su reproducción social (Van Dijk 1999).
análisis
Periodismo y ciencia: el furor de vivir
Procederé ahora a la presentación de algunas muestras analíticas, todo empieza por
un texto extraído de Le Monde 2 (número 6, abril de 2001), de un reportaje dedicado a
un descubrimiento médico-farmacéutica en vías de comercialización que promete la
ralentización del envellliment en las personas gracias a una hormona rejuvenecedora.

Pic1
Pic2
El reportaje ocupa la portada de la revista, con la fotografía de una hermosa dama de
71 años y los titulares: «DHEA. La fureur de vivre. Enquête sur les cobayo del antiage.
Ils donde testear la DHEA, la 'pilule de la jeunesse' »(" DHEA. El furor de vivir.
Investigación sobre las cobayas del antiedad, que han probado la DHEA, la píldora de la
juventud "). En el interior, el artículo con un titular "DHEA" (en grandes letras de color
rojo) y en minúsculas y tinta negra "lettres de jeunesse" (letras / cartas de juventud). El
reportaje, profusamente ilustrado con fotografías de estos cobayas humanos que se
han ofrecido a probar los efectos de la píldora, presenta fragmentos de los testimonios
de estas personas, una breve columna lateral con la biografía del inventor y otra con
referencias explicativas que contextualizan el descubrimiento científico e incluyen,
entre otras informaciones, la denominación completa de esta sustancia: "Le SDHEA
(sulfate de déhydroépiandrostérone) este une substance produite par el organismo
humain ...." (El SDHEA, sulfato de deshidroepiandrosterona, es una sustancia
producida por el organismo humano). Esta breve columna continúa con sintaxis y
léxico académicos, y con una serie de expresiones que contienen terminología
especializada, a modo de glosario. Se trata sin duda de una de las interfaces de
negociación entre el género periodístico predominante en el texto (citas en estilo
directo, expresiones metafóricas y coloquiales, notas biográficas, etc.) y un discurso
científico modulado en clave de alta divulgación. El efecto de conjunto es de una
notable heterogeneidad textual.
Pero conviene detenernos especialmente en la variada gama de referencias al
producto ya sus efectos sobre las personas, unas referencias que van desde el término
científico propio hasta denominaciones claramente figurativas, pasando por unas siglas
que aparecen tipográficamente palabra destacadas. Por otra parte, en la presentación
periodística de los efectos del producto, se activan numerosas referencias semióticas
que remiten a tópicos acompañantes propios del imaginario de nuestra cultura, como
son: "las cobayo del anti-âge" ( las cobayas del antiedad); "En la recherche del
Eternelle jeunesse" (en la búsqueda de la eterna juventud); "La pilule de la jeunesse"
(la píldora de la juventud); "Pilule milagro" (píldora milagrosa); "La fureur de vivre" (el
furor de vivir), etc. De esta manera, el vocablo "cobayas" moviliza inmediatamente la
representación sociocogntiva del laboratorio, de la experimentación con animales. Y,
por tanto, las personas que se someten voluntariamente a la prueba se nos presentan
bajo el ángulo del riesgo asumido como precio del remedio tan deseado, en pro de los
intereses de la humanidad. En cuanto a "la pilule de la jeunesse" evoca los elixires
mágicos tradicionales, pero también otra "pilule": la píldora anticonceptiva como
avance en la liberación de la condición femenina. No es necesario comentar la
referencia religiosa contenida en "milagro". Por otro lado, el mito fáustico de la eterna
juventud se asoma en ciertas expresiones, e incluso lo puede percibir filtrado por el
patrón del título de la obra magna de Proust (À la recherche du temps perdu), que
aporta las connotaciones del paraíso perdido, revisitado y recobrado por la cultura.
Finalmente, el sintagma que protagoniza la portada, "la fureur de vivre", combina la
idea de vivir con una serie de tópicos asociados con la palabra "furor": desmesura,
follia, cò lera; però també: intensitat, alliberament o fins i tot un cert sentit de la
possessió de l’individu per part de la divinitat. Algunes d’aquestes representacions
associades a “furor” inscriuen en aquesta estructura lè xica un punt de vista axiolò gic
de tipus disfò ric; ara bé, en la combinació amb la idea de “viure”, essencialment
eufò rica, es produeix una col·lisió de perspectives valoratives que sens dubte es
decanta finalment per la percepció positiva, d’intensitat, i això malgrat que no deixa de
resultar sorprenent l’ús de la idea de furor en relació amb l’activitat cienti ́fica, que
prototi ́picament s’associa amb la racionalitat i el mè tode.
Al capdavall, entre la manera cienti ́fica de parlar d’aquesta substància i la via noticiosa
i soterradament publicità ria que el magazine adopta, es produeix una poderosa
reconversió , un fenomen de transdicursivització , en els li ́miuts d’una mateixa llengua.
Hem vist com s’hi encavalquen – o s’hibriditzen- els gè neres (reportatge, biografia,
notes de divulgació cienti ́fica), els registres (acadè mic, periodi ́stic, fins i tot literari) i els
tipus d’unitats lè xiques (termes especialitzats i mots ordinaris). Aquesta imbricació
esdevé una interacció dinà mica en el gresol textual. Els tecnicismes i les al·lusions al
mite del progrés indefinit constitueixen la contribució del prestigi idealitzador que la
ciè ncia posseeix. De l’altre cantó , la representació sociocognitiva i socioretò rica dels
efectes del producte activen les remissions a un ampli ventall de tò pics culturals
vinculats a les unitats lè xiques i a algunes de les seues combinacions més
automatitzades com a col·locacions. Certament, en la representació mitolò gica del
fenomen es pot intuir una punta de temor: l’ombra de la mala consciè ncia, de la culpa
social pel desafiament prometeic als déus, la sensació del pecat de supè rbia humana
originari en l’espè cie, tal com l’encarnen diverses faules de la literatura i del cinema,
començant per la cè lebre criatura de Mary Shelley. En això consisteix el furor de viure.
Però , en l’altre platet de la balança, i com a mostra de la duplicitat contradictò ria de
valoracions que sol acompanyar la percepció social dels avanços cienti ́fics, trobem el
fet decisiu que aquest és un furor legitimat en el fons per una mena de deure biolò gic
irrenunciable.
Ejemplos de divulgación sociosanitaria
Este ha sido un caso de transdiscursivització que no lleva asociado el cambio de
lengua, sino tan sólo una recontextualización del discurso científico en un medio de
comunicación informativo (Chouliaraki & Fairclough, 1999; Fairclough, 2003). Ahora
pasamos a otro tipo, el de los procesos intradiscursius, que se realizan en el interior de
un mismo texto o unidad discursiva.

El ejemplo que ahora nos ocupará es un opúsculo publicado en 2000 por la Consejería
de Sanidad de la Comunidad Valenciana, en versión bilingüe español / árabe, con el
título Guía de salud para inmigrantes magrebíes. A pesar de ser un caso de versión
doble, y por tanto de reformulación interlingüística, nos limitaremos a comentar el
texto en español. La publicación levantó en su momento una avalancha de protestas,
fue criticada por la calidad de la traducción árabe, fue tachada de racista y finalmente
fue retirada de la circulación, hasta el punto de que sólo ha sido posible consultarla
gracias a la gentileza de la organización "Valencia Acoge", que en conservó un
ejemplar, sin entrar ahora en el análisis detallado del texto. De hecho, es un paradigma
de torpeza divulgadora: por la confusión entre saberes teóricos y procedimentales, por
la proyección de una imagen infantil y inculta de los destinatarios (por ejemplo, indica
que hay que lavarse las manos a los miembros de un pueblo que tiene una cultura
multisecular de las abluciones higiénicas y rituales), por la ignorancia de las
costumbres y creencias (referencias a los embutidos, presumiblemente de cerdo), y
por la confusión de registros, que oscila entre el más rígido de los antiguos manuales
de urbanidad escolar hasta el tono más coloquial que corresponde a una cierta
conversacionalització del discurso y una estrategia de lo que Fairclough (1992) ha
llamado "synthetic personalisation" (tendencia a la conversacionalització del discurso
institucional y aplicación de una calculada estrategia de persuasión y marketing). Una
muestra de este rasgo es el cambio repentino que se produce en el tratamiento de
cortesía al destinatario evocado. Así, el texto habla habitualmente en impersonal o se
dirige al lector con el tratamiento de usted, pero he aquí que en las páginas dedicadas
a la educación sexual, donde mayoritariamente el destinatario es evocado como
femenino (colocación del DIU, etc.), se cambia el tuteo para devolver, al terminar la
presentación de esta temática, el tratamiento de usted. Obviamente, el cambio que
crea una fractura tonal en el discurso no puede justificarse por la temática tratada,
especialmente si pensamos que la situación comunicativa no corresponde a un nivel de
interacción personal de un profesional de la salud con los pacientes sino a una guía
institucional destinada a ser leída en la distancia. La opción alternativa de análisis, es
decir, pensar que la causa del cambio es el hecho de dirigir la mayor parte de estos
consejos a la mujer, conduciría fácilmente a la conclusión de que se ponen de
manifiesto prejuicios sexistas.
Con estas reflexiones hemos entrado en la zona de los procesos intradiscursius
monolingües, es decir, las reformulaciones dentro del mismo texto, donde el ámbito
de la divulgación del conocimiento especializado nos proveerá de un buen ejemplares.
Este es un terreno particularmente propicio a las reformulaciones interdiscursives que
explicitan el significado de unos términos técnicos de manera más asequible, ya
menudo con componentes metafóricos:
(1) En una primera parte, tras una visión general del problema, se exponen de una
forma totalmente actualizada las últimas teorías para explicar la malignización celular:
aquel fenómeno que hace que unas células ya maduras y especializadas hagan 'marcha
atrás' y se vuelven inmaduras e indiferenciadas, comenzando a reproducirse de forma
anárquica. "(Método. Revista de difusión de la investigación, núm. 28, p. 63)
En el ejemplo (1) el término "malignización" es definido de un amanerado más
comprensible -y metafòrica- para el público de esta publicación de divulgación
universitaria. Pero las prácticas divulgativas conllevan no sólo la reformulación verbal
sino también unos importantes procesos de recontextualización. Y hay que decirlo,
aunque sea de paso, que se han analizado casos de mediación muy interesantes como
la interacción conversacional entre los especialistas y los periodistas que deberían
producir posteriormente el discurso divulgativo (Ciapuscio, 2003).
Pero veremos ahora otro ejemplo tomado de las prácticas de divulgación
sociosanitaria. En primer lugar, hay que decir que este ámbito (medicina preventiva,
educación para la salud, etc.) contiene ciertas características específicas respecto a los
otros discursos de tipo divulgativo. De entrada, para que la comunicación debe estar
fuertemente bidireccional (los pacientes deben comunicar al profesional sus propias
percepciones de la enfermedad, del funcionamiento de su cuerpo, del dolor,
percepciones que no son fáciles de verbalizar). Por otro lado, está el hecho de que las
enfermedades van a menudo asociadas a sensaciones de culpa o, por lo menos de
vergüenza. Todo esto fuerza un trabajo de recontextualización decisivo entre el
discurso médico-científico y el de la relación con los pacientes. Así, por ejemplo, una
operación capital es a menudo la de desculpabilizar, como vemos en la forma en que
se inicia un web sobre la sarna (http://www.aad.org/pamphlets), insistiendo en que el
contagio no depende necesariamente de la higiene personal de la persona afectada:
(2) Remember, although you may be disturbed at the thought of bugs, Scabies is not
reflection of your personal cleanliness.

Obviamente, la eliminación o reducción de los sentimientos de vergüenza es condición


previa para una percepción racional de la enfermedad, sin prejuicios ideológicos y sin
miedo a la identificación de los síntomas. Huelga decir que en el caso del SIDA todos
estos sentimientos y prevenciones sociales son de capital importancia, dada la
construcción de la enfermedad tal como predomina en el imaginario social.
El tráfico socioterminològic
El caso que ahora comentaré, de modo mol sucinta, es el de un glosario sobre el SIDA
publicado recientemente por la Generalidad de Cataluña en soporte libro y también en
versión electrónica situada en Internet (Xavier Moral, Glosario básico para personas
afectadas por la HIV / SIDA, 2002, en catalán, con tablas de equivalencias al español,
francés e inglés: http://www.gencat.net/sanitat). Se trata sin duda de un buen objeto
de estudio socioterminològic, por el interés que presenta el texto como muestra de
una nueva concepción de los glosarios que tiene en cuenta una serie de unidades
lingüísticas en proceso de terminologització. Después de todo, un glosario no es sino el
lugar de la reformulación del discurso especializado o de sus unidades léxicas. Su papel
es del de interfaz o espacio de negociación entre comunidades sociodiscursives
diferentes, en este caso, los especialistas de la salud y los pacientes u otros tipos de
usuarios interesados por el tema pero ajenos a la comunidad de especialistas. Ahora
bien, en este caso la negociación patente mucho a la clara su bidireccionalidad. De un
lado, está la definición de términos biomédicos generalmente opacos para los no
especializados, tales como "caquexia", "interferón", "lipodistrofia", "lipomatosi",
"linfoma", "sarcoma de Kaposi", etc. Hay también otros términos que logran una cierta
transparencia por la vía de motivación semántica, a menudo de tipo metafórico, tales
como: "terapia de rescate", "virus salvaje", o bien son palabras en vías de
terminologització por especialización semántica: " debutante "," naif "," prevalencia ","
primera línea de tratamiento "," santuario "," depresión "," portador "," tolerancia ","
uso compasivo ". Veamos, como ejemplo, la reformulación / definición de "Santuario":
"Tejido u órgano en que el VIH se mantiene fuera del alcance de la acción de los
fármacos por falta de afluencia en los niveles plasmático. También se llama reservorio.
El cerebro y los testículos son santuarios para el VIH ". Vamos entrando así en una zona
de penumbra donde la distancia entre los términos técnicos y las palabras ordinarios
acorta.
Hay, además, otro grupo de unidades léxicas repertoriades, palabras o expresiones
fraseológicas que han adquirido, dentro de las prácticas sociosanitarias relacionadas
con esta enfermedad, una profunda relevancia y que, por eso mismo, debían ser
incluidos en un repertorio terminográfico de utilidad pública, mediante un trabajo de
recontextualización que consiste básicamente en lo que podríamos designar como
especialización pragmática. Por ejemplo: "acompañante", "práctica de riesgo",
"enfermedad de transmisión sexual", "pensión no contributiva", "superviviente de
larga duración", "apoyo emocional". Son expresiones del discurso ordinario de las que
se ha apropiado el discurso técnico y que han sido re-contextualizada como unidades
terminológicas (y que, a su vez, son reformuladas por definición en el texto del
glosario). Aunque encontramos otra categoría en el repertorio comentado: ciertas
palabras coloquiales, a menudo de carácter disfémico, que acceden a este glosario
(contra lo que es habitual, no sólo en la terminografía sino incluso en la lexicografía
general) como formas más comunes socialmente de denominar determinadas partes
anatómicas o prácticas sexuales relevantes en cuanto a la transmisión del virus. Aquí el
procedimiento de la reformulación parece invertirse de alguna manera, ya que la
expresión referencial es una expresión coloquial, reverbalitzada de una manera más
culta por la expresión de tratamiento. Una sola muestra: la palabra "paja", en su
sentido sexual, es definido como una "estimulación manual del órgano genital de uno
mismo o de una pareja para la consecución del orgasmo sin coito" y asimilado
explícitamente al cultismo "masturbación" y expresiones coloquiales equivalentes en
otras lenguas como "hand job" (inglés) o "branlette" (francés). Ciertamente, pensamos
que los coloquialismos referentes al sexo reclaman, cada vez más, un acceso a los
glosarios como garantía de inteligibilidad por parte de los usuarios, como vía de
identificación explícita y de establecimiento de correspondencias interlingüísticas. Nos
encontramos aquí en el extremo de la apropiación del discurso coloquial por el
discurso terminográfico de ciertas especializaciones, con las consiguientes operaciones
de recontextualización.
Pastoral e ideología
Examinemos ahora un texto reciente de la Conferencia Episcopal Española, "Directorio
de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España" (21-noviembre-2003:
http://www.conferenciaepiscopal.es/documentos/Conferencia/PastoralFamiliar), que
ha sido en el momento de su publicación fuertemente polémico, muy en especial
debido a que presentaba la violencia doméstica, que tanta alarma social despierta,
como el "fruto amargo" de una supuesta revolución sexual vivida por la sociedad
española contemporánea: es claro que la presentación de un fenómeno como causa
del otro resulta naturalizada por el juego metafórico, pero continúa absolutamente
carente de justificación, como es frecuente en este ámbito de la causalidad, tan
propicio a las manipulaciones discursivas. El texto, que en principio se adscribe a un
género pastoral, adopta un tono polémico y condenatorio muy evidente. Una muestra
del léxico disfórico empleado para caracterizar los partidarios de esta "revolución
sexual" culpabilizada (y que el texto quiere "desenmascarar") lo hace bien patente:
"estallido", "fracasado", "infundado", "limitación", " pernicioso, "dramas", "farisaica",
"traumático", "alarmante", desavenencias, desastrosa, lobbies homosexuales,
infeccionados, "catastrófico desierto o invierno demográfico", "injusta imposiciones",
"oculta intenciones", "gravedad", " ambigüedades "," ceguera "," Presión ideológica
sistemática "," carácter perverso de esta libertad individualista "," debilidad moral ","
endeble "," deseos ciegos ". Frente a este tratamiento, la postura representada por la
Conferencia Episcopal es caracterizada con un léxico de tono plenamente eufórico:
"Misión divina", "tesoro de gracia", "custodiar", "testimonio", "comunidad eclesial",
"gran familia "," la verdad del amor ". Como estrategia propia de la polémica, la voz
enunciativa se distancia de las categorías postuladas por el discurso del contrario y el
transtextualitza por alusiones con una modalización distanciadora y escéptica, donde
el enunciador no asume la responsabilidad del enunciado o de la denominación: "la
denominada 'ideología del género"; "Los grupos homosexuales y sus pertendidos
Derechos"; "Pretendidos 'modelos familiares alternativos"; "Una especie de 'familia a
la carta"; "Una pretendida 'neutralidad moral".
Pero quiero ejemplificar con este texto, de manera muy específica, un recurso de estilo
muy singular: un determinado tipo de anáfora que da gran rendimiento para el análisis
crítico. Bien mirado, habría alargar mucho el concepto de reformulación para incluir la
anáfora léxica, pero, en el fondo, el anaforització, cuando no consiste sólo en una
repetición literal o en una pronominalización del antecedente, no deja de ser otra
forma de decir las cosas de otra manera, es decir, de jugar el juego de entretejer la
equivalencia con la diferencia. De hecho, al presentar un contenido o un referente
como recuperación de un antecedente ya expuesto, las anáforas permiten beneficiarse
de la ilusión de repetición, del déja dicho, mientras que a la vez están introduciendo
subrepticiamente un contenido cognitivo o comunicativo nuevo . Así ocurre con la
llamada anaphore infidèle (recuperación de la referencia al antecedente por medio de
una nueva unidad léxica) o con la anáfora asociativa (a menudo la representación de
un elemento que evoca el conjunto de un marco cognitivo del que forma parte). Aquí,
pero insistiré en otro tipo de anáfora: la que se conforma por medio de una
nominalización semántica (metáfora gramatical nominalitzadora) que, en el proceso de
logogènesi textual, recupera unos contenidos expresados previamente en forma no
nominal. Si las metáforas gramaticales nominalitzadores son un medio importantísimo
de entificació y un poderoso instrumento de configuración de puntos de vista o de
sesgos socio-cognitivos, cuando estas expresiones nominalitzadores recuperan un
contenido anteriormente expuesto en el texto, su valor metadiscursiu tiende a hacerse
patente y puede contribuir a naturalizar una percepción fuertemente sesgada
valiéndose del beneficio de la presuposición de reanudación neutra de lo previamente
dicho.
Con respecto a este uso de la anáfora nominalitzadora, en presentaré dos fragmentos
del texto episcopal que estamos comentando, que ilustran esta estrategia discursiva
que consiste en presentar como repetición, y por tanto con un carácter más de
presupuesto que de expuesto , una reformulación de contenidos que conlleva un sesgo
valorativo muy notable, en la línea de lo visto anteriormente sobre el conjunto del
documento. Ver los fragmentos reproducidos en (3) y (4), donde he marcado con
negrita las expresiones que realizan la reanudación anafórica (mientras que las
cursivas proceden del original):
(3) Los Obispos ya Hemos denunciada estas gravas ambigüedades de la cultura
dominante en la Instrucción Pastoral sobre la Familia y la Vida. Pero, por sume
importancia, hemo de recordarlas aquí en sobre líneas fundamentales. Esta ceguera,
ante la importancia social de este problema se Debe ante todo la extensiónde la idea
de que el matrimonio es algo meramente privado, enteramente al arbitrio de los
individuos.
(4) En especial, se debe criticar el endeble de la interpretación del Juicio moral de un
modo meramente emotivista, esto es, que valora algo como bueno o malo Sólo por la
impresión emocional que le causa. Esta concepción debilita profundamente la
Capacidad del hombre para construir super propia existencia Porque otorga la
dirección de super vida en el estado de ánimo del momento, y se vuelve incapáz de dar
razón del Mismo. Este primado operativo del impulso emocional en el interior del
hombre sin otra dirección que sume MISMA intensidad trazo consigo un profundo
temor al futuro y en todo compromiso perdurable. Se la contradicciones que vive un
hombre Cuando se guía Sólo por encima deseos ciegos, sino ver el orden de los
MISMOS, ni la verdad del amor que los fundamenta.
Un presidente ante la prensa
Pasemos ahora a un proceso diferente, que corresponde a heteroreformulacions
intradiscursives, donde un interlocutor reformula las palabras del otro. Sabemos que
estas heteroreformulacions intradiscursives son frecuentes en situaciones como el
habla en eco del la interacción conversacional o varias situaciones de la enseñanza o
de la relación médico / paciente. Pero aquí se trata de casos que presentan una fuerte
tensión dialéctica entre los interlocutores, en el contexto de dos comparecencias de
prensa del presidente en funciones del Gobierno los días inmediatamente posteriores
al atentado del 11M. En la primera (5), se trata de una comparecencia posterior en una
semana en la cita electoral.
(5)
PERIODISTA: ¿Usted cree que hubiera Sido diferente el Resultado electoral si: si se
hubiese demostración al final que era ETA el autor del atentado?
SR. AZNAR: ¿qué está diciéndo? ¿Que hay terrorismos buenos y terrorismos malos?
PERIODISTA: No, simplemente pregunto = si Usted ha valoración: =
SR. AZNAR: = se que se que = es que de esa pregunta solamente se puede deducir esa
CONCLUSIÓN
(Declaraciones 22-mar-2004)
El periodista, en este ejemplo, plantea una pregunta sobre la posibilidad de una
relación causal entre la identificación de los autores del atentado y el resultado
electoral en la opinión, que se solicita, el presidente en funciones. La respuesta del
señor Aznar, que considera hostil la pregunta y se siente incómodo, consiste en una
interrogación que modalizar ligeramente lo que sin duda resulta una
sobreinterpretación, claramente sesgada, del sentido de las palabras del periodista.
Este protesta por la sobreinterpretación, pero después de una secuencia de
solapamiento sostenido, el presidente en funciones le arrebata el turno de habla para
aseverar justificatòriament ( "es que") que su interpretación es la única admisible.
Obviamente, el heteroreformulació es aquí abusiva: una práctica de ejercicio de
desequilibrio de poder discursivo que permite responder a una demanda de
información con otra pregunta, mediante la cual se vehiculan unas deducciones
sesgadas sobre el pensamiento del periodista. La introducción automática de una
referencia léxica al terrorismo o la imposición del turno de habla son indicios que
operan también en esta misma dirección.
El otro ejemplo está tomado de unas declaraciones anteriores, producidas en rueda de
prensa al día siguiente de la fecha del atentado. La tensión del ambiente es alta, como
consecuencia de la reacción anímica de la sociedad española al atentado y también por
las dudas sobre la política informativa del gobierno y la inminencia de la cita de unas
elecciones generales (dos días más tarde ). Las intervenciones del periodista delatan
esta tensión, por las vacilaciones discursivas que observamos en la transcripción de (6)
(hmm, ehhh, pausas, inhal·lació profunda, etc.), mientras que el presidente en
funciones se expresa con seguridad y contundencia.
(6)
PERIODISTA: presidente hmm no se si es el momento (.) Ehhh Probablemente es el
momento de la = xxxx =
SR. AZNAR: = Encima = si Encima Empieza así (.) Me temo que no PERIODISTA: Pero si
me gustaría preguntarle (.) No se si se la última rueda de prensa en que le voy a poder
preguntar esto (..) si se ratifica en Todas las decisiones de política exterior que ha
tomada en los últimos dos años (INHAL·LACIÓ HONDA) sabiendo que ehh bueno la: la
intencionalidad de los asesinos Reducir texto <br> ser distinta Sean Unos u Otros
SR. AZNAR: púas Tiene Usted razón Cuando empezaba sume pregunta diciéndo que no
es el momento (..) es el momento de ocuparse de las cosas que yo he DICHO antes (.)
Muchas gracias a todos y muy buenas tardes
(Rueda de prensa 12 de marzo de 2004)
En esta ocasión, Aznar ejerce una violencia conversacional más notoria todavía. El
periodista formula una serie de consideraciones que son simples condiciones
preparatorias que tratan de minimizar educadamente el coste de la pregunta como
exigencia de información (una exigencia totalmente legítima, por otra parte, en el
contexto institucional de una rueda de prensa). La respuesta del presidente en
funciones, después de una interrupción donde avanza ya una interpretación de la
situación, es la de aparentar una reformulación confirmatoria de la condición
preparatoria que el periodista había enunciado: "púas Tiene Usted razón Cuando
empezaba sume pregunta diciéndo que no es el momento ". La expresión modalizada
del periodista ( "no sé si es ...") que únicamente funciona como mitigación y muestra
de tacto y deferencia, es retomada abusivamente por Aznar como una afirmación de
que él mismo simula corroborar. Al negar en el fondo esta condición preparatoria
(oportunidad o no de la pregunta), algo en lo que consiste el efecto perlocutivo
buscado por su intervención, pretende justificar de manera indirecta y retórica la
denegación de la información solicitada, con una muestra de prepotencia discursiva
difícilmente discutible: si la pregunta era inoportuna, cualquier respuesta es adecuada,
incluso un acto de prepotencia patente con el interlocutor.

Traducciones y apropiaciones
Pongamos atención ahora a un caso muy diferente, donde se puede observar un
proceso de apropiación de un género a través de los años y de las fronteras
lingüísticas, con el resultado de unos notables cambios producidos por efecto de la
recontextualización, que dan un valor radicalmente diferente al discurso final respecto
a su modelo. Se trata de un caso concreto de la historia del catalán y del español: el de
la Rondalla de cuentos, obrita escrita por el fraile dominicano valenciano Lluís Galiana
en la segunda mitad del siglo XVIII (publicada por primera vez en 1768). La pieza,
escrita en la época de más bajo cultivo del catalán literario, constituye, después de
siglos prácticamente carentes de novelística en esta lengua, un intento de novela corta
basada en el modelo de las obritas compuestas a partir del hacinamiento de
proverbios, dichos y frases hechas. El autor quiere así montar un relato ameno y
divertido, a la vez salvar del olvido una serie de modismos de una lengua carente de
cultivo literario en su época y en fuerte conflicto con el español, la lengua vecina y
superpuesta, en el seno de una sociedad bilingüe y que aparecía dotada durante los
siglos inmediatamente anteriores (el XVI y el XVII) de una brillantísima literatura. Por
llevar adelante su cometido, Galiana se siente obligado a legitimar su tarea y dar
pedigree culto a su producto. Con este propósito, recurre a los modelos del barroco
español, que había producido piezas similares como juegos de ingenio en base a la
recopilación de maneras de decir muy idiomáticas. Francisco de Quevedo, en el Cuento
de cuentos, fijó este modelo ya en el siglo XVII y tuvo continuadores. Pero Galiana
imita el modelo -un modelo invocado como coartada- desde unas coordenadas
históricas y lingüísticas muy diferentes: mientras Quevedo depuraba, mediante la burla
sobre los modismos, Galiana recuperaba algunas de las señas de identidad de su
lengua en momentos de decadencia de ésta. Quevedo habla desde la corte y para un
público de corte, desde la médula de un imperio lingüístico. Galiana apropia del
discurso de la obrita jocosa, de la ironía preciosista con los particularismos del español,
y en rehacer este discurso en catalán el recontextualiza: conserva el aroma del
prestigio y la gracia del ingenio, pero su creación tiene, siglo y medio más tarde y en
una lengua que vive las horas más bajas, una significación nueva, que es la de la
voluntad de conservación de la memoria productiva, la del enriquecimiento del archivo
del que dispondrán los hablantes futuros.
Algo parecido podemos decir de la mera traducción interlingüística. El conocido libro
de Mona Baker sobre la traducción lleva como título precisamente In other words, en
referencia a la operación de rewording o reformulación que, para esta autora, se
encuentra en la base de las maniobras de la actividad traductora. Ahora bien, en decir
las cosas de otra manera y, además, en otra lengua, implica un proceso de
recontextualización global: un discurso que se apropia de otro y el reubica en unas
nuevas coordenadas (de lengua, de cultura y menudo de época diferente).
Intento de sistematittzació
A lo largo de este recorrido hemos encontrado ilustraciones de la mayor parte de las
modalidades de equivalencias semánticas posibles, con los correspondientes tipos de
estructuras y de procesos, tal como se puede exponer en el siguiente cuadro: Dejando
de lado ahora la fila superior, que correspondería a la relación con las semióticas no
verbales, encontramos la organización del campo nocional de las equivalencias
semánticas de tipo intra- e inter-lingüístico. Las estructuras correspondientes a las
equivalencias en el seno de una sola lengua se integrarían en una estilística sistemática
de esta lengua, metro que en el otro caso corresponderían a la lingüística contrastiva.
En la columna central encontramos los procesos interdiscursius, que pueden situarse
en el plano interlingüístico (práctica de la traducción) o en el intralingüística, donde se
produce un flujo entre tipos de discursos o géneros, como hemos examinado en
cuanto a la divulgación periodística de los avances científicos. También hemos visto
algún ejemplo de texto bilingüe (aquí habría también considerar la alternancia de
códigos en la conversación o code switching, que puede vehicular importantes
significados sociales y comunicativos, como ha estudiado la etnografía de la
comunicación). Y encontramos finalmente los procesos intradiscursius como la
anaforització y la reformulación de diversos tipos.
Y otros cambios por el estilo
Hemos encontrado también, a lo largo de los comentarios de los ejemplos propuestos,
una serie de recursos de estilo. La recopilación y la descripción sistemática en el marco
de la lengua sería, sin duda, útil para la ACD. Y debería hacerse desde una perspectiva
pluriteorètica, Setrataría de un cuadro de conjunto de los puntos nodales de la
variación funcional: aquellas estructuras lingüísticas donde la lengua ofrece diversas
posibilidades de realización y donde la opción entre las alternativas está
funcionalmente marcada (en relación con diferentes registros, géneros, etc.). De
acuerdo con el punto de vista que he presentado, la variación lingüística tiende a
funcionalizar, a depender de unos modelos contextuales que dejan poco espacio a la
"inocencia" de la libre variación y en cambio se cargan de significación social y
ideológica (Salvador, 2003).
La empresa de una estilística sistemática de una lengua es ardua. En todo caso,
requiere una actitud pluriteorètica, de integración (o de aprovechamiento
instrumental) de diversas teorías lingüísticas en la medida en que cada una puede ser
eficaz para el tratamiento de determinado tipo de estructuras: el funcionalismo
sistémico, por supuesto, pero también el funcionalismo americano, la Teoría de la
Argumentación en la Lengua, el análisis de la conversación o el análisis del Discurso en
la línea de la lingüística de la enunciación tal como lo aplica por ejemplo Dominique
Maingueneau. No es posible en el marco de esta ponencia ni siquiera hacer una
relación de las principales estructuras rentables para la variación estilística, que serían
de utilidad para el análisis fina llevada a cabo por el ACD. Sólo veremos una
enumeración provisional de zonas a modo de ilustración, y presentada a modo de
esquema, donde se incluyen algunos de los mecanismos que se han exemplicat aquí
mismo:
-Semàntica Léxica: valores eufóricos y disfóricos, tópicos asociados con el léxico -
Metaforització
-Metaforització Gramatical (especialmente, la nominalización semántica) -
Anaforització
Formas gramaticalitzades de cortesía
-Modalització, Evidencialitat y responsabilidad
-Marcador Discursivos (incluidos los conectores textuales)
-discurso Prefabricado: proverbios, clichés, locuciones, colocaciones ... -Progressió
temática y flujo informativo
-Valores Semanticopragmàtics del sistema verbal
-Definització Los sintagmas nominales
-etc.
Habría, sin embargo, hacer unas observaciones antes de concluir estas palabras sobre
el análisis del estilo -o más exactamente, de los estilos, porque sólo en la pluralidad
contrastada es donde cobra valor interpretativo la elección estilística. Una primera
observación consiste en recordar que los hechos de estilo, sin necesidad de
considerarse como variedades en el sentido fuerte del término, se organizan en haces,
establecen concurrencias o solidaridades en función de los diferentes tipos de discurso
(registros, géneros, etc. ) que son socialmente reconocidos como convenciones. Hay,
así, unos rasgos propios del estilo convencional de una conversación informal, de una
carta de negocios, de una alocución televisada del jefe del estado, de una noticia
periodística ... Se debe tener bien presente, que a pesar del atomismo propiciado
menudo por la metodología analítica, los rasgos de estilo estudiados aparecen
federados en constelaciones básicamente reconeixeibles por hábito convencional,
socialmente significativas. (Sandig & Selting 2000). En segundo lugar, hay que precisar
también que los estilos se interpretan y se negocian durante las interacciones, en
función de unos modelos contextuales dinámicos, por lo que los patrones de partida
pueden ser diferentes para cada interlocutor, no compartidos, lo que puede dar lugar
a malentendidos, a reinterpretaciones o negociaciones por las que se modifique el
posicionamiento (footing) y las opciones estilísticas de los participantes en la
interacción.
coda
Termina aquí el periplo por los juegos de equivalencias y diferencias que conlleva este
panorama de las estructuras y los procesos del discurso. El propósito que ha guiado
estas reflexiones es el de afilar las herramientas del estudio del estilo -una especie de
pragmaestilística- y esprovar tentativamente la fecundidad de su aplicación a un
análisis del discurso compatible con el marco de referencias teóricas y metodológicas
de la ACD, así como de la agenda de problemas que esta corriente propone. El hilo
conductor, a partir de la ironía del aforismo inicial, nos ha llevado a las
reformulaciones, las técnicas de una heterogeneidad discursiva patente y otros
cambios aparentemente superficiales (es decir, de estilo, por el estilo) sin embargo,
pueden transformar el sentido comunicativo y comunicativo de los discursos. Decir las
cosas de otra manera puede llevar a presentarlas de forma diferente y, en última
instancia decir cosas diferentes. Incluso, como hemos tenido ocasión de comprobarlo,
puede conllevar hacer actos lingüísticos diferentes o contradictorios, contrafer o
neutralizar las acciones de los demás. La conciencia crítica debe estar atenta respecto
estas triquiñuelas retóricas como una medida de higiene social. Los intentos de refinar
las herramientas que permiten describir todos estos procedimientos son sin duda un
paso previo para la difusión y la implantación social de estas prácticas críticas.

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