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Estos son los 5 santos más

venerados de Rusia
CULTURA
DIC. 25, 2017
ANNA POPOVA

Legion Media
 515





La Iglesia Ortodoxa Rusa venera a más de cinco
mil santos. Russia Beyond presenta los más
populares
1. Borís y Gleb
Dominio público
Los hijos de Vladímir el Grande, bautistas de la antigua Rus, Borís y
Gleb fueron los primeros santos rusos. Nacidos no mucho antes de que
Rus aceptara la ortodoxia, se criaron en la fe cristiana y cuando fueron
bautizados, tomaron los nombres de Román y David. Ellos gobernaron
los reinos que les había legado su padre: Bóris en Rostov, Gleb en
Múrom. Cuando el Príncipe Vladímir murió, el mayor de los hermanos,
Sviatopolk, se proclamó Gran Príncipe y ocupó el trono. Y aunque
ni Borís ni Gleb lo reclamaron ni quisieron librar una guerra encarnizada
con su hermano, Sviatopolk los temía, por lo que ordenó que los
mataran. Después de su muerte, Borís y Gleb fueron canonizados en los
siglos XI-XII como “portadores de la pasión” por la hazaña de resistir al
mal. Fueron venerados como sanadores y muchos milagros tuvieron
lugar junto a su tumba. Con el tiempo fueron percibidos como los
protectores celestiales de Rusia.
2. San Juan de Kronstadt
Dominio público
Juan de Kronstadt fue canonizado recientemente, en 1990. Sus
antepasados habían sido sacerdotes durante más de tres siglos y su vida
estaba ligada a Kronstadt. Cuando era estudiante en la Academia
Teológica de San Petersburgo, Juan tuvo un sueño en el que llevaba a
cabo un servicio religioso en la Catedral de San Andrés de Kronstadt.
Cuando se le ofreció el casarse con la hija del superior de esta catedral,
aceptó de inmediato. El padre Juan se hizo famoso por sus intensos
sermones y su apoyo espiritual y material al pueblo. Pronto todo el país
lo conoció y la Catedral de San Andrés sería constantemente visitada por
sus admiradores y por quienes esperaban un milagro. Estaba listo para
escuchar a cualquiera, para ayudar a cualquiera. A menudo, las misas y
otras ceremonias religiosas duraban todo el día, hasta bien entrada la
noche, y el padre Juan descansaba solo unas pocas horas. Fue él quien se
convirtió en fiero oponente de León Tolstói, convencido de que el
escritor estaba corrompiendo la moralidad y su enseñanza distorsionaba
los cimientos de la fe cristiana. El padre Juan también fue muy respetado
entre los miembros de la realeza. Permaneció en Livadia, en Crimea,
junto al emperador Alejandro III durante sus últimos días.
3. Sergio de Rádonezh
Simon Ushakov
Los admiradores de la pintura rusa están familiarizados con su rostro: el
célebre pintor Mijaíl Nésterov dedicó 15 obras al santo, incluida
la Visión de la Juventud de Bartolomé.
Escogiendo una vida monástica, Sergio eventualmente se convirtió en un
ermitaño y, con su hermano, estableció los primeros cimientos de la
Iglesia de la Trinidad, justo al lado de su celda. Hoy la iglesia es parte
del monasterio de la Trinidady San Sergio en Sérguiev Posad, cerca de
Moscú. Según los relatos religiosos, hizo milagros: sanó a los enfermos y
resucitó a los muertos. Se considera que la mayoría de los santos rusos de
los siglos XIV-XV fueron discípulos de Sergio de Rádonezh. Sus
reliquias fueron cuidadosamente preservadas y protegidas: cuando
Napoleón ocupó Moscú, se escondieron monasterios lejos de la capital.
Sergio de Rádonezh fue el primer santo ortodoxo al que se le permitió
ser venerado en el catolicismo.
4. Xenia de San Petersburgo
Eleon
La gente comenzó a hablar sobre la Beata Xenia en la década de 1840. Se
considera que se convirtió en una "loca por Cristo" después de la muerte
de su marido, el cantante de la corte Andréi Petrov. Ella entregó sus
pertenencias a los pobres y comenzó a vagar por las calles de San
Petersburgo. Repartía las limosnas que recibía y rechazaba los regalos
caros. Vestía blusas y faldas rojas y verdes y afirmaba que su esposo está
vivo y ella muerta. La bendición de Xenia traía suerte, por lo que era
invitada a las casas privadas solo para que ella les desease buenos hijos y
venturosos matrimonios. Fue canonizada en 1988. En 2017, el Museo del
Hermitage hizo público el que quizás sea el único retrato de Xenia
pintado durante su vida.
5. Beata Matrona de Moscú
Dominio público

Los milagros acompañaron a Matrona incluso antes de que ella naciera.


Cuando su madre decidió que, después del nacimiento de su bebé, lo
dejaría en un orfanato, un pájaro blanco ciego pero con rostro humano se
le apareció en un sueño. La mujer pensó que esto era una señal divina y
decidió no abandonar al bebé. La niña nació sin ojos y tenía una
protuberancia en el pecho que parecía una cruz. En su niñez, Matrona
estaba rodeada de santos: sus compañeros no socializaban con ella y se
burlaban de ella por su ceguera, así que jugaba con íconos, confiándoles
sus pensamientos. Cuando se hizo adulta, Matrona hizo viajes con sus
amigos a lugares sagrados. Visitó la Catedral de San Andrés en
Kronstadt, donde el padre Juan la llamó “el octavo pilar de Rusia”.
Toda su vida, Matrona recibió personas a las que aconsejó y sanó. Hay
una leyenda que afirma que una vez fue visitada por Iósif Stalin. Ella
murió en 1952. En 1999 fue canonizada como una santa venerada
localmente. Hoy sus reliquias se guardan en el Convento del Velo
Protector de Nuestra Señora de Moscú. Todos los días la visitan personas
que buscan su ayuda, protección y curación.

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