Está en la página 1de 3

Trump y Macri

Por José Pablo Feinmann

En Singapur se reunieron finalmente el presidente de EE.UU. y el líder de


Corea del Norte. Entraron desde lugares opuestos, en un salón cubierto
por banderas de los dos países, caminaron uno hacia el otro y se dieron
la mano. El presidente Donald Trump luciendo, como habitualmente lo
hace, su corbata colorada, pidió al líder coreano la desnuclearización de
Corea del Norte. Kim Jong Un le pidió que retirara sus tropas de la
frontera de Corea del Sur. Debió pedirle la desnuclearización de EE.UU.
y seguramente habrá pensado en hacerlo. ¿Por qué EEUU tiene derecho
al poder nuclear y sus oponentes no? Cierta vez, Rafael Correa dijo que
EE.UU. le había pedido instalar una base en Ecuador y él –sin duda
para sorpresa de la diplomacia norteamericana– respondió que cedería a
esa petición si EE.UU. le permitía instalar una base ecuatoriana en su
territorio. O las naciones tienen iguales derechos o la democracia
internacional no existe.

Corea del Norte no ha cejado en su empeño nuclear. Forma parte del


proyecto nacional más primario de esa nación. Kim Jong Un le habrá
dicho a Trump lo que éste quería escuchar, pero en el arte de la
diplomacia la mentira o la velada verdad son partes esenciales de ese
oficio. Corea del Norte sabe que sólo su proyecto armamentista es el que
la ubica entre las más temidas naciones del mundo. Tiene, además, el
respaldo de Putin. Quien está más fuerte que nunca y acaba de lucirse
con la realización de un impecable mundial de futbol. Porque este
mundial lo ganó Francia en el terreno del fútbol, pero lo ganó Rusia en la
capitalización política. Putin exhibió un país rico, ordenado, generoso. Y
exhibió, además, un semblante amable, confiado.

Se ha restablecido así una nueva cara de la Guerra Fría. EE.UU.


descuidó a NorCorea por su entrega obsesiva a la lucha contra el
terrorismo islámico. Se desgastó en Irak y todo su aparato bélico y
propagandístico fue destinado a la lucha contra lo que llamaron el Mal.
Subrepticia y tenazmente, Corea del Norte creció. La dinastía de los Kim
no se detuvo y el heredero Kim Jong Un nuclearizó el país. EE.UU. y
Corea tienen detrás nada menos que una guerra irresuelta. Corea no es
Vietnam, que hoy está unido y exporta su producción al Imperio. Corea
tiene, por si fuera poco, muy buenas relaciones con la China del pujante
capitalismo autoritario. Así las cosas, EE.UU. se encuentra
comprometido en dos guerras. Una es la fría que sostiene con Rusia,
Corea del Norte y China, y la otra es la caliente que sostiene con el
oriente islámico.

Trump tiene una oposición decidida y multitudinaria. Como Macri en


Argentina. Toda la clase artística e intelectual de EE.UU. ataca a Trump y
se burla de él. Se han hecho famosas las caracterizaciones de Alec
Baldwin, las burlas de Bill Maher y Michael Moore, el desdén de Hillary
Clinton en el show de Graham Norton, los sarcasmos de Meryl Streep,
los de Jimmy Fallon. Trump sigue adelante pero se lo ve deteriorado. Sin
embargo no apela a gestos desmesurados como Macri en Argentina. O
sea, ni siquiera Trump, que es un personaje arbitrario, cae en los
excesos del macrismo.

¿Qué pasa con Macri y su aparato político-judicial? Tratan de oscurecer


el desmadre de la economía, el alza de los precios, de las tarifas (¡ya no
hay gas ni para suicidarse!), la trepada del dólar, con un show mediático-
judicial irritante y farsesco. Tienen miedo de perder las próximas
elecciones y empezaron su campaña electoral ya mismo. Se deberá ver
en la cuestión de los cuadernos “Gloria” una maniobra para ensuciar al
oponente. “Calumnien, calumnien, siempre algo queda”.

Macri cuenta con un apoyo mediático del que ni Trump puede jactarse.
Pero los escándalos que su poder desata ofrecen la imagen de un país
no confiable. Si toda esa basura corrupta fue el kirchnerismo, ¿no le dice
eso a los inversores extranjeros que ésa es la manera de gobernar en la
Argentina y que ningún gobierno será confiable? ¿Son tontos los
inversores? ¿No advierten que se trata de una maniobra preelectoral?
¿Tanto miedo tiene este gobierno que tanto persigue a sus opositores?
Todos los escándalos que destapa el macrismo aumentan el riesgo país.
¡Las cosas que pasan en la Argentina!, dicen los cautelosos inversores.
Y concluyen: es riesgoso invertir en ese país.

Ganaron con la ley del aborto, pero es indisimulable que la movilización


contra esa ley fue tan multitudinaria que abre esperanzas. No podrán
frenar mucho tiempo más lo que está decidido por la mayoría de la
sociedad. Alguna vez la cuestión no se resolverá en el ámbito jurásico
del Senado sino que se hará un plebiscito y ahí triunfará la verdadera
defensa de la vida, que es la de la madre, la del ser consciente que
decide en libertad sobre su cuerpo.

También podría gustarte