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\1D,\ Y ¡IJ¡\1'[S 25r
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h ex|eriencix e¡ su ltn.:"ir.¡c Zcitun!,, ct]¡llc¡ó de que se conocieron en paris empe¿a¡on a cohborar enrre si, y
lreit,r¿s dc
de clc-.ticrro (le Xfarx. se Iue a Prris, d,:,nde, a lines
uno (lc Ios fiIlos inlpoftrnles .le esr colabo.r(nnr tuc L¿ ;r.¿¡tli.
la larga erepa
(lc 1813, sc hiro cargo .le 1¿ (lúección dcl Dcldsch'franzósisclLe lin i!¿tut1lur, esrrl.lio criiico de la tilosotí.r alix¡¡xoa, cl|l que to:r
aurores aliinlaban tcs hllbia tibr¿cto dcti¡ililam.nrc (te1 i.l¿alisnlo
l.Lhtbi¡h¿t, dcl cuat no apa¡cció más quc un nítneLo, que con'
re¡ria dos r¡ticulos importantes, uro sobre l¿ cueslión jud;¡ y el
hcgcliaxoj l,rarx abandonó Rruselxs rn lBtS y regresó a r\teÍra_
otro crf, una criticn de la tilosolia del derecho dc Hegcl trstc xijl pra.romar ¡arte ¡(riv¿ (n Ia reiduc;ón á" n.,-
úlLilno .ontiene una clc Lis cxposi.iones más cl¡ras de la tcorl¿
r, , 'ñ.1, r,r vo. tr-, 1., n, r . Én t..0, I .,., "iqu"t ";" ,,,r
n;r,r.ne..o
pl ¡( . ú ,r¡ ,¡. ,l ,\. 1\l.r¡ ,'. .l tr ,te m,, ñ LI" t8ó:.
(le lx hisrorix, de Ix lucha de cl.tscs v de la natureleza dc la revo' (,i. e\ r:r,,. c,"I5 i,,,. Ir:i, jn,ti.r . nrp\ ¡o.nprj,.,,on en
hLcniü (tue puedr eDco trarsc c¡ todos los cscritos de Nlarx- Ha- ,orr nl;.,i¡ ,lt ,.¡ t o¡,¿n. rp\I,,ú.:, J pro j. r,nn fn ,n.,ú l<l
l3t7
bh rlc Ia ünnin inminen¡c de Ia lilorctii alemanr y dcl socialismo Jr,,..'u.-'rr.." 'iI.r,..1, l. r,!ñ ,:.. .1,.,,,,i.,, ¡, ¿1ir; /o
tranfus, dc 1¡ filosofía como c¡beza de la rcvolución y d""l Prole
Co,¿¿nirt¿, es.riro cn c.r;rboración con l_rgcjs, quc presc¡rabr t¿
tariaclo como Úr¡,órl de l¡ misma. [s un anllisis que rctleia cla-
üÍrc,nc el ¡rdor juvcnil dcl profio lfarx, 1u búsquedx de uIl t.oria y el proF¡ama de Ia Lig¡ Uomunisl¡, .n t,o"-
cl¡cs cn 1847. Los dos años sisui.Ites los clcrLicrt ".grni^ao
crsi por com_
creLl¡ nrre'o, tan rtri.r de muiho; de l<x intelectualcs jólenes de
plero r ¡iab¡jos lxr.io(thri.os, p'.,:s r,n 1,,ni,, ctc 18,18 haljie empc-
{nx ¡.lcnlxnia quc estaba salierldo cnton.cs de la et¡p¿ Prec¿ z¡{lo ¡ edita¡ en Colonia 1¡ N cu C,a.¿ttt tlel Rin. Ai cst¿blecei.se
l, '.l. ,. \ . ,1. o,'. r.p .,,,.1 o .l' lo lrre d,-¡,.r ' r.r i ó
,r
i,'
, 1.r .rr o.l, llJ \..,¡.,,1. .' ., i'o',1', i'rl '1"'¿rrru en Lo)rdrcs, N.Ia¡x cÚpezó a ejtu(tiar ccono ía poliriLa (te un
'1. ¡¡¡do sisreur,,llic¡r. Sus j¡vesrigrciorlcs en cl Museo Brir:inico t<)
]x lxnrrsii \ cl i(l.¡lismo.le sr jurentud.
La l]ersccuci.in del sobierrrc prusirno reb.rsó las frontcr¡s rlc tamiliarizaron con los fr¡nd¿,tores de 1a econoürir.liisi.a. v sobrc
Lrs Las$. q¡re ellos suri¡ron cmpez/r a k.v.inr¡r su p,op;"'teor;a.
mrnas y couiquió que llarx luera exPulsado de Paris. A PI'¡.!
I,,,,il'l, n, r,..t,,,Ai,r,,un,, r¡ .u,ia,,. 1 ,,n *
I)ios de lsl:) so traslldó .t BLuselas, pero anteriormenie hxirirn
c¡cu¡rido dos r.ontccim;enlos il11portrnres, rcl¡cionados enlre si.
i ri¡ r,,i. lr.,.,:i.
\.. n¡ r1,. t." ri,ir.r. ón ,n ,o, ",on,.,.I.li"n..,. ,t"
\txl\ s,i hrbi¡ ;nt€resa(lo por l¡ cconomia potitn:a (sLr Plimerx l.¡ i1,,,,., ,li,¡n,, n.,i¡ni r,".. ..tr,, i¡rDo¡rJnrc tát.,
oh¡¡ extensr (L.conorrir, que olece muchxs huell¡s de sus an- .o¡io cl I1 diccio¡:lb Btunario'.",. tlt r.uit BonapalLc (1852) y l.¿
re.t(lenres tilos.irli.os. no ha estado a nucstr¡ disposició¡ si¡o müI !tu.rn .;!i L.,t Ittúú ut ¿" 187l (public¡(ta innte¿ti,riamen&j rtespu¿s
rc.ientenrcnte),1 -r conoció a alguicn que est¡ba llirmado a scr de la Corrr¡na.le Paris). I'cro dcsde nucrro punro de v;sta, los
alnigo y colabolr,lor suyo por el iesto de su vida: ¡e.]eri.o Ing.ls ',ri,,, rr.i :'nJ, j'. nr, . dc \t.,.x .n rl.r.t l¡ r'o.to -,, 1,,, e.on.t.
lngrl§ pertenccjr a uná tamilia burgucsa dc le Relrania, esia' f¡i,o. I¡ l8 r' f,,,l.li,ó u r ,.'r,.o tr t.) ,,t,.-,1.i ta-.- .o. ,t a
blc.id¿ d. a¡ii:irb en Ingletcrr¡- Sü padrc err tabricrnrc (le tex' m¡¡icne d g(Yrtr( n de El Cah;tal. Us orrtrle, sobre roao, porcjue
tiles, ) €l misn¡o ¡-e(lcrico cntró en el nr:goi:io de lx familia, ill contieDe l¿ ri¡i.x c\posición sis¡emrírica de ta teori¡ ¡nonetaiia
.1, \l ,,\ , o r' ,l e ..1", rÁ t,,. r ,,^i fn l¡,,7 ¡f.,...i/, cl
tirnr [nner¡ v ElrRcls, que tcníx L¡ná hi]¡ndcrix de algodótt ctt r, l -r ,.,1 ,'r"'l ,l¡ I t "i t,t lo. .,I'. \,,trtn"nF. ,, 1", obr,,
tr{¡nlheskr. Conoci¡ la econonín política clásica ingles¡ y habia
ll, r. l ",rL.,,i'i,.r r- l¡ mi m q,re le.otJujo a,a,l-,,1o\ un la is impotr!nre dcl arrro¡, o aparecicron en virli1 de ¿src, sino
Pr,
'u. iml'1i,.. iorrc' lol.ti,c'. r' 'os de lrrrirrir l ll.cienr.nenL. \. tir arg!mcntarlo rl(. u¡ ú!r)(lo co¡vi¡(rnrc
(1e Xfrrx §ol)re la {ilosofi¿ hegcli¡r)a. La h¡hia expüesto en un
.nsn r yrL.c cl .orr¿nido '1.ar.ri,li$a,.o .,idcai¡t¡ .tc la til¡otix !tre la dis
nxñisa
l ¡i:!c rrticrto, tJürris$ iu¡ liritik ¡eI Natjonalijkonomic', qL'e L, l'. . . ,t,,,.. .r,rr, r ., I - o.-_... I
Nlarx hahix pulrlica(lo en el D.L¿tscLlr.tnzísische lahtbiicher' Dcs' '':-.., L t r :,,,,,,l.-
§IaN rcr,:.io,rl ri¡rl(rtxmoÍc (."rrr Lrr..n.Lusn,j.5.of\.r\r{t.ü\.1. H.-et
.or .l ¡ilr'lo de óL.nomn.h t|iloúPhn.)re Ml¡üriPre' .n .t,.i.,
' \c .. nt)lx(in .¡ lirc errrtrr .rx rrxr.:rix .on¡J tiol\oli) h.rr¿lixn¡ ,,Jorjr. sus
^p.i,'r,
tvüa t)t'd\!aúrilr:, !o1. ni, F¡rtc I puirli.ldrs por.l r¡st,rro Mxx
tit¡..l:
tir!rl5.Lciin, dt 11o\.ú. orrx .,li.i&r @n u¡¡ ir'rro.lur.nn, n'Lc¡.ra'rn ) l" "'| ,, r.o,. ,^" f'i. .,,
.oor.nrlior qrc .ontic¡Q ol,hra(ini.s Do r.{rprrhl¡\ p¡a los 'ri.nJ" .s:
l(, Nlrrr, D., Hiitoii:.t. ¡tariritt¡"t)r, edi S. Lan¡nn¡., l J. r NrrY.r. ,.1 .r, ro,.,, j,p¡¡..,.¡¡..n\,L,r.
1r!r:i!l
t.,,,',,,tr,.,,,..,
-r
¿a') I\IARX
MÉTODO !53
qne hubo de publicarlos Engels: en 1835 apareció el segundo y
en 1394 el terrero. [l currto, que se d¡vide en ues parres y con- en un arma¿ón so(iológico par¿ sus reortas €conómicas: lx inter:-
ti€ne un, e\posic;ón de la hirroria de las do rinas económicas, prerrc¡ón eronómi(? de ta hisroria y la doctrin, de ta luchr de
tue edirado po¡ Kar¡ Kaurski después de I¿ muerrc de Engeh. cl¿5ts. Trr.rLién sl¡bsirió .iera predilección por tas for.mutaciones
Ap?rec¡ó en IC04 l0 (on el rl¡lulo Th?n?n üb"r d¿n ¡tl.hruert. dialétti, rs. pero serián su5 seguidorcs quienis resuciL¡rian , ¿m-
La exporición de la vida y obra de l\,ar\ riene que se,. ne¿esa- plirriaD enos elemFntos tilosóticos en efsisrema llamádo del ,,rn¿-
. rearialismo dialé,riio". si.rema p¡rricuhrmenrc adecuado Dara las
rr¿mente¡ breve¡ pero puede servir de fondo a lus docrrina§. Pata
comprenderl¿s. Lenemos que conocer rodas las tuer;as que ejer- ne.esidaLles caruisricas dc Ia polrica absotu(i,ra, y que io ri"ne
uieron intluenci¡ sobre Marx- Eb ló oue comierne a las circune nada qrrc ver ,on Ia tato.¿.ión de ta obra de M;x .omo econo
rancj¿s e(onóm;cas y poliricas, hemos áe re.o.dr. que Marx vivió misra polírico, no obstante las refer.encias ocasionales aI mismo
en una época efi que Alemania iba satiendo de un estado de que se encuenlla-n en sus propios escritos,
arr¿"o cconómi(o y de reacci¿n politica pa.a incorpor¡rse a sus
vecinos de Oclidente como un¿ democracia crpiralis¡a. Lo rardio
de esa evoltrción permitió a M¡¡x observa¡ el desalTollo de AIe- 2. MÉroDo
mania cont.a el tondo de la nueva sociedad establecida ya en otras
potter. Toda la experiencia del indusuiatismo inglds y del sindi- En eI prefacio de l¿ Crltica ¿te la econom.la potl¡i¿¿, el mismo Marx
c¿li\mo que hrbfa producido,;rsi (omo l¿ de la, Iu(has polrricas nos dice cómo fue impulsado a estudia¡ la estructu¡a económica ¿le
posrevoluciona¡ias de liráncia, le si¡vieron de i¡spimción y de la so.iedad .apitalisra. Una de las razones fi¡e la necesidad de ¿le_
foDdo sobre el cual inrcrpret:rr los (onnic¡os sociales y poliri.os de finir sL¡ actitud anre ll ,ontrovcrs¡a política de la época, que tenia
la misma Alemania. un conrenido económ;co. l,x otra fue su deseo di explicar, me_
El uril;tarismo y el primer sociatismo inglés, el pensamiento dixnte.h crili.a de tá_Iitosoth potlrica y juridica hegetia¡a, 106
so.i¡lista [ranc¿s y los comienzos del ¡ad¡catismo atemán ¡nsp¡ra. dctermlnanres de las diferentes lormas del éstado y de-las instiru-
ror la juventud de Marx. Respiraba un aire lleÍo de dircusión ciones juridicas. Llegó a Ia conctusión de que tas úíces de estas rc
polilica. Todos 106 ióvenes int€lec(uales ron quienes eniró en enconrraban en Io que él IIamó l¡ suma iotal de las condiciones
relzción d;scutian los problemas de la em¡ncipación política. El materiales de la v;da so.ial. De esta conclusión detivó Ios dos ele-
republicanismo, la democracia constirucional, la libe¡rad de pen- mentos que (onsritulen la basc sociolópica de su análisis ecotrd
samiento y de prensá er¿n los teñas del dia, como lo habian sido mico: la inrerpreráción económica de la-histo¡ia v l¡ tcoria de lae
en Francia e Inglaterra hacl¡ mtls de un siglo. clases y de la lucha de las misrnas, Como estas'¿los docrrinas se
Pero quienes discuti;rn €$ras cuesriones eran lilósofos. Las solu- han (on_verrido en parres de un dogma poliriro fierámenre .lefen-
rione. que se ofrcclan rcntun que exfl;carse de algún modo en d,do y l¡eramenic a'¿.¡do, ro es tácil, sin vcrse envuelro en ba-
rerm;no\ de I¡ tilosotla del dia: Aquf esul la se8undá inlluencia talhs do(rriD¡le\. tormLrirrlas de unir manera comprenrible y ser-
poJerosa tue recibió Marx. L¡ f;losolf, hegelianJ aspirrba a una saÉ Por lo ránro, et brere rFsumen que situe se'ariene roáo Io
conrepción comprcnslva y dinámicr de la socieda.t medi¡nte eI posiLle a.lá.tocmuld.ión del propio Mirx, jun ¡ (orrr de pcrd.r
uso del mérodo dialécrico. Miñ se inrereró por lr, feyes del mo- algo dc cl¡r.idad. Xfás ¡r¡de veremos en qué medida puede áecir,e
vimienlo de l¡ sociedad, Dor 16 priocipios que determinrn lo3 que esras ideas LFng"n val:der aparte dei objetivo pJrricular prra
¡rmbios so(irles. Rechei'et cons"rvad uiismo 'd e Hegelt sostuvo el curl las formuló el mismo lvlarx-
que era producro de su idealismo, y rrató de.o¡rservrr la d¡al¿c. El hombre, dice Marx. es un producror social de sus ¡nedios de
tiii hegeliana, aunque infundiéndoÍe los t¿.rores e(onómios que subsisren.i¡. Lr producc;ón social ¡mptica (ierras rrhciones sc
é¡ consideraba cad? vez más tols úni¿os dererminanres de los cam- crales ruyo Grácrer dependerá del $ado de desarrollo de las
bios sociales. Iuerras producrivrs dc la sociedád. Esas relaciones sociales cons¡i-
trs dudoso que cuando Marx abordó el esrudio de la economia tuyen la estructura económica de la sociedad, sobre la cual se
politica clásica haya inttuido en ét las docrriras lilosóficas que construye una superest¡ucrüra de insdluciones poliricas y jurídi-
suitentaba en su juvenrüd. l,o que subsistió de ellas se convirtió cas, de ¡deas y modo dF pcnsar¡ que reflcjan, cn' úlrim, ií,líancia,
la esrrudura e.onómiLa exisrente, para comprender esá, jnriru_
.rr_-
M¡i,I'ODO 25ú
25.1 ÑIARX
túarx aplica esta filosofia de ¡a historia al capialismo, y es el
ciones e ideas en su Iorma ex¡stente y en sus caúbios consÉnte! modo pa' ú.ulár de apli(ar lo to que le dis¡ingue r;n má,( adámenre
hay que estudiar la esüuctura económic¿ que les ha dado naci- hasra de los e.onoorisr¡.s ctás¡(os-que habian- susrenrado opiniones
mienro. La ecoflomia polirica es el esrudio de la anatomia de la no muy dilerenres acert¡ de Ia ev;tución social prev;a. Mlrx con-
sociedad, es decir, de las rclaciones sociales de poducción que sidera el capital¡mo no como un orden social inJutabs sino como
constituyen el sistemr econórnico. un edábón de una (adcna. No esú dispuesto a a,eptar como saoo
Esta atirmación, dice M¡rx, señala a la vez el principio fun- sánras Iás relaciones de propiedrd exiitenres, b¡se de la soLiedad
d¿mental de la sociedad y Lr contradicciótr a é1 i¡herenle, que es capiralista, sino que las consi(lera tan üansirorias como las que
la causa de los cambios sociales. EI principio es la relación social pertenecen al pasado_ Esra acrirud crtrica, más quc ninguna oira
en que entran los hombres para los fines de la producción social, cosx, es el rasgo disrinrivo del anrilisis e< onóm ico'marxisi¿.a
relación que es ap¡opiad-a a un desarrollo dado de la capacidrd Si el capiralismo esrá sujero a .ambio, ¿cuál es la fuerza motriz
productiu. fl permi¡e a la socied¿d emplear al máximo esas ca- de ese cambio? Segun esta filosofJa de la histori¿, habrá cte se¡ al-
paciJ¡Je" proLluct-iv.rs y aumentarl¡s: pero es'e aumenro mirmo guna conr¡adicción inhercnte al sistenra la que produzca el co¡tlicro,
de las capacidades productivas las hace entmr en co¡Ilicto con la el movimiento y el cambio. Incumbe a tiecánomia polirica, dice
relación social que habl¿n creado. La relación se hace inadecua- Marx, descubri¡ esa conr¡adicción. La conrradicción Élri., ¿.t cn_
da: en vez de ayudar a la plena utiliración de la capacidad det pitalismo es el cariicrer cada vez rDás social y cooperarivo de la
del hombre p¿ra producir y reproducir todas sus condiciones ma- producción que hacen inevirable las nuevas fueizas pioductivas que
leriales de vida, empieza a impedirla, y tarde o tempra¡o los la humanidad ¡rosee y la propiedad individual di 106 roedios de
homb'es moditicrrjn esa rel¡ción social pará perrnirir que las producción. Esra conl¡ad;(ción se pone de man¡l¡esro en l¡ exis_
ulpacidáde! product¡vas, .¡da vez mayores, encuentren (ámPo ade_ ten.i, Je dos (lrser, capiral¡r3s y oÜreros, la una dueña de los me-
cuado. frs instituciones pol.iticas y ju¡Idicas tendrán que cambiar, dios de produ..ión ( de ta¡ condiiiones materi¡tes de Ia produ(.ión),
y Io mismo tas ideas. Asl pues, eI cambic socjal implica en cierta la oúa dueña únicamenre de su fuerza de trabajo
fase una revolución politica para coúpletar la evolución preceden-
0os;cdios para
poner en marcha la prodücción). Este antagonismo inevitable tiene
te: Iá abotición de r¡na esrructura poliri.a existente para sustituirla por consecuencia la lucha enrre las dos clises cuvos inrereses son
por olla más apropiada al nuevo or¡]cn e.onómi,o. incompáribles. La lu,ha enrre capital y fuer/a dá trabajo, consc.
tr{arx sostenia que ¡as rclaciones de producción en sociedad pue- cuencia del anÉeon;\mo inhelenre a ia organización sáriaj pro-
den deciñe que consisten, en esencia, en la distribución de los ductiva, toma muchas fomas, la más amplia de las cuales ei la
miembros de la sociedad en ¡elació¡ ron la propicdad de los meclios pollri(a. Prra Marx fue elemcnro esenciaj de Ia a(tividdd Doli-
materiales de prodncción. In términos juridicos, es una relación reila, .enrro de sus inrere"e\, el esrudio de l¿ cyru.rura c.orómi.,
de propiedrd. Cuando existe propiedad privada, la sociedad se y el mosrrar córDo relleja la conrradicción fundamenral en todas
divide en clases que plledcn se|definidas segrn su situ¡ción §us p¡rtes.
?;r-¿-r;j de los medios de producción. Est¿ divisiór dete¡mina el importanre subrayar la peculiaridad det méto.to que sipe
Iugar que cada cl¿se ocupa en el proceso d€ la producción, y es --Es
Marx.para. Eatar el problema. Esre mérodo está expueiro en ta
también la base de Ios demás fenómenos económicos. La estruc Inbod.ucción d Ia $ítíca dc la econoñla potír;ca, y sin su conoci-
tura económica de la sociedad es simplemenie una organización miento es dificil comprender el análisis suLsiguienó eD El Capital.
social particular de la pro¡lucción. f,s el determinante úLllimo de Primero- a¡¿liz, Ios cuatro departamentos en que los e.onomi"tu"
todos los feDómenos sociales. Una vez establecidas las relaciones hán div¡d¡do ta acrividad económica: produccién, consumo, disÚi.
e@nómicas, el proccso mismo de prod'rcción las somete a de¡er'
minados caEbios: sE conv¡erter¡ cn c¡Egorías histó¡icas. "Si, para cpifiol¡ de Jacinro Birricl. @ .¡ lruto d. C¡?i¿¿ d¿ ta Economia potitie,
un periodo, parecírn las condiciones natl¡rales de la producción, F. Crinad¡ y Cr¡.. s. t., M¿drid.l
r t:{r.lm'óx d. una úciologt¡ .rtri(¿ . hisrótid m .l anflhi, .onÁ-
paIa o¡rq eran el rcsultado histórico de ella. Cambian consran- '
temente dentro de Ia p¡oducci(in misma.'t
mno, ruirrtu. pocú l¡,u.n,c cn I¿ clonu¡¡f¡ po+(t.tsic¡, no rs,t_rono.i,t¡
Ed¡r los (,ononi{as modF,no: \on elcr,pto: rioraur.s de una a,¡irud pa,e-
cidi S.huB!(Ler y k)nrs.
¡ MaÁ, z¡r l(riri¡ d¿¡ .lotiLtctrn, O}o,o,¿i., p. xaxr.
lExhre una vesión
0 M RX
MúroLln
bución y cambio. Distingue las .ualidades universal€s de estar ca-
Lego as, que Poseen validez pa¡a todos los tiempos, y las cuai;
Según.Mnrx, Ricardo se ace¡€ó a la ve¡¿lad cuan¿lo hizo de 12 ¿lis-
dades históricas, que sólo son importantes para una fase parricula¡
rribucjón, y.no de la producción el objeto de esrudio de la
€(onomia potitxa; pero se equivocó al pensar
de la evolución social. En las obras de los economisras no socia, oue las leres de
listas, dice Marr<, esas dos se¡ies de cualidádes andan constanremente
I:r (t'5lrrbucrón eran_ narumte\. y no hi,tóricrs. por úkiáo, el
mezcladas, confusitln que es una parre del eraor general de consi-
iámbu cs pn e-de la produ,ción y esri .omplerrmcnre derer,li
de¡a¡ ete¡no eI sistema capiralisra. Admite que hay una ¡elación
nr0o po¡ e in. No puede haber crmbio .in áivi"ión det rrahaio
cntse esos cuatro departamenro§. "Lá producción ctea las cosas
(te(rcr produ(rivo). y ia naruratera det c¡mbio d;*;"-;; i;
nece'¡rias para satisr¿.pr las nece\idrdes; Ia disrribu.ión lxs re- produ.ción (el rambio privrdo nace. por eiemplo, d'e l¿ oroduc.
(,ón prrlada). P: ¡ conocer l¡s retacione. hisi¿ri.o
parte de acuedo con las leyes sociales; el cambio disrribuye lo que sociaie.
ya se ha reparti(lo, de acue¡do con las necesidades individuales; y esrln dcrr.fs de ir ¡onexión uni\erjat superiicial d" .";, "".
;l;.'.;-
en el con\umo, en fin, el pro(lu.to sale de la eslera social, se .on- tos, ha) .¡uc rcner prerenrc, d¡ce Marx, ¡.¡ inrcrac.¡ón entrc
el¡os-
vierre dire¿rrmente en obieto y servidor de Ia necesidad individual, . Y"*
h:.1 un anát¡sis semejante det método de la investiga-
y la satistace."5 ción económic¡. Serír nerural, dice, considerar los fenómenos eio_
Pero ésa, dice Marx, no es sino una ¡elación superficial, que nómicd de la sociedad en su realiilad conc¡eta. Al es como em-
supedita la producción a las leyes narurales y la distribución a las pezó Ia investigación económica. Tomó .omo punro de parri¿la
leyes sociales. Coloc¿ al cárnbio en un lugar incómodo entre las "la población, la nación, et esrado.._,' y acabó habiendo'de$u-
_
dos, y exclu),e el consumo de la eslera económica, excepto en cuanto bieno en su anál¡.is "cierrJs relacre¡a5 i¿¡s.r¡r..,es. abstralras
ün de un proceso y punLo de prflid.r de orro nuevo. Í\4arx pasa y.generalF§, .omo l¿ diikión del irabajo, et dinero. et valor, crc..,?
a erplimr to que él'cáns;dera ánexión narural, es de(ir, unive;sal. Uni vcr hechrs cstas ,Ls(rir¡riones, Ia"e(onomfa politica las romó
enue la producción y el consumo. frimero, hay un consumo pro, como punro de parrida y se ab.ió camino hacia'l¿ realidad con_
ductivo, que es el empleo del producro en un nuevo proceso de cret¡. Aunqüe éste es el mérodo .ientífico coñecro, riene sr¡s pe_
producción, y una p¡oducción consuniiva, que es la reproducción ligros. pues invierrc el ordcn en que proce,le la reatirlad misma.
de la vida humana misma. Segundo, la producción suministra el l'or lo.ranro, bry que recordar siempre que aun el coxreplo
material para el consumo, y el consumo sarisface la necesrdad, €s económ;co má3 abslracro presurrone rru reil¡dad.on.rera áis
de.ir, el obiero de la producción. Finalmmre, amba5 cosis son renrc de ¡¡ cuál repres€nra iquél un soto elemenrc. tás caregoríar
prrte la una de I: orra: el consumo es el a.ro tinal dc la produc- e.onónrL¡s .imples han renido una exi.¡encia h;sróric, re;l en
ción, y sólo medjnnte é1 ¡ealiza su {unción el producto; la pro- eu sen.illez ¡bs(rarra: pero no rl(anze su plFnl signiti.xción sino
ducción es parte del coffümo porque crea necesidades. en un srstema económico muy desárroljado.
Pero, argxle Marx, l, identidad de producción y consumo sólo La e¡onomia polídca debe es(udiar las caregorías más abstricta5
jtnor¡mos l¿ rel¿.ión so,ial que meJia enrre Fllos. Era en relación con Ia anaromfa del capitaüsmoi Marx no sóto pro.
"xi¡¡e sj .urir constañtemente rel¡cionar los conrepLos económicos elemen-
mediación es la distribucidn. Superficialmenre, distriblrciór¡ sig-
nilica distrilución de productos; pero antes de quc pueda ser tirlcs, l¡les.onro valor, rrabajo, dinero. elcérera, con las condi-
esto, tiene que ser: "primero, una dist¡ibución de los medios .rones de.lx. produ..ióf capi¡alista, sino que rambién sigue el
proceso histórico que ha conducido at cap;talismo modeino, y
de p¡oducción, y segundo (1o que no es sino una cualidad más de
la rnisma ¡elación), una disrribución dc los miembros de la so- muestra las formas de existencia anteriores ;nás pr.imitivas cle esoi
conceptos económicos. Esre método hace de I C¿¿ü¿l un rrarado
ciedad entrc Ias diferentes ramas de la p¡oducción".c Por co¡si
¡le e.onomid nruy d¡\¡inro de ¡a mirortj de los c¡ue siguieron al de
guicnre. Ia producción debc prrsuponer dicha disuibución. Y l¡
dirrrjl,uciún en el scnri(lo conrencional esLj d(rermi,r:rdr por Ri(¡rdo. Pue(le enronrrari€ cierta semeianza con es¡c m¿(odo en
rres obri) anreriores: La tiquc¿a .Je l¿¡ naion¿s, de Adrm Smitlr:
la distlibt¡ción €omo elesrenro social del proceso clc la púducción.
)os Prin, ¡tia¡ Je 5Ruxr r, y tos ptincipia¡ de l\tarshaU. I odas c as
5 M¡q. op. .i¿., p_ rx. ro inrLnros dc combinar la teoria iconómicr. la hiroria de ta
q¡re se¡n Portadores no sólo de vator de uso, sino también de valor de cambio, es una abstracción de las diferentes formas de
vato¡ de ámbio. "La lorma en qüe oPera esta división ProPor' úabajo útil: es "g¡sto de füerzlr humana de trabajo'.r? En rela-
cional del .rabajo en una socied;d dóndc Ia interconexión del ción con el valor de uso, el trabajo incorporado en un bien no
rabajo social se manifiesta en el cambio pri¿ddo de los Producto§ tienc más qDe una imporLancia cu¿litativ¿; y en relación con
indivicluales del t¡abajq es precisamente ei valor ¿le cnmbio de el vJlor dc ,¡mLio, sólo c,rrntir:¡rire. La exjrrenri.r de dilelcnres
dpos de trabajo y de (lisdntas habilidades no importa, pues cada
trn la producción capitalista todos los bienes tieneo ur doble dpo de trabaio puede expresarse en términos de la forma de üa-
carácter: valor de uso, Frr sus cualidades mate¡ialet y valor d€ bajo humano más sencillo, que menos habilid¿d requiere. I-os
cámbio, porque se ha i;vcrtido en ell¡s ura porción de trabaro tipos de trabajo más cornplejo y de mayor pericia producen en
social. Un bien pue¿le tene! valor cle uso sin tener el1 absolulo un tiempo dado bicnes con un valor de cambio superior aI de
ningún valor de cambio, por ejemplo, Ios dones o bienes natu los quc leql¡ieren menos hal¡i1idad. Pueden reduci¡se a múltiplos
¡aiei. Pe¡o ei valor cle crmbio presuPone el valor de uso. I-as de l:rs formas más sencill2s de trabajo. Tal reLlucción tiene logar
cualiclades que dan a un bicn valor de uso scn, en el §isteüa consuntemente, en realidad: tipos dilerertes de trahajo se redu-
capiralista, material del valor de cambio'.!¡ trl valor de cambio cen en cl proceso ecorró¡nico a un equivalente universal.
rláun l¡ien no es más que uül tracción de .rrbajo humano abs' Al tormular de esta suerte la teoria del valor-tr¡b.rjo, Iúarx se
tracto", y sL¡ medida, i'la cantidad de susL¡Ícia consritutiva de aleja dc ll1odo iDportante de los cconomistas clásicos: si el valor
valor, es'clecir, de trabaio, que contiene". La cantid¿d misma de cambio de un bien no es sino la expresión del tiempo de
pueJc mc(lir'se por el ricmpo ,le tr.rbajo ernp cJdu e h ¡rodttc' trab¿jo soci¡lmenle necesario empleado en su producción; eI tro-
.i¿n ,1. e". Li¿n. r"e tiempo de tI:rL¡jo no JeLc cunsideLr'' bajo en si mismo no puede rener vnlor. "Hablxr del valor del
como el tiempo gastdo poi nn Úabajrdor Particular en aquel uabajo.. . equivale a hablar del valor del valor, o a querer deter-
bien en particular, pucs no puedc pensa$c que "cuanto mcnos minar no el peso de un .uerpo, sino el peso del peso mismo."r€
hábil o más perezoso es un homb¡e', miis valioso será srr producto. fl doble carácre¡ de las me¡canciai y del trabajo que las pre
La merlirl¿ itel valor de cambio de un bien es el "ticmpo de duce crea dos diticültacles. A una la llamó MaIx, en una lrase c¿-
trrbajo socialmente necesario' para producirlo. "El tiemPo de úa_ lebre, "el fetichismo cle la mercancía". Decia que si considenmos
bajo ioci.Ll»rcnLe neccsaric¡ es aqua (ue se rcquiere para producir una mercancia meramente como un v¿lor de uso, no hay en ella
un valor de uso cualquicra en tas co¡rdiciones normales de 1rro- nada misterioso. Ni es tampoco diticil de entender el ralor de
ducción ) .on el grado nredio de destre¿a e intensidad de habaio camlrio, considerado en si mi$nc No es difícil, dec{e, pensar en
impemntes en la sociedad."r6 el [abajo social humano en abstracto, como gasto de cerebro,
Én la produrr ión c¡pitrlisrr rambi¿n el (r,ibJio tiene un doble neNios y músculo, ni pensar en su cantidad como cosa distinta
cr.jcr"r.lues proJu,c valor de uso y ralol de ámbio )in el pri- de su calidad. La diticultad está en la natüraleza cont¡adicto'
mer ca§o, es trabajo concreto, particular; en el §egundo, "e§ tra- ¡ia de la mercancia, que es, al mismo tiempo, valor de uso y valor
brjo ab$tra.rc, genclal e iguai".ú A la variedad de valores de de cambio. Esto se ñaniliesta de ¡res modos: h equivalencia del
uso en la soe,etad conesPonde una varicdad de üabajo humano' uab¡jo humano conduce a la equiva¡cncia de los valorcs de (am-
[sta variedad ptede exisiir sin que exista cambio Privado; Pero bio de los productos del tnbajo; el gasio de rrabajo humano, en
en el capiralismo, en que l¡ay cambio Privado cle productos, aP¿- térmiros de tiempo, aprrece en la fo¡ma de Ia r¡edida del valor
re., raml-'i¿n el lenóm¿no de'valor de tambio riue igrrora lrs di- de c¡mbio rle los productos; Iinalmente, 1a rclación social de Ios
leren(i,, materiale5 in,lividurle' .le los bienL omo vtrlores dé produclores toma la forma de una rclaciór sodal de Ios pro
uso y cre¿ una equiv¡ien€ia gener¡l dc el1o5. Análogamente'
eI trabajo cn dicha iociedad, en la medicla en que se undü.e en r Mad, ¿¡ c¿Prdl, \ol. ,. p. ll.
ú Engck, Hcrr Lqcn D¡ihtir""s N tunl:únl d.r ,/i¡rñsc¡dr, (19?8), p.
! Iu¡tx, ¿,n¿r b D), Iitgdhnu¡n, pp.11-74. 212. [Eri(cn h
mejor cs lr quc hizo diret-
varixs vcrsio¡cs esparolas, pero
\ M^tx, tll c¿pitaL, yd. t, p. 4. Lá,¡e¡tc dcl alen:in W. Roces .ditarl¡ en 1932 por Ce¡ir, dc Mad¡id, cor cl
titú\o rl. An¿i Diilün1g ) c¡ {rlrtiiulo de "Irilosolia. Econoúln, tdllic,i. so'
n Nf^*, Ztt rtitih dq lolititch.ñ Akotuñi¿, p. 13,
I l_'
ductos.1oLa me¡cancla refleja el canicter social del trabajo. Los de u\o.. y su cñnsumo ,omo valor de u(o prc\upone su exisrencia
produ€tores no advie¡ten su propia relación social, que les Pa- como valor de cambio".r, La dificuhad, dice Marx, se resuelve
re(€ una relación social de sus productos. El valo¡ de cambio convirriendo una úerLanci¿ en cl equivr¡enre universal. A esra
no es más que una relación entrc personas; "pero es una relación mer(ami¡ se le dá algo, ademái de tá capa.¡dad l¡mitada de utr
que está oculta detrás de las co3¡s".1 La relación social de los valor de uso especificq a sabe¡, la tacultad de representán tra,
producto¡es -relación que, como hemos visro, llfarx considera la bajo social incorporado. Al exclui¡ una mercanci; del ¡esro y
esencia de la €structura económica- se maniliesta como una rc- darle. esa faculrad, adquierc, ¿demás de su propio valor especi-
lación de mercancias. fi.o de u"o, uno nuevo y general que es jgurt prri todo et muirao.
La s€gunda diticultad inherente al caúcler contmdictorio de la I Se,onvie¡te cn el porador det vilor ¿i camU¡o. Una ve¿ hecJro
mercancfa $ ésta: una mercancla debe poseer vrlor de uso, perc esro. Ias diferenres Eercancfas (que son 5ólo diferentes (anri-
Do para 5u prop;e¡ario, porquc, ri lo tuvie§e, dejjrriá de ser dades dc riempo de rrabajo sorialmenre necesário) aparecen (omo
una mer(:¡n(ia. Pará él no €s ntás que un valor de cámbio: €s diferenres cantidades de una y la misma mercancia. Éte equivalen-
un medio de (rmbio Para rdquirir valor de uso, ,a mercan- te universal es el dinero- "Es uoa cristalización del valo¡ de
cí:l tiene que satislrcer Ix necesid¡J oue está destin¡d¡ a (ublir. cámbio de m€rcancias que ellas mismas producen en el proceso
liene rlud tr.rber un proreso gcnerat^de .rmbio en¡re rodas las del cambio."rs
mercanclas antes de que puedan todas convertirsc en valores de No es el dinero lo que hace conmensumles las mercanclas,
uso- En este proceso, cada ñercancia deja at propjetario para quien "§ino al ¡ev¿s: por ser ¿od¿s las mercancías, considerad¿s como
no riene v¡lor de u"o y va a manos Lle una persoDa prrr quien lo üolows, lrabaio ltumoro ñat"¡ializad.o, y por Énto conmensur¿-
tiene. No alte¡a \u§ .urlidades mrteriales, pero altenr su rela.ión bles de por l, es por lo que rodos slrs valores pueden medirse en
.on el hombre. "En mznos del panrdero, el ¡rn es únicamenle la misma mercancia especifica y ésta convertirs€ en su medida
el porlador de una rela,ión económi¡a... qren lJs del parr(} común de valor, o sea en dine¡o."2r En un sistema de produccióo
quiano, se convierte en un valor de uso, o se¿, en alimento. de mercancias, es decit en un sktema basado en la piopiedad y
En el proceso de cambio las ñercanci¿s tambi¿n se convierten el cambio privados, "el dinero como medida de valor d; cambi;
e¡ valo¡es de (ambio. El valo¡ de cambio es sólo un concepto es la lo¡ma en que, necesariamenrc, aparere ]a medida inmanente
teórico ha(a el momen o cn ouc h me).rn(i¡ c¡mbir Llc mrnos. del valor de las mercan.tas. esto es, ei ricmpo de trabajo',.,6
Mrrx concluye, por lo ranto,'que en el proceio del cambro I¿5 Lo que Marx hr hecbo hasra aqul es formular una taorla de ta
mercancías se convie¡ren en valores de uso y valores de cambio. produ(ción en dererminadas y especlticar rircunsancias soriales.
Esto signiti.a que la rclación enrre las mer€ancias que se esta- Le hernos (oncedido ranro cspacio, en pár(e, porque ha sido el as.
blece con el cambio tiene que ser doble una relación de valores pecro más d¡s.ut¡do de ta leoría econamica ..!uri,, de Marx, y en
de cambio y de valo¡es de uso. Como valores de cambio, las mer_ parte también, po¡que ¡epresenta la tormulación más p€rsistente
cancías son todas de igual calidad, y sólo difieren en cantidad; de las teorias clásicas de Smirh y de Ricardo en algo
iarecido a
pero como valores de uso, todar son cualitativamenie diferentes. una estructura lógica. Dicha estructum no es, natuialmente, una
Por consiguiente, e1 cambio misi¡o debe ser,rna equivalencia de teoda del valor en el sentido moderno. No obstante €l coñpli
cosas que tienen incorporadas las mismas canlida.les de tiempo cado ropaje reudotilosófico en que ap¿¡ece, la teorle dice poco
de traba.io; y debe ser ramlri¿n una relación de valo¡es de uso más, y lo dice menos bien que Adaú Smith más de cienro cin-
especificos, destinados a sarislacer diferenres necesidndes. El cam- cuenta años ante§- Despu¿s veremos cuán poco útil resulta como
l¡io aparece coÍro ura equivalcnc;a y como una no equivalencia instrumento de análisis económico. Para Maff, su finalidad prin-
al mismo riempo. cipal {ue la de servir d€ bas€ a su teoría de la exploración. -
La dificultad consiste en que "para convertirse en valo¡ de
I
cambio... ul) bien cualquiera tie¡e qlre consumirse como vnlol
l'
1n
Ma\\, EL CaltitnL, yot. r, pp. 30 r¡,
F Vr,x, Zxr ¡l,i,jÁ d., bohti,.h.n irtononip, n. tO. '¡ M¿,x, ¿l C¿ln¿1, !ot. r. p. 5!.
a lLLd, pp. 2O-2t-
! V x. 2,, &,i¿i[ d¿t pon,i,.r.a óhonont?.
MAR)i LA PL¡]SVALÍA
,fARX
J p.r.r.r cp ,io,,,. r, 'J,,r q,.c rr,r L,rp .t rJl.:,.'t ,o,,t , r. , r,,, r, ,I,:., t,. uro IrL ,r, or... e n,,,.".jio.ori.tre, .x,io
',.¡ .iri..¿ "¡r.ar,..,nr-, ,.,.i- j-.,e,,J",,: -,¡,,,,t I c ll¡,..,:., , n , t l o,tL, r , ,tet
tJ^..,]u nu. lif,,Fr, s,,¡ir
L'-^ cn t,, t,,, i,i. di r c. t., l,l r"!, iJ lro,l,r,i,l t,,. ,"rr priucr capiraiisrr. Por est¿ rar(in obrcnd¡á r¡na plusvalia ma,\ror.
,1.',1,
' ,lrl' ., n ., .'. ,rtir ,l , 1." (.r.,r, ,. r. ,i. 1n . . . er I.,ol.or- l_ste ¡umrnt() I)ued{r .:o1¡sidern¡sc rr¡r1)i¡n conro un aumento (Le h
plusvalix rcla¡ivx, püesro (l c c1 artrlenro de h produrrividád (iun
,i,;' J, -,., ¡ J ,rn,i :'l ,1. ,¡l.i,Jl \rr'.,1.1. ,1,r.,J i. ,n. l.$¡
ú1,;n,. .. ,u ,..¡ . i.rri,r.,.r,e t,o.qr,. 1..,.r ,,, r,l.,ir ¡ ¡ru.,rlo Do sc ¿pli.¡ra ncces¡riamcDri, a tos Ílcdios de sr¡bsisrencir)
,r,^ri.r 'i ,"¡r.r ,1,. ro.'a, t^. ,rl,i ,t: r,.. ,l ha 2licrado hs propo¡ciones .lc los corsriruyenrcs cie Ia jornad.r
ul. .ñ¡I 4., A.,n.n, I r,.irñr \i .r,rntc,n un. ,r ri.l.,.l I :'ri\.. dc trxbrjo.
rnre pequ.ñ,r d{r c¡piLxl v¡riablc. P¡r.sto qne 1¿ plusvalia rel:rriva es dirccramcnre proporcionrl a
I-¿ soluci(ln que \f¡rx i rc¡ta .lc esta conlra.licción cst:'r ligrd¿ la prÍlücLivid:rd (lcl t¡¡bajo, proporl]io¡¡ un esrímuto po(teroso
«)n el prol)lerra quc o¡;qinan las dileryencixs eDrre los precjos xl crl);rrlistx indivnluxl parx ¡rcjorar su récni.¡. Empclo;t¡ .om-
,1, Inp,. l,,\"l \.,or.,tÉ,t,r, r,,,.,,1,.t,,r, .5in ernlJ¡reu, i\l¿r\ peteo(i¡ taDrbi¿¡ oLliga a sus riy¡les a rdopiar mérodos nreaos de
\¡i., , ,t,! \i - ,, \i.li,r , t r,r1,ir.t ,nrr ,1, la .o i(11., I q,re pro(lu.ción, y asi ticmlen a des2prrc.er'tos slLp¡tti:.);t i divi.lurles.
"c Isto sig¡ilica r¡n inccntivo const¡nrc a c¿d:r capiralisra p¡r¡ au-
e)nt¡¡J "n L, ¡ru,trr,.i,h Lr rn,.J ro,.l l. fl,r\\:,1i., !ll¡ ol,rrneji
dcperrderÍ de l¿ dur¡.nin media dc ta jornarh de rrahrjo y del l entir h prodLrcri\,icl¡d y r(idu.ir rsí et vrlor de caDbio (te los
n.1 n"ro lé l, tublJ. i.ln r,:'Lit.'J,J. .\ I pro,lL,.ros (;r1u;da lx luerzr (lc rr:rt)eio), Ix)rquc e¡ el plocen
1,,r,.. l, I' Lr.v., i:r ro ¡l
rr. ,., F,, I :,,,:. 1,,J ,,nir.,'"., ,i,,.'J 1,, l-¡.,ji.,11 lr.' ar¡Drenta sL¡ plusvalia rclariva Scgrin NIlrx, lx tj¡alidad es siem-
tormuh(i), no obstante que llre.cn no observ¿¡sc cuandc esa p]t¡s- pre rcrlrc¡ l¡ p:utc (le la romaLlx qne el oLrcro rrabrj¿ pxn si y
\,1i.. .. d,ri.l¡ Fr,,,c o\ c.D;,-t:srr\ inJtriJ-rl¡.1 xr¡¡renL¡r la quc t¡rhaja par¿ cl capiralif¡. hn esrc Punro, esrr:
O,jl Ll in,iln .t¡¡ lt.,ir ,..Llnc ". lJ ,1,,. " ,¡"," :, l, reorrmr qu«L impli.¿Llo cr lx reorir rencrat dc l,hlx sobre cl
dcsrrrollo cc.n!irtric(,.
r.. ¡,u.i1,,. l, .,,i,,^nr¡r L, It,.{J,i, ,t,, p.o ,,, i , ., Ft ,.,,, LI¡,r vcz estrble(:nlit la pnducci(in c¡pir)list¿, 1¡ diferencia enirc
r,:.r Ln.Lr,J,, lr,liri lr¡l lr, it. ,:. n. I,1J. ,, f,,l ,r,r' plrsvalia absolurr y plu§,ali:¡ rclariva exptica tos me.ljos quc se
I r,rn.,d:, ,lc r,,l,ri,. .\ t., t.',,.v,t- qri. ..,j.¡n F .lc l.r l¡,r,'r l¿ r(1opL¡r e! Llifercüte5.ircrnsrrn.i¡s con et fj¡ dc aumerrar el
L,,., \lJ \ 'I,.u.v, '. rL.ol, rJ . L, .-, r,:r '., 1,,.r. gr¡¡o (lc cxploLr.i¿».1r)
J" 1:, i,,. ,.'.1:¡ q,.É t.r r,rJ e r -nr¡o ,t, r t, jo r't cri,l,, t, ,
. , Lü ciclto sentido, ]x plus\,alía rienc unx basc erlrr¡]. i\pare.e
' en (ucrlto uo trabajarlur es c.rpaz de rr¡bajar In:is.le lo nec€sario
f o,l x:, 1... .,¡lr;.r.n¡,r.,Ie. rrJ',.,t,,t,,, r ¡r, q,r 1.. 1.,r'. in¡o,
Io, , .,1 rro',r,r,, .xcFJ.nr. \ h 11,,.! i., o - d.¡-rr,l. ,l " rr f,rrx srr propio sustcnio, y plrccle, por io ra ro, produr:ir ¡rra
t J1 ",.,'r,'n J,'1,. l. ol(,r'iñ,x. "¡¡ ,,r¡-,, ui'i.l, l:r j,,rn,rl ,1, rrr- sost.ü(r :L otros. l'am l{arx, sin eml,¡rgo, el punk} dccisivo e§ el
Lai^. l l, nor.,rr, \t.,r\ ,pt,r,!Jtjr ,¡tir \ , hcdn cle l¡ explotarirlrr r¡edi¿nre lil .r¡at "el rrabrio er.edente
hI auntnro dc lx phs!¡lia relrriva dependc dcl incrernen¿o tlc urr honrbre se conviertc en con.lició de ti e sren.ia de orroi'.3,
(lc lii productividad ¡cl rr)bxjo. Irn p¡rricul¿r, plira rc(lucir .l v¡ ln los úl¡;mos páü.tlos (le sr¡ estLrdio sobre la rcl¿cnin c¡piral
l r ,lr ,.,ml, , ,ie l¡ tU.,/. de lL,1,i.". ,,...,r.o,clrsir e ri,..p., traLri¡jo, llfarx tr¡t¡.on ¡ru.ho deralle el problem¿ de los sal¡rios.
,1,,r.,1¡io o,.,1m.n," re.c,..rio ir , o, our..Ju Aq¡¡i yllo precisa mencioürr uno de csos puntos. Sr¡b¡ryr sobre
" to\ n,J u. Ltc . .
srstc .rx. L¡ productivirl¡d del rrabajo debe ¿crc.errrirse en las rr-
,
oroducci¿n, sino que e\(á monopolizrtlr, y h ganan(ia e\rraordi_ siste en su capacitlad para procurar una plusvalla.ro El dinero
'nrr;a puede apro¡ii*rseta el propietario de e"a monopoli' que se presenta como capital tiene cie¡ta semejanza con la mer.
'ección
zada de l, n¿ruralerr en fornra de renta.lr cancia fueEa de üabajq por Io que rcsp€cta a1 capitalista in.
El mismo tipo de argumentación sirve pata explicar la renra dustrial, porque €s un valor de uso que tma cuerpo como un
absoluta. Aqui, sin emba¡go, Marx conside¡a no una empresa rn_ valor de cambio aumentado.'r
dividuat, sino toda una ¡ama de la producción. Lá comP€tencia Prestr-mista y prestatario consideran Ia misrna suma de dinero
tend€r¿ a promediar la cuota de ganancia no solo en todas las em_ como capital; pe¡o únicamente el prestatario -el capitalish indue
presas de una eslera dada de h p;oducción, §ino también €n toda§ trial- lo hace funcioíar como !al. fse capiial no puede producir
ias esferas de la misma. Supongamos que tenemos dos esferas de una ganancia doble. La ganancia se obtiene sólo una vez, esto $,
producción, la industria y ia agricultuia, cuya comPosició¡ or8á" cua¡do el capital es de hecho empleado coúo capital. La cantidad
nica media es, resprrrivrmente, S0. + 20, y 60. r 40,. SuPone' de dinero puede parece¡ capital a las dos paies únicamente si la
mos que Ia cuora de plu"vrlia es h misma. o §er de 50 Por c'enlo' ganancia que prcduce se distribuye ent¡e ellas. La parte que va al
de suirte que eI valo; de los productot indusüiales será Il0 y-la capitaüsta prest¿ta o es el interés. Se expresa como el precio de
cuota de ginrntia el l0 por ¿iento, mienrl:rs que et i,rlot de los la mercancia, dinero capilal; pero como, según Marx, el inter¿3
produ(ros"aBrl, olas srrá l2'0 y l:r cuot.r dc gan,niia el 20 por ciento. es sólo uoa parte de la Sanancia, su lfmite sllperior es el importe
Sabemos que la competencia Enderá nómalmente a nivelar Ia de Ia ganancia misma. No hay llmite infe¡io¡ definido.
diteren¡iainrre las dos cuoras,le ganancia y a obligar a todrs las Las p¡oporciones en que se divide ta plusvalla variará¡ segln
mercancías a venderse al precio de Produccióo Ero imPlicar{a las circunstancia§, y en particular .on Ia magnirud de la clas€ ren-
qu€ la producción agrlcoli tendrla que venderse Por debajo de tista (que aumenta a ñedid¿ que progre$ Ia coou dad), con
su valor. el desarrollo de dif€rmt$ form¿s fiúanciems de las cDpresat y
Pero m €l caso poslulado, esta tendencia mcuent¡a una barrera' de Ia b¡nca y el crédilo.
La existencia de li propiedad aerritorial e§ un obstáculo a la com'
petencia, porque reiniige et Iibre empleo de caPital en todas la!
Émas de la producción. lmpide que la plu§vaua se a€erque a 6. TEoRi^ DEL DEs^RRoLr, trcoNóMr@
un,
""otn -.áln a" grnancia y se aptopia una Parte del excedeflt€
o de todo é1, de acuerdo con la oiera y la demand2 y con las La parte final del análisis ma¡xista es la que trata del desarrollo
relacioDes históricas y iur{dicas enire el terrateniente y el caPit¡' econó¡ni.o. No va unida de un modo especial al cuerpo princiPal
lista.ra "Il terateniente se interpone y se queda con la ¿lifeftn_ de la teo¡1a, pero es partc integrante de ella. Es imposible diltin.
cia."so I-a re ta absoluta s,ólo disaparece cuando 1a comPosición guir ¡¿ teo a marxista estática de la dinámica, porque hasta los
or8áricr del capiral ¿Brario es la mi3ma qu( la del raPir¡l indus- concepcos de lo que pudiera paracer anáüsis esiático están con-
trial. Cuando estJ ocurre, el te¡rateniente aunque legrlmerrre Puede dicionados por la finalidad dinámica de roda la teorla, sobre iodo
hace¡lo, económicamente no puede sacar la renta absolutamente. aquella que está impllcita en el marco sociológico en que aparece
Ast pues, t{arx sólo admi; dos irgresos básicos en la §ociedad situado el análisis económico. El pronóstico de l¡ evolución del
capitalisra, los salaúos y la plusvalia. L tenta es sólo una parte de capiialismo que surge inevitablemente de sus conceptos analiticos,
la'plusvalia- También elimina el intcrés en cuanto ingreso inde- es la parte más espectacular de la obn de Merx, y ha tenido un
pendie"te, y demuesra quc no es sino r¡na Parte de la Plusvalia' atractivo mucho más dramático que el complicado análisis de la
Sostiene que el ¿linero se p¡esta como c¿Pilal en un doble seniido' teoria del valo¡. Pero no está contenida en una sección especial
El prestaÉista espera que vuelva a él con un aumento, y el Pre§' de sus escritos. Las principales partes, comprendidas e¡ El CaPital,
tatario Io adquiere como un¡ rnercancla cuyo valo¡ de uso con_ son ei estüdio de la acumulación, en el volumen r, y lar teorlas de
la tendencia dec¡eciente de la cuota de ganan.ia y de las crisis, en
, Maft, Et cdpitoL yol. nr, pp. 57! 6.
¡ ¡¿,i.i., vol. ur, pp. t?8,203. § M^*, lil Copitol, vol. nr, pártc L
' xall Mln , Friedrich Engels. coú$poñd¿ncc, p. r32.
iir
21A MARX
TEORIA DEL D¡]S RROLLO ECONÓMICO 279
cu¡]es puede en¡plea¡se una cantid¿d dada de fue¡za humana de total. T¿I es "la ley general de l¿ acumulación capitalista":
Eabajo: Un¿ pn t d.l ,..mento de los rE€dios de producción es significa que cuanto mayor es el volumen de los m€dios de
iu""a, y li otr¿ consecuencia, del aumento de la produc- produc(ión que la sociedad posee y (uanto mrvor es la cápa.idad
"",
tividad. El eumento "na
de la Productividad imPlica un cambio en productiva. más precaries son las (ondicione\ de €xisrencia de la
)a romposición térnira de) capiral, cambio que vá aromPañado de clase tnbajado¡a. Para Marx, dicha ley ¡evela el aDtagonismo
ouo eri su compo,ición orginica. El .aPi¿l varirble dhminuve fundamental iÍ¡erentc a la producción capiialista. El capital se
reladvamente a medida qué la acumulación progresa. Otra con' acuúula, l¿ queza aumenta y se con.entra en menor n¡lmero
secuencia de la acumulaáón que se siSue de la aDterior e§ la de rnanos, pero, sobre todo, en el campo del capitalismo hay
concentración det capital. La cómpetencia obliga a los QrPitalista§ también una acumulación de miseria.r{ f-sta es la tamosa ley de
a abaratar sus productos, lo cual imPlica mayor productividad y la "miseria creciente" de la clase t¡abajadora en el sistema capi-
mayor capital. i-a acumulación va de Ia mano con la eliminación ralista.
de los p¿queños capit¡lista3. El gran ca¡rital dirige un número Una consecuencin de la acumulación, la creciente comFrosición
caa, u.i .irayo. de iamas de la piroduccián. El de§¡rrollo de las orgánica del capital, se manitestará gradualmente en todas las
compañlas po¡ acciones, de la banca y de tas facilidad4 del cré_ ramas de ¡a producción Drediante la fuerza de la compeler¡cia.
dito'estimuia la concent¡ación y le pe¡mite avaruar con rapidez Pero como la cuota de ganancia está en ¡elación inv€rsa coD la
mucho mayor de la que, en oúo caso, le serla Posible. composición orgánica del capital, la acumulación produce una
Lá dirminución relativa del .apiial variable riene por ron<e_ tendencia inevitable a la dismimrción de la cuota m€dia de ganan-
cuen(ia la crea(ión de lo que Marx ltamó el "eiérrilo' indu(rial cia. MaIx llega asi a una conclusión que parece análoga a la de
de reserva". I¡ acumutació¡i y la concentración implican, ¡-la- vez, Ricardo. Pero mient¡ar que la explicación que da Rica¡do de la
utr aumento absoluto y una dismim¡.ión relativ¿ del ca¡ital va- renden.ia decrcciente de la cuota de ganancia descansaba, en delí
¡iable. Esto requiere cierta e¡astid¿lad en la magnitud de la Po- nitiva, en su creencia en la fertilidad decrecimte del suelo (es
blación uabajaáom. I-a población tiene que crecer Para ir al deci¡, en un factor natural), Marx p¡eiende deducir su teo a de
p¡so de la acumulación: pero a mediLla que las diferenrcs rrmas las condiciones inherentes al capitalismo.4ó
áe la produccióu adoptari mórodos perfeicionados y reduc.n a f La tendencia decreciente de la cuota de ganancia puede neuta,
relativimen¡e su capiül variable, su demanda de Iuerzá de tra- lizarse y retarda¡se rDediante muchos factores, rates como el mayo¡
baio suhirfa una di¡minución relariva. Se da uaa §obrePoblación grado de explotación, la reducción de Ios salarios por debaio
reládva. Estas coristantes fluctuaciones d€ [a demanda de fuer¿{ del valo. de Ia fuerza de arabaio, el abaratamiento de los m¿te-
de úabajo traeD consigo la creación de uD depósito de reserva riales que torman el capiial constante, el aumento del ejército
del cual_puede sacarse fuerza de trabajo cuando se necesite. La industrial de ¡eserva, el comercio exteúor y un¡ organización fi-
magnitud rela¿iva de €ste ejército .de ¡¿se¡va alrment¡ a medida nanciera ñás €ompleja de las er¡presas capitalistas. Ma¡x exa-
quá el capitalismo se desa¡roila, y está disponible siemPte que se le mina estos puntos brevemente,r0 y algunas indicaciones se en-
necesite. E.ierce preión sobre los salariB €n los tiempos en que cuentran tamirién en un fragmento de En8el5 qüe e.taba escri-
hay poca demandá de tue¡za de tr¡bajo, y eviLa que suban con biendo por el tiempo en que murió.rr Pero quedó reservado a sus
ex.eso cu¡ndo aumenla la dcmanda de dichr fuer/a Esta lun(rÓn discipulos acometer el intento de conciliar Ia teoria básica de la
es particularmente importanle en los aldbajos de la actividad acumulación con los hechos obse ados de ta evolución histórica
capfualista que constituyen las c sis. que están en violento contÉste con l¡s tendencias postuladas en
Ista sobrepoblación relativa se pone de manifiesto, scgún Mañ, dicha teorla. Volveremos sobre esro en breve. En la propia obra
en la fluctuinte ocupación que oirece la industria, en la relación de luarx, esta leoria conduce a una ieo¡ia de las crisis.
entre la indusiria y la aSricukura, en la existen¿ia de una gran
masa de trabajadorcs eventuales y en Ia clase "o¡vidada' de los
' M¡8, oP. .ü., ,ol. r¡, paBe lercera.
indige¡rer. Cuinto más alro es cl grado del derarlollo (aPirrli'la.
malor es la riqueza Je la socieJrd t malor es el ejérriLo intlustrial '" rr, Engch, "suplemrnl to volume ur oi Colitat', Eng¿h an Capitdl
de reserva en todas sus ramas en relación con Ia población obtra (1938), pp. 9{-99.
r'
-I'EOI(IA D¡L DtrSAIIROLLO
18:l MAl{X ECONÓMICO 283
Nlara esrudia cómo se manifiestan estas contmdicciones. El ob_ Los Plocesos ordinarios de la competencia traran de eshblecer el
jeto de la producción capiBlista cs la creación de Plusvali¡ y la equilibrio entre el consumo y la producción en las esferas indi.
üañlormació de una parte de ell¡ en nuevo capital. fste Pro' viduales de la producción, y entre las diferentes esfe¡as de ésra.
ceso dep€nde sólo de It magnitud de la pobiación trabajadora y Sc proponen establecer lo que Mary llama en cierto Iuga¡ un ,,co-
,lel B¿Jo Llc explor¿(iün. Pcro l¡ treaciór' de plusv3lir riene qrre munismo capitalista".50 Pero colno esos procesos comprenden la
complerarse por uD pro(ero er el que ¿sta s€ rcaliza o hace etc(ti acnmulación, la creciente composición org.ínim del capital, ta baja
va. Hay que vender et producto que contiene plusvalia, y si no de la tasa de ganancia y todos strs resultados mu(uamenre anÍr.
puede venderse Lodo o si sólo pueJe verderse a Pre.ios interiores gónicos, el establcciúiento del equilibrio crea las condiciones p¿ra
a los precios de producción, él proceso de explotación quedará que se agudicen las perlurbaciones de dicho equilibrio.
incomple¡o. EI caPit¡lisr¡ no rerlirará su plL§valla, y hasta_Puede Marx considera las crisis como los medios mfu ¡adicales para
perder una ParLe de su (apital. |.as condiciones Para rerltz.lr- la
-ptusvaria
resublecer la armoaia. En su esluerzo por detener la caida de la
no son las rnismai que para cearla. Aqu¿llas dePenden tasa de ganancia y por estimutar nuevas acumulaciones, aniquilan
ió]o de la capacidad productña áe la so¿iedad, y éstas de caPa- el valor de una par¡e del capiral exisrente; pero no pueden salvar
cidad dc consumo y de la proporción entre los dilerentes camPos las bar¡eru que irDpone el capitalismo. En la c¡i3is se hace más
de la producción. Pero Ia capicidad de consumo de la sociedad impresionante el conflicto entre la capacidad producliva y las re-
está limitada por el incentivó de acumlrlat que es inevitable a laciones productivas que constituyen el c¡piralismo. "I-a conk¿-
causa de los cambios continuos de la productividad y de la comPe dicción, expresada en términos muy genenles, corisisre en que, de
rencia que obligan a todos Ios capitalisBs a seguir el paso por una p¿rte, el rétimen crpitalista de producción dende al desaÍollo
n¡iedo a ser eliminados de la carrera. El resultado es uri aumcnto absoluto de las luerzas procluctivas, prescindiendo del valor y de
constante de Ia capacidarl productiva so,cial que imPlica una in' Ia plusvalia implicita er¡ Él y prescindiendo también de tas con-
rcnsilicación progresiva del conflicto entre producción y €onsumo, diciones sociales dentro de las que se dese¡vuelve la producción
entre la creación de plusvalia y su realización.¡'g capi(alista, mientras que, por orra parte, riene como objetivo ia
Asi pues, Marx no desconocla el árpecto del subconsumo que conservación del valor-capit¡l existente y su valorrciór hasÉ el
presenün hs crisis. Por otra parte, Be opuso enérgicamente a la miximo (es decir, ln incrementación consranremenre aceler¡da
¡de, dp que la esencia del capiralismo podia erplicarse como uo de esle valor. . .)" ó¡
simple co'nflicro entre el coni,mo y lJ producc'ión. Consideraba El fin de la producción capitalista es la creación y la acumul¿.
esre conflicro sólo (omo un aspecro de l¿s crtis y, al iSual que ción de plusval{a; los medios, la expansión conrinua de las Iuerzas
orros aspectos, como parte de li na¡uraleza contradictoria de todo p¡oductivas de 1¿ sociedad. Los medios, segirn Marx, son más g¡¿n-
el sistema capitalista de p¡oducción. Esos o¿ros aspecbs eran la des que el {in. trl capitalismo está envuelto en un:r cont¡adicción
desproporción ent¡e las diferentes ramas de le producción caPi insoluble.
@lista que se revela en las crisis, y la cuota decrecienre de gana¡r_ ¿Cómo ve Marx, pues, el futuro de este sistema? A medida que
cia y las caus$ que ]a ncutralizan..D el c¡pitalismo avanza en el cumplimienro de su misión histó¡ica,
Par¡ Mrrx, las crisis son soluciones violentas de toda una serie consistente en desarrollar el dominio del hombre sobre la natu-
de conilicios interiores de h economía capitalista. Restablecen raleza, menos capaz es su base social de sostener su aparáto prc-
e¡ equilibrio, pero su €fecrividad sólo es lemporal. Son medios ductivo. La concentración del capital y €l crecienre carácter social
violentos para establecer uDa armonía precaria de la producción. del trabajo se hacen incoñpatibles con la continuación de la
apropinción individual de Ia plusvalja que nace de la propiedad
¡! Parx u¡a cxposi¿ión csqtr.mlti.a det pro.6o ¿e rep¡o¡iucció¡ y ad'mu_ privacta de los medios de producción. La p¡oducción capiralista
l¡.ió., vé¡s pri¡(ipalfrnrc Man, ¿¡ cd|i¿¿l, vol. r,,6p. ixr. PrE ür ftae consigo la expropiación de los producrores individuales cuya
i¡ncnro de cstru.lurar todos los elcmenros qle s eDoenk¡n er ld div.r-
srr *nt.n,ia\ (n ttue Mr,\ ,,rLla de lJ (ri\ia eo atgo quc P¿rcna ünJ Fola propiedad privada se basaba en su propio rrabajo. Pero si las
rul¡c¡¡1'', rrrk V. D!bL, ¿.ui¿aua !,1¡üt ! ap,Laúr.o, .aP. n, ¡lcxico
rcE (194t). h Kall Ma¡r ) [ricdrich Engch, Cordpont]út¿c, p- Zl3-
¡u lvÍary, o¿. cil., !ol.
rr, .ap. xIv. d Maü, ,l c¿lr¡rdl, vo¡. n¡, p. 2{7.
f'
füerzas productiva5 de la sociedad han de seguir desarrollándose, se encrent¡an ya en Ia doctrina clásica. Ni se puede reprobar a
el capitrlismo desaparece a su rer. La propiedad privatla capita. Marx po. haber querido erigir un sister[a en que se inregrasen al
lina es exPropiad¡, y sc enrblece un sisrer¡a de produ(ción ba- ¡nllisis econ{imico, la filosotia polirica y las poltricas mismas.
sado en la propiedad común de los medios de producción.r, Y Como henros visro, precisamenre esa integ¡ación er¿ el ¡asgo dis-
asi, al finlizar su análisis económico, vuelve Marx a su teoda tintivo de la escuela dásica. Tampoco esra finalidad es, en sl
sociológica, a su concepción del cambio social. mi.m.r, conrrari¡ a tos.lnoncs de ta (ien.ia.
Pero no hay duda que en los sectores cienrlficos la reacción
contrn Ma¡x fue, por lo general, exrremadamente violenra. ¿Cómo
7. A¡n¡clAcló¡r cxi¡c,r. §e explica esto¡ La razón puede encontrarse no en los detalles de
las ideas económicas de lUa¡x, ni en lo3 de su sociologla, sino en
No e. rosa fácil formular una aprecia(ión.rlri(a breve de la obr¡ el carácter particular de la relación qr¡e cstableció entre un¡ y
que bemos resumido en I¿s plginas p,ecedenrei. El campo que ot¡a. Quizá los economistas hribieran sido más capaces de juzgarlo
abarcr I¿ obra, que va muchó más a¡lá de la eronoml, propi¡- con fria objetividad; pero la inrerpretación rnaffista de la rmrfa
mente dicha, Ia innumerable bibl¡o$atia interprerariva a que ha clásica (derivada de su seudosociologia más bien que de la teo-
Jado luEar, ta belicosidad con que se ha propagado su mensa.ie la misma) chocaba de manera ran violenta .on las interprerac;one§
y ]a vehemen(ia con que ha sido criticado, rodo se roúbina par¡ dominantes (basadas en premisas toralmente distinta, que dumnre
hacer dificil y avenruráda lá empresa. I-o que siemprc ha hecho mucho tiempo resultó imposible adoprar u¡¡a acrirud imp¡rcial.
dificil una aprc(iarión objetiv¡ de I¿ obra de Már'( h¿ sido la Ya se ha reconocido que Marx puso al desnudo un conflicro inhe-
c¿si inseparable inter-retación enrre utr esfuer¿o de erudición y rente al clasicismo económi.o
la inetrenable inrención polirica eo Ia obra misma, y los uso3 La existencia de esre conflicto entre la inaerpreración conser-
totalmente polilicos a que, en muchos caso§, se la ha destinado. vadora y Ia radic¡l de la docrrin¿ clás¡ca era muy propia par¿
f,l m¡smo Ma¡x hab¡la deiado a utr lado la arusación de que, inquietar a 106 e.onomistrs. Marx acentuó Ia inquiclud al llevar
al usar Ia ¡nvestig¡ción cienrlfic¡ para fines poliricos, infringÍa la doct¡ina clásica a üna conclusión extremr y dütorsionada irri-
el precepto de que:: .icn(ia riene que ser imparcial y de que el tando a los economistas pues los obligaba a encarar las grandes con-
ionocimiento dcbl¡ ser Luscado mr sf mismo. Su tilo"ofia le im- Eadicciones clásicas.63 El resultado de ral initación fue, con f¡e,
pedia aJmitir el aserto de que'la cienria podia ser detin;riva- cuencL el abanLlono de los juicios objerivos.
mellle Pura, tanto en el sentido de mantenene drvo¡ciada de todo Las posibilidades de apr€ciar seria y €quilibrad¿menre el luga¡
uso práctico corno libre de toda implicación politica. Su teotla de Marx en las ciencias sociales han vrri¿do segfrn la interacción
e¡a que las ciencias sociales tenian que llegar a ser un estudio tan entre el pro$eso de la ciencia misma y la situ¡ción social en
ex¿cto y Penetl'anle detl¡ sociedad como las ciencias naturales lo torno. trl empleo de nuevos insr¡umentos anallticos en la econo.
era de la naturalera. [ras ú]rimas, al dar a €onocer al hombre las mla propiamente dicha ha proyectado nueva luz sob¡e los concep
leyes que rigen los fenómenos nalu¡ales, le permiren dominarlos tos de Marr. y permiten juzgar en qué medida pueden rener valor
meior: aqu¿ll¡, al reveilr l¿s leye, de la so(jedrd. crpacita al hour- anal{tico; además el flujo de amplios movinrientos sociales y po-
bre parr doninar cl pro¡rlema de las retrLiones sorirles. lÍticos ha incrementado el inte¡és de Ios econondst¡s por las cien-
Lr in"istencia en ;na tinalidad prJcLica diflrilmenre podrla, cias herñanas con que se mezcl¡ la economía de Marx.
por si mism3, susci(ar obieL;onc§. Aun cu¡ndo han pro(lamado Hoy en día la posibilidad de hace¡ un cornpendio objerivo pa-
en alta voz la "pu¡cza" de su ciencia, 1os economisras nunca han lece mayor de lo que fue du¡ante largo tiempo, no porque se
neSado que, a la pos(rc, Licne una imporrancia prá(ticá. Ni podla disponga de nuevo material relarivo al mismo Marx, sino porque
Ia leorii económica de Mrrx explicar por si solá la hosrilid¡d los movimientos de los úItimos añor ranto teóricos como pollticos,
quc ha suscitado. Si tomamoG aisladamenie elemenros del sistema aPortan un mejor y m᧠completo narco de ¡eferncia a Ios
marxista, podrernos decir que son relativamente pocos los que no
s C. Mrdal, D6 Politít¿h¿ El.ñ.41 in .l¿r Notio¡41ólonoñí¿ DoLtrinbil-
! Irü" rc|. r, pp. 6t?-6{9_ .lnng, pp. 123 24,
I
?36 }fAR\ API{ECIACIÓN CRITICA
investigadores serios. Por lo que resPecte a los elementos econó_ Tanpoco es diticil encontrar muchos hombres de ciencia que
micos de tr{arr, los acontecimienlos de Ios úItimos veinte años nos admitirian como hipótesis de t¡abajo cxrre¡riadamerte úril lx pro-
permiten ver en nna perspecliva más amPlia la ¡clación entre el posic¡ón de que dichas condiciones de produ.rión ejercen tan,
ilasicismo' el maLginalismá y el ruerpo aciual de teoria económi'a bi¿n influencia poderosa sobre el cuerpo de ideas, etc,, que forman
general y, por consiguiente, valuar 1a posición de Marx, que la estructum idcológica dc la sociedad, sobrc rodo en aquell¡ parte
queda a un-lado de [a corr-iente principal de ideas, pero rclaci<> cte elta telacionad¿ con la susta¡ci¿ nirma de la produ€ción, es
nad¡ con ella. Los ot¡os elementós son, 1o mismo que antes, los dccir, la economia. La mala voluntad que ha llegado a proyectarse
más inquietante§. No obsrante, también aquí es Posible tener sobre cstas proposiciones debc re,servarsc en jr6ticia a las formul¡cic
ahora una visión más cl¡ra. Las consecuenci¡s últim¿s a que nes exüemos¿s u¡rjlaterales de Ias mismas que sc encuentrAn en
)
puetle llevar l¡ Ie politica militante (que es el ingrediente. más la obra de Ma , y que lucron indispersablcs, sobre todo a sus
ictivo del marxismoi son ahora claras y istán tuera de toda cluda; segr¡idores, interesados primordialmente en formulár araiculos de
y cs posille separar más raj¡nremente Ío afín a aponaciones reales fe indiscutibles e instrumentos de Plopagnnda poliiica. Para que
al cuerpo de la ciencia de h so.ied¿d de !o que debe .ont,nuar sm valio'a en la inverigación hirtórica, tray que consenl,r en esrr
er, cl submundo (lel irrl.ionitliimo lelemerrro no meno§ Podero§o' teoria un proceso de interacción. Además, hay que admitir que
por amenazador). la historia de las ideas, insrituciones e ideologlas muestra ejem-
' [n primer lu§ar, pues, veamos ¿l armazór¡ sociológico que Marx plos notables de ]ongevidad, a pes¡r de los cambios radi¿ales de
consnityó con;nte;ioridad a todo estudio económico e inde- la ma)or pa¡te de las caracteristicas del proceso social de podr¡c-
pendicrrlemenLc de é1. Lrs dos partes Principales son su interPrc ción. Por Io tanto, más á11á de las relaciones más manifiestas y,
i¡,i,rn de l¡ hLtori: y, csuec\rmentc ¡e1,,, ion:rcl¡ .on elh su particulamente) si se roma un espacio de tiempo suficienlemente
reori¡ de Iá. (L1ses y de la lucha ent¡e ésr¡s La Primera Por lo largo, ei asunto de la especulación necesariamente se üaslada a las
menos en su tormx más flexible (que Engels se vio (aJa vez má5 ''condiciones del hombre" y se aleja tle "las condiciones sociales
obligado a darlc, de todos modos) es, exPlícita o implici¿amente, de l¿ produccióo". Aunque éste es un punto de vhta que Maü
una-de las hipótesis de trabajo más amPliloente acePtadas.e ¡o habria admitido, por lo menos despuós de haber cumplido
la inve.tigación histórira. N¡ruialmcnte, eaLá lejos de ser (rerción -digamos- los treinta años.
exclusiva de M¡ry, ni t;ene nada de común con la opinión exPl(} No es támpoco una teorla de las clases sin algo de rspetabili-
¡atl¡ durrnre ranro t;empo, de qüe la fic.;ón del "hombre econó_ dad como instumento analíti.o. La mayor part€ del saber his
mico" es una repte"enruiión válür de los origenes de lá conductx tór'ico y sociológico m:is valioso utiliza considerablemente la
humana (aunque en la teo¡la de l¿e clases, de Marx, reaparece noción de clases o grupos soci¡tes y económicos diferentes con in'
la talacia del ';inrerós económico"). Pero las proPosiciones: ¿) "las te¡eses antagónicos y muestra cóIlro las rivalidades enrre dichas
condiciones en que los hombre. p¡oducen sus medio§ de subsisten- clases coDstitu)€n el resorte más poderoso de los cambios sociales.
cia son sumamente poderosas y, en últi¡na instancia, el determi_ Lo importantc en toda teoria, incluso le de Marx, es cómo se de-
na»te aislado (aunque de ninguna manera el Único) más poderoso finen las clas€s y cómo se relaciona esa definición con los intereses
deL desarrollo de la ;rganiz¡ción social"; y ü) "estas condiciones de
que se supone que mueven a esas clases. La detinicióD de N{arf
pro(lucción csdn sujetas a ciertas teyes de desanollo", una vez y -en términos dc la propiedad de los medios de producción- no
carecc de valor en cuanto desc¡ipción de atgzras caracterhticas
ora han de¡uostraclo ser instrum€ntos valiosos de lx investisación
importantes de ¿lgrr¡¿r sociedades. Pero se ha demostmdo que es
hiróric¡.5{
serianente deficiente para sel. consiclerada como la única defini
$n , pueden bashr tr6 (rúl dife' ciór importanie; y esa dcliciencia llega a ser absolutamente des
'r¡! cimpto" i¡ p,a I'a.e, vd (ómo cn Danc d¿ g¡andcs P.hador.' d r*ror tnlctora del pat!ón postulado cuando entran en consideración
,",r"'
",,i- r¡,uarrl nr a¡liii.ió4 cónp¡13 r ñls nx.tlf.'J: J E. Caimc\
(,rióñi¡ú
'th" SLnu'Pou.r: r¡'",¿itq, a,.a oñd !rc^a¡t JP"tne' /1862': (le Toc tc poUrioo t ¡c
ningún modo basada cn proposnion$ crr¡cterisdcanrente
'u
queril.c, l,'ra ¡.¡ t|("t.ñe ?t la Rtu"Lutoa ri85Ü.: v, li¡ralnrnte.^.un¡ ol,r marxistas, estaobr¡ da uu exp¡ica.lón ñuy insr¡uctiva del dcsaúollo del
no e¡'neri,an¡ @nr.bporán¡r mu(l,o úenG (ono.ida. into¡run1.l¿o.nte, d' I Suro*t. ¡or..arEri6ro rn rel¡ción, d Sr¡r panc, .on ld .o¡dicion6 .conó-
1o qúc ncrce: l\,. ¡'. Webb, ¡h¿ cti¡ Plninr (1956). L¡bt! dc lodo "li¡-
I
APRECIACIóN CRfTICA
:l áhí que los seguido¡es de Marx de última ho.¡ se hayan üsto esc¡ibir una teoria de precjos relativos y, l)or consiguienre, no
obligados r introdu(ir compliraciones crecienres lormulando ,.n¿, dene derecho al befleticio de la duda en esra controversia. Su in.
r
teo¡ia de l¿ explorrción ,;lon:rt que c:'p i,a rl mismo riempo, vesrigación de 1a "sustancia" y la cüasi" del valor (aun despo.
según se pretende, cómo se re&.asa la disminución de la cuota de jada dc toda connotacióo metallsica o ética) se concibió para des-
ganancia (con lo que se pospone la quiebra definitiva) y cómo cubrir la manera como h produrción \) roJo cuanlo seFún Nfa¡x
es¡aba detcrmin¡do por ella) se orqrniza en ciertas rircunsrancias
puede aliviarse
-rcmporalmenre- la tendencia a la miseria c¡e-
ciente de la c¡as€ obrera- Detenernos a analizar esras teorias nos sociales especificái. En este sentido; sin embarSo, debe estar clarc
alejaria del tema que ahora nos ocupa. podemos seÍialar, simple' qüe la teorla no es otra cosa que ¿) ]a fórmuta o¡iginal de Smith,
mente, que no sólo los hechos observados no las apoyan más de según la cual el tmbajo es l¿ fuente del tondo que originalmente
lo que apoyaron a Ia primera versiór¡, siDo que tambi¿n es cierto proporciona todos los mediG de subsistencia (es decir, lo que el
que estas complicaciones llel,an a roda la doct na a olro campo mismo Marx habria llamado una verd.rd 'hniversal"); ü) una
lorrlmente drferenrc err el que rasi torJo lo que e5 esen.i:rl Fn la afirmación de que el valor de cambio en cu¿nto lenómeno econó-
doctrin¡ básic.r de Irlar:q priftipalmente la tioria de Ia lucha d€ úrico sólo puede surgir cuando existe una economia de cambio
clff€¡, sufre d¡ños ineparabtes. con las condiciones sociales y legales apropiadas pa¡a ello, y ¿) que
En la teorla de Ias c¡ish, Marx hizo, indudablemenle, aporta- en dicha economía el valor de c¡mbio (o sea el mecanismo del
ciones de gran inrportancia que los e.onomisras pr¡dieron haber prccio), más que alguna forma de "planificaci¿n central', deter.
seguido en general ventajosamenre anres de lo q e lo hicieron. mina cómo se organizará la producció¡. De aqui que se sigue
Por ejcmplo. rnuchó dc ¡o que ap re(F rr :r obir ,lc \llx ,ob, también que el concepto básico del plusproducto o plusvalla sig-
evaluación Lurntitatha reJl v (lescripción del proceso de hs [u,- ni{ica simplemente que el trabajo humano es capaz de a¡rancarle
tua.iones de la aitiviLhd ..on¿,oica,'pr.¿e clasiticarse al lado de a 1¡ ratu¡aleza más que los meros medios para lá sübsistencia
lo3 logros de los iniciadores de la ma'tcria. También en formula- humanar que todo el progreso (y la civilización misma) dep€nde
ciones teóricas, particularmente en lo que se refiere a tas relacic de la magnitud de ese excedcnte; y que Ia división de dicho cx-
Des entre consumo y acumulación y enne ganxnc¡rs y i¡lores de cedente entre eI consumo y la acumulación y enlre var:ios miembrcs
capirá1, hry muchas ided5 individu¡les que mu) bi€n pudieron (o "clases") de la comunidad es un prcblema económico cenúal
habcr sr Io adoptad.rs por orros. Entre ellxs y cierras teori¿s mo. que determina, €n gran medida, el desarrollo de la economia
dern¡s se han encontradois ¿n¡logias.
En (uanro a h reoría del virlo¡rrrbajo. núcleo y (enrro dp ia Iormuladas asi, tro es necesario, y en realidad ni siquiera po-
leoría e¡onórDica m¡rxisra, por el rerumm que aq'rl hemo6 dado sible, oponers€ a alguna de estas proposiciones, ni es preciso de¡ri
de ella se verá suficienremente claro que rep¡esenr.i la culminación grar la aporración que hicieron a1 progreso de la roma de con-
Iógi.a de un elemenLo de la docui¡ia rl¡ii,a cuyos rnre.edentes ciencia de sí misma operada por la economia.66 Pero, Iuera de
§e remontan a A¡istóreles. Podria inrentarse (y se ha intentado) eso, no contribüyen en nada a nuestro conocimiento del proce§o
repre,enrarl¡ rarnbiln iomo unr exprc(ión po"ible de Ix reoLiJ
ri már "orrodo\i" del valor. o ser h de los preLio" relari!o,, Jel 6 sin eobrr8o, hay que decir, en jusriciÁ, que el ú¿rito de hrbd ¡omulado
,ipo de ]a que el mismo Ricardo p:rrere h:bér adoprado l,r(i¡ el 6tas p¡oposiciones blsios quc ÉÁ.¡¡n la .úe¡Aenci. dc la economla d. 3u
final de su vid¡. Y entonces pueile demo6úxrse que, sobre es, füe pre ci.rtific¿, pertenecc a Sñit[ ) a Riordo. El .nrusiaúo que a@D.
brs€, la r.o¡i¡ del va¡or úabajo no er mls que una (coría muy pañó a sú rcdercubriúienlo por lvI¡B 6. quiá, unn dp€riencia ripic¡ del
autodidncta. E! ir.ere$nte pcnr¡r ctr lo qúe ¡abrir ocu,r.ido si la eonoml¡
,nri.urda dc los prccios en las co»,tirionei muy dererm;nrda5 hübicra squido ocrpindoE, conro lo hizo con los clisicos, dc los probclnr!
de un equilibrio estacionario denrro d,: una comperencia perfecta. de los asrcg¡dos del p¡oceso econóuico Gin la scudo{ociolosla manisra, n¡-
Por lo r¡nro. es irrdccu¡da ¡onro icoria genFral. Iull cuan,Jo .el turalmente). Sin emb¿¡go, cono vercmos ctr tos capitulos ¡iguientes, 1¡ .ie¡ci!
comph'Jnrerie srrist¡c(oria dpsde el I,Lnro de visu ]ógr.o para tuvo qu( p a¡ por ¡d ta¡so perío<lo de preo.upacióu e¡ cuanro al úec¡.
las,ood'c¡ones p,)*urro¡s. Pe¡o es in(ludabie t e NlJrx no quiso nnno de dctcrmiúa.ióo de¡ pr¿(io (to.jándo, en esc pro.so, algunos in}
t¡umentos a¡ilirn:os de valor noiim¡b¡€) rnies de poder volve. Iru.!no.
6 §moúe a 16 Br.ndcs pbblemas dcl equilibrio de h c.onomi¡ en su @¡-
. Por elcmplo. I. Robinsñ. "}|r^ on Ur.mptolDenr", t,mo^t toünol,
iun'o f,pLi.nbrc, t94 t,
,\l,Rr:crActóñ cRITtc^
económico. l-inalmente, Marx se mosüó incapaz de forjrr otros rnili .,. " r ",r.," ..,Jo.
I,o.,1 lJ t,.rtiJ.,.[,.'(ri..i.¡ de ,urn
instrumentos para r¡¡rar los lenómenos crd¿ vez üás complcios h:r , rJ ¡'.:"n ,1. f ,.'. ..ñt"-', ¡m.,n,\ (que \e suponc produ-
de.¡nJ F onumi, rnnlcrnr.A.i,¡odo.u i.ler. ." lr., | \'lJ io,o.aa cc¡ inevital¡lcrncnic u desiino) Lrn l, necesidad clc cie¡tas-c¡een-
eseDcialncnte estéril. Sus se$ridores no han hecho a h economla cia5 y.ompor¡amicnio núividualcs para lograr lx satlación. [s
n¡ngunr.¡po Jrr¿ll Lle .ie r impo¡ran(ia. pcro f prot len,¡ pLin. o.roso espccular, como algunos 10 han hecho, si lf¡r{ b¡rscó in-
'U'Jl üel nrJrxrrmo surS-. no en relarión con lo.,o ,e¡rus eco- ,(,r i.n.,i¡, en,¡ .,, ip Jl .',1.,, o .i j.,",1 ct l,,Jr.t J.t ,tr¡ ,ti/ d¡
nóú"o\ bis,io\ -niin,o. .ino en ,ua ro ¡l uso ¿ qLe lor de"rin¿ L' úio. I'-'o. ,,...rr,¿ F,p', ..,In, n.^ :r.tq urJ¿ lr .en
varx pam los iincs dc sr¡ diná¡rica econónica y dtsu ic poliric.r. tencix i)ibli(a 'por sus fruros los cono.eréis,,; lo cicrto es que, a
No o¡rstante, es iÍrporranrc, pa¡a aprecia¡ jusramenre 1¡ otrra de pes¿¡ de su irsisteücia en el .arl.rer cienrilico de su sisretrra, tlfarx
I{üx, comprende¡ quc esros eieDreDtos dinímicos y potiricos no legó a la postcri(l:rd, no una cie¡rcia pollica o econ(imica, sino
son inh-rÉr,-. i lo\ rn.mo.,on,cfro\ e.on,1mi, u, pri.rrir'rn, rino u¡. idol¡rrir lxniti.n. i\ pcsa¡ dc su e¡udnrióú, ¿ pesar lte la tr¡-
q,p \e,l.r.v.in ,le u,r porúl!1. otintÁÁi,ñ: l¡ re"r.r m¡rxi.r, ,le dición dc ¡acionalismo con que enpezó sus estudios, Nfarx h:r
lJ lu,l,., ,1" r¿,e. \u t,"y.,,.¡c\ion I¿gid.n,rc rrnbJ, r,, ,. dej¡(lo tras si un legaclo n¡acional, o más bicn aniirü€ionat, en
l'or ¡rlonp\ merudolÁgi, J, Aer¡e,¿lc\ nu se Ii.,,..i,r rq I'r/¿r ¡calidad. Por consiguie¡re, §u viabilidad ha sido atect¡d¿ sólo par-
,,,no ¡¡",.J¡iJner r,. it,grirrrn. rrr po.ibt"menr" int'ru,ruo.,,. cI cialnr:nte por los argr¡mcnro! pür¡menre t(igicos. A sus discipulos
iIr..Iro.dc ¡.ohbinrr prircipro. iotagi, or o Joc¡rir.¡, ,ui,re I¡ .) f.Üc,. q,rc:, ,l m:.,no. a m.,li,l: q,re iLr enrej-c;endo - ese
(v"rL.rrn r,i.¡ór ,i "o,
produ.i,to, l..r et ¡[itiris l.gtrJo I,r,". , otraerl,. , J \./ l, r\pli,¡,r¿n Jc iodor lo, ¡ro
Lo 9u,. sin a,,l rgo, c( .otnphr.rn,enre n.,,.tr blemas so.ixles mris desconce¡tantes. P€rq e deliniriva, su eco-
table, aun des.le ur punto dc visra estrictamentc lógico, es la ¡romia (lcscánsnba sob¡c argumenros que hay que conside¡ar esen,
transtÉren.ia ilegitima de un ranrpo al orro que el sisreüra m¿rxisla cif,lmente tautológicos y, por lo tan¡o, resülró iir.apaz de rodo
ha,t Jc ¡o.rrrl,, u, r'o clemo,rra.ti,. , r,,o, .il.S;,n,o, u.iti¡a cumo dcsarlollo tllre¡ior en un senrido cienrlfico. Vcrdad¿ramente, es
ra,,onrl, -,,o¡i. ¡1. jo ql|e .r,,r., ,F h¡b.r po.rutrllo. \o oL,,Jnr., siBniri,J'iro qu, ,l d*dfiollo l¡bi,to L,)r hr¡ido de los ,o1.ien-
es precrsamenre esra comllinación absoluramente ilegirima de dos 1u,ló. r¡¡éroLlo, ,le l¿ i¡rve\rig¿.ión c,unómica le,rrdrsriro y de,lur.
urJcn$ di'p",e\ Llc id-¿, y de ¡narodos JÉ.rnli;.;, to que ha tivo) que aún el mismo Nfalx había empleado al púrcipio, y se
(on\firu¡Ju lr e.pp,ial tr5.ina,i,;n,kt \¡.Len,r to tr¡ r.,,,o rrn
)
.uriosamentc impenerrable a t¡ crtti.:r de t¡ lógica corrien¡e. Esro
haya inspirado en Ia fant¡smxgoria del ''matcriatismo dialéctico".sr
Por.onsiguiente, bien podrí.aDos ponerle como epiratio esus pa-
es lo qlre L¿(c rte un análisi5 e.onómico .rnricuado, dc unr pro- labr¡§, aplicadls p¡imeramenle por un $an es.riror a orras for-
vecltos hiÉrcsis dc üatrajo en t¡ inlestig.tción trürórica (aun<¡ue mJ'.lc rnrirr¡,ionalismo: ...\remp¡e q¡¡e e,.,elJ¿ t pra, ricarla
,e lx deld (nl,l.Jr (o ll nr.
)ol,rurc,J) ) d,. un^ori,,togra mu¡ Ia Juc,rina de lJ \.lv:r,ión e\ctusi,a, .c tolloxrJn en rorno Je etiJ
de e¡,!,uurJu, u,ú lV"L,ü,,t.uunB mu! ¿Iftir 1 nrur ,rrrrrrr.i- hábitos mentales cliametr¡lmente opuestos al espíriru de investi
g,nre. r.r¿ iumr,.nd,r n c. tJ uue. cn (lefir¡:ri\:r, hx," que la hc gación y absolut¡mcnte i¡compatibles con el progreso humano.
,,r,'J,1. \lrrr no .r.,r.,(n,i.: ¡., en e.rer¡l,dr,j ,j(nriri¡á,o,no t¿ inditerencia a l¡ ver.lxd, un espirirü de creduli¡iad .iega y al
cn horror polirico, Ce la de los románricos. misnro ticmpo voluntariosa, rccibirá esrimulos que mulriplicarán
No püel. r.cLrrv,l,ie t,r) ..,r., ru,tJ,i., g,rnLt.o\, ,n -t ma l¡s ticciones de todx clase, asociará a la invesrigación las iclcas de
rudoi ni e\ Iif,. t,p or
!LÁ t., r,o,r¡ L¡.j l,:.lo iIrt,,.n.i¡ r,n peliBro ) pecado, ha¡á que l(» honrbres repuleD por cosa il¡lpla
dil¿r.rr., y po,lcroü, d,¡to\.or clcmcnro. indivrJ ¡c. ¡le !er.l:td ia imparcialidad de juicio y et esrudio que son €1 alna misma
Parcial que sc encuenrran rxnro en la sociologia conrc en la eco de h verdad, y castrará asi sus ficulra,:tcs hasra prcducir un e bo-
ndrDíx, dado el modo como Lue¡on lun¡rirtos in uno en el fuego tamiento general en todos los individuol'.63
dÉ unJ ;1./¡S,¿/io \rtrF lus m¿ic, üe t. \o.iF,ta.t y ¡l mi rn"
(i.mp¡ "J,u.¡
reh,i,nad,,,on u¡rd vj.ii,n dcl tururo pu.\.,onro 1ui,ra ói ¡)el orl pucdcn .orsidcrftse d.r.¡ndienrrs
Srotes.oj y úonrruosos,
pdo dc ni gLj¡ ¡no.lo in.rcrl,Ir, rl ncwspcrL' ).l '¡odtit.rlink' dc l, p¿-
li.¡r,ie,,,i,i,o,, "m,l;,1,, ",,.;o,o,,,p,cr,-, n." Jir"r"n,- r¡ilL dc {tu. h¡bl¡ Ccorgc o rrll.
"¡,. ' \\' F rr. r-.1! Ht o. 'r- R " ann 1-, ";.,".. t\" sj,.i, o- Rd
de la surlra de esas partci: rienc «¡dlos los ar¡ibüros (le un¿ fe tn,latn L ¡n Itool¿ l\re!.1 Yo¡k, l87ol, rol. r, t.40.r.