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El militarismo en Mesoameé€rica en el siglo XVI STE ARTICULO DESCRIBE E INTERPRETA el cardc- E a de los estados prehispani cos a los que se enfrentaron y dominaron las huestes iberas peninsulares, Tiene a su vez otros dos propésitos: uno, presentar de la mane- s equilibrada y objetiva posible la visién que del encuentro nos han legado cronistas ¢ Ristoriadores tanto de ascendencia indigena, fray Diego Durdn, Femando de Alva [xtillxéchitl, Fernando Alvarado Tezo: moc y Francisco de Chimalpahin Cuauhtlehua- nitzin, como los de origen espaiiol, por ejemplo al propic Herman Cortés, su fel soldado-histo- riador Bernal Diaz del Castillo, fray Juan de Torquemada, fay Jerénimo de Alcald y fray Diego de Landa, entre otros. Con ese propésito se citan con cierta frecuencia los textos escritos poreilos Un segundo objetivo es que el propio lector aprecie la complajidad del fenémeno histérico que signiZicé la conquista, hecho que, a 478 aiios de iniciado y un poco menos de consumado, es todavia un asunto de polémica y motivo de razonamientos, sentimien.tos y resentimientos. ym militar, las 3, 92 descubren a través de la formacién de cuadros y dela integracion de los ejércitos. Asimismo, se dilucidan los objetivos o finalidades de la guerra por medio de las alianzas a que ésta conduce 0 los limites de la ernpresa militar, al estudiar sus incentivos, las desigualdades sociales que nece- sariame batallas, y la ideologia se provocan a é Lameiras que permea los animos de sobrevivencia terrena y trascendencia mundana de los combatientes. La guerra y sus causas fueron diversas ycom- plejas en Mesoamérica. Se considera que ya en el period Clasico, quizd en el siglo v de nuestra hos autores consider: que est ido antes—, apace ron los primeros estados militaristas; es dec sociedades en las que existid en dosis v el dominio de los militares, el enaltecimiento de los valores castrenses, la orientacién mayoritaria hacia la guerra o el control social regularizado por los guerrerds. Esto es, cuando existe lo que se denomina militocracia, militancia y militari- zacién (Otterbeim, 1970). Enlahistoria de las sociedades militaristas me- soamericanas, los mexicas y sus aliados acolhuas y tlacopanecas constituyen el mejor ejemplo de tal conformacién social. Entre les purhépeckas, mayas, mixtecos, zapotecos, huastecos, matla- tzincas, tlaxcaltecas, huejotzincas y otros, la gue- rrase relacioné con el crecimiento y complejidad de una organizacién militar y con al que co pondia al Estado y sucentralizaciin. Asf,en esos pueblos la guerra era una institucién social, una préctica establecida por cada una de dichas co- munidades politicas y se encontraba en manos de organismos militares formalizados.-Tal insti- tucién volvié més complejas ot: orden econémico, educative y rel Con el uso de la violencia armaca, los pueblos mesoamericanos militaristas buscaron y logrs: ron fincar soluciones relativas a problemas coro —_— ease mas mesoamericanos el cree! ‘oy la construccién de Spras puilicas de comunicacién, contencin ¥ onduccion de chinamperios que produjeran més al idas agricolas causa- tos de diversos ias. Con las p09 salto de pueblos se obten! sora esclava para la construccion y én al as. la organizacion y mantenimiento del ejército pudo separarse de un progreso creciente que, legé a un limite y, tal vez por ello, enetrar en todas estas .esana). En fin, el uso delas = aunacontradicciOn. Para p cuestiones comenzaremos por descri EL ARMAMENTO Una muy larga experiencia sociocultw —alre- dedor de un milenio— condicioné la elabora- ion, empleo y mejoramiento de las armas ce guerra en la Mesoamérica que los peninsulares Rispanos encontraron y conérontazon. Bl arma monto hivo su origen en las actividades de la za y le pesca, pero fue necesario que se ade quara a los enfrentamientos entre seres pensar tes, ya que no es lo mismo derribar aun ave con ayuda del dtlail, echar un verado o dar con 'a honda a un armadillo, que atacar 2 un ejército organizado. fas armas especializadas para hacer dao y dominar por medio de la violencia guerrera fue- ron él arco y la flecha —tlainuito —, la honda —temétlatl— y el dtlatl o Hradera. Esa _triada que servia tanto para cazar como Pare = guertéar fue empleada desde tiempos muy re Totes por todos los aborigenes mesoamericay nos de forma original, o bien la conocieron mer- ced a su contacto con tribus belicosas. tanta de Tulncon aruence gueTere- =... Respecto al uso Gel arco y Ja fecha, el fraile Lamina 6a del Atlas de la Historie ca jas incias ge la Nueva Espana da fray Diego Duran. Arce y flacha. Juan de Torquemada narra en su Monarguia in- diana que fue esta arma entre aquellas gentes la mas comiin ¥ usada desde sus principios, de cuantos han ten do; y es de creer, que la necesidad de [a guerra, y de mantenerse de caza, habrd sido la de descubrir ese arte; y bien podfan los indios andar desmudos [-I pero no serd posible qué anden sitarco y flechas... [Torquemada, 1969,-1:539]- remontana ores europeos continentales indigenas, qui los tiempos en qus los conquista¢ legacon por primera vez ater sabemos dela varie su empleo en eda, junto can al ardo con diverses textes, se an distint nda (Repetto, 19 pechas, el Pero las armas ¢ dentes 7 cortantes: mazos, garstes, espada: estoques, hachas, hachuelas, mecudhuit! (una es- pecie de porra con pedern: dos) y cuchillos, fueron las 2 “pie con pie”, “cuerpo 2 cuerp 2 frente” Antes de pasar a la deserizcién del género de armamento defensive corporal y , €s importante consignar varies testimonies hisp: nos sobre la efactividad del armamento mesoa- garon alredador de combates bates contra mayas, totonacos, tom huas, hasta la caida de Tenochtitlan. Bernal Diaz dei Castillo, el soldade-cronista, cu Uegar a Cabo Catoche se encontrar los aborigenes les habian tendido una trampa en. la cual el cacique dirigente comenadadar voces [-] pared tros unos escuadrones de indios de gus tenia en celada paca matarnos; y = las voces que dio, los escuacrones vinieron com gran fia y_ a flecha, prestezs y nes comenza 2 ela primera raciada de flechas nos hitieron quire —

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