Está en la página 1de 4

Instituto Universitario Puebla

Campus Comalcalco Tabasco.

Nombre
José Reyes Vázquez Sanchez
Maestra
Sonia López López
Materia
FUNDAMENTOS JURIDICOS DE LA
ACTIVIDAD PETROLERA
9no cuatrimestre
Carrera
ING. PETROLERA

TRATADO DE BUCARELI
El Acuerdo de Bucareli, también conocido como Tratado de Bucareli, firmado en
e1923, fue un pacto entre los gobiernos de México y Estados Unidos. Consistió en
dos Convenciones de Reclamaciones, una Especial y otra General. Los
compromisos "extraoficiales" del gobierno de Obregón se encuentran en las actas
de las conversaciones, actas cuidadosamente redactadas para evitar efectos
políticos indeseables.
El tratado buscaba canalizar las exigencias de ciudadanos estadounidenses por
"presuntos" daños causados a sus bienes por guerras internas (Revolución
Mexicana) durante el período comprendido entre 1910 y 1921. Las pláticas tuvieron
por sede a la ciudad de México y se llevaron a cabo en un edificio del gobierno
federal ubicado en la calle de Bucareli no. 85. Las negociaciones se iniciaron el 15
de mayo de 1923 y terminaron el 13 de agosto del mismo año. Los Convenios
Especial y General de Reclamaciones se mantuvieron en vigor mientras las
comisiones correspondientes llevaron a cabo el cometido para el que fueron
formadas, es decir, hasta que sus asuntos concluyeron.

HISTORIA
El marco nacional dentro del cual el tratado fue firmado se caracterizó por la
inestabilidad política y las constantes asonadas militares. Uno de los orígenes de la
relativa debilidad del gobierno de Álvaro Obregón provenía del hecho de que los
Estados Unidos no habían reconocido su régimen post-revolucionario.
La Constitución de 1917, con una marcada influencia socialista y nacionalista había
perjudicado a muchos intereses estadounidenses, por lo cual el presidente de aquel
país se negaba a reconocer como legítimo al presidente Álvaro Obregón, y además
exigía la derogación de varios artículos o al menos que no fuesen retroactivos. Para
Obregón, el reconocimiento de su gobierno por el país del norte era un asunto
prioritario porque así evitaba la constante amenaza de un conflicto armado con
dicho país y le restaba fuerza a sus enemigos internos, quienes también buscaban
el apoyo de los estadounidenses.
Dada la devastación y desorden causados durante las guerras civiles o
revolucionarias, Obregón consideraba que eran necesarias las inversiones
extranjeras para reconstruir la economía del país. Por su parte, Estados Unidos
condicionaba el reconocimiento a Obregón como Presidente legítimo al
establecimiento de un tratado entre los dos países, en el cual México garantizaría
los derechos de propiedad de los estadounidenses radicados en México y de sus
compañías petroleras en territorio mexicano. El problema del petróleo se deriva del
artículo 27 de la Constitución Mexicana, que establece que la tierra, aguas y las
riquezas del subsuelo son originalmente propiedad de la nación. El lenguaje del
artículo 27 trataba la posesión del petróleo de Estados Unidos y las compañías
petroleras de Europa, especialmente si el artículo fuera aplicado retroactivamente.
Tres fueron las condiciones que exigieron al gobierno mexicano: a. Especificar en
el contenido del artículo 27 constitucional la situación legal en la que quedarían la
industria petrolera y las propiedades agrícolas de los extranjeros; b. reanudar el
pago de la deuda externa, suspendida durante el gobierno de Venustiano Carranza
Garza; c. pagar las compensaciones a los extranjeros, que por daños a sus
personas o propiedades hayan sufrido durante la lucha revolucionaria.
La Suprema Corte de Justicia concedió y determinó que el artículo 27 no sería
retroactivo en la parte correspondiente a la industria petrolera. Con relación a la
reanudación del pago de la deuda externa, Obregón intentó obtener fondos
mediante los impuestos del petróleo pero las empresas petroleras se opusieron a
tal aumento, deteniendo la producción y obligando así al gobierno, a derogar dicho
impuesto

FIRMA DEL TRATADO


Cuando Plutarco Elías Calles asumió la presidencia en diciembre de 1924, uno de
los principales puntos de discordia entre Estados Unidos y México todavía era el
petróleo. Calles rápidamente rechazó el Tratado de Bucareli de 1923 y comenzó a
redactar una nueva ley sobre el petróleo que cumpliera estrictamente y con apego
al artículo 27 de la Constitución. La reacción del gobierno de Estados Unidos ante
la intención de Calles de hacer aplicar el artículo 27, fue inmediata.
El embajador estadounidense en México, James Rockwell Sheffield llamó a Calles
"comunista", y el Secretario de Estado Frank Billings Kellogg emitió una amenaza
contra México el 12 de junio de 1925. Calles nunca se consideró a sí mismo
como comunista, pero consideraba la revolución como una forma de gobernar más
que una posición ideológica.
La opinión pública en los Estados Unidos se tornó en contra de la política mexicana
cuando la primera embajada de la Unión Soviética, nunca antes establecida, se
instauró en México; ocasión en la que el embajador de dicha dependencia señaló
que "ningún país muestra más similitudes que la Unión Soviética y México".
Después de esto, algunos miembros del gobierno de Estados Unidos, comenzando
por Sheffield, consideraron que México era el segundo país bolchevique en la
Tierra; y comenzaron a referirse a él como "México Soviético".
El debate sobre la nueva ley de petróleo ocurrió en 1925, con los intereses de
Estados Unidos opuestos a todas las iniciativas. En 1926, la nueva ley fue
promulgada. En enero de 1927 el gobierno de Calles canceló los permisos de las
compañías petroleras que no cumplieran y respetaran la ley. México consiguió evitar
la guerra a través de una serie de maniobras diplomáticas. Poco después, una línea
telefónica directa fue establecida entre Calles y el presidente Calvin Coolidge, y el
embajador estadounidense en México, James Sheffield, fue remplazado por Dwight
Morrow. Finalmente, el 18 de marzo de 1938 el Presidente Lázaro Cárdenas del
Río decretó la nacionalización del petróleo en México, creando PEMEX

ACUERDOS
El Tratado de Bucareli fue firmado por Álvaro Obregón el 13 de agosto de 1923 con
el que se llegó, esencialmente, a los siguientes acuerdos:
 Las propiedades agrícolas expropiadas a estadounidenses se pagarían con
bonos, si no eran mayores a 1755 hectáreas.
 Las propiedades que rebasaran dicha extensión, el pago sería de inmediato y al
contado.
 Se integraría una comisión que se encargaría de revisar las reclamaciones
pendientes a partir de 1868; las reclamaciones originadas por la Revolución se
resolverían aparte.
 Con relación al petróleo, el art. 27 no era retroactivo para los norteamericanos
que habían adquiridos sus concesiones antes de 1917, lo que les permitía seguir
explotando libremente el hidrocarburo.
Las indemnizaciones o reclamaciones debieron ser entregadas durante un período
de dos años y éstas debieron ser procesadas durante cinco años a partir de la firma
del tratado. Sin embargo, el Trato de Bucareli careció de validez legal porque no
estuvo sujeto a la aprobación de los Congresos de los dos países firmantes,
quedando en un "acuerdo de caballeros", que comprometía únicamente a Obregón
pero no a sus sucesores, sin embargo, el gobierno de Obregón fue reconocido por
el gobierno de Estados Unidos. Se desconoce la cantidad de dinero pagada a
estadounidenses durante el período presidencial de Obregón.
Por su parte, el expresidente Adolfo de la Huerta, quien figuraba en el gabinete
obregonista como Secretario de Hacienda, consideró que el tratado violaba la
soberanía nacional y sometía a México a "condiciones humillantes”. De la Huerta
acusó a Obregón de traición a la patria, mientras que él, a su vez, fue acusado de
incompetencia en el desempeño de su cargo y se le hizo responsable de la terrible
situación de las finanzas. De la Huerta renunció a su cargo y se trasladó a Veracruz,
desde donde lanzó un manifiesto que desató la rebelión de la huertista en diciembre
de 1923.

También podría gustarte