250 Trampas y Combinaciones- J. Neustadt - Versión Digital y Algebraica Prof.
José Luis Matamoros
Consideraciones Teóricas
Este libro trata de las trampas y combina-
ciones practicadas en la apertura y de los erro-
res y sus consecuencias cometidos en ella.
La comisión de cualquier error en el cál-
culo de variantes o en el avalúo de la posición
causa indudablemente la pérdida de una parti-
da. Excusado es decir que la elección de un mo-
vimiento, o jugada, erróneo se debe al propio
dictamen de quien lo elige, aunque se le puede
inducir a elegirlo; por ello, la trampa, o celada,
debe considerarse como inducción a error.
En general, la trampa es todo hábil movi-
miento que encubre amenaza y se funda en la
posibilidad de que el contrincante cometa un
yerro; en particular, no es toda inducción a
error, sino aquella que entraña cierto riesgo.
Toda trampa se basa siempre en la res-
puesta natural o prometedora del competidor
o, por mejor decir, se le ofrece ocasión para
elegir una jugada o variante con apariencia de
ventajosa, pero impugnable inesperadamente.
No pecaríamos de exagerados si afirmá-
semos que ningún ajedrecista se ha librado de
caer alguna vez en una celada. La historia del
ajedrez ofrece no pocos casos de catástrofes
inesperadas, cuyas víctimas fueron maestros
de nota.
Seguidamente especificaremos el género,
las particularidades y la clasificación de las
trampas.
Bajo amenaza de sanción
En casi todos los manuales de ajedrez se
habla del «mate de Legal»; combinación-cela-
da de apertura, cuyo autor fue el maestro fran-
cés Legal, de la primera mitad del siglo XVIII:
1.e4 e5
2.¤f3 ¤c6
3.¥c4 d6
-1-
4.¤c3 ¥g4
5.¤xe5? ...
Este movimiento está preparado para todo
aquel contrincante que, ávido de ganar mate-
rial, toma irreflexiblemente la dama.
5. ... ¥xd1??
Pero las negras llevarán una pieza de ven-
taja, si continúan 5...¤xe5.
6.¥xf7+ ¢e7
7.¤d5#
Esta continuación de las blancas no es co-
rrecta; pero el error cometido por las negras
facilita y hace posible su realización.
Veamos la celada que se dispone en la va-
riante incisiva de la apertura italiana:
1.e4 e5
2.¤f3 ¤c6
3.¥c4 ¥c5
4.c3 d6
5.d4 exd4
6.cxd4 ¥b4+
7.¢f1 ...
Desde luego, parece más oportuno conti-
nuar 7.¥d2, si bien la aparentemente extraña
retirada del rey tiene una finalidad: el bando
blanco amenaza con ganar una pieza prosi-
guiendo 8.d5 y, tras la retirada del caballo,
9.£a4+; mas el negro puede continuar dispo-
niendo una celada y haciendo como si no ad-
virtiese el peligro que corre.
7... ¥g4?!
(ver Diagrama Nº 1)
8.d5 ¥xf3
9.gxf3 ...
Aquí se debe proseguir 9.£a4, pues las
complicaciones ocasionadas por la continua-
ción 9. ... ¥xe4 10.dxc6 b5! 11.¥xb5 ¥xb1
12.£xb4 ¥f5, igualan más o menos la posi-
ción.
250 Trampas y Combinaciones- J. Neustadt - Versión Digital y Algebraica Prof. José Luis Matamoros
Diagrama Nº 1
Posición después de 7... ¥g4?!
9... ¤d4
10.£a4+ £d7
11.£xb4 ...
Las blancas han conseguido ganar el alfil;
esto les costará la pérdida de dos peones y un
empeoramiento serio de su posición.
11. ... £h3+
12.¢e1 £xf3
13.¦f1 £xe4+
Si el intento de ganar una pieza ha sido ad-
verso, la celada 7...¥g4?! ha entrañado mucho
peligro por las consecuencias desfavorables
que podía haber traído.
A partir de la posición reflejada en el dia-
grama, el bando blanco puede mejorar su juego
y plantearle problemas difíciles al negro. Véase:
8.£a4! ...
Tras eso, el primero amenaza con prose-
guir d5. ¿Cómo ha de defenderse el segundo?
Si lo hace según la variante precedente, perde-
rá una pieza; por ejemplo: 8...¥xf3 9.gxf3 £d7
10.¥b5!, y a 10 ... O-O-O procede 11.¢g2!
Siendo así, tendrá que continuar:
8. ... a6
Pero en este caso sucederá:
-2-
9.¥d5! £d7
10.¥e3 ...
El movimiento de ese alfil refuerza las
amenazas 11.¥xc6 y 12.£xb4.
10... ¤ge7
11.h3 ¥xf3
12.gxf3 b5
En caso diverso, seguiría 13.¥xc6 ¤xc6
14.d5 y 15.£xb4.
13.£b3 ¥a5
14.¥xf7+ ¢d8
15.¥e6
Tras lo cual las blancas llevan un peón de
ventaja y están bien situadas, mientras las ne-
gras han tenido que sortear muchas dificulta-
des para no perder su alfil de escaques negros.
En la antigua partida de Legal, las blancas
se arriesgaron hasta el punto de exponerse a
perder una pieza. En la variante de la apertura
italiana no se arriesgaron tanto y hubiesen ga-
nado un peón, si hubieran advertido la trampa
dispuesta por las negras y replicado adecuada-
mente a ella.
Por lo tanto, en los dos casos el que dispu-
so la trampa arriesgó, si bien en grado diverso,
y el que la advirtió sacó ventaja material o pre-
ponderó en la posición.