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trado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra». «¿Por qué nuestro mundo pobre e
Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados». igualitario se entusiasmó con la pompa
Los comensales empezaron a decirse para sí: «¿Quién es éste que hasta per-
dona los pecados?»
y la majestad de la coronacioón de
Pero él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado. Vete en paz». (S. Lucas 7, 36-50) la Reina de Inglaterra?» – pág. 35
Este trabajo ha sido elaborado a partir de escritos del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira (1908-1995)
-especialmente de su libro «Revolución y Contra-revolución»- además de los textos pontificios que son ci-
tados, quien fue fundador de la TFP brasileña e inspirador de Acción Familia.
Título original: Inégalités justes et nécessaires: Rappel d’une vérité oubliée : l’idéal catholique d’une société fraternelle, parce qu’harmonieusement inégalitaire.
Traducido por Acción Familia, con las debidas autorizaciones
© Société française pour la défense de la Tradition, Famille et Propriété – TFP
Un movimiento lento y continuo
hacia ...La igualdad total
Le retour des courses, 1875 – Giuseppe De Nitis – (Philadelphia Museum of Arts)
pero ella pasa desapercibida por la mayoría, por- dróginos, llegando a tal extremo que se ha dado
“Como el abandono de la cortesía se hace poco a poco, que para cada pequeño cambio se puede encontrar el caso que un hombre muy afeminado llega a
nadie percibe este movimiento impalpable, hasta que siempre una justificación puntual. Esta revolución presentar vestidos de novia. Al mismo tiempo,
igualitaria no revienta como una bomba: es impal- la imagen de masculinidad se devalúa, o es dis-
nos da la sorpresa de llegar a ciertos extremos”. pable, como un gas anestesiante difuso en el aire. torsionada e invertida.
Como veremos más adelante, el igualitarismo Hace casi un siglo que las
se introduce en los aspectos externos de la existen- mujeres, habiéndose cortado
T odos somos testigos de una multi- bios se van realizando de modo gra- cia, en la forma de vivir en sociedad, o en el campo el pelo “à la garçon”, em-
tud de hechos, sin conexión en- dual, y la mayoría de las personas económico, político o internacional; en la cultura e pezaron un proceso que las
tre ellos, que introducen pequeñas no se da cuenta de que la educación incluso en las relaciones de los hombres con Dios. lleva hoy en día, en gran nú-
modificaciones en la vida de to- sufrió un cambio radical. Tanto es así que, el evento más importante de
dos los días, en un sentido siem- Sucede lo mismo con las re- nuestro tiempo es, probablemente, el que parece
pre más igualitario. glas de cortesía y etiqueta. Sí, un ser la culminación de una gran Revolución. Ella
Esto ocurre, por ejemplo, con joven debe ceder su asiento a una orienta el curso de los acontecimientos en su bene-
la relación entre profesores y persona mayor en un transporte ficio a través de un proceso largo, gradual y sutil o
alumnos. No hace tanto tiempo, el público, del mismo modo que un declarado y brutal, pretendiendo establecer la plena
respeto debido a un maestro se ma- hombre debe dejar pasar a una dama igualdad en la Tierra.
nifestaba de varias formas: el alum- o sujetarle una puerta. Estas muestras Este inmenso movimiento, que está en marcha
no se ponía de pie cuando el profesor de educación, que son cada vez más ra- desde hace varios siglos, forma una poderosa co-
entraba en la clase; nadie habría dejado de ras, afirman desigualdades justas y nece- rriente que avanza constantemente, alternando los
descubrirse o se habría atrevido a dirigirse a él sarias. Pero, como el abandono de la cortesía se remolinos lentos y profundos, con los saltos brus-
de modo grosero. hace poco a poco, nadie percibe este movimiento cos y rápidos y con períodos de calma aparente.
La desigualdad entre el profesor y los estudian- impalpable, hasta que nos da la sorpresa de llegar
Algunos ejemplos de avances del
La musique de la Garde républicaine au Luxembourg – Gabriel Boutet – (Musée des Beaux-Arts de La Rochelle)
Siempre analizando los aspectos externos de la que dependen de la reflexión. La jerarquía natural ricos. No debemos ganar “demasiado” dinero. Si se
vida, constatamos que los automóviles son todos constituida por la superioridad del trabajo intelec- posee una fortuna, no se debe tornarlo evidente.
iguales y que se funden en una banalidad uniforme tual sobre el trabajo mecánico, desaparece por la Está mal visto tener sirvientes. Los automóviles de
y monocromática. Los edificios modernos son idén- superación de la distinción entre uno y otro. Basta lujo son similares a los vehículos ordinarios. Debe-
ticos en el mundo entero. No hay nada más triste- sólo mencionar esta jerarquía, que ayer aún era evi- mos abandonar la búsqueda de la excelencia en los
mente parecido que un conjunto de edificios en las dente, para ponernos alerta. objetos que nos rodean. Incluso la gastronomía de
afueras de cualquier ciudad, en cualquier país. Las La sociedad que, hace menos de un siglo, se ca- alta cocina está evolucionando hacia un estilo pobre
torres de oficinas, aun cuando sean extravagantes, racterizaba por ser un conjunto de familias armo- y de aspecto irreconocible.
no permiten saber si uno se encuentra en París, Bos- niosamente diversificadas, hoy en ellas la norma A muchos les parece normal que la mayor par-
ton, Shangai o Buenos Aires. Todas las áreas co- es el individualismo. Nunca los seres humanos han te de las ganancias sean confiscadas por el Estado,
merciales modernas se parecen, no sólo en todas las vivido en una tal soledad. En lugar de una jerarquía para luego ser mal administradas “para la comuni-
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«El movimiento igualitario sueña con fundir todos los pueblos en uno
solo, con el fin de hacer desaparecer las legítimas características de Un movimiento lento y continuo hacia la igualdad total
cada país»
fraterna,
Jesucristo; gobernantes, maridos, esposas, padres, hijos, señores, servidores, reyes,
jueces, contribuyentes, recolectores de impuestos como los quiere la doctrina cristiana.
Y atrévanse a decir todavía que esta doctrina es contraria a los intereses del Estado».
La bénédiction des blés en Artois – Jules Breton, 1857 (Musée des Beaux-Arts d’Arras. Photo : Felipe Barandiarán
porque armoniosamente
desigual
El ideal católico de una sociedad armoniosamente desigual
leza iguales entre sí; y, por esto, sostienen que no “Por consiguiente, así como quiso que en el
«Esta desigualdad resulta provechosa para todos porque se debe al poder soberano ni honor, ni respeto, ni propio Reino celestial los coros de los Angeles
la vida social requiere un organismo muy variado y obediencia a las leyes, salvo a aquellas que ellos fueran distintos y estuvieran sometidos los unos a
habrían sancionado a su antojo. los otros; así como en la Iglesia instituyó varios
funciones diversas; y lo que lleva precisamente a los “Por el contrario, según las enseñanzas de los grados de órdenes y diversidad de ministerios,
hombres a repartirse estas funciones, es sobre todo Evangelios, la igualdad entre los hombres consiste para que no todos fueran Apóstoles, ni todos Doc-
en que todos, al tener todos la misma naturaleza, tores, ni todos Pastores (1 Cor. 12, 27); así también
la diferencia de sus condiciones respectivas» están todos llamados a la misma altísima dignidad constituyó en la sociedad civil muchas categorías
de hijos de Dios; bien como en que, por haber sido diferentes en dignidad, derechos y poder, sin duda
todos designados para el mismo y único fin, cada para que la sociedad civil al igual que la Igle-
uno será juzgado según la misma ley, recibiendo sia, fuese un solo cuerpo, compuesto de muchos
Los textos pontificitos pre- según sus méritos el castigo o la recompensa. Esto miembros, unos más nobles que otros, pero todos
sentados aquí muestran que,
1. La desigualdad de derechos no obstante, la desigualdad de derechos y de poder recíprocamente necesarios y preocupados por el
de acuerdo a la enseñanza de y de poder emanan del mismo procede del propio Autor de la naturaleza, de quien bien común”. 2
la Iglesia, la sociedad cristiana Autor de la naturaleza toda paternidad, en el Cielo y en la Tierra, toma su 2. Acta Sanctae Sedis, Typis Polyglottae Officinae, Romae, 1878, vol. XI, p. 372.
realidad, al presentar el derecho de propiedad den ser iguales las cualidades naturales de todos, y 6. La desigualdad social redunda 6. Acta Sanctae Sedis, Ex Typographia Polyglotta, Romae, 1890-91, vol. XXIII,
p. 648.
como una pura invención humana que repugna cada uno es diferente del otro ‒sea por las faculta-
en provecho de todos
a la igualdad natural entre los hombres, aspiran des espirituales, sea por la fuerza física‒; y que son 7.Las clases sociales deben
a la comunidad de bienes, y opinan que no puede muchísimas las diferencias de costumbres, gustos,
soportarse con paciencia la pobreza, y que se pue- En la encíclica Rerum novarum (15-05-1891), León integrarse en la sociedad de la
y maneras de ser; nada repugna, pues, tanto a la
de violar impunemente las posesiones y los dere- razón como pretender reducir todas estas cosas a XIII vuelve a tratar sobre la desigualdad social: misma manera que los miembros
chos de los ricos. una misma medida y trasponer esta igualdad tan “El primer principio a destacar, es que el hom- del cuerpo se ajustan entre ellos
“La Iglesia, mucho más acertada y provecho- bre debe tomar con paciencia su condición; es im-
absoluta a las instituciones de la vida civil”. 4 Un poco más adelante, el Pontífice declara:
posible que, en la sociedad civil todo el mundo sea
samente, reconoce la desigualdad entre los hom- 4. Acta Sanctae Sedis, Ex Typographia Polyglotta, Romae, 1906, vol. XVI, p. 427.
“Lo que está en causa, de lo que hablamos, es
elevado al mismo nivel.
bres, naturalmente diferentes por las fuerzas el error capital de suponer que cada clase es enemiga
del cuerpo y del espíritu, y también por sus po- 5. Las desigualdades son la condición “Es esto exactamente lo que persiguen los so-
natural de la otra, como si la naturaleza hubiese enfren-
cialistas; pero contra la naturaleza, todos los es-
sesiones, y ordena que el derecho de propiedad y para una sociedad orgánica tado a ricos y a pobres para que
fuerzos son vanos. Es ella
de dominio, que proviene de la propia naturaleza, se combatan mutuamente en un
El Papa León XIII prosigue: en efecto la que ha dispuesto
permanezca intacto e inviolable en manos de quien diferencias entre los hombres «La naturaleza exige que duelo obstinado. Esto es a tal
lo posee”. 3 “Del mismo modo que la perfecta constitución punto incompatible con la razón
de un cuerpo resulta de la unión y adecuación entre tan múltiples como profundas: las clases en la sociedad se
3. Ibidem, p. 374.
diferencias de inteligencia, de y con la verdad que, por el con-
sus diversos miembros ‒los cuales difieren forma integren mutuamente y que
talento, de habilidad, de salud, trario, es necesario sentar como
4. Nada repugna tanto a la y funciones, pero vinculados y situados en su pro-
de fuerza; diferencias nece-
de su colaboración mutua cierto el siguiente principio:
razón como una igualdad pio lugar constituyen un organismo bello, vigoro- nazca un equilibrio justo» “Así como en el cuerpo
sarias de donde nace espon-
so y apto para cumplir su función‒, así también se se unen convenientemente
absoluta entre los hombres encuentran en la sociedad humana diferencias de
táneamente la desigualdad de
las condiciones. entre sí los diferentes miem-
En la encíclica Humanum genus (20-04-1884), proporciones casi infinitas. Si todos fueran iguales bros, de donde nace un todo
“Esta desigualdad, por lo demás, es provechosa
Léon XIII agrega:: y cada uno hiciera su voluntad, no podría el Estado de aspecto armonioso que podrá llamarse justa-
para todos, tanto para la sociedad, cuanto para los
“Que todos los hombres, sin excepción, son tener un aspecto más deforme; por el contrario, si a individuos: ya que la vida social requiere un orga- mente simetría, del mismo modo dispone la natu-
iguales entre sí, es cosa que nadie duda, si se con- través de distintos grados de dignidad, dedicación nismo muy variado y funciones bastante diversas; raleza que ambas clases se unan armoniosamente
sidera que el origen y la naturaleza son comunes, y talento, todos contribuyen convenientemente al y lo que lleva precisamente a los hombres a repar- entre sí en la sociedad, y que mantengan de perfec-
que cada uno debe alcanzar el mismo fin último, y bien común, reflejarán la imagen de una sociedad tirse estas funciones, es sobre todo la diferencia de to acuerdo el equilibrio. Cada una necesita absolu-
que de aquí emanan naturalmente los mismos de- bien constituida y de acuerdo con la naturaleza”. 5 su condiciones respectivas”. 6 tamente a la otra: no puede existir capital sin tra-
rechos y obligaciones; pero, una vez que no pue- 5. Ibidem. bajo, ni trabajo sin capital. La concordia engendra
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La messe pontificale – Marceliano Santa Maria y Sedano, 1890 – Palais Riofrio – Dépôt du Musée National du Prado
Un cardenal se prepara para celebrar una misa pontifical. Príncipe de la
Iglesia, heredero del Trono de Pedro, reza, recubierto por su larga capa
roja, antes de revestirse con los ornamentos que están sobre el altar. Su
escudo de armas preside la escena, los cirios brillan, el clero lo rodea. La
la belleza y el orden de las cosas; de la rivalidad diadas por las sectas inicuas, y les hemos ofrecido pompa sagrada de la ceremonia va a desarrollarse con una lentidud ma-
perpetua es, en cambio, inevitable que nazca una los maternales cuidados de la Iglesia; y hemos de- jestuosa.
salvaje ferocidad y confusión” 7. clarado muchas veces que nunca será remedio para
7 Acta Sanctae Sedis, Ex Typographia Polyglotta, Romae, 1890-91, vol. XXIII, p. 648-649. esos males la igualdad que subvierte el orden so-
cial, sino aquella fraternidad que, sin menoscabar
8. La Iglesia ama a todas las clases, y en nada la dignidad propia de cada categoría, une
la armoniosa desigualdad entre ellas los corazones de todos con un mismo vínculo de
En su alocución del 24 de enero de 1903 al Pa- amor cristiano”. 8
triciado y a la Nobleza romana, afirma también 8. Leonis XIII Pontificis Maximi Acta, Ex Typographia Vaticana, Romae, 1903, vol.
XXII, p. 368.
León XIII:
“Los Romanos Pontífices siempre fueron solí- 9. Debe haber en la sociedad
citos, a la vez, tanto en tutelar y mejorar la suerte
de los humildes, como en sostener y aumentar el
reyes y súbditos, patronos y
decoro de las clases elevadas. Puesto que ellos son obreros, ricos y pobres, sabios e
los continuadores de la misión de Jesucristo, no ignorantes, nobles y plebeyos
sólo en el orden religioso, sino también en el so-
En el motu propio Fin dalla prima, del 18 de
cial. (...) Por eso la Iglesia, al predicar a los hom-
bres la filiación universal del mismo Padre celes- diciembre de 1903, San Pío X resume la doctrina
tial, reconoce asimismo como providencial para la de León XIII sobre las desigualdades sociales:
“I. La sociedad humana, tal como Dios la ha y premiados o castigados por Dios según la medi- el Cielo y, sobre la tierra, su bienestar material
sociedad humana la distinción de las clases. Por da exacta de sus méritos o deméritos (Enc. Quod y moral. (Enc. Quod Apostolici muneris)”. 9
esa razón inculca que sólo en el respeto recíproco establecido, está compuesta por elementos des-
iguales, como desiguales son los miembros del Apostolici muneris). 9 Acta Sanctae Sedis, Ex Typographia Polyglotta, Romae, 1903-1904, vol. XXXVI,
de los derechos y deberes y en la caridad mutua “III. De aquí viene que esté de acuerdo p. 341.
está escondido el secreto del justo equilibrio, del cuerpo humano; hacerlos todos iguales es impo-
con el orden establecido por Dios que haya
bienestar honesto, de la verdadera paz y del flore- sible, pues supondría destruir la propia sociedad.
en la sociedad humana reyes y súbditos, 10. Ciertas democracias llevan
cimiento de los pueblos. (Enc. Quod Apostolici muneris). la perversidad hasta perseguir la
patronos y obreros, ricos y pobres, sabios
“Así pues, Nos, deplorando las actuales agita- “II. La igualdad entre los diversos miembros e ignorantes, nobles y plebeyos, los cuales,
de la sociedad consiste únicamente en que todos
supresión y la nivelación de las clases
ciones que perturban la convivencia social, hemos unidos todos por un vínculo de amor, se ayu-
vuelto también muchas veces Nuestra mirada ha- los hombres tienen su origen en Dios Creador, han den mutuamente a conseguir su último fin en De la Carta apostólica Notre charge apostolique,
cia las clases más humildes, más pérfidamente ase- sido redimidos por Jesucristo y deben ser juzgados de San Pío X, del 25 de agosto de 1910:
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Doctrina de la Iglesia sobre las desigualdades justas y necesarias
“Le Sillon, llevado por un mal entendido amor a “Aunque Jesús fue bueno para con los extravia- deban ocupar igual situación en la sociedad, sino los inferiores de la prosperidad de aquellos y ten-
los débiles, ha incurrido en el error. dos y pecadores, no respetó sus convicciones erró- que, a no ser que algo lo impida, cada uno tendrá la gan confianza en su auxilio, así como el menor de
“En efecto, Le Sillon se propone el restableci- neas, por muy sinceras que pareciesen; los amó a situación que haya alcanzado para sí mediante su los hijos de una familia descansa en protección y
miento y regeneración de las clases obreras. Aho- todos para instruirlos, convertirlos y salvarlos. Si comportamiento? Así, los pobres que luchan con- amparo del mayor”. 13
ra bien, los principios de doctrina católica sobre llamó junto a sí, para consolarlos a quienes pade- tra los ricos como si éstos se hubieran apoderado 13. Ibidem, p. 572.
esta materia ya han sido fijados, y ahí está la his- cen y sufren, no fue para predicarles la envidia de de bienes ajenos, no solo actúan contra la justicia
toria de la civilización cristiana para atestiguar su una igualdad quimérica; si enalteció a los humil- y la caridad, sino también contra la razón, sobre 14. Se debe a acatar la jerarquía
bienhechora fecundidad. Nuestro Predecesor, de des no fue para inspirarles el sentimiento de una todo considerando que, si quieren, pueden alcan-
feliz memoria, los recordó en magistrales páginas dignidad independiente y rebelde a la obediencia”. zar para sí una fortuna mejor mediante su honesta social, para mayor ventaja de los
que los católicos ocupados en las cuestiones socia- 11. Ibidem. competencia en el trabajo. No es necesario declarar individuos y de la sociedad
les deben estudiar y tener siempre ante sus ojos. cuáles y cuántas calamidades engendra esta odiosa
Enseñó especialmente que la democracia cristiana 12. A pesar de ser iguales rivalidad entre clases, no sólo para los individuos
Benedicto XV, en la carta Soliti Nos, del 11 de
por naturaleza, los hombres marzo de 1920, dirigida a Mons. Marelli, Obispo
debe ‘mantener la diversidad de clases, que sino también para el conjunto de la sociedad”. 12
es ciertamente lo propio de la ciudad bien de Bérgamo, declara:
no deben ocupar la misma 12. Acta Apostolicae Sedis, vol. VI, n° 18, 18-11-1914, p. 571- 572.
constituida, y querer para la sociedad humana “Quienes tienen una inferior posición social y
situación en la vida social 13. El trato fraterno entre superiores fortuna, entiendan perfectamente esto: que la va-
la forma y carácter que Dios, su autor, ha im-
preso en ella’. Condenó ‘una democracia que En la encíclica Ad Beatissimi, del 1 de Noviem- e inferiores no debe hacer desaparecer riedad de categorías existentes en la sociedad civil
llega al grado de perversidad de atribuir al bre de 1914, Benedicto XV afirma: la variedad de condiciones y la proviene de la naturaleza y de la voluntad de Dios.
pueblo la soberanía de la sociedad y perse- “Frente a aquellos que han sido favorecidos por En conclusión, debe repetirse: porque Él mismo
guir la supresión y nivelación de las clases’”. la fortuna o han alcanzado alguna abundancia de diversidad de las clases sociales
hizo al pequeño y al grande (Sab. VI, 8), sin duda
10
bienes con su trabajo, se levantan encendidos en Continúa Benedicto XV: para mayor provecho de los individuos y de la so-
10. Acta Apostolicae Sedis, vol. II, nr. 16, 31-8-1910, p. 611. malevolencia los proletarios y obreros, porque, aun “Ciertamente no tendrá fuerza ese amor para ciedad. Que ellos mismos se persuadan de que,
cuando participan de la misma naturaleza, no se hacer desaparecer las diferencias de condición en-
11. Jesucristo no enseñó encuentran, sin embargo, en la misma condición. tre las diversas clases sociales, así como no es po-
por más que mediante su esfuerzo y favorecidos
una igualdad quimérica ni la Evidentemente, una vez infatuados como están sible hacer que todos los miembros de un cuerpo por la fortuna hayan alcanzado situaciones mejo-
por las falacias de los agitadores a cuya influencia viviente tengan la misma función y dignidad; sin res, siempre restará para ellos, como para todos los
rebeldía contra la autoridad
suelen someterse totalmente, ¿quién los conven- embargo, conseguirá que quienes están en situa- hombres, una parcela no pequeña de padecimien-
Aún en la misma carta apostólica afirma San cerá de que del hecho de que todos los hombres ción superior desciendan, en cierto modo, hasta los tos; por lo cual, si son juiciosos no aspirarán en
Pío X: son iguales por naturaleza no se sigue que todos inferiores, y que se comporten con ellos no sólo vano a cosas más altas que las que puedan, y so-
con justicia, como conviene, sino también benig- portarán con paz y constancia los inevitables ma-
26 na, amable, pacientemente. Alégrense por su parte les en la esperanza de los bienes eternos”. 14 27
14. Acta Apostolicae Sedis, vol. XII, n2 4, 1-4-1920, p. 111.
Doctrina de la Iglesia sobre las desigualdades justas y necesarias
«Las desigualdades no son defectos de la creación, tregándose a declamaciones amargas y violentas de los valores, y también por consecuencia, de la
por las cuales hombres ajenos a nuestras creencias moral. Si este fundamento es sacudido, inmediata-
sino excelentes cualidades donde se reflejan las tienen costumbre de empujar a las masas al des- mente se abre un peligroso foso entre los diversos
perfecciones infinitas y adorables de su Autor» quiciamiento de la sociedad”. (Benedicto XV al
Obispo de Bergamo, 11/03/1920) 15 dominio de la cultura y se manifiestan una incerti-
15. Acta Apostolicae Sedis, vol. XXI, nr 10, 3-8-1929, p. 497-498. dumbre y una fragilidad de contornos, de los lími-
tes y de los valores”. 17
16. La desigualdad de 17. Discorsi e Radiomessaggi di Sua Santità Pio XII, Tipografia Poliglotta Vati-
15. No se debe excitar la animosidad superiores de la sociedad. (…) Que recuer- derechos es legítima cana, vol. IV, p. 331.
den que Jesucristo ha querido unir a todos los
contra los ricos incitando a las masas hombres por el vínculo de un amor recíproco, Pío XI, en la encíclica Divini Redemptoris 18. Las relaciones humanas producen
a la subversión de la sociedad que es la perfección de la justicia y que en- (19/03/1937), afirma: “Debemos advertir que se
engañan vergonzosamente quienes tienen la lige- siempre y necesariamente una
En una carta del 5 de Junio de 1929 dirigida a traña la obligación de trabajar mutuamente al
reza de opinar que en la sociedad civil los derechos escala de grados y de diferencias
Mons. Achille Liénart, Obispo de Lille, la Sagrada bien los unos de los otros”. (Instrucción de la
de todos los ciudadanos son iguales y que no existe
Congregación del Concilio recuerda los siguientes S.C. de Asuntos eclesiásticos extraordinarios, De la alocución de Pio XII a los obreros de la
jerarquía social legítima”. 16
principios de la doctrina social católica y directi- 27/01/1902).
16. Acta Apostolicae Sedis, vol. XXIX, n2 4, 31-3-1937, p. 81. Fiat (31/10/1948): “La Iglesia no promete la igual-
vas prácticas de orden moral emanadas de la su- “Quienes presiden a este género de institucio-
dad absoluta que otros proclaman, porque ella sabe
prema autoridad eclesiástica: nes (que tienen por fin promover el bien de los 17. Las similitudes y diferencias que las relaciones humanas y producen siempre y
“Quienes se glorían del título de cristianos, ya obreros) deben recordar (…) que nada es más pro- entre los hombres encuentran su lugar
sea tomados aisladamente o agrupados en asocia- pio para asegurar el bien general que la concordia necesariamente una escala de gradaciones y de di-
ciones, no deben, si tienen conciencia de sus y la buena armonía entre todas las clases, y que la apropiado en el orden absoluto del ser
ferencias en las cualidades físicas e intelectuales,
obligaciones, estimular enemistades y rivali- caridad cristiana es el mejor trazo de unión. Aque- De Pío XII, mensaje de Navidad de 1942: “Si en las diposiciones y tendencias internas, en las ocupa-
dades entre las clases sociales, sino la paz y llos trabajarán pues muy mal por el bien del obrero la vida social supone la unidad interna, ella no ex- ciones y responsabilidades. Pero ella asegura al mismo
la caridad mutua”. (San Pío X, Singulari qua- si, pretendiendo mejorar sus condiciones de exis- cluye sin embargo las diferencias pedidas por la
dam, 24-09-1912). tencia, no lo ayudan sino a conquistar los bienes realidad y por la naturaleza. Pero mientras uno se tiempo la plena igualdad en la dignidad, así como en el
“Que los escritores católicos, tomando la defen- efímeros y frágiles de aquí abajo, descuidando el adhiere com firmeza al supremo Legislador, Dios, corazón de Aquel que llama a sí a todos los hombres
sa de la causa de los proletarios y de los pobres, disponer los espíritus a la moderación recordando por todo lo que se refiere al hombre, las similitudes fatigados y cansados”. 18
se guarden de emplear un lenguaje que pueda los deberes cristianos, más aún, que lleguen hasta como las diferencias entre los hombres encuentran 18. Discorsi e Radiomessaggi di Sua Santità Pio XII, Tipografia Poliglotta Vati-
inspirar al pueblo aversión por las clases excitar aún más la animosidad contra los ricos, en- su lugar apropiado en el orden absoluto del ser, cana, vol. X, p. 266.
28 29
Doctrina de la Iglesia sobre las desigualdades justas y necesarias
19. Pretender la igualdad absoluta ser busca entre pueblos y naciones. Si esto no ocu- “He comprendido que un joven cristiano
rre, pueden resultar mutuos odios y disensiones, deja de ser joven y deja de ser cristiano por
sería destruir el organismo social como ya lo vemos; de ahí, nacerán trastornos, re- mucho tiempo cuando se deja seducir por
Pío XII, en un discurso a un grupo de fieles voluciones y a veces masacres, la disminución pro- doctrinas o ideologías que predican el odio
de la parroquia italiana de Marsciano, Perusa gresiva de la riqueza y las crisis que afectan a la y la violencia. (…)
(04/06/1953) declara: “Es necesario que os sintáis economía pública y privada. (…) “Aprendí que un joven comienza a en-
verdaderamente hermanos. No se trata de una sim- “Por consiguiente, quienes se atreven a negar la vejecer peligrosamente cuando se deja en-
ple alegoría: sois verdaderamente hijos de Dios y desigualdad de las clases sociales contradicen las gañar por el principio, fácil y cómodo, que
por consecuencia verdaderamente hermanos. leyes de la propia naturaleza, y quienes se oponen a ‘el fin justifica los medios’, cuando llega a
“Y bien, los hermanos no nacen ni permanecen esta amistosa e imprescindible unión y ooperación creer que la única esperanza de mejorar la
todos iguales: unos son fuertes, otros débiles; unos entre dichas clases pretenden, sin duda, perturbar sociedad consiste en promover la lucha y el
inteligentes, otros incapaces; es posible que uno odio entre los grupos sociales, en la utopía
y dividir la sociedad humana con grave peligro y
sea anormal, y puede ocurrir también que otro se de una sociedad sin clases, que se traduce
daño del bien público y del privado. (...) Ciertamen- rápidamente en la creación de nuevas cla-
torne indigno. Existe pues e inevitablemente una te cada una de las clases y diversas categorías de
cierta desigualdad material, intelectual, moral, ses”. 21
ciudadanos puede defender sus propios derechos,
dentro de una misma familia. (…) Pretender una 21. Insegnamenti di Giovanni Paolo II, vol. III, 2, Libreria Editrice Vati-
igualdad absoluta de todos sería lo mismo se pre- con la condición de que esto no se haga con vio- cana, 1980, p. 8.
lencia dino legítimamente, sin invadir injustamente
tender dar funciones idénticas a miembros diferen-
tes del mismo organismo”. 19 los derechos de los demás, tan inviolables como los 22. La desigualdad de las
19. Discorsi e Radiomessaggi di Sua Santità Pio XII, Tipografia Poliglotta Vaticana, propios. Tods son hermanos; por consiguiente toda criaturas es una condición para
vol. XV, p. 195. ha de resolverse con amistoso trato y mutua caridad que la Creación de gloria a Dios
fraterna”. 20
20. Aquel que ose negar la diversidad Conviene agregar a los textos pontificios
«En nuestros días no hay, por así decir, ninguna las tendencias con la cuales ca- El igualitarismo, ídolo
mina hacia el futuro, la situa-
transformación que no produzca una nivelación; que ción actual de Gran Bretaña en de nuestro siglo
no favorezca, directa o indirectamente, el caminar de la el seno de la Commonwealth En todos los dominios de la
y del mundo, las perspectivas vida moderna, se manifiesta la
sociedad hacia un estado de cosas totalmente igualitario». favorables y las plumas espe- influencia dominante del espíritu
sas que se anuncian para ella igualitario. En otros tiempos, la
en el horizonte diplomático, virtud, el nacimiento, el sexo, la
todo esto o se ha reflejado de
L
educación, la cultura, la edad, el
una cierta manera en la coro- oficio, los bienes y otras circuns-
as ceremonias de la coronación de la Reina En la toma de posesión del General Eisenhower nación de las ceremonias que
de Inglaterra, en 1953, suscitaron en el mun- de su funciones como Presidente de los Estados tancias más, modelaban y mati-
la precedieron y la siguieron. zaban la sociedad humana por la
do entero um entusiasmo sorprendente. Se sintió Unidos escribió o ciertas consideraciones que sus- Allí en ellas una tal riqueza de
un eco notable de este interés en el matrimonio del variedad y la riqueza de mil re-
citaron el interés de los lectores de Catolicismo. aspectos, entre los cuales cada
príncipe Carlos y de lady Diana o en el de su hijo, lieves y colores, las instituciones,
Prometimos entonces analisar e igualmente las ce- uno escapas de suscitar tantos las actividades intelectuales, las
el príncipe William, con Catherine, duquesa de remonias de coronación de la Reina de Inglaterra, comentarios, que un equipo de costumbres, la economía, y co-
Cambridge, como también en las ceremonias del Elisabeth II. Es lo que haremos ahora. especialistas, en nuestra época municaban a toda la atmósfera de
jubileo de la Reina en 2002. ¿Qué motivos pueden de encuestas sociológicas, podría muy bien con- la vida pública y particular una nota de jerarquía,
mover a la opinión pública mundial, tan igualita- Monografía social de un sagrar a las ceremonias, manifestaciones y solem- de respeto, de gravedad. Este uno de los trazos es-
ria, a seguir ritos que evocan tiempos pasados? En nidades cuyo punto central ha sido la coronación, pirituales más profundos y característicos de la so-
un artículo publicado en Brasil por la revista Ca- interés palpitante una encuesta cuidadosa que necesitaría sin duda ciedad cristiana. Sería exagerado afirmar que diria
tolicismo *, el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira La espléndida cérémonie da ha proporcionado gruesos volúmenes. todos esos relieves y matices han sido abolidos.
analisada esta fascinación mundial con ocasión de una visión de conjunto de Inglaterra con todo lo Nuestro objetivo, evidentemente, debe ser más Sin embargo, no se puede dejar de reconocer que
las ceremonias de ascensión al trono de la joven que ella es, todo lo que ella posee y lo que ella limitado. No pretendemos tratar a todos los aspec- muchos han desaparecido completamente y que lo
soberana de indica la razón profunda de este en- puede hoy. Esta visión se limitó al plan simbólico, tos de las fiestas de la coronación, y no trataremos poco que resta disse va disminuyendo y empalide-
tusiasmo. aun de enumerarlos. Queremos solamente consi- ciendo cada día.
pero que, precisamente por ser simbólico, traduce
derar una faceta de este vasto assunto. Sin duda, la vida es una transformación cons-
mejor que todo ciertos aspectos de la realidad.
(*) “¿Por qué nuestro mundo pobre e igualitario se entusiasmó con .
la pompa y la majestad de la coronación de la Reina de Inglaterra?” Las instituciones inglesas, su significado íntimo, tante de todo lo que no es perenne. Seria normal
– Plinio Corrêa de Oliveira, en Catolicismo Nº 31 – juin 1953 su pasado, sus condiciones de existencia presentes, que muchos matices de antaño desaparecieran es
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¿Por qué nuestro mundo igualitario se entusiasma con la majestad de la coronación?
que otros se formaran. Pero en nuestros días no total, absoluta. La igualdad es el objetivo a ser cual En este inmenso movimiento de alma de la hu- sino mejor, podría haber sido representada por
hay por así decir transformación que no tenga tienden las aspiraciones de las masas, la mística manidad contemporánea hay algo sorprendente, actores profesionales, ¿cómo explicar entonces la
como efecto una nivelación, que no favorezca di- que gobierna la acción de casi todos los hombres, de contradictorio, de desconcertante tal vez, que emoción y la alegría, la renovación de esperanzas
recta o indirectamente el encaminar a la sociedad el ídolo bajo cuya égide la humanidad espera en- merece un análisis atento. Este es el objeto nuestro de un porvenir mejor, la manifestaciones de apo-
humana hacia un estado de cosas absolutamente contrar su edad de oro.. estudio. teósicas, las aclamaciones sin fin de los días de la
igualitario. Cuando son los de abajo quienes frenan coronación?
la presión igualitaria, los de arriba se encargan de Un hecho desconcertante: la Algunas explicaciones El Sr. Menotti del Picchia (periodista, poeta y
llevar la más adelante. Este fenómeno no está cir- miembro de la Academia brasileña de Letras) se
cunscrito a una nación popularidad de la coronación Este hecho llamo la atención de diversos co-
aventuró a dar otra explicación. Según él, el hom-
mentaristas que propusieron explicaciones. Unos
ni a un continente, pero Mientras ese tifón sopla con una fuerza sin bre mostró en todos los tiempos y en todos los lu-
recordaron que a medida que el igualitarismo
«En este inmenso movimiento parece empujado por un precedentes, en pleno desarrollo de este inmenso gares una debilidad: el gusto por los honras, por
avanza, los reyes se tornan escasos y que una co-
de alma de la humanidad viento que sopla en el o proceso mundial, una Reina es coronada según las distinciones y por la gala. Ahora, el igualitaris-
ronación se convierte en algo más singular, más
contemporánea existe mundo entero. El tifón- ritos inspirados por una mentalidad absolutamen- mo austero y racional de nuestros días no alimenta
insólito y más interesante. Otros, poco satisfechos
nivelador rectifica a ve- te anti-igualitaria. Este hecho no irrita, no provoca en nada esta debilidad. Y de ese modo, cuando una
algo sorprendente, tal vez ces abusos intolerables,
con estas razones, buscan motivos diferentes. La
protestas y, por el contrario, es recibido con una belleza de las ceremonias, consideradas en su as- ocasión como la de la coronación da ocasión a ello,
contradictorio, que merece en Asia por ejemplo fue inmensa ola de simpatía popular. El mundo entero el hombre siente todo el deleite que la satisfacción
un análisis atento». pecto simplemente estético, atraería la atención de
ciertas regiones híper- festejó la coronación de la joven soberana ingle- de sus debilidades acostumbran a proporcionarle.
los amantes de ese género. La debilidad de esas
capitalistas de Occiden- sa, casi como si las tradiciones que ella representa explicaciones es obvia. Todo, en el noticiario so-
te, imponiendo en otros casos cambios admisibles, fuesen un valor común a todos los pueblos. bre la coronación, demostró que las masas se con-
destruyendo por fim derechos incontestables e hi- De todas partes afluyeron hacia Londres perso- movieron con ella, no por un simple impulso de
riendo a fondo el orden natural de las cosas en sí nas deseosas de maravillarse con un espectáculo curiosidad para ver la reconstitución de una escena
mismo. Pero en todos los casos, este tifón igualita- tan anti-moderno. Delante de todos los aparatos histórica, o el desarrollo de un espectáculo artísti-
rio de amplitud cósmica no cesa de soplar. Una vez de televisión, se aglomeraban ávidos, sedientos co, sino por un inmenso movimiento de admira-
que una reforma justa es hecha, tiende a continuar de ver la ceremonia, hombres, mujeres, niños de ción casi religiosa, de simpatía, incluso de ternura,
su trabajo de liberación y pasará a aquellos que es todas las naciones, hablando todas las lenguas, que envolvió no sólo a la joven Reina, sino a todo
dudosamente justo y después, alcanzado este pun- ejerciendo las más variadas profesiones y, lo que aquello que ella y la institución monárquica de In-
to, entra con una fuerza creciente en el terreno de es más extraordinario, profesando las más diversas glaterra simbolizan. Si la coronación hubiese sido
lo que es francamente injusto. Esta serie de igual- opiniones. para los que la vieron un simple espectáculo his-
dad no se sacia sino con la liberación completa,
tórico, una mera curiosidad artística, que tan bien,
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Dos telones extendidos entre los manzanos improvisan un
comedor en la huerta. El mantel blanco está lleno de botellas
A nuestro modo de ver, hay mucha ganga en ha conducido, y a cuántos todavía conducirá en el y la luz pasa entre las ramas. La niña con traje rosado, fati-
esta opinión, pero también hay un filón de oro. El futuro… gada del largo almuerzo, juega con las flores. El padre se ha
filón está en reconocer que existe en la naturale- levantado para hacer un brindis por la recién casada. En el
za humana una tendencia profunda, permanente, Una virtud esencial : el extremo de la mesa familiares participan de este momento
de felicidad. En las fisonomías se leen la alegría tranquila y
vigorosa, hacia la gala, los honores, la distinción,
y que el igualitarismo moderno comprime esta sentimiento de la propia dignidad simple de una familia honesta, la dulzura y la dignidad de
una vida de la que el matrimonio cristiano es el fundamento.
tendencia, engendrando una nostalgia profunda El gusto de los hombres por los honores, por
que explota siempre que para esto encuentra una las distinciones, por la solemnidad, no es sino la
oportunidad. La ganga manifestación del instinto de sociabilidad, tan in-
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¿Por qué nuestro mundo igualitario se entusiasma con la majestad de la coronación?
rrupto. San Pedro manda a los esclavos que acaten a por Dios por las mismas razones que explican las auxilio del único medio plenamente eficaz: la cos- tacto, de precisión y de significado, para definir,
sus señores aunque sean difíciles de soportar. (1 Pe- desigualdades en el interior de la familia, y por lo tumbre. graduar y modelar las relaciones humanas en el
dro 2, 18). tanto con el fin de unir más a los hombres entre marco político y social entonces existente. A nadie
Y por otro lado es necesario también saber sí, en el viaje de la vida presente hacia la patria Sabiduría profunda del se le ocurriría ver en esto mera vanidad. La propia
honrar en un hombre la estirpe ilustre de la que del Cielo, ayudándose unos a otros, de la misma Iglesia, que es maestra de todas las virtudes y com-
desciende. Este punto es particularmente doloroso forma que un padre ayuda a la madre y a los hijos” protocolo de la coronación bate todos los vicios, instituyó títulos de nobleza;
para el hombre igualitario de hoy. Sin embargo, así (Alocución al Patriciado y a la Nobleza romana, Así, usando las mismas maneras de tratar a las distribuyó y distribuye condecoraciones, y elaboró
piensa la Iglesia. Veamos la enseñanza profunda y “Osservatore Romano”, 5-6 de enero de 1942). personas de situación idéntica, el sentido común, para sí todo un ceremonial de una admirable pre-
brillante de Pío XII sobre este asunto: el equilibrio, el tacto de las sociedades humanas cisión en definir todas las diferencias jerárquicas
“Las desigualdades sociales, inclusive aquellas El sentimiento de la propia fue creando paso a paso, en cada - que la ley divina y la sabiduría de
país o en cada zona de cultura, las los Papas fue creando en su seno
que están vinculadas al nacimiento, son inevita- dignidad y la justicia imponen reglas de cortesía, las fórmulas, a lo largo de los siglos. Sobre las
bles; la naturaleza benigna y la bendición de Dios “¿Cómo enseñar a todos
a la humanidad, iluminan y protegen las cunas, las la formación del protocolo los gestos, se podría casi decir los
que la virtud, la edad, el
condecoraciones, San Pío X decla-
ritos adecuados para definir, ense- ró:
de besan, sin embargo no las igualan. Mirad inclu- Vimos hasta aquí, que la propia naturaleza hu- talento, el linaje ilustre,
so las sociedades más inexorablemente niveladas. ñar, simbolizar y expresar lo que a “La recompensas atribuidas al
mana exige que en la convivencia social sean to- el cargo, la función
Ningún artificio logró jamás ser bastante eficaz al cada persona se debe, según su si- valor contribuyen poderosamente
mados en la debida consideración todos los valo- deben ser honrados?”
punto de hacer que el hijo de un gran jefe, de un tuación, en materia de veneración a suscitar en los corazones el de-
res humanos, que se diferencian unos de los otros y de estima. seo de acciones relevantes porque
gran guía de multitudes, permaneciese en todo en casi al infinito.
Bajo el influjo de la Iglesia, la glorifican a los hombres notables
el mismo estado que un oscuro ciudadano perdi- ¿Cómo aplicar en la práctica este principio? Civilización Cristiana llevó a su apogeo este bello que bien merecieron de la Iglesia, o de la socie-
do en el pueblo. Pero tales disparidades pueden, ¿Como conseguir que un valor sea visto y recono- arte de las costumbres y de los símbolos sociales. dad, y con eso arrastran a los otros con el ejemplo
cuando son vistas de manera pagana, parecer una cido por todos los hombres y que cada cual sien- Vino de ahí la maravillosa distinción y afabilidad a recorrer el mismo camino de gloria y de honra.
inflexible consecuencia del conflicto de la fuerzas ta exactamente en qué medida ese valor debe ser Con esta sabia intención, los Pontífices Romanos,
de maneras del europeo, y por extensión de los
sociales y de la supremacía conseguida por unos reverenciado? Más concretamente, ¿cómo enseñar Nuestros Predecesores, rodearon de un amor espe-
pueblos americanos nacidos de Europa; los prin-
sobre otros, según las leyes ciegas que se supone a todos que la virtud, la edad, el talento, el linaje cial a las Ordenes de caballería, como estimulantes
cipios de la Revolución de 1789 se encargaron de
rigen la actividad humana, y consumar el triunfo ilustre, el cargo, la función deben ser honrados? de gloria”. (Breve sobre las órdenes ecuestres pon-
golpear este arte profundamente.
de algunos, bien como el sacrificio de otros; por ¿Cómo indicar la medida exacta de respeto y de tificias, 7 de febrero de 1905).
Los títulos de nobleza, los símbolos heráldicos,
el contrario, tales desigualdades no pueden ser amor que se debe a cada uno? En todos los tiem- Que exista, pues, una insignia para el cargo su-
las condecoraciones, las reglas del protocolo, no
consideradas por un alma cristianamente instrui- pos, en todos los lugares, el propio orden natural premo del Estado, insignias propias para las per-
fueron otra cosa sino medios admirables, llenos de
da y educada, sino como una disposición deseada de las cosas fue resolviendo este problema con el
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sonas de estirpes más ilustres, trajes de gala para completa, la abolición de todas las etiquetas y de que la aristocracia de la Ciudad Eterna representa-
los dignatarios incumbidos de funciones de ma- todo protocolo. Imbuida de este espíritu, la huma- ba en estos términos:
yor importancia política, que todo el aparato de nidad perdió la capacidad de retocar las cosas del “Muchos espíritus, incluso sinceros, se ima-
estos símbolos sea utilizado en las ceremonias de pasado, a no ser para destruirlas. Si el hombre con- ginan y creen que la tradición no más que el re-
toma del posesión del Jefe de Estado, en todo esto temporáneo fuese a reformar ritos y a instituir sím- cuerdo, el pulido vestigio de un pasado que ya no
no hay mascarada, ni concesiones a debilidades. bolos, como la Revolución Francesa creó en él la existe, ni puede volver, que a lo sumo ha de ser re-
Existe apenas la observancia de reglas de procedi- adoración de la ley y el desprecio de la costumbre,
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la tradición es un don que pasa de generación en sintiendo cada vez más la falta de aquello con que
generación; es la antorcha que, a cada relevo, el tan locamente rompió. Alguna cosa de muy inte-
corredor pone en manos de otro sin que la carrera rior y fuerte le hace sentir dentro de ella un des-
se detenga o disminuya su velocidad. Tradición y
progreso recíprocamente se completan con tanta equilibrio, una incertidumbre, una insipidez, una
armonía que, así como la tradición sin el progreso pavorosa trivialidad de la vida, que tanto más se
se contradice a sí misma, así también el progre- acentúa cuanto más el hombre se llena de los tóxi-
so sin la tradición seria una empresa temeraria, un cos de la igualdad.
salto en el vacío.
La naturaleza tiene reacciones súbitas. El hom-
“No, no se trata de remontar la corriente, de re-
troceder hacia formas de vida y de acción de épo- bre contemporáneo, herido y maltratado en su
cas ya pasadas, pero sí, de aceptando y siguiendo naturaleza por todo un tenor de vida construido
lo que el pasado tiene de mejor, caminar al encuen- sobre abstracciones, quimeras, teorías vacías, en
tro del futuro con el vigor de inmutable juventud”. los días de la coronación se volvió maravillado,
instantáneamente rejuvenecido y reposado, hacia
Nostalgia de un sano
el espejismo de este pasado tan diferente de los
orden natural terribles días de hoy. No tanto por una nostalgia
Ahora, fue precisamente con esta tradición que del pasado, cuanto de ciertos principios del orden
el mundo contemporáneo a rompió, para adoptar natural que el pasado respetaba, y que el presente
un progreso nacido, no del desarrollo armónico del viola continuamente. Esta es, a nuestro modo de
pasado, sino de los tumultos y de los abismos de
ver, la explicación más profunda y más real del en-
http://www.accionfamilia.org
la Revolución Francesa. En un mundo nivelado,
paupérrimo en símbolos, reglas, maneras, compos- tusiasmo que arrebató al mundo durante las fiestas
tura, en todo lo que signifique orden y distinción de la coronación.
en la convivencia humana, y que en todo momento
continúa destruyendo lo poquísimo que de eso le
resta, en cuanto la sed de igualdad se va saciando,
la naturaleza humana, en sus fibras profundas, va
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