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Maier, Franz Georg (1973), Las transformaciones del mundo mediterráneo, S III-SVII, (1ª ed.
en alemán, 1968), SXXI.
Estos 5 siglos representan hasta el día de hoy una fuente de perplejidad para la ciencia
histórica. Aún no ha desaparecido de la conciencia de muchos el concepto de “dark ages”
formulado por Gibbon: la imagen de siglos de caos semibárbaro, lleno de supersticiosa
ignorancia y de sofocante letargo, de intrigas bizantinas, de horrores árabes y germanos, en los
que se van salvando trabajosamente los últimos restos de la cultura antigua, elementos de
construcción de la futura Europa.
La representación de Gibbon de la época, como medio milenio de destrucción, ya no
es aceptada. En Occidente se reconocen comienzos creadores, en lugar de una caída
catastrófica del mundo romano, se ve en estos tiempos una lenta edificación de las
bases del mundo medieval.
Periodización
La polémica sobre los límites entre la Antigüedad y la Edad Media es, en el fondo,
tan antigua como la misma ciencia histórica. Tres opiniones se impusieron al respecto en el
siglo XIX:
la primera fechaba el comienzo de la Edad Media en el año 324, año en que Constantino,
primer emperador cristiano, se deshacía de sus rivales;
la segunda, en 395, fecha de la partición del imperio;
la tercera en el 476, coincidiendo con fin la cáida del último emperador romano Rómulo
Augústulo en manos de los bárbaros.
Tales fechas aisladas no pueden significar cesura alguna en el proceso histórico. No existe una
frontera cronológica puntual, sino que hablamos de zonas temporales donde se
desarrollan en distintos ritmos grandes transformaciones sociales, económicas y políticas.
Para Haller (1941), debemos acostumbrarnos a mirar los siglos del mundo antiguo tardío, de
la Roma tardía y de la instalación de los germanos hasta Carlomago y sus epígonos como una
unidad.
También se entienden estos siglos como una época de transición, el la cual continuaron
subsistiendo los dos viejos modos de entender el problema:
Para Ferdinand Lot como el fin del mundo antiguo y el debut de la edad media.
Para Henry Pirenne como continuación de la antigüedad romana. Su tesis entiende que el
imperio no fue destruido ni barbarizado por los germanos y la Romania se conservó
como un área económica y cultural que sólo fue destruida por la invasión islámica,
al interrumpir ésta todo intercambio comercial entre Oriente y Occidente. Esta tesis
fue violentamente discutida. Su teoría queda refutada en sus puntos más esenciales:
las repercusiones económicas de la expansión islámica no fueron tan terribles y graves como
para ser consideradas la única causa de éste proceso. Sin embargo ello no significa que sea
errónea la visión fundamental de Pirenne, según la cual las tradiciones romano-tardías sólo
desaparecen en el SVII con los merovingios y no con los visigodos
Para Halphen como la agonía de los elementos de la Antigüedad tardía hasta finales del
SVIII.
Para StroHeker como la última fase de la Antigüedad tardía
O por el contrario
Para Dawson, Bark, Burns como la formación del mundo occidental.
Para Dawson o Moss estos siglos representan uno de los problemas centrales de la
historia europea.
Burns ve en la crisis del sistema romano que ha dejado de ser flexible el camino que lleva
a la primera Europa.
La verdadera causa de esta inseguridad puede establecerse fácilmente: constituye un
falso planteamiento historiográfico el querer establecer una clara frontera entre la Antigüedad
y la Edad Media, por ello se introducen conceptos como la Alta Edad Media y
Antigüedad tardía, para poder clarificar mejor estos procesos.
Recordemos que las alternativas Antigüedad y Edad Media, igual que el de transición
proceden del esquema de períodos humanista, con su división en tres partes de la Historia
universal.
276-282 Probo270-275 Aureliano268-270 Claudio Gótico 260 Valeriano es derrotado por Sapor I 212 ciudadanía
III
CRISIS EN LA POLÍTICA EXTERIOR
Fin de la Pax Romana y el ataque a las fronteras imperiales: guerra en dos frentes. Las
fuerzas militares del imperio, debilitadas por conflictos internos, no eran suficientes en
ninguna parte. Nuevas y renovadas fortificaciones surgen hasta ahora en las abiertas
ciudades. Con Aureliano (271) también tuvo sus murallas.
al oriente con los persas
francos, alamanes, cuados y godos lograban penetrar en las provincias
fronterizas del Rin y el Danubio
piratas sajones dominaban el Canal
flotas de godos y hérulos saqueaban al norte del Egeo
pictos en Escocia; blemmios en Egipto, bereberes al norte de África vuelven a la
anterior agresividad.
CRISIS EN LA ECONOMÍA.
La economía sufrió gravemente las consecuencias de las constantes incursiones militares, de
las guerras civiles y de las requisiciones. Las ciudades eran saqueadas y destruidas, las
cosechas desvastadas y los ganados robados. La producción agrícola y la actividad comercial
disminuyeron intensamente a causa de la inseguridad general y del bloqueo de numerosas
vías de comunicación.
Inflación y alzas de precio.
Probablemente la población disminuyó.
Al mismo tiempo, las permanentes guerras civiles y defensivas hicieron cada vez mayores las
exigencias fiscales y las requisiciones. Mediante medidas coercitivas, la burocracia intentó
expoliar los últimos bienes del campo, con lo que naturalmente no se detuvo la
decadencia económica.
Lo que originalmente se concibió como medidas de emergencia, sirvió de base a un nuevo
planteamiento que contenía los elementos más significativos de la estructura social del S IV:
prestación de servicios al estado por personas o ciudades
explotación de los arrendatarios campesinos
formación forzosa de trabajadores manuales y profesionales del transporte.
El peso económico comenzó a desplazarse de las ciudades, en parte gravemente afectadas
por la crisis, al campo. Estaba naciendo un sistema que significaba algo más que
un mero reparto político. Las medidas tomadas por los emperadores y las
nuevas funciones de la burocracia tuvieron un papel decisivo en la vida social
posterior, preparando aquellas profundas transformaciones de la economía y la
sociedad, que alcanzaron su pleno desarrollo en el siguiente siglo.
El cristianismo
Para sus contemporáneos era una tanta de las religiones orientales, con sus ritos secretos,
prescripciones ascéticas, fiestas y santos. A lo sumo llamó la atención por su rigurosa
oposición a las exigencias puramente formales del culto oficial. En sus múltiples
comunidades, sobre todo en las de Oriente, pero también en Italia, Galia y
África comenzaron a crearse las bases de una ordenada jerarquía y organización.
A excepción de algunas sectas la Iglesia no se opuso sistemáticamente al Estado. Pero
su negativa a presentar las ofrendas prescritas por el estado, fundada en razones religiosa,
desencadenó abiertas persecuciones de Decio y Valerio. De las cuales surgió la “iglesia
mártir”.
ANTECEDENTES DE LA CRISIS
Para Franz Georg Maier se encotraban en la interacción de los factores y conflictos
políticos y sociales; el factor originante o, al menos, acelerador fue la situación de
la política exterior.
S IV
Dominado
Iglesia
triunfante
2º tetrarquía
379 Teodosio378 Valente vencido en Adrianápolis
305 Dioclesaino abdica303 persecuión a los
RESULTADO DE LA CRISIS
1. El Imperium Romanum Christianum. Una nueva forma de vida a la autocracia se le suma
el cristianismo
Los creadores de las nuevas formas de vida del Imperium Romanum Christianum fueron
Dioclesiano y Constantino. Si bien en la reorganización del imperio y la sociedad muchas
decisiones fueron tomadas por Dioclesiano y continuadas por Constantino. Pero este último
fue el único responsable del reconocimiento del cristianismo y de su vinculación con
el Imperio. La historiografía cristiana reconocerá esto con el nombre de Constantino el Grande.
Los cuarenta años que van desde el 284 hasta el 324 se caracterizaron por luchas internas por
el poder y por combates defensivos en las fronteras, aunque la presión de las tribus había
cedido momentáneamente.
En el 293 Dioclesiano crea el sistema de tetrarquía con el fin de neutralizar los posibles
pretendientes al trono y para repartir la inmensa carga de las tareas públicas y fiscales.
El emperador era la única fuente de poder y del derecho, gobierna con autoridad ilimitada.
Desaparece la ficción jurídica-constitucional del principado imperial como estado
de excepción continuamente prorrogado.
El Senado y los funcionarios senatoriales asumen funciones puramente representativas,
aunque mantienen su prestigio e influencia. El poder militar se fortalece y se le retira
al Senado el poder de crear emperadores.
El ejército siguió siendo el fundamento decisivo del poder, pero el orden jerárquico del
Dominado lo sustrayó de la arbitrariedad de las legiones. Aparece una nueva legitimación de
la autoridad imperial: el ejercicio de la soberanía en virtud del derecho divino, de la
divinidad de los cristianos. La identificación del emperador conlo divino no era nuevo
en Roma.
Evidentemente el cristianismo no podía identificar al emperador con Dios, pero
su legitimación y autoridad moral las recibía de El. El carisma de la soberanía y del
poder emanaba de la gracia divina. A partir de aquí se desarrollaron tanto en la teología Commented [FR1]: Leer alfinal del texto
cristiana como en la fe popular las representaciones del emperador como sustituto de Commented [FR2R1]:
Cristo en la Tierra, donde tenía la misión de realizar el orden divino.
Se reorganizó la administración imperial:
1. Se desarrolló un gigantesco aparato burocrático directamente subordinado al emperador.
Se distinguen 4 grandes sectores: a) la administración central, b) administración regional,
c) el ejército y d) la corte. Había 4 prefectos (virreyes) en Galias, Italia, Iliria y Oriente.
Además se crearon 17 diócesis y 120 provincias. Bajo el control de un vicaro imperial y por
separado estaban administradas Roma y Constantinopla.
2. Con fuerte diferenciación de los derechos y deberes de cada funcionario
3. Tomó fuerza la policía secreta como instrumento de control de la opinión pública.
Ejército:
Sigue teniendo un poder decisivo. Persiste la situación a la defensiva y el emperador era su
comandante en jefe, de quien estaban subordinados los jefes militares. Se introduce como
novedad la caballería acorazada.
CONSTANTINO Y EL CRISTIANISMO
A principios del SIV el cristianismo era aún una de las tantas religiones de salvación
de origen oriental. Pero hacia la mitad del siglo, la Iglesia se había convertido en una de
las fuerzas vivas de la época, de extraordinaria influencia en todos los aspectos de la vida social.
La religión antigua había sido una forma de religiosidad política. El culto a determinados
dioses estatales era una función necesaria para la sociedad organizada. La fe cristiana
obligaba a rechazar el sacrificio a divinidades oficiales, por lo que se les consideró
que ponían en peligro la ayuda divina al imperio, tan necesitado de ella en época de crisis. Aquí
residió la causa de las persecuciones a los cristianos. Sin embargo los cristianos sólo
representaban una minoría. Las medidas anticristianas se iniciaron en el 302. En el año 303
comenzó la persecución general con prohibición de culto, detención de clérigos,
destrucciones de iglesias, quema de libros sagrados, sacrificios forzosos, ejecuciones.
Galerio en el 311 promulga un edicto de parcial tolerancia que refleja el reconocimiento que
la destrucción del cristianismo era imposible como así también su lealtad religiosa. El edicto
obligaba a los cristianos a realizar algo a lo que nunca se habían negado: rezar a su Dios por la
permanencia y bienestar del Imperio.
El Edicto de Milán confirma los términos de Galerio. Pero para el posterior desarrollo de los
acontecimientos existía una diferencia fundamental entre que la nueva fe fuese tolerada por el
Imperio junto a las demás religiones a que el soberano haciéndola suya la favoreciese
decididamente. De ahí la extraordinaria significación de la decisión personal de Constantino.
Durante mucho tiempo dominó en el campo historiográfico la brillante tesis de Jacob
Burckhardt según la cual Constantino sería en definitiva un político irreligioso y amoral,
para quien el reconocimiento del cristianismo constituía un acto de frío cálculo, con el que
utilizaba la nueva fe como fermento espiritual para la renovación del imperio.
Esta tesis resulta insostenible pues significa atribuir a Constantino una visión demasiado
profética sobre las posibilidades del cristianismo. Constantino poseía una especie de
predisposición religiosa y buscó con denuedo la seguridad de la fe. Fue adepto en sus inicios
del Sol invicto, luego al monoteísmo ligado al culto de Apolo. En el año 312 ante las puertas
de Roma ordenó luchar a sus soldados con el anagrama de Cristo puesto en sus estandartes.
Gobernó como un decidido cristiano. Sus monedas mostraban emblemas cristianos, sus leyes
favorecían a los cristianos, intervenía en los intereses políticos y religiosos de la actividad
eclesiástica. Cuando murió se lo enterró en el mausoleo junto a la Iglesia de los Santos
Apóstoles en Constantinopla.
La simple equiparación jurídica abrió a la Iglesia enormes posibilidades de desarrollo.
La política religiosa de Constantino aceleró la caída del politeísmo pagano y el retroceso de
las religiones reveladas orientales. Se inicia entonces un proceso intenso de expansión
del cristianismo. Sin embargo los viejos cultos subsistieron. El paganismo se redujo cada
vez más a un pequeño grupo de gente culta y a las zonas campesinas menos desarrolladas. Ya
por el número de fieles, la Iglesia se convirtió en un factor de poder junto al emperador, al
ejército y a la administración. A esto se añadieron medidas imperiales en su favor: los
obispos obtuvieron el derecho de fallar juicios inapelables, las comunidades podían aceptar
legados testamentarios y constituir patrimonios propios, el domingo cristiano fue reconocido
como fecha imperial. La Iglesia a través de las donaciones se fortaleció económicamente a la
par que los obispos añadían peso político a los cargos eclesiásticos.
Todavía en el siglo IV, Roma seguía siendo el centro venerable de las viejas tradiciones
paganas, mientras que el centro de gravedad del cristianismo se encontraba en Oriente.
Constantinopla, la nueva Roma era la capital del Imperio Romano Cristiano.
a. Ordenamiento eclesiástico
El espíritu de cuerpo y la estricta organización de la Iglesia no tuvo parangón con las demás
religiones orientales. El clero estaba rígidamente organizado y el culto no se hallaba ligado
Imperio. Esta situación favorecida por los privilegios dados por Constantino.
Otro factor importante fue el hecho de que su estructura organizativa fue hábilmente
uniformada con la administración estatal. Independencia y solidaridad interna, juntamente
con el apoyo de las organizaciones políticas, constituyeron la base del éxito y
la supervivencia de la Iglesia.
La Iglesia era una iglesia episcopal: el elemento central del ordenamiento eclesiástico
lo constituía la autoridad del obispo, emanado del principio de sucesores de los apóstoles. La
ciudad y su región de influencia formaban la jurisdicción del obispo, cuya base de
poder descansaba en su autoridad docente y espiritual, en la potestad jurídica sobre el clero y
las propiedades eclesiásticas. En el Norte de África había 300 sedes episcopales.
Sobre éstos estaban los obispos metropolitanos, cuyas jurisdicciones coincidían muchas
veces con los jurisdicciones provinciales.
El concilio de Nicea estableció la zona de influencia de los grandes patriarcados o iglesias
madres de fundación apostólica: Alejandría, Antioquía, Roma, Constantinopla, Jerusalén,
Calcedonia. El rango especial de estas sedes episcopales no sólo dependía de su importancia
como centros religiosos, sino también en el hecho de estar enclavadas en puntos neurálgicos
de la administración imperial.
Se aceptaba la igualdad de rangos de los obispos. Las cuestiones dogmáticas y teológicas
eran debatidas en las Asambleas de obispos: Sínodos.
Por intervención de Constantino se creó el sínodo general o concilio ecuménico, asamblea
que reunía a todos los obispos cristianos para deliberar y tomar conclusiones sobre
cuestiones litúrgicas, dogmáticas y jerárquicas de la Iglesia universal.
El concilio era convocado y presidido por el emperador. Esta Iglesia de los obispos era “una,
santa, católica y apostólica” que comprendía a todos los hombres y que conservaba la
tradición apostólica de la fe.
ECONOMÍA Y SOCIEDAD
Tras los grandes movimientos políticos y religiosos, se produjo una genreal transformación de
la estructura social del imperio. Va surgiendo una nueva sociedad estratificada, con una
economía estatal centralizada, en cuyo marco aumenta la propiedad latifundista.
Esta estructura social es en muchos aspectos fruto de la evolución de las tendencias sociales
del Siglo III. Sin embargo existen diferencias.
La
reacción
Grupos enteros intentaron escapar de estas obligaciones. Tales tentativas se hicieron masivas
en el llamado movimiento de los patrocinios (patrocinium potentorium). El sometimiento al
poder protector de los altos funcionarios civiles y militares. Puesto que los altos funcionarios
eran también terratenientes, terminó por convertirse en una constante la extensión del poder
protector del latifundista a labradores libres de los alrededores. Para escapar de las
contribuciones y de los brutales métodos con que a menudo se realiza su recaudación,
labradores libres o pueblos enteros entregaban sus posesiones al terrateniente, del que a su vez,
las recibían en ocasiones algo aumentadas como arrendatarios, asegurándose en
contrapartida la protección de estos señores.
El paso del patrocinium, que convirtió a los labradores en colonos, fue en realidad, un
intercambio de obligaciones contra terceros, pero resulta significativo que la dependencia de
los terratenientes se considerase más suave.
De ahí que el patricinio de bienes se extendiese no sólo a los labradores sino también a los
oficios artesanales. La fuerza de atracción y la protección que ofrecían las grandes
propiedades condujo, a finales del SIV, a una masiva huída de las ciudades al campo.
Ya en el SIII comenzó una lenta transmutación del centro de gravedad económico desde las
ciudades hacia las grandes propiedades agrarias. Esta fue por sus repercusiones sociales
y políticas, la consecuencia de estes proceso de transformación que más intensamente influyó
en el futuro. En este proceso se entrecruzan dos movimientos opuestos. Por una parte,
se observa un retroceso del papel económico del Imperio. Situaciones críticas en las
que se interrumpieron las comunicaciones interiores, condujeron en muchos casos a la
fortificación y simultáneo empequeñecimiento de las ciudades
Estaba en marcha una transformación de la estructura económica, que condujo a una
preponderancia de la economía agraria y convirtió a las grandes propiedades rurales,
favorecidas por las posibilidades de inmunidad frente a los impuestos y por la seguridad de las
inversiones en auténtico sostén de las clases dirigentes del imperio.
La gran propiedad agraria pasó a ser una unidad económica, al incorporar formas de
producción, que originariamente fueron propias de la ciudad; determinadas actividades de la
manufactura pasaron a formar parte de la explotación rústica. Las grandes villas no producía
para cubrir las propias necesidades, sino también las regionales, los mercados dependientes del
fundus no sólo comercializaban la producción agrarias sino también los productos de
alfarería, tejeduría, fragua, panadería, carnicería. El fundus –que según Paladio, ahorraba el
camino de la ciudad a los campesinos- constituía una unidad económicamente autárquica.
Esto no implicó una transición a una economía no monetaria, aunque nos encontramos ante un
retroceso en determinadas regiones donde las comunicaciones y la especialización regional
de la producción contribuían a ello.
La gran propiedad agraria aparece por consiguiente desde el SIV como el factor dominante de
vastas regiones del imperio. El poder de la nobleza imperial se apoyaba, económicamente en
las propiedades rurales. La aristocracia senatorial vivía en el campo. En manos de las
grandes familias se encontraban extensísimas e innumerables posesiones, las más de las
veces en distintas provincias del Imperio.
Esta evolución tiende hacia un sistema económico basado en pequeñas unidades autárquicas.
De él derivan organizaciones políticas, que se asientan sobre la propiedad y el señorío de la
tierra: la gran masa de la población vive en el campo en régimen de semilibertad. Los grupos
dominantes son sostenidos económicamente por la producción de esta población servil. Esta
estructura económica compleja a la que se suman las actividades artesanales y comerciales será
el germen para que cristalicen en Occidente las condiciones básicas de la Edad Media.
Potentes: provenían en parte de las familias de la vieja nobleza senatorial y latifundista, de los
militares de alta graduación y funcionarios. No es ninguna casualidad que el gobierno
imperial luchase constantemente, aunque sin resultados contra la extensión de los latifundios
de los magnates. En las grandes posesiones fueron apareciendo paulatinamente milicias
privadas, un sistema judicial autónomo y cárceles propias. Se edificaron iglesias. El
gran latifundio formaba así una unidad autónoma en los planos económico, fiscal,
jurídico y religioso. Sin embargo todavía no podemos hablar de feudalismo.
El cisma arriano
EL PELIGRO GERMÁNICO
Ofrece dos aspectos distintos: el del ataque militar directo y el de las migraciones del interior
del imperio. La penetración de los germanos en el ejército y en los altos cargos del imperio
jugó un papel decisivo en la política interior del S. V.
Los soldados y generales germánicos no pretendían, en modo alguno, la destrucción
del imperio. La marcha de las tribus germánicas se había perfilado claramente ya en los últimos
años del SIV. En las fronteras del Rin se encontraban las tribus de los francos; en Wéser los
sajones; en Schleswig-Holstein, los anglos; en la cuenca del Elba, los suevos.
Las cuencas del Rin y del Danubio, los alamanes. En la actual Hungría los burgundios,
vándalos y alanos.
Los visigodos habían penetrado en la provincias imperiales del Norte de Grecia. Tras ellos se
encontraban los ostrogodos y los hérulos.
No existía ningún mando unificado entre ellos. Eran tribus que se enfrentaban entre sí. Los
ataques eran limitados y de fuerzas locales. Podían contar entre 25 a 90 mil hombres, de los
cuales una quinta parte era apta para el combate.
La auténtica ruptura de la línea de frontera se inició a principios del siglo V. Hasta el año
425, cayó sobre las provincias occidentales un verdadero alud de tribus germanas. En
diciembre del 406 se rompió definitivamente la rontera del Rin. Los vándalos y
a continuación los alanos y los suevos, que bajo la presión de los hunos cruzaron el río helado
durante la noche de San Silvestre. No hubo una resistencia organizada. Las tribus se lanzaron
al saqueo de las Galias, convirtiendo en botín, sin hacer distinciones, ciudades fortificadas,
pueblos aislados, iglesias.
El imperio intentó responder diplomáticamente. Entre el 395 y el 476 se concertaron más de
100 pactos.
La ocupación germánica se produjo en casi todas partes de una manera nominal, como
asentamientos regulados. El mantenimiento de las formas jurídicas no cambiaba,
En el 429 80000 vándalos pasaron a África. Conquistaron Cartago y constituyeron el primer
reino independiente.
Los visigodos invaden Italia. Alarico conquista Roma en el 410. No se ensañaron con
el saqueo de la ciudad, pero este hecho tuvo una repercusión enorme sobre los contemporáneos.
El asentamiento se llevó a cabo según el principio de la tertia hospitalitas. En el
imperio romano tardío, hospitalitas, era el término técnico utilizado para el alojamiento de las
tropas, que permitía al soldado utilizar la tercera parte de las casa que se había asignado.
Este sistema se siguió usando para el asentamiento permanente de los foedarati
germánicos, al recibir el soldado germánico la tercera parte aproximadamente de una
propiedad en usufructo permanente.
En realidad se produjo una expresión parcial de los propietarios romanos. Finalmente los
visigodos se establecieron e reino independiente en Tolosa.
Por la misma época anglo y sajones se establecieron en Britania alrededor del 400.
Por los años 30 la zona de soberanía real del Imperio Romano de Occidente se reducía
a
Italia, Sicilia, pequeñas partes de África y determinadas regiones de las Galias.
Fue una alianza entre germanos y romanos que detuvo el avance de los hunos al mando de
Atila. Fueron derrotados definitivamente en los Campos Cataláunicos (Champaña).
Finalmente en el 453 muere Atila y con ello se desintegra el gigantesco imperio huno.
En la región del Jura francés se asentaron por el 443 los burgundios que formaron un reino
autónomo.
En el año 481 Clodoveo tomó el poder sobre una parte del reino franco. Por intrigas
y asesinatos sometió por asesinato e intrigas a toda la Francia central y septentrional. De esta
manera se cimentó las bases del reino merovingio franco.
En el 476 el gobierno de Rávena negó concesiones de tierra al ejército. Las tropas aclamaron
como rey a su comandante el godo Odoacro. Éste depuso a Rómulo Augústulo. Bizancio lo
reconoció y le dio el título de patricius. En el 488 el emperador Zenón desvió a Occidente al
Ostrogodo Teodorico quien consquistó Rávena en el 493.
Teodorico se convirtió en dueño y señor de Italia, aunque en principio sólo fuera como
patricio, lugarteniente del emperador de Occidente.
A finales del SV del Imperio Romano sólo quedaba como realidad política el Imperio
Romano de Oriente. Pero como idea política, el imperio romano no había desaparecido aún.
Los soberanos germánicos seguían buscando en el emperador de Bizancio una legitimación de
su poder. Teodorico era patricio. Clodoveo se hizo revestir cónsul.
La invasión de los bárbaros transformó las tierras comprendidas entre el Danubio, Escocia y el
Sahara. En lugar de un imperio mediterráneo unitario, apareció un sistema político
pluralista; un mundo de estados, constituido por los reinos germánicos, sucesores del
Imperio de Occidente.
Los reinos romano germánicos surgidos del encuentro con el Imperio constituyeron en
su propio ordenamiento, estructura social, formas económicas y cultura, un tipo característico.
Común a todos estos reinos, con excepción del franco, constituyen una estructura estatal
dualista, marcada por la división entre católicos y arrianos.
Los germanos constituyen minorías que son incapaces de destruir la romania y sustituirla por
algo nuevo. Las viejas formas de vida subsisten bajo los nuevos reyes, aunque sólo en parte.
La sociedad y la cultura, así como también el orden administrativo del imperio romano-
tardío se muestran inusitadamente resistentes en su lento proceso de degeneración.
SVIII
Es el siglo de la conquista árabe-islámica.
El Islam transformará la situación política global y a largo plazo. Su influencia transformará la
economía del mundo Mediterráneo, Occidente y Bizancio. El imperio sasánida sucumbió al
poderío árabe.
Arabia antes de Mahoma
622 hégira
La doctrina religiosa del islam fue sistematizada en el Corán:
1. La fe incondicional en Dios, expresada en el credo, No hay más Dios que Allah y
Mahoma es su profeta.
2. La oración ritual, recitada cinco veces al día
3. El reparto de limosna, luego transformado en impuesto para los pobres.
4. El ayuno desde la aurora has el ocaso durante el mes del ramadán.
5. La peregrinación una vez en la vida a la Meca.
La Meca se convirtió en el centro espiritual y permanente del islamismo.
Tanto Bizancio como Persia subestimaron la plena significación del resurgimiento de
Arabia. Entendían al Islam simplemente como una nueva división cismática de la
cristiandad.
Hasta Mahoma Arabia era una región cuyos destinos lo decidían los poderosos
imperios vecinos, a quienes les interesaba el acceso a las rutas que comunicaban con el lejano
oriente. Vivían en la península los beduinos organizados en federaciones de tribus, que eran
señores del desierto. El beduino es sólo leal con los miembros de su tribu y con el sayyid que
domina la tribu. Desprecia tanto al habitante de la ciudad como al campesino árabe y
por eso consideraba tener derecho al saqueo de las ciudades y tierras fértiles.
En algunos casos los beduinos habían pasado a formas de vida sedentaria. Como en Yahtrib,
luego Medina, o La Meca, que era el centro comercial y religioso.
A comienzos del SVII, Arabia era de hecho un espacio muerto en el plano político.
Las unidades políticamente más fuertes estaban aprisionadas en la esfera de la soberanía de las
grandes potencias. Desde este espacio aparentemente vacío en el 632 inesperadamente
se puso en movimiento el proceso de conquista árabe-islámico.
El comienzo de este movimiento aparentemente destinado a modificar el curso de la historia
mundial, fue un acontecimiento aparentemente privadol
Mahoma pertenecía a una rama de la familia de la familia de los Quayrasies, venida a menos.
Se adscribió al monoteísmo y separó su doctrina de las viejas tradiciones. Su predicación
daba respuestas claras a los problemas latentes. Moisés y Cristo no eran falsos profetas, sino
profetas que no conocían aún la verdad plena o bien fueron sus seguidores los que falsearon
la prédica original.
En el 622 la Hégira . En el 630 La Meca fue ocupada. Mahorma murió en el 632. Luego de su
muerte sus seguidores dan inicio a la expansión islámica.
1º contra el Imperio Sasánida en el651. Así termina la historia del antiguo imperio persa que
pudo sobrevivir durante 12 siglos, salvando la breve etapa de conquista de Alejandro Magno.
2º contra las provincias orientales bizantinas. En el 633 marcharon sobre Palestina,
luego
Siria, Egipto en el 640.
3º le siguió el África bizantina en el 647
Constantinopla empezaba a desempeñar un nuevo papel histórico: hasta el SXV, tendría que
mantenerse a la defensiva, con fases cambiantes de expansión y reducción territoriales.
El califa Omar (634-644) fue el verdadero fundador del gran imperio árabe. El principio
organizativo del califato primitivo fue teocrático. La meta era asegurar la integridad religiosa
de la umma, la comunidad árabe.
En la tierra conquistada se superpuso a la población indígena una capa dirigente árabe, que
inicialmente vivió junto a las capitales antiguas de las provincias en campamentos militares.
Pronto la rígida separación entre la casta guerrera privilegiada y los árabes y la población
sometida. La distribución de las tierras a quienes hubieran adquirido méritos particulares en
las luchas del califato hizo surgir una capa social similar a la nobleza terrateniente bizantina,
cuyos señores en su mayor parte habían huido.
Omar fue asesinado en el 644. Fue elegido Otman (644-656), también de la familia de los
Quraysies. Un grupo insurgente designó en el 656 a Alí, hijo político de Mahoma. Este
grupo no tuvo predicamento en su momento. Alí fue mas importante después de muerto. Sus
seguidores hasta el día de hoy se llaman shiitas. Con la muerte de Alí el Islam se escindió en
dos grandes corrientes cargadas de conflictos: el sunnismo y el shiísmo.
OCCIDENTE
En Occidente una sociedad simplificada debía afrontar exigencias diferentes. No existe ya la
amenaza exterior. De la fusión de la síntesis de las tradiciones germanas, cristianas y
romanas surgirá una síntesis. Tres fuerzas determinan la evolución: los lombardos, el reino
merovingio y el papado. Se comienzan a perfilar las primeras formas del mundo
europeo medieval.