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Configuración electrónica

Al referirnos a la configuración electrónica estamos hablando de la descripción de la ubicación


de los electrones en los distintos niveles (con subniveles y orbitales) de un determinado átomo.

Configurar significa "ordenar" o "acomodar", y electrónico deriva de "electrón"; así,


configuración electrónica es la manera ordenada de repartir los electrones en los niveles y
subniveles de energía.

Es muy útil o mejor dicho imprescindible para hacer el enlace covalente y los enlaces iónicos y
conocer los llamados electrones de valencia, que son el número de electrones que tiene el
átomo de un elemento en su última capa u órbita (subnivel).

En la actualidad la periferia del núcleo (su alrededor) se divide en 7 niveles de energía diferentes,
numerados del 1 al 7, y en los que están distribuidos los electrones, lógicamente en orden según
su nivel de energía. Los electrones con menos energía estarán girando en el nivel 1.
Pero además cada nivel se divide en subniveles. Estos subniveles en los que se divide cada
nivel pueden llegar a ser hasta 4. A estos 4 subniveles se les llama: s, p, d, f. Hay átomos que no
tienen los 4 subniveles, y átomos que no tienen los 7 niveles de energía, pueden tener menos,
esto es precisamente lo que queremos averiguar, cuantos niveles y subniveles de energía tiene
un átomo concreto y cuantos electrones tiene en cada uno de estos subniveles y niveles, es decir
su Configuración Electrónica.

Además, hay algo muy importante, en cada subnivel solo podemos tener un número máximo de
electrones. Esto hace que podamos saber el número de electrones fácilmente, o lo que es lo
mismo la distribución electrónica.

En el subnivel s solo puede haber como máximo 2 electrones, en el p 6, en el d 10 y en el f 14.

Regla de las diagonales


Sirve para determinar el mapa de configuración electrónica (o periódica) de un elemento.
En otras palabras, la secuencia de ocupación de los orbitales atómicos la podemos graficar
usando la regla de la diagonal, para ello debemos seguir la flecha roja del esquema de la derecha,
comenzando en 1s; siguiendo la flecha podremos ir completando los orbitales con los electrones
en forma correcta.
En una configuración estándar, y de acuerdo a la secuencia seguida en el gráfico de las
diagonales, el orden de construcción para la configuración electrónica (para cualquier elemento)
es el siguiente:

1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6 6s2 4f14 5d10 6p6 7s2 5f14
6d10 7p6

Forma de expresar la configuración electrónica

Si te fijas en la imagen, se pone un número que nos dice de qué nivel de energía estamos
hablando, detrás y en minúscula, la letra del subnivel de ese nivel del que estamos hablando, y
un exponente sobre la letra del subnivel que nos dice el número de electrones que hay en ese
subnivel.

Ejemplo:
Si hacemos la configuración electrónica de un átomo de un elemento con 10 electrones (Neón)
siguiendo la regla de la diagonal su configuración quedaría así:
1s2 2s2 2p6
Explicación
Siguiendo el esquema empezamos por el nivel 1s el cual lo llenamos con su número máximo de
electrones (2) y sería 2s2, como nos faltan 8 electrones más siguiendo el esquema pasamos al
nivel 2s, que también como es nivel s solo puede tener 2 electrones, por lo tanto 2s2. Ahora
pasamos al nivel 2p que por ser nivel p puede tener como máximo 6 electrones, precisamente
los que nos faltan para llegar a 10, por lo tanto sería 2p6. Al final queda: 1s2 2s2 2p6.
Y si tuviera 9 electrones quedaría 1s2 2s2 2p5
Ejemplos
Flúor 9 = 1s2 2s2 2p5 Neón 10 = 1s2 2s2 2p6
Sodio 11 = 1s2 2s2 2p6 3s1 Magnesio 12 = 1s2 2s2 2p6 3s2
Enlaces atómicos
El enlace químico entre átomos ocurre debido a la disminución neta de la energía potencial de
los átomos en estado enlazado. Esto significa que los átomos en estado enlazado están en
condiciones energéticas más estables que cuando están libres. En general, los enlaces químicos
entre los átomos pueden dividirse en dos grupos: primarios (enlaces fuertes) y secundarios
(Enlaces débiles).

Primarios o fuertes
Enlace Iónico
Los enlaces iónicos pueden formarse entre elementos muy electropositivos (metálicos) y
elementos muy electronegativos (no metálicos). En el proceso de ionización, los electrones se
transfieren desde los átomos de los elementos electropositivos a los átomos de los elementos
electronegativos, produciendo cationes cargados positivamente y aniones cargados
negativamente. Las fuerzas iónicas de enlace son debidas a la fuerza de atracción electrostática
o culombiana entre iones con carga opuesta. Los enlaces iónicos se forman entre iones con
cargas opuestas porque se produce una disminución neta de la energía potencial para los iones
enlazados.
Ten siempre en cuenta lo siguiente: "Los metales ceden electrones formando cationes, los no
metales aceptan electrones formando aniones".

Fuerzas interiónicas para un par iónico


Cuando las fuerzas de atracción igualan a las de repulsión, no existe fuerza neta y los iones
permanecen a una distancia de equilibrio, esta es la distancia interiónica a

Fuerzas interiónicas para un par iónico F


La fuerza neta entre un par de iones con carga opuesta es igual a:

Las fuerzas de atracción entre un par iónico son fuerzas de Coulomb y se expresan:
Dónde: Z es el número de electrones cedidos o ganados
e es la carga del electrón
a la distancia interiónica
Eo es la permitividad en vacío = 8.85 E es la permitividad en vacío = 8.85 E-12 (C^2/(N. m^2)

Enlace covalente
Se forma entre átomos con pequeñas diferencias de electronegatividad y ubicados muy
próximos en la tabla periódica. En el enlace covalente, los átomos generalmente comparten sus
electrones externos s y p con otros átomos, de modo que cada átomo alcanza la configuración
electrónica de gas noble. En un enlace sencillo, cada uno de los dos átomos contribuye con un
electrón a la formación del par de electrones del enlace y las energías de los dos átomos
asociadas con el enlace covalente decrecen (son más estables) como consecuencia de la
interacción de los electrones. Los no metales, como no quieren desprenderse de electrones, al
encontrarse o unirse, lo que harán será compartir electrones de su última capa, en lugar de
ceder o ganar electrones.

Dentro de los enlaces covalentes nos encontramos con 2 tipos de enlaces covalentes que se
pueden originar:

 Enlace covalente polar


Se origina cuando uno de los átomos dispone de mayor fuerza de atracción de los electrones
hacia su núcleo, como resultado se origina una molécula con parte negativa y otra parte
positiva (dipolo).

Los enlaces covalentes polares siempre se producen cuando el enlace se realiza entre 2 átomos
diferentes.

El grado de polaridad de la molécula resultante del enlace covalente, depende de la fuerza o


atracción que atrae los electrones hacia un átomo, este concepto es definido mediante la
electronegatividad.
Enlace covalente apolar
Se produce cuando ambos átomos disponen de la misma fuerza de atracción de los electrones
hacia su mismo núcleo.

Los enlaces covalentes apolares siempre se producen cuando el enlace se realiza entre 2
átomos iguales o con el mismo grado de electronegatividad.

El concepto de molécula o material polar o apolar es de suma importancia para el estudio de


los adhesivos, por lo general aquellas superficies que dispongan de moléculas o materiales
polares en su superficie serán óptimas para conseguir fácilmente un adhesivado duradero en
el tiempo.
Los enlaces covalentes pueden compartir 1, 2 o 3 electrones de valencia. Se llaman enlaces
simples, dobles o triples.

Para formar este tipo de enlaces hay que saber la llamada estructura de Lewis que es una
interpretación de la covalencia.

ENLACE METÁLICO
Un tercer tipo de enlace atómico primario es el enlace metálico, que se presenta en los metales
sólidos. En los metales en estado sólido, los átomos están ordenados relativamente muy juntos
en una ordenación sistemática o estructura cristalina. Por ejemplo, la disposición de los átomos
de cobre en el cobre cristalino, se muestra en la figura a. En esta estructura los átomos están
tan juntos que sus electrones externos de valencia son atraídos por los núcleos de sus
numerosos vecinos. En el caso del cobre sólido cada átomo está rodeado por otros 12 átomos
más próximos.
Los electrones de valencia no están, por tanto, asociados férreamente a un núcleo particular, de
manera que están dispersos entre los átomos en forma de una nube de carga electrónica de
baja densidad, o “gas electrónico”.
Los metales sólidos, por tanto, se consideran como constituidos por núcleos de iones positivos
(átomos sin sus electrones de valencia) y por electrones de valencia dispersos en forma de nube
electrónica que cubre una gran expansión de espacio (figura b). Los electrones de valencia están
débilmente enlazados a los núcleos de iones positivos y pueden moverse fácilmente en el metal
cristalino y por esto se les llama, frecuentemente, electrones libres. Las altas conductividades
térmica y eléctrica de los metales se basan en la teoría de que algunos electrones son libres para
moverse a través de la celda cristalina del metal. La mayoría de los metales pueden deformarse
considerablemente sin fracturas debido a que los átomos de metal se pueden deslizar unos
sobre otros sin distorsionar totalmente la estructura de enlace metálico.

Las energías de enlace y los puntos de fusión de los diferentes metales varían mucho. En general,
cuanto menor número de electrones de valencia por átomo intervenga en el enlace, más
metálico resulta éste.

Secundarios o débiles
Los enlaces secundarios son relativamente débiles en relación con los primarios y tienen
energías de sólo entre 4 y 42 kJ/mol (1 a 10 kcal/mol). La fuerza motriz para la formación del
enlace secundario es la atracción de los dipolos eléctricos contenidos en los átomos o en las
moléculas.
En general, existen dos tipos principales de enlaces secundarios entre átomos o moléculas que
incluyen dipolos eléctricos: los dipolos variables y los dipolos permanentes. Colectivamente, a
estos enlaces dipolares secundarios se les llama, algunas veces, enlaces (fuerzas) de Van der
Waals.

Fuerzas de Van der Waals


Piensa que si en varias moléculas, por ejemplo con enlaces covalente, no hubiera ninguna fuerza
de unión entre ellas, estarían moviéndose libremente y por lo tanto siempre estarían en estado
gaseoso. Como eso no es así, porque pueden estar también en estado sólido o líquido, quiere
decir que habrá algún tipo de conexión entre las moléculas. Ha este tipo de interacción o fuerza
es lo que se conoce fuerzas de interacción intermoleculares o de van der Waals.
Las fuerzas de van der Waals son fuerzas de estabilización molecular (dan estabilidad a la unión
entre varias moléculas), también conocidas como atracciones intermoleculares o de largo
alcance y son las fuerzas entre moléculas (fuerzas entre molecula-molecula).
Son más débiles que las internas en una molécula ya que dependen exclusivamente del tamaño
y forma de la molécula pudiendo ser de atracción o de repulsión. Son tan débiles que no se las
puede considerar un enlace, como el enlace covalente o iónico, solo se las considera una
atracción

Existen 3 tipos de fuerzas diferentes de van der Waals que pueden darse entre moléculas:

DIPOLO-DIPOLO: Cuando dos moléculas polares (dipolo) se aproximan, se produce una


atracción entre el polo positivo de una de ellas y el negativo de la otra. Se forma entre un dipolo
positivo de una molécula polar con el dipolo negativo de otra polar. Una atracción dipolo-dipolo
es una interacción no covalente entre dos moléculas polares. Las moléculas que son dipolos se
atraen entre sí cuando la región positiva de una está cerca de la región negativa de la otra.
Podríamos decir que es similar al enlace iónico pero mucho más débil. Esta fuerza de atracción
entre dos dipolos es tanto más intensa cuanto mayor es la polarización de dichas moléculas
polares.

INTERACCIONES IONICAS O DIPOLO-DIPOLO INDUCIDO: En ciertas ocasiones, una molécula


polar (dipolo), al estar próxima a otra no polar, induce en ésta un dipolo transitorio, produciendo
una fuerza de atracción intermolecular llamada dipolo-dipolo inducido o interacción iónica. Son
interacciones que ocurren a nivel de catión-anión, entre distintas moléculas cargadas, y que por
lo mismo tenderán a formar una unión electrostática entre los extremos de cargas opuestas
debido a la atracción entre ellas.
Un ejemplo: El agua cuya molécula es un dipolo, produce una pequeña polarización en la
molécula no polar de oxígeno, la cual se transforma en un dipolo inducido.
FUERZAS DE LONDON O DISPERSIÓN: En las moléculas no polares puede
producirse transitoriamente un desplazamiento relativo de los electrones, originando un polo
positivo y otro negativo (dipolo transitorio) que determinan una atracción entre dichas
moléculas (el polo positivo de una molécula atrae al polo negativo de la otra, y viceversa). Son
dipolos instantáneos, desaparecerán en muy poco tiempo.

Pensemos en una molécula como en algo no estático, sino en movimiento, pero además
conteniendo electrones en constante movimiento. Es razonable pensar que en un determinado
momento la distribución en esa molécula puede no ser perfectamente simétrica y aparecen
entonces pequeños dipolos instantáneos en este momento.

Estas fuerzas de atracción son muy débiles y se denominan fuerzas de London. Las fuerzas de
London se presentan en todas las sustancias moleculares. Son el resultado de la atracción entre
los extremos positivo y negativo de dipolos inducidos en moléculas adyacentes. En general,
cuantos más electrones haya en una molécula más fácilmente podrá polarizarse. Así, las
moléculas más grandes con muchos electrones son relativamente polarizables. En contraste, las
moléculas más pequeñas son menos polarizables porque tienen menos electrones.

Bibliografía
losadhesivos.com. (4 de Marzo de 2012). losadhesivos.com. Obtenido de
www.losadhesivos.com: http://www.losadhesivos.com/enlace-quimico-
covalente.html

Smith, W. (2004). Fundamentos de la ciencia e ingenieria de materiales . Mexico: McGraw-Hill


Companies.

www.areaciencias.com. (23 de Enero de 2013). areaciencias . Obtenido de


www.areaciencias.com: http://www.areaciencias.com/quimica/configuracion-
electronica.html

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