Está en la página 1de 5
Carfruto V LA CLASE DE MUSICA La “leccién” o clase es la unidad de trabajo del método. tividad periédica a la que maestro y alumno se entregan en coméin con el objeto de promover en este tiltimo el aprendizaje de la m Siendo por lo general la clase el tinico momento durante el cual el maestro se encuentra en contacto 0 comunicacién directa con sus alumnos, es natural que deba aspirarse a que este lapso —a menudo mas corto de To convenic Por esto razén, la clase debe ser cuidadosifmente planificadn, Dependeré de lis condictones putticulares de tu ensetansn oie mero de clases semanales, tiempo destinado a cada una de éstas. pro- grama a desarrollar durante el afio, edad de los alumnos, ete.~ la mayor o menor libertad que el maestro pueda observar con respecto al camino: fijado de antemano, dejandose Ilevar libremente por Ia inspiracién del momento en la organizacién o el plancamiento de la clase. Aunque a veces pueda aporlar cierla dosis de frescura y originali- dad, no podemos sino desaconscjar este lipo _de improvi in durante Tas clases, sobre todo cuando Tlega a converlirse en habito que a la larga’ puede. llegtira npartae n riaeatro, yinlumnoidalasamcias,a' cura Para e nuestra posi haben.scy chastayiin, deterhinado«punte,er conver cantidad de trabajo esponténeo, no planeado, durante Ia clase sin que haya derecho a afirmar por ello que ésta sea “improvisada”. En otras palabras, este recurso de Ia improvisacién puede ser sumamente fructi- fero cuando se limita con inteligencia. . Si bien se requiere que Ia clase sea planeada de acuerdo con Jos principios que enumeraremos mas adelante, los detalles de la misma sélo podrian ser_previstos_y preparados_por_un videnle 0 por an siedagogo. tdenl, que concciera lan: profundamente a/cada une de sth ‘alizonas, quefdera capes de élaborar de anlemano ol desntrolta dc Is e— sea aprovechado al maximo por todos. ac 1 interpretaciones erréneas, sera preciso aclarar atin mas | i jén con respecto a la improvisacién. Creemos que pucde ente= una cierla 44 La niciacion musical DEL NIKO misma, stponiendo determinadas reacciones, preguntas y respuestas de aquillos. Pero, por supuesto, estos casos constituyen excepciones; nor- mente, en la clase, existen infinidad de posibilidades para el trabajo espontanco, tanto de parte del maestro como de los slumnos: ejemplos. ma invenciones y hasta ocurrencias jocosas. Y podriamos decir mas ain: a menudo sucede que al maestro Te nacen las ideas mas acertadas qnierilras| ge encuentra’ en pleno irebajo, »_conclusién: la clase debe ser planeada en lineas generales, re- ‘el maestro la posibilidad de improvisar los detalles durante urso de la mi Planeamiento de la cl ta tarea debe realizarse de acuerdo con el programa a desarrollar durante el aio y también, en lo posible. teniendo en cuenta el programa idades musicales. Sélo asi cada clase tendr& asegurada run verdadero aporte mensual de acti su eficacia dentro del conjunto y podré sign para la experiencia musical del alumno. Esto en cuanto a [a ubicacién de la clase dentro del conjunio de Ja actividad musical. En cada clase deberé cuidarse, ademas, el cum- plimiento de dos condiciones hasicas: unidad y variedad. El concepto dé unidad allude al equilibrio interno que necesita po- scer una clase para” constituir un momento tnico. valioso en si mismo. En el caso ideal, un espectador casual deberia poder seguir cémoda- mente la clase con ninguna 0 muy escasa preparacién previa. Unidad no se opone a variedad; por el contrario, unidad significa también variedad, diversidad. En cambio se opone al concepto de “mezcla” que involucra una élierta anarqufa de las partes con respecto del todo. Obsérvese que estos atributos de uniddd y variedad son los que ca- mo a la obra de arte. Encontramos alli una evidente racterizan a correspondencia que nes hace advertir hasta qué punto una clase puede ser comparada con una obra de arte, Una clase perfecta es tan dificil de lograr como una obra mavstra. Asimismo, el educador que la rea Tega a experimentar con este motivo un sentimiento de plenitud com- parable con el que embarge al anita al dar forma y expresion a Jos distintos momentos o elementos que componen una clase de masica deben esiar profundamente entrelazados e interpenetrados, a pesar de str diferencia. En Ta clase que ha sido justamente balanceada puede percibirse un armonioso ritmo en el desenvolvimiento de fa misma; a. La cust pe miisica 45 esto es, una cierta agilidad -y alegria general que no deben confundirse, sin embargo, con el apuro, cualidad tan deplorable en la ensefianza. Cuanto més experiencia posea un maestro, mas facil le resultara planear con anticipacién las actividades de su clase de miisica. A los maestros noveles, en cambio, sucle resultarles problematico el calculo de Ia duracién de una clase en relacién con los ejercicios y actividades que la componen. Al principio, todo el material preparado se escapa en un segundo y la hora de clase parece durar una eternidad para el maestro inexperto. Este se ve obligado, en consecuencia, a improvisar, utilizando elementos y materiales que tenfa reservados para més ade- Jante. A medida que aprende a conocer al nifio sus intereses, el ritmo de su aprendizaje~ Iega a ser capaz de caleular « priori y con bastante exuelitud el ritmo. en qu reconfortante equilibrie, también habra atravesado la etapa en que s6lo logra realizar una parte infima de lo que habia planeado. EI ordenamiento de las di aco que teaiponent anh. clase de misica varia segtin la edad de los alumnos, Ia duracién de la misma y la materia musical de que se trate. Resulta dificil dar reglas generales al respecto: hay quienes prefie- ren colocar las actividades mAs alractivas —rondas, juegos de movi- miento, bandas de percusién— al comienzo o al final de la clase, argumentando que los momentos de toma de contacto y de separacién de Jos alumnos con Ia clase deben ser los mas atractivos para suscitar ‘en el nifio la expectativa y el desco de regresar la clase siguiente. Otro: maestros, en cambio, dedican el corazén 0 centro de la clase al material de mayor interés pues afirman que las tardanzas de algunos nifos para entrar fisica 0 psiquicamente en la clase y la desorganizacién que suele reinar al comienzo impedirian que se lograra un grado suficiente de concentracién, Al final podria faltar tiempo o verse la clase perjudicada por el apuro que manifiestan clertos nifios para pasar de una clase a otra o retirarse a sus casas. Consideramos que cada maestro sabra encontrar el orden mas ade- cuado para su temperamento y forma. de trabajar, por una parte, y a Tas necesidades y caracteristicas del grupo que dirige, por otra. Sélo nos faremos a enunciar aqui algunos principios de caracter general que es preciso tener en cuenta cuando se planea una clase: desarollard su clase. Autes de lograr este 1) Conviene alternar los periodos de agitacién (movimiento ritmi co, banda de percusién, jueyos lidad (canto, conversaciones, audicién de obras), para evitar una superposicién de estimulos que podria hacer peligrar la disciplina, © bien, por el contrario, una escasez de actividad demasiado no- xcitantes) con otros de tranqui-

También podría gustarte