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La Emonci.

pación L'it erana

DE MEXiCO
1¿r JOSE LUIS MARTINEZ

ANTIGUA LIBRERT ROBREDO


MEXICO Y LO MEXICANO
N{EXICO Y LO I\{EXICANO 2L
Dra¿ccróu on Lroporoo Zr¡

VOLÚ}IENES PUBLICADOS

L Alfonso Reyes: Ia x en la lrente.


2. Leopoldo Zea: Conciencia y posibilidad d.el mericano,
La E¡nancipacióro Literaria
MEXICO
3. Jorge Ca¡¡ión: llito y mag¡a del mexicano.
4. Emilio Uranga: lzálisis del set ¡ltl merícano.
5. José tr{o¡eno \illa: Cornucopia d,e México. (Nueva edición,
aumentada-)
6, Salvado¡ Reyes Nevárez: fil amar y la amistad, en el ntetícano.
7. Josó C;ros: En to¡no ¿ ta lilo.oJia meticuna,*
corregida
DE
8. César Ga¡izu¡ietst Isa1oge sobre lo mexicano.
9, Ma¡ia¡o Picón-Salas: Custo de trIéxico.
10. Luis Ce¡nuda: I/ariaciones $obre tema mcxicano.
11. José Gaos: En ¿orno a la lilosolía meuícaila.**
12. Silvio Zavala: Aprorimaciones a la historia de llléxico.
13. Juan A. Ortcga y Nleditra: lléxico en la conciencia anglosajona.*
por
14. Leopolrlo Zea:
'15,
El Occítlente t la
concíencía de lléxico,
Jo.é Dur¡nd: l-¿ t¡ansl,,¡moei,jn soci¿l tlel conqu¡stodot,4
16.
I7.
José Du¡and: La translotmdción social d,cl conqu¡sta¿or.+*
F¡ancisco de la l{aza: El guadalupanismo ntetícano.
]OSÉ LUIS MARTÍNtrZ
18. Paul Westheim: La cala:cra.
19. Ramón Xirau: 7¡es poetas de la soled,ad,.
20. Ma¡ía Elrira Bermúclcz. La tid,a lamil.iar del neticano.
21. Josó Luis \l¿rtin¡z: J.1 encnci¡ución litproria cn 1t :rico,

EN PREPARACIÓN
Juan A. Ortega y }\fedinal XIéico en la conciencia anElosaiona.4+
Samuel Ramos: El ntrxieano d"l n"dio s¡gto.
Jorge Portilla: La crisís norteañericana en la conciencia de lIéxico.
Agustin Yáñez: Metícanos tle ayu y d,e hoy.
Fausto Vega: Dl mexicano en la noiela.
Edmundo O'Gorman: El sentido mágico rle I.a hístoria de LIéxico.
And¡és Henest¡osa I Cielo espdñol !, tiena india.
Carlos Graef Fernández: El mexicano en la ciencia-
Andrés Idna¡te: LIéxico al retorno.
Wigbe¡to Jiménez Mo¡eno: R¿í: y sentído de la meilcanid,ad-
Salr¿dor Celvillo \tedrigrl: Formqs J" ,usc"ttibililad pn el meticano.
J:r-tino Fcrnándoz: .4ttp dp aquí 1 de allá.
Luis Quintanilla: Autopsic di la Reuolución lleticana.
Clementina Díaz de Ovando: La éBica popular,
Juaq Hernández Lt¡a: El petusañiento d.e la Retolución sobre el nexicano
Ramó¡ Alco¡ta: Dislocdción geográlíca del me*ícano,
Bc¡nabé Nava¡ro: lilosolía e historía etu lo ntesícono.
Ped¡o F¡ank de And¡ea: Los mesicanos pintados por los eut¡anjeros.
Rafacl Corrales Ayalat El meÍicdilo y el Estú¿o.
Aogólica llendoza: Ilnxico al pendicnie.
R¿lael Heliod"ro \':rlle: /ransmu¡Jo y rpalidod, tl" ltéxico.
Iloracio Labastidai Lo economía indígena y la aida nacional.

ANTICUA LIBRERfA ROBRBDO


N{ésiccr tqSt
Portada de Elaira Gascón

I
LA EA,ÍAI{CIPACIÓI{ ñ,ÍENTAI-

ANacnoNrsr,ro
Ha.ce algún tiempo me sorprendió escuchar, en
una diverrida confeiencia, un ^grito de combate o
proclama_ literaria, que debe h-aber provocado en
algunos
.de sus_ oyerries, corno la povtcó en mí, la
curiosa impresióri de que vivíamo's. cuando *".ro,
en el orden de las ideás literarias, algo más de un
siglo atrás. Para aquel conferencian-te, era impe_
noso "propugnar por la conquista de nuestra ináe_
pendencia literaria", y le-parécía necesario que ,,el
lenguaje popula_r,- cori todá su riqueza de expresión
y matices, _sea el fundamenro de la riqueza lingtiísti_
ca nacional".l
Temo, con ciertos fundamentos, que la procla_
mación d-e selejalqe¡ ideas, a mediedo's del si!.lo xx,
carezcc. de originalidad y aun se colnpliqu. d'. ,.rr_
cronismo, pgrgr,., o biei algo ha l.,eclio por afirmar
su originalidad la literaturá mexicana, a partir de
nuestra independencia política, o bien ha sido en
vano el esfuerzo de continuadas generaciones y
nuestra situación intelecrual continü en el mismt
estado que guardaba en los albores clel México in_
d.ependiente. Pero no es mi propósito inmediato,
sin embargo, el de examinar hasia qué punto los
Dcrechos rescnados conforme a la lct, esc¡itores mexicanos han conseguido'expiesar una
Copyright áy Antigua Librería ñ.frr"jl, originaiidad literaria, sino más blen exporier a gran_
Esq. Guarcmála r. Argentina
t. Cei.. Garizuriera, ,,Altirud y Iongitud
Lnpreso ,. ¡,."f,o en ffó.,iico de la Iiterarura
Priitted in,f nnde in Merico
mexrcana , conterencia reproducida en Atttéica, Atéxico,
1949, núm. 60, pp. 197 ss.
7
8 JOSÉ LUIS MARTfNEZ I-A EMANCIPACIÓN LITERARIA DE MEXICO g
uno d1 Ios capítutos que me parecen
1? :i-rg":,
mas sugestrvos en Ia historia de nuésrras idéas
Durante la época colonial esta fuerza activa de
lite_ nuest_ra .lrteratura se contentó en términos
origenes y el desarrollo de la lucha que gene_
::::T,1os
sostuvleron, con heroísmo intelectual, los escriio_ rales con la imitación de las letras españolas, si"bien
se iba-realizando, al mismo tiempo,'un lento
res de Hispanoamérica. y.especialmente pro_
de México, ceso de maduración y de independencie. Fero a
para conquistar su emaricipación literaria.
primeros'años, del ,'igto *r*, en que se
tl:rl:,1-",los
conqursró Ia autonomía
Hrsronre DE LAS rDEAS LTTERARTAS .polírica án 1a mayor parte
de Hispanoamérica,.la literatu¡a, al iguai qr,! l^,
En su recienre obra, intitulada Dos etapas del demás disciplinas del pensanri.nto, adqiirió üna in_
tensa electricidad ideológica con la qut parricipaba,
p en s arni ent o en H i s pano ornéric a ( D el r owaiticismo
dt postttuismo),2 Leopoldo Zea ha estudiado con a.su manera, en el complejo proceso de^la ela6ora_
ción e integración dc'núesira cukura. Ningun"
::,lbt. precisión las etapas de esta empresa intelec_
en sus aspecros sociotógicos
otra empresa posterior lleg.aría a tener. la fíerza
3i1l^l?lll!"tarmenre
y trlosofrcos. pero aun cuando en este ensayá, al que ruvo, en la América hispánica-, la que se pro_
cual deberé recurrir,muy a..menudo puso conquistar nuesrra emanbipación litiraria;.ior_
I^ pli*.r, que mientras los movim.ientos que a éste srgureron
"r, y'tn, ..r-
q" 1i exposición, .e fi¡an Ios rasgos
!::t:
pas prrncipoles de la emancipación cültuial _que luchaban por forma.s y doctrinas'circunstancíales, la
puede hacer.se extensiva a Ia iiteraria_ ¿e L e,]rZ_ tratalla que se libró a principios del síelo xrx lu_
rica hispánica. chaba por establecer la- existéncia mismi de Ia ex_
Te parece que existen aún
doctlinas que merecen examinarse
orros presron hreraria propia de América.
:f,.j::r^-)-
cralmente.
espe_

Entre las muchas investigaciones que están CoNcrnNcra AN,rERrcA^- A


Dor
et campo' de nriesrra hi.J;r-il;;rí;:
li:"T.,en
una. de tas mas r¡xportantes es la que
se refiere a la . Cuando
,Te propuse estudiar el proceso que
áccron que clertas ideas y tendencias doctrinarias luy9, en AIéxico, Ia-emanc.ip,rción ]iteiaria, pr.onro
nan tentdo sobre nuestras letras. \- si por debí reconocer la imposibiliidad de circunscribir
Io re_ investiga-ción a nuesrio propio ánbito,
-q". Ia
gular en todo. tiempo Ia creación Iite.lria se yr éri.
dirigidi hacia atgún propósito general
ue había sido un movimierrro ^ro aislado É,, ün
l1nt^rli1. { Io rnrerno por un repertbrio prir,
y s9 frge en sino general .v paralelo en la ¡navor parte de
dJctrinal panoamerrce. Las tendencias en lrs obrrs de crea_
tsIis_
de iuicios y valoracionei estéticosj .n lr, ¿po.r,
¿. Ias postulaciones
grandes transtormrciones sociales esros piopósiros :ió,..y teóricas que .,
y doctrinas adquieren una forma ruexrco, eran casr "prr..írn
srernpre simultáneas o
rmperlosa y ocurren, entonces, Ias -á,
á.¡irrid, un antecedente en otros-príses de lengua española
tenian
que pudiera lla_"
del Continenr.".
ma¡se revoluciones litera¡ias. . )' exigíari por cllo nüor.no, un es_
tudlo rnrcra.l de_ coniunto. para que Iuego pudieran
z El Colegio de México,
México, 1949. oestacarse las doct¡.inas mexicenás. En-pocas
oca_
10 JOSÉ LUIS MARTfNEZ LA E¡,IANCIPACIÓN LI ERARIA DE NIÉXICO 11
siones, como en el primer tercio del siglo xrx, los preocupado por el esrudio ¡' r,rlor.ación de nues-
hispanoamericanos tuvieron una conciencia más tra propia cultura, pero sin llegar aún a conside-
plena de que constituían una unidad y realizaban mrla ni a desenrla diferente y separada de la matriz
empresas comunes. Los poetas cantan a América; española. Esta aspiración áebeiía aparecer. como
las odas e himnos escrito§ durante las campañas de consecuenci¿ de la independencia pólítica,
,y por
independencia, hablan de la América española como ello, habiéndose anticipado los Estüos Uniáos'en
de una unidad;3 los grandes capitanes- de Ia inde- su conquista, allí surgieron las primeras declaracio-
pendencia no se contentan con luchar por la liber- nes del propósito de lograr una-independencia inte-
tad de su propio país, sino que desean libertar a lectual y literaria, paralela a la- políticn. En el mis-
-
toda América;. el primer periódico insurgenre que nro año en que se coitsurlreba la independenci¿
aparece en México se llama El Des.pertador Ame- norteamericana, 1783, Noah \\¡ebster afiimaba que
ricano, y los emigrados políticos que viven en "América debe ser tan independiente en literatitra
Londres, y singularmente don Andrés Bello, llaman c_omo en político'.'.a Posteriormente, Channing y
a sus revistas La Biblioteca Awericana o El Reper- Emelson reforzarían aquella tesis nacionalista. Wii-
torio Americano. Pero esta conciencia americana, liam Ellery Channing pensaba que "r\leior sería no
que venía a ser uno de los principales apoyos de tener literatura que abandonarnos sin resistencia a
la lucha por la emancipación de-la que la extranjera",i r. Ralph \,\/aldo Erreison, en el en-
,cultural y.
partrclparon casl sln excepcron las recrén constl- sa\-o que escribiri en 1837 sobre la educación del
tuídas naciones, tuvo sus manifestaciones más des- hombre de letras americano que Oliver
tacadas en la Argentina y Chile, en torno a la Wendell Holmes llamó "nuestr.a -ensayo
deciaración de in-
Asociación de lla'yo y al grupo de emigrados po- dependencia intelectual"-, advertíe que,,hemos
Iíticos de distintas'nadionalldaáes que se"refugiaion prestado demasiada atención a los coriesanas lnu-
en Chile. Allí se formularon por la primera vez mu- scs de Europn" 6 ¡' qte era va tiempo de que los
chos de los principios que habían de guiar, en nrlencanos nos ocupásentos (le los nsunros propios
todo eI Continente, la lucha por la emancipación de América.
literaria que, en sus principiosi aeUió extende-'rse en
un campo más vasto, pues para conseguirla, era
inCispensable conquistar primero la emáncipación SuprRr,tvnlcIAS coI-oN rALIis
de las mentes. Cuando la mavor parte dc los p:ríses hispano-
Ya desde la segunda mitad del siglo xvrrr, esta- amerlcanos.conqulstaron, a priucipios del sigló xrx,
bleciendo los cimientos intelectuales de la indepen- su independencia. política, süs intéleoualcs í. escri_
dencia hispanoamericana, numerosos literatos, eru- tores pronto advi¡tieron que, aunque r.ótas las
ditos, historiadores y hombres de ciencia se habían ataduras materiales, subsistíañ otras en la nrente de
3 Pedro Henríquez Urcña, Los cotientes literarias en
la Antérica hispánica (Trad. de Joaquín i5 9i*{: p.or !e!qo Henríquez Ur-:irt,-Op-us cit., p.234.
On National Literatzre,-1g2j. Citado ibidem,
Díez-Canedo),
Fondo de Cultura Económica, X,Iéxicof 1949, p. 236. t The Am.ericon Scholdr, 1837. Citado lbidern', i,.f. fO+.
zl+.
ll JOSÉ LUIS MARTÍNEZ LA EA4ANCIPACIÓN LITETTARIA DE I\,{ÉXICO 13
los honrb"r'es que hacían que la indepenclencia con_ y principiaba la guerra conrra el poderoso espíritu
scguroa tuera lrlsrrtlcrenre, pucsto que sólo había
signiticado un cambio de foin-ras v áe hombres en
g": .."] sisremr colonial inspiró en nuesrra socie_
el poder. Los hispanoar.nericanos ie gobernaban va 9r1.'ii Y ayn pensador tan ponderado y ajeno a
la fobia antiespañola, como el venezolano Ánrlrés
a sr nlrsn)os. per.o en gobernantes \- e.obernrdbs .tsello, reconocía. que con las guerras de indepen_
pcrduraba aún-un espíriiu coloninl. " dencia "Arrancóse el cerro al" monarca, pero no
Iin uno de sus textos más drarnáticos v honra_ al espíritu.español",lo ya que en las.leyei que pro_
dos, el Testtrntento despeclida del ,,pensádor Me_
y mulgaban los nuevos iong?esos podíaí reconocerse
xicano", firmado et )Z ae abrii cie lg2Z, pn.o, ,rr.r.s;
antes de su nruerre, José Joaquín Feinán<iez de
inspiraciones góticas,
), á las iostumbres mismas
oe los guer.reros insufg-entes, persistían fueros que
Lizard| anunciaba ntelancólicamente:,,Dejo esta estabrn en pugna con- los principios de igualáad
rnisnra patria libre de Ia dominación español'a; aun- por los que peleaban.
que no de nuciras de sus ler-cs r- de lás despóticas
lutinas
§e. su gobierno. Hb1. que los mexicanos Le npeccróx DE Los TNTERESES
son ciudadanos, se les decretair sirs merroriales con coLoNrArES
lrr nlisura. xsper.eza r- arbitrariedad que cuando eran
Pero además de estos lastres coloniales, existían
vrsnllos de [.sprñ1".; Senreianre peidtrracir,rrr de los otros factores activos que trataban d" impedir que
hábiros cojor:iales se ndr-ei-tía rr,,if,ié,., cn orros peí_ -autonomía
ses. En la Argentina, Esteban Echer-erría hacra no_
fueran una realidacl la y la démocracia
en Hispanoamérica. Las ii-lstitucioáes y las formas
tar que en lrr gener-eción. que siguió a h inclepen_ sociales del régimen virreinal imclicab'an una serie
(lenc.lx."su cucrpo se lro ctitancipado. peto sl-t muy grand,e de privilegios e intereses para las cla_
inteligencir no", i. Ia Arrrérica indépendienre sos-
.acomodadas v poderosas, que no sé resignarolr
ses
riene nú,n "en sigrrl de r-asallajc, los ca'bos del ropnjc fácrlmenre a perderlos. De aquí que. por dTferen_
irnperirl de la que fue su sehor.a y se aclorna con tes camrnos, unas veces solapados-y oiras francos,
sus apoiilla.das libreas". "ya los bi.azos de España iniciaran una reacción tendiénte a 'minar la efecti_
no nos op1!rn9n per-o sus rradiciones nos vidad liberal y democrática que se había propuesro
abruman." s En-añadía-,
Chile, José-\¡ictorino Lastarria fi-
)aba tarnbién los términos de esta lucha conrra el , o José Victo¡ino Lastarria, Inttestigaciomes
sobre la in_
despotismo flumcia social de la conqu,isti y art ,iiin'i-ioiío¡ot ¿, to,
reves
{el pasado. "Ca_vó el despotismo de los esprñoles en Cl¡ile. Santiago de Chile, rs+1.
en lB4ri_, I. qtredó en pie y con óiáao po, L.
-escnbia Zea, Oyus cir., I, il, p. ss.
roilo su vigor el clesporisnm aál prroáo.l . Érrri. ro.Andrés Bello. laueslrgaciones
ternrinada h revolución cle indepén«lencia política . sobre la influcttcia so_
cial de la conauista y de.l isrema coton¡it'lr"ío'i
,rprnol*
en Chile, Santiago ¿e Ctrile, 1814'E;';;;.,ír#i.i
1 Testmtrcnto ydespedida, nléxico, 1g27. Io del mismo riombre de J. V. L;r.rri;. "it"."onian,.,1.r_
.,, t,
s Esteban Echer.erría, Dogrna sociali.sta Antolo,gía del pensatniento- ile lengui;;ir;;l;r"
de la Asociación h edacl
,le AIc1,o, Buenos Aires, 1838. Citado por L, Zea, Opzrc cit.., por
I. ll, pp. 59-60. 12y1em0o-r!yca, José Gaos, Editoriri S¿;;;, México,
1945, p. 200.
14
JOSÉ LUIS A,IARTÍNEZ
LA EMANCIPACIóN LITERAR.IA DE ME"XICO
el movimiento insurgenre.. En t\_[éxico, esra reac_
15
ción fue denunciadaipor ejernplo, tas que la- revolución de 1g-l0 quiso abrir
p", .if periodista para dar
-rrrción.,,r2
enrrada al pueblo en el gobieráo d" L
José María det Castiil<j v.lJ*áiq,ii5" ., r, oración
:?,:: pr.onunció..^ il Á¿;"ir"i. México,
l" , , yo, smgular paralelismo, el mismo fenómeno
rraDra aparecido en Ias rcpúblicas
el 16 de seotiemhr:e de 1850. h ;ñ;r; del
como si_
gue: .,La siiuación ,.,rrl d"" i, iü"r?üu"a tln"rlgl.I en Chile, pór eiemplo, sur del Con_
Lnstarria lo
no es - ,,Apenas'terminada
más que Ia lucha de dos g.*rr.iá"álin oescnbro con lucidez.
Ia re_
represenra Ias preocupacioíes, urru qr" volución de indcpendencia'_decir_,--.urnao
rr_
Ios intereses v el sis_ turaimente, por un efecto dc las leyes de
tema de Ia adririnist¡j.i¿n
.oloriri"i;'Jtil Ia socie_
cida entre los combater, .ao"rár';rr";, G il_
Hbertad,
ctad. comenzó a abl.irse paso Ia reacóión
colonial,y dc los inrerescs que
del espíritu
rep.resenta esfe Densarniento
grande del héroe dl r"uolu.-ü;i;bf;
Dolores. la independ"n.ir.; r?' p;;Ji*mente, numrlrado. Los. capitanes que la"r,habían servido
lle_
al vaoan-ese
formular una rer-isión de la histori,
i"-nf¿.i.á,i.r_ .espintu en su educnción y en sus instin_
de el c¡iterio liberal que susrentába, ongra bien, según comenta Leopoldo Zea,
Ignacio Manuel LH:_-'1
LSra reaccron buscaría inmediatamente
Altamirano ac.só a hg"rr"- á; ius aliados
I;;Bd; de haber
i,pár-_.ái" en todos.ios campos posibles. Bsto,
encebezado .rt, de una ".p.raron a
surgrr: atti esraba la reacción cclesiástióo_militar,
maniobra hábil "onrpirr"iór.q".
_esc'¡ib._,
que sedujo hasra a los. caudiilci
;Gffi a rodos, exponente de las fuerzas conservadoras en n{éxicoj
d. ir';;;..a épo_ allí también las fuerzas a" to,
?ll_!"1 i"rprendió a ta metróp"ti, qrá ,icrnzó un ".oáiiár"al'provin.l,
con sus montoneras en Ia Argentina; allí Iireacción
lflto- fro^to,.pero
nuestro
que fue piecisarienre
ietardo en lá vía-d"i progr"ro "rrru d"
de los 'pelucones, en Chile."I," ifflrir'li
los mili_
Jocial, esas tares unidos se encargrrían prorr"to de,
clases sociales,- nobleza colonial', establecer
ta¡ios territoiirl.r, comercianres
,]?; ;i"r-. el único orden gue c,ínvenía'. ,"r-ini...res.
ricos, orden no era otro que el español, sólo Iste
rnteresados en conserva, i;f,lr"Prri; que sin
L ropr"*r.á'r*l.l y España." r+
prolongar el estado de cosas
bía hectro insopo¡table .t d". p;;;r;ente ha_ "r,
Á;t;;":'lájon,rl, .on_
el plañ de dirigir-un Nrcpsr¡e» DE uNA BlreNcrpecróIy ¡TTENTAL
:ibtul:i
acaudillándolo. o¡sanizá"nd"lo -; Áovimiento,
nuevo
;; práu..r,o .N4as frente a esta reacción que pretendía
cer'ando así más íu"r,"-"ri.
q;; ;r:;ias puei_v perduración del espíritu y de las' f"r';;;
Ia
sociales
11.
,Iosti .\[arí¡ del Castiilo \.clasco. ,.Oración
r2 Ignacio Manuel Altamirano,
cívica pro_ Reoista histórica y polí-
tica,
::1;t;§"#"r¡ .Alameda de 1fé_lc;. _ii;.;; Iepti.mb,e -M.éxíco, 1883. Reimpr.so bajo
y politica "i ii*1""J" Historia
de México dentio de u iárái,;":tl"Iiberalismo
*iiii:i ii
cn ruersori:';.'
;, ;',t ;i; ;
o s d e nuesta i nd p
e
p
en c
; ;;;;,7:*":'#' itr'
{i;'#
;;'; ; r; ;, se pti em_
end ii-
mexicano en pensamiento y en ,."ió",f
pp. 23-2+.
i. liéÁco, tc+7,
bre de tSj7. Se publicr por. 13
J. V. Lastarria. Recuerdos literarios, Santiago
-orden a.f Srp.á.no"bobiemo.
Imprenta de rgna'cio crÁpiiü-u¿ii"", Chile, 1912. de
it!i,,,,i., r r. t4 L. Zea, Opus cit,, I, ll,
p. 5ó.
16 JOSÉ LUrS A,TARTfNEZ LA EÁ{ANCIPACIÓN LITERARIA DE AfÉ].xICo 17
y políticas coloniales, apareció una generación de extiendan a la sociedad y modifiquen no sólo las
liberales cuyo ideal era- transfor,rrr".rt, mentali_ opiniones de deter-minadas personas, sino las de toda
dad para alcanzar lo que ellos liamaban una ,,eman_ la masa del pueblo." rz
cipación mental". Era pues necesario aprovechar
la lección sociológica gue nos habían llgado los
siglos.«lel virreinaio y se imponía el deíender y Er, ruruno coNTn*,t. EL pASADo
completar adecuadamente nu'estra independencil, Los pensadores de principios del sig.lc xrx con_
realizando en las men[es una revolución qire las edu_ sidcraban pue:.qle las óausas-de aquella"insuficiente
case para la libertad y las liberase del despotismo autonomla radtcaban, por una parte, en Ia carencia
{.1 p"r"a". Fn toda áuténtica revolución, pensaba de adecuada pr.ep'aración in"ntál pam el eier-
Echeverría, debe realizarse una ..emancipación po- .una
cicio.de la libertád, y por orra, en ia influericia
lítica v una emanciprción social',. Ilxra úirima, d'ebe negativa de la culturá española. El dilema que se
alterar todas las formas sociales y mentales impues_
planteaban oponía las doótrinas liberales y progre_
tas por España; ésta es la reíolución que falta. sistas con Ias conservcdoras y retró[radas:'"ffoiuro
¿Cómo lograrla? "La emanciprción social'america_ pasado.
na Echer.,erría- iólo podrá conseguirse :9" :1 _Como lo ha'señaladá L,eopoldo Zea,
-concluye "I-a lucha por la emencipación men_ral dd Hirprno_
§pudiando.'la herencia. -qo". ,or' dejó Espaía.,, rs amerrca será visra por la generación que poi ella
Don Andrés Bello considéraba con términr¡s serne_ se preocupa como la conrinuación áe li lucha
iantes el conflicto gye s1 pianteaba a los hispano_ gy..:" ha planteado en Europa entre las fuerzas del
amerrcanos a principios del siglo xrx. ,,Está6amos
Medioevo y las fuerzas de Iá modernidad. enrre el
an¡e Ia alternativa
-dice-oporrunidad 4é npror,"char la pri_ absolutismo teocrático y la democracia iiberal, en_
mera o de prolongár nuestra seivi_ tre las fuerzas del retróceso y las fuerzas del pro_
dumbre por siglos." Y se ie prelisado a reconocer
greso. En esta lucha a España le había tcóado
gue de Bpaña no podíemos ésper.ar ya ,,la educa_ representar
cron que predrspone para el goce de la liberrad... .a las primeras. Hispanoamérica se ha_
Dla_ convertrdo asi, por obra y gracia de sus
deberíamos educarnos , nos"iros rnismos, por cos_ domi_
nadores, en uno de los úldmósbaluarres del impe_
toso que fuese el ensayo".16 Una fundamental tarea
rialismo teocrático y feudal.ls por una r.rcción
cultuial esraba destinada, pues, a aquella generación
muy-explicable en áquella circunstancia histórica,
de grandes liberales, el mexicano'José ñ{aría Luis
^y t-spana vrno a ser no solamente le opresora v la
A{ora, con la severidád y penetración que distingue
causa de nuestros males, sino. además, cl símúolo
sus juicios históricos, lá expone en réiminos cate_
de todo atraso cuhural y de toda tiranía. Algunos
góricos: "F^s pr:eciso el doctor Mora-,
para la esrabilidad de -indiiaba
una- reforma, que sea graduaÍ rz José Marí¿ Luis l,{ora, pasaje citado
v c^racterizada por revoluciones méntales, que se en Ensayos,
i.lets. 11 r?tratos,. por ... ...'. prólogo yselección
15 Esteban Echeverría, Opus de Arturo Freg. Imprenta Univósitária, Méxi_
cit. l:láy..y.
co,_1941, p. 134. Biblioreca del
16 Andrés Bello, Optu cit. ittudiante Universitá¡io, 25.
78 L. Zea, Opus ci.t., lf,
73, p. 64.
18 JOSÉ LUIS I\,IARTfNEZ LA trN{ANCIPACIÓN LITERARIA DE [{É,XICO 19
como Adéxico singularmente, se empeñaron
país-es,
en 7a realización de refórmas. sociáles y a los que alegaban que este título les daba dominio
r iofiti.r, sobre América- esto vosotros ignorabais que
QUe, aun violentando su natural evoluciói,'ll.urrrn -es-,
existía la mayor parte del mundo: luágo en sabién-
país a un orden social más uuunzad,o y
1 lyestro dolo sois sus dueños. ¿Con que si lós indios hu-
su espíriru;pero en Ia mayor parte d'e
[ST" -:l
rrspanoamenca se creyó que una maieladá de re_
biesen sabido antes que existia Europa, eran ipso
facto sluls dueñosl" 2{ La obra de Épaña en sus
criminaciones conrra nprá, bastaba p/ra destruir
la herencia que había dejado en lm cori"ierr"ir.. colonias de América se redujo, para ei criterio de
aquella generación, a una sucésión de crímenes, co-
dicia, confusión e ignorancia intelectual. En el
ANrrBspeñor,rsN{o primero de nuesrros leriódicos insurgentes, Fran-
cisco Severo A,Ialdonado excitaba "a lós americanos
A4uchos ántececientes doctrinarios tenía la co_
que militan bajo las banderas de los europeos Flon
rriente de antiespañolismo que se d.s"tJ en His_
pano¿menca y aun en la misma España, como
y Calleja" a que volviesen hs armas contra aquellos
instrumentos de la tiranía, y para mejor persuadir-
,ustrtlc.aclon y consecuencia de Ias guerras de in_ los, se preguntaba, exagerando--notoriímente las tin-
dependencia. Desde el siglo xvr en "que fray Bar_
tolomé de las Casas dedicé a Felipe Ii la Bráaísima
tas oscuras: "¿Qué otra cosa es la historia de la
dominación española entre nosotros, sino la histo-
relación de la destrucción.de los.htr{iqs (f 552),
quá ria de las más lnauditcs crueldades) ¿qué otra cosa
qu. se. llamaría.,.te¡.enda n.g.l,,,
9l:.:,:pg,:,1 l. censoria
agueila cornente _paralela
a otra np'rto_
nos manifiesta esta historia, que una lücha tenaz y
constante entre Dios, que se-ha esmerado en enri_
gética-ro no había cesado. 'A principios del si_
q.uecer n-uestro suelo, derramando en él con profu_
glo xx, los restimonios de esta ráacciói son lnrro-
sión las fuenres todas cle la prosperidad; y en'tre los
T.rr9J..: y revisren las más variadas formas, desde Gachupines siempre encarn'izadbr nosotros,
el anállsts mesurado hasta la violenta diatriba.
Los siempre obstinadós en no delarnos "ontrá
gozar los dones
fundamentos jurídicos que hasta
""rá".., habían de nuestro Criadorl" 22 Las'Leyes"de Indias, que
srcto considerados válidos para justificar el derecho habían regido el gobierno de las' colonias, sólo sir_
de dominio de España en Áméríca, fuerán rebatidos
vieron para hacer posible Ia opresión. ,,Todos tros
con soltdas como en el notable
-argumentaciones,
l)tscurso sobre Ia independcncia del iruperio mexi_ 21 Fray Sen'ando Teresa
canor- de José María Luis Mora,2o o con de Miet, Historia de la revo-
lución dé
menos
seriedad, como en este gracioso pasaje de Fray .Nye1:a E§!ú!, antigwménte ¿iit iiir.. , Im-
Ser_ pTpr_p:I la Cáma-ra de Diputados, A{éxico, 1922. 2 tomos.
vando Teresa de Mier] ,,¡Descubrídores! _1decía Lib-..KV, p.277. La primeia edición es de la Imprenta de
Guillermo.Glindon, Londres, 1813, firmada 1". .f i."aá_
19 VéaseGuillermo de Torre, Mméndez pelayo y los nimo "José Guerra".
_ 22 Sin firma, "A los americanos-.q-ue
dos Phag Buenos Aires,' 1943.
^Españas,
zo
.b,ild1r1t militan bajo las
Ios europeos plon y Calleia',, ,i nt Oripn*_
_ José María Luis Mora, Obras suehas, Librería de 4"
Rosa, París, 1837, pp, 7-22. dür-AmericdTta, Guadalafara, Aiéxico,
num, +.
i de enero de 1g11,
20 JOSÉ LUIS I,TARTÍNEZ
que h¿n conocido LA EA,IANCIPACIÓN LITEfuA.R.IA DE A,{ÉXICO 21
Luis López Adéndez._,
-es.cribía
p.or. informes .*r.i[, a. persor:rs Joiquin de Olmedo parece una consecuencia in-
ry:^t-iTJ:Tor,,.o e.¡itable. En uno de iós más encendidos pasajes del
:Tf::T]:r y bieninformad,as, el modo con'que fue
gobernada la América desde su monstruosa usur_ i)oema .e.n qu9 canta.Lt aictoriu de Junln,lógrada
y.rodos to, q;;-ñ;; sido bien por Bolívar, increpaba:
f:9:,f"r,España;
enterados cle las que.ias amargas. siempre
conti_
,rrr,.,I cada uez más' justas, d'. lo, haÉitantes ¡Guerra al usurpador! le debewos?
aquellos oprimidcs paísés. acerca de Ios
de -¿Qué
¿luces, costuntbres, religión o leyes. ..?
males enor_
que sufr.imos de los jefes españoles, han ¡Si ellos fueron estúpidos, aiciosos,
lftlTg:
percrDldo muv bien la-_inconsistencia.'desorden feroces y por fiu. sn,persticiosos!
confusión de ias Ieyes ll¿madas ¿. i.ái*, y
rxnro en ¿Qué religión? ¿la de lesús?.. . ¡Bluf etnos!
ta admlnrstración de la justicia, como en Sangre, plomo veloz, cadenas fueron
todos los
ramos, del gobielno.,,28- En cuanto los stcratnetúos sa,ntos c1ue trajeron,26
al orclen inte_
lecnrat, se atirnraba que de España no
habíamos
recibido más q.uc aislamiento ya lo Por otra parte, se comenzalon a comparar los
Gecla en su estilo cortente F-ray"'ig.nor.n1;r.
Sirvando: ,,parece resultados que habían renido Ia conquisra'española
el desdno de esra Neción y Ia.colonización inglesr, cinplcando'u,rr rrgu..n-
¡fs/aaal i;¡;r, por ta
tórr.ía
ignorancia". y :l colom'biairo j;;; iacrón que si hoy pucdc parecernos insidilse, en
r(ro, en lUlJ,-. se lamentaba deI
ao,uella época no carccía dc efectividad. EI chileno
también de los males
que .sufríamos por el aislarniento intelectual: ,,La Francisco Bilbao, en su libro El Eacngelio cmeri-
pollrca española _escribía en el prospccto de ca¡to, q\e ha sido considerado con:o el punto cul-
Lo BiblioteTr Aruc¡.icr¡¡ta qr. prffi".Ur'já'n anar¿, minante de estr corriente antiespañola,2T' escribía a
Bello- tuvo cerradas puerirs d. Ir-a*Jrü p;
las. mediados del siglo xrx:
a lds d.emás p.,.uiou der gro- "La España conquisró la América.
iT'::"-*:.-_::":'q,l:'
unr; y "Los ingleses colonizaron ei norte.
,no. satlsfecha con privarle de toda comu_
nlcacron benéflca para ellos, Ie irlpidió también ."Con la España vino el catolicismo, la monar_
conocerse a sí misma.,, 2s y tras 'estos quía, la feudalidad, la inquisición, el aislainiento, el
balances
condenarorios, el grito cie combate silencio, la-depravación y^el genio de la inrolerancia
J.i po.to ¡ore extelminadora, la sociábilidad de Ia obediencia
23 Luis López Méndez, ,,Observaciones sobre crega.
de. Indias,y sobre Ia independen"i, a. Á*¿.ir\i, IásLr.Bi_
Leyes
bliol9c1 A'nr-sricanu, Londres, tBj;: i,-r.l;;:"" "n
,
:0.José Joaquín de Oln'redo, La .".ictoria tle
z,.tray Sen-ando Teresa de l\Iicr.'Sequnda" carta tle un a Bolír¡r Imprenta española de A{.
-Calero,Canto
Jtmín.
nn eri c an o al es pañ ol so b1e- -(1825), Lon_
_y.r. núrneío fix-." óim rrtor¡¿n
dres,,.l816,.p. 28t.Vóase en-la edición estabieciáa por
d su respucstl dada en el Ntítn. XX/],. Impreni" Aurelio
Ilermo_Glindon. """""'" a. Cui_ $pinosa Pólit, * las .po.esía¡ cotnpletas de J. J.'de
;;;; ;;.
Londres, rBr2;
zr Juan García del Río,_,,prospecto,,,
O., !'ondo de Cultura Económica, Nléxióo, ú17,-p.'135.
tLL Ld
La Bibliotecd Biblioteca Americana, 5.
Atnericana, Londres, 1g23, i, p. ;,t-"" ' en L
z7 Rodolfo Barón Castro, Esptfiolismc y
antiesl;,añolisnto
en la América hispana, Edicionei Atles, lládrid tb+5, p. lt.
,
22 JOSE LUrS MARTfNEZ LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉXICO 23
"Cgn los ing.leses vino la corriente
liberal de los males que ha significado para fuIéxico su re-
reforma. La te\, det individum;:;ú;;1.,o, de Ia
-
sador y trabajador, con compler, p.r_ lación con ESpaña: despotismo, Inquisición, robos,
"¿Cuál ha sido el resultadá?
fib;;J. y concluir afirmando que. "los españoles no han
hecho en nuestros puertos sino una cosa buen¿: salir
"Al norte, los Estados. (Jnidos,la primera de por ellos".3o
naciones antiguas y modernas. Ias - Todo pues parecía aconseiar la conveniencia de
"Al sur, los Esiado.s Des_uttidos, cuyo progreso separarse de Bpaña, política e intelectualmente.
consiste en desespaño]izarse.,'2s
-t --r" f
Pára nruchos pensadores de la época, "España es un
país atrasado,-un país dominado por la ignorancia,
DBsospeñorrz¡.cróN irn oaís oue carece de fábricas v de industrias. Pspa-
n, '.r oá pesadísimo lastre pára América; un pars
Tal como Io deseaba Bilbao, los hispanoameri_ que sólo ha podido vivir a costa de sus colonias; sin
carlos trataron a toda costa de ellas, Bpaña habría desaparecido como nación." 81
desespañolizarse,
como uno de los r Era necésario acabar con aquella pesadilla de tres
i
*" ú;",f ':1'f ;:::,":'"' :T i,: Ji " i #:
:i;Fdla ;primera largos sielos que había sido la Colonia, y todos de-
¡anre mitad dét iiglo *,*, y aun posre_ ,"n"brn, íomo'lo ha explicado muy bieá Edmundo
normente, se desataron Ias peisecucioñes O'Gorman, "ponerse al día... y sumarse de un
contra los
españoles residentes enAriérica, y ;ñ.i que ha_ salto audaz a la trayectoria ascendente de los pue-
et grito a. .o,-,rrrrie áJ lrJ i*rrsenres blos anglosajones,.industriosos y liberales, usufruc-
lr:.1:9: continuó resonando
mexlcanos, tuarios de las 'luces del siglo'." sz
aun en lrbñ, J"
los homb¡es más cultos. Cuando
"El- Nigromente,,,. pot.-iró en
lg;r;j; Ramírez,
uasretar,, precisamente sobre esta
i§;;:;" Emilio CnNsunes nspeñor,;rs coNTRA Esp,q.ñe
-;;;Ui.rr.,
cuestión, escribió
t^t.1,1,1"1úpTlo.s palabras como
értr* to, ¿Pero qué puede sorprendernos en estos des-
gacnupmesl fue el primer grito de afueros antiespañoles, al fin justificables y con-
esta fórmula terribie_se eñcuentra
mi patria, t .;
h áesespañoli- trapesados con la serenidad de juicio de tantos
zación de Mérico. ,Hay atgún ,I.-*]";; que no pensadores hispanoamericanos, si aun hubo muy
haya pr"oferido en su vloa esas
palabras secramen_ ielevantes españoles que los acompañaron en la
Laresi ,." para extenderse Iuego
én ]a enumeración condenación de la política indiana de su patria?
retrato suyo que envió a "El Nigromante", "Que Ia elo-
o,j-t- 1T:,"rr"o
arres, _Bllbao, El Et:mzgelio nftericdno, Buenos cuencia y el talento estuvieron siempre de su parte."
1864, p. 38. 30 I. hamírez, Ibident, p. 319.
, '/.s^.Ign1cio R.amírez, "La desespañolización,, (Jres, 81 Edmundo O'Gorman, "Prólogo" r Antología del pm-
de 186j. Recocido en oh¡6s rle... mayo
Ia Secretaría í" Fo*.nio, uJ"i".,lábi,Oficina TipoEráfica ¿" smniento político ttnericuno. Fray Sentando Teresa de
rj#"*r, p. 317.
t*te articuto fue parte aé t p"l-ei,i";";ffi;iil Mier. Selecciín, notas y prólogo de .... ... Im-
mffez y Castetar, ;l final d" ü á.,t R"_ prenta L,Iniversitaria, México, 1945, p. xxi.
;J ér;r"*il.i¿, " .r, o' 62 Edmundo O'Gorman, Ibidem, p. )Lxxv.
DE IIÉ,XICO 2,
24 JOSÉ LUrS MARTÍNEZ LA Ei\,TANCIPACIÓN LITEfu\RIT\
Poeta tan celebrado en su tiempo como ft,lanuel .,p;;; i e n I as rnd ias ?XiXi:;
I;;""' : lX X,::t'i'T:
José Qtrintana, en su oda A la expedición espaíioLa
pdrd propügar la aacrma eru Atnéricu, de 1806, com- ElflTll',,ñlilil;il]""iri"' / a'r'nt"'bi"-
ina"p*áttitie: "Amelicanos -de-
padecía a la "Virgen dei Nuevo Mundo, América tamente lluestta
inocente" con estos conmovidos versos:

Con sangre están escritos


*ffi:"il:'L*Ttil,",';ffi
cuando que
üi**
ersrs-:]3::il; T'5 {*3;
uo.*ro futuro des-
en el eterno libro de la aida
esos dolientes gritos nT #'fi::il,"i'H# ;;""': 4Ti-10"' habéis

qLte tu labio afligido al cie'to enoía. sido el luguete ¿" r[' virreyes' siempre sometido
Clatnan allí contra la patriu mía,
y aedan est(t?trp6r gloria y ventttrtl
, 1-*,.'Ji?iu" v i'[i.:fili:,f :X::,:i:;41
:ll'JlJ§3,t: ;i..l.#'#;; ;; fue^
.á"p'1a'
*á' ¿"
erx el calttpo fatal donde bay delitos. adoptada por
¿No cesarán jawás? ¿No son bastantes ellos." 35 Una "tt"o'J 'o"tiun"
j*é J9a.quín de-.Mora' que
tres siglos infelices eI escritor y uutntoiJ'" y ,1'1t' al igual
de amarga expiación? había viajado *¡tqo'io""Á*.ttié'
l"atpdndéncia de las
que Quintan', 1""'iit"'u'
i'
hispenoameric¡nos -es-
para exhortar luego a los arnericanos a olvidar aque- iolonias r*t''t'n"' "Los
"lü;;i-
llos agravios y acuñar la frase que serviría para :;tbil
"',llii;*iy,,ry¿JiH''j.,'h ;l
disculpar las falsas o verdaderas culpas de España: pupilale_má:,:^P^'";" a
y empezaoan gozar
hierno mas c1eg0 u Eui,_,pr, hasta elltonces
.. .Yo olrtidarín :#'ilñ á""td'á viril"retár'ladá
el rigor de ruis dt ros aencedores; i;tñ;;'ión a" sus tutores"'36
sLt atTaz codicit::, su inclemente saña,
ffi
- Mas no eran pot suPuesto' las írnicas
tt"uth'aban
vo-
crinten ftteron del tiernpo y no de Espaíta,3z """'
ces española' qt'"'iJ
a propósito
-de
opu";11',1ins:"-'
;ñ";"5;;ii¿'o'' en'r bando
los'ingratos
J:-
nts-
En otros tcxtos su)'os, como en sus Vidcs de espa-
ñoles célebres,sa Quintana volvió a la defensa de ::ffi;;i¿;^ n* t"u"t'da..oyerln
^'"Ñlla'famosa
qtt bYql:^'1:
oanoamericato' qot
los americanos y a la condenación del mal gobierno t;ir*,',ál';- odu'Á li ttobles Ü.rtes' la que' segun
33 Manuel losé Quintana, "A la expedición espairola
35 Terto citado por Meichor
Fernárrdcz
para propagar la vacuna en América", et Abras coznpletas 'At*lql?:"1"i
del Excmo. Sr. D. . ..... . Rivadeneyra, Im- **.,ip^iig,'i;aí!¡';-1u,X'{,lii:.,Í{l[^;:Á:"i:;;:,
presor-Editor, A,Iadrid, 7867, p. 5. Biblioteca
^4. de Autores esPo-ñola, Instituto
Españo1es.
31 Especialmente en la de fray Bartolomé de las Casas, " su José Joaquin d' ,llo1:';::"*
oo.30-31'
"í ilffi:T X",'^;,,kl-, ez
que apareció en la edición en tres volúmenes, publicada c'ii a o po' F e rná n d

en i8li. de esta obra. Reproducida en Obras corupletu, ii),']j::, iHáli;:i:fi ::34-35'


I 5'i:,',1**'
B

pp. +3j-175. Áil;;ó' tbidan, PP'


26 JOSÉ LUIS MARTÍNEZ
cuenta don juan Valera, hizo llorar LA EA,ÍANCIPACIÓN LITERARIA DE MÉXICO 27
en el acto público en que
a Fernando VII glorioso pasado español, las que requieren una acla-
f".l;Jdr,r;,-" iación, slno más bien aquellas otras de quienes,
¡Gentes_ qu.e alziis incógnita bandera como Quintana y Mora, se volvían contra su P_a-
contrd la Mtdre patria!*En aano et tria para defender el derecho de los americanos. La
inmdo actiiud de estos últimos puede explicarse en Parte
de Colón, de Corrés y de pizirt:o
a-Espaiia intent( nrrábotn, ta gti'rio comparando sus casos con ]os de Francisco Javier
de ha.ber sido cspoñot; jotntís tir-iiirr. i\4iná, que decide venir a luchar y a morir por la
tos rtfos y costttntbres que guardaíon', libertad, v "hacer la guerra al tirano de España y
olo, y Ploru y entre oromn y ptinta, no a los Éspañoles",oo"y d" Antonio Gonzálé2, que
l1,r:.,
tos pueblos de Atúuatpa y Alocieiunta se nacionalizó peruano e hizo suya la causa de la
y üuestras wisutos ptdrei derribcron. independencia.'i En unos y otroí chocaban en sus
r e st tt ls I e c e r -
conóiencias las ideas liberales de la Ilustración con
p o dr é i s : o rt i o, rr l go,iri,'''
ttos juraréis, cual pérfi,tos l¡ei.n,niL, el dominio tiránico y opresor que eiercía España
! /t_d! ittdio, esclovo, o ,rííorrr), --' en las Indiasr f y otros sentían la incongruen-
unos
e-spañoles y scráis, no tv¡tericonos: cia de tener que luchar, Por una Parte, Para con-
tVts, ah.ora y siempre, cl orgonaufo servar su libertad frente a los invasores franceses, y
osado
que del ntdr drrostrLrn los de impedir, por otra, que los americanos lo obtu-
al arrojm el títtcoyl pesor{a' -'--'
furores,
viesen. Así lo percibían algunos españoles que,
eu los pltyns dnrípoA0s clifidtttes. como Rico y Amat, consideraban que "América
aer,t la cruz dcl Gólgota plontrtrla hacía con nosotros lo que habíamos hecho antes
y escuchará la lengia de"Cervctntes.se con Napoleón: luchaba por romPer la cadena de la
esclavitud",42 y aquella contradicción no se ocul-
No quedó por ciérro sin taba tampoco para los hispanoamericanos. Son in-
.respuesta esta airada pre_
dicción del-Duque de-_Frías,'p;., .i"frU."o Lasta_ consecuentes los españoles, escribía el mexicano
rria formuló.oirr., ella unatJpl;.,
iro"ir"no,
cendida.Be pero no son las ,.r.:i;;;'á"'"rt"
I José María Luis Mora, "porque proclamando la
"n_ t
libertad en su patria con la mayor firmeza, sostie-
at fin naturales en quien", * ;;;;;"nli.i.ro. tipo, t
a.t t
nen con la misma tenacidad la esclavitud de A{é-
37 Fernández
Almagro, Opus cit., p. t49.
,s8
Bemardino Fer¡índez- 'ürqu" a0 La expresión textual de ]\{ina dice: "hacía la guerra
!: ü;1;rI;,
"A las nobles arres. Oda,', o.?;r-.i;i;; de Frías, al tirano de Fxpaña y no a los españoles". Citad¿ en lVlarcín
enObras poéticus del F.rcmo. señorD. ¿_ ,rrrl, lrlll Luis Guzmán, Mina el Mozo, héroe de Navorra, Fspasa
blicadas a expensas d" .,r: l]Sl._d.tos ........ ..... pu_ Calpe, S. A., Madrid, 1932, p.2ó0. Vidas Españolas e His-
F-spa ñ ola d. qr" f ue s, Tndi
por Ia Rcal Academia panoamericanas del Siglo XIX, 28.
vidr;." iri;il;r' y "r.i.r.otipi,
d" S._Rivadáneyra. Atadrid, l8j7 / a1 Femández Almagro, Opus cit., pp. 35-3ó.
,n-J9_ré ;.'i;2*- -
-in,2)rir¡ro, 42 Juan fuco y
§mat, Hi.stori.a políiíca y parlmnentaia,
^Victórino rrrtrrr;r, Buenos
res, 1865. Gantc, I8ó7, tomo Ii, ""' Ai_ tomo I, pp. 500-501. Citado en Fernández Llma,gro, Opw
i'.' S)-.""'"', cit., p. 93.
LA EA,{ANCIPACIÓNT LIT'ERATTIA DE, MÉXICO 29
¿ó JOSÉ LUIS ¡IARTÍNEZ
xico".a3 "¿Por qué preguntaba al lnismo res_
pirirual, Ios ntelores P!'ogramas qYt..:t formularon
pecto. T,orenzo de -se
Ztvah-- eñ su p;trir reclanran. . . iu.to,-t Ia educación populer, o "civiltzacton contra
principios que hollan enrre nosorros¡ 44 trri"ti"", según el t'enia cle Srrmiento,.y Ia reali-
ii"ld^ de ""í cultura original. Dentro dé este últi-
..rá-áto.",o. h literatura iue con'siderada desde lue-
Ex susce DE soLUCToNES Pero las
s" ."'rno uno de los obietivos capitales'
Pero todas estas especies cle censulas y negacio_
i.;r; á; Hispanoaméricá. como bien lo percibían
seguían siendo colonia-
il.ito, C"ti¿ ri", y Lastarria,
::: j" la.clertamente
ponran
cultura y déi do.minio espaÍioÍes se pro_
destruii. un orCen i*,-;";. las foímas sociales--y las mentes de los
mateliál y
espiritual, rnas para sustituirlo por otro quc se con_ hoir.,bt.t que las escribían. Mas, ¿cómo liberarse
sideraba más ádccuado para .l p.ugr.ln intelec_ áá yüeo? En aquella crisis histórica, la res-
tual- y político de Hispanoamé¡icá. f en busca de
"tr.
,""irn n'o "podía ser nlás que llnÍ'': vo-lviendo los

modelos que seguir, irucstros pcnsadorcs vuelr-en blos hacia lb propio de Amér'ica y.hacia lo nacto-
los ojos al eiemplo de aquelias'na.ciones que para nát. Corndo lse bbietivo se conquistara' la litera-
ellos significan el progreso y el Jiberalisnro, como tura de nuestros p.leblos mereceiía llemarse inde-
Francia, InglaterrJ y.- singúlarmcnte, los F_stados pendiente y original.
Unidos. En este úlrimo piír, .run err¡sos escritores
de la. época, como los ar§entinos
Juan Bautista Al_
berdi y Domingo Faustiiro Sarmiénto, los chilenos
!rancisco Bilbao I José \rictorino Lasrarria, los ve_
nezolanos Simón Rodríguez v Simón Bolívar y los
mexicanosTra¡' Servarido Teresa de Mier
renzo de Zavala, ven encarnado el espíritu'de í fr_
la
modernidad y cle la deurocracia y ,.rolito, ventu_
rosamenre lot problemas que ,¡íkir. ,J ,esro de
América.{5 Pronto debieron reconácer, sin embar_
go, que la imitación no podía lievarlos a una autén_
tica resolución de sus_pioblen¡as y que éstos debe_
rían afrontarse con soluciones ori'ginlles, aclecuadas
a la realidad de Hispanoamérica."En eÍ orden es_
- a1
José María Luis A,{ora, ,,Discurso sobre Ia indeoen_
dencia del imperio mexicano't, en Obras,r"iirr, iiú..rll-¿"
Rosa, París, Ís;2, pp.8-9.
- 44rwoluciomes
las
Lorenzo de ?ttala, Ensayo ltistórico político sobre
de Nu,eu-a isprña, pr.l.,'iÁli. ¡.¡".u,
York, 1831, cap. III.
+i L. Zea, Opus cir., \'ll. 29, pp. I05 ss.
I1

DO(II'R.INAS Y REALIZACIOI{ES
HISPANOAMERICANAS

Cr¡.cuxsraxcrAs Pr.oPrcIAS
Los hombres cle letras que a principios del si-
glo xrx se propusieron lograr la emancipación de
nu€stra expresión literaria, encontrarcn una situa-
ción que, a.ungue no exenta de problemas, era la
coyuntula histórica justa para emprender aquella
tarea. En efecto, la corriente que se advierte en el
siglo xvrrr, de interés por el estudio y valoración
de nuestra culiura., había abonarlo eficazmente el
camoo de nuestre conciencia intelectual. Ya se ha-
bían'realizarlo invesrigaciones sobre la historia polí-
tica y cultural de Éispanoarnérica y estudio's de
científico; se había iniciadó nuestro pe-
"^ráiter y se habían fundado corporaciones aca-
riodismo
démicas; la filosofía moderna comenzaba a abrirse
paso entre el intrincado follaje de la escolástica y,
én suma, lo que Pedro Henríquez Ureña ha llamado
"florecimiento del mundo colonial",l era el anuncio
de otro inminente florecimiento, el de la cultura
original de la Arnérica hispánica. Por otra parte,
la indepenilencia política recién conquistada había
despertádo en los hispanoamericanos los impulsos
creadores que, durante los tres siglos coloniales,
debieron permanecer reprimidos. Como si, por obra
de aquella libertad, nuestro pasado histórico, nues-
tras costumbres y nuestro paisaie, cobraran de
1 Título del capítulo III, que comprende el perío-
do 1ó00-1800 de su obra Las cori.entes litermias en la Amé-
ri.ca bispánica. l\4éxico- ,rOr.
,,
32 JOSÉ LUIS A,TARTÍNEZ LA EMANCIPACIÓN LITE,RARIA DE MÉ].XICO 33
pronro un relieve y una inciración para el intelec_ independencia no sólo política, sino filosófica y
Lurl y
el arrisre, dé los que carecían' coando aque_ literaria." a
ilos acrores y aquel esc-enario estaban dominJdos
por manos extranjeras. Los seres y las cosas que
'circunstancra DrcrenecloNEs
formaban nuestra nos pertenecían ;a DE INDEpENDENCTA INTELECTUAL
y estábamos ligados a ellos por. esa soiidaridad aglu_
Considera Pedro Henríquez Ureña que "El de-
trnante que constiruye las naciones. Nuestra história seo de independencia intelecrual se haóe explícito
se organizaba en toino a una directriz que nos Der-
por vez primera en la Alocución a la Poesía de An-
mitía discernir quiénes habían luchadd a favo'r v drés Bello." 5 F-ste poema es la primera de las dos
quiénes en conrrír de Ia patria. y aunque nuestia Silaas americaT,ras qloe escribiría él maestro venezo-
morada fuese-aún pobre y deficiente nuistra civili_ lano, y en la invocación con que principia, el poeta
zacton, eran las nuestras y a ellas quedaba ligado
pide á la.musa de-la poesía «iue abanabne Eüropa
nuestro destino. y vuele al Nuevo A4undo, cuyas riquezas naturaies
Junto a todas estas circunstancias favorables oara áescribe con elegancia clásica'y .ori "o.r toque del
nuestra emancipación literaria, debe consid.ráru", aronr¿ nativo de nuestro suelo'":6
con no menor importancia, el movimiento román_
tico que hacia estos años se introduce en Hispano_ Diainu Poesía,
amér'ica. Emancipación y romanticismo eran, en tú de La soledad habitadora,
efecto, corrientes'paralells y pa_recían alimentarse d cotxsultdr tus cantos enseííada
mutuamenre. Ambas partiiipában de las mismas con el silencio de la sehta urnbría,
ideas de libertad y del ñrismo'deseo de increnrentar tú a quien la verde gruta fue mordd:d)
las peculiaridadei distintivas de los pueblos. La y el eco de los ntontes conepaííía:
opinión del argentino Estel¡an Echevcriía, autor del tienzpo es qae clejes ya la crilta Europa,
prrmer p9ery1 romántico hispanoamericano, Ehtira que tu natiaa nlstiqu.ez desotna,
o.la novia del Plata (1832) lqo., como lo ha he- y dirijos el paelo a donde te abre
cho notar Henríquez se- anticipa al primero el nrando de Colón su grande esceita.l
.-Ure!a.,
9y-. 3p?r:cj en Bpaña, El ntoro expósito- (t8jj-
1834) del Duque di Rivas-,2 .t r.u"lr,lora a este Atendiendo a precisiones cronológicas, un año an-
respecto. Echeverría concebía al romanticismo como tes de la aparición del poema de Bello
una. "reyolución espiritual por primera vez, "como una especie de -publicado
programa
a cada grupo
.que -abría
nacional.o regional el carnino de su expresió;pr;_ 4 lbid., t2t.
pia, de Ia completa revelación de su álnra.'.s ',.E1 s lbid., p. 103.
espíritu del siglo Echeverría_ lleva a lbid., p. 104.
-manifestaba
ho1- a todas les ntciones a emancipar.se, a gozar Ia ? Apareció por primera vcz al frente del primer número
de La Biblioteca Awericana, Londres, 1821, pp. 3-ló. La
2 P..Henríqucz Ureira, Optts cit., pp. l2l-lll. revista Ia publicaba Andrés Bcllo cn compañíi'del colom-
z lbidatt, p. l2l.
biano Juan Carcía del Río,
MÉ'XICO 35
LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE
josÉ LUIS ÑfARTf\E7.
)4 a la luvenrud chilena- todavía a
ricrnor] -decía
editorial",s al frente de La Biblioteca Armericana' .:;;;'..r"ilmente las'lecciones de la ciencia euro-
;;';;;:,-el hondor"ño José Cecilio .del Valle a discutirlas' a ilustrarlas con
de la independ:n-t1' P:-
;"t::il-;;;;;;;;"'
de la declaración fiíi.#;;;l;;i;;, a darles una estamPa de nacio-
-r"1;;
Íri;;"-l" América Cenral (182t)--s había de- 'r':á-ál",;li ,'yo pudiera en otro
hoy -rnanifestaba
.üiu¿o orgullosamente "La América será- desde mucho más estas
;;;;i;1" su discurso- nueva f.uetza aPlicándolas
extender
de día
#^;;;5tó"- exclusiva' Améric¿ piense' El es- cuando
ffilt,ü.i;nát. u ¿*r"s
;;;ribrti;¿ti., a. noche cuando e--s América"'1o
a" un americano
;"#;#t.;.^;i't' *b;" moral. a la poesíá yes' lodo
ñ;;r;ig"" ;á;"1;" de composición literaria: rarso
Porque'.o
Sin embargo, iro puede dudarse .que los elegantes
un eco rna-
"áitnt
cle ?ot Andrés Bello tuvieron
del ilf :'::TJ:.?""":'-Tll''0""3".',1J'il.ü""iJ'i:;
;;';;;;; i* o.tit*"s de la lengua española
lr; tt""tl¿;ámidos ]lamado a
en Iá barbarie'es
tontinente. ].ri"lrtt. en una literatura propia v a estamPar en
12 con ma-
.il" á"t formas." No podía enunctarse que nos encon-
Cur-:run.q oRIGTNAL .,r.,i .n"tsí, la dura alterhativa -en
declara- l.rUr*otl Y porque le parecía' en etecto' quc
Fara los alltores de nuestras primeras estábamos en una encruciiada decisiva ,"" "y"::11
intelectuál América debe-
l;cependencia tritiáti, cultural, eI gran maestro venezolano lnslste
"i";;;" ame-
;i; ;.t. po.r, .i asunto propio de los escritorescon una v """.otra vez J*" punto: En r1n artículo del
;d;1,';;--¿iu^-o"' é'nt" a América Ia
t' h1l-i1i m#" ".,
t"t* el M'odo de estudinr -la historia
""*'"qluisiéramos
i;.:ó^'ffiala. án. Europr? )Jucho¡.
necesarlo
sobre todo precaverla [a Ia.iu-
dicho va, pero pr:ecisaba repetirl": ::i- Aius-
excesiva a la cien-
i"Á¿ iftit"rrrl de una servilidad"¡Jóvenes
concruistat nuestra independéncia cultu.ral' chilenos!
.
rellizarse ;;; i'-Jiuiiir"a^ Europa'"
i.-"¿i, fot térnrinos en (tre debería
esta aspirad'a la
,Anrended a iuzgar por uosótros mismos;
;;;;;";rr, literaria, Anárés Bello' en. el discurso
póns'miento'" 13 "Nuestra crvlllza-
i"á"o"r¿"r.i, d"e
,tá,r""ció como rector de la Universidad de
;i;;t-;;ñ, Beüo- será también iuzgada Por sus
"r"
¿;iJ-;;;.tubre dc i848, se preguntaba con una
;;;;tt ;"; ;" Ia ve copiar ser-vilmente a Ia europea
uiol.n.l, poco habitual en hombre de su mesura' que ,rr" ."'f"'q".2t,. noii""e de aplica-bl.,e'.icuál será
como si d.r.rp","' del logro de Ia -empresa .flri.io qJe formarán cle nosotrós un Michelet' un
l'rrU;t iri.;raoi "¡E t"tt'oí condenados Ilos ame-
11 "Discurso eI rector de l¿ Univer-
'dfrii" pronunciado porsolemne
s P. Henríquez fJreña, OWS cit', P' 103' .i-, de 29 de octubre
.i¿"a ¿f "l '"itttt"io santiago de chi-
s lbiCem, P. 234- üJ'ie;8;', ;-Aiotr, á-i li'u'¡"'sidad'
,iíri'ri'^"rt iuod de strn Pedro; y yo to-ntbién sé soñar'y i., fS+S. Obras completas, YTll'p' 372'
z: de febrero de rsz'' Reproducidó et Valle' lró\rgo tz lbideru, p. 374.
El
íá"""iá""i" nri,"t rltto¿áro Valle', Secrttaría de Educa- 13 Andrés Bello, "Moclo de estudiar la historia"' en
,il¿ri.",]sal, p' r;' rt artículo habla de la a"-cr''il", fi48' obras completas' \71'
en un Ar*t*;-s".;riÑ
"i¿""i¡lir[r,
#;'td;l-á; q". ro''puebloi {e f'qrer11a
se reúnan
r24.
concilio para lbgrar su engrandecrmlento'
i'l
36 JOSÉ. LUIS NIARTfNEZ LA EMANCIPACIóN LITERARIA
DE MÉXICO 37
se habiln incorpo-
tlil
Guizot? Dirán: La América no ha sacudido con
aún de. aquel mismo grupo.: al que inicia la !!
nuestras huellas IJ¿r'árrir,i*li¿or" "'iti'ot"J uruguayos' fl
sus cadenas; se arrastra sobre tnic -
r.r.li"i ; M"";;;ileo'anunciaba
de la" reúista Et ia

i;; ueniados; no respira en sus obras un Pensa- i,llj


'dor. Frn"I p'o'p"tto que los ptopóilllt
"i""
mierrto propio, nada original, nada caracterlstlco; hizo "una vahen-
remeda'las'formas de nuestra filosofia y
no se áii .í*""'¿Igá"!' e"dtes¿"Lamaslibertad y de reforma
es
;;;;; de su espíritu. Su civilizaciónsus una planta te afirmación de Ia á-ur, "Dos
;fii..; q.r. no ia chupado todavía iugos a Ia a oue se senda llamiáu-'qo"tt' iuventud"'16su tex-
la :iil';iÁut" Lamal en uá pasaje..de
^material' visible' ?
tierra qu'e la sostiene'" a Bpaña; una t
to- nos ligaban
no meno's pesada' ¿

ominosa; otra no t""il'íáÁi"osa' aquellos gases


I
t
que' como
Er- pnocnelrA DE LA asocrecrós DE NrAYo ü;;;ittble, incorpórea'
lt.o*rr"r",ribi"'qoá poi io sutileza lo penetran
El orosnama que formulaba Bello' y que PT- ; ;;.J; legislación' en .nuestras letras'
¿i.r, tint"?irrrr. én estos términos: independencra ffi"".'ffi hábitos' Y todo
y nacionalismo iguála origi- :] il*,,.o""*uluio""'"""tot
ñ;i ;;;;tátrlit.o.
programá' decí", había siáo adoptado iJ#.;-;".;llL",I!fi il"r",,,'.",I1ii,ffi;]'H:t,
nalidad. este
va v puesto en práctica en dos focos culturales det y desmiente nuestrr
pedazot-::'el vigor
a las doc- ila, pudimos y naceila
ilt.i ¿;;it."i., que dieron coherencia en el resto de . de nuestros
'up'-*
nrazos ri-"i hi"tto' de nuestras lanzas;
trinas v ," de difundirlas si nuestra
"rr.rrg,,án
iriror,{"r*¿rica'"El primero de ellos-fue- }a genera- il; p.".i,o q"e'9'."P1'"':1 :T:::l
ser una realidad; aqyé-
llamaia Asociación d" A4iI: oersonalidad naclonal ha'de
.iOriltg.r.ina t:" f i;;i;i,i* glotiáta de nuestros padres' ésta
," ,"rrriió en torno a María, Gutiérrez' ha-
;T b;;';;;;; ."Fi;;.
Juan nada meuos
;r^iil,; v sufrió destierros en l\Iontevideo y en -igj:913;
ér.,tirso áe Chile. Inicialmente, el- grupo se con- q",,:É;d*":^[;lj,il;'i:ff :",ill,'i?,,';,,i,,'..,
;'";;";; sriá" li,.tario, que findó en-aquel nación, su lndePe: la literatu-
el di::l', industrial; porque üs l"ytt' Ia sociedad'
;;;:;Br;;* Air.'. trlarcos s.as1e'.En
Gutiérrez exPreso ;. i;ill{i'in¿"tttiu' deben llevar' como nuestra
so inausural de aquella sociedad'
bandera, to, I
toto'J'''''u"ion'le'' ttll lo*o ella' el
,rn, d."1", declaráciones más hermosas que regls- i;átptáátt'"i' y nacionali-
testimonio d" "";;;;
It, f, titi"tia de nuestra emancipación.intelectual:
haga- dad." 1? Durante el año esóaso
en gue
ryl*r:
:--e cumPll-
"Si f,.*o, de tener una literatu?a nxestras cos-
-dijo-' Et iniciador' tan nobles propósitos fueron
mos que sea nacional' que,rePresente
tumbies Y nuestra naturaleza, así como nuestros IÉ"Li,,.inrr" a J' l\f' Gudérrez'
Cía''
Estu.d.ios h.is^t.2ricos
Buenos Aires' ',1,

"''l;'l;;ii,;";queRodó'v"Juan l\laría Gutiérrez'e191..P;l^t'


ii'i)r¡Á."Á"sel Esirada
ffi.'; á.not tiot. sólo refleian en sus agu.as las y su epo-
á. n".t*o úcmisferio''; r5 Un año más tar- c¿". en El tnirador iil''óti'no' ia
ed" Editorial Ccnantes'
"t?ári
ta Barcelona, 1928. P' 747 '
lbidem, p. r25. 1? Andrés L'*'i':'b'o'pecto"' en EI Iniciador'
l\llonte-
,t jtrn ff,lr'ti, Gutiérrez, Discurso de apcrtura Jcl Salón
Literaiio d'e Marcos Sistrc,'1837' Citado por Ernesto
Mo' video, abril de 1838, núm' 1'
38 JOSÉ LUIS MARTÍNEZ LA EMANCIPACIÓN LITERARIA DE MEXICO 39
1^"::
Sl ejecución, en el.aspecto literario, signifi_ des de Ia civilización de su patria y exponiendo la
apunta José Enrique Rodó, ,,la a"simi_ necesidad.apremiante de forialeceria por medio de
:rq1,
raclon"9-g
de .las lnfluencias románticas orientadas en la ilustración. En cu¿nto a la literatura, de acuer-
un sentido nacional".l8 AIí se publicaron edito_ do con el pensamiento de la época, la consideraba
riales de Andrés Lamas en que se precisaba su doc_ como la expresión de la socieáad. Pero las letras
trina.nacionalista; ensayos dé ,\Iigu'el Cané sobre los chilenas,.hasta. aquellos c{ías, no habían expresado
problemas propios de'América íecién emancipada; a su pueblo, sin duda porque se lo impidieron los
sátrras de costumbres y artículos doctrinario! so_ vicios- de la administración colonial. todo, pues,
bre el romanticismo y.'sobre. nuestra emancipación estaba por hacer; pero importa mucho, dice Lasta-
literaria, de Juan Baulista Alberdi; cuadros de cos_
tumbres y p.oesías de colo¡ido americano, de irl., i l": ióvenes éscritorel chilenos, que "IrIo per-
ctals lamas de vrsta que nuestros progresos futuros
Juan
María-Gutiérrez, y, entre otros, un aftículó de dependen enreramenie del giro qü. á.mor a nues-
Félix Frías sobre Poesít nociounl en el que pedía tros conocimientos en su punto de partida. Bte
a ella una tendencia activa,.va.ronil, milita'nt"
dáctica en el más alto seniido. ,,{ueremos _pre_
y al_ es el momento crítico para nosotros." 2i A,Ias,
¿cómo
emprender esa obra? La reforma, explica Lasiarria,
cisaba Frías- ia ciudadanía en poesía, en arre, en no puede ser súbita, y por ello ,,resignémonos al
política, en literatura." 1e ,.Si dé la Áociacióí de pausado curso de Ia seveia experienciañ,22 dice con
Nlayo y de Lt cautia.a (de Esteban Echeverría) fue eJegante- frase. Hay que comenzar, pues, por apren-
eI programa Rodó_, de El Inic'iador dqr d.e los puebloé más sabios. proéurrnáo escoger
fue el primer-escribe
desenvolv-imiento de aquel grande atinadamente nuestros modelos.- La literatura espa_
y fecundo arranque de ideas, que imprimió
¡ t s"u sello ñ9.11 no es Ia nuesrra, pero la lengua de sus gro.rdu,
a unc época literiria." 20 clásicos es la fuente de nuestro- rico idioma que
debemos conservar en su pureza original. IJna r,,ez
Er, »rscunso op Lasr¡.nnre n¿ l g42 aventaiada esra preparacién, ya es posible ¡ecibir
las influencias de la literatuia francesa, llena de
, P, s:tondo de los .focos cukurales que, según
decía, dieron coherencia y difusión a las'doctrínas
estímulos creadores. En Francia, dice Lastarria,
nacionalistas, tuvo su asiento en Santiago de Chile que no quiere aludir directamente al romanticis-
y su punto de partida en el notable discurso que mo, se "ha levantado la enseña de la rebelión lite-
raria-" 23 y es preciso aprender aquella Iección de
José Victorino Lastarria en la inaugura_
p.r,onu-ncjó
ción de la Sociedad Lireraria, el j de mayo de ig42. los franceses, no para copiarlos sin tino, ,,sino para
En aquella pieza oratoria, que Jleqaría ,'.., ."*o_
rable, Lastairia comenzaba'analizándo las debilida_
. 21 José Victorino Lastarria, Recuerdos literarios, Sar'-
tiago de Chile, 1912, p. t26. Obras Completas de Don .....
. . .. Edición Oficial. Volumen X. Estudios iite¡a-
rs José Enrique Rodó, Opus cit., p.
re Cirado Ibidan, p. 367.
3+7, rios. Primera serie.
z2 lbidem, p. 127.
20 lbid., p. 3ó8. zz lbid., p. 131.

:
1_ .¿y
JOSE LUIS T,IARTfNEZ
LA EMANCIPACIÓN LITERAR.IA DE MÉXICO 4i
, sólo ouede ser una literatura verdaderamente nacio-
fi F ?J'lt'para
iiteratura.
:
"Í;:i,;',f,"|:?,'ff §: :,
"xH.::.,.#ni- nal."'zo Y para concluir tan brillante,y revolucio-
oue podáis icguiij, *á", senda y nario programa, Lastarria pedía a los escritores
retratéis al'vivo ia naturrlezan.r*
La imitación sólb chileno^s qüe t..ono.iesen y aceptasen_la tarea fun-
serviría para manrener Ia
literatura^. ,.No- .depena"".ir"a" nuestra damental que les tocaba afrontár. "No hay sobre
sei
t;;;;;il.i;,"'"::'.'io,:A,.'ü,"ff B:3,?ffi:,':TTj: h tierra --decía- pueblos que tengan cómo los
seamos originales: renemos americanos una necesiclad más imperiosa de ser ori-
dad todos "los ele-",.,i";-;;' :";^'"1' :^' , ,o"i._
dentro ¿" .r,rlrt Einales en su literatura, porquc todas sus modifi-
nuesrralit.r,t,,,r".iij';.i::1r';'lh,orffi ,"."fl:T:: Eacioncs les son peculiarei v ñada tienen de común
tra nacionalidad. -q"J con las que conitituyen lá originalidad del Viejo
AIe piegunrrreii pretendo I\{undo. La naaualela americana, tan Prominente
l:,:i1
.r" esro, y
-o,
,.qpo,ia";t .""
ti'utt,rrao en sus forrnas, tan variada, tan nueva en sus her-
crrtor que acabo de citaios {Artaucl;, qu. l" nacic¡_
nalidad de une literarura consisrc
"r_ mosos atavíos, permanece virgen; todar'ía no ha
q.i. renga una siclo interrográr] *gr.tda que il genio de sus hijos
p"*ii,, "o
::1i:'fl en
qxe.q.i
posee, conservando fielmente Ia
a.i que ta
esraJrpa de su ca_
|i.nr" explote los ienerol inagotábles cle belleza con que
d: ese carácrer que se prodr.i-iá le brinda." 27
í*y:mrenrras sea más pópular.
,or
ranro me_ IJna declaración tan franca, valerosa y densa de
Es preciso que la doctrina como ésta de Lastarria no podía pasar in-
iiteratu¡a no sea .l .i.lirirá
pru5r"ri" de una advertida. Algunos la recibieron con sorPresa' Pero
:l:::-lit"tl.giada, que no se encier.re en un círculo otros compreñdieron, corno Sarmiento, que aquél
estr-echo, porque
a un gusto apocado .entonces acabará po, ,oIrlararr" era un "hécho nuevo" y Ia bandera que alzaba la
_fuerza de sutii.ezas. Al con_
a
trario, debe nueva generación para fundar una literatura. propia.
ñacer habtar ,"¡";l;;;ffi;ientos
Ia naruraleza humana y reflejar- to;;;"# de Aunqué Lastarria
-se
había preocupadg crridadosa-
afeccio_ menté por evitar la palabra "romanticismo", no se
l::_d. le.mulritud, qü_9 en a'.finitiur, es"el m"io,
,uez. no de los oro"édimientos del ,rt., ,i de sus
oodía oculta, o*" .rÉ. rnovi;niento era la raíz ideo-
defectos." 2i Si ja Iiteratu¡a no iógi.. de su dis.u.so. Y ello encendió la chispa
expresa al pueblo en-la batalla que librarían los jóvenes románticos, en
y^se- escribe para._el pueblo,
y s: arrasa. ..La literaturá
p.r-r'"... Jitu"iorr_ su mayoría desterrados argentinos, contra los dis-
,rta d.be o,r". cípulo's de Bello. adictos íl neociasicismo, disputa
Las ¡a rri a- dir
" _

s i rse ; ;" J;' ;


i

tarto todo .nt.r6, ,rí .omá ioJ;Jbi";;;; ;pXg::fl :


"";;. f; ,::' j.b.n qúe habría de derivar a la discusión de un tema
el, tesunren de todas las
tuerzes socia]es. l,
,.. de larga historia en nuestras letras: la independen-
sión de todas ras-n...ri-aJ*1" cia linigtlística de ln -\mérice hispánica.
de todas las superior;drd.u,*lJrr'.r.*
;;;i.¿"",:H:;
i."afciones
2a lbid., p. t3S.
25 lbid., za lbid:, p. 136.
i. 135.
zt fbid', pp. 136'117.
42 JOSÉ LUrS MARTfNEZ LA EMANCIPACIóN LITER-{R.IA DE NIÉ,XICO 43
Le polÉlrrce Senr,rroxro-BBrro oue su autor. Pedro Fernández Garfias, deseaba co-
,lr"oi. .rrores comunes en el lenguaje' No se con-
Por aquellos días, Sarmienro. que había ido años ;;;?; a;;t.rto aplaudir la-utilidad de aq.uel
-iú"roso conla'polémice
llt.r.., Chile huyendo de Ia tiranía de Rosas, escri_ iibr;. en y en Ia, aq:Till
Dra dranamente en El Mercurio, de Valparaíso. y exDuso caiegóricamente su concePto revoluclonarlo
^pueblo
hacia Ia misma época, Bello y sus discípllos chile_ á;i l.nü;i8'" 'iL, ,ob"renía del *y -escribió
nos, erltre los que se contabr Lastarriá, escribían é;;;;,ir; tiene todo su valor su predominio
pay El Semunaiio Literario, de Santirq.o de Chite. iaio-a; Ios gramáticos son'como el senado
Inflamados los ánimos por el djscurs'o de Lasta_ "r, "i creadó pare resistir- los embates PoPu-
rria,28 pronto se inició'una reñida batalla entre "ánr.rrr"dor, Son
lares, para.conservaria rutina y las tradicic¡nes'
lmbos grupos. . Sarmiento, exponiendo sus propias a nuestro lulclo, s1 se nos peráonr la mala palab.ra'
ideas y Ilevando a sus últimas consecuenóias'las el partido'reti:ógrado. cstecionario. de la socreciacl
doctrinas de Lastarria, clefendía la libertad rornánti_ habladoral pero. como los de su clase en política, su
ca. de expresión, un concepto progresista de la a gritar v desternillarse con-
cultura y la soberanía del §ueblb eñ mate¡ia lin_ -ü está reducidocontla
á"r..ho
los' abusos, contra las
ao .ottupción,
güística. Bello, a quien el'calor de la discusión inrorru.io..r.' El totr"ttte los empuia y hoy admi-
IIevo a atirmaciones demasiado radicales, insistió ten una palabra nueva, mañana un extranJerlsmo
por su par-te en xn concepto aristocrático de la len_ vivito, al'otro díe una vulgaridad cliocxnte; Pero
g"r-.I q. Ios valores literários.2e El pretexto inicial ,orré .e ha de hacer?, todós han dado en usarla,
13, dro. la reseña que escribió Sarmiento
sobre unos i,]¿n, t, escriben v Ia Írablan, fuetza es agregarla al
t4erctctos populares de leugun cqstellana con
los diccionario, y quiLran que no, enojados y mohinos'
Ia agregan, yu'qo" no'hay -remedio' .f ..9J^ P=9"b1o
_ 28 En rigor, Ia poiémica Sarmiento_Bello
-á;'-i;;;;;:."p.o,,u,,"ió
se inició el 27 triuñfaí Io iotrónrpe y lo'adulrela todo.'''o Y P9I
j,. .*:,] 1i-l:-1 I "1. di,co.uo los escriiorés cultos las corrupciones del
:r^rl-_o. la
,mayo ,
det mismo año, vinicndo, propiamente, a
polémica.
"á?"r'rrt
i";Ñ;i" popular, agreqa Srrmi.en19. "Ljegó cl día
I:lo,l.ri
,."lr,TiT.Tos-p_or -Véase al respecro el relaro de estos en que un gran núméro se sintió con ganas de
el mismo Lastirria, Opus ,ir., i1i.
'" rxta mavores normenores de esta polémicá p. 'r.éase: ,rr."ird.t a eícribir y se encontró corl quc mis se-
F::::1:,
*,.i1'. t yi
.E-ortoflal Losada.
p
i
1,t, Q . ii *, e r."'í, ¡ i' i )" s o,* ¡, n, o,
^1 .Buenos Aires, 1941. pp. 179ss.,. ArrurJ
nLi", lit.trtos escriÉían como el puebio liabía ha-
blado quinientos años antes".31
f.IlT^\.::.o, sray litcraiura iberbhnericmta,
Lutores, Duenos \a.
arres, 1945, pp. ó7 ss. Los textos
Emecé
Senieiantes conceptos' ímpliceban un reto abier-
o¡incina_
res- se encuentren reDroducidos en las ediciones
ha ob,rrs to al grírpo de Bellá. adictó a la pureza del len-
::TIr:lT"
oe de 1:,9.r
re_oDra 1-^ :,.*i.niá
pros de üer
;., ;;.á..- ;;' i,,ntorogí, g.raje."Cámo dice Ricardo Roias, don Andrés,
Sarnxenro. y pensar. Seleccián
por Eduardo^.Mallea, Ernecé Ediror* É;;;; Áires. r9_f3, iao Domingo Faustino Sarmiento, "Fjercicios poP:lil..
pp. .81-144. Cito en cada caso a.lemás áe la pu¡licación l:
lenzua castelTana", en El Alcrcurio, Valparaíso, Chile' 27
"abril de 1842.-Prasa de ,¡er y pensar, pp. 82-83'
ll:gi"rl; las páginas en que se encucnrran lo, i.il, de csra
antologta,
de
at lbidem, p. 83.
44 JOSÉ LUrs MARTfNTEZ ,
LA EMANCIPACIÓN LITE,RARIA DE MÉXICO 45
"gramático eminente, creyó
que un ladrón entraba
en su huerro. v salió.a atájarli,..az 'Ei "Esto es, pues escriben según la versión que más
ñismo gello, leen, y no es su culpa si la antigua puLreza dei cas-
lajo et seudóÁimo. d; ;¿Ji. ó;ianil,,"'.nui ó a Et tellanó se ve empañáda desde qie éi ha consenrido
réplica en ta q-ue
!,r::r:r:por"na
su.defensa de hs ""nrlrrOu a Sar_
en dejar de ser eI intérprete de las ideas de que
T]:1.,ya gue "Semejante
guaJe.
óorrupciones del len_ viven hoy los mismos pueblos españoles." 35 Cuán-
plaga Ilos,extranje.ir*árl do los hispanoamericanos desean adquirir conoci-
para la. claridad p"r9zá aÉt
y espa,ioi-es ran solo mientos es preciso buscarlos en Francia, en Alema-
I::TItqi por toí qi,..i,.riciaaor-.I-i¿"i"r,rs
Jeros y srn el conocimiento
exrran_ nia, en Inglaterra, en Italia, a través de traducciones,
rables modelos de nuesrr,
y esrudio de los admi_ "IJn idioma Sarmiento- es la expresión
a, es.cribir, según
,;.í r¡i.rli;;r,;" lanzaban de las ideas -confirma
de un pueblo, y cuando un pueblo no
Ia versión qtre más han lcído,,.Bs vive de su propio pensamiento, cuando tiene que
f,9k...plUrábsolutunenre clá lm id.rr'q'u. su con_ importar de ajenas fuentes el agua que ha de saciar
trncanrc había exouesro sobr.e
h ,;b;;;;i; d;l su sed, entonces está condenado a recibirla con el
blo en marerie Iin.¡ir¡¡.f"ru-.;-rr_
É:ii, .,En;;;las limo las arenas que arrastra en su curso; y mal
Ienguas, como en i,
p"rii5rl'.r"irj,rlolrrabre oue -y
han de intentar los de gusro delicado poner cblade-
Il: rpo de,l ui",,-i,"" ;i
^:l -.-:e a sus necesidadés. .or.,odH:,'"ffi
convenrentes i#:: ras al torrente: que pesarán las aguas-y se llevarán
."^T:1, de expresarlrr;
I* d;i i;fi; en pos de sí- estal teürañas fabric"adas 'por un espí-
-limitado.'t 86
y no'r"r,;'áe;, ¡idículo riru nacional mezquino y de alcance
-agrega_ confiar al pueblo la decisión de sus le_ Y para dar mayor peso á sus argumentos
yes, que autorizarle en-la formaclón decía ha-
yano claman Dor esa aeil¿ioma. En ber tomado a la venrura el catálogo de una librería,
libertad ,"á¿"ii."li.enciosa y entre quinientas obras en castellano, sólo cincuen-
del lenguaie, lás que por prurito
eximirse det trabáio á"
a" nou"i.a o po. ta eran originales.
ran^hablar v escribir a su "lrr¿;r, ; ñg'ur, quisie_ En cuanto a la segunda de las afirmaciones de
díscreciónli.ror* Bello, a propósito de la incapacidad del pueblo para
_^ -no.?,te'preccupaba
a §;i;# ra autoridad legislar en su lengua, se pregunta el espiritu de¡no-
reconocida de su cár
y,,i n ti é n a o;J il, ; ; :::;: XIH 3, ¿o crático de Sarmiento, "¿Quién es ése'que tan ri-
bríos. juvenil.r.^ y prr,
::'] :T: dículo halla confiar al pueblo Ia decisión de sus
.rd, ono J.io"r"iur,o, ao._ Ieyesl".sz 1- explica en seguida que cuando un cuer-
t¡inales de Beilo. ,Lro ur.,r-.¿fI.,
,¡r"l"h.rp"".o
"J::.," po político formull leves, representa a un pueblo
a las causas de Iá corrupción
de Ia lLngua, aducidas del que proviene, y cujra voluntad y deseos expresa
por el maesrro ,,.rr"rálrrro, Srr;'t#;"
conrestó: Dorningo Faustino Sarmiento, .,Contestación a un
35
32 Ricardo Roias. O¡ quidam", en El Mercurio, 19 de mayo de lg42,-prosa de
ver y
,, _11,;t{^g,¡;"#:'.Éín:k
Irena', i.iii*
en El Merctrio, iz ,1. _ryo, de rengua caste_
á"'rc+i_-i)'i* ¿, ,n
pettsar, p. 92.
st lbid"w.-lbident, p. 93.
y pensar, p. 142.
3a lbidott, p.
- ul D. F.. Sarmiento,-"Segunda contestación a un qui-
dam", en El Mercurio, 22 dé mayo de 1812.-prosa de ver
143.
y pmsar, p.98,
\1r

JOSÉ LUIS MARTfNEZ LA EA,{ANCIPACIóN LITERARIA DE A,{ÉXICO 47


en las leyes que promulga. De Ia misma manera, será vuestro." 40 Y finalmente, ya en tono de broma
'j:i lry en Fspaña una Academia que reúna en un que algunos no comprendieron así, llegó a de-
diccionario las paiabres que el uso seneral del pue- séar que se desterrase a Bello, sin otro motivo qxe
blo ya tiene saicionadas. ,o ., poiqrre aurorió su ser démasiado literato v haber profundizado en los
uso, ni forme el lenguaje con sus decisiones, sino arcanos del idioma "más allá de lo que nuestra na-
porque recoge como en un armario las palabras ciente civilización exiqs".ar
:uyo uso está autorizado unánimemente pof el pue- En los artículos qüe siguieron, la polémica de-
blo mismo_ y por los poeras."r38 Pero nb pard allí rivó, como era de esperarse, a la cuestión nacio-
su contundente argumentación. Sinriéndosé picado nalisia provocada po, i, censura de Sarmiento a los
por una alusión de Bello al dialecto español-gálico poetes cl'rilenos, quienes lo repudiaron Por extran-
de los-argentinos, no sabe contenerse yá y arremete jero v aun lo calumniaron. Bello, ante el ataque Per-
en defensa de los suyos. Fues mientrás lbs argenti- sonai, se calló discretamente. Sarmiento fue dilu-
nos, dice Sarmientoi "han escrito más l'ersos, vef- yendo la acritud del debate con ingeniosas fábulas,
'como
dadera manifestación de la lireratura, que lágrimas la que llamó Los gdlos |iterarios. Al fin,
han derramado sobre Ia triste patria", ios cñilenos encontró un recurso excelente para acallar a sus
"no hemos sabido hacer uno solo, lo que es uno, impugnadores, discípulos cle Bello que defendían
que parecem-os perláticos con ojos para ver, y juicio el |réstigio de la cultur¿ esPañola, atacándolos con
sano para criticar y para admirar con la boca abier- srrs rnismrs armas. En el artículo intitulado La cues-
ta lo que hacen otros."rse ¿A qué se debe esa im- tión literariu forjó un pastiche habilísimo y excelen-
posibilidadt Precisamente a Ia influencia de los gra- te del artículo de Larra que lleva el nombre de
máticos, al respeto que tienen"por los ,,admira-bles Literantrera2 adaptándolo a Ias circunstancias. Ex-
n¡odelos". En suma,. a la atención que han presta- puso allí las causas de la decadencia de Ia cultura
do a las enseñanzas del gramático Andrés-Bello. éspañola, hizo una arnplia profesión de fe romántica
-abogó
Y no contento con criticar a los poetas chilenos, v por una literatura libre de magisterios y
Sarmiento los aconseja aún: "echád dice- reducida no sólo a las galas ciel decir, sino hija de
-lessobre el
miradas observadoras sob¡e vuestra patria, la experiencia y de la historia, capaz de decirlo
pueblo, Ias costumbres, las instituciones, las nece- todo aI alcance de la multitud, una literatura que
sidades actuales, y en seguida escribid con amor, fuese "expresión de la sociedad nuead qtJe consti-
con razón, lo que se os alcance, lo que se os anto- tuímos; toda de rserdad, como es de verdad nuestra
je, que eso será bueno en el fondo, aúnque la forma sociedad; sin más reglas que esa verdad misma, sin
sea incorlecta; será apasionado aunque a veces sea 40 lbid.-Ibid., p. 105.
inexacto; agradará al lector aunque rabie Garcilaso; 41 Ibid-Ibid.
no se parecerá a lo de nadie; pero bueno o malo, a2 EI artículo de l{ariano José de Larra se pubücó
entre 1832 y 1834 en la Revista Española o en El Obser-
l_lidem,-lbidan, pp. 98-99.
llse lbid.-lbid., tador, de l\,Iadrid. Puede verse en Obras de Fígaro, Baudry,
p. to4. París, 1866, t. II, pp. 56-61.
JOSÉ LUIS A,lARTfi{EZ
más maestro que la naturaleza_n.risma; joven, LA EA,TANCIP,A.CIóN LITERARIA DE MÉXICO 49
en fin, uno de los maestros que con más constancia pre-
co.mo el estado guc constituímos.,.ri'y d"
nuevo
sobre e.[ tema del empobrecimiento de Ia dicaron el imperativo de nuestra autonomía cultu-
lengua
:
castellana, añadió: ,,est'a
lengua, deseme¡ante de la ral. Sólo que, al igual que Lastarria, estaba firme-
runica del Señor, no había Srecido .on'io, años mente persuadido de la necesidad de conservar la
\d con el progreso.gue había de representar; esta
y pureza de nuestra lengua, y no le faltaban razones
len_
gue, mn rlca antrguemente, había venido a ser en su actitucl, y llevado, además, por cieftos orgu-
pobre Ilos aristocrátióos, tan afines al gutto por Ia filílo-
para las necesidades nuevas,,. y tras estos denues_
tos contra la len-gua y Ia cultura españolas, Sar_ gía, exageró le inoperancia dei puebló en materia
mrento, para co,nfundii a sus impugnaáores lingüística. Quien léa su discurso en la Universidad
que no de Chile,_en 1848, posterior a la polémica, quedará
supleron descubrir la superchcríal escribe .l ,r_
tículo intitulado burlonánenre jnaii-'aescuOrf convencido d.. qy" sus ideas lespécto a la indepen-
miento!,..en el que aclara que .urnro había dencia litelaria de Aruérica esraban muy cercá de
dicho las de su contrincante Sarmiento, y tan cercanas
to suscrrr,la nada menos que escritor español.
-un
Y.ya ganada Ia batalla .on'1, di.p.r..ió"-á; como óstas podían estarlc a la verdad.
los con_
trlncantes, Sarnriento concluye: .,como nosotros
(Larra) ha declarado la incorípetencia áe un L¡. euroNor,rÍ¡, por cASTELLANo rN AuÉnrca
idio_
m€ vetusto pare. expresar Ias nuevas ideas;
como Esta discusión sobre la autonomía del castellano
nosor.ros, en fln, ha recomendado Ia libertad
en idio_ en América hispánica, que tuviera una de sus for-
ma y literatura, como en política,,.r+
mulaciones más elocuentes en el debate de estos
maestros, ha sicio una de las cuestiones de más per-
Ln posrcróN nn B¡rro manente interés 1- r'igencia en nuestr.os países, v ha
cllriátes 'teorías'lin-
A4as al concluir la. reseña de esra polémica, no dado origen a lirei¡r'ias y a
seamos iniusros con don Andrés güísticas inclinadas a uno u otro de sus extremos.
Bellá s.;ardando trtluchos años antes de la disputa de Sarmiento y
poc.o airosa de su ilusire perso_
:"i?r:j*-l-agen
nanoad, pues no se diría verdad si se le enieñara
Bello, el hondureño José Cecilio del Valle había
coilo un enenrigo de Ia autonomía literaria advertido. ya que "La lengua castellana, hablada por
de His_ naciones independientes de Casriila, se irá mudañdo
panoamerlca. Recordemos que él fue
uno de los insensiblemente. Cada Btado americano tendrá su
primeros en manifestar el.dlseo a. i"alpl"a"rr.i,
intelectual, uno de los pumer-os en dialecto: se multiolicarán los idiomas, y cada idio-
cantar la na_ ms será un método nue\¡o de análisis,í.a5 A,fuchos
turaleza v el pasado de América
y él fue también , a5 José Cecilio dcl Vaile, "América',, en El Atnigo de
..La
1, ?: f. Sarmiento. cuesrión lircraria.,, ctt El Mu_ la Pctria, Guatemala, 30 de noviembre de 1921, t. II, núáts, 1g
j.l::: 0.. 1842.-proso d., ;;;';
u. y. Darmrcnro. .,I{aro descubrimiento..,i,;;ar,
'o,,n1,7t p. t35. I..19, pp._ 13.9-15+. Rcproducido cn Valle, prólogo y sclec_
:- ción de Rafael Ilcliodoro \-alie. Edicionás dc la"Secret,rría
cn Ej
curio, 30 «Ie jurrio d,e 1842._prorn ii-"'ri'y"p'rnir, Mer_ de Educición Fúbtica, frIéxico, 1943, pp. 52-71. El pensa-
p. tio. miento de América, X.
JOSÉ LUIS MARTÍNF,Z LA EMANCIPACIóN LITE.RARIA DE A4EXICO 51
años, después de haber sido escrita esta profecía, más violento e impertinente. A todos contestó Gu-
que-hoy nos parece menos estimulante, ocu'rrió unó tiérrez con una agiiidad que no desmentía la de
de los hechos más significarivos en la historia de sus años juveniles, y dejó una serie de diez cartas
esta controversia: Ia renuncia que hizo el argentino llenas de erudición e ingenio en defensa de aquella
Juan A,Iaría Gutiérrez al cargb de Miembro Co_ actitud suya.
rrespondiente de Ia Academii F_spañola de la len_ En estas cuestiones de la lengua nunca podrá
gua, p.ara el que fue designado en ig73. En la carta decirse en definitiva quién ha sido el triunfador y
que dirigió a.l secretario-de Ia Academia, don Au_ quién tuvo toda la ruzón. Sarmiento, ciertamente,
reliano Fernández Guerra y Orbe, exponiendo las ganó la batalla contra los gramáticos, pero no por
causas que lo habían inducido a ronlai aquella de_ ello toda la literatura hispanoamericana se enca-
terminación,. dice que le parece una incorigruencia minó por la ruta que él había trazado. Uno y otro
amoldar Ia lengua que hibla su pueblo, ilena de caminos tuvieron sus adictos, y tanto contribuye-
extranrensmos y provincialismos, imprescindibles ron al esplendor de las letras de América hispánica
por su consritución racial y si peligrosos quizás el Facundo o las Recuerdos de provincia, de Sar-
para la gramática, fecundoí para el- pensarniento miento, como la Graunítica de la lengua castellmta
libre, con la lengua castellana ial romo ^la prescribe o las Silu¿s rffnericanas, de Bello.
la Academia. Gutiérrez manifiesta, muy cdrtésmen_ Pero desde otra perspectiva que preste mayor
te, que .r., 1 los hombres cultos dé su país les atención a lo que pudiera llamarse Ia dinámica de
extrañaría si é1 les hablara de ,,pureza y elegancia', nuestras letras, doctrinas nacionalistas y revolucio-
en,la lenguar f Que, como sudamericano, Ie parece narias como las que proclamaron Gutiérrez, Lasta-
peligroso aceptar un título de Ia Academia, a cu_ rria y Sarn-riento, han sido más provechosas para el
yas creencias y. opiniones conselvadoras no está desarrollo autónomo de la literatura hispanoame-
seguro de poder amañar sus inclinaciones.aG ricana. Gracias al entusiasmo creador que los teó-
_ 9.r!9 tan independiente y orgulloso como éste
de Gutiérrez, Teal a los principios que había defen-
ricos de la emancipación literaria supieron susci-
tar en el ánimo de nuestros escritores, sus obras
dido desde los días de li Asociacién de Mayo, no parecieron cobrar nueva vitalidad -y en toda Amé-
pasó silencio, y casi todas 1as voces que ie alza- rica hubo un despertar literario que abría los ojos
-en
ron fueron para censurarlo: Alberdi, Vicuña ArIac_ asombrados a una realidad cotidiana que no había-
kena y el español Juan M. Villergas, este último el mcs sabido ver.
'46 Juan A4aría Gutiérrez, "Carta al señor Secretario de
la Academia Española", en La Libertad, Buenos Aires, Le t'An.rÉnrc,q PoÉ,TrcA"
5
de enero.de 187ó. Reproducida en J. A{. Guiérrez, Esta-
dio's ltistórico-literarios. Selección, prólogo y notas de Er- 'El primer testimonio destacado que tuvo el des-
nesto N{orales. Colección Estrada, Bucnós Aires, 1940, pá- pertar de nuestra poesía fue la primera gran anto-
gi-rtas 219-?27. logía sistemática hispanoamericana que se publicó
52 JOSÉ LUIS A,{ARTÍNEZ I-A E,1\{ANCIPACIÓI\I LITERARIA DE ]ITEXICO 53

en el Continente, la Awiérica poéticcr"raT compilada


por aquel argentino que había sido uno de los aban-
Lo coroNlel v r-o rN»icBN¡.
derados en la causa de nuestra emancipación litera- Los temas históricos unas veces se quedan en
ria, Juan A{arí¿ Gutiérrez. Fasada la hora de los el pasado inmediato colonial, como en las Tradicio'
manifiestos y cle las erposiciones tsóricas, Gutié- nei peruanas de Ricarclo Palma o en el teatro del
rrez conrprendió muy bien que era necesario mos- mexicano Rodríguez Galván, y en otras ocasiones
trar qué habían hecho nuestros poetes por e.\prescr se remontan hasia lo indígena. Por una conversión
la originalidad de Amér'ica; v tanto las notas que mental, explicable por la doble corriente naciona-
puso a su antología, como las selecciones que in- lista y antiespañola-vigente.en,la éPoca,, 1o colonial
cluye están encaminaclas precisamente a destacar y se convierte en una especie de Edad A.{edia, a la
agrupar de preferencia los aspectos nativos y más que se rechaza, mieirtras lo indio se eleva a la cate-
personales de los poetas escogidos. La Arnérica poé- goría de prsaclo clásico. Los héroes indígenas son
¡lc¿ contribuvó, adernás, a la fijación de un primer éxaltados,-como en el pasaie en que aParece Fluaina
cuadro de la iírica hispanoanrericana en la primera Capac, er La victoria- de Junín de Olmedo, en La
mitad del siglo xrx, y no fuelon menores sus servi- profecía de Guatimoc de Roclríguez Galván o en
cios por lo que toca al conocimiento mutuo que al novela Guatirmotzin de la Avellaneda. Pero tam-
hizo posible entre los poetas del Continente, por bién se intenta interpretar el espíritu o los senti-
regla genelal tan ignorados entre sí. mientos indios, como lo hace en sus yaraaíes, o can-
tos amorosos nativos, el peruano fuIariano Melgar;
en forma de versiones parafrásticas de los antiguos
Los esux, os NACToNAT.ES
Doemas indígenas. comó en Los Aztcctts del mexi-
Y no sólo en las obras de k-,s poetas presentados Lano José Jíaquín Pesado, o bien en fortras líricas
por Gutiérrez, sino en casi todos los éscritos, en más personaleí como el cubano José Atlaría Here-
prosa o en \reíso, hacia mediados del siglo del ro- ciia en el Teocali de Cholu.la. De paso cabe agre-
manticismo se hizo patente el esfuerzo de sus auto- gar que las guelras mismas de indepenCencia se
res por cantar los asuntos nacionales, con una voz lieroñ complicadas a menudo por propósitos, casi
que si aún no era oripinrl, estaba ya en vías de siempre \¡agbs, de restauración o vindicacitin de lo
liegar a serlo. Entre lós varios nrpát"r que pue- indí§ena, como ocurrió con la rebeiión de Tupac-
den distinguirse en estos asuntos nacionales, los Amaru en el Perú, a fines del siglo xvIII, o como lo
preferidos por los escritores de la época fueron denuncia tácitamente ia denomtnación de Anáhuac
los temas históricos, los patrióticos, los indíge- con que se prefería llarnar a México en la época
nas, lcs costumt¡ristas, los populares y los descrip- de los insurgentes. Por otra parte "estaba cierta-
tivos. mente en el repertorio filosófico y literario de la
47 Juan A{aría Gutiérrez, América poética. Colección época la idealización del indio".a8
escogida de composiciones en verso escritas por americanos
48 Fernández Almagro, Opus cit., p. 64,
en ei presente siglo, Valparaíso, 1846.
54 JOSE LUrS MARTÍNEZ r LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉXICO 55

Le parnre t
Fray Manuel de Navarrete; en la Silva a la agri-
r cubura de la zona tórrida del venezolano Andrés
. Lo.r temas patrióticos y cívicos eran también de t Bello, y en los poemas del cubano José María He-
los más cultivádos. En lá Arg.entina, por eiemplo, I redia, y alcanza una expresión ya preciosista en las
se desarrolló un ciclo de poesla patrióiica en torno I descripciones de María, la novela del colombiano
a la Asociación de A{ayo,-y en c'asi todos los países Jorge Isaacs.
de Hispanoamérica pbetas como Olmedo, helo, A través de todas estas modalidades, aquí ejem-
Fernández, Madrid, Acuña de Figueroa, Juan Car- plificadas sumariamente, la literatura hispanoame-
los Gómez, Abigail Lozano y eüintana h.oo, crn- ricana del siglo xrx emprendió la realización de
taron las glorias nacionales, l<is triunfos de las armas aquella conquista de su autonomía a la que la im-
insurgentes o los hechos heroicos de los padres de pulsaron los escritores que a raiz de la indepen-
la patr.ia. cuando no apostrofaban a los tiianos que dencia comprendieron el deber que tenían nuestras
destruían la libertad rlcién conquistada. letras de ser independientes y originales. Naciona-
lismo no equivale por cierto a originalidad, pero
es uno de los caminos más seguros para lográrlo.
Cosrulrnn¡s ¡¿ puEBLos
Mas lentamente, en aquellas primeras experiencias
Los temas costumbristas y 1os populares casi de libertad, nuestros escritorés iban recónociendo
siempre aparecieron unidos, arinque eh l'a poesía del cuáles eran las zonas más profundas en las que ra-
guatemalteco José Batres MontúTar, el co'stumbris_ dicaba su más auténtica or:iginalidad: eran fórma y
mo descubre "la antigua y reposada gracia de aquel matices de sentimientos, ritmos espirituales, ideás
país" ro e.n la er.a colóniaj. Cbsrumblismo y popu_ y creencias persistentes, Ias notas (ue en realidad
Ia¡ismo derivaron por lo general a la creácián'de los definían. Y en la tarea de rescate tanto de
generos poétrcos regionales, como los ,,cielos,, o Ia aquella originalidad exterior de los asuntos como
poesía gauchesca árgentina, o los ,,corridos,, mexi_ de esta otra originalidad psicológica, continúan to-
c,angs. En. otros aspectos puede recordarse la poe_ davía, cada ,'"r"-ár r"g.,im ío, pasos, las letras
de Ia América hispánica. "r,
_
sía de Ia vida rural. del cu'bano Domingo del A,ion_
te, o los romances costulnbristas y pápuhres del
mexicano Guillermo Prieto.

Er, r,,r.rse¡e

. .El paisaje americano, finahnente, alienta ya con


insistente aroma nativo, en el poema La cauíiaa de
Esteban Echeverría; en las p.'oesías del mexicano

ae Elenríquez Ureña, Opws


cit., p. 1,73.
IIf
LA EN,ÍANCIPACIÓN LITERARIA EN
MÉXICO

Er, preNro,c.MIENTo ¡vrDxICANo DEL PRoBLEITA

El problema de la emancipación literaria no se


plenteó en Aléxico, en la primera mitad del si-
j
llo xrx, de la misma manéra que en los paises
del sur del continente como Ia Argentina y Chi-
,
t le. En N'féxico existía una tradición más antigue
y profunda de conciencia nacional, acaso por la
ímport"ncia de nuestro prsado cultural indí§ene y
por la solidaridad que siente el mexicano por ese
pasado y por la realidad presente de io indio. Aque-
Ila conciencia de lo nacional se inicia con la aten-
ción que desde los días de la conquista se dedica a
Ias cosas nuestras, por medio de crónicas, descrip-
ciones e investigaciones culturales. Ya en el si-
glo xvrrr, esta atención comienza a producir una
literatura folklórica y popularl que aspira a exPre-
sar lo distintivo de'A{éxico, y se coñvierte sóbre
toclo en el grupo de humanistás, en orgullo y exal-
tación de fo 'mexicano. Como adviérte éabriel
Méndez Plancarte, aquellos escritores hablan ya de
"los españoles como quien habla de extranieros" 2
y "son. y quieren ser, mexicanot" * y aun, orgullo-
sos de Ia patria que han perdido, como Juan Luis
t Cf . Sátira r,nónima del siglo xlrn, Ed. preparada por
José A4iranda y Pablo Gonzá|ez Casanova, Letras [lexica-
nas, Fondo de Cuitura Económica, A,{éxico, 1953.
" 2 Gabriel Móndez Plancarte, "Introducción" a Hurnru-
ni¡tas del sqglo xnrr, Irnprenta Universitaria, México, 1941,
p. xr. Biblioteca del Estudiante Universitario, vol. 24.
3 lbident, p. xr.
57
;l
tl

58 JOSÉ LUIS MARTfN-EZ I LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE N'{É,XICO 59


Maneiro, la prefieren al mejor sitio de la tierra.a principios del siglo xlx n-tlnca Parecieron conceder
Pero como no podía ocultárseles que lo mexicano inuchá importancia a la literarura, en la que qulza
es Io mestizo español-indio y en esia mezcla el ele-
i
veían un'eiercicio demasiado frívolo e inconsis-
mento diférenciidor y clave es 1o indígena, nuestros tente Dara épo.rt de perpetuo
-Rainírez, sobresalto
y crisis
jezuítas del siglo xr,íu estiman parti;llarmente las i sociale's. Auir Ignacio "EI Nigromante",
*
culturas prehispánicas, como püede apreciarse en I
I maestro intelectual de la época de la Reforma, Pro-
Ias obras de Clavijero, Cavo ¡ r\lárqué2. I Done. en los aspectos literarios de su doctrina, una
i"..iá,", más bien escéptica y destructiva que . de
Pnoool.rrNro oB ro porÍtrco
I afirmación nacional. En su pensanllento subslste
aún, quizás un Poco anacrónicb aunque en l\4éxico
Por otra parte, debe considerarse el hecho de siempie vigenté, aquel antiespañolismo que tuvo
gu.,.i partir del siglo xrx. la preocupcción política ,o ,i'tio má"s iustificable en loi años de las luchas
ha sido la domin:rilrc en Nléx-ico. Durante un pe- insurgentes y'en los que inmediatamente siguieron'
ríodo de casi cincuenta años después de la consu- Y en"generai, sus Iecdones insistentes son más bien
mación de la independencia, A,Iéfico vivió en con- polítiás y cívicas que literarias.
tinuo sobresalto por cuestiones públicas. Violentas
disputas y guerras partidaristas,-invasiones extran-
jeras .v revoluciones absorbiendo necesariamente la PnÁcrrc,t DEL NACIoNALISITo
atención de los hombles de letras. Ello determinó
Estas particularidades de nuestra historia cultu-
que las personalidades intelectuales más distingui- ral deteririnat:on que en los años- siguientes a la
das en aquellos años como Zavala, A,Iora y Alarián,
independencia no iparecieran en N{éxico postula-
s€ apartasen de le Iiteratura para consagrarse fun-
cionis doctrinarias, iobre la necesidad de emanci-
damentalmente al ensa)'o político, a lJ historia y
aun a la intervención directi en el gobierno de Mé-
pación literaria, como las que se. propusieron en
xico. Y es preciso reconocer que ñinguna de nues- bnit" o en la Argentina. Pero, al mismo tiempo,
tras figuras
-literarias
de la époci puedé igualarse, en
diríase que aquí estas decla,raciones y Programas
calidad intelectual y aun eñ dominio déi lenguaje, ideotógióos nó er..t del todo necesarios, ya que,
con el rango de esios hisrol.iadores. por efécto de aquella tradicional adhesión a lo me-
Sin en-rbargo, mientras sus contemporáneos his- ,.i.urro, a que antes se ha aludido, nuestra literatura
panoamericanos, Lastarria, Bello, Gutiérrez o Sar- venía cultivando desde la Colonia asuntos nativos /,
miento, consideraban que ia literatura era una acti- en la misma época de la independenc-ia' Fernández
vidad tan imporranre para la integración culrural de Lizardi tuvt el acielto, excepcional para su épo-
como podían serlo Ia educación o la conciencia cí- ca, de canalizar nuestra novelísiica por el cauce de
vica y política, nuestros mejores pensadores de lo costumbrista y de lo popular, que -irían a ser
algunos de los piincipales obietivos de las prédicas
a lbid., p. xm, nacionalistas.
60 JOSÉ LUrS X{ARTÍNEZ
I
LA EMANCIPACIóN LIT'ERARIA DE NIÉXICO 61
A diferencia de Io que aconteció. en líneas oe_ pendencia será el obieto de algunos Poemas nacio-
nerales, en el resro cie Éispanoamérióa, en MéxiZo,
nales, que, ojalá y se escriban alguna vez, Para que
por consiguienre, la práctica del nacionalismo lite_ la literatura lerrante a nuestra patrla un monumen-
:1-t: ?r...$ió a las ieorías, pues é-stas soio apare_ to". Pero también piensa en- la conveniencia de
cleron, en torma orgánica y significativa a partir que nu€stra literaturá- se ocupe de Ios asuntos na-
de 1868.
iionrles, y agrega: "Cuando lleguen los días de
feliciCad para nuestra patria, cuando el- hombre
Las oprNioNBs oB Lu¡s n¿ re Ros¡. v oo JosÉ A{aní¿ contemple' atónito tanta; bellezas, y cuando el ge-
Lernecua nio lie[Le a describir]as, ¿qué otra'literatura ha6rá
en el ñrundo ni nlás eleveda, ni más amena, ni más
todo, es posible encontrar en la primera espléndida.que la de. nuestro país, cuyos Poetas.y
,-9,or,de nuestro
-mrtad siglo xrx, algunas reflexiones so_ cu1ro5 no irán a otrbs pueblos a mendi-
bre la función de Ii ]iterarura".n el lléxico inde_ gaí la "ttttrc-res
irrrpiración, ni adornarán zus composiciones
pendiente, muy diversas por cierto las que pro_ óon las g-alas de otra nación, con las bellezas ex-
_a
ponian los.sudamericanos. Luis de la Rosa, en un tranjeras? "
artículo sobre la Utitidad de la literatwa en Méxi_ Resulta curioso advertir que, a diferencia de
co", de 18.14,5 considere las relaciones entre la lite_ un Lastarria o un Gutiérrez, por eiemplor para
ratut'a y la. libertad. en los siguientes términos: ,,En ouienes los asuntos nacionales eian un deber de la
oonde no ha¡- patria no hay verdadera literatum y un camino para alcanzar su originali-
poesía; en donde unos -escribe_ -Rosa
cuantos mandaí como tira_ dad, el méxicano De la piensa en la conve-
nos orgullosos, )' todos los demás tiemblan a la voz niencia de recurrir a lo nacional, sencillamente
de su señor, como.esclavos envilecidos; en donde porque es Io meior Y porque dcscribiendo tantas
no hay, en fin, toda la libertacl-que es compatible bellezas nuestra literítuia )legorá a ser la más ele-
con.el orden, con la moralidad, ló talentos ,irir-o, vada v espléndidl del mundí. F-sa curiosa inclina-
participan de. la opresión y de'la afrenra,,, y luego ción (ue'desde los días de la Conquista hasta los
retrere estas ideas al caso de la literatura mexicaá¿ actualés han rnanifestado los mexicanos, Por crear y
en Ia época insurgente..anricipando doctrinas que mantener la levenda de México como el país de to-
años más tarde desarrollaría Áltamirano: ,,Cuanido des las riquezal, bellezas y privilegios.o tiéne en este
comenzó en n{éxico la sangrienta guerra de inde_ pasale de .I .uis- de Ia. Rosí una expresiórl muy cal'ac-
pendencia, hubo va verdadela- poesí-a, hubo inspira_ ierística del alejamiento de la realidad que parecía
cion, porque se concibió 1-a la esperanza de iener disting-uir a rluestros literatos de aquellos años.
una patria. . " Este perío,Có cle la'guerra de inde_ Oíra reflerión sobrc Ia misión que tocaba a
nuestra literatura independiente se debe a José Ma-
. 5..Luis de la Rosa, ,.Utilidad de l¿ literatura
xlco', en El Ateneo Á{exicano, A{éxico, 1g44, tomoenI, Mé_ 6 Véase a estc respccto el estudio de Daniel Cosío Vi-
270-211,.
pp. llegas, "La riqueza le§endaria de N{éxico", et Ex*entos de
América, Tezontle, Xléxico, 1949, pp. 82-I11.
I

62
:
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ LA EA4A}JCIPACIÓN LITERARIA DE A,{É.XICO 63 t-
ría Lafragua y apareció también, como
Ia de Luis pendiente: Ia Academia de Lerán.
de la Rosá en'1g44, en la notable
revista El Ateneo Los trabajos
Mexicdno. para d" agrupación se iniciaron, como es sabiáo,
iÁaugular la asociación literaria ..:lr_
en 1836. Pertenecieron a ella la mayor parte de los
nomb¡e, .fz; d" f"b;;r-;;"1844,
f:,^:'l:pronunció u-n inreresante La_ escritores distinguidos de Ia época: 'Guiüermo prie_
X?_g:i. discurso sobre el ,,o,, Jolé María y Juan Nepomuceno Lacunza,
y!,t-ru y ,obieto de la litcrat?ffd. y en é1, rras de drés Quintana Roo, Francisco Ortega, Fernando
An_
sob're problemas de caráóter general,
:..:]::r
vucrve a Ia lrteratura mexicana Ia que,
se Calderón, Ignacio Rodríguez Galváni Ignacio Ra_
seíún su oni_ mi,rez y
nión. acababa de nacer lo, ,ño1-;";"r;';i.#t_
-;pil;, .Manuel Eduardo de Gorostiza] entre Ios
li1, pr* apenas currivó
.se
"o .;--ñ prehis_
más notables. Pero apafte de impulsar nrre.trrs
Ie_
tras de una manera géneral, ia Aóademia cle I_etrán
p.n]:1 y. colonial. Conquisrada la ila.penaencia
.
en 1821, "durante tres lust¡os f, tuvo un propósito nacionalista bien definido. En
prtri", .ltgobierno
y z
Ia libertad" ocuparon exclusivamenre
los
stts Metnorias de ruis tiewpos, escritas muchos
años
mos de Ios escrirores'que sóto ," ;;;;;;;;.ían áni_ más tarde, Guillermo prieio, q.r" .o.r,pi.nAe la im_
nro_ potancia histórica de este prbpósiro'de la asocia_
piamente a Ia literaturá en Ios ;;";"á;-i;;;;;J;Y;
de I.etrán. Más adelante discure f_rfrre* ción, lo destaca con especia'l irisistencia: l,p.r, _í
veniencia de mantener Ios ojos fi¡or-"t*in,
Ia con_
grande y trascendental de la Acade_
f.trm
clásicas o volverlos hacia Ios profi.*rr^.onr.rnoo_
-esc¡ihe-,.1o
mra de Lerrán fue su tendencia decidida a mexica_
lireratura, emancipándol¿ de toda otra y
:*"': I :"":1"y.: p.oponi.rio,-;Ñ;";;i;;ffi;
en ninguna materia; imi-
\?^: !^
dándole carácter peculiar.'
l§}"1'::':'iil,ttl,s.r.¡
rcrrros a tos. antrguos más que en sus producciones
,. "Los,folletos p-olíticos .v los poemas patrióticos
en su estudio: beneficiemoi la mina virgen oreron.et p.nnrer rmpulso a aquella tendencia que
aún de a_parecía corno intermirente deiahogo de Ia
luuestra patria, creaádo una literatur, "rrrlionrl.,, , manera
de ser. Alguna oda de lt'agle, los -canros de Orte_
ga, Don Francisco, y de Lacunza, o Ld batalla de
Le oene NACroNALrsrA DE LA Tatnpico,e va tuvieion más formeles aspiraciones;
Ac¡r»Br.rre pB Lpr«ÁN
pero realmente no pueden rnencionarse como ca_
Un testimonio más concreto del esfuerzo ractenstlcas.
reali_
p,'r. conquistar ra emancipación "No así en Letrán; que aunque había sus imita_
::r:..::-liÍ:l:o
oe nuestra hteratu_ra, dedicándola a los
asuntos na_
dores, sin plan-y sin piemeditación, se procuraba
clonales, nos lo ofrece la primera asociación exponer flores de nuestios vergeles y fruta's de nues_
litera_
ria de importancia que funcionó .l tros huertos deliciosos.
U¿rl.o inde_
"" "Pesado-en su novelira intitulada El inquisiclor
7..José,\laría Lafrauga,_,,Carácter y. obleto de
la litera_ de México, Pacheco en sa Criollo, Ortega en Ner_
tura", en El Areneo ).íeticano, Até*í.o;"iá¿,ii
e lbidem, I. I, p. rz.
p. IJ. I Su autor, Joaquín Nlaría del Casrillo y Lanzas.
64 JOSÉ LUrS MARTÍNEZ LA E,A4ANCIP,{CIóN LITE"RARIA Dtr A,,ÍÉ.XICO 65
z1ila,rl Rodríguez Galván en su Moza, en sa Mano_
literatura, emancipándola de roda orra y dándole
lito de Pisoacrde, en su priaado del tsirrey, Calde_ carácter peculiar'l En realidad, en todás nuestras
ró¡ en su Adela, y yo en mi Insurgente,-ein varias letras del siglo xx, una de las corrientes dominantes
odas y erl romances, nos referíamos: pesado a los
i es nacionalista y popular y las tcndencias extran-
horrores de la Inquisición, pacheco a Ia condición I

jerizantes.y aristocráticas ion más bicn les excep-


-criollos
degradante de los en México, Ortega a los ciones. Ya en el repertorio que consigna priei:o
aztecas, Rodrrgucz, Calderón y yo. a nuestras cos_
pueden encontrarse iepresentaáos los dlstintos te-
tumbres. cuvos curdros rre había yo atrevido a mls en que se ramifica el genérico "asunto nacio-
exponer al públic«r en El Domingo,'periódico que
nal": lo patriótico y cívico, lo indígena y lo co-
redactábamos Camilo Bros y yo,-pronunciándorios lonial. lo costumbrisie y Io popular. Y en tada una
contra los vicios de la eduóaiión clerical v de los de estas direcciones la literarum de la época dio fru-
sistemas de estudio." 11
tos, si no todos acabados y memorables, siempre
Advjrtayos de. paso que prieto
dice que aque_ -
,,
lla rcndencia nacionelista se practicaba ¿.sin
adictos a las cosas nativas.
ólan
y__sin premeditación", es decii, que coincidírri .n
ella esponráneamenre Ios escritoró de Ia Academia TBues p¡rnrórrcos y cívrcos
aunque no se hubiere insisrido aquí. como en la
Argenrina.¡.
En el género patriótico y cívico se distinsuie-
.Chile. en Ia urgencia áe aquel progrr_ ron poetas como Quintana Roo y Prieto, además de
ma. Y coincidían en el pro"pósito porque éi erí.r,
los va mencionados Sánchez dé Taele, Orteqa v
una tradición en AIéxic-o, tradición visorizada án
Castillo v Lanzas. AIas, como ,ñoro*á, trra""- lá
aquellos primeros años de vida indepeñdi"rrt" por
advertirí Altamirano, nuestra tradición de litera-
ese redescubrimiqnto espiritual q.-,. é, uno de'los
tura cír,ica es de las más débiles, sobre todo si se
dones de la libertad.
g9ppary" esas obras con las de un Olmedo, un
A{ármol o un Echeverría. Sin embarso, nuestra
AsuNros NACToN,qLES guerra de independencia fue cantada pr-ofrsrmerrre
desde los mismós días de los combater, y los que
Xlas no ernn aquellas cbrrs que señala Guiller_ "n y
les siguieron, José de Jesús Díaz. el priínero,
mo Frieto, Ias únióas de la primcra mitad del si_ tarde Guillermo Prieto, con mayór.ampliiud-. y
-a,
glo xrx en las que se intentaba ,,mexicanizar la aliento, clearon un romancero sobre los i:pisodiós
culminantes i los héroes más famosos de la guerra
Er,,. Ortega pu-cde ser Fraircisco o Eulalio, ambos en que g¿namos nuestra autonomía.
1o
poetas de rquellos airos. \'. -\gücros. cn el tomo I de
N.o.ret0r cortds.. gue publicó e¡i le Bihliotccr de Aurores
lvrexrlcxnos, rtnbu)-e esta novela cafta, Netzuld. a Lo rx»ÍcrNR, p.lsADo crÁsrco
na Lafragua. José Ma_
t1-G.uil]91qo Prieto, Mentorins temas indísenas se trataron en esta época
de t¡is tientpos, Ed. Bou_
ret, París-lléxico, I90ó, tomo I, pp. 716_217,
- lor
desde una noeva pérspectiva: la solidaridad coir los
L
JOSÉ LUIS ¡,,TARTINEZ LA EA,IANCIPACIóN LITERARIA DE N'IEXICO ó7
héroes del mundo prehispánico, a los que se veía duda aquél que conducia con menores riesgos a la
como raíces de nuestra nacionalidad, sojuzgada en meta clé ia óriginalidad literaria.
los tres siglos coloniales y recobrada con la inde-
pendencia. Ya he aludido al sentimiento, común
a países de Hispanoamérica como Chile, Perú y Er, pelsnJr
México, que tienen un fuerte pasado indígena, por Entre las obras que menciona Prieto, -no hay
el que repudian, como una oscura Edad Media, el ninguna en que predómine la descripción de la na-
período colonial, al mismo tiempo que exaltan t tíler , que es otro de los caminos rtales del nacio-
lo indio al rango de pasado clásico. Esta actitud nalismo literario. Mas siguiendo una tradición de
mental es notoria en poemas como El Anáhuac de oaisaiisra oue Darte de la érandeza mexicana de Bal-
José A,{aría Rodríguez }, Cos, La profecía de Gua- il,r.n', y es'pleide enla Rusticatio Mexicana deLan'
tbnoc de Ignacio Rodríguez Galván, las leyendas dívar, Ñavarrete, a principios del siglo xrx, logra
mexicanas de José María Roa Bárcena y aun las finos aciertos descriptivosf y más tarde' Carpio y
paráfrasis de .iosé Joaquín Pesado que llevan el Pesado muestran uná sensibilidad ya refinada, aun-
nombre de Los aztecas; en narraciones como Jico- que incierta en su exPresión, para'el paisaie nativo.
téncatl, de autor anónimo, y Netzula, de Lafragua
o de Ortega. Respecto al pasado colonial, el re-
chazo a que aludía puede ilustra,rse con las piezas Er px.ocnAuA NACIoNALISTA DE AlreltrneNo
teatrales de Rodríguez Galván, Muñoz, Visitador Nuestra literatura pudo haber seguido esPontá-
de México y El Prioado del uirrey, por eiemplo, neamente por este camino en que se había encau-
aunque ya desde esta época comience a divulgarse zado desdé las primeras décadas de vida indep.en-
esa otra actitud que.ve en lo colonial una era de diente; pero uno-de los grandes maestros-de México,
discreto y reposado encanto. Ignacio- Manuel Altamirano, comprendió que no
eia aún suficiente aquel nacionalismo y que era ne-
CosrunmnrsMo Y PoPULARrsl.{o cesario un programá coherente Pára que la litera-
tura mexicana llegara a ser auténticamente nacional
El costumbrismo y el popularismo, iniciados y original y pari que, rindiendo culto a las tradi-
desde los días de El Periquillo scffniento, pronto se Lion.í v a'loi héro'es. contribuyera a la formación
ven reforzados por el romanticismo que los con- de nueítra conciencia cívica. La situación de Mé-
vierte en géneros literarios, y, además, por la co- xico en 18ó8 exigía un impulso reconstructor de
rriente liberal que cruza dominante nuestro si- esta naturaler . tin país qué había sido herido dos
glo xrx. Desde 1840 Guillermo Prieto escribe veces, por distintos igresores y en corto intervalo,
"cuadros de costumbres" y él y muchos otros poe- en su áutonomía terrilorial y política; un país ago-
tas, novelistas y ensayistas hacen del costumbrismo tado por luchas fratricidas que dirimieron todos los
y del popularismo uno de los sectores más ricos y credJs y todos los cacicaz§os, sólo podía fortale-
originales de nuestra literatura del siglo xrx, y sin cerse y engrandecerse con el retorno a la propia

,1

l
DE MÉXICO ó9
óó JCSÉ LUIS ¡,IAR.Tf}.]EZ LA ENIANCIPACIÓN LITERARIA
mexicano' men-
esencia que le da vida, a su pasado más noble y a hizo de la dignidad estética de Io literaria de
su porvenir más auténtico. La bandera que po- saie cue logró conve*it "' la doctrina
día alentar a un pueblo exhausto y desilusionádo ."' ¿r]".^ v" oue aún continúa vigente'-
"* ;]ri""é-ó,
debía ser pues el^nacionalismo y Altamiranc fue un" literatura nrcional?
-se Prrel
ltdctoTldl sc
quien primero convocó a la aristocracia intelectual s'unt;ba en el prólog-o al Rowaltccro
literatura debe
de N4éxico para luchar por aquella meta salvadora. É.ietn- v en caso atirmativo, ¿esta
La doctrina nacionalista de Altamirano, tema la literatura esPano-
iii.t"".iítt" radicalmente deAltamirano'
constante en la mayor parte de su obra, se encuen- tj;'i,'-5i'fin-i, opinió" deuna literatura "nodemos
tra expuesta principelmente en las Re,¿istas liters"t'ias réñcr \r t"-.nemos de hecho .iracional'
de gu: se direrencie
de México, de 18ó8; en las crónicas semanaies que ;"]l:'JJ;il';;;;;;i"mos española' Puesto que
publicaba en El Renscinúento, en 1869; en ei ensayo i;ái.I*.^;; de Ie literatura a ámbas el h misma'
De la poesía épica y de la poesía lírica en 1870;'en il ü;; qo.-'i'ut J" b"'eque han impuesto a Ia
la Carts a unu poetisa, de 1871, y en los prólogos Bastan las modrircation"t
I\iéxico' los modis-
a las Pasion:arias, d,e N{anuel ArL Flores (1882) y al ffi;;; .rprnol' qot tt h'uÉ el pueblo-indíqena'
en
ios
Rormancero ndciondl, de Guillermo Prieto (1885).1, mos de la lengua qot-htbl'
La médula de esta doctrina es el convencimien- millares de vocablos de rcda. tlp":i" que }i"i-s.-*¡-
to que abrigaba Altamirano de que nuestras letras, ;."fil;el modo común de hablar a sus equlva-
olvid¡r para'siempre;
aftes. y ciencias necesitaban nutrirse de nuestros i"ril"i-"rrr¡"Ies haciéndolos
propios temas 1- temperamento y de nuestra propia iIffi""iffi'rá.rr,." fin, abundantisim.a 9¡t Ios paises
con las influencias de
realidad, es decir, convertirse en nacionales, para il.il;;;ñ,"ot,'¡"*Áente de nuestro modo
que lograran ser expresión real de nuestro pueblo nuestro clima, de "";;;; suelo y que nuestra
y elemento activo de. nuestra integración nacional. á" *tt ul,l, ioáo tt'o, rePedmos' Pxr'1
La literatura debería sumarse al conocimiento de I ireratura .."p:,
:^". j;:ái.l*,n *H;,Io,il#
nuestra historia y de nuestras personalidades emi- dience, autonomlca'
han tormado con el fondo de la
qe
+rlr4c ñrre -i',por
lengua'
nentes, al fortalécirniento de nüestra educación y
al cultivo de las lenguas indígenas, para lograr ia ;;;;"1'l; qué pregunia con exPrestva
-se balo otro soi' con
afirmación de una conciencia y un orgulio nacio- ffiil"- ptini"a"'"n otro zueló'
ella púas.de,las plantas
nales en el espíritu popular. El meior legado cle nue\-a savta, e trl¡errando en a" u
atuoi
Altamirano queda sin duda en esta revelación que americanas, ,r,-t'
ii;;;;;tp,,"t' "t*'lit;;;;;tí;it;á
no hr de poder constituir a su
12
Ignacio 14. Altamirano, La literatura nqcional. F:dí- ;;;; árbál robusio, frondóso y de esnecial as-
ción y
prólogo de José Luis N,Iartínez, Editorial Forrúa, oecto. como hx "'ttii¿o con laé '"'""dtl 'i"¡o
México, 1949, 3 vols. Colección de Escritores Nfexicanos,
vols. 52-54. En esta edición se han reunido los estudios
irn..o latino?" 15
sobre literatura mexicana que escribió Altamirano, con 13 Altamirano, OPrc cit', lll' 169'
excepción de sus crónicas y de sus artículos teatrales. De 7a lbident' iII, 169-170'
eila proceden las referencias de las notas siguientes. 75 lh¡d., IlI, i70.
70 JOSE LUrs MARTÍNEZ
Mas a pesar de todas estas LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉ.XICO 71

"ir"onrtr.r.ias favo_ nal. "La lenqua Altamirano- debe refle_


Tl,-Trlrrtre pasivas, nueslra lit.rrto.,
canzado aún un desarrollo no ha al_ jar la naturaleza, -piensa
el-espíritu y las cosrumbres de un
.r"
,;gárár;.ie la nacio_
nalidad.y de la originalia.¿""rr5".i;;.. pueblo,.y.la lengua española-casttza eru ya pequeña
en tas letras sudañr:ri".rrr.-"¿'["oZ' r" advierte para reflejar la natura]eza, el espíriru y Ías costum_
Io han.impedidor ]üLa"olo, no, bres de los pueblos anrericanos"'.20
que, sobre todo er
pü*,Yürli"r'
+ in¡rr.n"i,
- iQué debe hacer pues .nuestra,,La
afirmar su peculiaridad nacional?
literatura para
;, ;;," :, ;'¿ J"r,: x,i:i .€i:ffi :, poesía i Ia
*fi úF que T, §," "J[1
r

matlcos asoraron Ia vita,lidaa,¿"-rq,í.1f", novela mexicanas el maestro_l debeí ser


tas.16 Más ellás n s."_
-i, -propone
v1-rgenes, vrgorosas, originales, como Io son nues_
fueron tutP'otet aá
debilidad a" ,,, ool'^tTo-s tro suelo, nuestras montáñas, nuestra vegetación.,, 21
Los escritores mexicanos deben estudiír todas las
i,,:,fffi
IIo,
"J,{ }ri :ffi ll*irxf,:
otmedá, Márnior, E"ü.rr.T;:: .
un ejemplo, creand_o ,r.r, po.rí,
H#
a México
escuelas Uterarias, pero aparrarse de la imitación
servil.22 Una alta misión^p¿triótica debe inspirar
sus obras.23 "En -historia
nr"iorrrf, ,aop_
nuestra hay bastántes
.para enriquecer con ellos Ia pbesía heroi_
estilg pg_culr'ar y támando asu.ntos
Ill*^y:
ros anales patrios.rT Su
rrr"rrunr", ¿"
p"oeía ,. áif..*.1,
ca." 21 Pero nuestios poetas los han visto con des_

En on, i-"r'aelt;-r;:
toriamente de Ia errrop.r. dén,25 olvidando que esos temas son una de las
rvlundo, dice Attami¿;, ;;";;;ir."ll""r..rr.ié,, Vielo me,ores pren-das de la originalidad de una obra lite_
del sentimienro o la.friaidal raria,26 olvidando tambián que la poesía heroica
ardor de la orsanizaclAn á"i'irrr,i"'o el vil contribuye "a formar Ia verdádera nacionalidad oor
dr.rar;,
el canro ,r"rilrr., ,t.n.i?¿ir-J;r¿"'iliI ;i:.#", que en la fusión de los recuerdos gloriosos. y a dar a'las
¡aleza con su voz .,"rrurriu", Ia naru_ masas el conocimiento de iu verdad'er.o valor en
ü'prrrár"Éln sus ar_ los futuros conflictos de su patria,,.27
*."r.: suspiros,
9 fi.n .r ¿}ál i""""ri.!i, ,rt.rr_ Altamirano insistió constintemente en esta ma_
;e, o Ja melancolía con
su ,"*¡*'^i""r"risa como
Ias pampas".rs Esros teria. Creía que para que la nuestra fuese una lite_
poetas f,rr, ,iao grina.,
"';'",X;;',*,,,,,,
po._ ratura orgánrca y n9 19 faltasen las raíces, pr.ecisá_
:,:i.,":iT:l,H'}lJ,.. bamos de una poesía épica, salud vigorosa de las
"o''""',T,rril,Io:i,1"irff
c";il;,;;ili,il""l",l#:ff Ietras y fundamento de-toda expresió"n y concien_
mente,.ellos han tenido l" ff :
roa*i,
Ienguaje poético, adaptándolo a.;;n'r r, zo lbid" III, 87.
a su realidaj l[il: 27 lbid., l, 14.
16
22 lbid., l, tt.
|bid., I, n3. 2e I, 15.
lbid.,
77 lbid., lI, BO y z+ Ibid.,
)8 lbid., I, 237.
144. II, 127.
z¡ lbid, II, 130.
le lbid., I, n5. za lbid, II, l8l.
zz lbid., lll, 2t7.
{
72 IOSÉ LUIS MARTfNEZ LA EMANCIPACIóN LITER-A.RIA DE I\{ÉXICO 73 r
cia nacionales. Advertía melancólicametne la in- vos se muestra más liberal en esta cuesdón sinto-
consistencia y la fugacidad de nuestros cantores
"propensión
'^itir^ de la autonomía del castellano en Améri
gpi.ot y cíviéos y la de nuesrros poeras ca. "I-os pueblos americanos -dice- tuvieron su
hacie el sentimentalismo queiumbrcso. No ll-egó a lensua. de'spués tuvieron sus libertades y sus insti-
comprender que sólo drniro'de nuesrra propii ín- to.%tnát p'olíti.ut, Iuego tuvieron. su literatura'
-en
dole podíamos clesarrollarnos y que. acasb, nucstra e*rni..oÁ
-roai"tott su derecho materia de nacionalidad
épica había quedado en Ios óscüros poernes indí- ,, asumirlo en materia de idioma'" 83 Así
genas o, según la tesis de Agustín yáñei, en algunas lo't'rrr't hecho ya los poetas zudam.ericanq: -I :Pot
crónicas de la Conquista.2f Fero cuando apireció eso han sido í seguirán siendo originales"'3{ Pero
el Ronruncero nocional de Guillermo prieto'-obra *aouí en Méiico "-llegó a afirmar Altamirano-
limitada a pesar de sus excelencias-, Altamirano .na-ruí, no nos hemos airevido todos a dat el grito
creyó v.er surgir el primer monumenro de la épica de Dolo",'es en todas materias' Todavía recibimos
nacional que mantendrí¿ vivo en la memoria'del ál L metrópoli PrecePtos comerciales, indus-
pueblo el recuerdo cle los héroes que forjaron la triales, "*
agrícolas'y liierariós, con el mismo 'temor
patria. ., revereñcia' con que recibían nuestros abuelos las
Finalmente, Altamirano completó su doctrina á.rtigtrm reales cédulas en que los déspotas nom-
puntualizando las relaciones entré literatura y pue- brrtan virreyes, prescribían iiest.s o daban la noti-
blo y.las consecuencias lingüísticas que de áqüella cia interesante dél embarazo de Ia reina"'S5
relación se derivan. Nuestros escritorej La doctrina nacionalista de Altamirano dejó una
no deben perder de vista "que escriben -per-rsába-
p"., u., huella profunda en las obras de poetas de su tiem-
pueblo que comienza a ilustrarse".2e Mas para que on .oÁo Manuel M. Flores, José Peón Contreras,
la literatura puecla ser accesible al pueblo'y lo éx-
prese fielmenre, nuestro lenguaje^debe ábrir las
ior., d" Dios Peza ) José Mería Bustillo-s; de no-
íe[stas como Vicenie Riva Palacio' José Tomás de
puertas- "a todas ias locuciones que puedan enri- Cuéllar v Emilio Rabasa, y de investigadores como
quecerle, _eunque vengan de Ienguaí eXtrañas",3o
pero .*sí debemos velar porque se mantenga inco-
iuis GJnzález Obregón y Antonio García Cubas'
Ellos formaron Parte de las gen€raclones .que ac-
rruptible su carácter" af paia que ,.no á.g.r"r"
nucstra hennosa Iengua nacional-en un dialeóto de
tuaron entre 18ó8 y 1894, unó de los períodos de
lenguas extranjeras".l, En otro pasaie de sus ensa-
más fértil actividad literaria en nuestro siglo xrx y
al cual ningún otro nombre conviene más que el
28 Cf. A. Yáñez, "Introducción,, a Crónicas de "períod6 nacionalista". En plena época moder-
de la Con_ nista'un grupo de novelistas Del-
quista, Imprenta {Jnivcrsitaria, i\{éxico, 1919. Biblioteca del -L6pez-Fortillo,
Estudiante Universitario, vol. 2. gado, Sal=ado Álvarez y Angel de Campo- man-
2e Altamirano, Ibidem, I, 68.
3o lb¡d., r, 70. s3 lbid., III, 87-88.
31 lbid. st lbit¡., III, 88.
32 lbid. 35 lbid., lr, 14+-145.
DE N'IÉXICO 75
74 JOSÉ LUIS MARTfNEZ LA EA,TANCIPACTÓN LITERARIA
eiemplo' los
tuvo esta corriente nacionalista, y aun en la época tivo de una literatura nacional, asi PgL se
contemporánea, un sector considerable de nuestras il#;H";;;-dtá' a" v1o'e \Ia,ría-vis.il
el debate que' en
-que
torno
letras ligue y enriquece la ruta que trazara el ;;;;;¿; adelante- los más conspicuos rePre-
maestro. I ."*,ión, tuvieroi
"ri,
;;á,*"á;i-iiu"t'ritt* y del conse.atismo lite-Pi-
Le o¡n¿ NACroNALrsrA »nr, LrcEo Hr¡ereo
i;;#;"ü.r.to n'1"'o"i ¿'ltn*itn'.'o y Francisco
mentel.
La más ilustre asociación literaria que funcionó
en México durante la segunda mitad del siglo xx, Lt polÉ,ulce AlTeurn'r¡+o-Fuurr,N:rpr'
el Liceo Hidalgo, mantuvo como objetivo funda- y Rgias' en el no-
mental el de la creación de una literatura nacional. Cuenta José López Fordllo
table prólogo qo" po'o ' 'o no*l'
La parcela' qloe
Sus socios fueron alentados en este ideal por los dos Dios g!ce' con-
que de
principales animadores que tuvo el Liceo, Francis- "Eú#;;;"'LiÉ.o'gialgo, sus' sesiones a discutir si
co Zarco e Ignacio Manuel Altamirano, quienes sagró años ha alguna dü especial'
M?xico debería t"""' J-no una literatura'
supieron constantemente impulsar no sólo el des-
arrollo de nuestras letras sino, además, dirigirlas Si la memori" no no' t' infi"t
-añade-
don Fl'an-

hacia su madurez y autenticidad. El Liceo celebró ;lá'iil,,t.f lósY n""' Y -ao"


Ignacio
Y:^tl'i"
corifeoi de una y. t"''.t"1]l:1-j"'
cada año, con uni velada, el aniversario de nuestra
independencia y \a memoria de Hidalgo, el liberta-
"ú;;";Io"t'o'
il;ñJ;; .oo tnt motivo en eruditas discustones'
una, litt"::l1.
dor; pero, además, en su período de mayor activi- ;;Bi.;;; ;;os el segundo por
por l:''f:
la conLlnuaclon
dad, entre 1874 y 1876, organizó numerosas veladas -""ñ" "r.ional y el" orimero
dedicadas a ho.nrar a escritores mexicanos desapa- ili;H;;;;*o'Ná ñ"-"".onü"do hasta ahora los
debate' pero cono-cemos ya
Io
recidos, Érry Servando Teresa de Mier, Frán- I;;;t;ffilr'd. "'t"
"o*o Sor Juana Inés de 7a Crtz, Andrés
cisco Zarco, ;i;n*;i9l. 1, r:r,',;,1':i#'::; ;,1 |;v';';,:l
alsunas notas de st
Quintana Roo, Juan Valle, Juan Ruiz de Alarcón opiniones q"::17
y Manuel Eduardo de Gorostiza, veladas éstas en ;';"M\-i;;, ha consignado lasHiáalgo"En princtpto'
;; ;;-r;.,"i debate dEl Liceo
las que se declamaban poemas alusivos y se leían sobre literatura na-
estudios y discursos sobre la personalidad y la obra ñ;;}ñettt"t "l concepto afirmando
de. aquellos escritores. En el Liceo Hidalgo par- H;;iq"; r,,ui'. o'ott'o' Altamirano'
el pueblo
ticiparon activamente los más distinguidos hombres que, de aceptar t"'t*oáifit'ciones que
de letras de la época, como sus mismos animad<¡- ü i-'$r::1T,:::'riffi ¿l[ril',':ü:i.',:m;::
ierga de gitanos'
u:
res, Zarco y Altamirano y además, Ignacio Ramí-
rez, Francisco Pimentel, Vicente Riva Palacio, José y Roias' "Prólogo" a La parcel't
ao José López Portillo
María Vigil I Justo Sierra. Los trabajos que pre- Leal' Edi-
(1898). Edició" y P'ói;;J át-'Ánto"io iastro Escritores
sentaban en el Liceo y sus discusiones referíanse torial Porrúa, lv¿*ito"iiis'-p' l' Col"ttión de
frecuentemente a puntós relacionados con el obje- Mexicanos, vol' 11'
-.- !1§
ity
DE MÉXICO 77
JOSE LUIS MARTfNEZ
LA EN,IANCIPACIóN LITE.RARIA
Ñ. .r"" que Altamirano haya prestado dema-
toda clase de incorrecciones, de locuciones viciosas, co'mo'la de Pimentel'
cosa que no puede admitir el buen sentido, llamado siada atención a una dáttti"'
realidad, é,t. con. toda exactitud
en literatura buen gusto".i3? Y más adelante re- En "p'"i"t't'bu
"1,
;il;l;¿adémica'¡' casticista más extrema' aun-
cuerda Pimentel que Altamirano dijo una vez en frcr11 de. Ios hechos
el Liceo Hidalgo "'Que así como en México había que aparentase transrgir con la care-
habido un Hidalgo. el cual en lo político nos hizo ,J d. 'lm nuevas ideas' Por suP.uT:.o que rno
'dt Pimentel v no la
independientes de España, debía haber otro Hidalgo '.iri.- i""t.¿n
los ar¡lumtnt"'
respecto del lenguaje.' Le contestamos: tenían toda los d" Ai;;;;;;;' Pt'o' .a
la' dístancia'
don necesario- el esfuerzo
Francisco- 'que no sólo un hidalgo de-dice Dodemos pensar que era tan
esos, sino
varios, se hallaban en el portal de Santo Domingo ffi;;i;;dt;,-r"uátot'o"arioy romántico de Alta-
púrista de Pimentel' de
;1ffi;:.";,"'i' conservadoia'
de. México y eran. los escritores pirblicos, bárbaros "*'ión Ellos' Por otra Parte'
e ignorantes, a quienes nuestro pueblo llama evan- .rilrr" clásicay cur-
gelistas, los cuales en toda su plenitud usan la jeri- ;;;;il'",t u'¿ri.o

dsh-ate
9o" .yu,habían
atrás otros abanderados de los
extremos
gonza recomendada por D. Ignacio.' " as ;;5;';"t
otra parte, Pimentel puntualizó qué cuali- de la querella entre románticos: Andrés
tfátit"t y
;hi: Sármiento' según se ha
_
dades debería tener, en su opinión, una
-liter¿rtura ;*ilá*i,s;-É'""i"o estudio:
nacional: "10.' El autor mexicáno ha de escribir en á"".";.. "" t, !"gotá" parte deyeste su mrsma ^9i::
acclon
castellano puro, aunque siéndole pennitido intro- Itl!"i, a".rrina d'e Altainiranolas de sarmiento' su
ducir algunos neologismos convenientes. El caste- I"1.rá..""iir.*" 1' altura de dccirse otro tan-
,tgentino; pero no-podría
'l?.","¿t'Fitntn'eli
]_lr.o. _ 9:,
de hecho, el idioma gue dornina en la ""trÜ" que carecía-de la ma-
Repriblica Mexicana, es nuestro idioma oficial, nues- f"'á.'üt Era
tro idioma literario, Las lenguas indígenas de Mé- d"uriá;á" i, tiq""'" del'efo,íritu de'Bello'
del siqlo xtx'
d"b'"t" caracteiístico
xico se consideran como muertas v carecen de """i"
¿Jsr"..
"r, r'i"t ¿"t impa.*o p'1óaut11"-
literatura. 2p El escritor mexicano 'debe respetar 5r1"'rr"."rr.; ";;;i'-
las reglas- del arte generalmenre admitidas; pero qít luch¿ban por 'la li-
",,r"'criteriosacadémicosytrádicionalistas.por
Ias nuevas ;¿"t'
bien puede proponer alguna nueva fundándoli de- '#t.;;;;, 'o*aniittt en todos.los órdenes'
i"¿iu;¿oalismb
bidamente. -?q Al escritor mexicano no le es vedado "t tnun-
pertenecer a alguna escuela literaria comc la clá- Y t;; filiti.trr"on las ideas de Atrtamirano'
de Pimen-
en parte'
uot'oo" fuese las
sica, romántica, ecléctica, idealista, realista, etc., á-"i-*uié,,, un fr'eno -a los extremos
pe¡o ,sin imitar servilmente a ningún auror deter- tel. en cucnto'" "llpo'o
minado."ise i.'l^ü.r.rJenci' ün|ilstica que sólo pasaieramen-
te defendió el maestro'
37 Francisco Pimentel,
Hi¡toria crítica de la poesía m
México. 2a ed. Tip. Secretaría de Fomento, N{éxico, 1892,
p. 841.
38 Francisco Pimenrel. ibidnn, p. 842.
'es lbi.d., p. 975.
78 JOSÉ LUIS MARTÍNEZ LA EMANCIPACIÓN LITERARIA DE ]\{É,XICO 79
cias v de presentar a lo le]os, como una intención
Las puNrueLizACroNES »e JosÉ MenÍe \rrcrr, profética. ia realización de grandes esPeranzas Por
Las doctrinas nacionalistas de Ignacio Manuel ia oreponderancia de su nación y de su raza; y esro
Altamirano dieron oportunidad no sólo para el de- .r,' ,iri duda, Io que en su más grande significado 42
bate con Fimentei sino también para otras reflexio- ..tr"r"rra, la idea de una literátura nacional'"
nes críticas en las que se procuraba afinar los tér- Ci'ta a continuación eiemplos antiguos y modernos
minos de este programa literario. En dos ensayos, de literaturas con caiáctér nacioñal, para afirmar
de 1872 y 1876 respectivamente, de los más lúcidos que: "como la imaginación no puedg crear de Ia
que se escribieron en nuestro siglo xx, José María dada, como necesita tener un punto tle Partida so-
Vigil definió con notable precisión intelectual el bre que elevarse, y como-este.punto de partida no
concepto de una literatura nacional y las condicio- puedL ser otro qrre una historiá propia,.tradiciones
nes que iuzgaba necesarias para su realización; pero, bloriosas, aspiración de rtza, y hasta lntortunlos'
además, llegó a establecer una clara distinción éntre íi.iot y virtudes peculiares, se'sigue necesariamen-
nacionalismo y originalidad. El primero de estos te que'en donde fálta todo eso no puede existir una
ensayos, titulado Algtnas obsemsaciones sobre la li- liteiatura proPiamente- nacional, gues no puede to-
teratura nacionul,ao fue leído en el Liceo Hidalgo, ,rr, ri§or'ese nombre la- poesla pur.amlnte sub-
el ó de mayo de 1872. Se inicia con una evidente ietiva."r,,, .i L cual puede refléiarse. el sello de ciertas
alusión a las exposiciones de Altamirano sobre este lir.onítnn.ias locaies y aun afectar ciertas formas
tema. "Frecuenterlente Vigil- he oído que- á. t"ngor¡", sin que pót.to se salga de Ia esfera de
-dice la servil imitación".43
farse a algunos de nuestros más ilustres literatos, que han exis-
de que no exista en N.{éxico una literatura propia- ¿Cuáles han sido las circunstancias
mente nacional, insinuando al mismo tiempo la idea tido en el desarrollo de la literatura mexicana? En
de que los esfuerzos de todas las personas que es- la época colonial Vigil advierte..-que la.sociedad
pecialmente se dedican a las bellas letras, deben *.ri.rm llevaba una áoble vida, "lá una ideal, que
dirigirse a cre¿r esa literatura, a cuya idea dan hasta la lisaba por los lazos tradicionales con la madre
cierto punto un carácter patriótiéo." a1 Tal es el oatria. .r, i, ott, positiva, digámoslo así, que la fi-
propósito, pero ¿cuál es el concepto y cuál el con- iaba al'suelo que' poseía",{a'lo que determinó que
tenido de una literatura nacional? ''En todos los iu,riera los o]o's cérrados a la réa]idad c.1ue la ro-
pueblos de la tierra Vigil- sus poeras se deaba. Para probar su aserto, Vigil menciona como
-explica de cantar sus glorias
han ocupado preferentemente los únicos r"ittos nativos que hJ encontrado en las
nacionales, de lamentar sus desgracias presenies, de letras coloniales, una descripción encomiástica de
condenar la corrupción que engendra-esas desgra- la ciudad de México en la Comedia El serueiante a
sí naismo de Ruiz de Alarcón, y un elogio de la fe-
a0 Apareció en El Eco de Ambos Mundos, Ntléxico, 12
de mayo de 1872, t. II, núm. 11, pp. 1-2. Btá dedicado a tz lbid., p. 2. 'l
don Anselmo de la Portilla. +s lbid., p. Z.
+r lbidem, p. l. ++ lbi.d., p. 2.
LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE I\'{ÉXICO 81
JOSÉ LUIS A,,IARTfNEZ -'
cundidaC y de la riqueza de América en un ro- ría Vigil- significa, Pues, una cosa exclusivamente
mance de §or Juana, dirigido a Ia dama Porruguesa
,rr"rtrí, sin funtos dé contacto con ninguna otra'
sería preciso'renunciar a ella. La misma lengua que
doña María Guadalupe de Alencastre.
hablainos nos liga invenciblemente a una literatura
Con la independéncia, sigue exponiendo Vigil,
se abrió para [4éxico un horizonte nuevo, se des-
a cuyo íntimo farentesco nos es imposible renun-
Dertaron'enersías desconocidas y Ia musa mexicana
ciar.'Las sociedádes, por otra parte' no se transtor-
man en un día. Debáio de Iaí teorías políticas que
tomenzó a pr6nuncirr las primeras palabras. Todas
revolucionan las fonnas de gobierno, se conservan
las asoiraciónes populares ie concretaron en eI ob-
ietivJ de la independencia. "La poesía v persisten las costumbres, los hábitos, las preocu-
"orqrrittát
Lntonces empléó sus acentos más terribles para in- á"lion"t. que constituyen el verdadero espíritu de
culcar el odio a Ios tiranos. para ponderar Ias dul-
ios pueblo's. Así es óomo puede observarse que
mieátras la poesía más eleváda ha tomado entre
zuras de la libertad, para enaitecei los derechos del
nosotros cier^to giro especial que- se liga con los
hombre. . . Se evocáron las sombras gloriosas de
los antiguos aztecas, las inhumanidades cometidas
srandes dolores v aleeríás nacionales. esa otra Poe-
3í" o.r" expresa áát dit..rr*ente Ie vida común y
en la co-nquista, los más bellos episodios de nuestra
ordiiraria,'como la comedia. Permanece apegada a
historia antigua. no porque se creyera posible res-
tiemoos v situaciones que se relacionan con la so-
tablecer les óosas talés como se haliaban en el tiem-
ciedád eipañola. Lo poco que se ha hecho en este
po de A{octezuma, sino porque en tales circunstan-
sentido nb sale de lá esferi de la imitación'. . y
tias se busca todo aquello que halaga el amor todavía los poetas dramáticos no se atreven a tra-
oatrio." "Desde esa épóca más adelante Vi-
-dice zar cuadros vivos de la vida que los rodea, no Por-
hil-, puede decirse qu. t" echeron las bases de
que falten elementos para concluirlos, sino Porque
úna litérarur'a propia, iiteratura que.ha venido to- ,L ,.t.r.tt de chocar ion las preocupaciones de una
mando las formas-adecuadas a los tiempos en que sociedad nutrida de otras ideas."
al Bte esfuerzo
vivimos y a las exigencias de nuestra sociedad." Dara acentuar la literatura nacional es el que, según
Pero coáo "la literatura no es más que el reflelo a la literaria
de Io que en Ia sociedad pasa, se comprende desde iri.nu, Vigil, está reservado sociedad
iI,l Li""o Éidrlgo, y sus Poetas deben ser tan auda-
-la su oliEinaiidad debe estar en ProPor-
luego que ces como sus compañeros sudamericanos. Nuestra
cióñ a originaiidad de los pueblos erl que. se poesía ha sido más castiza._ más ajustada a los mo-
produce y , tñs tendencias individuales. En el siglo
delos antiguos, y Por ello ha expresado más débil-
én qo" értamos hav entre los pueblos civilizados mente los" sentiinientos de ,ro.rit, sociedad y las
cieró carácter cos-opolita que-es el resultado de bellezas de nuestra naturaleza.
un fondo común de ideas y sentimientos que con-
mueven de una manera análoga a todos los espíri- "En México -concluye Vigil- existen todos
tus, a pesar de las diferencias de lenguas -y d" los elementos propios Para constituir una literatura
antecedéntes históricos". "Si la idea de una litera- +s lbid., p. z,
tura nacional exponiendo don José J\{a-
-continúa
DE MÉXICO 83
8: JOSÉ LUIS §{ARTfNEZ LA EMANCIPACIóN LiTERARIA
sociedad y los que, por ello mismo'
nacional. . . Nuestra historia, tanto antigua como pueden
!ll!::-
moderna, abunda en hechos que se Prestan admira- .i""rt *É¡"r", Ll"ttitntos Darx una relativa origtna-
Iidad. Mas ¿por que no'ht*.ot logrado
exPresar
blemente a todos los géneros de la poesía; nuestra
sociedad tiene sus *oáos de ser individual, sus as- Vigit Io explica cón mucha agu-
piraciones, sus sufrimientos y hasta sus temores Para "::;;'üi;ib'rái
deza. por dos motruo's' NIéxito'
afirma,' ha conse-
él porvenir. Todo esto puede considerarse como un ]iifl """' mJ*"ná.".¡' política' pero aúnsl subsisten
tl'
campo vastísimo para el genio de nuestros Poetas' E"'t" t.rro elLmentos añtagónicos que' Pol
tema-
que encontrarán en él fucntes inexploladas seme- orrt" oft..an ellos mismos un vasto -todo
-camPo
los
riqueza§ que encierra
iántes a. las imponderab.les. a6 ft:;"";";i'.;il"t; retardan
-sobre
nuestro inmenso territorio." ;;;.t";;; árógrados o conservadores-' 11 :'t"t-
Cuatro años más tarde José A4aría Vigil conti- Por otra Parte vigil' an-
núa preocupado por la necesidad de aiustar estos 'il;';;;;;i-y%rigi"al'
ii.i"anaor" a óbserlaciones sociológicas
conrempo-
concéptos, y en otro ensayo suyo que lleva por r#lt,;"tiorrl .á*á tr segundo o-bstáculo P"1 -1,'
título' Algu'nas cottsideraci-oncs sobre la literatura ..i'"'ia" "" i::ll T"um*ff .'Ho ":A'"J;:;
mexicanaiT expuso nuevos puntos de vista acerca -f"
canas, un sentlmleil
del tema. Se áetuvo especiaimente en la distinción il;;;t ."mplei o-,. here dado d ". 9:-1o-"ta' Y 9ue
entre literatura nacionai y literatura original, con- ", qu9 n9 le
.nn."¿., en lbs'mexicanos una timidez las imi-
ceptos que por entonces'solían andar confundidos. ;t";;.ñÁ, lo nuestro y nos lleva,a
paia Viiil literatura nacional era la que expresaba
;il";;;fii;t v al estudio.'exagerado las lite-
de
clara' Sólo
a un puéblo que ruviese un modo de ser particular, raturas extran,eras. La solución ás po"t
,.rnqüe eilo ño implicara ni expresara una inde- ."- .á"t"s"irá' que nuestra literatuia complete
penáencia política. 'Literatura original, en cambio,
'su
*rtm .ir"¿" io, mexicanos vuelvan los
bra aquella^que no revelara. ni por el fondo ni por ""'ito'"sla expiesen' exoloren .su
;ñ; * ft"pi, realidad,
Ia forma, la'imitación servil de-modelos existentes' reproduzcan iielmente eI espíritu
Obietivo, este último, mucho más difícil de alcan- ;',opü "i.íriJía y
de su
,rr'qo. el prirnero. t\'Iut ,o se detenía aquí el aná- Pais.
lisis 'de Vigil.'ddnde
quien se proponía a continuación
establecer ín radióabán aquellos elementos EN euscA' DE uNA NACToNALTDAD PRoFUNDA
que hiciesen posible, en México, la realización de Me oarece que Vigil percibía muy claramente
rina literatura'nacional y original. Consideraba que ." "que' escribía estas reflexio-
en las literaturas existen elementos cultos y elemen- """';tl;;-rnát
ries, 1876. el problema de nuestra literatura
no era
tos populares, pero que son estos últjmos, es de- .or.ooisia de un nacionalismo temático' Cuan-
,, i,^M¿;t.';
cir lbs lopularei. los que exPresan más fielmente a la á; se encontraba aún empeñado en inte-
tri ¡g¡L., p. 2.
{? Apaietió cn El Fcderclista, Nlé.ico, 21, 23 y 28 de aBCf. Samuel Ramos, El perfil del hoonbre
y Ia cultura
septiemÉre, y 5,7, 12, 14 y 21 Cs octubre de 187ó, PP' 1 y 2' m México,2a ed., Robredo, México' 1938'
\
MÉXICO 8'
84 JOSÉ LUrS MARTTNEZ LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE
ratura Parece un hecho obvio e indiscutible'
es
grarse como nación y cuando luchaba por organi-
los hom-
zar su vida conforme a los principios liberales, la plrttiUfi recordar que, Para conquistarla'
hace más de
exaltación de lo autóctono én literatpra resultaba bres que comenzaroIl."'oñ" en'ella
cien años tuvleron que destruir los
despotismo^s-.del
una tarea esencial, era la manera de defendernos y
mentales de nuestros escnto-
afirmarnos; pero ya superada aquella etapa, era nece- t las inerciai
Ñd; tuvleron que ganar m-uchas batallas intelec-
sario madumr aquella otra sus tancia más sutil que res. Y
constituye el carácter de una literarura. Este óa- y fértiles que las batallas
;;i¿, "" -*tr'n.'8i|"obtuvimos
rácter propio, esra originalidad tiene en los temas en que con las armas
la llDcttao'
solamente un camino, pero ella misma consiste en
la peculiaridad espiritual que distingue a cada pue-
blo, en su personal actifud ante la vida, en su estilo,
podría decirse. Ahora bien, este caráctq propio,
este estilo, se manifiesta fatalmente en todos los actos
de nuestra vida y se marca también en nuestra lite-
ratura, aunque ésta se ocupe de los asuntos más exó- l,
ticos. Mas para que esta nacionalidad fatal y pasiva
alcance una categoría estética, es necesario con- l,

veftirla en mitos e imágenes con fuerza creadora,


profundos y universales.
¿Hemos llegado ya a expresar cabalmente esta
nacionalidad profunda? Me parece que sólo a. par-
tir del período modernista, y más rotundaménte
en la época contemporánea, la literatura de México
y la de toda Hispanoamérica han alcanzado ya una
expresión tan original y nacional como es posible
en liter¿tura. Cuando el escritor de Hispañoamé-
rica ha sentido confianza en el rango estético de
la realidad de su pueblo y de su tierra, sea o no
como otras realidades; cuando se ha decidido a ex-
presar aquella realidad con los recursos lingüísticos
que le son propios; cuando ha aprendido, en suma,
a confiar en su propia dimensión, que equivale a
decir en sus propias limitaciones, entoncea ha co-
menzado a crear verdaderamente una literatura pro-
pia de la nación a que pertenece.
Mas ahora que esta autonomía de nuestra lite-
ÍNDICE
I. Le Ermxcrp¡,cróN MBNr,rr, .. .. . .. 7
Anacronismo .... 7
Historia de las ideas literarias 8
Conciencia arnericana 9
Supervivencias coloniales .... ..... 11
La reacción de los intereses coloniales ... 13
Necesidad de una emancipación mentai . .. 15
EI futuro contre el pasado . ...... 17
Antiespañolismo ..... 18
Desespañolización . ...22
Censuras españolas contra Bpaña ........ 23
En busca de soluciones .... ....... 28
II. Docrnl:r.{s v Rr.trrz.qcroNEs HrspA}-oA \ rE-
RTCAN AS 3l
Circunstanci* prápi.ir; ... :.. : :.. ::.... 3t
Declaraciones de independencia intelectual tt
Cultura original 3+
El programa de la Asociación de N{avo . . 36
El discurso de Lastarria de 1842 ,ó
La polémica Sarmiento-Bello 42
La posición de Bello 4B
La autonomía del castellano en América . . +9
L¿ "América poética" 51
Los asuntos nacionales ()
Lo colonial y ló indígena .... 53
La Patria 54
Costumbres y pueblos 5+
El paisaje 54

III. Ll E¡r¿sc¡p.A.crós LIrnnenrA EN ¡fÉxrco. . . 57


, El planteamiento mexicano del probtrema.. 57
Predominio de lo político ,. . 58
87
fND¡CE
59
Práctica del nacionalismo ' """"
ilffiffi;;;; L"i' de la Rosa Y de José
"" 60
MaúaLatragua "
il;;;;;.%nalista de la acrdemia de Le-
trán '"' 62

i;ü,rrtionnt" cívicos """"' 64


6s :i iiiif i.' :#i'ili',ff :".*',x
?#;;"p;;'tóticosY trrr"t.t de Gráfica Panamencana'
Lo clásico
indíqena, Pasacto " " " 65 [';"'ñ.;. l' México'
Parroquia, 9l
Costurnbrismo y popularismo '
"" 66 D. F.
EI paisa]e ."": ""' 67
' ' ó7
El brograma naclonaiista de Altamirano
i.;t;t",;onalista del Liceo f{idalgo "' 7+
il illffi; Ált'-it^tto-Pimentel .'-'-' ,-' '
75

i:.t;,;.*liza.innes de José María. Vigil" 78


;i ffffi" profunda ' ' 83
""'-""i"náti¿"d

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