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DE MEXiCO
1¿r JOSE LUIS MARTINEZ
VOLÚ}IENES PUBLICADOS
EN PREPARACIÓN
Juan A. Ortega y }\fedinal XIéico en la conciencia anElosaiona.4+
Samuel Ramos: El ntrxieano d"l n"dio s¡gto.
Jorge Portilla: La crisís norteañericana en la conciencia de lIéxico.
Agustin Yáñez: Metícanos tle ayu y d,e hoy.
Fausto Vega: Dl mexicano en la noiela.
Edmundo O'Gorman: El sentido mágico rle I.a hístoria de LIéxico.
And¡és Henest¡osa I Cielo espdñol !, tiena india.
Carlos Graef Fernández: El mexicano en la ciencia-
Andrés Idna¡te: LIéxico al retorno.
Wigbe¡to Jiménez Mo¡eno: R¿í: y sentído de la meilcanid,ad-
Salr¿dor Celvillo \tedrigrl: Formqs J" ,usc"ttibililad pn el meticano.
J:r-tino Fcrnándoz: .4ttp dp aquí 1 de allá.
Luis Quintanilla: Autopsic di la Reuolución lleticana.
Clementina Díaz de Ovando: La éBica popular,
Juaq Hernández Lt¡a: El petusañiento d.e la Retolución sobre el nexicano
Ramó¡ Alco¡ta: Dislocdción geográlíca del me*ícano,
Bc¡nabé Nava¡ro: lilosolía e historía etu lo ntesícono.
Ped¡o F¡ank de And¡ea: Los mesicanos pintados por los eut¡anjeros.
Rafacl Corrales Ayalat El meÍicdilo y el Estú¿o.
Aogólica llendoza: Ilnxico al pendicnie.
R¿lael Heliod"ro \':rlle: /ransmu¡Jo y rpalidod, tl" ltéxico.
Iloracio Labastidai Lo economía indígena y la aida nacional.
I
LA EA,ÍAI{CIPACIÓI{ ñ,ÍENTAI-
ANacnoNrsr,ro
Ha.ce algún tiempo me sorprendió escuchar, en
una diverrida confeiencia, un ^grito de combate o
proclama_ literaria, que debe h-aber provocado en
algunos
.de sus_ oyerries, corno la povtcó en mí, la
curiosa impresióri de que vivíamo's. cuando *".ro,
en el orden de las ideás literarias, algo más de un
siglo atrás. Para aquel conferencian-te, era impe_
noso "propugnar por la conquista de nuestra ináe_
pendencia literaria", y le-parécía necesario que ,,el
lenguaje popula_r,- cori todá su riqueza de expresión
y matices, _sea el fundamenro de la riqueza lingtiísti_
ca nacional".l
Temo, con ciertos fundamentos, que la procla_
mación d-e selejalqe¡ ideas, a mediedo's del si!.lo xx,
carezcc. de originalidad y aun se colnpliqu. d'. ,.rr_
cronismo, pgrgr,., o biei algo ha l.,eclio por afirmar
su originalidad la literaturá mexicana, a partir de
nuestra independencia política, o bien ha sido en
vano el esfuerzo de continuadas generaciones y
nuestra situación intelecrual continü en el mismt
estado que guardaba en los albores clel México in_
d.ependiente. Pero no es mi propósito inmediato,
sin embargo, el de examinar hasia qué punto los
Dcrechos rescnados conforme a la lct, esc¡itores mexicanos han conseguido'expiesar una
Copyright áy Antigua Librería ñ.frr"jl, originaiidad literaria, sino más blen exporier a gran_
Esq. Guarcmála r. Argentina
t. Cei.. Garizuriera, ,,Altirud y Iongitud
Lnpreso ,. ¡,."f,o en ffó.,iico de la Iiterarura
Priitted in,f nnde in Merico
mexrcana , conterencia reproducida en Atttéica, Atéxico,
1949, núm. 60, pp. 197 ss.
7
8 JOSÉ LUIS MARTfNEZ I-A EMANCIPACIÓN LITERARIA DE MEXICO g
uno d1 Ios capítutos que me parecen
1? :i-rg":,
mas sugestrvos en Ia historia de nuésrras idéas
Durante la época colonial esta fuerza activa de
lite_ nuest_ra .lrteratura se contentó en términos
origenes y el desarrollo de la lucha que gene_
::::T,1os
sostuvleron, con heroísmo intelectual, los escriio_ rales con la imitación de las letras españolas, si"bien
se iba-realizando, al mismo tiempo,'un lento
res de Hispanoamérica. y.especialmente pro_
de México, ceso de maduración y de independencie. Fero a
para conquistar su emaricipación literaria.
primeros'años, del ,'igto *r*, en que se
tl:rl:,1-",los
conqursró Ia autonomía
Hrsronre DE LAS rDEAS LTTERARTAS .polírica án 1a mayor parte
de Hispanoamérica,.la literatu¡a, al iguai qr,! l^,
En su recienre obra, intitulada Dos etapas del demás disciplinas del pensanri.nto, adqiirió üna in_
tensa electricidad ideológica con la qut parricipaba,
p en s arni ent o en H i s pano ornéric a ( D el r owaiticismo
dt postttuismo),2 Leopoldo Zea ha estudiado con a.su manera, en el complejo proceso de^la ela6ora_
ción e integración dc'núesira cukura. Ningun"
::,lbt. precisión las etapas de esta empresa intelec_
en sus aspecros sociotógicos
otra empresa posterior lleg.aría a tener. la fíerza
3i1l^l?lll!"tarmenre
y trlosofrcos. pero aun cuando en este ensayá, al que ruvo, en la América hispánica-, la que se pro_
cual deberé recurrir,muy a..menudo puso conquistar nuesrra emanbipación litiraria;.ior_
I^ pli*.r, que mientras los movim.ientos que a éste srgureron
"r, y'tn, ..r-
q" 1i exposición, .e fi¡an Ios rasgos
!::t:
pas prrncipoles de la emancipación cültuial _que luchaban por forma.s y doctrinas'circunstancíales, la
puede hacer.se extensiva a Ia iiteraria_ ¿e L e,]rZ_ tratalla que se libró a principios del síelo xrx lu_
rica hispánica. chaba por establecer la- existéncia mismi de Ia ex_
Te parece que existen aún
doctlinas que merecen examinarse
orros presron hreraria propia de América.
:f,.j::r^-)-
cralmente.
espe_
qLte tu labio afligido al cie'to enoía. sido el luguete ¿" r[' virreyes' siempre sometido
Clatnan allí contra la patriu mía,
y aedan est(t?trp6r gloria y ventttrtl
, 1-*,.'Ji?iu" v i'[i.:fili:,f :X::,:i:;41
:ll'JlJ§3,t: ;i..l.#'#;; ;; fue^
.á"p'1a'
*á' ¿"
erx el calttpo fatal donde bay delitos. adoptada por
¿No cesarán jawás? ¿No son bastantes ellos." 35 Una "tt"o'J 'o"tiun"
j*é J9a.quín de-.Mora' que
tres siglos infelices eI escritor y uutntoiJ'" y ,1'1t' al igual
de amarga expiación? había viajado *¡tqo'io""Á*.ttié'
l"atpdndéncia de las
que Quintan', 1""'iit"'u'
i'
hispenoameric¡nos -es-
para exhortar luego a los arnericanos a olvidar aque- iolonias r*t''t'n"' "Los
"lü;;i-
llos agravios y acuñar la frase que serviría para :;tbil
"',llii;*iy,,ry¿JiH''j.,'h ;l
disculpar las falsas o verdaderas culpas de España: pupilale_má:,:^P^'";" a
y empezaoan gozar
hierno mas c1eg0 u Eui,_,pr, hasta elltonces
.. .Yo olrtidarín :#'ilñ á""td'á viril"retár'ladá
el rigor de ruis dt ros aencedores; i;tñ;;'ión a" sus tutores"'36
sLt atTaz codicit::, su inclemente saña,
ffi
- Mas no eran pot suPuesto' las írnicas
tt"uth'aban
vo-
crinten ftteron del tiernpo y no de Espaíta,3z """'
ces española' qt'"'iJ
a propósito
-de
opu";11',1ins:"-'
;ñ";"5;;ii¿'o'' en'r bando
los'ingratos
J:-
nts-
En otros tcxtos su)'os, como en sus Vidcs de espa-
ñoles célebres,sa Quintana volvió a la defensa de ::ffi;;i¿;^ n* t"u"t'da..oyerln
^'"Ñlla'famosa
qtt bYql:^'1:
oanoamericato' qot
los americanos y a la condenación del mal gobierno t;ir*,',ál';- odu'Á li ttobles Ü.rtes' la que' segun
33 Manuel losé Quintana, "A la expedición espairola
35 Terto citado por Meichor
Fernárrdcz
para propagar la vacuna en América", et Abras coznpletas 'At*lql?:"1"i
del Excmo. Sr. D. . ..... . Rivadeneyra, Im- **.,ip^iig,'i;aí!¡';-1u,X'{,lii:.,Í{l[^;:Á:"i:;;:,
presor-Editor, A,Iadrid, 7867, p. 5. Biblioteca
^4. de Autores esPo-ñola, Instituto
Españo1es.
31 Especialmente en la de fray Bartolomé de las Casas, " su José Joaquin d' ,llo1:';::"*
oo.30-31'
"í ilffi:T X",'^;,,kl-, ez
que apareció en la edición en tres volúmenes, publicada c'ii a o po' F e rná n d
modelos que seguir, irucstros pcnsadorcs vuelr-en blos hacia lb propio de Amér'ica y.hacia lo nacto-
los ojos al eiemplo de aquelias'na.ciones que para nát. Corndo lse bbietivo se conquistara' la litera-
ellos significan el progreso y el Jiberalisnro, como tura de nuestros p.leblos mereceiía llemarse inde-
Francia, InglaterrJ y.- singúlarmcnte, los F_stados pendiente y original.
Unidos. En este úlrimo piír, .run err¡sos escritores
de la. época, como los ar§entinos
Juan Bautista Al_
berdi y Domingo Faustiiro Sarmiénto, los chilenos
!rancisco Bilbao I José \rictorino Lasrarria, los ve_
nezolanos Simón Rodríguez v Simón Bolívar y los
mexicanosTra¡' Servarido Teresa de Mier
renzo de Zavala, ven encarnado el espíritu'de í fr_
la
modernidad y cle la deurocracia y ,.rolito, ventu_
rosamenre lot problemas que ,¡íkir. ,J ,esro de
América.{5 Pronto debieron reconácer, sin embar_
go, que la imitación no podía lievarlos a una autén_
tica resolución de sus_pioblen¡as y que éstos debe_
rían afrontarse con soluciones ori'ginlles, aclecuadas
a la realidad de Hispanoamérica."En eÍ orden es_
- a1
José María Luis A,{ora, ,,Discurso sobre Ia indeoen_
dencia del imperio mexicano't, en Obras,r"iirr, iiú..rll-¿"
Rosa, París, Ís;2, pp.8-9.
- 44rwoluciomes
las
Lorenzo de ?ttala, Ensayo ltistórico político sobre
de Nu,eu-a isprña, pr.l.,'iÁli. ¡.¡".u,
York, 1831, cap. III.
+i L. Zea, Opus cir., \'ll. 29, pp. I05 ss.
I1
DO(II'R.INAS Y REALIZACIOI{ES
HISPANOAMERICANAS
Cr¡.cuxsraxcrAs Pr.oPrcIAS
Los hombres cle letras que a principios del si-
glo xrx se propusieron lograr la emancipación de
nu€stra expresión literaria, encontrarcn una situa-
ción que, a.ungue no exenta de problemas, era la
coyuntula histórica justa para emprender aquella
tarea. En efecto, la corriente que se advierte en el
siglo xvrrr, de interés por el estudio y valoración
de nuestra culiura., había abonarlo eficazmente el
camoo de nuestre conciencia intelectual. Ya se ha-
bían'realizarlo invesrigaciones sobre la historia polí-
tica y cultural de Éispanoarnérica y estudio's de
científico; se había iniciadó nuestro pe-
"^ráiter y se habían fundado corporaciones aca-
riodismo
démicas; la filosofía moderna comenzaba a abrirse
paso entre el intrincado follaje de la escolástica y,
én suma, lo que Pedro Henríquez Ureña ha llamado
"florecimiento del mundo colonial",l era el anuncio
de otro inminente florecimiento, el de la cultura
original de la Arnérica hispánica. Por otra parte,
la indepenilencia política recién conquistada había
despertádo en los hispanoamericanos los impulsos
creadores que, durante los tres siglos coloniales,
debieron permanecer reprimidos. Como si, por obra
de aquella libertad, nuestro pasado histórico, nues-
tras costumbres y nuestro paisaie, cobraran de
1 Título del capítulo III, que comprende el perío-
do 1ó00-1800 de su obra Las cori.entes litermias en la Amé-
ri.ca bispánica. l\4éxico- ,rOr.
,,
32 JOSÉ LUIS A,TARTÍNEZ LA EMANCIPACIÓN LITE,RARIA DE MÉ].XICO 33
pronro un relieve y una inciración para el intelec_ independencia no sólo política, sino filosófica y
Lurl y
el arrisre, dé los que carecían' coando aque_ literaria." a
ilos acrores y aquel esc-enario estaban dominJdos
por manos extranjeras. Los seres y las cosas que
'circunstancra DrcrenecloNEs
formaban nuestra nos pertenecían ;a DE INDEpENDENCTA INTELECTUAL
y estábamos ligados a ellos por. esa soiidaridad aglu_
Considera Pedro Henríquez Ureña que "El de-
trnante que constiruye las naciones. Nuestra história seo de independencia intelecrual se haóe explícito
se organizaba en toino a una directriz que nos Der-
por vez primera en la Alocución a la Poesía de An-
mitía discernir quiénes habían luchadd a favo'r v drés Bello." 5 F-ste poema es la primera de las dos
quiénes en conrrír de Ia patria. y aunque nuestia Silaas americaT,ras qloe escribiría él maestro venezo-
morada fuese-aún pobre y deficiente nuistra civili_ lano, y en la invocación con que principia, el poeta
zacton, eran las nuestras y a ellas quedaba ligado
pide á la.musa de-la poesía «iue abanabne Eüropa
nuestro destino. y vuele al Nuevo A4undo, cuyas riquezas naturaies
Junto a todas estas circunstancias favorables oara áescribe con elegancia clásica'y .ori "o.r toque del
nuestra emancipación literaria, debe consid.ráru", aronr¿ nativo de nuestro suelo'":6
con no menor importancia, el movimiento román_
tico que hacia estos años se introduce en Hispano_ Diainu Poesía,
amér'ica. Emancipación y romanticismo eran, en tú de La soledad habitadora,
efecto, corrientes'paralells y pa_recían alimentarse d cotxsultdr tus cantos enseííada
mutuamenre. Ambas partiiipában de las mismas con el silencio de la sehta urnbría,
ideas de libertad y del ñrismo'deseo de increnrentar tú a quien la verde gruta fue mordd:d)
las peculiaridadei distintivas de los pueblos. La y el eco de los ntontes conepaííía:
opinión del argentino Estel¡an Echevcriía, autor del tienzpo es qae clejes ya la crilta Europa,
prrmer p9ery1 romántico hispanoamericano, Ehtira que tu natiaa nlstiqu.ez desotna,
o.la novia del Plata (1832) lqo., como lo ha he- y dirijos el paelo a donde te abre
cho notar Henríquez se- anticipa al primero el nrando de Colón su grande esceita.l
.-Ure!a.,
9y-. 3p?r:cj en Bpaña, El ntoro expósito- (t8jj-
1834) del Duque di Rivas-,2 .t r.u"lr,lora a este Atendiendo a precisiones cronológicas, un año an-
respecto. Echeverría concebía al romanticismo como tes de la aparición del poema de Bello
una. "reyolución espiritual por primera vez, "como una especie de -publicado
programa
a cada grupo
.que -abría
nacional.o regional el carnino de su expresió;pr;_ 4 lbid., t2t.
pia, de Ia completa revelación de su álnra.'.s ',.E1 s lbid., p. 103.
espíritu del siglo Echeverría_ lleva a lbid., p. 104.
-manifestaba
ho1- a todas les ntciones a emancipar.se, a gozar Ia ? Apareció por primera vcz al frente del primer número
de La Biblioteca Awericana, Londres, 1821, pp. 3-ló. La
2 P..Henríqucz Ureira, Optts cit., pp. l2l-lll. revista Ia publicaba Andrés Bcllo cn compañíi'del colom-
z lbidatt, p. l2l.
biano Juan Carcía del Río,
MÉ'XICO 35
LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE
josÉ LUIS ÑfARTf\E7.
)4 a la luvenrud chilena- todavía a
ricrnor] -decía
editorial",s al frente de La Biblioteca Armericana' .:;;;'..r"ilmente las'lecciones de la ciencia euro-
;;';;;:,-el hondor"ño José Cecilio .del Valle a discutirlas' a ilustrarlas con
de la independ:n-t1' P:-
;"t::il-;;;;;;;;"'
de la declaración fiíi.#;;;l;;i;;, a darles una estamPa de nacio-
-r"1;;
Íri;;"-l" América Cenral (182t)--s había de- 'r':á-ál",;li ,'yo pudiera en otro
hoy -rnanifestaba
.üiu¿o orgullosamente "La América será- desde mucho más estas
;;;;i;1" su discurso- nueva f.uetza aPlicándolas
extender
de día
#^;;;5tó"- exclusiva' Améric¿ piense' El es- cuando
ffilt,ü.i;nát. u ¿*r"s
;;;ribrti;¿ti., a. noche cuando e--s América"'1o
a" un americano
;"#;#t.;.^;i't' *b;" moral. a la poesíá yes' lodo
ñ;;r;ig"" ;á;"1;" de composición literaria: rarso
Porque'.o
Sin embargo, iro puede dudarse .que los elegantes
un eco rna-
"áitnt
cle ?ot Andrés Bello tuvieron
del ilf :'::TJ:.?""":'-Tll''0""3".',1J'il.ü""iJ'i:;
;;';;;;; i* o.tit*"s de la lengua española
lr; tt""tl¿;ámidos ]lamado a
en Iá barbarie'es
tontinente. ].ri"lrtt. en una literatura propia v a estamPar en
12 con ma-
.il" á"t formas." No podía enunctarse que nos encon-
Cur-:run.q oRIGTNAL .,r.,i .n"tsí, la dura alterhativa -en
declara- l.rUr*otl Y porque le parecía' en etecto' quc
Fara los alltores de nuestras primeras estábamos en una encruciiada decisiva ,"" "y"::11
intelectuál América debe-
l;cependencia tritiáti, cultural, eI gran maestro venezolano lnslste
"i";;;" ame-
;i; ;.t. po.r, .i asunto propio de los escritorescon una v """.otra vez J*" punto: En r1n artículo del
;d;1,';;--¿iu^-o"' é'nt" a América Ia
t' h1l-i1i m#" ".,
t"t* el M'odo de estudinr -la historia
""*'"qluisiéramos
i;.:ó^'ffiala. án. Europr? )Jucho¡.
necesarlo
sobre todo precaverla [a Ia.iu-
dicho va, pero pr:ecisaba repetirl": ::i- Aius-
excesiva a la cien-
i"Á¿ iftit"rrrl de una servilidad"¡Jóvenes
concruistat nuestra independéncia cultu.ral' chilenos!
.
rellizarse ;;; i'-Jiuiiir"a^ Europa'"
i.-"¿i, fot térnrinos en (tre debería
esta aspirad'a la
,Anrended a iuzgar por uosótros mismos;
;;;;;";rr, literaria, Anárés Bello' en. el discurso
póns'miento'" 13 "Nuestra crvlllza-
i"á"o"r¿"r.i, d"e
,tá,r""ció como rector de la Universidad de
;i;;t-;;ñ, Beüo- será también iuzgada Por sus
"r"
¿;iJ-;;;.tubre dc i848, se preguntaba con una
;;;;tt ;"; ;" Ia ve copiar ser-vilmente a Ia europea
uiol.n.l, poco habitual en hombre de su mesura' que ,rr" ."'f"'q".2t,. noii""e de aplica-bl.,e'.icuál será
como si d.r.rp","' del logro de Ia -empresa .flri.io qJe formarán cle nosotrós un Michelet' un
l'rrU;t iri.;raoi "¡E t"tt'oí condenados Ilos ame-
11 "Discurso eI rector de l¿ Univer-
'dfrii" pronunciado porsolemne
s P. Henríquez fJreña, OWS cit', P' 103' .i-, de 29 de octubre
.i¿"a ¿f "l '"itttt"io santiago de chi-
s lbiCem, P. 234- üJ'ie;8;', ;-Aiotr, á-i li'u'¡"'sidad'
,iíri'ri'^"rt iuod de strn Pedro; y yo to-ntbién sé soñar'y i., fS+S. Obras completas, YTll'p' 372'
z: de febrero de rsz'' Reproducidó et Valle' lró\rgo tz lbideru, p. 374.
El
íá"""iá""i" nri,"t rltto¿áro Valle', Secrttaría de Educa- 13 Andrés Bello, "Moclo de estudiar la historia"' en
,il¿ri.",]sal, p' r;' rt artículo habla de la a"-cr''il", fi48' obras completas' \71'
en un Ar*t*;-s".;riÑ
"i¿""i¡lir[r,
#;'td;l-á; q". ro''puebloi {e f'qrer11a
se reúnan
r24.
concilio para lbgrar su engrandecrmlento'
i'l
36 JOSÉ. LUIS NIARTfNEZ LA EMANCIPACIóN LITERARIA
DE MÉXICO 37
se habiln incorpo-
tlil
Guizot? Dirán: La América no ha sacudido con
aún de. aquel mismo grupo.: al que inicia la !!
nuestras huellas IJ¿r'árrir,i*li¿or" "'iti'ot"J uruguayos' fl
sus cadenas; se arrastra sobre tnic -
r.r.li"i ; M"";;;ileo'anunciaba
de la" reúista Et ia
:
1_ .¿y
JOSE LUIS T,IARTfNEZ
LA EMANCIPACIÓN LITERAR.IA DE MÉXICO 4i
, sólo ouede ser una literatura verdaderamente nacio-
fi F ?J'lt'para
iiteratura.
:
"Í;:i,;',f,"|:?,'ff §: :,
"xH.::.,.#ni- nal."'zo Y para concluir tan brillante,y revolucio-
oue podáis icguiij, *á", senda y nario programa, Lastarria pedía a los escritores
retratéis al'vivo ia naturrlezan.r*
La imitación sólb chileno^s qüe t..ono.iesen y aceptasen_la tarea fun-
serviría para manrener Ia
literatura^. ,.No- .depena"".ir"a" nuestra damental que les tocaba afrontár. "No hay sobre
sei
t;;;;;il.i;,"'"::'.'io,:A,.'ü,"ff B:3,?ffi:,':TTj: h tierra --decía- pueblos que tengan cómo los
seamos originales: renemos americanos una necesiclad más imperiosa de ser ori-
dad todos "los ele-",.,i";-;;' :";^'"1' :^' , ,o"i._
dentro ¿" .r,rlrt Einales en su literatura, porquc todas sus modifi-
nuesrralit.r,t,,,r".iij';.i::1r';'lh,orffi ,"."fl:T:: Eacioncs les son peculiarei v ñada tienen de común
tra nacionalidad. -q"J con las que conitituyen lá originalidad del Viejo
AIe piegunrrreii pretendo I\{undo. La naaualela americana, tan Prominente
l:,:i1
.r" esro, y
-o,
,.qpo,ia";t .""
ti'utt,rrao en sus forrnas, tan variada, tan nueva en sus her-
crrtor que acabo de citaios {Artaucl;, qu. l" nacic¡_
nalidad de une literarura consisrc
"r_ mosos atavíos, permanece virgen; todar'ía no ha
q.i. renga una siclo interrográr] *gr.tda que il genio de sus hijos
p"*ii,, "o
::1i:'fl en
qxe.q.i
posee, conservando fielmente Ia
a.i que ta
esraJrpa de su ca_
|i.nr" explote los ienerol inagotábles cle belleza con que
d: ese carácrer que se prodr.i-iá le brinda." 27
í*y:mrenrras sea más pópular.
,or
ranro me_ IJna declaración tan franca, valerosa y densa de
Es preciso que la doctrina como ésta de Lastarria no podía pasar in-
iiteratu¡a no sea .l .i.lirirá
pru5r"ri" de una advertida. Algunos la recibieron con sorPresa' Pero
:l:::-lit"tl.giada, que no se encier.re en un círculo otros compreñdieron, corno Sarmiento, que aquél
estr-echo, porque
a un gusto apocado .entonces acabará po, ,oIrlararr" era un "hécho nuevo" y Ia bandera que alzaba la
_fuerza de sutii.ezas. Al con_
a
trario, debe nueva generación para fundar una literatura. propia.
ñacer habtar ,"¡";l;;;ffi;ientos
Ia naruraleza humana y reflejar- to;;;"# de Aunqué Lastarria
-se
había preocupadg crridadosa-
afeccio_ menté por evitar la palabra "romanticismo", no se
l::_d. le.mulritud, qü_9 en a'.finitiur, es"el m"io,
,uez. no de los oro"édimientos del ,rt., ,i de sus
oodía oculta, o*" .rÉ. rnovi;niento era la raíz ideo-
defectos." 2i Si ja Iiteratu¡a no iógi.. de su dis.u.so. Y ello encendió la chispa
expresa al pueblo en-la batalla que librarían los jóvenes románticos, en
y^se- escribe para._el pueblo,
y s: arrasa. ..La literaturá
p.r-r'"... Jitu"iorr_ su mayoría desterrados argentinos, contra los dis-
,rta d.be o,r". cípulo's de Bello. adictos íl neociasicismo, disputa
Las ¡a rri a- dir
" _
Le parnre t
Fray Manuel de Navarrete; en la Silva a la agri-
r cubura de la zona tórrida del venezolano Andrés
. Lo.r temas patrióticos y cívicos eran también de t Bello, y en los poemas del cubano José María He-
los más cultivádos. En lá Arg.entina, por eiemplo, I redia, y alcanza una expresión ya preciosista en las
se desarrolló un ciclo de poesla patrióiica en torno I descripciones de María, la novela del colombiano
a la Asociación de A{ayo,-y en c'asi todos los países Jorge Isaacs.
de Hispanoamérica pbetas como Olmedo, helo, A través de todas estas modalidades, aquí ejem-
Fernández, Madrid, Acuña de Figueroa, Juan Car- plificadas sumariamente, la literatura hispanoame-
los Gómez, Abigail Lozano y eüintana h.oo, crn- ricana del siglo xrx emprendió la realización de
taron las glorias nacionales, l<is triunfos de las armas aquella conquista de su autonomía a la que la im-
insurgentes o los hechos heroicos de los padres de pulsaron los escritores que a raiz de la indepen-
la patr.ia. cuando no apostrofaban a los tiianos que dencia comprendieron el deber que tenían nuestras
destruían la libertad rlcién conquistada. letras de ser independientes y originales. Naciona-
lismo no equivale por cierto a originalidad, pero
es uno de los caminos más seguros para lográrlo.
Cosrulrnn¡s ¡¿ puEBLos
Mas lentamente, en aquellas primeras experiencias
Los temas costumbristas y 1os populares casi de libertad, nuestros escritorés iban recónociendo
siempre aparecieron unidos, arinque eh l'a poesía del cuáles eran las zonas más profundas en las que ra-
guatemalteco José Batres MontúTar, el co'stumbris_ dicaba su más auténtica or:iginalidad: eran fórma y
mo descubre "la antigua y reposada gracia de aquel matices de sentimientos, ritmos espirituales, ideás
país" ro e.n la er.a colóniaj. Cbsrumblismo y popu_ y creencias persistentes, Ias notas (ue en realidad
Ia¡ismo derivaron por lo general a la creácián'de los definían. Y en la tarea de rescate tanto de
generos poétrcos regionales, como los ,,cielos,, o Ia aquella originalidad exterior de los asuntos como
poesía gauchesca árgentina, o los ,,corridos,, mexi_ de esta otra originalidad psicológica, continúan to-
c,angs. En. otros aspectos puede recordarse la poe_ davía, cada ,'"r"-ár r"g.,im ío, pasos, las letras
de Ia América hispánica. "r,
_
sía de Ia vida rural. del cu'bano Domingo del A,ion_
te, o los romances costulnbristas y pápuhres del
mexicano Guillermo Prieto.
Er, r,,r.rse¡e
62
:
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ LA EA4A}JCIPACIÓN LITERARIA DE A,{É.XICO 63 t-
ría Lafragua y apareció también, como
Ia de Luis pendiente: Ia Academia de Lerán.
de la Rosá en'1g44, en la notable
revista El Ateneo Los trabajos
Mexicdno. para d" agrupación se iniciaron, como es sabiáo,
iÁaugular la asociación literaria ..:lr_
en 1836. Pertenecieron a ella la mayor parte de los
nomb¡e, .fz; d" f"b;;r-;;"1844,
f:,^:'l:pronunció u-n inreresante La_ escritores distinguidos de Ia época: 'Guiüermo prie_
X?_g:i. discurso sobre el ,,o,, Jolé María y Juan Nepomuceno Lacunza,
y!,t-ru y ,obieto de la litcrat?ffd. y en é1, rras de drés Quintana Roo, Francisco Ortega, Fernando
An_
sob're problemas de caráóter general,
:..:]::r
vucrve a Ia lrteratura mexicana Ia que,
se Calderón, Ignacio Rodríguez Galváni Ignacio Ra_
seíún su oni_ mi,rez y
nión. acababa de nacer lo, ,ño1-;";"r;';i.#t_
-;pil;, .Manuel Eduardo de Gorostiza] entre Ios
li1, pr* apenas currivó
.se
"o .;--ñ prehis_
más notables. Pero apafte de impulsar nrre.trrs
Ie_
tras de una manera géneral, ia Aóademia cle I_etrán
p.n]:1 y. colonial. Conquisrada la ila.penaencia
.
en 1821, "durante tres lust¡os f, tuvo un propósito nacionalista bien definido. En
prtri", .ltgobierno
y z
Ia libertad" ocuparon exclusivamenre
los
stts Metnorias de ruis tiewpos, escritas muchos
años
mos de Ios escrirores'que sóto ," ;;;;;;;;.ían áni_ más tarde, Guillermo prieio, q.r" .o.r,pi.nAe la im_
nro_ potancia histórica de este prbpósiro'de la asocia_
piamente a Ia literaturá en Ios ;;";"á;-i;;;;;J;Y;
de I.etrán. Más adelante discure f_rfrre* ción, lo destaca con especia'l irisistencia: l,p.r, _í
veniencia de mantener Ios ojos fi¡or-"t*in,
Ia con_
grande y trascendental de la Acade_
f.trm
clásicas o volverlos hacia Ios profi.*rr^.onr.rnoo_
-esc¡ihe-,.1o
mra de Lerrán fue su tendencia decidida a mexica_
lireratura, emancipándol¿ de toda otra y
:*"': I :"":1"y.: p.oponi.rio,-;Ñ;";;i;;ffi;
en ninguna materia; imi-
\?^: !^
dándole carácter peculiar.'
l§}"1'::':'iil,ttl,s.r.¡
rcrrros a tos. antrguos más que en sus producciones
,. "Los,folletos p-olíticos .v los poemas patrióticos
en su estudio: beneficiemoi la mina virgen oreron.et p.nnrer rmpulso a aquella tendencia que
aún de a_parecía corno intermirente deiahogo de Ia
luuestra patria, creaádo una literatur, "rrrlionrl.,, , manera
de ser. Alguna oda de lt'agle, los -canros de Orte_
ga, Don Francisco, y de Lacunza, o Ld batalla de
Le oene NACroNALrsrA DE LA Tatnpico,e va tuvieion más formeles aspiraciones;
Ac¡r»Br.rre pB Lpr«ÁN
pero realmente no pueden rnencionarse como ca_
Un testimonio más concreto del esfuerzo ractenstlcas.
reali_
p,'r. conquistar ra emancipación "No así en Letrán; que aunque había sus imita_
::r:..::-liÍ:l:o
oe nuestra hteratu_ra, dedicándola a los
asuntos na_
dores, sin plan-y sin piemeditación, se procuraba
clonales, nos lo ofrece la primera asociación exponer flores de nuestios vergeles y fruta's de nues_
litera_
ria de importancia que funcionó .l tros huertos deliciosos.
U¿rl.o inde_
"" "Pesado-en su novelira intitulada El inquisiclor
7..José,\laría Lafrauga,_,,Carácter y. obleto de
la litera_ de México, Pacheco en sa Criollo, Ortega en Ner_
tura", en El Areneo ).íeticano, Até*í.o;"iá¿,ii
e lbidem, I. I, p. rz.
p. IJ. I Su autor, Joaquín Nlaría del Casrillo y Lanzas.
64 JOSÉ LUrS MARTÍNEZ LA E,A4ANCIP,{CIóN LITE"RARIA Dtr A,,ÍÉ.XICO 65
z1ila,rl Rodríguez Galván en su Moza, en sa Mano_
literatura, emancipándola de roda orra y dándole
lito de Pisoacrde, en su priaado del tsirrey, Calde_ carácter peculiar'l En realidad, en todás nuestras
ró¡ en su Adela, y yo en mi Insurgente,-ein varias letras del siglo xx, una de las corrientes dominantes
odas y erl romances, nos referíamos: pesado a los
i es nacionalista y popular y las tcndencias extran-
horrores de la Inquisición, pacheco a Ia condición I
,1
l
DE MÉXICO ó9
óó JCSÉ LUIS ¡,IAR.Tf}.]EZ LA ENIANCIPACIÓN LITERARIA
mexicano' men-
esencia que le da vida, a su pasado más noble y a hizo de la dignidad estética de Io literaria de
su porvenir más auténtico. La bandera que po- saie cue logró conve*it "' la doctrina
día alentar a un pueblo exhausto y desilusionádo ."' ¿r]".^ v" oue aún continúa vigente'-
"* ;]ri""é-ó,
debía ser pues el^nacionalismo y Altamiranc fue un" literatura nrcional?
-se Prrel
ltdctoTldl sc
quien primero convocó a la aristocracia intelectual s'unt;ba en el prólog-o al Rowaltccro
literatura debe
de N4éxico para luchar por aquella meta salvadora. É.ietn- v en caso atirmativo, ¿esta
La doctrina nacionalista de Altamirano, tema la literatura esPano-
iii.t"".iítt" radicalmente deAltamirano'
constante en la mayor parte de su obra, se encuen- tj;'i,'-5i'fin-i, opinió" deuna literatura "nodemos
tra expuesta principelmente en las Re,¿istas liters"t'ias réñcr \r t"-.nemos de hecho .iracional'
de gu: se direrencie
de México, de 18ó8; en las crónicas semanaies que ;"]l:'JJ;il';;;;;;i"mos española' Puesto que
publicaba en El Renscinúento, en 1869; en ei ensayo i;ái.I*.^;; de Ie literatura a ámbas el h misma'
De la poesía épica y de la poesía lírica en 1870;'en il ü;; qo.-'i'ut J" b"'eque han impuesto a Ia
la Carts a unu poetisa, de 1871, y en los prólogos Bastan las modrircation"t
I\iéxico' los modis-
a las Pasion:arias, d,e N{anuel ArL Flores (1882) y al ffi;;; .rprnol' qot tt h'uÉ el pueblo-indíqena'
en
ios
Rormancero ndciondl, de Guillermo Prieto (1885).1, mos de la lengua qot-htbl'
La médula de esta doctrina es el convencimien- millares de vocablos de rcda. tlp":i" que }i"i-s.-*¡-
to que abrigaba Altamirano de que nuestras letras, ;."fil;el modo común de hablar a sus equlva-
olvid¡r para'siempre;
aftes. y ciencias necesitaban nutrirse de nuestros i"ril"i-"rrr¡"Ies haciéndolos
propios temas 1- temperamento y de nuestra propia iIffi""iffi'rá.rr,." fin, abundantisim.a 9¡t Ios paises
con las influencias de
realidad, es decir, convertirse en nacionales, para il.il;;;ñ,"ot,'¡"*Áente de nuestro modo
que lograran ser expresión real de nuestro pueblo nuestro clima, de "";;;; suelo y que nuestra
y elemento activo de. nuestra integración nacional. á" *tt ul,l, ioáo tt'o, rePedmos' Pxr'1
La literatura debería sumarse al conocimiento de I ireratura .."p:,
:^". j;:ái.l*,n *H;,Io,il#
nuestra historia y de nuestras personalidades emi- dience, autonomlca'
han tormado con el fondo de la
qe
+rlr4c ñrre -i',por
lengua'
nentes, al fortalécirniento de nüestra educación y
al cultivo de las lenguas indígenas, para lograr ia ;;;;"1'l; qué pregunia con exPrestva
-se balo otro soi' con
afirmación de una conciencia y un orgulio nacio- ffiil"- ptini"a"'"n otro zueló'
ella púas.de,las plantas
nales en el espíritu popular. El meior legado cle nue\-a savta, e trl¡errando en a" u
atuoi
Altamirano queda sin duda en esta revelación que americanas, ,r,-t'
ii;;;;;tp,,"t' "t*'lit;;;;;tí;it;á
no hr de poder constituir a su
12
Ignacio 14. Altamirano, La literatura nqcional. F:dí- ;;;; árbál robusio, frondóso y de esnecial as-
ción y
prólogo de José Luis N,Iartínez, Editorial Forrúa, oecto. como hx "'ttii¿o con laé '"'""dtl 'i"¡o
México, 1949, 3 vols. Colección de Escritores Nfexicanos,
vols. 52-54. En esta edición se han reunido los estudios
irn..o latino?" 15
sobre literatura mexicana que escribió Altamirano, con 13 Altamirano, OPrc cit', lll' 169'
excepción de sus crónicas y de sus artículos teatrales. De 7a lbident' iII, 169-170'
eila proceden las referencias de las notas siguientes. 75 lh¡d., IlI, i70.
70 JOSE LUrs MARTÍNEZ
Mas a pesar de todas estas LA EMANCIPACIóN LITERARIA DE MÉ.XICO 71
En on, i-"r'aelt;-r;:
toriamente de Ia errrop.r. dén,25 olvidando que esos temas son una de las
rvlundo, dice Attami¿;, ;;";;;ir."ll""r..rr.ié,, Vielo me,ores pren-das de la originalidad de una obra lite_
del sentimienro o la.friaidal raria,26 olvidando tambián que la poesía heroica
ardor de la orsanizaclAn á"i'irrr,i"'o el vil contribuye "a formar Ia verdádera nacionalidad oor
dr.rar;,
el canro ,r"rilrr., ,t.n.i?¿ir-J;r¿"'iliI ;i:.#", que en la fusión de los recuerdos gloriosos. y a dar a'las
¡aleza con su voz .,"rrurriu", Ia naru_ masas el conocimiento de iu verdad'er.o valor en
ü'prrrár"Éln sus ar_ los futuros conflictos de su patria,,.27
*."r.: suspiros,
9 fi.n .r ¿}ál i""""ri.!i, ,rt.rr_ Altamirano insistió constintemente en esta ma_
;e, o Ja melancolía con
su ,"*¡*'^i""r"risa como
Ias pampas".rs Esros teria. Creía que para que la nuestra fuese una lite_
poetas f,rr, ,iao grina.,
"';'",X;;',*,,,,,,
po._ ratura orgánrca y n9 19 faltasen las raíces, pr.ecisá_
:,:i.,":iT:l,H'}lJ,.. bamos de una poesía épica, salud vigorosa de las
"o''""',T,rril,Io:i,1"irff
c";il;,;;ili,il""l",l#:ff Ietras y fundamento de-toda expresió"n y concien_
mente,.ellos han tenido l" ff :
roa*i,
Ienguaje poético, adaptándolo a.;;n'r r, zo lbid" III, 87.
a su realidaj l[il: 27 lbid., l, 14.
16
22 lbid., l, tt.
|bid., I, n3. 2e I, 15.
lbid.,
77 lbid., lI, BO y z+ Ibid.,
)8 lbid., I, 237.
144. II, 127.
z¡ lbid, II, 130.
le lbid., I, n5. za lbid, II, l8l.
zz lbid., lll, 2t7.
{
72 IOSÉ LUIS MARTfNEZ LA EMANCIPACIóN LITER-A.RIA DE I\{ÉXICO 73 r
cia nacionales. Advertía melancólicametne la in- vos se muestra más liberal en esta cuesdón sinto-
consistencia y la fugacidad de nuestros cantores
"propensión
'^itir^ de la autonomía del castellano en Améri
gpi.ot y cíviéos y la de nuesrros poeras ca. "I-os pueblos americanos -dice- tuvieron su
hacie el sentimentalismo queiumbrcso. No ll-egó a lensua. de'spués tuvieron sus libertades y sus insti-
comprender que sólo drniro'de nuesrra propii ín- to.%tnát p'olíti.ut, Iuego tuvieron. su literatura'
-en
dole podíamos clesarrollarnos y que. acasb, nucstra e*rni..oÁ
-roai"tott su derecho materia de nacionalidad
épica había quedado en Ios óscüros poernes indí- ,, asumirlo en materia de idioma'" 83 Así
genas o, según la tesis de Agustín yáñei, en algunas lo't'rrr't hecho ya los poetas zudam.ericanq: -I :Pot
crónicas de la Conquista.2f Fero cuando apireció eso han sido í seguirán siendo originales"'3{ Pero
el Ronruncero nocional de Guillermo prieto'-obra *aouí en Méiico "-llegó a afirmar Altamirano-
limitada a pesar de sus excelencias-, Altamirano .na-ruí, no nos hemos airevido todos a dat el grito
creyó v.er surgir el primer monumenro de la épica de Dolo",'es en todas materias' Todavía recibimos
nacional que mantendrí¿ vivo en la memoria'del ál L metrópoli PrecePtos comerciales, indus-
pueblo el recuerdo cle los héroes que forjaron la triales, "*
agrícolas'y liierariós, con el mismo 'temor
patria. ., revereñcia' con que recibían nuestros abuelos las
Finalmente, Altamirano completó su doctrina á.rtigtrm reales cédulas en que los déspotas nom-
puntualizando las relaciones entré literatura y pue- brrtan virreyes, prescribían iiest.s o daban la noti-
blo y.las consecuencias lingüísticas que de áqüella cia interesante dél embarazo de Ia reina"'S5
relación se derivan. Nuestros escritorej La doctrina nacionalista de Altamirano dejó una
no deben perder de vista "que escriben -per-rsába-
p"., u., huella profunda en las obras de poetas de su tiem-
pueblo que comienza a ilustrarse".2e Mas para que on .oÁo Manuel M. Flores, José Peón Contreras,
la literatura puecla ser accesible al pueblo'y lo éx-
prese fielmenre, nuestro lenguaje^debe ábrir las
ior., d" Dios Peza ) José Mería Bustillo-s; de no-
íe[stas como Vicenie Riva Palacio' José Tomás de
puertas- "a todas ias locuciones que puedan enri- Cuéllar v Emilio Rabasa, y de investigadores como
quecerle, _eunque vengan de Ienguaí eXtrañas",3o
pero .*sí debemos velar porque se mantenga inco-
iuis GJnzález Obregón y Antonio García Cubas'
Ellos formaron Parte de las gen€raclones .que ac-
rruptible su carácter" af paia que ,.no á.g.r"r"
nucstra hennosa Iengua nacional-en un dialeóto de
tuaron entre 18ó8 y 1894, unó de los períodos de
lenguas extranjeras".l, En otro pasaie de sus ensa-
más fértil actividad literaria en nuestro siglo xrx y
al cual ningún otro nombre conviene más que el
28 Cf. A. Yáñez, "Introducción,, a Crónicas de "períod6 nacionalista". En plena época moder-
de la Con_ nista'un grupo de novelistas Del-
quista, Imprenta {Jnivcrsitaria, i\{éxico, 1919. Biblioteca del -L6pez-Fortillo,
Estudiante Universitario, vol. 2. gado, Sal=ado Álvarez y Angel de Campo- man-
2e Altamirano, Ibidem, I, 68.
3o lb¡d., r, 70. s3 lbid., III, 87-88.
31 lbid. st lbit¡., III, 88.
32 lbid. 35 lbid., lr, 14+-145.
DE N'IÉXICO 75
74 JOSÉ LUIS MARTfNEZ LA EA,TANCIPACTÓN LITERARIA
eiemplo' los
tuvo esta corriente nacionalista, y aun en la época tivo de una literatura nacional, asi PgL se
contemporánea, un sector considerable de nuestras il#;H";;;-dtá' a" v1o'e \Ia,ría-vis.il
el debate que' en
-que
torno
letras ligue y enriquece la ruta que trazara el ;;;;;¿; adelante- los más conspicuos rePre-
maestro. I ."*,ión, tuvieroi
"ri,
;;á,*"á;i-iiu"t'ritt* y del conse.atismo lite-Pi-
Le o¡n¿ NACroNALrsrA »nr, LrcEo Hr¡ereo
i;;#;"ü.r.to n'1"'o"i ¿'ltn*itn'.'o y Francisco
mentel.
La más ilustre asociación literaria que funcionó
en México durante la segunda mitad del siglo xx, Lt polÉ,ulce AlTeurn'r¡+o-Fuurr,N:rpr'
el Liceo Hidalgo, mantuvo como objetivo funda- y Rgias' en el no-
mental el de la creación de una literatura nacional. Cuenta José López Fordllo
table prólogo qo" po'o ' 'o no*l'
La parcela' qloe
Sus socios fueron alentados en este ideal por los dos Dios g!ce' con-
que de
principales animadores que tuvo el Liceo, Francis- "Eú#;;;"'LiÉ.o'gialgo, sus' sesiones a discutir si
co Zarco e Ignacio Manuel Altamirano, quienes sagró años ha alguna dü especial'
M?xico debería t"""' J-no una literatura'
supieron constantemente impulsar no sólo el des-
arrollo de nuestras letras sino, además, dirigirlas Si la memori" no no' t' infi"t
-añade-
don Fl'an-