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TE LEV SA: La doble derrota de los estrategas

RODOLFO WALSH
El mejor periodista latinoamericano

a 10 Años de su Secuestro
GUILLERMO SAMPERIO
.
y un relato de Walsh.·

EL 37
Núm. 1305 la cultura en I

María Luisa Puga: México. D.F.• MEXI O 1

~9~~ abril de en la cultura '


LA FORMA Su lemento de Siem re!

DEL SILENCIO 6 HORAS DE TV


.Un adelanto de PARA LOS MANDELA
su nueva novela MAURICIO CIECHANOWER .

inédito de
)OHN
REED:
El Día
de la
Libertad
de Expresión
35
RODOLFO W ALSH
fuerzos y tuvo que postergar los enfoques analíti-
cos."1> Cuando el movimiento Montonero se en-
cuentra derrotado militarmente, Walsh decide
realizar tales "enfoques analíticos" y los turna a
su dirección, la cual no los toma en cuenta, o di-
El mejor periodista fiere de ellos; en todo caso, responde con el silen-
cio. Walsh vaticinó en ellos cómo el enemigo, la
Junta Militar, acabaría con el movimiento.
latinoamericano Walsh era un hombre muy inteligente y tenia
gran capacidad analítica; lo demuestran sus tex-
a 10 años de su secuestro tos policiales y sus reportajes periodísticos que al-
canzan el rango de grandes novelas y dichas cua-
lidades lo podrían haber puesto en un nivel de di-
por la dictadura rección; sin embargo, en el partido Montonero
ocupó un sitio intermedio, como el Cato. Decidió
o dejó que se decidiera, como lo dice su esposa,
"el trabajo concreto, cotidiano", es decir un ofi-
Guillermo Samperio cio terrestre. Cuando él deseó que la guerra de
los montoneros fuera modificada radicalmente
en una inteligente retirada es decir, cuando inten-
tó "dirigir" el destino de él y sus compañeros, el
Bueno, pues, intentaré involucrarme con una F1orida3 y Sur, vinculan su obra al proceso social fracaso ya estaba forjado. Vida y literatura: una
obra que está íntimamente vinculada a la vida de del país. Walsh asume el reto de aquella gente y peligrosa correspondencia.
su creador y a momentos ominosos de la realidad se sumerge en su circunstancia. Uno de sus libros Ahora bien, si el tema de la degradación reco-
argentina, cuestión que implica un peligro: ser de relatos y uno de sus cuentos se titulan Los ofi- rre la mayoría de sus trabajos y llega hasta los úl-
arbitrario en la critica o profanar una existencia cios terrestres, .. nombre que en mi opinión defi- timos momentos de su vida, atendiendo a una es-
que la Junta quiso sarcofagar. El peligro lo corro ne su obra. Este título indica la filiación literaria tructura más bien compleja y simplificada en mi
y la arbitrariedad también, porque mi juicio es de Walsh: poco intentará el cuento extraño y fan- exposición, se encuentra otra línea: de resistencia
más personal que teórico, asunto que no me inco- tástico ("El soñador",I965, y "Un kilo de oro", a la crisis o de lucha y critica, que es el elemento
moda porque se abre paso a través de la admira- 1967); privilegiará el tratamiento literario de los coordinador, estabilizador, que no permite que
ción que le tengo a Walsh desde hace más de oficios de la Tierra. Cabe decir al paso que lo an- la caída sea un desplome rotundo. Esta línea es-
quince años. terior implica más que nada una descripción. tablece una diferencia con el grupo de Boedo y
Sí, zonas grises de la realidad argentina bañan Walsh, como Arlt, reconoce la crisis, es más la vi- con Arlt, ya que ellos tenían una posición prác-
la literatura de Rodolfo J. '"' alsh. Y ello lo coloca ve y la lleva en su existencia a partir del desastre ticamente anarquista fatalista de la crisis, lo que
en una línea que tal vez él mismo eligió y que económico de su familia en 1937. 5 Cuando él ha- no implica que sus productos literarios sean me-
viene de las primeras décadas de nuestro siglo: bla, refiriéndose a la década infame, de angustia nos importantes. Y, al mismo tiempo, emparenta
Roberto Arlt yel grupo de BoedO.1 Al respecto"en y desesperanza está refiriéndose implícitamente a a Rodolfo J. Walsh con los esCritores del XIX,
el Congreso Cultural de La Habana en 1968, varios de sus temas. Pero la desesperanza y la an- quienes combinaban el trabajo literario con otras
Walsh explicó: "Cuando las tierras de pastoreo gustia implican, previamente, una caída, el fra- labores, pero principalmente con la política. Si-
no se pueden ampliar ya más, empieza ese estan- caso, en fin, la degradación, especialmente de la gamos este elemento estabilizador.
camiento económico que padecemos hasta hoy, clase media argentina. No resulta nada difícil Los tres relatos policiales de su libro Va·
empieza de alguna manera ]a crisis, que todavía rastrear la temática de la degradación en su riaciones en rojo, que mereciera el Premio Muni-
no se ve como crisis, pero que Arlt la ve, la intuye obra: Mauricio, que se suicida, en "Fotos" cipal en 1953, se inscriben en la última etapa tan-
de alguna manera a partir de sus primeros libros. (1965); la venganza producida "desde abajo" por to del peronismo como de la época de lo policial
Su primer libro creo que es de 1926, El juguete el centinela en "Imaginaria" (1965); el inspector, en Argentina. Los relatos son típicamente poli-
rabioso, y ahí ya aparece toda la angustia, toda el estanciero y el pequeño propietario, hombres ciales; se distinguen de otros, publicados enton-
la desesperanza, que va a ser la característica sumidos en una especie de fracaso onettiano, en ces, por su calidad literaria excelente, sobre todo
esencial de la década de los 30, cuando ya la crisis "Los dos montones de tierra" (1964); el traductor en el caso de "La ventura de las pruebas de
es reconocida por todo el mundo... En 1930 em- de novelas policiales en "Nota al pie" (1967); la imprenta" y de "Asesinato a distancia", éste en
pieza, con el golpe de Uriburu, lo que se ha lla- derrota que inflinge el celador Cielty al héroe sus descripciones poético-suntuosas, que luego
mado «la década infame» 2 La idea contenida en Malcolm en "Un oscuro día de justicia" (1967); o aplicará en el ciclo de los Irlandeses, emparen-
este pasaje a propósito de Arlt puede ser aplicada la miseria moral descrita en "La mujer prohibi- tándose en el tono, como él mismo reconoce, con
también al propio Walsh. El autor de Los siete da" (1967). Y así podriamos encontrar otros síg- la anónima traducción del volumen Cuentos de
locos y los de Boedo, a diferencia del grupo de nos terribles de la crisis yel derrumbe. Este asun- lID soñador, de Lord Dunsany.7 Años después,
to lo emparenta todavía más con Roberto Arlt. Walsh renegará de Variaciones en rojo. Pero me
Aquí podríamos tomar el camino de uno de sus atrevo a decir que existió una superación, ya que
relatos más acertados: "Irlandeses detrás de un su experiencia en el género policiaco lo llevará a
gato" (1965) texto que forma parte de una serie otras posibilidades de escritura y de investigación
de cuentos sobre niños. Los alumnos del colegio de hechos reales que impregnan sus reportajes
religioso írlandés andan detrás del alumno Operación masacre (1957), El caso Satanowsy
nuevo, quieren .medir sus fuerzas, la capacidad (1958) y ¿Quién mató a Rosendo? (1969), yalgu-
de Cato para enfrentarse a la comunidad. Viene nos de sus relatos: "Los dos montones de tierra",
la pelea entre Cato y uno de los chicos, "fuerte y "Esa mujer", "Imaginaria", "Nota al pie", escri-
prestigiado". Aparentemente gana Cato, pero en tos entre 1964 y 1967, además de su obra de tea-
el fondo gana un sitio dentro de la jerarquía del tro La granada (1964). En toda esta producción
poder colegial: el segundo. Los de abajo lo respe- sucede algo curioso. Una de las criticas que más
tarán, pero él tendrá que respetar a los de arriba, se aplica al género policiaco que se cultiva en La-
al celador y a las otras autoridades. ¿Triunfo tinoamérica es la de que transporta los r,nodelos
podría llamarse? En todo caso, triunfo y derrota, norteamericanos e ingleses, lo que limita la crea-
o sitio en la crisis, ubicación en la degradación. tividad y convierte al texto en un mero juego de
Este relato es casi autobiográfico, como puede la inteligencia y la malicia. Ante esta observación
corroborarse en la memoria de infancia "El 37" pareciera que estamos condenados a no escribir
(1968). Creo, yes a lo que yo quería llegar, que novelas policiales, pero aquí entra el aspecto cu-
tal experiencia de la vida de J. Walsh, llevada a rioso: Rodolfo Walsh comprobó que sí pueden
la literatura, marcará cierto aspecto de su vida. hacerse estas novelas, pero habrá que impri-
Me refiero a su participación política en el grupo mirles una profunda modificación: el género
Montonero. Aclaro que no tengo derecho a me- policiaco en Latinoamérica es, en lo fundamen-
terme en esta cuestión y que puedo equivocarme, tal, e1 relato con tema político. En ese sentido
pero ya traigo el impulso. En un texto de Lilia surge un modelo nuevo de lo policial, determina-
Walsh, ella refiere que Rodolfo J. Walsh" ... se do por el caracter de las policías y los ejércitos de
había entregado de lleno a una militancia que algunos países. El riesgo de esta literatura, desde
entendía debía ser rigurosa, sin tregua, dados los luego, es muy grande. Habría que decir que este
objetivos que se había fijado la organización polí- "nuevo género" se emparenta necesariamente
tica-militar a la que pertenecía. Es decir, el tra- con el periodismo y con el testimonio, oficios del:
bajo concreto, cotidiano, ratuirió de todos sus es- futuro encarnados en el desastre capitalista y en
36
EL 37
RodolEo Walsh

la crisis del socialismo. Tales oficios, que son


también los de Walsh, representan el elemento
estabilizador y de lucha en su obra. Ya no dentro
del género policial latinoamericano, pero en la
línea crítica, se enmarca su obra de teatro La ba-
talla (1964), que además satiriza a un dictador
que muy bien podría ser Somoza, tema que
Walsh adelanta mucho antes que algunas novelas
que se publicaron después. Esto sucede también
en el relato titulado "Cartas" (1967) que capta de
manera magistral la crisis postperonista; hacia el
final, Moussompes, ya en el regazo de la locura, di-
ce que no muere sino que volverá con los ejércitos
q combatir a los estancieros. Es decir, la crisis
tiene futuro. Walsh mismo regresó con los Ejérci-
tos.
Por último, quiero decir que la filiación a los
oficios terrestres por parte de Rodolfo J. Walsh
proviene de su actitud frente a su historia: él en-
contró sus raíces en la producción literaria de su
país y en hombres como Bolivar. Esto implica la
filiación a una memoria labnoamericana, sin
despreciár por ello sus vínculos con las memorias
del extranjero. O sea, Walsh participó en el pro-
ceso ~e desepigonización, proceso tan vital y.tan
necesario para producir una vida y una literatura
de mayor profundidad en nuestros paísese

1 Nombre de un barrio de Buenos Aires que, al l 36 fue el año de la caída. Empezp con un mos bufando de ira y desprecio junto a las valijas
mismo tiempo, fue dado a un grupo de intelec-
tuales que cultivaban el texto social y anar-
quista. Esta definición, desde luego, es muy es-
E remate y terminó con un éxodo, una secre-
ta ola de pánico.
Mi padre habia tenido la poca suerte de es-
abiertas.
-¡Pero qué bruta! -repetía-o ¡Pero qué
analfabetal .
quemática. El barrio era habitado, en general, tablecerse por su cuenta en plena crisis. En 1932 Babeaba, boquita fruncida, anteojos caídos en
por la clase media empobrecida y la trabajado- dejó un puesto de mayordomo de estancia en Río la cara gacha, 10 más parecido a la vieja de "Té
ra. Negro por una chacra arrendada en Juárez y una Mazawattee si la nieta le hubiera roto l$l porcela-
2 Tomado de Panorama actual de la literatura casa alquilada en el pueblo. La razón de esa mu- na.
Iatinoameri~ Editorial Fundamentos, Ca- danza éramos nosotros~ los cuatro hijos que sería- Nunca había oído hablar de mi madre en esos
racas 1971, pág. 266. mos cinco al nacer mi hermana. Había que edu- términos. Con los años, la diferencia entre "ove-
3 Nombre de un sitio del centro de Buenos Aires, camos: la exigencia, que él aceptó sin entusias- ralls" y "duster" llegó a ser para mí una cuestión
dado también a un grupo de intelectuales, mo, era de mi madre. En cuatro años estábamos semántica; traductor, acudí nuevamente al
entre los que se encontraba Jorge Luis Borges. en la ruina. Ahí fue el remate y la mudanza casi W ebster cada vez que apareció una de esas pala-
Se trata de un lugar sin problemas económicos. furtiva al Azul, donde acabaron con lo que que- bras. Por entonces no sabía inglés y no estaba en
Esta definición también es altamente es- daba, el piano, el auto. condiciones de probar que la ignorante era Miss
quemática. Fue muy brusco todo eso. Apenas tuvieron ARnie.
.. Los textos que componen este volumen y la tiempo de. ponemos en seguridad. Mis dos her- La segunda confrontación llegó por la noche
gran mayoría de los que mencionaré pueden manos mayores fueron a casa de la abuela en en el comedor. Ahí me encontré con el plate de
encontrarse en Obra literaria, Siglo XXI, Mé- Buenos Aires; la más chica se quedó con ellos en sémola destinado por la Providencia a acompa-
xico 1981. una pensión de la calle Moreno; con nosotros no ñarme durante años. Plato de zinc y contenido
5 Su acercamiento a la realidad, lleva a Walsh a sabían qué hacer. Héctor tenía ocho años, yo, inmutable, círculo blanco, desértico, cubierto de
I redactar cuentos de corte altamente coloquial: diez. Alguien les dijo que en Capilla del Señor una tibia costra blanca; salina del alma, podre-
"Corzo" a965), "La máquina del bien y del había un colegio irlandés para huérfanos y po- dumbre de la caridad en doscientas noches de
mal" (1966) y "La mujer prohibida" (1967). bres. Nos llevó mi padre. Recuerdo el día: 5 de desamor idéntico. Me negué, no comí. Me negué
Además, estos relatos tienen otro elemento co- abril de 1937. la -segunda noche,..y la tercera, la cuartt. Tengo
mún: la presentación del pícaro bonaerense. Los cambios fueron tan rápidos, violentos, que conciencia del rechazo visceral, el hambre ene-
En otros reportajes, Walsh se acercó también hasta hoy me asombran. Todo estaba mal, absur- miga, la astucia cada vez más empeñosa en lo
al coloquialismo, quizá con un afán de confun- do, equivocado. La primera dificultad surgió con que intuia una batalla. Quiero decir que fingía lo
dirse con su país. el vestuario que mi madre había reunido precipi- mismo que estaba sintiendo -nostalgia, desespe-
6 Tomado de Lilia Walsh, "Rigor e inteligencia tadamente, gastando sus últimos pesos. La lista ración-, pero acentuándolo, llevándolo a sus
en la vida de Rodolfo Walsh", en Controver- del colegio decía "overalls"; ella entendió, límites últimos, hasta convertirme en un silen·
sia; México, febrero de 1980, número 4, pág. compró, mamelucos grises en lugar de guarda- cioso espectáculo, cruzado de brazos ante lo ina-
15. . . polvos. Cuando Miss Annie, la encargada del ceptable. A la cuarta o quinta noche me trajeron
7 Ediciones Dintel, Buenos Aires 1958. dormitorio, nos llamó a su oficina, la encontra- un plato de caldo con una papa. Quizá no era
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siguiente me descubrí con el cuerpo lleno de mo-
retones. Estas tundas que aplicaba con diversos
pretextos eran el placer nocturno de Miss Annie.
Supongo que sus noches eran tristes cuando no
podía restablecer con la vara de mimbre el impe-
rio de la justicia. Era una viejita sádica, mise-
rable. Me río al escribir esto, a treinta años de
distancia, pero es la verdad.
Miss Annie no era una excéntrica. También
pegaban las celadoras y aun las monjas. Recuer-
do el swing a la mandíbula con que la hermana
María Angela derribó a Kelly junto al pizarrón,
en plena clase. Fue un golpe seco, magistral;
aunque también es cierto que Kelly era muy chi-
co y, quizás, algo flojo.
Todo esto resultaba, por lo menos, perturba-
dor. En casa no me pegaban, salvo algún moque-
te ocasional. En Juárez había ido tres años al co-
legio religioso. Allí las hermanitas eran italianas,
fascistonas, ignorantes, pero nunca nos castiga-
ron. A lo sumo nos proponían unos absurdos tor-
neos de mortificaciones que debíamos ofrendar a
Cristo. Fuera de eso eran cariñosas y casi dulces.
Supongo que la diferencia consistió en que aquél
era un colegio pago, mientras que en Capilla éra-
mos hijos de peones chacareros o desocupados.
En medio de estas tribulaciones casi no me afli-
gió lo que al fin era el desastre más grande. Yo
salía de tercer grado en Azul, pero en Capilla no
había cuarto. Lo natural hubiera sido mandarme
al Fahy de Moreno, colegio de curas que tenía de
cuarto a sexto, pero evidentemente mis padres no

mejor que la sémola, pero lo acepté, sentí que que no era un grande verdadero, hechura políti-
había ganado, yen mi fuero interno me reía de la ca, mitad conjetura, mitad su hermana celadora,
monjita rubicunda que presidía el comedor. Des- muchacha rosada y dulce, deseable así que pasa-
de esa noche fueron ciento nueve platos de sémo-
la y un caldo con una papa.
ron cinco años.
Peleamos pues. Cassidy tenía la cara llena de
"¿ Cómo explican estos
Por debajo de la autoridad había otras cosas
'que dirimir. En los dos colegios irlandeses en que
granos, era angustioso pegarle. Pero tampoco ha-
bía otra salida. Lo derroté y adquirí mi lugar en
trituradores del alma que
he estado, descubrí entre los pupilos una necesi- la escala, que implicaba el derecho de tiranizar o el mejor narrador
dad compulsiva de establecer las escalas del pres- proteger a los menores y la saludable abstención
tigio, el valor f la fuerza. Detrás del recibimiento de molestar a los más fuertes. Durante el resto del argentino de su generación
convencional del primer día, me estaban cali- año no desafié ni fui desáfiado, pero ocasional-
brando, situando tentativamente en una jerar- mente un acto de rebelión triunfante ponía al fuera esencialmente un
quía.
Supongo que ese orden se heredaba de año en
descubierto el carácter semi-mitológico de nues-
tro ranking.
periodista".
año, «on los ajustes necesarios al recomenzar las ' La verdadera ganadora de mi primera pelea
clases. Yo llegaba tarde, los ajustes estaban he- resultó Miss Annie. Alguien fue con el cuento, y
chos, irrumpía en un orden establecido provo- por la noche, cuando nos acostamos, vino a mi Eduardo Galeano
cando ansiedad, urgencia de saber quién era al cama y me pidió que me destapara. Esgrimía su
fin de cuentas, y así, sin deseo, vine a encontrar- argumento preferido, una vara de mimbre sólida
me en guardia frente al chico Cassidy, en el sol y flexible. Me dio una paliza formidable. Al día

lo averiguaron a tiempo en aquellos caóticos días


del derrumbe de nuestra casa. Debí repetir y las

"Solamente que Rodolfo la cultura en clases de la hermana María Angela fueron para
mí un largo ejercicio de tedio, salvo sus fugaces
ya no puede hablarme MEXICO exhibiciones pugilísticas.

como aquella noche en en la cultura Las clases de inglés, en cambio, me entusias-


maron. Mrs. T. me inspiró un profundo cariño.
5unlernento ele 5ienllXP~ Creo que era viuda y con hijos de los que estaba
separada. Su situación era similar a la nuestra,
que la esperanza parecía un destierro. La reconstruyo como una mujer de
al borde de la Dirw:tor GenerG1: José Pagés Llergo. treinta a cuarenta años, de pelo color arena, na-
riz ancha, ojos celestes. Una cara nada bonita,
Director: Paco Ignacio Taibo 11
realización" . lef~ th redacdón: Geranio de la Tor~e
llena de fuerza. Tenía una innata dulzura, pero
exteriormente era áspera y burlona. Le parecía
DUeño: Beatriz Mira increíble que yo no supiera una palabra de in-
glés, cuando mi abuela (fantaseaba) no había
Julio Cort~zar Redacción: Francisco Pérez Arce.
Mauricio Ciechanower. Rogelio
aprendido a saludar en castellano. Y aquí se
ponía a parodiar a mi abuela, sin conseguir una
Vizcaíno.' Emiliano Pérez Cruz. Lui~ semejanza puesto que no la conocía, pero con
Hernández. Cosme Ornelas. Jorge tanta imaginación y verba que resultaba un tipo
Belarmino Femánclez Toro•• Jesús divertidísimo. Me esforcé por responder a sus sar-
del patio y el centro del círculo del pueblo, para Ana~'a Rosique. Andrés Ruiz. Orlando , casmos: en quince días estuve al tope de la clase,
dirimir ese mítico tercer puesto que él ocupaba Ortiz. Victor Ronquillo. Juan Manuel en un mes admitió que debía pasar al grado ,si-
hasta mi llegada. Payán. Héctor R. de la Vega. Carlos guiente. Amargo triunfo, que terminaba en la se-
Los dos primeros eran inamovibles. Delamer, Puig, Angel Valtierra, Pilar Vázquez. paración.
grande, bonachón, inofensivo por plena concien- Armando Castellanos. Desgraciadamente el cariño de Mrs. T. era al-
cia de su fuerza: vieja ballena que nadie osaba go que estaba en disputa en ese desierto. Supongo
di~utir, y él mismo sin discusiones interiores, que extrañaba a sus hijos y los reemplazaba con
patriarca oscuro de once o doce años. Daleney, '. nosotros. Nosotros éramos demasiados. Surgieron
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mente formales, fundadas en la perturbaci6n y
en el desprecio.
Todas estas cosas sucedieron en las primeras se-
manas. Eran una iniciaci6n. Después uno se
adaptaba, no incurría en pecados visibles. La fal-
ta de anécdotas posteriores, sugiere que me reple-
gué totalmente, y el síntoma más claro de ese
aislamiento eS que perdí de vista a mi hermano
menor. Me consta que estuvo conmigo, pe.ro
prácticamente no lo recuerdo ni sé las cosas que
le-ocurrieron. o hice ámigos, fui un extranjero.
Del colegio no salimos en todo el año, ni si-
quiera a conocer el pueblo. Allí está, inmutable,
la edificaci6n chata, la capilla donde oíamos mi-
sas, los árboles pelados cuyas raíces hinchaban el
patio de baldosas amarillas donde jugábamos a la
bolita o la payana, los guardapolvos grises, el sil-
bato nocturno de los trenes que volvían a mi ca-
sa. 1 o conozco un sonido más triste que ése.
Un domingo vino mi padre a vernos. Nos deja-
ron salir a la quinta contigua, sentarnos en el
pasto. Abrió un paquete, sacó pan y un salame,
comió con nosotros. Sospeché que tenía hambre,
y no de ese día. Habló de futbol, Moreno, Labru-
na, Pedernera: él y yo éramos hinchas de Ríver.
Tal vez hab16 de política. Era radical. La prime-
preferencias, y de eso uná lucha, casi un calco de crimen, que he olvidado. Mi palomita se precipi- ra mala palabra que aprendí en casa fue uriburu.
la competencia por el prestigio, pero aquí yo e.s- tó pe cabeza en el fuego. Dudando tal vez que la Después vinieron otras, fresco, pinedo, justo.
taba dispuesto a ir más lejos, a no conformarme lección moral bastara, Miss Jennie decidió com- Creo que de algún modo las identificaba ya con
con imposiciones externas. Mi rival era un chico pletarla con una lección física. Me hizo extender lo que nos estaba pasando, con el plato de sémo-
muy hermoso, inocente, menor que yo. Se llama- la mano y con una de esas largas reJ,!;las negras fi- la. Durante un largo rato fuimos muy felices,
ha O'Neill, un nombre de héroe y reyes, y no sólo leteadas de acero empezó a golpearme los nu- aunque lo veía apenado, ansioso de que le dijéra-
estaba en el grado de Mrs. T. sino en el dormito- dillos con fúerza, lentitud y método, contando mos que estábamos bien. Y, sí, estábamos bien.
rio que ella cuidaba mientras yo padecía bajo la cada golpe. Creo que si yo hubiera gritado, reti- Después supe lo mal que ellos lo pasaban. En rea-
férula de Miss Annie. No recuerdo en qué forma rado la mano, encogido un dedo, el castigo lidad estaba aplastado, no conseguía trabajo.
violé las reglas del juego, supongo que humillan- habría cesado. Pero me limitaba a mirarla, y eso Un día de noviembre o de diciembre vinieron a -
do a O'Neill en público. La próxima vez que la la sacaba de quicio, la enredaba y complicaba en buscarnos. Es curioso, pero no lo recuerdo quizá
encontré en el recreo, ella no me habló. Durante algo fatal que debía seguír. Cuando dijo "¡Diez'" por haberlo esperado demasiado. Hubo otras
días pasó a mi lado como si no me viera. Después y sentí el último reglazo sobre la anestesia de los mudanzas, buenas y malas. La felicidad no esta-
me descubro una tarde encerrado en un aula anteriores, la lecci6n estaba completa. Le habia ba perdida para siempre: s610 había que tomarla
llorando desesperadamente hasta que entró,_me perdido todo respeto: la historia de la cartulina con cautela, sin quejarse cuando se esfumaba de
abrazó, me consoló como pudo. Era una reeonc~i­ no era una representaci6n verdadera de lo ocurri- golpe. Empezaba a probar el sabor de mi época,
liación, pero también un final. ~e aparté poco a do, era falsa, incluyendo al Cielo y al Infierno y eso era una suerte. Sin ella uno podría deseen.:
poco de ella sin dejar de quererla. que se prestaban a semejantes patrañas. En ade- der al infierno, no ya montado en una palomita,
Mi nueva rn.a.estra de inglés. Miss Jennie, eul lante mis relaciones con Miss Jennie fueron suma- SiDO cargando un asno a la ~palda.

"Un nuevo tipo de


sociedad y nuevas formas
de producción exigen un
nuevo tipo de arte más
documental, mucho más
atendido a lo que es
mostrable" . 0-'
¡..

Rodolfo Walsh

una muchacha excepcionalmente bonita y algo


tonta. Para estimularnos en la vida había dibuja-
do en una gran cartulina blanca el Cielo y el In-
fierno: arriba, a la izquierda, estaba Dios Padre
con su barba flotante y los brazos abiertoS; abajo,
a la derecha, se desgañitaba Satanás entre horri-
bles llamaradas. En el espacio libre navegaba
una bandada de veinte o tremta palomas pincha-
das con alfileres. Se suponía que las palomitas
éramos nosotros; llevaban nuestros nombres y
testimoniaban progesos o fracasos escalando el
paraíso o precipitándose al infierno. No tardé en
encabezar la flotilla celestial y tocaba ya los fal-
dones del Creador cuando cometi algún horrible
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TELEVISA
LA DOBLE DERROTA
DE lOS ESTRATEGAS
elevisa es el resultado tanto de una estrate- diencia nacional había ganado algo en este cu- mo y se produjeron dimisiones en masa de los
T gia adecuada como de una falta absoluta
de estrategia; por una parte, la empresa
h~ desarrollo todo un proyecto bien calculado de
rioso trueque.
La doble batalla parecía destinada a crear en
el norte un clima de defensa de nuestro gobierno,
avasallados, y también una pérdida enorme de
credibilidad de los nuevos comunicadores.
A Televisa, de pronto, le habían retirado dos
expansión y, por lo otra, el Estado ha sido inca- y aquí democratizar una pantalla que había per- tapetes al mismo tiempo, y el suelo temblaba.
paz de oponerle un sistema de comunicación. dido credibilidad. Pero, de pronto, los dos &entes
Incluso aquellos gobiernos que parecían ame- se estremecieron. Volver a lo que no debió cambiar
nazar el futuro del sistema televisor, lo apoyaron
de forma sumisa y así, durante el sexenio de En TV no todo sirve para todo Los humillados estrategas de Televisa han co-
Echeverría, se permite el nacimiento y desarrollo menzado a pensar que lo mejor es no cambiar na-
de lo que hoyes el más impresionante grupo tele- La primera sorpresa para los estrategas de Te- da cuando se triunfa. Y ahora tienen que recom-
visor, conformado por cuatro canales, un sistema levisa fue observar que la teoría de que los televi- poner el sistema destruido.
de cable y toda una organización técnica de dentes fatigados ya no opinan, era incierta. Esto significa, sencillamente, abandonar por
altísimo nivel a la altura de los mejores del mun- Creyeron que podrían trasladar un noticiero el momento el plan de invasión de los noticieros
do. de la mañana a la noche, sin tener en cuenta la norteamericanos en español y recomponer el no-
Asegurada ya su fuerza dentro del país, e inca- audiencia diferente y también una cierta inercia ticiero de la noche en su canal más penetrante.
pacitado el Estado para oponer a Televisa un que acostumbra al rostro que nos"babla. Este Pero todo esto no se hace sin sufrir no sólo un
plan eficaz o un sistema comunicativo que no sea traslado de un sistema matutino de noticias a la descalabro emocional, sino también mostrar al
. una imitación destinada a jamás convertirse en noche, fue un fracaso y la pérdida, de pronto, de poder que todo el proyecto fue un desastre.
competidora, Televisa buscó afianzar su poderío ciertos rostros sorprendió e irritó a los televiden- • Pocas opciones les quedaban a los estrategas:
en Estados Unidos. tes: 1. Cambiar el noticiero de la noche, apoyarse
Y, de pronto, por vez primera, falla su estrate- Al mismo tiempo, nadie estudió un fenómeno en la pretendida liberalización de la noticia; ca-
gia y nos sorprende con una serie de desaciertos complejo y que resultaría fatal para Televisa: los locar gente detrás de las cámaras capaz de enten-
de una torpeza escandalosa. largos años de desarrollo del poderío, el manejo der que los tiempos cambian y que lo que ayer
de una riqueza desproporcionada, el triunfo dio triunfos, hoy puede dar &acasos. Hacer un
La doble batana de los noticieros constante, habían ido creando un comporta- cambio de rostros en pantalla, desarrollar una
miento altivo en todo el aparato humano del sis- técnica al servicio de una televisión más apegada
Los estrategas de la comunicación en Televisa tema. a nuestro tiempo.
sabían que los noticieros de su sistema comercial Acostumbrados a asustar a secretarios de Esta- 2. Mantener a los exportados fuera del país,
habían aplastado a la competencia que o&ecían do e imponer sus opiniones en el máximo nivel, empleando su oficio en desarrollar la anunciada
los canales oficiales. los especialistas en comunicación exportados a la agencia de noticias de TV. Iniciar una nueva
Los noticieros de los canales del Estado, mane- Unión americana, no podían, de pronto, cam- estrategia para convencer a los oponentes de que
jados por funcionarios incapaces de sacurdirse la biarse ni fingirse. no se trata de instalar en Estados Unidos un siste-
presión de los funcionarios censores, ya no eran ma de proganda al servicio del estado mexicano,
competencia para Televisa, pues habían perdido La negada de los vencedores sino de llevar a la comunidad hispana los nuevos
sus mejores y más convincentes rostros y cam- aires democráticos que comienzan a azotar a los
biado sus técnicos por causas baladíes. Al domi- Acaso no se trató tanto de que les molestara viejos sistemas corruptos en los países de Hispa-
nar Televisa el mercado televisivo de la noticia que el equipo mexicano pretendiera impo,ner una noamérica.
parecía que cualquier cambio que pudiera hacer- línea más conservadora y, sobre todo, más sumi- 3. Volver a poner las cosas como estaban antes
se en las pantallas no conllevaba riesgo alguno. sa al gobierno mexicano; sino que los latinos que de la doble y desastrosa estrategia.
Televisa podía, incluso, desprenderse en el habían venido manejando los noticieros de televi- Curiosamente, esta última decisión fue la ele-
territorio nacional del rostro más famoso y con- sión en español en el país vecino, chocaron fron- gida, aun cuando suavizada por maquinaciones
fiar en que quienes lo sustituyeran serían igual- talmente con la prepotencia de los recién llega- que no habrán engañado a alguien.
mente aceptados.' dos. . El rostro más famoso de Televisa vuelve a su
Mientras tanto, un equipo de bien probados Es posible que el enfrentamiento no hubiera si- pantalla anterior y procurará aparentar que su
servidores sería enviado a establecer, en los cana- do tan brutal si las nuevas teorías se hubieran retorno se debe a la incapacidad de quienes lo su-
les ya adquiridos en Estados Unidos, noticieros ofrecido de forma más hábil. Pero el poder no es cedieron, cuando lo cierto es que vuelve derrota-
cortados por el patrón que tan excelente resulta- hábil, sino despiadado con los conquistados. do en la más ambiciosa -de cuantas maquina-
do había dado en México. La invasión de los mexicanos ricos debió de ser ciones llevó a cabo Televisa.
La idea se vendió posiblemente al Estado, ase- un golpe, no tanto al espíritu democrático de los Hay que suponer, sin embargo, que todo lo
gurando que, al fin, tendríamos en Estados Uni- comunicadores instalados en las emisoras de ocurrido no es sino parte de una guerra total que
dos un sistema de información que tratara nues- habla españolá, casi todos procedentes de Cuba y aún no llegó a los extremos que los estudiosos de
tros problemas con cautela, incluso con una ab- todos, cabe imaginárselos, poco dados al progre- nuestra televisión ya predicen.
soluta fidelidad a los intereses supuestamente na- sismo; sino a su orgullo profesional. Es más que posible que poco a poco figuras si-
cionales. Esta promesa de llevar la noticia conve- Por lo que se sabe, los nuevos dueños de la noti- tuadas en lugares prominentes vayan cayendo, o
niente al norte, podía canjearse por la promesa cia hispana traían malas costumbres o malos há- sean reinstaladas en posiciones menos esenciales.
gubernamental de permitir una liberalización de bitos para quienes los estaban esperando. Lo que no aparece posible es que la televisión
los noticieros de Televisa. Los años de triunfo y de total imposición de oficial aproveche todo esto para intentar colocar-
Salió el equipo hacia Estados Unidos y, efecti- ideas y sistemas no facilitan el desarrollo de un se en un nivel que no sea el que ahora parece am-
vamente, se advirtió aquí una apertura que per- espíritu comunitario y participativo. bicionar: ser igual a la televisión comercial en to-
mitía, por ejemplo, ver en pantalla a los manifes- Los nuevos, de pronto, eran mostra<\os a la do.
tantes opositores al régimen. opinión pública como enemigos de todo sistema
De alguna forma podía pensarse que la au- democrático de opinión. El choque llegó al enre- Paro-Ignacio Taibo 1
40
Libros
(donde todo lo que nos dan son chochitos o gotas
de información casi siempre adulteradas) apare-
• ••• Excelente ce este libro que aborda con objetividad, aunque
••• Muy bueno desde una perspectiva oficial -que no oficiosa-
•• Bien el tan comentado asunto de los cambios, giros,
• Mejor no gastes tu lana reformas, viraje o reconstrucción de la Unión So-
• RegáUJselo a un enem4{o viética emprendida por el actual secretario gene-
Manuel Vázquez Mon- ral del PCUS.
talbán El primer acierto de Edua~do Montes es el ha-
La soledad del mana- ber abordado periodísticamente el asunto, es de-
ger (- ._.) cir, eliminó cualquier pretensión académica y
Germán List Arzuhi- México, Planeta, 1987 erudita, lo que inyecta al texto un ritmo atractivo
de BiblioteCa Policiaca. y eficaz, amén de sustantivo. Por otra parte, el
El movimiento estri- $2500.00 aspecto informativo se apoya en tres entrevistas y
dentista (_.) un apéndice, aunque habría ganado hastante
México, SEP/FEM, más profundidad, pensamos, si se hubieran in-
Nadie ha contado tan bien la España del post- cluido las "conversaciones con amigos moscovitas
1987 franquismo como sus novelistas policiacos. Y en-
Lecturas mexicanas y mexicanos residentes en la URSS" que mencio-
tre ellos, nadie mejor que Manuel Vázquez Mon- na Montes, y tal vez una mínima "investigación
(segunda serie, número
talbán. Y entre sus libros (apenas otro mejor) La
76) de campo" con el ciudadano común. (02)
soledad del manager. Un hombre muerto con
$650.00
, unos calzones femeninos en el bolsillo, es el punto
de partida para un recorrido nostálgico-gastro-
La obviedad cae por su propio peso: la historia la
n6miep-detectivesco por un país con mucho pasa-
escriben los triunfadores, lo mismo en la guerra
do y un discutible presente. Excelente. (pIT 11)
que en la micTohistoria de una huelga... y en la
guerra por el micropoder cultural.
Así, de la misma forma que el grito burlón del Alberto Ruy Sánchez
e$tridentismo tuvo su auge en la cúspide del radi- Los nombres del aire
calismo mexicano de los 30, cincuenta años des- (-)
pués los perdedores de entonces (el no grupo de la México, Joaquín Mor-
revista Contemporáneos) ocupan un lugar privi- tiz, 1987
legiado en el hábilmente maquillado panteón de
la cultura oficial. Sobre el estridentismo, despre-
cio y silencio aplastante. ¡Las vueltas que da la Relato lánguido e insensual (paradójicamente),
vida... y la poütica!
José Vicente Anaya de prosa aliñada que por momentos se contamina
Híkuri (••) de un lirismo prescindible si de estructura narra-
Al margen de los aportes o fracasos del movi- México, UAP, 1987
miento nacional más cercano a las vanguanlias tiva estuviéramos hablando, pero... no nos atre-
(Colección Asteriscos) vemos a ~nto; ni creemos que haya primado esta
europeas (especialmente los futurismos ruso e ita-
liano), la importancia de esta obra juvenil de List inquietud y objetivo en Ruy Sánchez. El texto
Arzubide radica en el aporte documental para Contra la opinión de los poseedores de la verdad tiene secuencias bastante logradas, principal-
una época que, afortunadamente, no termina de absoluta, la explosión demográfica de poetas en mente lo que son historias dentro de la historia (y
discutirse. 4
los años 70 trajo consigo una pluralidad de visio- que por contraste ponen de relieve la fragi}¡dad y
Quizá cabría terminar esta recomendación con nes y experiencias que ha provocado -tal vez de casi ausencia de esta última) y dos o tres momen-
un muestrario de gritos de guerra -no por inge- ahí el enojo- la desaparición en la práctica, en tos de la protagonista.
nuos menos provocadores- de los estridentistas: los versos, los poemas, los libros, de cualesquier Tensión, intensidad, tramado y malicia serían
¡MUERA LA REACCION INTELECTUAL MO- Centro de Irradiaci6n. las grandes ausencias de este relato que agustinla-
MIFICADA! ¡EL CLICHE ES LA SOGA DE Esta pluralidad no sólo puede verse en la múl- rescamente <:alificamos, al inicio, de lánguido e
LAS IDEAS! ¡CHOPIN A LA SILLA ELECTRI- titud de caminos que recorren los poetas nacidos insensual. (02)
CAl 1VIVA EL MOLE DE GUAJOLOTEI (CO)
en los 40 y 50, sino al interior de una obra:
eclecticismo, influencias ~contradictorias" y una
mareada resistencia, en muchos. casos, a ence-
rrarse en les comodidades del t:3tilo.
De todo esto nacen voces propias. Y de la con-
tracu.ltura de los 60, la influencia be4t y la lectu-
ra renovada de clásicos distantes en época yespa-
cio (de San Juan de la Cruz a la poesía cruna; de
Holderlin a Artaud, de V1l.Üejo a Huerta), el tra-
Alfred Bester bajo de José Vicente Anaya (Chihuahua, 1947).
Carrera de ratas (••••) HíIruri es a un tiempo el viaje interior por los
desiertos de un ceremonial tarahumara y la re-
- México, Planeta, 1987 Süvia Tomasa Rivera
vuelta tenaz frente al universo masificado; la ta-
Biblioteca Policiaca Apuntes de abril (•••)
$2500.00 lla de "escrituras hechas y deshechas" y el golpe
verbal que testimonia: "¡BUSCO .LUGARES México, Universidad
QUE NO EXISTENl/ mi generación lo ha proba- Veracruzana, 1986
Una demostración más de las posibilidades de la do todo". (CO) (Ficción)
n~vel~ p?li~~aca, a ca~g~ del gran ~a~ ~ la
Clenaa-fICClon, que tímJdamente lDCUrSlono en Poeta que no se desgarra no es poeta. ~i1via To-
el género por única vez en 1952 y fracasó por lá masa todavía está a salvo de convertirse en un
persecución ~, el mal gusto editorial y personaje y sigue siendo capaz de tomar el riesgo
la apatía de los lectores norteamericanos. de sus palabras. En los poemas de este libro vuel-
El libro es una novela juguetona, llena de gui- ve a la pasión y a la garra que mostró, sobre to-
ños al lector y estupendamente bien narrada, en Eduardo Montes do, en su primer libro: Duelo de espadas.
la que uno no sabe bien a bien a quién temer, si, La URSS de Garba- El amor, su ausencia en las calles de nuestra
como dice Bester "a la macana del criminal o a la chov (•••) ciudad, lo mismo que la grandeza del mar y el
pesadilla del neurótico". Excelente rescate de un • México, Ediciones de encuentro de los amantes conforman la temática
libro que debió haberse leído en español hace 30 Cultura Popular, de los desgarbados y auténticos poemas de una
años. Buena recreación del ambiente televisivo 1987 veracruzana entre nosotros: "vivir en la ciudad!
en Nueva York cuando el medio estaba naciendo $1800.00 es como un sueño largo/ uno no sabe nunca!
(podrían hacerse interesantes extrapolaciones cuando va a bostezar/ y empieza a despertar...
con Televisa). '(PIT I1) En esta "homeopática" sociedad en que vivimos (VR)
41-
sado de las inmediaciones de la bahía, niega el
A MANERA DE INDICE.•. permiso para los esponsales y maldice a Acatl, in-
vocando a sus dioses para que lo hechicen. Acatl,
entristecido, llega al refugio donde había nacido
LA CASA poco entender, ya que no eran mexicanos, pero, y dando paso a su desüusión, sin saber que con
según yo, se fijaban de inmediato en mí y queda- ello se rompía el hechizo, lloró tanto su amargura
ólo cuando había ciclones cerraban esa

S
ban marcados para siempre. Según yo, yo era es- que las lágrimas incontenibles de sus ojos hume-
puerta -plegadiza de persiana. Tres ba- pecial. Según mis hermanos, era recogida.' No
tientes de cada lado. O a lo mejor siempre era posible que fuera tanto más morena que ellos. decieron su atlético cuerpo, que POCO a POCO se
por la noche, no me logro acordar. Los niños no y además fea, añadian.
fue deshaciendo, derritiéndose completamente
se fijan en esas cosas. La noche es la cama y todo ¿Era delgada mi madre, o gruesa? No recuer- para convertirse en un charco de lodo; no de san-
lo que se piensa mientras llega el sueño. Ese día, do. Se murió tres años después de aquel ciclón. gre. .. de ahí, como hijos suyos, brotaron unos
no obstante, había ciclón, la puerta estaba cerra- Era una presencia que tenía que ver con esa' reali- carrizos.
da en plena mañana y yo, luego de haber estado dad que yo estaba descubriendo. La sombreaba, Quetzalcóatl, furioso por el daño que le ha--
en cama no sé cuántos días por el sarampión, la hacía cálida, emocionante y bonita... o la im-' bían ocasionado a su protegido, castiga a los yo-
había recibido permiso para levantarme y andar pedía, como en ese momento en que de pie, en el pes en la persona de Quiáhuitl, convirtiéndola en
por la casa. quicio de la puerta de mi cuarto, me tapaba la una nube. Una tarde, la nube penetra por la bo-
Era Acapulco, 1950, 1951. Miguel Alemán era sala. Y sus palabras producían apenas un viente- cana a la bahía y, habiendo localizado lQS carri-
el presidente de México entonces... Tenía yo unos cito sobre mi cabeza. Su tono me sobresaltaba le- zos, hijos de su amado Acatl, la fUria y los celos la
seis... siete años; mi hermana todavía tartamu- invaden, por lo que se arroja sobre ellos en forma
vemente, pero como que no tenía que ver conmi- de tromba, destruyéndolos y arrasándolos para
deaba -lo que era irritante- y mis dos herma- go, si yo apenas me había levantado.
nos mayores me deslumbraban porque eran hom- morir en el lodazal y fundirse en Acatl, compar-
bres. ¿No es cierto que cuando uno estaba enfermo tiendo así su destino.
recibía un trato muy privilegiado? El papá traía
-Andar por la casa -dijo mi madre-, y mu- regalos: lapiceros transparentes o cuadernos para
cho cuidadito con salirte a la terraza. LA ESCU~l'EZ
iluminar. Los hermanos bajaban el tonito; se aso-
La lluvia chicoteaba contra el mosaica. Las lu- maban como azorados e intentaban ser amables.
ces estaban encendidas. No me acordaba cómo in adornos. Sin ambages (¿qué es ambages?).
era todo en la éasa; tantos dias oyéndola existir
desde mi cama, imaginándola sin mí. Extrañán-
dome. La figura de mi madre me parecía muy al-
En la comida venían siempre sorpresas y no tenía
uno que comer betabeles nunca. Ni poros. Mu-
cha gelatina, eso sí, y cariño un montón.
Lo hacían a uno sentirse importante y medio
S Siempre tiene que ser en plural y quiere de-
cir rodeos o caminos intrincados. Rodeos de
palabras o circunloquios. Siempre me ha resulta-
ta, ancha y severa cuando me alzaba la cara por heroico. Especial. do una palabra de tono ocre y un poquito abolla-
la barbilla para repetirme: no vayas a salirte a la Por eso en cuanto mi madre se quitó de enfren- da. En fin. Le dije a Juan que 10 que me caía bien
terraza. Me tapaba la visión que estaba a punto te, me fui derecho a la puerta que daba a la te- de él era su escuetez. Su total y absoluta escuetez,
de tener: la sala, el comedor, el aparato de radio rraza. No bien había puesto la mano en la manija que corno tal no está en el diccionario, pero no le
tan grandote y pesado. RCA Víctor. Tenia ganas cuando sentí el coscorrón. La miré sin palabras, hace. Y me respondió: Pues qué lío. Casi todo no
de irme a ver en el espejo de cuerpo entero que extrañada, dolida. Y ante su reclamo: ¿No fue lo es más que palabras, y éstas se organizan a volun-
había en el cuarto de mis padres. Cuando nos ser- primero que te dije?, sentí la áspera forma del si- tad. .
vían panecitos fritos con la sopa de habas, corría lencio. Esa vez fue áspera. De acuerdo, pero hay de organización de pala-
a ese espejo para tratar de verme el sonido cra- bras a organización de palabras. Vamos a ver...
queante que hacen cuando uno los mastica. Ima-
ginaba ahora que iba a poder ver mi ausencia de
ACAPULCO JUAN
la casa. Ver, sobre todo, la terraza con su balan-
cín gris en el extremo izquierdo. Afianzándonos a leyenda cuenta que una tribu yope que amina muy erguido y muy viendo de
del tubo que sostenía el toldo, un pie en el asiento .
y otro en el respaldo, jugábamos a ser cobradores
de camión. En muchos días no había visto todo
L se había establecido en las inmediaciones
de la bahía se ve atacada por otra de ori-
gen náhuatl, que los derrota y los obliga a huir.
C frente. Rarísimo que "eche una ojeada" a
los lados o para atrás. Si la conversación
no le interesa, es paciente, se deja estar lJ,usente,
ese espacio para correr; me impacientaba mien- La tribu náhuatl era nómada, por lo que transi- fija la vista en un punto indefinible que al cabo
tras mi madre me acababa de alisar el pelo cho- toriamente se establece en el lugar que arrebata- de un rato uno percibe corno tÚDel en el que Juan
rreante aún. Repitiendo: no se te ocurra salirte a ra a los yopes. Durante su estadía en la cuenca de estuviera dormitando. Si la conversación le irri-
la terraza. la bahía nace Acatl, hijo del jefe de dicha tribu, ta, se va. Da la media vuelta y se va. Aun si él es
Abata comprendo que tanto espacio vacío se quien lo encomienda a la protección de Quetzal- el interlocutor. Le irritan sobre todo las conver-
debía a los problemas económicos que mi padre cóatl. Los nómadas abandonan el lugar que ocu- saciones con fondo moral o ideológico. Esas don-
tuvo siempre. Pero si hay que comer, un niño es paran, en busca de otros sitios de caza. Trans- de se emiten juicios. No sé, dice lacónico cada vez
feliz con lo que sea, de manera que tan mal no es- curren los añoS'}' Acatl, con el consentimiento de que se le pide una opinión en esas circunstancias.
tábamos, y para mí la terraza con las dos jardine- su padre, parte en busca de su futura esposa, y en Esto es 10 que me pareció cuando lo conocí: so-
ras que flanqueaban la entrada era el paraíso. su peregrinar llega al sitio donde se encontraba berbio, pedante, egoísta. Mata niñitas en los bos-
También quería ver el hotel que había enfren- una tribu y se enamora perdidamente de Quiá- ques, de ahí su aire de gran bondad. Frustrado.
te. Ver si había turistas, para impresionarlos. Se- huitl, la hija del jefe, sin saber que pertenecía a Fracasado.
gún yo los impresionaba con mi agilidad, con mi la tribu yope que su padre había derrotado. Un día sospeché que a 10 mejor no. Lo invitáa
aire misterioso, o con frases que sonaban bonito El padre de Quiáhuitl, pOI: el odio y rencor que la novela y aceptó.
-que no podían oír, ya que estaban lejos, y tam- tenía contra el padre de Acatl que 10 había expul-
DISTRITO FEDERAL
desamor, podría haber puesto como
Un adelanto
O titulo. Distrito Federal, nombre imper-
sonal y frío, pero sobre todo ambiguo.
Los provincianos que llegan a él tienen que dejar
de su novela atrás sus costumbres cálidas, sus tonos, sus gestos,
sus afanes incluso. Su identidad, en una palabra.

MARIA LUISA El desamor. No el no amor. Porque amor sí se


puede sentir por el D.F., cuyo ~o: Défe, es
bastante lindo. Cuyas calles son entrañables bajó

~ PUGA: cierta luz. Cuyas esquinas no se olvidan nunca


poI más que las rebanen los ejes viales, las depen-
dencias del PRI o los ljoscos de la SEP, esos que
están siempre Cerrados ,,-vn l.'1IÍldado.

LA'FORMA Un amor, sin embargo, que se apartó; se reco-


gió en sí mismo a la espera de que 10 amado vuel-
va a sus cabales. Una nostalgia trepidante que,
como todas las nostalgias, hay que poner ecuáni-

DEL memente a un lado para seguir viviendo. Una


forma amistosa de humanidad, no heterogénea,
pero posible, bienhurnorada, que al convertirse

SILENCIO
en abuso se volvió irritante, agresiva... humillan-
te.
Una ciudad que uno ama y odia. Una ciudad
42
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de cuatro páginas de publicidad en colores
no ha sido escaneada.
Aunque hay un lapso en la paginación,
no falta ningún texto.
que no es ciudad, pero sí el pasado de todos no- bien abierto el libro y derechito, procedí a hacer
sotros y nuestro irremisible presente. El caos que la adaptación del primer capítulo. Era cosa de ir
hay que enfrentar para que no nos mate. buscándole equivalentes a todo: desde el paisaje
yel clima: Londres - Distrito Federal (aunque en
EL PAIS esos años no había todavía metro), hasta los per-
sonajes.
a primera vez que tuve conciencia de esta Difícil asunto.

L palabra fue cuando por c~iripada me die-


ron un premio en la escuela. Estaba en
cuarto de primaria, en ~capulco. Hacía calor y
Había cosas en las que se podía lograr una si·
metria perfecta: las parejas, los solitarios, los
viejos. Pero qué arduo encontrar la equivalencia
en las situaciones, en las preocupaciones. Vistos a
la maestra -cuyos blusones eran desesperada-
mente parecidos- se paseaba de arriba abajo la luz de México, los personajes resultaban si no
por el salón, hablándonos de España. La clase bobos, lujosos hasta la irrealidad, y sus afanes
era de historia. De repente, interrumpiéndose en una monstruosa pérdida de tiempo.
seco, nos miró acusadoramente y lanzó una pre- Al esforzarme porque mis personajes se preo-
gunta. No recuerdo cómo la formuló. Sí me cuparan de lo suyo, se me disparaban en direc-
acuerdo de que no la entendí, como tampoco es- ciones tan opuestas a la que marcaba mi novela
taba entendiendo la clase. Pero de entre ese espe- modelo, que los dejaba a medio camino para in·
so y monótono rumor que eran sus palabras, al- tentar meterme por otro ángulo. No entendía por
gunas, como piedritas, se me iban quedando en qué si la novela modelo me había calado tanto,
la conciencia. Alcé la mano y dije: visigodos. ser el titular fulano del pasaporte número tal, cu- me resultaba imposible hacerla real en México.
Correcto. Y me entregó el álbum de estampitas. ya pertenencia le garantiza una nacionalidad y Acá nadie tenía esa obsesión por el individualis-
Monografías eran. Cuatro estampas por línea. todas las prerrogativas que ésta confiere. mo, por ejemplo. Si ponía a dos de mis personajes
Cuatro países por página: mapa, historia, escu- Y, claro, los deberes también. a discutir, el derecho a la libertad interior, diga-
do, bandera. Cuatro estampas hacían un país. Pero que en cuya cara azotan a diario los malos mos, y simultáneamente trataba de llenarlos de
Cada país era distinto. Las estampas se compra- humores de nuestra organización social. Que a paisaje, de ruido cotidiano, de transeúntes perci-
ban en las tiendas. Las tiendas eran todos aque- veces cae víctima y desaparece de la faz de la bidos al pasar -de reojo, como dicen-, era tan
llos locales en donde se vendía lo que a uno le in- tierra sin dejar rastro: quemado, aplastado, desa- arrasador e incontrolable lo circundante que,
teresaba: dulces y estampas. Juguetes pocos, ya parecido, o sencillamente no tomado en cuenta cuando me daba cuenta, tanto ellos como yo mi-
que éstos, por ser más caros, se vendían en otro allá, en su cerro, entre su basura. rábamos boquiabiertos la calle.
tipo de negocios. Las tiendas, pues, eran las mis- Ese yo que aparece en cualquier parte de la Pero, me recordaba, no tengo que hacer una
celáneas. República, en cualquier paísaje, en cualquier novela igual, qué chiste. Quiero hacerla equiva-
Con las estampas venían unas bolitas de chicle. curva de la carretera. lente: O sea, la equivalencia entre un londinense
Abrir la bolsita, meterte el chicle en la boca y, Un yo que supuestamente vota, ¿no, Juan? y un defeño. Hyde Park y el parque de Chapulte-
balanceándote en ambos pies, ver: la tengo, no la -Hmm. peco ¿Por qué no? Un londinense y un defeño son
tengo, la tengolatengola tengo. No la tengo. humanos ambos, con pternas y brazos. Yen el ca-
Cuando me tocó la primera de México sentí: LA NOVELA so de los parques también es lo mismo: pasto, ár-
yo. Yo. Soy yo. La bandera de los desfiles, de los boles, bancas.
lunes antes de entrar a clases, de los eventos de- na novela puede ser una manera de poner- Me fijaba entonces en los diálogos de Contra-
portivos. La bandera de las composiciones: "Ban-
dera querida, bandera adorada....., que tenía y
no tenía que ver con uno. El águila del escudo.
U se en las cosas para entenderlas, para re-
construirlas o reorganizarlas. Para, recor-
darlas o conjurarlas. Es una manera de ser que
punto que transcurren en un parque, y luego
procuraba imaginarme uno en Chapultepec (en
el bosque viejo, en donde uno encontraba tanto
y luego comparar: la bandera de Alemania, la dura lo que dure esa novela. Exige cosas que a lo español viejito añorando la madre patria, o las
de México, la de Birmania, la de México, la de mejor uno habitualmente no hace. Imprime cu- parejas de novios muy abrazados, o los niños en
Suecia, la de México. Nunca me ocurrió desear riosidades y percepciones específicas (que se re- sus bicicletas). En el parque en Londres habría lo
que la mexicana tuviera otros colores, otro dise- cordarán luego como una etapa pasada). Desata mismo: niños, parejas, viejos tristes...
ño. Era, punto, y yo era mexicana, aunque la un lenguaje propio, cuya dirección uno no tiene Pero no, no se podía. Algo distraía inevitable-
historia de México comenzara en la escuela con más remedio que seguir para ver qué ha sucedido mente la atención: una irregularidad que Con-
un "Al llegar al Estrecho de Behring.. .", y a par- en esa escritura. trapunto no destilaba. Una falta de homogenei-
tir de ahí ya no tuviera nada que ver con uno. Claro que además existe U:la intención propia dad. En Londres todo era parte de un todo -con
de construir algo específico, y con tenacidad y sus diferencias, sus seres'infelices, feos o ruines.
YO obsesión muchas veces se logra. Pero lo mágico Sus personajes maravillosos, bellOs o elegantes.
de la novela como género es que es como si uno En el D.F. habia lo mismo, pero como en mu-
l horror a una confrontación con uno mis- escogiera un pedazo de la realidad para acercár- chos niveles. Del más rudimentario al más sofisti-

E mo. El penoso esfuerzo por reconstruir


una historia propia de la que el noventa
por ciento no tuvo nada que ver con uno. Y des-
selo y verlo de a poquito, y al hacerlo uno está
moviendo, alterando algo que yace invisible, co-
mo dormido, y que al ser despertado se levanta y
cado, y no se integraban. No eran un todo. Eran
tan distintos todos que no coexistían, sino que es-
taban contenidos en un mismo espacio muy al
pués reconstruir la historia de cómo luchó' uno habla... o se pone a existir, como se prefiera. azar.
por apropiársela y se quedó con la certidumbre Hay novelas en las que ese algo se despereza El viejito' esp(Úlol en Chapultepec no era un
de que nadie, ni uno mismo, pudo nunca. Esas amodorradamente para acomodarse en la con- viejito simplemente, sino un viejito español que
historias del yo son siempre recuentos de la victi- ciencia de quie~ escribe. Hay otras en las que lo lloraba por la Guerra Civil. ¿Y el viejito mexica-
mización de la que uno ha sido objeto. De la que sucede es que, sin querer, se ha desatado una no? O pertenecfa a la clase acomodada y no se
enorme incomprensión que ha tenido que sufrir furia inquieta y vehemente. Una burla a veces, o sentaba solo en un parque, o pertenecia a la desa-
uno siempre. Y todas las victimizaciones, todas una \ernura. De antemano no se sabe nunca, y comodada y mendigaba. ,
las incomprensiones han sido, son, equivalentes. todo puede suceder. Por eso el novelista es como No se podía, no se podía...
Un yo que en la relación afectiva, por ejemplo, un mago ciego, que a su paso tanteante va encen-
se dice ilusionado e ingenuo, con la confianza de diendo luces y titilaciones que no puede ver. LA CRISIS
por fin estar siendo escuchado, entendido y, so- Cuando escribí mi primera novela (que nunca
bre todo, amado. terminé), pensaba que de lo que se trataba era de e desestructuran las cosas: la pareja, la fa- 1
Un yo mexicano, pues, por qué no, si aquí nos
tocó vivir y no es grave, como dijo Carlos Fuen-
tes; un yo que camina al pie de los murales de Ri-
escoger una estructura que a uno le gustara y
luego, simplemente, llenarla con historias pro-
pias; con tonos propios. Muy parecido a la mane-
S milia, la-sociedad, el pafs. Se viene abajo
todo en un torrente de palabras inútiles, ca-
da vez más especializadas; más secas e in-
vera y Siqueiros, por el zócalo, por el museo de ra en que uno alquila un cuarto. Este ha sido vi- comprensibles; más ajenas al sentir humano. En
Antropología, por la Avenida Reforma. Que vive vido por muchas vidas anteriores, cada cual muy los años cuarenta la segunda guerra sacudió al
en la colonia Agrarista, que visita las pirámides o específica. En ese sillón se han apoyado mil cabe- mundo. En los cincuenta el plástico lo llenó de
pasa por el arco del monumento a la Revolución. zas para pensar en mil cosas. Ahora le va a tocar esperanza. En los sesenta fue el amor. En los se-
Que desde la carretera contempla la implacable ' 'a uno. Si con un ~ ,de suerte el cuarto es lim- tenta la muerte hizo nuevamente su aparición. Y •
extensión del D.F., o que se pierde entre la multi- pio, casi casi se siente un desafío juguetón: a ver en los ochenta la crisis. Las palabras suenan a ya,
tud de la terminal Taxqueña. Que recorre 36 ho- qué sabes hacer tú; yo ya he visto muchas cosas. dichas, ya probadas, ya fallidas. El ser humano l
ras en camión para llegar a su ciudad de origen, o Si, por el contrario, es medio sórdido, lo único sigue igual de vulnerable que siempre. I
que se pasa cuatro atorado en el periférico de la que ofrece es el lado ruin de la condición huma- Las madres dicen sensatas: así está el mundo:
ciudad. na: lo que de muerte van dejando los otros a su patas parriba. Los padres hablan de la ineficien-
Un patriótico yo que aprendió a cantar el him- paso. cia de los gobernantes y l~ hijos sienten que ellos
no nacional desde niño, y supo de Morelos, de la De manera que tomé Contrapunto, de Aldous son los únicos que se dan cuenta de que la vida es
Corregidora, de don Miguel Hidalgo. Que llegó a Huxley y, colocándomela muy de frente, muy una mierda •.
47
HARRY
BELAFONTE
Seis horas
de televisión
para los .: .
- ....
.... ..
......
Mandela ....
....~

Ha eatado presente o ha hecho llegar su apoyo


solidario en innumerables oportunidades: iunto
a Martin Luther King, en los inicios de Miriam
Makeba y su lucha contra el apartheíd, a la par
de Nana Mouskouri en la triste noche de los coro-
neles griegos, en el proyecto ambicioso de "SOmos
el mundo", o en las distintas campañas contra el
hambre, en su &todos Unidos natal, a nivel in-
ternacional o regional. Firme en la brecha, siem-
pre se ha contado con él.
Harry Belafonte, el intérprete y rescatador de
gran parte del folklore caribeño, anda metido en
otra empresa de no menor envergadura: la reali-
zación de una miniserie televisiva, de seis horas
de durací6n, destinada a rescatar la personalidad
-rica y apasionante- de los esposos Nelson y
Winnie Mandela.
Rica y apasionante personalidad signijicQ tam-
PARTE DE MI ALMA·
bién, en buen romance, la historia de esta pareja
en términos desgarradores, de lucha y sacrificio
constante, de permanente riesgo y acoso, de un
Winnie Mandela
sin fin de inconvenientes, casi podría decirse que
cotidianos. l último día del juicio de Rivonia el estado sujetaba, después que su padre y los otros hom-
El cantante norteamericano, como tanta otra
gente, ha confesado la profunda conmoción que
le provocó la lectura del libro de Winnie "Parte
E de ánimo era absolutamente extraordina-
rio. La atmósfera en el tribunal era extre-
madamente militante, aunque por supuesto ha-
bres habían sido considerados culpables. Esperá-
bamos afuera, hasta que ellos fueran llevados a la
Prisión Central de Pretoria, para decirles adiós,
ile mi alma", mismoen el que tienen cabida los bía lágrimas por todas partes, pero no lágrimas por última vez. Había miles de personas. No era
capitulos más conmovedores de la vida de ambos de desesperaci6n. Hubo canciones y consignas de posible que los familiares se acercaran a los acu-
protagonistas, muchos de ellos signados por in- libertad. "Apoyamos a nuestros líderes", "Abajo sados. La gente trataba de empujarnos al frente,
terminables periodos carcelarios o de los procesos el racismo". Recuerdo a Alan Paton hablando para poder tocar las manos de los acusados por
previos conducentes a la prisión. por la mitigaci6n de la sentencia. Era tan since- última vez. Era desesperanzador. Estábamos en
Es en base a esta obra que Belafonte se ha1l4 ro, un verdadero colega político; nunca lo olvi- mediodeesta gran multitud. Yo tenía cogida aZeni
preparando esta producción, contando con la ac- daré por eso. Esperábamos que los hombres fue- por la mano y Zindzi estaba en mis brazos, cuan-
ttuJCÍÓn de Sídney Poitier en el papel de Nehon ran sentenciados a cadena perpetua -conocía- do alguien me tocó el hombro, y ¿qué vi? Era un
Mandela, Jane Fonda en el de Mony Blackbum, . mos las leyes-. Ellos no podían correr el riesgo policía alto, miembro de la Dependencia de Se-
quien juera dirigente del Block Sash, un movi- político de colgar a la direcci6n: los ánimos esta- guridad, que dijo: "Recuerda tu permiso. Debes
miento de mujeres blanC08 en Sud6frlca.. las que ban tan caldeados y la presi6n internacional era regresar a Johannesburgo a las doce en punto".
se han unido para oponerse al sistema del apar- tan favorable que el país hubiera ardido. Allí estaba yo con mi pueblo, cantando el Himno
theid. El personaje de Pieter Botha, es muy pro- Pero por supuesto, trajo como resultado un Nacional, y este hombre, con su mano en mi
bable que sea interpretado por Marlon Brando, y sentimiento de desesperaci6n.. Sabiamos que hombro, recordándome que tenía que estar de
aún no 8e hallaba resuelto quién protagonizaría a nuestros líderes se iban, y ¡cuán difícil seria re- vuelta en Johannesburgo. Todo lo que pude ha-
Winnie Mandela. agrupar y reorganizar la resistencial Cuando una cer fue ignorarlo. ¡No te imaginast ¡El último
La mayoría de las figuras convocadas por Be- lucha es clandestina, significa un nue.¡o patrón díat Mi esposo sentenciado a cadena perpetua y
lajonte, que generalmente perciben fabulosos ho- para la propia vida y un nuevo concepto para la yo tengo que pensar en términos de permiso Y en
norarios, se han romprometido a trabajar por ci- perspectiva y pensamiento político del pueblo. Es la hora del día.
fras exiguas y casi simbólicas, tratándose de mucho más dificil concientizarlo en esas condi- • • •
estrellas como las que se han mencionado. Con- ciones. Sabíamos que nos esperaban tiempos ho-
viene arotar que, antes de emba'rcarse en este rribles, Si lees los expedientes del tribunal de la época,
proyecto, Belafonte roA8tllt6 con los esposos Ese último día del juicio fue una expresi6n de puedes ver la menci6n sistemática de mi nombre
Mandela y étJtos le dieron su aprobación. La ma- la determinaci6n del hombre negro de obtener su por parte del gobierno: las preguntas sobre toda
yor parte de las locacione3 seleccionadas se hallan libertad. la gente con la que yo tenía contactos.
en Africa y, dentro de ella, en Zambia, donde el Una de las cosas más inolvidables fue la inter- Peter Magubane, el fotógrafo, por ejemplo, no
presidente Kenneth Kaunda prometió su colabo- pretación de canciones de libertad y del Himno fue confinado porque fuera un riesgo de seguri-
ración. Nacional -"NICosi Slkelel'i.-Afrika"- como de- dad. La idea era que él DO se pudiera comunicar
El realizador y cantante ha expresado que no mostraci6n de buena voluutad para nuestros li- con nosotros, y por consiguiente, no pudiera ayu-
se 1rllta solamente de una muestra ft1mica de cor- deres. Durante años ellos han confirmado que ese dar a los niños. La razón por la que Magubane
te poUtico, sino que también habrá de abordar tipo de demostración significó mucho para ellos. pasó mucho tiempo en prisi6n fue sencillamente
los aspectos humanos e inhumanos de la vida ba- Cuando se va a prisión, se tiene que extraer inspi- porque le dio mucha ayuda a las hijas de Nelson.
;0 el aparlheíd, osi romo de una historia de amor raci6n del recuerdo que se deja' atrás, y el estado Su relación conmigo fue presentada como polí-
.tan projundo como la de Nel«m fJ Winnie, ubica- de ánimo de Nelson y sus compañeros ha seguido tica, pero la verdadera razón era castigarlo por
da en el marco del brutal contorno ~ . siendo ~ejo del que rein6 ese día. Allí supimos eso, en forma tal que nosotros sufriéramós indi-
Mientras aguardamos la culminación de esta que obtendríamos nuestra libertad. Y que ésta rectamente. Eso es lo que les han hecho a todos
miniserle de televlsi6n, las &eis horas que deberán era una de las fases temporafes por las que tenía- los que han venido a darnos ayuda. Ni la abuela
raumir innumerables sU1uJciones protagoniza- mos que atravesar. Pero había que admitir que -Helen Joseph- sufri6 tan malignos ataques
d4I por los Mandela, ofrecemos varios tNlrrKM ro- fue un terrible revés para nuestra lucha. Fuimos antes de que se vinculara estrechamente a noso-
mo adelanto del libro "Parte de mi alma". M~ allí resignados; sabiamos que regresarlamos sin tros. Esos ataques aumentaban y se hicieron más
chas de estas porciones, seguramente, habrán de nuestros esposos o hermanos. y más insoportables a medida que yo me acerca-
tran8formane en ~ del filme dirigido ba a ella y la trataba como una madre, que con el
por Belajonte. • • • tiempo fue para mí. Ella sufrió mucho. Simple-
• mente es un ejemplo, pero esto le ha .ocurrido a
Zindzi tema cuatro años y Zeni cinc:o. Yo las todos los que se acercaban a nosotros.
• • • Yo no se como caí sobre su cuello. Todo lo que re- TESTIMONIO DE LA WJA ZINDZISWA,
cuerdo es que lo agarré, y lo tire contra el piso, ZINDZI, AL RESPECTO DE WINNIE MAN-
y lo primero que quiere hacer NeIson cuando que es lo que se merecía. Lo recuerdo con las DELA:
salga de la prisión, es viajar al campo para ver a piernas levantadas al aire, gritando, y el armario Ella es una persona muy dulce, pero cuando se
su pueblo, para ver las montañas y respirar el cayendo sobre él. Así fue como se rompió el enfrenta a la policía su ira se convierte en algo in-
aire fresco. El amor a su cultura, el amor a sus cuello (después se recuperó). Yo no sabía que la fernal.
tradiciones, el amor a ese país es muy fuerte y mitad del ejército estaba afuera. Me llevaron en Mi madre nos ha hecho fuertes. Una vez ante
verdadero. Está trabajando para liberar a su un carro -seis de ellos- con una media puesta y un tribunal, cuando mami fue declarada cul-
pueblo porque lo ama mucho -recuerda a un un zapato. ¡Fui así a la prisión! pable, creo que fue en 1971, comencé a llorar.
comerciante a quien estaba acostumbrado a com- Allí dijeron que yo me resistía al arresto. A Ce- Cuando salimos me dijo: "Nunca debes llorar,
prarle cuando niño, en la pradera del Transkei- orge Bizos, nuestro abogado, yo lo escuchaba ro- porque les das satisfacción si haces eso".
y entonces está ese río lleno de árboles que ellos mo si fuera mi padre. Me trata de la misma for- Cuando se vive con alguien como mi madre, se
llaman Kei, alIado del cual él se sentaba y medi- ma que NeIson. Tiene la misma autoridad sobre aprende a vivir sin temor. Me siento totalmente
taba con los ancianos. Extraña todo eso, terrible- nosotros. El me dijo, fuera del tribunal: "¡Quiero inmune ante esta gente y sus amenazas. Simple-
mente. Para él, liberar a su país sería reconquis- que te comportes como una dama frente al ma- mente continúo con lo que estoy haciendo.
tar ese sueño, verlo como lo vío cuando niño. gistrado y no como una amazona!" Nelson siem- En una ocasión, cuando se le permitió a mami
Se le permitió cultivar en la isla, la única cosa pre me dijo una de las cosas en la que NeIson y que viniera a Orlando, a pasar ~ fin de semana,
que podia hacer en una forma relajada. En una George concordaban: "¡Zami eres completa y la Policía de Seguridad verificó si ella habia par-
ocasión, NeIson me escribió una carta sobre una totalmente indisciplinada! ¡Necesitas controlar- tido a tiempo hacia Brandfort. Irrumpieron en la
pequeña rama de un árbol. Puede escribir un li- te!" Yo no creo que soy indisciplinada. Pero hay casa -nuestro perro los atacó<--, y ellos comen-
bro completo mirando esa ramita. Tenía unas que utilizar el idioma que ellos entienden: para zaron a disparar, pero yo los ignoré y simplemen-
cuantas plantas de tomate, e inadvertidamente tener paz, hay que ser violento. te continué colgando la ropa lavada. Cuando vie-
dañó a una de las que quería mucho. Escribió dos nen ahora, simplemente tocan a la puerta y tiran
cartas (no te puedes exceder de las 500 palabras). • • • piedras al techo. Y cuando hacen llamadas tele-
La primera carta de 500 palabras no fue suficien- fónicas amenazantes y obscenas, les cuelgo.
te. Describía la belleza de la planta de tomate, Muchas veces cuando las niñas regresaban de Si ahora recibo una llamada telefónica en
cómo crecía y crecía, cómo podía darle vida por- la escuela, encontraban la casa cerrada y tenían Swazilandia, y me dicen que mami ha sido arres-
que la cuidaba, y cómo sin darse cuenta la dañó que buscar en el periódico, para ver si yo estaba tada, yo digo ¿y qué? Pero era duro cuando está-
y sus sentimientos cuando murió. La sacó de la detenida. El director de la escuela las llamaba y bamos más pequeñas. En realidad, la mayoría de
tierra y lavó sus raíces y pensó en la vida que pu- les decía: "Miren,.no se preocupen cuando vean mis amistades tenían miedo de visitamos en casa.
do haber tenido. en el periódico que su madre está detenida otra Hay personas que han sido arrestadas después de
vez". Nunca conocí a ninguno de esos maestros visitarnos. Mi esposo me ayudó mucho porque él
No IJle puede escribir de política. En cartas ro- de Waterford, que realizar.on el gran trabajo de no tenía mieG.,. de ir a nuestra casa.
mo esa, puedes imaginar lo que siente sobre cier- enseñar a mis hijas. He sufrido como todos los niños negros, de ma-
tas cosas. Se puede .comparar eso con un niño que
Como una fórmula de compensar, la persona nera que tengo cierto deber y papel.que desempe-
crece en una situación política como ésta: en la
trata de hacer todo lo que se puede por los hijos y ñar en mi propia sociedad, independientemente
que uno, como padre, le da todo lo que puede,
quizá hasta se hace demasiado, porque se quiere de ser la hija de Mandela. No puedo entender a
cuida esa vida, la guía hasta una edad determi-
borrar de sus mentes el hecho de que no tienen un ciudadano negro que haya sufrido y sepa
nada, y después ves cómo es segada por circuns-
padre, y no sólo eso, que no tienen el amor ma- quién es el responsable de su sufrimiento, y
tancias ajenas a ti, a los sentimientos de padre. Se
puede comparar esto, por ejemplo, con el asesi- terno que necesitan. Eso es muy duro para una simplemente no haga nada. Me preparo para lu-
nato de cientos de niños, en 1976. Si él me hu.- madre, especialmente en una etapa de guerra char por mis derechos.
biera escrito sobre eso, no hubiera recibido la perpetua, donde no podía darles ningún tipo de En Soweto, puedes verte obligada a enfrentar
carta. seguridad. Nuestra casa era una extensión de la situaciones peligrosas por las noches; cuando al-
estación de poli~ía. Todos los dias venían. Las ni- gunos tipos ven muchachas que vienen por la ca-
• • • ñas se atemorizaban. Ni las explicaciones podían lle y las llaman: "Oye tú, ven aquí" . Entonces, yo
tranquilizarlas, porque yo no tenía protección. digo quien soy. e inmediatamente piden discul-
En los tribunales blancos nunca suplicamos Zindzi dijo un día: "¿Eres en realidad mi mamá? pas. Eso siempre tiene éxito en mis apuros. O si
que se mitigaran las penas impuestas, sin que im- Quizá tú seas simplemente una muchacha joven, me quedo sin dinero en un taxi y digo quien soy,
portara cuán cortas o largas fueran, pues esto que papá contrató para que nos cuidara". Ella el chofer me deja ir y siempre pregunta ¿Cómo
reduciría la moral del pueblo. Y de cualquier for- había visto fotos de su padre, en las que tenía una está tu padre? o ¿Cómo está Winnie, cómo le va?
ma, no puedes pedir una mitigación si eres verda- verdadera figura paternal, y aquí estaba yo, que Pienso que a mi madre le va bien porque tiene
deramente inocente y los que te acusan son los parecía una niña. Eso sólo demostraba su insegu- grandes esperanzas y una firme determinación, y
verdaderos criminales. ridad. En ningún momento de sus vidas estuvie- ella sabe que no está sola. El pueblo sigue consi-
ron seguras de tener a uno de sus padres con ellas. derándola una líder. Viajan desde Johannesbur-
En los tribunales superiores nos iba bien, pero go para solicitar su asesoramiento. Tiene una ca-
siempre teníamos que batallar en los inferiores. Crecieron solas, con amigos. Sabían que las amá-
bamos, pero nunca estuvimos allí para expresar- pacidad increíble de unir al pueblo.
Era por eso que siempre me sentía muy mal. Es Ella va a obtener su liberación y sabe que el
difícil ganar una causa abiertamente en los tribu- lo; era amor a través de intermediarios.
pueblo está a su lado. Estoy muy orgullosa de
nales regionales, o magistraturas. Siempre estaba ella.
• • •
en la espera de una sentencia. Te parece que sien-
tes el aire caliente que viene de las narices del
magistrado y estás respirando vahos de hostilidad
que te consumen, mientras te encuentras en el
banquillo de los acusados.
En realidad, no recuerdo ningún tribunal infe-
rior que no me encontrara culpable, excepto
cuando insulté al Sargento Fourie. La ironía de
esto está en que por las cosas que no he hecho, he
sido considerada culpable, y por la única cosa
que hice para satisfacción de mi corazón, no fui
considerada culpable.
Un día, el Sargento Fourie vino a mi casa en
Orlando, entró sin tocar, puso su mano en mi
hombro y murmur6 en afrikaans algo sin sentido,
que yo no entendí. Pienso en realidad que las per-
sonas no planifican cuando van a matar. Si yo
hubiera tenido algo en mi mano, en ese momento
específico, podría haber matado a ese hombre.
¡Qué falta de respeto! ¡Qué intromisión en mi
privacidadl Yo estaba en mi cuarto; y tenía la sa-
ya medio levantada -¡cielos!- y entró así, no se
retrajo y dijo "permiso". Me vio parada en esa
posici6n, en el cuarto, y continuó ¡como si yo
fuera un mueble! I Y puso su mano en mi hombrol
AO
John Reed lNDU~lRIAL UNIONlSM
~~

ELDIA
DE LA
LIBERTAD
DE
EXPRESION
(Este articulo fue publicado originalmente en el cientos de tarjetas con la consigna y todos fuimos ra siempre, y el joven Fagin de la Escuela Ferrer
New York World, el 12 de octuJjre de 1914, y se como ellos. estaba excitando a la gente como nunca lo habían
reproduce por primera vez) El resto de la multitud, quizá un millar, eran estado antes ese dia. Su rostro oscuro y sin grl!cia
esos andrajosos despojos que yacían sobre las ace- ardia de pasión pura y la multitud lo percibió, .
as aceras occidentales al costado de Unión ras o cubrían las bancas de los parques en núme- - Los periódicos imprimieron un montón de

L Square estaban cubiertas de flores, porque


era el día en que se celebraba la feria de
las flores, que siempre se realiza antes de la Pas-
ro creciente cada invierno.
Hablé con varios de los haraganes en las ban-
cas del parque cercano. Había todo tipo de perso-
mentiras sobre el motín que habría de producirse
hoy aquí -=-gritó Fagin-. Y a ustedes que vinie-
ron sólo movidos por la curiosidad, .he de decirles
cua. En los bancos de la plaza, desempleados ca· nas: vagos, cavadores de zanjas, borrachos, tra- que esto no es un circo. Esto es ':lna pro~a colÍ-
bizbajos, se inclinaban andrajosos sobre hombres bajadores ca!ificados sin empleo. Les pregunté tra el desempleo, contra la.cosa maligna q"ue ex-
que buscaban trabajo torpemente revisando las por qué.no iban ji} mitin que se hacia para ellos. tingue ~l fuego y la belleza en las almas de los
columnas de ofertas de empleo del periódico. -Para qué, esos son obreros ordinarios -dijo hombres haciéndolos trabajar doce horas diarias,
Exactamente una cuadra al norte, en la plaza de . un viejo flaco-. Yo soy un relojero. y permite que otros hombres vaguen por las calles
la calle 17, miles de personas se agitaban hacia - o hay nadie en casa -dijo un hombre de por millares persiguiendo un empleo en la ciudad
atrás y adelante, como olas, silenciosamente, es· ojos lagañosos cubriéndose su cabeza morosa- más rica del mundo... No me sorprendería que la
perando, casi con una actitud fatalist-a. mente con el sombrero-o Todos son idiotas. ¿Por policía y los .thugs sedientos de sangre·· nos
Izquierdistas del East Side, cuáqueros, traba- qué esos tipos hablan de control de la industria y aporreen legalmente. No estoy en contra de la
jadores del servicio social e incluso políticos, eran de algo como democracia industrial, cuando todo policía, yo he sido uno de ellos. Yo les digo a los
el centro de ansiosos grupos arracimados, discu- lo que necesito es un empleo? policías que no estamos aquí para iniciar un con-
tiendo, predicando. Por todos lados la totalidad Un hombre con uniforme de conductor asegu- flicto. Les pido que sean sinceros con ustedes mis-
de la plaza hervía y susurraba su discurso social. raba que acababa de conseguir un empleo en los mos, que lean y escuchen y entiendan por qué un
Se estaba iniciando la Jornada de la libertad de tranvías, entonces ¡por qué preocuparse! hombre quiere matar a un policía, y los policías
expresión. Era una extraña multitud mayorita- -Claro que es dificil, especialmente cuando tie- quieren golpear a los·pobres.
riamente masculina; quizá compuesta en su mi- nes mujer e hijos como yo -insistió-. Mire, la Un sargento vieio y grisáceo, se rascó la cabeza
tad por curiosos y gente que hab(a venido a ver primera semana no pagan y además tienes que a mi lado.
un motín. comprarte tu uniforme, pero después de eso, sólo -Dios sabe que deseo descubrir hasta dónde
Se podía ver a Lincoln Steffens sumergido en- tienes que aguantar el trabajo doce horas diarias, quieren llegar -dijo-. Les pregunto y ·les pre-
tre la multitud; Joseph O'Brien aleteando en los y sacas un dólar y mec;lio por eso, y tu esposa gunto, y todo lo que consigo es un embrollo de .
límites de la masa, cardúmenes de extrañas muje- puede montar en los tranvías gratis, y... palabras. Yo no soy un hombre que lee, y no le
res radicales con el "uniforme" del Greenwich Los policías no se mostraban de manera muy veo sentido a todo esto, somos gente que no habla
Village, y otras con ropas de civil. Todos los inte- evidente. Algunos de ellos con garrotes bajo su el mismo lenguaje.
lectuales estaban ahí. Había cientos de socialistas abrigo, circulaban con naturalidad por los bor-
a pesar de que su diario oficial les había adverti- des de la plaza. Becky Edelson estaba hablando ahora, contan-
do que ignoraran el mitin. Y muchos IWW a los -Esto nos va bien -dijo uno-. No es que nos do la historia de Cristo el agitador. La multitud
que también se les había dicho que se apartaran guste particularmente golpear con una macana respondió a su eléctrica vitalidad como ante un
del acto. en la cabeza a un tipo porque anda gritando. De- gran instrumento musical: irritada y entusiasta.
Cerca de 40 desempleados de la calle Grand jémoslo gritar. Sólo que están locos. ¿Por qué? Para ellos esta pequeña muchacha de rostro dúc-
habían venido marchando desde la parte baja de ¿Qué tiene de malo el sistema que andan insul- til, que había cubierto a O'Carroll con su propio
la ciudad con extrañas pancartas: "Nosotros que- tando? ¿No es vertlad que un hombre que tenga cuerpo de los garrotes de la policía, era una figu-
remos la tierra, pueden quedarse con la cárcel". propiedades tiene 1lereeho a que lo protejamos? ra heróica mmo lo fue Gurley Byn ~n Paterson.
A pesar de que uno de sus dirigentes me había El problema es que no tienen propiedades, o que Había. varias oradoras, entre ellas Ida Gang a
dicho antes que la IWW oficialmente no tenía no se dan cuenta de lo necesarios que somos. quien los periódicos habían persistido en llamar
nada que ver con la agitación contra el desem- Coincid( con él en que ese era el problema. "la bella Marie Glantz", por alguna oscura ra-
pleo que se había venido desarrollando durante Había transcurrido el tiempo del festival. Los zón; y lo primero que podía notarse era que las
las pasadas semanas, y que los desempleados no áridos desiertos del discurso de Berkman habían mujeres parecían más fuertes, más apasionadas,
tenían nada qué ver con la IWW. pasado de largo peleando, la prensa prostituida y más poderosas que los hombres.
Traían pequeñas tarjetas en la cinta de sus la brutal policía "cosaca" se habían llevado su Cerea de la call~ 17, conté cerca de 60 peque-
sombreros en las que se podía leer: "Pan o revolu- parte. El "suave" Joe (esta vez no era el "salvaje" ños grupos, apretujados en torno a debates priva-
ción. Unión de desempleados. Local de Nueva Joe) O'Carron- se había hundido en las páginas dos y discusiones, reuniéndose o disolviéndose.
York No. 1". Eran generalmente muy jóvenes o de la histori~ y la mitología griega y el interés ~n De ellos flotaban palabras y frases como: "demo-
viejos. Después· de. un rato alguien pasó algunos el vendaje sobre S\l cabellera se había diluido pa- cracia industrial", "solidaridad de la clase traba-
SO
jadora", "socialización de las industrias" y "con-
ciencia de clase" .
Un grupo grande atrajo mi atención, evidente-
mente a la espera de algo. Parecía estar compues-
to, de esos jóvenes ruidosos, mal vestidos, que El cuadro que hay que ver·
rondan en las esquinas de las cantinas.
- La bronca debe empezar un poco después de
que él llegue -dijo uno-.
-¿Cuánto te dieron?
e rato habla o
-Medio dólar -replicó otro- ¿Ya ti?
- Lo mismo, supongo que todos los muchachos
sa(;aron cincuenta centavos.
-Muy poco, creo -gruñó otro- El saca 8 dóla- Sealtiel Alatriste
res diarios.
Un poco después de esto, "él" apareció. Unjo- Creo que mllY POc()~ artistas, como Julio Cortúzar, han Il...gado a una comunión In-
ven con ojos oblícuos y furtivos. Pidió a gritos t"'ll.~a con el jllZZ. Dicen, 'lue cuando Julio hablaba de jazz, !e trandormaba y que
una caja para suhirse de manera que pudiera di- cuando escribió sobre ello, transformó la literatura en música. En su prodigioso
cuento, "El Perseguidor", el problema del tie!llpo y del jazz, mientras nos nar~a la
rigirse al grupo. grabación de un disco, alcanza su mejor acento: "y justamente cn ese momento
- Tenemos que romper eso en quince minutos cuando Johnny estaba como perdido en la uleKrla, de golpe dejó de tocar y soltándole
-dijoun muchacho refiriéndose al mitin de Berk- un pufletazo a no sé quien, dijo: 'Esto lo estoy tocando mañuna', y los muchuchos se
quedaron cortados, apenas unos dos o tres siguieron unos compaces, como un tren
man-. Ese muchacho sí sabe hablar. que tarda en frenar, y Johnny se golpeaba la frente y repetla: 'Esto ya lo toqué maña-
Le pedí al orador su nombre. Estaba un poco na', es horrible Miles, ésto ya 10 toqué mañana". Johnny, El Perseguidor, el saxofo-
nista, personaje central del cuento de Cortázar, desesperadamente va en pos de si
nervioso al dármelo; finalmente dijo que era mismo, o mejor, del alma que se libera en él cuando interpreta el blues. Siempre que
Frank Urban, originalmente, por cierto, Urbans- escucho jazz me represento a Johnny persiguiendo ese mañana, que, al menos grama-
ky, que había sido socialista y anarquista y que ticalmente, él ya ha colocado en el pasado~"Esto ya lo toqué mañana"; siempre, lo
veo colltagiado de algo entre religluso.y· pagano, entre alegre y melancólico, entre
ahora era un patriota; y que representaba al Foro bufonesco y trágico. No sospechaba, cuando visité la exposición homenaje a Miguel
Internacional para la Paz y que iba a hablar. Yo Covarrubias, que ah!, encerrada en la pintura de un cantante de blues, fuera a revi-
vir al perseguidor; al alma, en estampida, huyendo de uno mismo; a esta especlé de
también estaba nervioso, porque cada vez que un oximorón emocional que entrelaza los contrarios; y, que, de una manera rara,
patriota inicia un discurso entre gente que usa su evocarla a J ulio Cortázar y su prodigiosa facilidad para sacar del jazz un arte dife-
cabeza, generalmente se produce un motín. rente.
En un cuadro -el que, por otro lado, sirve de 10Kotipo a la exposición- está
Tomó la caja que usaba como plataforma y en- una negra, enfundada en un vestido verde esmeralda, Interpretando un blues; con la
tonces el pequeño Walkowitz, el artista, le rugió cabeza echada hacia atrás, unas manazas que parecen bailar solas, liberadas de los
apasionadamente diciendo que no debería ha- brazos, apuntán al techo del antro donde se encuentra; a sus espaldas, una orquesta
de Dixieland la acOmpaña: y del otro lado, en dos mesas, otros tantos negros se embe-
blar, que no debería interrumpir el otro mitin, y lezan con su voz, ¿Cómo, me pregunto, sin música, uno cae en la seducción del soni-
le ordenó que devolviera la caja. Urban se des- do? La cantante, con los ojos cerrados (lo Imagina pues éstos no aparecen en la pintu- •
concertó pero los thugs que lo acompañaban ro- ra), parece per!legu,ir su voz, que en altibajos, en contrapunto con cada compás de la
trompeta, se le escapa, ¿qué acaso no es ella la dueña de su tono? ¿no lo es de las ma-
dearon a Walkowitz y comenzaron a insultarlo. nos que le rebolotean la.~ muñecas? ¿tiene algún dominio sobre lo que ahí estil suce-
Algunos radicales que escuchaban a Berkman diendo; o, la sensualidad y el eroti~mo, que, sin saber porqué, adivinamos, tiene
protestaron diciendo que éste era un acto de libre otros orígenes, otros, quid, que toman por pretexto su voz callada y sus manos dan-
zarinas? El dibujo mismo marca la importancia de esta otredad que, como signo, pa-
expresión y que debería permitírsele hablar a Ur- rece emanar de las manos liberadas, y asl, la pintura entera debe referirse al arabesco
ban como a cualquiera. De manera que Urban con que, en el aire, éste hechiza, pues al poco tiempo de verla (estuve a punto de
tomó la palabra e invocó a las sombras de nues- escribir escucharla) nos damos cuenta que todo coincide ahl, y de ah!, todo se
desprende, pues la figura es frálti1: las piernas (contra lo que pudiera pensarse), son
tros padres que combatieron en Lexington para de una delgadez infinita; huesudas, unidas al suelo (pues diflcilmente se podría decir
que hicieran pedazos a la chusma extranjera que que sostcnidas) por dos pies tan delicados, ca.~1 irreales; hacia las caderas la situación
estaba en el mitin y que pensaba que no todo es- empieza a componerse, y una curva parece dar sentido al erotismo que presentimos;
pero no, no bastan los senos redondos, ni que una costura del vestido Oa de la cintu-
taba bien, y comenzó a insultar a Berkman de la ra) converja en el ombligo; ni siquiera podriarnos apelar a los labios gruesos, o al
manera más vil. cuello largo; no, porque esa negra 10 tiene todo -el cuerpo entero, la voz, la sen-
sualidad yel alma apresada 1.'0 las manos: o, dicho de otra manera, toda ella se libera
Cuando mencionó a los héroes de Bunker Hill, por las manos; es ahl donde, a pesar de est'!,~ Inmóvil, se evade a otra dimensión, a ese
nuestros antepasados, los que rodeaban a Urban sitio en el que el blues destruye el tiempo y el mañana se rezaga hacia el pasado. No sé
levantaron un ronco aullido medio humano. En porque', pero intuyo que la cantante, se sabe electrizada por sus manos y cautivando,
al auditorio en ellas: presa de esas manos, la parroquiana del gorrito rojo le está dan-
un minuto la mitad de la audiencia de Berkman do rienda suelta a la nostalgia; presa de esas manos, también, una gorda, al fondo,
había desertado para oir al recién llegado, pero con un cierto aire de Sara Vaughn, palmea para que el blues estalle con toda la fuer-
después de un rato todos regresaron, riéndose, za de sus slnsentldos.
La destreza de Miguel Covarrubias para retratar estos seres marginales es
burlándose y susurrando. Berkman proseguía Inaudita, lo mismo penetra en una prostituta mexicana, en un maestro de put'blo afi·
hablando y esta vez decía cosas que produjeron liado al PRI (}'a hablaré de ellos en otra nota), que en estos negros de tugurio. Se
tempestades de aplausos. Y luego terminó y los trasluce, sin hacerse evidente, el oficio del dibujante, la experiencia del periodista.
Es indudable que su destreza se afiló en la talacha de la caricatura para el diario o la
oradores del día tomaron su plataforma plegadi- revi.~ta, en la que tanlos de sus contemporáneos se enriquecieTllll. Entre otras muchas
za y se la llevaron. cosas, Covarrublas nos enseña la casta, el estilo de los pintores de su generación. Yes
asi, también, como Covarrubia.~ puede dedicarse, a sus anchas, a pintar o a hacer ca-
Pero la multitud no se fue. Media docena de ricaturas, pues en su oficio, ambas se entrelazan: la negra tiene algo de caricatures·
hombres y mujeres se treparon a cajas de jabón y co, es cierto, como si el pintor no quisiera tomársela en serio. Extremando la imagen,
arengaron a su pequeña multitud. como si estuviera haciendo una de sus entrevistas imposibles (Shakespeare y Lois Ma·
yer); pero en esta, se trata de la entrevista imposible del negro con su voz. Esta
-Bueno, ¿qué les parece la libertad de expre- Ironla, que va a contra pelo con la nostalgia que inunda la pintura, con el claroscuro
sión? -les pregunté a dos policías. del cabaret. nos permite intuir con mils facilidad el esplritu que persigue la cantante;
-Preciosa -dijo un joven patrullero con vio- y es gracias a esta ironia, o caricatura, que en sitio tan tenebroso, la transparencia de
vasos y botellas sea un hecho casI milagroso, como si sólo el alcohol que en el cabaret
lencia. se bebe representara 10 Impoluto, y lo demás, lo Inmensamente masificado por las
-Oh, está bien- concluyó su wmpañero-. sombras, pagara tributo a su mundaneidad. Es gracias a ese juego de transparencias
Los pobres tipOs tienen que vivir de algo, supon- (a esa luz que perfila vasos y botellas), que el vestido de la negra irradia una lumino-
sidad que provoca una cierta reverencia por su caricaturesca figura. AsI. el ciclo de la
go. Quizá si lo hubieran hecho otras veces, no caricatura, Ironia, transparenci_, nos ha traldo de vuelta al asunto de la esencia del
necesitarían hablar tanto ahora. Tal como va, le jazz. a eia dicotomía que ya intulamos con Cortázar como gula, a ese ilIito que se
desprende de las manos ¿cómo no ver en esas manazas caricaturescas. un signo al
pido a Dios que nos dejen romper el mítin de una mismo tiempo desfigurado y matafísico? ¿cómo no irnos con el guño de la Unea fácil
vez. Tengo que quedarme hasta que termine, y y al mismo tiempo sutil? ¿cómo no asirnos a lo que es evidente: nada ocupa el tiempo
estoy perdiendo horas de sueño. (Traduccián PIT real fuerll. de la música que 00 escuchamos? ¿valdrá la pena, se pregunta el especta-
dor, si con esa música se destruye el tiempo, gastarlo en algo diferente? ¿valdrá la pe-
Il) na, parece decirnos Covarrubll<S, tomarnos todo tan a pecho? ¿o es que al final, la
broma, el humor, nos van a d.JScubrir la profunda metafísica, la sensualidad y el ero-
(*) El sábado anterior en un mítin similar, tismo que cualquier sesión de jau despierta en quien la escucha?
O'CorroU había sido apo"eado por la policía y Nrgro Drawi:lgs
grupos reaccionarios; la prensa lo había bautiza- Acu~;t'la derv¡iKuel Covarrubia.~. en la exposición en su ho-
do como el "salvaje loe" a pesar de ser él el agre- menaJe que se lleva a cabo en el Centro Cultural Arte Con-
temporáneo A.C.
dido. Sólo la intervención de Becky Edelson im-
pidió que lo medio mataran. De ahí las referen-
cias de Reed. (N. del T.)
(**) Nombre con el que se conocían las bandas
reaccionarias al servicio de políticos conservado-
res.
51
esfuerzos son hechos aislados. Toda posibilidad
de continuidad se pierde.

Cortometrajes y escuelas

La crisis del largometraje refleja mal el talento


de los jóvenes, cuyo ejercicio cinematográfico se
reduce a filmar brillantes trabajos escolares y a
rescatar el documental en el cortoDletraje.
Diamante, Elvira Luz Cruz: pena máxima, Ma-
ñana de cobre y Una isla rodeada de agua, son la
comprobación de que en México es posible obser-
var criticamente la realidad nacional. Estos apa-
sionantes ejercicios se encuentran reducidos a los
límites de sus escuelas y a ocasionales exhibi-
ciones en los cineclubes.
Otra vez la estructura de la industria inter-
viene, de una manera decisiva, para reforzar esas
pequeñas fronteras. En COTSA, el cortometraje
tiene que pagar para ser exhibido. Los planes gu-
bernamentales de renovación cinematográfica
han pasado de largo ante esta aberración. Abrirle
Amoralawelta un espacio al cortometraje y al cine universitario
es una condición indispensable para consolidar
dela esquina . las escuelas de cine, lo que permitiría generar un
importante semillero de nuevos directores, f~
tógrafos, editores, guionistas...

Cine independiente

¿Cómo ves? y Redondo podrían ser los


ejemplos más recientes del cine independiente.
La crisis, el alza de los precios en los materiales y
el reducido circuito de promoción han des-
El Cine Nacional en 86 membrado al cine que se realiza fuera de los ca-
nales normales de la industria y los sindicatos.
Las dos cintas, pese a sus desventuras, son ejem-
plos extremos de una concepción libre del queha-
cer cinematográfico. Se ubican en el terreno de lo
experimental· y son una posibilidad que merece-

LA BUSQUEDA ría haber consolidado una estructura paralela.


La Cineteca Nacional, las universidades, Za-
fra, los cmeclubes y]a red de cine de la SEP son
insuficientes. Si el optimismo fuera justicia, el ci-
ne independiente algún día contará con una efi-
ciente posibilidad de existencia, romperá el mo-
Gerardo Salcedo nOlX;)lio sindical y una nueva ley cinematográfica
io alentará.

l panorama del cine mexicano en 1986 se y Un adorable sinvergüenza, de la .~T A, de- ID Concurso de Cine Experimental

E salva por las excepciones. Ante la vorágine


de narcos y neoficheras, la hegemonía de
la concepción rosa de Televicine y el estanca-
muestran que es insuficiente el propósito de no
filmar cintas sobre narcos.
Las &SI*aciones, facilonas, de querer facturar
El 111 Concurso es, hasta el momento, el mejor
esfuerzo que ha realizado el Estado y, paradóji-
miento de la producción estatal, se levantan al- un proyecto comercial y rentable son una tajante camente, comprueba la ausencia de un proyecto
gunos ejemplos de buen quelulcer cinematográfi- contradicción con el cine de autor. Sus películas coherente y generacional -parece que ya no se
co. La lucha por un buen cine-es tarea-ootidiana, tratan de llenar huecos -en la cartelera (cine in- convocará otro concurso. Los resultados del con-
que rema 1Sootra la oorrleote; 101 ~ y-al- fantil), pero su concepción no parte de la necesi- curso fueron normales: dos películas muy buenas
gunos egresados del CUEC (Centro Universitario dad de romper o mol'lificar a una industria des- (Crónica de familia y Amor a la vuelta de la es-
de Estudios Cinematográficos de la UNAM) y del compuesta y autocomplaciente. La organización quina), algunas abras menores y pocos &acasos
CCC (Centro de Capacitación Cinematográfica) de cooperativas en la industria fflmica es un pr~ absolutos. Crónica y Amor fueron lanzadas al
son los principales protagonistas de esta tenden- ceso necesario, pero lo urgente es concebir un es- matadero con toda impunidad.
cia, pequeña pero sólida. tilo diferente. Crear -organizaciones laborales ca- Mientras, las productoras establ1es no en-
En el circuito comercial, Los motivos de Luz y roo alternativas en la producción para ofrecer cuentran una linea congruente: Robachicos y El
Frida fueron los acontecimientos; para las gene- más de lo mismo, es repetir miméticamente los otro no representan la necesaria diferencia y son
Taciones de egre;sados el 111 COIlCUI3O de Cine Ex- vicios criticados. verdaderos desperdicios. Producir pocas pelícu-
perimental, el Centro de Producción de Cort~ las no asegura la posibilidad de aislar las infamias
metraje, el CUEC y el CCC fueron la única posi- Productores independientes de la iniciativa privada. El tiempo para rectificar
bilidad de hacer cine; con una concepción bas- se ~ acabando.
tante peculiar, (re)surgieron dos cooperativas, la Manuel Barbachano, Hugo Scherer y otros
Asociación de Técnicos y Actores (ATA) y la ~ productores -pocos- han tratado de patrocinar Epílogo en antesala
operativa IUó MiXC(l8C; por último, el cine inde- un cine distinto. La apuesta se ha concretado en
pendiente concretó dos propuestas en ¿Cómo utilizar a los mejores directores de la década an- Al final del régimen del J.LP, Baúl Busteros
ves? y Redondo. terior, como Jaime Humberto Hermosillo, Felipe (Redondo) calificaba a su generación de ser
Cazals y Paul Leduc; además del rescate de algu- "febriles antesa1istas"; las generaciones emergen-
Cooperativas nos proyectos independientes y su posterior co- tes continúan practicando, como experiencia he-
mercialización. roica,'la antesala. Una larga lista de directores
El propósito inicial de las dos cooperativas fue Los obstáculos que tienen que enfrentar estos está esperando: Carlos Carcía Agraz, Nicolás
el de crear un cine diferente. La ATA -dirigida productores son múltiples, el principal y más ~ Echeverria, Daniel González Dueñas, Miguel
por Erlc del Castillo- es de reciente creación; y deroso es una estructura burocrática que está al Mora, Dana Rothberg, Diego López...
Río Mixcoac -con la participación de los servicio de las "familias sagradas", de los churros Varias generaciones se consumen en la inacti-
Retes- tiene una tradición temporal más impor- taquilleros y de las empresas importadoras del ci- vidad y en la antesala del IMCINE, y un sector
tante (Bandera rota fue su acta de nacimiento en ne norteamericano. En I4 motivos de Luz y Fri- de la burocracia ya está reviviendo la Reseña de
1978), pero sus resultados en 1986 fueron decep- da, la recuperación económica fue lenta, tu- Cine en Acapulco. Vienen días de fiesta y los
cionantes. Los náufragos del Liguria Y Los pira- vieron que presionar a COTSA para que las cin- guiones más interesantes están archivados. ¿Hay
tas, de Retes, así como El extraño hijo del sberiff tas no fueran lanzadas .a las Balas-matadero y sus algo que valga la pena celebrar?
52
Ser joven
y de pilón
periodista ..

uando uno sale como flamante redac- Cosme Omelas difícil cuando uno se ha pasado la vida sin hacer

C tor/reportero de la Septién Gareía, supo-


ne (ingenuo al fin) que aun de cablero ro-
menzará la larga marcha al pináculo del Perio-
contactos ni relaciones públicas para "colocarse".
Triplemente difí<?il cu~ndo por timidez o firme
decisión (fácilmente estúpida en el medio mexi-
dismo Nacional. cano) ha evitado la recolección de palancas y re-
Que, uno confía, como en las viejas historias comendaciones.
de la farándula periodística, abundarán los pues- Después de recorrer redacciones, estaciones de
tos de aprendiz, gato, suplente o (la juventud es radio y tevé sin más recomendación que un
necia) de plano, titular de la más insignificante currículum chafa y una pequeña muestra de tra-
fuente de información. bajos publicados, se descubre que uno anda en
Uno sale de la escuela -dicen los cursis no ne- las afueras, al margen, en las orillas. Cae en la
cesariamente adultos- a devorar el mundo... y cuenta de que no ha rebasado la barrera secreta-
tanto oímos de la sangre nueva, de las ideas fres-
cas, del futuro de la Patria que, en serio, uno se
. rial y que el viejo truco de la oficina de personal
es un trámite directo a la próxima acera: "¿Es
la come completa: ¿Quién no salió de la escuela
con la seguridad en el bolsülo de que, más tem-
prano que tarde, Televisa sería "mi casa de tra-
bajo", Excélsior mi tribuna o La Jornada mi lan-
zamiento como niu reporter?
Mas resulta que no. Como documentaba Ma-
:¿¡j cooperativista?". .. "por ahora no hay bolsa de
trabajo". "¿Ya pasó al sindicato?"... "nosotros le
llamamos" "¿Quién lo recomienda?' ¿Usted soli-
to? ¡Aaaaahhhh1".
Alguien sale de la escuela y del primer y único
trabajo de reportero, lo despiden por solicitar
nuel Buendía (Ejercicio periodístico, 1985), los aumento de sueldo. Después, mientras "sale
que "ya están" en los medios no dejan fácilmente algo", a engrosar las. filas de la burocracia (algún
vocación, fuente de ingresos, responsabilidad pú- boletín, alguna oficina cultural...). En los meses
blica, etcétera, por una turba creciente de licen- siguientes, colocar textos en pequeñas y medianas
ciados comunicólogos, reporteros de escuela y revistas, en algún diario donde siempre se es pres-
poetas sin beca. cindible y gasto menor (ya te dan 4, a veces 5 mil
Buendía, entonces, recomendaba a escuelas y por colaboración sin límite de esfuerzo).
jóvenes lectores dirigir miras a la comunicación
social y a las relaciones públicas de instituciones Del úilans al paraíso
varias. Ya en 1982 el columnista de Red Privada
constataba una situación palpable en estos días . El medio es duro, ni quien lo dude. Lo peor de
por cientos de periodistas (jóvenes y viejos): el todo es que la dureza rompe los sueños, las ganas
mercado de trabajo está saturado. de investigar, experimentar, crear la posible lite-
Pero el mismo periodista lanzaba, en otro texto ratura bajo presión. Entonces, cuando ya rebasa-
del volumen citado, una espina para algún afe- mos los 29 años y estamos a punto de alcanzar la
rrado lector: "la obligación del periodista es es- treintena (nos crece la cadera, extrañamos hijos
cribir, aunque sea en una hoja volante". no tenidos y el éREA nos abandona a nuestra
Yo supongo que esta frase, retumbando en los suerte de adultos), si pescamos la chamba en el
oídos, ha provocado que dos o tres insensatos si- tan anhelado Periodismo Nacional, hacemos lo
gan negándose a doblar el brazo y se empecinen imposible por ser los nuevos duros, los inamo-
en buscar -en lugar de muros, como Orozco- vibles, los que "ya sufrimos la novatada" y esta-
pequeños espacios de cuadratín, instantes radio- mos prestos para espantar al próximo inconscien-
fónicos para echar rollo, segundos de videO (aun te que dice traer la sangre nueva, aquella que ha-
marginal). ce falta al periodismo me...xi...c...
Gracias y a pesar de Buendía (en el sentido an- Sin embargo (y aunque usted no lo crea), todo
tes referido), el periodismo no puede ser la técni- lo anterior no es un testimonio de frustraciones ni
ca maquülística de la imagen de funcionarios e una solicitud de empleo con la lástima como pa-
instituciones públicas o privadas, ni solamente la lanca que moverá el mundo. Por el contrario, el
contribución profesional al desarrollo y necesario frilaneeo te mal acostumbra a la libertad de
fortalecimiento de las organizaciones de la socie- escribir de y como te plazca; te evita, por lo gene-
dad civil. ral, el maquinazo para cumplir la orden y/o los
Gracias a Buendía, seguimos pensado que so- compromisos del chayote.
bre la saturación de los medios, el periodismo es Claro, no te da el oficio y la responsabilidad
-Perogrullo obliga- la búsqueda de informa- del diarista impreso o electrónico, pero te aleja
ción, el análisis socializador y la crítica indepen- -si quieres- del burocratismo mecánico y del
diente. y creativa en todos sus géneros... Y no "patrioterismo medieval": el creer que la empre-
queremos seguir el consejo de consolación. o sa de tu patrón es tuya, la mejor, la única.
nos gusta, Sr. Buendía, la oficina de prensa de... Los jóvenes periodistas fuera de los medios
aprenden en seis meses lo que en la redacción les
El arte de la palanca lleva dos semanas, pero no tienen prisa (ni alter-
nativa). Tampoco quitan el dedo del renglón: sa-
Pero el medio es duro y la competencia real. La ben que una segunda obligación -completando
crisis es tan profunda, que en los diarios y revistas a Buendía- es aprovechar los espacios -cuando
ya casi no aceptan "aprendices" que les trabajen se tienen- de ¡panera muy inteligenttJ.
gratis un año (¡así estará la cosal). Mucho más Por ahora escriben, sobreviven... a veces
53
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...' .

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... ~

publican. Esperan mejores tiempo . alguien se aferra en llamar EL PARLAMENTO vierte en informaci6n, ideas, juicios. Si estamos
DE LOS PUEBLOS. hablando de esto, debemos tener claro que los pe-
¿Y dentro de los medios? adie sabe quiénes formarían tan honorable riodistas deben estar -y lo hacen- en todos la-
instancia. Mucho menos sus atribuciones, alcan- dos. Igual que gritan los homosexuales, deberían
Pero un listado de sufrimientos no es un artículo. ces y poder. " Algunos temen que se pudiera con- hacer los periodistas que no se miden por la cali-
Tampoco el autoelogio del solitario la mejor res- vertir en un arma de dos filos que propiciara, en dad de su patrón: ¡estamos en todos ladosl En Te-
puesta política. momentos difíciles, la ideologizaci6n y el abuso levisa y El Nacional; en Canal 13 y La Prensa; en
Por ello, en una breve segunda parte de este político, aunque fuera por la simple descalifica- Radio Mil o en Teleguía: en Radio Educaci6n o
texto tendría que plantear algunas ideas que, pe- ci6n "profesional" de un Colegio. La Jornada.
se a generalizar, no se pierdan en el limbo. Los jóvenes periodistas dentro y fuera de los
l. El año pasado, varias agrupaciones de pe- medios; los estudiantes de comunicaci6n y pe- Democratízarlo todo, si no...
riodistas plantearon al Congreso la necesidad de riodismo tienen la obligación y la necesidad de
estampar en la lista de salarios un salario mínimo pensar y discutir las opciones organizativas, gre- Por eso vuelvo a utilizar la palabra de moda: De-
para periodistas. Nada pasó. miales y profesionales que fortalezcan la posición mocratizar. Es necesario que los jóvenes y los
Haciendo a un lado la discusión sobre si el del gremio frente a las empresas, el poder político viejos periodistas con vocación y ética estén en to-
Congreso era el lugar indicado para tal propues- y la sociedad. Lo mismo en la búsqueda de for- dos lados, luchen en todos los medios, defiendan
ta, lo apabullante y obvio fue la ausencia de pe- mas y maneras realistas de responsabilizar a cada lo ganado.
riodistas organizados con capacidad de presión. periodista en lo individual, sin restringir un ápice
Siendo muy radicales (o liberales al estilo grin- Y de nuevo la necesidad de organización de-
la libertad de expresar y publicar sin ceñirse al mocrática y a pequeña escala (por ejemplo en
go), la casi ausencia de charros con grabadora y más "mínimo", "plural", "nacionalista" código
estructura vertical adherida a la CNOP, tendría empresas o centros de trabajo) que permita la de-
moral prestablecido. mocratización de los medios, de todos los medios,
que hacernos brincar de alegría.
Sí, pero esta alegría tendría que acabar cuan- 3. Quienes nos formamos en la diaria y sema- en especial de aquellos, a veces lo olvidamos, que
do advirtamos la falta casi absoluta de rebeldes nallectura ae diarios y revistas post-Excélsior de más lo requieren: los monopolios de televisión
individuales o colectivos que superen, al mismó Scherer, nos hemos ido con la fiata de los alcan- nacional y todos los medios estatales que no
ces de libertad, experimentació~lenguaje y de- pueden .continuar siéndolo nadamás del Gobier-
tiempo, el apoliticismo, la indiferencia y la cami-
sa de fuerza del corporativismo. nuncia del nuevo periodismo mexicano. no y su partido.
La democratización de los medios (en el senti- . Olvidamos -y condenamos- a quienes por No podemos conformarnos con medios margi-
do laboral) no puede partir de ninguna instancia necesidad o soledad (no estar en los grupos
nales ~ro democráticos. La tarea es democrati-
gubernamental ni de la comprensión de "nues- progres) habitan las catacumbas del "viejo pe-
zado todo, pero realmente todo. Si no, no vale.
tros representantes en la Cámara". Mientras los riodismo", "la prensa comercial", Televisa o
Finalmente, acepto que es más cómodo y salu-
propios afectados (por el bajo salario, por la ne- Imevisión. dable lanzar bilis y griterío por lo marginados
gación de la libertad para informar, por el irres- Todos ellos, la mayoría del gremio, padecen en que estamos ciertos jóvenes (no todos, pues hay
peto a la ética individual) no tengan la necesidad gran medida, el peso de la censura y la descalifi- que recordar que México, un país de jóvenes, em-
de respingar, ningún sindicato nacional, ningún cación intelectual: "eres-un-empleadito-libertad- pieza a ser gobernado por alguno : Fernando
Colegio, ninguna Uni6n democrática será más mis-timbales-no-te-pongas-flamenco-quién-te- Schwartz es casi de mi generaci6n; el joven
que un membrete o un interesante núcleo de per- paga". Zabludovsky no es mucho mayor que nosotros;
sonalidades. No hay duda de que en muchos casos se trata los jóvenes dirigentes del PRI ya se afilan las uñas
Los sindicatos de La Jornada y UnoMásUno de cobardía, chambismo y mediocridad. Pero en para futuros reco}1:es y requisas nada juveni-
son una muestra interesante de organización que otros, aquellos profesionales que venden su fuer- les... ).
a lo laboral suman la justa y necesaria vigilancia za de trabajo a los medios más desprestigiados
(pero masivos), logran hacer valer su inteligen- Un poco más aburrido resulta intentar que las
del sentido y la orientación de sus respectivos me-
cia, calidad y limpieza. El resultado de ese traba- generalizaciones sobre la democracia se hagan
dios.
jo lento, a veces an6nimo: abrir espacios para la realidad. Y más que aburrido, en muchas oca-
Los j6venes periodistas que logren flanquear
discusión, la información y la creatividad, siones desalentador.
los ghettos del niuyornalism, tendrían que
muchas veces a contrapelo de la intención patro- Quiero suponer que las cosas están cambiando:
cuidar, a la vez, la defensa laboral (con absoluta
independencia de la empresa) y la defensa de un nal (desde una sección cultural hasta reporteros un movimiento estudiantil que pone en evidencia
medio plural y democrático. solos; lo mismo una estación de radio roquera a la burocracia, no es golpeado. Un sindicato
que una del Estado; igual pequeños y visibles es- obrero como el SME -con todo y su inexisten-
Democratizar sindicatos y cooperativas, es una
de las formas de oxigenar la oferta de trabajo. pacios en la televisión comercial y estatal)., cia- moviliza a decenas de miles de inconformes
Con todos los puestos a concurso: ¡Muera el cu- Eq este sentido, otra incitación al~;anti­ con la política econ6mica del régimen... Buó!lo,
ñado del líder I ¡Abajo la hermana del yerno del hasta Ricardo Rocha parece más decente que
patriotismo y una prevención para despistados:
jefe de redacciónl ¡Fuera el nepotismo y la palan- ciertos voceros oficiales frente a la movilizaci6n
en este país no tfabajamos para patrones 00-
.ca de los Mediosl social .
mocráticos; en este país ningún proyecto es
nuestro -realmente nuestro. IYa basta de creer Algo parece estar cambiando (no sé que opinen
Contra los ghettos de pureza que el valor del periodista radica en la calidad de los ma~tros de Chiapas, virtualmente inexisten-
"su" mediol (que sólo es suyo hasta que lo corren, tes). De no ser así, tendremos que seguir esperan-
2. Desde hace algunos años, se habla insistente- lo cortan o le censuran las notas). Ningúnmedio~ do mejores tiempos~ o dedicarnos a fabricarlos.
mente de la necesidad de un Colegio de Periodis- por más democrático, progresista y de izquierda, Para el compositor Guillermo Briseño es impo-
tas que -dicen quienes saben- tendría en sus puede dar patente de buen periodista. Ningún sible democratizar los medios masivos. "Primero
manos la impostergable labor de sanear y presti- prestigio empresarial puede ser la medida del pe- la revolución -dice- y luego los democratiza-
giar al maltrecho gremio periodístico. riodista. . mos sin numerito". Tal vez tenga que ser así y en
La impreparación, la incultura, la falta de éti- Si estamos hablando del periodista mínima- tales circunstancias, luego tengamos que seguir
ca y los bajos salarios serían, parece ser, los mente honesto y profesional. Si estamos hablan- pelean~o con los burócratas del futuro ... Quién
rubrns básicos para enaltecer esta profesión que do de trabajadores cuya fuerza de trabajo se con- sabe.... '
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