Está en la página 1de 78

HISTORIA DE LA CIENCIA Y LA

TECNOLOGIA.

“La verdadera utilidad pragmática y funcional del


conocimiento científico, será aquella que tenga una
aplicación práctica y funcional. Sirva para las acciones
concretas destinadas a resolver problemas sociales. Pero
sobre todo que le brinde al ser humano, mayor satisfacción
personal y eleve su calidad y dignidad.”

RUIZ LIMÓN, RAMÓN


INTRODUCCION

Hace mucho tiempo, antes de que la


ciencia actual diera comienzo en la
antigua Grecia, la mayoría de las
personas creían en la magia.

Pensaban que las condiciones


meteorológicas, es decir, el clima estaba
regido por fuerzas sobrenaturales.
También creían que algunas
personas, como las brujas y los
hechiceros, tenían poderes
mágicos, y que valiéndose de
cánticos y encantamientos,
podían provocar acontecimientos
maravillosos o terribles, según el
estado de ánimo que tuvieran
ese día.
Cabe mencionar que, en aquel tiempo,
la magia estaba mezclada con la
religión. La gente creía que, si estos
encantamientos y rituales se
realizaban de forma correcta, los
dioses o espíritus les concederían sus
peticiones, y de esta manera les
ayudarían a cubrir sus necesidades.
Los primeros sacerdotes eran magos
religiosos, llamados también
chamanes. Los antiguos cazadores y
recolectores, acudían a ellos para que
les ayudaran a tener éxito en sus
actividades con mayor precisión.

Estaban convencidos de que los


chamanes, tenían el poder de curar
enfermedades, pues se pensaba que
podían comunicarse con el mundo
espiritual o sobrenatural.
Los chamanes realizaban ceremonias
para garantizar el éxito en la caza y
prevenir desastres tales como la
pérdida de cosechas, las
inundaciones, evitar las plagas y
sequias. Pero a medida que las
distintas civilizaciones avanzaron,
tales ideas, creencias, hábitos y
costumbres fueron paulatinamente
cayendo en el olvido.
La actitud primitiva de los
pueblos antiguos, ante los
diversos fenómenos naturales
era comprensible. Ya que
rodeado de misterios e
impenetrables los cielos, las
antiguas civilizaciones le
atribuyeron el papel de morada
de los dioses, creyendo que eran
inaccesible a los seres humanos.
Debido a su escasa comprensión
y capacidad cognitiva. La
experiencia más inmediata del
hombre primitivo, no le permitía
concebir el sustrato sobre el que
se encontraba como otra cosa,
que no fuera un enorme plano
sobre el que se alzaban
montañas y algunos valles
profundos, que descendían a
zonas más profundas.
Los esfuerzos para sistematizar el
conocimiento humano, se remontan a los
tiempos prehistóricos, como atestiguan los
dibujos que los pueblos del paleolítico
pintaban en las paredes de las cuevas, los
datos numéricos grabados en hueso o
piedra o los objetos fabricados por las
civilizaciones del neolítico.
Los testimonios escritos más antiguos de
investigaciones protocientíficas proceden
de las culturas mesopotámicas, y
corresponden a listas de observaciones
astronómicas, sustancias químicas o
síntomas de enfermedades –además de
numerosas tablas matemáticas- inscritas
en caracteres cuneiformes sobre tablillas
de arcilla.
Otras tablillas que datan aproximádamente del
año 2000 A.C., demuestran que los babilonios
conocían el “Teorema de Pitágoras”,
resolvían ecuaciones cuadráticas y habían
desarrollado un sistema sexagesimal de
medidas (basado en el número 60) del que se
derivan las unidades modernas para calcular
tiempos y ángulos.
De acuerdo con éstas descripciones, se pueden
dar cuenta, que los pueblos en la antigüedad
utilizaban el conocimiento de manera práctica y
en función de sus necesidades. Por ejemplo, en el
Valle del Río Nilo, se han descubierto papiros de
un periodo cronológico próximo al de las culturas
mesopotámicas que contienen información sobre
el tratamiento de heridas y enfermedades, la
distribución de pan y cerveza, y la forma de
hallar el volumen de una parte de una pirámide.
Ahora, pasaremos a un breve resumen,
sobre los elementos precientíficos más
sobresalientes que fueron la base del
conocimiento científico que hoy en día
denominamos “ciencia”. Conocimientos
con los que contaban los pueblos
antiguos, en la época medieval hasta la
era moderna, antes de pasar a la
definición de la ciencia y los logros que se
han conseguido hasta hoy en día, tanto en
la ciencia formal, en la ciencia particular o
empírica y en la tecnología.
Hoy en día, algunas de las unidades de
longitud que se utilizan en nuestra cultura y
sociedad, provienen del sistema de medida
Egipcio, y el calendario que empleamos es
el resultado indirecto de las observaciones
astronómicas prehelénicas.
El conocimiento científico en Egipto y
Mesopotamia, era sobre todo de naturaleza
práctica, sin excesiva sistematización.

Uno de los primeros sabios griegos que investigó


las causas fundamentales de los fenómenos
naturales fue, el filósofo Tales de Mileto, en el siglo
VI a.C., que introdujo el concepto de que la Tierra
era un disco plano que flotaba en el elemento
universal, el agua. El matemático y filósofo
Pitágoras, de época posterior, estableció una
escuela de pensamiento en la que las matemáticas
se convirtieron en disciplina fundamental en toda
investigación científica.
Los eruditos pitagóricos postularon
una Tierra esférica que se movía en
una órbita circular alrededor de un
fuego central (sol). En Atenas, en el
siglo IV a.C., la filosofía natural
jónica y la ciencia matemática
pitagórica llegaron a una síntesis en
la lógica de Platón y Aristóteles.
En la academia de Platón, se subrayaba el
razonamiento deductivo (parte de lo general a
lo particular) y la representación matemática.

En el Liceo de Aristóteles, primaba el


razonamiento inductivo (parte de lo particular
a lo general) y la descripción cualitativa a través
de los conceptos y las categorías.

La interacción entre estos dos enfoques antiguos


(método deductivo e inductivo) son los que han
permitido a la ciencia y a la tecnología la
obtención de los avances de hoy en día.
Durante la llamada época helenística,
que siguió a la muerte de Alejandro
Magno ( 356- 323 ), el matemático,
astrónomo y geógrafo Eratóstenes
realizó una medida asombrosamente
precisa de las dimensiones de la
Tierra.
El astrónomo Aristarco de
Samos, propuso un sistema
planetario heliocéntrico (con
centro en el Sol), aunque este
concepto no halló aceptación en
la época antigua, sino hasta el
tiempo de Copérnico.
El matemático e inventor Arquímedes,
sentó las bases de la mecánica y la
hidrostática (una rama de la mecánica de
fluidos); el filósofo y científico Teofrasto
fundó la botánica; el astrónomo Hiparco
de Nicea desarrolló la trigonometría, y
los anatomistas y médicos Herófilo y
Erasístrato basaron la anatomía y la
fisiología en la disección de animales.
Tras la destrucción de Cartago y
Corinto por los romanos en el año
146 a.C., la investigación científica
perdió impulso hasta que se produjo
una breve recuperación en el siglo II
d.C., bajo el emperador y filósofo
Marco Aurelio.
El sistema de Tolomeo –una
teoría geocéntrica (con centro en
la Tierra)- y las obras médicas
del filósofo y médico Galeno, se
convirtieron en tratados
científicos de referencia para las
civilizaciones posteriores.
Un siglo después, surgió la nueva
ciencia experimental de la alquimia a
partir de la metalurgia. Sin embargo,
hacia el año 300, la alquimia fue
adquiriendo un tinte de secretismo y
simbolismo que redujo los avances
que sus experimentos podrían haber
proporcionado a la ciencia actual.
Durante la edad media, existían seis
grupos culturales principales: en lo
que respecta a Europa, de un lado el
Occidente Latino y, de otro, el
Oriente griego (o bizantino); en
cuanto al continente asiático, China e
India, así como la civilización
musulmana (también presente en
Europa), y finalmente, en el ignoto
continente americano, desligado del
resto de los grupos culturales
mencionado, la civilización Maya.
El grupo latino no contribuyó
demasiado a la ciencia hasta el
siglo XVIII; los griegos no
elaboraron sino meras paráfrasis
de la sabiduría antigua; los
mayas, en cambio, descubrieron
y emplearon el “cero” en sus
cálculos astronómicos, antes
que ningún otro pueblo antiguo.
En China la ciencia vivió épocas de
esplendor, pero no se dio un impulso
sostenido. Las matemáticas chinas
alcanzaron su apogeo en el siglo
XVIII, con el desarrollo de métodos
para resolver ecuaciones algebraicas
mediante matrices y con el empleo
del triángulo aritmético.
Pero lo más importante fue el
impacto que tuvieron en Europa
varias innovaciones prácticas de
origen chino. Entre ellas estaban
“los procesos de fabricación del
papel y la pólvora, el uso de la
imprenta y el empleo de la
brújula en la navegación.”
Las principales contribuciones indias a la
ciencia, fueron la formulación de los
numerales denominados “indoarábigos”,
empleados actualmente, y la
modernización de la trigonometría. Estos
avances se transmitieron en primer lugar
a los árabes, que combinaron los mejores
elementos de las fuentes babilónicas,
griegas, chinas e indias.
En el siglo XIII la recuperación de
obras científicas de la antigüedad en
las universidades europeas llevó a
una controversia sobre el método
científico. Los llamados realistas
apoyaban el enfoque platónico
(método deductivo), mientras que los
nominalistas preferían la visión de
Aristóteles (método inductivo).
En 1543 el astrónomo polaco Nicolás
Copérnico publicó sobre “las revoluciones de
los cuerpos celestes”, que conmocionó a los
conocimientos astronómicos de ese época.
Otra obra publicada ese mismo año, siete
libros sobre “la estructura del cuerpo
humano”, del anatomista belga Andrés Vesalio,
corrigió y modernizó las enseñanzas de
Galeno y llevó al descubrimiento de la
circulación de la sangre.
Dos años después (1545), el libro
denominado el “gran arte”, del
matemático, físico y astrólogo italiano
Gerolamo Cardano, inició el periodo
moderno en el álgebra con la solución
de ecuaciones de tercer y cuarto
grado.
Esencialmente, los métodos y resultados
científicos modernos aparecieron en el siglo
XVII gracias al éxito de Galileo (1564-1642), al
combinar las funciones de erudito y artesano.

Gracias a las facultades superiores del


pensamiento humano y razonamiento, fue
posible la creación de los métodos antiguos: la
mayéutica, la dialéctica y la lógica (método
socrático, platónico y aristotélico). Y así fue
como Galileo aprovecho estos métodos.
Galileo añadió la verificación
sistemática a través de experimentos
planificados, en los que empleó
instrumentos científicos de invención
reciente como el telescopio (hecho en
suiza), el microscopio y el termómetro.
Con los trabajos científicos de Galileo
se había iniciado el Método científico.
A finales del siglo XVII se amplió la
experimentación: el matemático y físico
Evangelista Torricelli empleó el Barómetro; el
matemático, físico y astrónomo holandés
Christiaan Huygens usó el reloj de péndulo; el
físico y químico británico Robert Boyle y el
físico alemán Otto Von Guericke utilizaron la
bomba de vacío, con la cual realizaron varios
experimentos.
Como puede apreciarse hasta aquí, no fue una
tarea sencilla, lo que hoy se conoce como
“ciencia y tecnología”, ya que fueron muchos
los esfuerzos por parte de aquellas personas
que se aventuraron, para comprender el
funcionamiento de los fenómenos y hacerlo
comprensible a través de leyes, teoría,
principios que sistematizaron en un concepto
que denominaron la ciencia.
¿En qué consiste la ciencia?

El Concepto de Ciencia, proviene de la


palabra en latín scientia, de scire, que
significa conocer, término que en su
sentido más amplio se emplea para
referirse al conocimiento
sistematizado en cualquier campo
disciplinario o área del saber, pero que
suele aplicarse sobre todo a la
organización de la experiencia
sensorial objetivamente verificable.
La búsqueda de conocimiento
en ese contexto se conoce
como “ciencia pura”, para
distinguirla de la “ciencia
aplicada”, la búsqueda de usos
prácticos del conocimiento
científico, y de la tecnología, a
través de la cual se llevan a
cabo las aplicaciones.
Otro definición de la ciencia, es
considerada como un conjunto de
conocimientos obtenidos mediante la
observación, experimentación y el
razonamiento, sistemáticamente
estructurados y de los que se
deducen principios y leyes generales.
Por tanto, el conocimiento científico,
puede ser considerado como un hecho
(material y formal, concreto o
abstracto); en la vida práctica más
inmediata y más simple, nosotros a
través del pensamiento, conocemos
objetos, seres vivos como animales,
plantas y al hombre mismo.
El sujeto y el objeto sensible,
están en perpetua interacción;
ésta interacción la expresamos
con una palabra que designa la
relación entre dos elementos
opuestos y que, sin embargo,
son partes de un mismo todo,
como en una discusión o en un
diálogo; diremos, por definición,
que es una interacción
dialéctica.
En primer lugar, es un conocimiento
práctico. Antes de elevarse al nivel
teórico, todo conocimiento empieza
por la experiencia (según el enfoque
filosófico empirista: la fuente del
conocimiento es la experiencia, o
dicho de otra manera, todo
conocimiento a pasado a través de
nuestros sentidos <receptores>). Solo
la práctica nos pone en contacto con
las realidades objetivas.
En segundo lugar, el conocimiento
humano es social. En la vida social,
descubrimos otros seres semejantes
a nosotros; ellos actúan sobre
nosotros, nosotros actuamos sobre
ellos, y con ellos. Al anudar con ellos
relaciones cada vez más ricas y
complejas, desarrollamos nuestra
vida individual; nosotros los
conocemos a ellos y nos conocemos a
nosotros mismos, a través del
pensamiento y de las emociones.
Por último, el conocimiento humano
tiene un carácter histórico. Todo
conocimiento ha sido adquirido y
conquistado. Antes de llegar al
conocimiento, es preciso partir de la
ignorancia, seguir un largo y difícil
camino. Lo que es verdad en el sujeto
es igualmente verdad en el caso de
toda la humanidad; la inmensa labor
del pensamiento humano consiste en
un esfuerzo secular para pasar de la
ignorancia al conocimiento científico
y técnico.
En la investigación científica, al igual que,
por ejemplo, en el arte y en el deporte,
todo nuevo resultado supone un largo
entrenamiento, dedicación, disciplina y
esfuerzo; y toda nueva composición y
marca, todo mejoramiento de los
resultados, se ganan con procedimientos,
técnicas, estrategias y métodos. Pero
sobre todo con la Experimentación.
En las siguientes diapositivas hablaremos
sobre el reloj con péndulo y sus
aplicaciones. Asimismo, sobre la imprenta,
el papel y las aportaciones de Copérnico,
Galileo, Newton hasta llegar al siglo de las
luces que culmino en la revolución francesa.
Y después la revolución industrial y la
invención de los motores, hasta la
electrónica que dio origen a las PCs.
La invención de un reloj con péndulo en 1286
hizo posible que la gente no siguiera
dependiendo del curso del Sol para indicar
el momento del día en que se encontraba. El
reloj fue además una ayuda enorme para la
navegación, y la medida precisa del tiempo
fue esencial para el desarrollo de la ciencia
moderna.
La invención de la imprenta (1450), a su vez,
provocó una revolución social, pues hasta ese
momento cualquier documento o libro tenía
que ser copiado a mano. Esto limitaba el
número de copias que existían de un mismo libro
y, en consecuencia, el número de posibles
lectores que podían tener acceso a él. Los chinos
habían desarrollado tanto el papel como la
imprenta antes del siglo II d.C., pero esos
inventos no llegaron al mundo occidental hasta
mucho más tarde: hasta el año 1450 en que el
alemán Johann Gutenberg construyó la primera
imprenta en Occidente.
Otros autores, como Nicolás Copérnico (1473-
1543) iniciaron el cambio que culminaría en el
siglo XVII con el nacimiento de la llamada física
clásica. En dicho siglo se anunció la teoría del
magnetismo terrestre por W. Gilbert (1544-
1603), se establecieron las bases de la
dinámica, y se formularon las leyes de la caída
libre de los cuerpos y el uso del telescopio por
parte de Galileo Galilei (1564-1642).
Y es así, como Galileo (1564-1642), quien al
sentirse intrigado por comprender el movimiento
de los cuerpos, la caída libre, las
características de los astros, y el
comportamiento de los materiales, optó por
seguir un método, es decir, un camino constituido
por un conjunto de procedimientos. Y sobre todo
un experimento (experimentación), cuestión
que había sugerido Francis Bacón.
Asimismo, Isaac Newton (1642-1727) estableció
el concepto de masa y formuló la teoría de la
gravitación universal (1682) en su obra
Philosophíae Naturalis Principia Mathematica.
Además, creó una herramienta muy importante y
necesario para su tratamiento matemático
denominado el cálculo de fluxiones, que más
tarde se conocería como el cálculo diferencial e
integral y demostró la validez de las leyes del
movimiento de los planetas obtenidas
empíricamente por Johanas Keppler (1571-1630).
Los descubrimientos científicos de
Newton (1686) y el sistema filosófico
del matemático y filósofo francés
René Descartes (1568), dieron paso a
la ciencia materialista del siglo XVIII,
que trataba de explicar los procesos
vitales a partir de su base físico-
químico. La confianza en la actitud
científica influyó también en las
ciencias sociales e inspiró el llamado
Siglo de las Luces, que culminó en la
Revolución francesa en 1789.
El aprovechamiento de la fuerza del vapor
supuso un paso muy importante en la
tecnología. La introducción de la máquina
de vapor llevó a numerosas invenciones en
el transporte y la industria. Las
máquinas de vapor convierten la energía
térmica en mecánica, a menudo
haciendo que el vapor se expanda en un
cilindro con un pistón móvil.
El movimiento alternativo del pistón
se convierte en giratorio mediante
una biela. Los primeros modelos se
desarrollaron en 1690, aunque
James Watt no diseñó la máquina de
vapor moderna hasta 70 años
después.
LAS MAQUINAS

Las máquinas son instrumentos o


dispositivos que pueden cambiar la intensidad
y la dirección en que se ejerce una fuerza. Las
máquinas transforman las fuerzas que se les
aplican, disminuyendo el esfuerzo que se
necesita para realizar un trabajo.

Para funcionar, las máquinas necesitan


energía; ninguna máquina funciona por sí sola
(componente energético y componente
mecánico).
Las máquinas transforman la energía que
reciben. En el caso de la polea, la energía de
nuestros músculos se transforma en energía
potencial (al aumentar la altura desde el
suelo a la que se encuentra el mueble).

Pero no toda la energía que recibe una


máquina se aprovecha, siempre hay una
parte que se pierde en vencer la fricción o
rozamiento. En la polea, parte de la fuerza
aplicada se gasta en vencer el rozamiento de
la cuerda contra la rueda.
Salvo algunas máquinas simples, como las
tijeras, un cascanueces, un abrelatas, unas
pinzas, una polea o las rampas que hay en
las aceras, las máquinas que usamos son
más complejas, están compuestas de
varias o muchas máquinas simples que
trabajan de manera coordinada.
Muchos investigadores consideran que uno
de los grandes adelantos tecnológicos de la
humanidad fue la agricultura. ¿Sabes cuál
ha sido el otro gran avance del ser humano
en su relación con la naturaleza? La
Revolución Industrial, que se produjo al
principio de la edad contemporánea.
Se le denomina, Revolución Industrial al
cambio fundamental que se produce en una
sociedad cuando su economía deja de
basarse en la agricultura y pasa a depender
de la industria. Ese proceso se ha dado en
distintas épocas dependiendo de cada país
(en algunos, incluso, todavía hoy no se ha
producido).
La primera Revolución Industrial tuvo lugar
en Reino Unido a finales del siglo XVIII. A
partir de ese momento, la economía y la
sociedad británicas vivieron una profunda
transformación. Los cambios afectaron a
los procesos de producción: qué, cómo y
dónde se producía.
El número de productos
manufacturados (fabricados) creció
de forma espectacular gracias a que
mejoraron las técnicas de
elaboración: ahora se producía de
manera más eficaz. Hasta entonces,
los productos se fabricaban en
pequeños talleres, donde el artesano
realizaba todas las partes del trabajo
necesario para hacer un producto.
Ya hemos visto que la Revolución
Industrial comenzó a finales del siglo XVIII
en Reino Unido. Se inició gracias a la
aparición de una serie de inventos que
hicieron que se pudieran fabricar
productos textiles de manera más fácil y
rápida (por lo que eran más baratos para
el fabricante). Entre ellos, hay que
destacar los siguientes:
Las fábricas textiles se habían mecanizado
gracias a esos inventos. Pero esos
mecanismos funcionaban con energía
hidráulica (la que procede de caídas de
agua); por eso, había que colocar las
fábricas cerca de corrientes de agua, como,
por ejemplo, los ríos.
Esto se solucionó a partir de 1769, cuando
un escocés, James Watt, realizó el gran
invento, el gran avance tecnológico del
principio de la Revolución Industrial: la
máquina de vapor. En 1785, se instaló la
primera máquina de vapor para hacer
funcionar una fábrica de algodón. Desde
entonces, el vapor sustituyó al agua como
fuerza motriz.
La invención de la máquina de vapor tuvo
más consecuencias. No muchos años
después, en 1804, un ingeniero inglés que se
llamaba Richard Trevithick fue capaz de
hacer que una máquina de vapor moviera
una locomotora. Había nacido el
ferrocarril.
Así, la máquina de vapor revolucionó, a
su vez, el mundo del transporte: el
ferrocarril y los barcos de vapor
permitieron que los productos de las
fábricas llegaran, de forma más rápida
y barata, a los mercados de lugares
muy lejanos. Todo ello favoreció el
proceso de industrialización.
Cabe recordar que, todos estos avances en
la ciencia y en la tecnología, que hasta
ahora hemos descrito, fueron logrados
gracias a las investigaciones que
realizaron los personajes que a
continuación describiremos, junto con sus
aportaciones que hicieran a la ciencia.
Isaac Newton (1642-1727) estableció el
concepto de masa y formuló la teoría de la
gravitación universal (1682) en su obra
Philosophíae Naturalis Principia
Mathematica. Asimismo creó el cálculo
diferencia e integral (Calculo de Fluxiones).
También contribuyo Leinitz Godofredo.
Charles Huygens (1629-1695)
dedujo el teorema de la energía
cinética y aplicó los estudios de
Galileo sobre el péndulo a la
regulación de los relojes.
Además la termodinámica experimentó un
desarrollo importante con la formulación del
segundo principio en 1824 por S. Carnot (1796-
1832), y la del primer principio en 1842 por R.
Mayer (1814-1878). A este proceso de
investigación contribuyó R. Clausius (1822-
1888) con la creación del concepto de Entropía.
Finalmente L. Boltzmann (1844-1906) formularía
la mecánica estadística.
EL MOTOR DE COMBUSTION INTERNA

El motor de un automóvil y el de un avión son


un tipo de motores que genera energía
(mecánica) a partir de combustibles líquidos
derivados del petróleo, como la gasolina, el
gasoil o el queroseno, que arden dentro de
una cámara de combustión en el mismo
aparato, y por eso se llaman motores de
combustión interna.
LA MAQUINA TERMICA

Una máquina térmica es una máquina que es


capaz de transformar el calor en cualquier otra
forma de energía. Dos ejemplos de máquinas
térmicas son: la máquina de vapor (en las
antiguas locomotoras), que transforma en
movimiento el calor producido por la combustión
de carbón o madera, y la turbina de vapor, que
transforma el calor en energía eléctrica.
EL MOTOR DE GASOLINA

Los motores de gasolina de los automóviles


son máquinas térmicas, que aprovechan el
calor producido por la combustión de la
gasolina para mover unos pistones que
suben y bajan dentro de los cilindros. El
movimiento de los pistones se comunica a un
eje (llamado cigüeñal) que a su vez lo
transmite a otros mecanismos que hacen
que se muevan las ruedas.
La electrónica por su parte, con la
microelectrónica ha producido
microprocesadores, y así ha construido un
ordenador como una máquina compuesta
que, al igual que en su día hizo la máquina
de vapor y la máquina de combustión
interna, ha revolucionado nuestro mundo,
provocando la desaparición de unos
puestos de trabajo y la aparición de otros
nuevos. Y la restructuración de la sociedad
y el enriquecimiento de la cultura científica
y tecnológica.
En resumen, es importante mencionar como puede
apreciarse en estas diapositivas, el desarrollo y
progreso está subordinado a la economía, a la política
y al desarrollo científico y tecnológico, ya que los
procesos de producción e industrialización y la
emigración de la población rural a las ciudades
durante la época de la revolución industrial (finales del
siglo XVIII) fueron gracias a los inventos de las
máquinas y herramientas como instrumentos que
permitieron el aumento de las producción de
productos y la distribución de los mismos con mayor
rapidez y logrando mayor productividad.
Finalmente, cabe mencionar que la ciencia
consiste en un conjunto de principios muy
rigurosos, en donde se intenta encontrar la
razón, los argumentos, los antecedentes. Que
permiten demostrar y comprobar que los
resultados de una investigación científica
provienen de la correlación, el análisis y la
síntesis de ciertas variables o factores y hechos
empíricos que permiten construir y explicar, una
realidad en determinada parcela de la ciencia.
Palabras clave

Pensamiento, conocimiento, astronomía, ciencia,


tecnología, método científico, revolución
industrial, cálculo diferencial e integral, motor de
combustión interna, electrónica.

Efraín Alberto Trejo Limón


Cuitláhuac Ruiz López
“EL CONOCIMIENTO CIENTIFICO, ES UNO DE LOS
GRANDES LOGROS Y CONSTRUCCIONES, A LOS QUE
HA DADO LUGAR, LA EVOLUCION DEL
PENSAMIENTO HUMANO.”

RUIZ LIMÓN, RAMÓN


INVESTIGADOR EN CIENCIAS DE LA SALUD,
CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, FILOSOFIA DE
LA CIENCIA E INGENIERIA ESTRUCTURAL.
“La verdadera utilidad pragmática y funcional
del conocimiento científico, será aquella que
tenga una aplicación práctica y funcional.
Sirva para las acciones concretas destinadas
a resolver problemas sociales. Pero sobre
todo, que le brinde al ser humano, mayor
satisfacción personal y eleve su calidad y
dignidad humana.”
RUIZ LIMÓN, RAMÓN

También podría gustarte