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EL CABALLO FRATERNO

Por Ciro Alegría.


Viento puneño se trenzó en sus crines
y en sus cascos chispeaban pedernales.
Cedro y nieve le hicieron la color reluciente.
Caballo hermano,
bueno cual retazo de viento.
De un relincho domaba cuanto cerro saltaba al paso
y los caminos eran hechos polvo por sus ojos tatuados de
(relámpagos).
Se hacía acompañar de espuelas
para marcar mejor el paso franco.
Juntos atravesamos mil caminos,
pasamos hambres,
equilibramos nuestras angustias en los desfiladeros
y nos envolvieron soledades donde era sombra la única presencia.
Los dos vivimos sobre la amplia puna
fía y enhiesta,
que afilaba peñascos, batía truenos y aguaceros,
cavando precipicios a un lado y otro del camino.
Se llamaba Canelo,
y era todo él un corazón latiendo.
Caballo hermano,
ahora es más grande que nunca tu recuerdo.
Ahora que voy a pie los caminos
y escucho tu relincho como un largo lamento.

TEMBLOR
Por, José María Arguedas.
Dicen que tiembla la sombra de mi pueblo;
está temblando porque ha tocado la triste sombra del corazón
de las mujeres.
¡No tiembles, dolor, dolor¡
¡La sombra de los cóndores se acerca!
—¿A qué viene la sombra?
¿Viene en nombre de las montañas sagradas
o a nombre de la sangre de Jesús?
—No tiembles; no estés temblando;
no es sangre; no son montañas;
es el resplandor del Sol que llega a la pluma de los
Cóndores
—Tengo miedo, padre mío.
El Sol quema; quema al ganado; quema las cementeras.
Dicen que en los cerros lejanos
que en los bosques sin fin,
una hambrienta serpiente,
serpiente diosa, hijo del Sol, dorada,
está buscando hombres.
—No es el Sol, es el corazón del Sol,
su resplandor,
su poderoso su alegre resplandor,
que viene en la sombra de los ojos de los cóndores.
No es el Sol, es una luz.
¡Levántate, ponte de pie; recibe ese ojo sin límites!
Tiembla con su luz;
sacúdete como los árboles de la gran selva,
empieza a gritar.
Formen una sola sombra, hombres, hombres de mi pueblo;
todos juntos
tiemblen con la luz que llega.
Beban la sangre áurea de la serpiente dios.
La sangre ardiente llega al ojo de los cóndores,
carga los cielos, los hace danzar,
desatarse y parir, crear.
Crea tú, padre mío, vida;
hombre, semejante mío, querido.

LA DEMOCRACIA ES UN "FUTURIBLE".
Por Marco Aurelio Denegri.
La democracia, sensu stricto, la verdadera democracia, la democracia auténtica, en la que
rijan la libertad, la igualdad y la justicia, nunca ha existido y naturalmente hoy tampoco
existe, aunque podría existir. ¿Por qué? Porque es un futurible. Así se lo dije al doctor
Francisco Miró Quesada Rada cuando lo entrevisté el año 2007 en mi programa “La
Función de la Palabra”. Dialogamos acerca de su último libro, precisamente dedicado a la
democracia y que se titula Del Ágora Ateniense al Ágora Electrónica.
El término futurible designa lo futuro condicionado, es decir, no lo que será con seguridad, sino lo
que sería si se diese una condición determinada, o más de una.
La democracia, según demostración cumplida de Francisco Miró Quesada Rada, es incompatible con
el capitalismo y el imperialismo. También es incompatible con las clases sociales. Una sociedad
clasista no es verdaderamente democrática. La democracia tampoco puede coexistir con el racismo,
el fundamentalismo, la marginación, la exclusión social y la xenofobia. El hecho de que las
pseudodemocracias coexistan con todo lo antedicho es patentizador de su inautenticidad.
Dos principios fundamentales de la democracia son la libertad y la igualdad. Ahora bien: en cuanto a
lo primero, la libertad, baste manifestar que cuando hay hambre y extrema pobreza, entonces la
libertad, como decía Curzio Malaparte, apesta tanto como la esclavitud. Y en cuanto a lo segundo, la
igualdad, se trata de un principio que el ser humano no puede cumplir, porque el ser humano no es
igualitario, sino jerárquico y jerarquizante. Los etólogos nos han enseñado que la propensión o
tendencia al mando o jefatura es innata; pero también es innata la propensión o tendencia al
sometimiento. De modo que al ser humano le resulta tan natural el mando como el sometimiento. Lo
que no le resulta natural es la igualdad.

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