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EXAMEN ATROPOLOGÍA

1. Diferencia entre Antropología Biblia y Secular:

En la Antropología general el hombre depende de sí mismo y adapta el medio para


su comodidad.

En la Antropología bíblica, Salmo 108: 12, EL HOMBRE DEPENDE DE DIOS. La


ayuda del hombre es HUMO.

La Antropología no quiere hablar sobre un proceso histórico, si no de los valores


del hombre.

Las lecturas antropológicas marcan una distancia entre lo que ocurrió y lo que yo
interpreto.

A mí no me interesa tanto la historia, si no su interpretación.


El ser humano tiende hacia lo religioso (Deporte, Música…) El hombre necesita
llenar su parte espiritual.

Dios es el origen del hombre, sin Dios (Revelación) el hombre no puede conocerse
a sí mismo.

Para conocernos, tenemos que conocer a Dios = ANTROPOLOGIA BIBLICA.

El Dios de la Biblia quiere tener una relación personal con el hombre. No se puede
tratar a Dios como una cosa, no se puede hace negocio a costa de Dios. COMPRAR
BENDICIONES.

YO DEPENDO DE ALGO (Cosas) O DEPENDO DE ALGUIEN (DIOS)

La religión es: DIOS, lo importante no es su nombre si no LO QUE ES (PADRE)


Dios quiere que yo sea SU HIJO.
La Biblia es una relación dinámica DIVINO-HUMANA.
El Hombre tiene una DEPENDENCIA PERSONAL DE DIOS = Responsabilidad.
La libertad es el contexto donde puedo tener una relación con Dios.

SACRIFICIO: En el contexto del negocio, se hace a cambio de obtener algo a


cambio. En la relación en Dios quien se sacrifica es EL PADRE.

DEPENDENCIA. Concepto clave para entender A. Bíblica, porque la A Bíblica


dice:

“El hombre es dependiente de Dios” no porque él lo decida porque no es una


decisión.

La DEPENDENCIA es constitutiva del Hombre. El sin la dependencia no existe.


Cuando no dependemos de Dios dejamos de existir.

En la A. Gral. el Hombre va establecer su medio, en su cultura una serie de valores,


pero esta no es la A. Biblia, sin embargo podemos explicar la A. Gral. desde a la A
Bíblica pero no al revés.

La A. Bíblica y la General no quiere hablar sobre un proceso bíblico sino en la


Historia, pero no es lo más importante. Por eso las lectura antropológicas marcan
una distancia de lo que ocurrió y lo que interpreto de lo que ocurrió.

Ej. cuando uno lee la historia vemos diferentes interpretaciones según donde se
haya escrito. Por eso el Antropólogo dice a mí no me interesa la historia.

El Hombre tiene una proyección de eternidad que no puede cerrar, o eliminar.

Toda la fuente espiritual emana de la vida, de Dios. Dios es el origen y que sin la
Revelación el Hombre no se puede conocer así mismo.
Conociendo a Dios yo conozco al hombre y viceversa. Ej. la de un hombre que dijo
que se había leído toda la Biblia y dijo no necesitar ya más de Él y que todos se
salvarían (al año siguiente dejó de ser pastor, y que todo lo que había aprendido no
le servía para nada y era verdad porque si no lo pones en práctica es como un
taladro que hay que darle su debido uso y si no no me sirva para nada, también
debemos aprovechar las oportunidades. Debemos aprovechar las oportunidades en
las procesiones.

Utilizar a Dios como un “Negocio”. Tener una relación personal con Dios significa
tener los pensamientos y los sentimientos. No utilizar a Dios como un “negocio”
como se hacen a ídolos. Feuerbach. Los dioses griegos eran caprichosos,
engañaban, se castigaban entre ellos, seducía a las mujeres y caía bajos sus pasiones
(Zeus). La A. Bíblica dice que eso es la perversión de la religión.

Ej. personajes que hicieron de Dios un negocio, Simón el mago, David en algunos
momentos de su vida, Saúl.

¿Qué nos dice la A Bíblica? Existe un ser “Dios” aunque lo importante no es como
se llame sino “QUE ES” , porque lo “quien es” es lo más importante de lo “que es”.
Dios no quiere que le llame Padre quiere que YO SEA SU HIJO.

Lo que Dios quiere es mi relación sea personal. Si importan el modo en que yo


conciba a Dios y no yo sino lo que Dios me añada a mí. Si yo veo a un Dios
“justiciero” lo estoy viendo de una perspectiva Antropológica. Ej. hay salmos que
dice que “Dios se ríe... por la muerte de …” todo porque la Biblia es una revelación
Divino – Humana y además es Dinámica.

Concepto clave de la A. Biblia. DEPENDENCIA PERSONAL. Lo que hace que


sea diferente a la A. histórica, social, forense.

Otro concepto “Dependencia – Responsabilidad”.

¿Cuál es el contexto donde encuentro una relación personal con Dios?


La “libertad es el contexto donde yo puedo mantener una relación personal con
Dios ¿Qué significa responsabilidad?
Responsabilidad = Responsabilidad conmigo mismo y con mi prójimo. Para que
haya responsabilidad personal tiene que haber un contexto de libertad.

Dios nos libera para que seamos responsables (esto desagrada mucho al hombre)
porque si yo no lo soy tengo que dar cuenta a Dios.

¿Qué relación tenía Caín con Dios?


R= negocio.

La religión que es fruto de la Antropología general es la de “negocio” y la de


“personal – padre”.

Reflexión:
Hay mucha gente que deja la iglesia porque no se hace un “buen negocio”. Ej.
cuando leen “todo aquel que deje padre, madre, etc.”.

El evangelio es un anuncio de liberación, y él es el que libera.

¿Qué significa sacrificar al yo con sus pasiones?


La religión cristiana abandona el “tótem”.
El sacrificio es la vuelta a todo tipo de religión. Cristo demostró en todo momento
DEPENDENCIA PERSONAL.

Ej. Sansón en un momento dependió de sí mismo.


Ej. Abraham cuando optó por Agar y tuvo problemas hasta hoy.
Ej. hay gente que dice el “centro de la B es…” la cruz es el centro de todo.

“Sin Dios no puedo existir” (Agustín de Hipona)

En la Iglesia: La democracia es buena si existe una “teocracia democrática”.

2. El Hombre: Como UNIDAD.


El error de la filosofía existencialista reside en el hecho de haberse contentado con
un conocimiento puramente metafísico del hombre. El error de la psicofisiológica
cree que para conocer basta con describirlo como un desarrollo biológico. Un buen
análisis del hombre no ignora todo esto, pero el hombre es ante todo un ser viviente
y debemos considerarlo desde un punto de vista existencial, en la auto creación de
su ser. Este conocimiento tiene su origen en la teología cristiana. ¿Qué es el
monismo bíblico? A partir de esto podemos estudiar las partes del hombre. El
examen de ciertas nociones antropológicas permite subrayar el sentido ético de la
imagen cristiana del hombre. No podemos ver una antropología clara en la Biblia
por 2 razones: 1º a causa de los términos helénicos filosóficos empleados en el NT
y 2º porque el hombre se considera frente a Dios y nunca por sí mismo. Si
olvidamos esto llegamos a conceptos dualistas.

El monismo bíblico y las estructuras del hombre

La concepción bíblica del hombre no puede ser concebida más que a “imagen de
Dios”. Esto viene no de una psicología no desarrollada sino de una lógica
conclusión de una cierta concepción de Dios, como creador y del mundo. Esta
concepción monista consiste en una unidad indisoluble y perfecta: cuerpo, alma y
espíritu. El autor de Gen describe al hombre tanto de una perspectiva de la
metafísica como de una existencialista (polvo-aliento-alma viviente). El hombre es
considerado en su conjunto. Las partes no tienen sentido más que en función de la
totalidad del ser. Cuando se habla de nuestro amor a Dios, no se enfatiza la
multiplicidad de las posibles manifestaciones, sino el hecho de que cada una de las
manifestaciones debiera ser la expresión más completa de la totalidad del ser. Pablo
no habla de la estructura metafísica del hombre sino de los 3 tipos de manifestación
del ser completo.

La realidad corporal del hombre como “soma”

La corporeidad es la indispensable condición para la manifestación de la persona,


bajo todas sus formas y en todos sus niveles de existencia. Los exégetas reconocen
que no hay ninguna existencia humana del espíritu que no sea corporal. Pablo nunca
emplea “soma” para referirse a un cadáver. El cuerpo de la resurrección será un
cuerpo espiritual porque el 2º Adán fue hecho un espíritu vivificante. La psicología
no lleva la abstracción hasta distinguir entre la sustancia material y la forma del
organismo corporal. No existe cuerpo sin espíritu. El hombre no tiene un soma sino
que es un soma. A veces “soma” se puede traducir por “yo”. Los órganos tienen
vida más que en función del todo aunque el 1º sentido del “soma” es de cuerpo
humano visible, y capaz de actuar. En oposición con el dualismo la Biblia liga las
funciones psíquicas y espirituales a la realidad corporal.

El hombre como alma viviente y la noción de “psijé”

Los autores del NT usaron “psijé” y “pneuma”, pero diferentemente de sus sentidos
en el mundo greco-latino. Para entenderlo debemos recurrir a sus equivalente
hebreos “nefesh” y “ruaj”. El alma y el espíritu designan no una sola parte del
hombre sino al hombre completo dentro de una determinada manera de ser esencial
de su persona. El alma no se opone al cuerpo como en la filosofía griega. El alma
no es inmortal. Mientras que “soma” designa el aspecto humano más común,
“nefesh” acentúa el elemento individual y personal de esa manifestación. En los 2
casos se trata de una manifestación completa del ser. El hombre no tiene un alma,
sino es un alma. Gen dice que “alma” puede entenderse como “ser viviente”. A
veces “alma” puede referirse a la vida en general o a los deseos o afectos. El “alma”
es una creación de Dios. “Alma” indica al hombre en las manifestaciones del ser
viviente. Incluso designa más a menudo la vida humana en tanto que la vida
individual en sus aspectos consicentes.

El hombre como inteligencia o la noción de “pneuma”

El espíritu es la realidad viviente del hombre aunque sirve para designar las
manifestaciones de la vida espiritual. Pablo emplea “pneuma” en el sentido de
“nous”-el intelecto. Es el hombre interior que debe ser renovado. Por tanto es
manifestación de la persona en su totalidad. El elemento volitivo siempre está
presente incluido en la inteligencia. El intelecto no es un principio en sí mismo y no
se opone a “soma” y no puede ser concebido fuera de “soma”. El intelecto no puede
liberar al hombre de sus ataduras carnales. La posibilidad de tener a nuestro yo
colocado cara a cara para juzgarlo, sumirlo, etc. y así estar en diálogo consigo
mismo es lo que caracteriza la persona y la distingue de un simple fenómeno natural
o desarrollo biológico. Jesús dijo que “lo de adentro” y “lo de afuera” son obra de
Dios y el hombre interior es la fuente de la contaminación moral y física de la
persona. ROM. 7 muestra que el hombre entero se halla lejos de Dios y es una
guerra moral la que se nos describe. La realidad antropológica del Espíritu es la que
convierte al hombre carnal en el hombre espiritual.

Las nociones de antropología ética y religiosa

La personalidad humana no existe más que por su relación con otros y con Dios.

El hombre como criatura

Lo que Dios ofrece al mundo es la libertad del estado de criatura. La dependencia


de Dios no significa que no somos perfectos. El mal no fue creado por Dios y por
tanto no es una criatura. El pecado es querer independizarse de Dios y no alcanzar
aquello que es por encima del estado de criatura. El hombre recibió una
individualización que le permite pensar y actuar libremente incluso oponiéndose a
su Creador.

El hombre como imagen de Dios o la noción de libertad

El hombre es una criatura pero según la imagen de Dios. La 1º es la diferencia que


hay entre Dios y el hombre y la 2º lo que hay común. “Imagen” y “semejanza”
aparecen solo en Gen. La imagen de Dios no solo distingue al hombre de las demás
criaturas, sino que le hace ser “semejante a Dios” y esto significa que es el
representante de Dios en la Tierra. He muestra que hay una relación directa entre la
dominación del hombre y su comportamiento moral en relación con su Creador. La
semejanza de Dios está en función de una cierta perfección moral que depende de la
obediencia libre a la voluntad de Dios. La libertad en el ser es lo que le asemeja a
Dios al hombre. Esta libertad es real cuando se acepta la soberanía de Dios. La
libertad consiste en “desechar lo malo y escoger lo bueno”. Aunque semejante a
Dios el hombre llegó a ser pecador.
El hombre como pecador o la noción de sarks

La experiencia del mal es anterior a la creación, es universal y sus consecuencias se


manifiestan en la vida de todos los hombres. Desde la caída hay una duplicidad en
el hombre de tendencias malas y lo que sabemos que está bien. Esto hizo que Platón
pensara que la lucha está entre el alma y el cuerpo mientras que la psicología
cristiana nos enseña que la lucha se libra en la conciencia entre la “ley de mi mente”
y la “ley del pecado” de la cual somos cautivos. Uno es esclavo de algo que ha
triunfado dentro de sí. Pablo nunca ha considerado al cuerpo como responsable de
nuestra alienación de Dios. Cada célula de nuestro cuerpo y cada actividad de la
mente, pueden ser carne o espíritu según estén sujetas al poder del pecado o que
resistan a su imperio. Los equivalentes hebreos y griegos de “carne” no se emplean
nunca para designar un elemento constituyente del ser. La noción de “carne” está
estrechamente ligada a cada una de las otras nociones antropológicas que las
engloba todas al mismo tiempo que va más lejos que ellas. Esta noción introduce un
sentido ético sin la comprensión del cual el conocimiento del hombre es incompleto
o falseado. La filosofía griega ve en la “carne” la sustancia material que era mala en
sí misma. La Biblia declara que el hombre no es más que carne. La realidad carnal
del hombre se aplica tan completamente a todo lo que es humano que la expresión
“toda carne” llega a englobar a toda la humanidad. “Saris” designa una totalidad
indivisible. La realidad carnal se aplica a la totalidad del ser igual que a alguna de
sus partes. Cada uno de estos modos de ser se halla representado por “sarks”. Su
influencia se ejerce tanto sobre el cuerpo como sobre el espíritu. “Sarks” se usa
también para las obras de la carne y no solo para el hombre. “Sarks” es más que la
sustancia material y más que su estructura psicológica. Es la dimensión particular
en la que se manifiesta la vida del hombre natural. Los autores del AT designaron
por “basar” todo lo que el hombre es como criatura: sus limitaciones, etc., pero
Pablo va más lejos y une este concepto con el del pecado. La carne no es la fuente
del pecado porque no es posible que la carne haga esto y que también anhele a Dios
del mismo modo que el alma. Si la carne es mala, ¿puede derramar Dios su Espíritu
sobre toda carne? Si la carne es el principio del mal en el hombre, ¿Cómo habría
podido vivir Jesús en semejanza de carne de pecado, y ser tentado en todo, pero “sin
pecado”? Dios condenó al pecado en la carne. Nosotros podemos ser liberados del
pecado y seguir viviendo en la carne. Después de la resurrección, Jesús seguirá
teniendo carne y huesos, pero esto no significa que tiene pecado. También el pecado
es la transgresión de la ley y si no la hay no existe el pecado y esto no depende del
cuerpo. La ley despierta en el ser el poder del pecado. La carne es una carne de
pecado porque el hombre se ha separado del Creador. De las 3 metas de la vida:
conservarla, crear y desarrollarse, solo la 1º perdura ya que existimos pero no
vivimos porque no tenemos un porvenir y espiritualmente estamos muertos. Frente
a esta situación desesperada, Pablo da gracias a Dios porque por el Espíritu, que es
una realidad antropológica igual que la carne, podemos encontrar salida al pecado.

La realidad antropológica del Espíritu de Dios

Hay una diferencia entre el espíritu humano, como intelecto, etc., y el Espíritu de
Dios que fue otorgado mediante la vida sin pecado de Cristo. Sin esto su obra no
habría podido continuar en los corazones humanos. El Espíritu comunica al hombre
el poder de llegar a ser hijo de Dios. Por tanto la antropología cristiana no es solo
una referencia a Dios sino una referencia al Dios de Jesucristo pues el conocimiento
de nuestra salvación vino mediante Cristo. Él es lo que deberíamos ser. En El
conocemos el nuevo estado de los hombres cuya existencia ha sido decidida por el
llamamiento del Espíritu.

La encarnación de Cristo o la participación de Dios en la naturaleza humana

Los propósitos de la encarnación se reducen generalmente a razones soteriológicos.


Se presenta más el “por qué” en lugar del “como” de la encarnación. La salvación
se realiza cuando Dios participa en la naturaleza del hombre y cuando el hombre
participa en la naturaleza divina. La solución a esto es sólo Jesucristo. La
encarnación es la enseñanza fundamental del Evangelio. Esto es tan importante para
Jn que lo coloca al principio de su evangelio. Es difícil explicar esta unión perfecta
de la divinidad con la humanidad. Algunos ven en Jesús medio dios y medio
hombre o si se acentúa una de las dos naturalezas de Jesús entonces no podemos
comprender la salvación. Si a priori estas dos naturalezas son opuestas entonces no
hay solución posible. Dios no condena la carne sino el pecado que la domina. La
“carne” es obra de Dios es buena en sí misma. Col 2,9 se aplica a Cristo por 2
razones: por haber sido concebido por el Espíritu Santo y por haber recibido la
plenitud del Espíritu.

El don del Espíritu o la participación del hombre en la naturaleza divina

La imagen del hombre, según la antropología cristiana, sería inevitablemente


incompleta si no tuviésemos en cuenta la realidad antropológica del Espíritu. El
Espíritu de Dios es el mismo que el de Cristo. Por la obra del Espíritu nace una
nueva humanidad. Para esto es necesario que seamos llamados por Dios. Cristo es
el primogénito, es decir, “la imagen por excelencia del hombre espiritual”. Este
testimonio del Espíritu al espíritu del hombre en cierta manera es la transposición
antropológica de la verdad dogmática de la elección. Es la manera que tiene Dios de
llamar al hombre. La imagen del hombre recibe su contorno definitivo por esa
elección. La vida según el Espíritu no es un estado estático. Esta es una imagen para
decir que el hombre vive guiado por el Espíritu a la “nueva existencia” que es una
“respuesta de una buena conciencia”.
El hombre interior se renueva cada día conforme a la imagen del que lo creó hasta
el conocimiento pleno. Esta renovación abarca la totalidad de la persona igual que
las demás nociones antropológicas. Esta renovación empieza por la mente. La
mente es esclarecida por el Espíritu y puede ahora discernir la voluntad de Dios.
Ahora nuestro cuerpo se convierte en el Templo del Espíritu Santo. Muchas de las
acciones del Espíritu son imperceptibles, pero no menos reales. El Espíritu tampoco
actúa contra nuestra voluntad. Esta obra de renovación debe hacerse por sufrimiento
igual que en el caso de Cristo. Tampoco la carne abdica cuando el Espíritu es
entregado al hombre. Quizás haya un conflicto entre el Espíritu y la carne, pero el
Espíritu triunfará. El Espíritu de Dios se opone a la “carne” cuando esta rehúsa
someterse a su acción. Toda la antropología cristiana es una cuestión de vida eterna
y existencia. La victoria sobre el pecado significa la victoria sobre el pecado y las
arras del Espíritu significa que la muerte fue vencida. El Espíritu es además un don
escatológico del cual depende finalmente el destino eterno del hombre.
La Antropología (del griego ἄνθρωπος anthropos, 'hombre (humano)', y λόγος, logos,
'conocimiento') es una ciencia social que estudia al ser humano de una forma integral.
Para abarcar la materia de su estudio, la Antropología recurre a herramientas y
conocimientos producidos por las ciencias naturales y otras ciencias sociales. La aspiración
de la disciplina antropológica es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas
esferas, pero siempre como parte de una sociedad. De esta manera, intenta abarcar tanto
la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que
han desaparecido, las estructuras sociales de la actualidad y la diversidad de expresiones
culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad.

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