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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN CIVIL

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA


Magistrado ponente

STC7630-2016
Radicación n.º 86001-22-08-000-2016-00036-01
(Aprobado en sesión de primero de junio de dos mil dieciséis)

Bogotá, D. C., nueve (9) de junio de dos mil dieciséis (2016).

Decídese la impugnación formulada frente a la


sentencia dictada el 30 de marzo de 2016 por la Sala Única
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Mocoa, dentro
de la tutela instaurada por José Gerardo Estrada, Jhonatan
Rosero Madroñero, Nerio Agustín Delgado Córdoba, Miguel
Taquinas, Tito Jacinto Zamora, Mercides Vega Solano, Rafael
Marcial Mora, Javier Pianda Chamorro y Hernán Alirio
Rosales Portilla en contra del Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible, Consorcio Colombia Energy Vetra
Exploración y Producción Colombia S.A., Ecopetrol S.A.,
Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la
Amazonia – Corpoamazonía-, la Autoridad Nacional de
Licencias Ambientales - ANLA-, la Alcaldía de Puerto Asís y la
Gobernación del Putumayo, extensiva al Ministerio de
Vivienda, Ciudad y Territorio, a la E.P.S. Indígena Mallamas,
Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

a la I.P.S. Hospital Local de Puerto Asís, al Comité de Gestión


de Riesgos y Emergencias de la misma ciudad y a la Agencia
Nacional de Hidrocarburos –ANH-.

1. ANTECEDENTES

1. Los gestores suplican la protección de los derechos


constitucionales a la vida, salud, mínimo vital, ambiente sano
y al “(…) agua (…)”, presuntamente lesionados por las
autoridades querelladas.

2. Por tratarse de hechos y pretensiones idénticas,


fueron acumuladas por el Tribunal a quo constitucional al
presente decurso, las tutelas de los aquí actores Nros. 2016-
00029, 2016-00030, 2016-00031, 2016,00032, 2016-00033,
2016-00034, 2016-00036, 2016-00037 y 2016-00038.

3. Sostienen, como base de su reclamo, en síntesis, lo


siguiente (fls. 1 a 11, cdnos. 1, 2, 3, 4, 5, 7, 8 y 9):

3.1. La comunidad ubicada en Los Guamos, de la


vereda Montañita, y los corregimientos de Teteyé, El
Diamante, Guayabal, Campo Alegre y La Gotera de la vereda
de Buenos Aires, jurisdicción del municipio de Puerto Asís, ha
sido víctima de impactos negativos producto de la actividad
petrolera implementada en el área del trayecto Puerto Vega -
Teteyé donde está asentada dicha población, en particular,
por las “(…) actividades de perforación y explotación
realizadas por el Consorcio Colombia Energy Vetra Exploración
y Producción Colombia S.A. (…)”.

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3.2. En el corredor Puerto Vega - Teteyé existe una


inmensa red fluvial que incluye caudales comprendidos en
algunos sectores de los ríos Putumayo y San Miguel, afluentes
con ancho de 2 a 3 m., los cuales además de propicios para
navegación, constituyen fuentes: (i) de agua para consumo
humano, (ii) de alimento a través de la pesca, y (iii) vías
acuáticas vitales para la comunicación y transporte de las
comunidades indígenas y campesinas arraigadas en dicho
territorio.

3.3. Es constante y desmesurada la contaminación a la


que se han visto sometidos los cuerpos de agua del “(…)
corredor Puerto Vega – Teteyé (…)” desde el año 2009, con
ocasión del proyecto “(…) producción y explotación de
hidrocarburos en las áreas de interés Quinde, Cohembí y
Quillacinga (…)”, especialmente, en los caños y quebradas
afluentes del río San Miguel, caños El Diamante, Mochilero y
Buenos Aires.

3.4. Las perforaciones y explotaciones dentro del


territorio han afectado “(…) las fuentes hídricas de los ríos,
caños, quebradas, y el ecosistema (…)”, por no aplicar un plan
de manejo ambiental, pues tales actividades han causado “(…)
exceso de polución, ruido y vertimiento de toda clase de
agentes contaminantes (...)”.

3.5. El Consorcio Colombia Energy Vetra Exploración y


Producción Colombia S.A. es la firma que tiene la concesión
para la ejecución del contrato de producción petrolera en la
zona ubicada en el “(…) corredor Puerto Vega – Teteyé (…)”.
Para llevar a cabo dicha operación, el Ministerio de Ambiente,

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Vivienda y Desarrollo Territorial, le otorgó mediante


resolución Nº 0937 de 22 de mayo de 2007, la licencia
ambiental para el proyecto denominado “(…) Desarrollo de los
campos Quinde, Cohembí y Quillacinga (…), comprendiendo
las subcuencas de los ríos Cohembí y San Miguel; a la
primera pertenecen la quebrada La Manuela y el río San
Lorenzo; y a la segunda, la quebrada El Diamante y el caño
Buenos Aires, localizados en jurisdicción del municipio de
Puerto Asís.

3.6. Las autoridades indígenas y miembros de las


comunidades rurales del “(…) corredor Puerto Vega – Teteyé
(…)”, han manifestado en espacios públicos que lo más
contaminado por la explotación petrolera es el agua, en
concreto, “(…) los afluentes en el trayecto de exploración y
explotación, los humedales y lagunas, por vertimiento de
aguas residuales industriales propias de la explotación
petrolera (...)”.

3.7. El 1 de octubre de 2010, a través de la resolución


Nº 1930, la cartera ministerial arriba indicada, modificó el
acto administrativo Nº 0937 de 2009 para incrementar la
producción de hidrocarburos en los campos Quinde, Cohembí
y Quillacinga, mediante la perforación de nuevos pozos, la
ampliación de la infraestructura existente y las condiciones
operativas, lo cual, de suyo, implicó “(…) la modificación y
ampliación de la licencia ambiental global de las actividades
relacionadas con el uso y aprovechamiento de los recursos
naturales y en especial de recursos hídricos (...)”.

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3.8. El 30 de mayo de 2014, la Autoridad Nacional de


Licencias Ambientales -ANLA- expidió la resolución Nº 0551,
variando la licencia ambiental primigenia otorgada al
Consorcio Colombia Energy Vetra Exploración y Producción
Colombia S.A., en el sentido de ajustar el valor de la inversión
del presupuesto inicial del proyecto operado por tal firma,
orientado “(…) al cumplimiento de la normatividad ambiental
(…)”, esto es, el Plan de Manejo Ambiental y de Contingencia.

3.9. Las citadas resoluciones, según los petentes,


permitieron la explotación de hidrocarburos “(…) valiéndose
de fuentes hídricas (...)”.

3.10. La comunidad de las veredas Agua Blanca,


Buenos Aires, Montañita y Los Cristales se ve perturbada con
la actividad de extracción ejecutada en los campos Quinde,
Cohembí y Quillacinga, producto de la contaminación de los
afluentes caños Mochilero y Buenos Aires.

3.11. En el expediente de la licencia ambiental


adelantado por ANLA, se encuentran denuncias respaldadas
por la Asociación Campesina del Sur Oriente del Putumayo –
Acsomayo-, acompañadas por las Defensorías del Pueblo de
Ecuador y Colombia, dando cuenta de la forma irregular como
la comentada firma petrolera, “(…) realiza vertimientos de
aguas residuales industriales sobre importantes fuentes
hídricas como los ríos San Miguel y Putumayo (sic) (…)”.

3.12. Con ocasión de los derrames de crudo por la falla


operacional del Consorcio Colombia Energy, ocurridos en
octubre de 2014, mayo, junio y octubre de 2015, fueron

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afectados, tanto el ecosistema como las fuentes hídricas que


abastecían el suministro de agua apta para el consumo
humano de los pobladores de las veredas Agua Blanca,
Buenos Aires, Montañita y Los Cristales.

3.13. Para atender la referida emergencia, se acordó, en


diferentes espacios de interlocución institucional del orden
nacional, departamental y municipal, entre ellos, los Comités
Municipal de Justicia Transicional y de Gestión de Riesgos y
Emergencias, “(…) la atención integral de las consecuencias
producidas desde el primer derrame de crudo, en razón a la
normativa y el plan de manejo ambiental y de emergencias que
suscribe el Consorcio Colombia Energy (…)”, suministrando
agua potable transportada en carro tanques a dichas veredas,
la cual no ha tenido un manejo adecuado, pues se ha
comprobado públicamente que “(…) les llega contaminada
(...)”.

3.14. Hasta la fecha, las autoridades municipales que


han hecho presencia en el lugar, han incumplido “(…) la
atención integral de emergencia, y la implementación de un
plan de trabajo que suministre agua de calidad (…)”.

3.15. El Consorcio Colombia Energy se ha


comprometido con la comunidad y las autoridades de Acción
Comunal, a (i) descontaminar los caños y cuerpos de agua; (ii)
suministrar agua potable para el consumo humano; (iii) hacer
trabajos técnicos industriales de mitigación del impacto
ambiental generado por los derrames de crudo; (iv) contratar
personas del “(…) corredor Puerto Vega – Teteyé (…)” para

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dichas labores. No obstante, tales obligaciones en su mayoría


“(…) están incumplidos (...)”.

3.16. El plan de manejo ambiental no se ha efectuado


con eficacia y prontitud por la aludida firma de
hidrocarburos, pues “(…) no ha mitigado el daño ambiental de
su actividad petrolera sobre los cuerpos de agua (...)”.

3.17. Han hecho diversos requerimientos a las


entidades municipales, departamentales y nacionales, para
que hagan presencia en el lugar de los derrames, pero a la
fecha de interposición del presente resguardo, “(…) no
volvieron abastecer de agua potable a las veredas afectadas
(…)”.

3.18. Ni la Corporación para el Desarrollo Sostenible


del Sur de la Amazonía -Corpoamazonía, ni la Autoridad
Nacional de Licencias Ambientales - ANLA- tampoco se han
preocupado por mitigar, investigar, prevenir y sancionar las
consecuencias del impacto ambiental que continúa afectando
la región, al punto que los pobladores, entre ellos los ahora
actores, “(…) siguen sin tener agua para su sustento diario
(…)”.

4. Los querellantes especifican padecer, junto a sus


núcleos familiares, afecciones de salud explícitas, las cuales
se reseñan así:

4.1. José Gerardo Estrada expresó que sufre de cáncer


de estómago “(…) por la falta de un sistema de acueducto y
alcantarillado adecuado (…)”, aportando su historia clínica de

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3 de noviembre de 2015 donde se lee “(…) carcinoma de


células escamosas grandes (sic) (...)”.

4.2. Nerio Agustín Delgado Córdoba indicó que su


esposa, quien padecía de cuadro médico terminal asociado
con un “(…) cáncer de cuello uterino (…)”, se vio agravada al
quedarse sin agua para su consumo, falleciendo el 2 de junio
de 2014. Precisó que ha venido presentado diferentes
síntomas como náuseas y vértigos constantes los cuales han
sido evaluados por médico especialista.

Para el efecto, adjuntó historia clínica de su difunta


consorte, en donde se observa su diagnóstico: “(…) tumor
maligno del endocervix de 24 de abril de 2014 (...)”.

Igualmente; aportó el reclamante su propia crónica


médica de 9 de diciembre de 2015, en la cual se establece que
padece “(…) vértigo periférico objetivo, nauseas, cefalea de leve
intensidad, no perdida de estabilidad ni alteración (...)”.

4.3. Miguel Taquinas manifestó que por la falta de un


sistema de acueducto y alcantarillado adecuado, su cónyuge
sufre de “(…) dolor de huesos, cabeza, fiebre alta, escalofríos,
daño de estómago (…)”, valoraciones efectuadas desde el 8 de
diciembre de 2015 por el señor Enrique Rodríguez, quien
practica medicina natural. Allegó escrito firmado por dicho
homeópata el 8 de diciembre de 2015.

4.4. Tito Jacinto Zamora indicó que por la falta del


suministro de agua potable, sus menores hijos presentan “(…)
daños estomacales, afecciones respiratorias y en la piel (…)”,

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según da cuenta su historia clínica de 14 de diciembre de


2015.

4.5. Mercides Vega Solano sufre de “(…) toxoplasmosis


(…)” por causa del consumo de agentes contaminantes en aire
y agua, presentando evidente deterioro de su salud,
demostrando tal patología mediante constancia médica de 22
de enero de 2015.

4.6. Rafael Marcial Mora expuso que soporta junto con


sus dos menores hijos, afecciones estomacales según su
historial médico de la EPS, relacionadas con la ingesta de
agua contaminada.

Allegó como prueba la biopsia de endoscopia de


estómago del 7 de octubre de 2015, en donde se señala como
diagnóstico: “(…) Biopsia Endoscópica De Estomago Gastritis
Eritema Tosa Crónica Superficial Activa, Helicobacter Pylori
Adherente (sic) (…)”.

4.7 Hernán Alirio Rosales Portilla refirió que su familia


presenta diferentes padecimientos, “(…) como fiebre, malestar
general, lesiones en la piel denominadas descamativas en las
plantas de los pies y manos, dolores de estómago fuertes y
gastritis (…)”. Para el efecto, aportó el relato médico del menor
Diego Fernando Rosales Caicedo de 20 mayo de 2015.

5. Exigen, que las tuteladas aclaren:

(i) Cuál es la distancia de la línea de marea más alta del


cauce del río Putumayo “(…) donde se encuentran las

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operaciones ejecutadas para el proyecto de los pozos, Quinde,


Quillacinga y Cohembí (…)”;

(ii) Si existen zonas de recarga hídrica o nacimientos de


agua, “(…) que pueden verse afectados por las actividades
desarrolladas en los denominados pozos Quinde, Quillacinga y
Cohembí (…)”;

(iii) Las actividades implementadas para prevenir los


impactos ambientales y lograr el cumplimiento del Plan de
Manejo Ambiental frente a los derrames de crudo;

(iv) La información y socialización realizada para


atender y gestionar las emergencias y mitigar el riesgo,
ocasionado por los vertimientos de hidrocarburos y la
solución a la escases de agua en el “(…) corredor Puerto Vega -
Teteyé (sic) (…)”.

(v) Si la ubicación del pozo Cohembí cumple con el


margen de alejamiento respecto de la costa del río, previsto en
el artículo 15 de la resolución Nº 1037 de 2001 expedida por
el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible.

(vi) Las consecuencias generadas o que puedan


presentarse en la vereda Buenos Aires ubicada en el Corredor
Vega - Teteyé, con la labor de explotación realizada dentro del
pozo Cohembí, localizado en el “(…) corredor Puerto Vega-
Teteyé del municipio de Puerto Asís (…)”, en cuanto afectación
del aire, agua, ruido, paso de vehículos, modificación del
entorno, entre otras.

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Igualmente, suplican ordenar:

(i) Abastecer de agua potable a las veredas afectadas


donde habiten sujetos vulnerables, “(…) como menores de
edad, mujeres y adultos mayores, garantizando fluido
constante, permanente, sin interrupciones (…)”; y

(ii) Suspender la licencia ambiental otorgada al


Consorcio Colombia Energy Vetra Exploración y Producción
Colombia S.A., “(…) hasta que se restauren las afecciones a la
vida digna, salud, el agua, ecosistema y las fuentes hídricas
(…)”.

1.1. Respuesta de los accionados y convocados

a. Ecopetrol S.A. manifestó que el 13 de junio de 2001,


con el Consorcio Colombia Energy, suscribieron contrato de
producción incremental área suroriente (CPI. Suroriente) “(…)
para obtener producción incremental de hidrocarburos en los
campos iniciales y en posibles descubrimientos en el volumen
contratado (sic) (…)”.

Para ello, indicó, la asociada debe realizar por su


cuenta y riesgo exclusivo, “(…) todas las actividades de
inversión necesarias para obtener producción incremental (…)”.
Dicho contrato tiene vigencia hasta el 13 de junio de 2023.

Agregó que en materia de responsabilidad para la


realización de los tramites ambientales, el único responsable
de su adelantamiento es el operador, “(…) pues en éste recae

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cumplir toda la legislación, para ello actúa con autonomía


jurídica y técnica como titular del instrumento ambiental (...)”.

Expuesto lo anterior, concluyó carecer de legitimación


por pasiva para ser receptor de los efectos jurídicos de la
acción de tutela.
b. Vetra Exploración y Producción Colombia S.A.S., en
lo pertinente, señaló que los cuerpos de agua en el campo sur
oriente son utilizados dentro de la operación de actividades
autorizadas por la licencia ambiental, realizando a la fecha
únicamente captación de agua de las quebradas “(…) El
Diamante, Agua Blanca, Río Cohembí y Río Putumayo (…)”.

Destacó que a efecto de verificar la no afectación del


recurso hídrico, realiza constantes monitoreos a través de un
laboratorio certificado por el Ideam.

Sostuvo que los derrames realizados por terceros, se


han atendido dentro del marco del Decreto 321 de 1999 y el
Plan de Contingencia del Campo Sur Oriente, situación
corroborada por el informe de cierre de la Comisión de
Revisión Socio Ambiental y Jurídica de la resolución N° 1930
de 2010 realizado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos
-ANH, y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en
donde se estableció

“(…) en los casos en los que los resultados de las mediciones estén
por encima de los rangos que establece la norma, no es posible
establecer con grado de certeza una relación directa con las
actividades hidrocarburíferas, debido a que existen en la zona
causas de origen antrópico o natural que pueden aportar el cambio
de estos elementos (sic) (…)”.

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Recalcó que ha monitoreado las aguas y suelos cuyos


resultados se consolidaron en el informe de caracterización
físico química del Campo Sur Oriente.

Resaltó que a partir del 2011 no se realiza vertimiento


alguno a ningún cuerpo de agua superficial de la región. No
obstante, por causa del derramamiento de hidrocarburos
causado “(…) por terceros (…)” desplegó acciones de
conformidad con el plan de contingencia respectivo que forma
parte de la licencia ambiental con el objeto de “(…) remediar
cualquier tipo de impacto que con ocasión a ello se hubiese
podido ocasionar (…)”.

Abasteció de agua la comunidad hasta mediados de


2015. Asimismo, desplegó actividades de control y limpieza en
las áreas afectadas; sin embargo, estas tareas se
suspendieron en la medida en que acontecieron eventos “(…)
tales como: bloqueos, intimidación por parte de
grupos armados, y negativa de algunos miembros de la
comunidad como se evidencia en las diferentes comunicaciones
enviadas a Corpoamazonía (…)”.

Expresó haber establecido un programa de limpieza


ambiental, el cual debía ser ejecutado por la empresa
contratada, pero ha sido la propia comunidad quien le ha
impedido “(…) ingresar a la zona para ejecutar las medidas de
limpieza de manera permanente y continua (…)”.

Respecto a las enfermedades de los querellantes y su


núcleo familiar, adujo no encontrar vínculo de causalidad con

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las actividades petroleras, “(…) siendo indispensable para la


imputación de responsabilidad dicho nexo (…)”.

c. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible


refirió que según el Decreto 3573 de 2011, la entidad
competente para asumir el conocimiento de los temas
relacionados con la emisión de licencias, permisos y trámites
ambientales, así como la obligación de hacer el seguimiento a
las mismas, es la ANLA.

d. La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur


de la Amazonía –Corpoamazonía-, deprecó falta de
legitimación por pasiva, toda vez que “(…) no es la competente
para controlar, vigilar, ni manejar la licencia global otorgada en
el año 2009 (…)”.

e. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -


ANLA- expuso:

“(…) No existe prueba alguna de la contaminación señalada por


los accionantes, se trata de una simple apreciación de los
tutelantes, sin certeza plena de los factores reales de una posible
contaminación de los caños y quebradas afluentes del Río San
Miguel, Caño Diamante, Caño Mochilero, Caño Buenos Aires,
quebrada la Amarilla y Quebrada Montañita.

“No es dable atribuir afectación sobre los cuerpos de agua


referidos, toda vez que el Consorcio Colombia Energy desde el 2
de abril de 2012 se encuentra en proceso de reinyección de las
aguas de formación asociadas al crudo, por lo tanto desde esta
fecha suspendieron totalmente los vertimientos a cuerpos ciertos.

“Adicionalmente y producto del seguimiento y control efectuado


durante la vigencia del año 2015 se determinó que con relación a
los monitoreos fisioquímicos, bacteriológicos e hidrobiológicos, en
las fuentes de agua superficiales ubicadas en el área de
influencia de cada campo, Cohembí y río Cohembí, campo

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Quillacinga y Río San Miguel y campo Quinde, los análisis


comparados con los criterios de calidad permisibles en el Decreto
1594 de 1984, compilado en el Decreto Único Reglamentario 1076
de 2015, concluyen que la calidad del agua presenta buenas
condiciones al no evidenciar índices de contaminación alta, siendo
contrario a la afirmación de los accionantes”.

“En las veredas Agua Blanca, los Cristales, Montañita y Los


Ángeles, no se reportaron contingencias. Para la vereda Buenos
Aires en el período comprendido entre el mes de octubre de 2014
y octubre de 2015 se reportaron dos incidentes ambientales, el
primero el 26 de junio de 2015 a causa de la apertura ilícita de
las válvulas de los carrotanques (acción de terceros) y la segunda
ocurrida el 30 de septiembre de 2015 en la misma vereda a causa
de fuga de hidrocarburos en una línea de flujo. Respecto al
incidente ambiental, la empresa en el informe de notificación final
reportó que la actividad contemplada en el Plan de Contingencia
del Proyecto realizó la recolección manual de aguas aceitosas,
traslado y acopio de residuos peligrosos, hidrolavado y la
reconformación de áreas afectadas (…)”.

Finalmente, deprecó la “(…) falta de legitimación por


pasiva, la ausencia de perjuicio irremediable, inexistencia de
solidaridad en el otorgamiento de la licencia ambiental y la
desestimación de las pretensiones (…)”.

1.2. Prueba decretada

El 16 de marzo de 2016 se practicó diligencia de


inspección ocular a los predios de los tutelantes ubicados en
las veredas La Montañita y Buenos Aires, por el Juez Cuarto
Promiscuo Municipal de Puerto Asís, quien destacó lo
siguiente:

“(…) Las veredas Buenos Aires y Montañita es paso obligado del


corredor petrolero Puerto Vega - Teteyé. La queja de las familias
deriva del daño sobre el medio ambiente y específicamente de los
caños y quebradas, fuentes hídricas de las cuales obtenían el
agua para consumo, aseo personal y utilización de las viviendas.

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“Los derrames producidos en septiembre de 2013, octubre de


2014 y mayo de 2015 contaminaron las fuentes, por cuanto la
empresa demoró la implementación del plan de contingencia,
permitiendo que el derrame se extendiera sobre sus terrenos y los
caños. Los accionantes se han visto afectados en su salud por los
contaminantes químicos derramados, existiendo alergias,
infecciones, cáncer de esófago, y niños enfermos. El ruido también
los ha afectado ya que por la carretera pasan tracto camiones que
transportan el crudo y las aguas industriales.

“Sobre los predios de los señores Hernán Alirio Rosales Portilla,


Nerio Agustín Delgado Córdoba y Tulio Jacinto Mora, se da cuenta
que con los derrames del 13 de octubre de 2013 y 18 de enero de
2014, las familias quedaron sin agua, siendo imposible la labor
de pesca, lo que conllevó cerrar la escuela ‘La Montañita’ por falta
de agua en razón a que allí se preparaban alimentos para los 22
niños.

“En la actualidad no existen vertimientos de dichos elementos,


pero cuando la quebrada se seca se puede mirar el crudo.

“La empresa Postobón S.A. les repartió 5 botellones de agua por


familia, Acción contra el Hambre les adecuó tanques en cada
inmueble y para cada familia a fin de proveerse del agua de
lluvia, pero ante la sequía que duro dos meses, utilizaron el agua
de los caños.

“La alcaldía de Puerto Asís y la Cruz Roja facilitaron una planta


de tratamiento para el agua de la quebrada por el término de 2
meses, cuyo vencimiento llega al 22 de abril de 2016.

“El agua del tanque para provisión se encontraba contaminada.


Ninguna de las familias cuenta con servicios públicos ni
alcantarillado, tienen pozos sépticos, y para la energía utilizan
plantas solares.

“En el predio del señor Nerio Agustín Delgado fue donde se


produjo directamente el derrame el 18 de enero de 2014, ya que
ahí se abrió la llave del tanque que transportaba el crudo, ante
ello, se le secaron totalmente los árboles y su terreno quedó casi
estéril. Allí se observó que efectivamente se muestran restos del
crudo que aún se mantiene en el terreno.

“El núcleo familiar de Hernán Alirio Rosales Portilla lo comprende:


su esposa, dos hijos, uno de 19 años y otro de 11 años. La familia

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de Nerio Agustín Delgado por dos hijos, uno de 26 años y otro de


14 años. El de Tito Jacinto Zamora conformado con su esposa y
tres hijos de 15 y 11 y 8 años.

“La Inspección a los predios de Rafael Marcial Mora (esposa y dos


hijos de 13 y 7 años), Javier Pianda Chamorro (esposa hijos de 11
y 12 años), José Gerardo Estrada (esposa y 4 hijos de 10,11,17 Y
15 años), Jonathan Rosero Madroñero (esposa y dos hijos de 11
años y 23 meses), Miguel Taquinas (esposa, 3 hijos de 11, 16 y
21 años, y un nieto de 3 años), y Mercides Vega Solano (esposo e
hija de 12 años).

“Con el derrame del 5 de mayo de 2015 se produjo contaminación


a la quebrada y caño El Mochilero. De dicha laguna es tomada el
agua para el consumo humano y para el aseo personal y de
viviendas. El caño se rebotó y daño potreros y pastos. Existe
contaminación por ruido y polución por el paso de carro tanques
transportadores del crudo y el agua industrial. Han existido
afecciones en salud como alergias y dolor de oídos. En dicha zona
los habitantes se dedicaban a la pesca pero a raíz del derrame
desaparecieron los peces.

“En la actualidad no existen vertimientos de dichos elementos


pero cuando la quebrada se seca se puede mirar el crudo.
Igualmente se indicó que Acción contra el Hambre adecuó unos
tanques en cada inmueble y para cada familia. El agua del
tanque para provisión se encontraba contaminada. Ningún predio
cuenta con alcantarillado ni servicios públicos.

“La señora Mercides Vega Solano manifestó que trabajo en


Hidrospit empresa que pertenece a Vetra (sic) y es la encargada
de recoger el crudo derramado, expresó que le salieron unas
llagas en la garganta y cuello por consumir el agua contaminada,
además, tiene infección en la matriz y en los pulmones porque en
su trabajo tenía que tocar el crudo con las manos. Su hija tiene
una infección vaginal por bañarse con el agua contaminada.

“José Gerardo Estrada informó que tiene esófago cancerígeno, lo


que a su criterio devino por el consumo de agua contaminada y
sus hijos padecen de dolor de cabeza, mareos, manchas en la piel
y fiebres constantes.

“Rafael Marcial Mora refirió que tiene gastritis crónica por el


consumo de aguas contaminadas. En cuanto a sus cultivos, las

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matas de plátano se acabaron por el derrame de crudo porque


cayó a una laguna y se extendió en los terrenos (…)”.

1.3. La sentencia impugnada

Concedió la protección invocada tras inferir que los


diversos pronunciamientos de las autoridades convocadas, la
inspección ocular realizada a los predios de los tutelantes, y
las pruebas obrantes en el presente subexámine, acreditaban:

(i) En los años 2014 y 2015, se ocasionaron grandes


derrames de crudo por atentados de grupos al margen de la
ley, los cuales contaminaron los corredores fluviales “(…) El
Diamante, Agua Blanca, Río Cohembí y Río Putumayo (…)”; (ii)
se establecieron medidas de mitigación del daño, siendo la
mayoría insuficientes, pues en la actualidad los referidos
caudales continúan afectados por el vertimiento de
hidrocarburo; y (iii) los suministros de agua potable,
entregados mediante carro tanques o garrafas a la población
afectada, entre ellos, los aquí tutelantes, han resultados
escasos, al punto que en la actualidad no reciben el preciado
líquido, “(…) amenazando de manera grave su subsistencia y
su salud (...)”.

En consecuencia, dispuso:

“(…) Ordenar a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -


ANLA- y a la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de
la Amazonía -CORPOAMAZONÍA-, que dentro de sus funciones,
procedan a verificar las causas de cada situación sobre los
resultados de los exámenes del agua que señala el informe del 10
de julio de 2015 realizado por la Agencia Nacional de
Hidrocarburos -ANH- Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible, Ministerio de Minas y Energía y Ministerio del Interior,

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Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

que conforman la comisión de revisión socio ambiental y jurídica


de la Resolución 1930 del 1 de octubre de 2010, el cual
comprende las zonas en las que viven los accionantes, y junto a
análisis de resultados a muestras actuales que deben tomar del
agua que pasa por los caños y afluentes de los que se surten los
accionantes y sus familias, definan las medidas de manejo
necesarias para corregir situaciones que puedan o estén
afectando el medio ambiente en la región afectada por los
derrames de crudo y por lo cual se sigue el presente trámite.
Dicha labor debe ser emprendida una vez se les notifique la
presente sentencia, y se les concede un lapso inicial de un mes
para la toma de muestras y análisis, y un plazo adicional
subsiguiente de dos meses para la toma de decisiones y su
comunicación al Consorcio Colombia Energy Vetra Exploración y
Producción Colombia S.A., y demás entidades que corresponda
según sus funciones ambientales respecto de los cuerpos de agua
que se dicen afectados y por los cuales se planteó la presente
acción de tutela.

“Ordenar al Consorcio Colombia Energy Vetra Exploración y


Producción Colombia S.A. que emprenda las actividades
necesarias para la recolección y limpieza de los lugares en los
cuales obran residuos de los derrames acaecidos en las veredas
Montañita y Buenos Aires de Puerto Asís - Putumayo, que incida
en los cuerpos de agua que pasan por los predios de los actores y
obviamente incluye dichos predios, así como los caños que a ellos
colindan. Si dicha actividad la impiden los accionantes y/o la
comunidad, tome la prueba correspondiente y allegue a éste
trámite para tener en cuenta a la hora de definir sobre el
cumplimiento cabal de la sentencia. La actividad correspondiente
deberá ser emprendida dentro del mes siguiente a la notificación
de la presente decisión.

“Exhortar a la Alcaldía de Puerto Asís emprenda de manera


inmediata su actuar para que los accionantes y sus familias en la
región de las veredas donde tienen sus predios, cuentan con agua
potable, esto es, puedan ser beneficiadas de dicho servicios,
aplicando a los programas que contempla el Gobierno Nacional y
de esta manera se aminore de alguna forma la situación en la que
viven. Así como buscar apoyo y atención a través de la justicia
transicional ante los daños que con actuaciones reprochables se
ha afectado a la comunidad (sic).

“Ordenar al Consorcio Colombia Energy Vetra Exploración y


Producción Colombia S.A., la Gobernación del Putumayo, Alcaldía
de Puerto Asís, Unidad de Gestión del Riesgo y Emergencias de
Puerto Asís y el Comité de Gestión del Riesgo y Desastres del
Departamento del Putumayo, que de acuerdo a sus competencias
y atribuciones legales, procedan a estudiar de manera coordinada

19
Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

a través de mesas de trabajo, la viabilidad de mantener la planta


de agua que está abasteciendo a los habitantes de las veredas
Montañita y Buenos Aires del municipio de Puerto Asís -
Putumayo, por el período de tiempo necesario, hasta que las
aguas de los caños que venían sirviendo de recaudo de agua a los
accionantes y sus familias, queden en condiciones de potabilidad
aptos para el consumo humano, o emprendan y ejecuten otros
mecanismos que permitan abastecerles de agua donde residen en
dichas veredas y por ende se les pueda garantizar este derecho
fundamental. Para dicha orden, deberán iniciar la coordinación
dentro de los 5 días siguientes a la notificación que se les haga de
la presente sentencia, teniendo como plazo máximo para definir
mesas de trabajo y concretar soluciones y ejecutarlas, el lapso
que falte para el retiro de la planta potabilizadora existente para
la comunidad, salvo que se prorrogue su utilización, evento en el
cual, los términos serán de un mes para fijar mesas de trabajo y
dos meses adicionales más para presentar soluciones e iniciar su
ejecución, etapa ésta última que podrá durar un lapso de dos
meses (…)” (fls. 94 a 100, cdno. 2).

1.4. La impugnación

La incoó la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales


-ANLA-, manifestando que imponérsele “(…) verificar las causas
de cada situación sobre los resultados de los exámenes del agua
señalados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos –ANH-,
para definir medidas de manejo necesarias para corregir
situaciones que afecten a los tutelantes y sus familias (…)”,
desborda las competencias de la entidad, pues ésta solo se
dedica, en virtud del Decreto 3573 de 2011, a otorgar y hacerle
seguimiento a las licencias ambientales (fls. 503 a 505, cdno.
3).

2. CONSIDERACIONES

1. Revisado el sublite se distingue que la situación


alegada por la autoridad impugnante, se concreta a cuestionar
la sentencia del Tribunal constitucional a quo por conminarla a

20
Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

adoptar medidas urgentes y necesarias para corregir las


afectaciones causadas por el derrame de crudo a los ríos El
Diamante, Agua Blanca, Río Cohembí y Río Putumayo, aspecto
que escapa, supuestamente, de la órbita de sus funciones
legales.

2. Liminarmente, debe señalarse que en el presente


asunto, se discute, principalmente, la vulneración al derecho a
un ambiente sano, lo cual, por su naturaleza colectiva,
ameritaría denegar el resguardo por tener éste la vía de la
acción popular, empero, al ponderar la situación fáctica y la
prueba decretada en el curso de la primera instancia, se
advierte prima facie que su violación produce inevitablemente
la afectación directa de otras prerrogativas de carácter
fundamental, entre ellas, la vida, la salud y el acceso al agua
de los tutelantes y sus núcleos familiares 1, al resultar obvio
que éstos padecen no solo el desabastecimiento del preciado
líquido porque su suministro provisional, del cual habían sido
beneficiarios como contingencia del derrame de crudo en los
caudales de los ríos circunvecinos, les fue interrumpido; sino
además, de graves patologías, según dan cuenta sus historias
clínicas, tales como epidemias y diversos tipos de cánceres, las
cuales pudieron adquirirlas producto del consumo del recurso
hídrico envenenado por causa de la mencionada tragedia
ambiental.

1
Al respecto, recientemente señaló la Corte Constitucional en la sentencia T-197 de 2014:
“Es procedente la acción de tutela cuando ésta busca proteger derechos fundamentales
conculcados como producto de la violación a derechos colectivos. Las subreglas desarrolladas
por la jurisprudencia de la Corte Constitucional, son claras al establecer las dos circunstancias
en que procede la acción de tutela para proteger derechos fundamentales cuya afectación se
derive de la violación de derechos colectivos: (i) cuando la tutela actúe como un
mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable, y (ii) cuando la amenaza
o vulneración de un derecho colectivo, produce la afectación directa de un derecho
fundamental” (se destaca).

21
Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

3. La Carta Política de 1991 le concedió una importancia


primordial a la defensa del medio ambiente, estableciendo
numerosas disposiciones normativas en aras de garantizar su
conservación y protección, lo cual ha llevado a denominarla,
por propia voz de la Corte Constitucional como una “(…)
constitución ecológica o verde (…)”2.

En ese sentido, la protección del medio ambiente se


erige como un propósito dentro del actual andamiaje del
Estado Social de Derecho 3, constituyéndose como un bien
jurídico con una triple connotación, pues (i) es un principio
que se disemina por todo el sistema normativo, el cual impone
al Estado el deber de proteger las riquezas naturales de la
Nación; (ii) es un derecho fundamental y colectivo, exigible por
todas las personas a través de varios mecanismos judiciales; y
(iii) es una obligación en cabeza de las autoridades, la sociedad
y los particulares, “(…) al implicar deberes calificados de
protección. Además, la Constitución contempla el “saneamiento
ambiental” como servicio público y propósito fundamental de la
actividad estatal (arts. 49 y 366 superiores) (...)”4.

Atinente a las obligaciones que surgen para el Estado, a


partir de la declaración del medio ambiente como principio y
como derecho, ha señalado la Corte Constitucional:

“(…) [M]ientras por una parte se reconoce el medio ambiente sano


como un derecho del cual son titulares todas las personas -quienes
2
En la sentencia C-750 de 2008, manifestó la Corte Constitucional: “(…) En Colombia el tema
ambiental constituyó una seria preocupación para la Asamblea Nacional Constituyente. En
aquel momento, en el que se preparaba la Constitución de 1991, se consideró que ninguna
Constitución moderna puede sustraer de su normatividad el manejo de un problema vital, no
sólo para la comunidad nacional, sino para toda la humanidad (…)”.
3
Corte Constitucional, sentencia C-431 de 2000, la cual declaró inexequibles expresiones de
los parágrafos 6 y 7 del artículo 1º de la Ley 507 de 1999 (modificatoria de Ley 388 de 1997),
en materia de planes y esquemas de ordenamiento territorial.
4
Corte Constitucional, sentencia C-449 de 2015.

22
Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

a su vez están legitimadas para participar en las decisiones que


puedan afectarlo y deben colaborar en su conservación-, por la otra
se le impone al Estado los deberes correlativos de: 1) proteger su
diversidad e integridad, 2) salvaguardar las riquezas
naturales de la Nación, 3) conservar las áreas de especial
importancia ecológica, 4) fomentar la educación ambiental,
5) planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos
naturales para así garantizar su desarrollo sostenible, su
conservación, restauración o sustitución, 6) prevenir y
controlar los factores de deterioro ambiental, 7) imponer las
sanciones legales y exigir la reparación de los daños
causados al ambiente y 8) cooperar con otras naciones en la
protección de los ecosistemas situados en las zonas de
frontera (...)”5 (se resalta).

4. Para esta Corte es evidente que el derecho de toda


persona al agua se erige como una prerrogativa fundamental,
el cual debe ser resguardado mediante la acción de tutela,
concretamente, cuando está destinada al consumo humano,
por resultar indispensable para la vida y la salud, y por
constituir un elemento imprescindible de muchas de las
actividades primordiales del hombre6.

Se transgrede, por ejemplo, como ocurre en el presente


asunto, cuando su suministro a la población se torna
intermitente, esporádico, contaminado o no potabilizado,
provocando “(…) interrupciones graves, prolongadas y
constantes a la prestación del servicio (…)”, al punto que sus
usuarios deban acudir al servicio de carrotanques u otros
medios que riñen con la salud humana.

5
Sentencia C-123 de 2014, la cual declaró la exequibilidad del artículo 37 de la Ley 685 de
2001, en el entendido que en desarrollo del proceso por medio del cual se autorice la
realización de actividades de exploración y explotación minera, las autoridades competentes
del nivel nacional deberán acordar con las autoridades territoriales concernidas, las medidas
necesarias para la protección del ambiente sano y, en especial, de sus cuencas hídricas, el
desarrollo económico, social, cultural de sus comunidades y la salubridad de la población,
mediante la aplicación de los principios de coordinación, concurrencia y subsidiariedad
previstos en el artículo 288 de la Constitución Política.
6
Respecto a la consagración jurisprudencial del derecho humano al agua, puede consultarse
la sentencia T-028 de 2014 de la Corte Constitucional.

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Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

Al respecto, expuso la Corte Constitucional:

“(…) Las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios


deben procurar que este servicio esencial, como lo es el agua
potable, llegue a los usuarios en las cantidades necesarias, más
aún a los hogares donde se encuentren menores de edad, como
también a guarderías, jardines infantiles, centros educativos,
fundaciones, albergues y demás establecimientos a los que suelan
acudir o permanecer niños, que deben provocar urgente reacción
correctiva en caso de suspensión (…)”7.

Se desconoce también cuando las autoridades omiten


adoptar las medidas necesarias para evitar que la interrupción
de la prestación del agua potable continúe, por poner “(…) en
grave riesgo la salud, la integridad física y la vida digna de los
sujetos de especial protección que se benefician de manera
prioritaria del suministro del líquido (…)”8.

5. Se confirmará el resguardo, teniendo en cuenta que la


orden dada por la Sala Única del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Mocoa a la Autoridad Nacional de Licencias
Ambientales –ANLA, no fue arbitraria ni desconocedora del
marco jurídico, pues la misma se sustentó en el principio
ambiental de prevención, común a la Carta Política y al bloque
de constitucionalidad9.

En efecto, halló la referida Corporación en el informe


técnico aportado al plenario por la Agencia Nacional de
Hidrocarburos, realizado por dicha entidad el 15 de julio de
2015, que los caudales afectados por el derramamiento de
7
Sentencia T-091 de 2010.
8
Sentencia T-091 de 2010.
9
Sobre el principio de prevención, expuso la Corte Constitucional en la sentencia T-080 de
2015: “El principio de prevención se aplica en los casos en los que es posible conocer las
consecuencias que tendrá sobre el ambiente el desarrollo de determinado proyecto, obra o
actividad, de modo que la autoridad competente pueda adoptar decisiones antes de que el
riesgo o (ya producido) el daño, se reduzca sus repercusiones o de evitarlas”.

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Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

crudo en los años 2014 y 2015 “(…) sobrepasaban los límites


establecidos para los parámetros Cadmio, Plomo, Fenoles y
Fosfatos, y que los Fenoles podrían provenir de las aguas de
producción de la industria petrolera o de derivados de
hidrocarburos que se utilicen en actividades industriales en la
zona (…)”, siendo importante que las autoridades ambientales,
entre ellas, la aquí impugnante, presten atención especial a los
sitios de muestreo relacionados donde se reportan valores altos
de tales sustancias químicas, porque es indudable que las
mismas pueden afectar la salud de los lugareños.

De ese modo, en desarrollo del principio de prevención,


entendido como aquél que busca evitar o minimizar los daños
ambientales causados con ocasión de actividades de
explotación de los recursos naturales no renovables 10, el
juzgador a quo conminó a Corpoamazonía y a la Agencia
Nacional de Licencias Ambientales –ANLA-, esta última por ser
la responsable de emitirle el licenciamiento ambiental al
Consorcio Colombia Energy Vetra Exploración y Producción
Colombia S.A., a analizar el impacto de tal estudio en la
comunidad y de esa forma adoptar acciones y medidas que se
emprendan realmente a mitigar el daño causado.

Así las cosas, por la especial importancia del medio


ambiente y su necesidad de protección para garantizar la
subsistencia de los seres vivientes, no resulta caprichosa la
orden emitida por la colegiatura de primer grado a la ANLA,
pues se itera, la misma deviene de un dictamen técnico que
identificó rastros de sustancias tóxicas derivadas posiblemente

10
Ídem.

25
Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

de un vertimiento de crudo realizado en el 2014 y 2015 sobre


los caudales que abastecen de agua potable a los moradores
del “(…) corredor Puerto Vega – Teteyé (…)”.

6. Por las razones anotadas, se ratificará la providencia


examinada.

3. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


en Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre de
la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: CONFIRMAR la sentencia de fecha,


contenido y procedencia anotada.

SEGUNDO: Comunicar telegráficamente lo resuelto en


esta providencia a los interesados y oportunamente envíese el
expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO


Presidente de Sala

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Radicación n.° 86001-22-08-000-2016-00036-01

MARGARITA CABELLO BLANCO

FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ALONSO RICO PUERTA

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

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