En ¿Qué Hacer?, escrito en 1902, Lenin plantea herramientas políticas en función
de un plan de revolución, basado en construir una dirección para revocar la autocracia impuesta por el zarismo, y llamar a la insurrección popular. En Rusia, se estaban llevando a cabo diversas huelgas y movimientos, pero sin unión, se daban por ciertos grupos que no tenían comunicación entre sí. Los economicistas, se encargaban de plantear la organización de esas masas mediante la espontaneidad. Aseguraban, que esos movimientos se daban de manera espontánea. Según Lenin, esto significaba someter por completo la conciencia a la espontaneidad de los obreros, que se dejaban llevar por argumentos de carácter económico y valía más que todo socialismo y toda política. Y afirma, que todo lo que sea rendir culto a la espontaneidad del movimiento obrero, todo lo que sea aminorar el papel del elemento consciente, el papel de la socialdemocracia, significa – de manera independiente por completo de la voluntad de quien lo hace – acrecentar la influencia de la ideología burguesa entre los obreros. Para poner fin a esta idea, Lenin propone combatir la espontaneidad, apartar al movimiento obrero de ese afán espontáneo que incita la burguesía, y tomarlo como parte de la socialdemocracia revolucionaria. Otro de los elementos con los que cuenta Lenin para llevar a cabo la revolución, se sustenta en el hecho de que los obreros, comenzaron a enviar cartas y denuncias de los abusos cometidos en las fábricas. Al ver en los círculos socialdemócratas una respuesta de ayuda, cada vez más cartas y denuncias llegaban. Para ayudarlos, no bastaba con explicarles las causas de su opresión, sino lo que era necesario era emprender una labor de educación política de la clase obrera, y de desarrollo de su conciencia política. Lenin plantea que se puede elevar la actividad de la masa obrera únicamente si no se limitan a hacer agitación política sobre el terreno económico. Y una de las condiciones esenciales para esa agitación política consistía en organizar las denuncias que recibían. Sólo con esas denuncias podía infundirse conciencia política y actividad revolucionaria a las masas. La conciencia de las masas obreras no podía ser una verdadera conciencia de clase si los obreros no aprendían a observar a cada una de las otras clases sociales en todas las manifestaciones de su vida intelectual, moral y política; si no aprendían a hacer un análisis materialista y una apreciación materialista de todos los aspectos de la actividad y la vida de todas las clases, sectores y grupos de la población. Pero este conocimiento, podía proporcionarlo únicamente las denuncias políticas, que serían condición indispensable y fundamental para infundir actividad revolucionaria a las masas. A raíz de esto, resume que al obrero se le puede dotar de conciencia política de clase sólo desde fuera de la lucha económica y del campo de las relaciones entre obreros y patronos, mediante la esfera de las relaciones de todas las clases y sectores sociales con el Estado y el gobierno. Para aportar a los obreros conocimientos políticos, los socialdemócratas deben ir a todas las clases de la población, deben enviar a todas partes destacamentos de su ejército. Entonces, mediante las denuncias recibidas los sectores de la masa obrera sabrían que otros, al igual que ellos, sufrían la opresión. Al saber esto, se formaría la conciencia política. Pero, en un lugar con comunidades tan dispersas, ¿cómo se enterarían de estas denuncias? Para esto, Lenin plantea la creación de un periódico. Con un periódico para toda Rusia, surgiría el debate y el impulso para conocer las causas de esas tragedias y problemas cotidianos de los trabajadores que provenían del zarismo y del desarrollo del capitalismo. Este periódico, también serviría para formar permanentemente a los trabajadores durante la lucha y tenía como propósito concreto la educación política de las masas, la organización y la movilización en torno a un objetivo que sería la construcción del socialismo. La creación del periódico, lograría reunir todos las herramientas, y llevar al obrero a hacer la revolución.