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Vaya cosa, Isa

-Ayer, me parece que pude verte en un salón bailando, por un momento pensé que no eras tú, pero
después nos vimos en la cafetería y llevabas el mismo atuendo que aquel bailarín. - dijo Isa mientras
se reía un poco. No creí que te gustara bailar, siempre he pensado que eso es para personas más
arriesgadas…

-no es que me agrade del todo, sólo que hace algo de tiempo quise bailar con una chica de mi salón-
expresó Damián bajando levemente la mirada.

-oh, ahora entiendo ¿y lograste bailar con ella?

-no- dijo D mientras movía un pie debajo de la mesa-N o lo logré, resulta ser que a ella no le gusta
bailar

-tal vez sea algo tímida- dijo Isa con un tono de dulzura

-pues no le he sito bailar con otros, creo que no somos de ir a fiestas, al menos hasta ahora yo solía
ser un observador y me he imaginado que ella también lo debe de ser. Por eso mismo acudí al salón
de baile, porque sabes lo que dicen sobre las mujeres y el baile ¿No?

- ¿qué es lo que dicen? - dijo Isa con la mirada un tanto expectante e inclinándose levemente hacía
atrás como intentando reducir la distancia entre los ojos de ambos

-Dicen que las mujeres no quieren quedarse sentadas en las bodas, cumpleaños etc. También se
llega a pensar que si un hombre es bueno para bailar es bueno para… pero eso es otra historia ¿A ti
te gusta bailar?

-por supuesto, pero no en pareja como tal- advirtió isa con tranquilidad

-no es que pensara en invitarte a bailar o a ir a las clases-dijo D con rubor sobre las mejillas

Esa apariencia juvenil que suscita a l ruborizarse a menudo le disgustaba a Damián quien ya tenía
22 años y que creía que era un signo de debilidad.

-por cierto, si no bailas con esa chica que dices ¿vas con una amiga? o ¿cómo bailas y aprendes?

-pue s es simple, normalmente voy a la clase y cambiamos de pareja cada cierto tiempo, la clase
dura dos horas y van entre 5 y 10 chicas, me parece que el primer mes fueron 10 y luego ha ido
variando

-eso debería de hacer que conozca chicas, me pareces bastante introvertido incluso me atrevo a
decir que tu timidez es como una especie de manía que me disgusta de ti

-pues no he conocido a muchas normalmente con genio con unas y con otras no- a veces- continuo
Damián mientras bebía un poco de refresco-algunas chicas se mueven con facilidad y cuando alguien
empieza a aprender algo nuevo es natural que no salga bien. algunos hombres que van a clase saben
mucho y cuando les toca bailar conmigo quisiera decirle ¡disculpa no soy tan bueno! Pero también
resulta que he tenido clases en las Cuale; no sé si por el humor o por cierta química que puedo bailar
con una chica con cierta soltura

-interesante hmmm, sigue- dijo isa mientras trataba de aguantarse una risilla-
Pienso que cuando un hombre y una mujer bailan continuamente llegan a entenderse bien y eso les
permite interactuar, a veces de manera un tanto violenta. No quiero que te rías con esto; pero me
gustaría contarlo ahora – hace dos semanas en el salón llegó una chica un poco alta y curvilínea,
algo rellenita, era una chica con una sonrisa muy linda, labios gruesos y cabello largo

-hmmm- dijo Isa con un tono provocativo

Damián puso una cara de extrañez

Bueno, resulta que estábamos bailando; ese día no fue Violeta, ella es, bueno es como mi bailarina

Isa rio mientras le pegó un poco en el brazo y guiño de forma un tanto burlona

-jajaja el punto es que la chica de rosa es que esa chica llevaba una blusa rosa- me tocó bailar con
ella

- ¡Y?

-Pues eso…-dijo Damián con tono atormentado, su voz sonaba como alguien que confiesa un crimen

- ¿exactamente qué fue lo que sucedió?

No sé como decirlo, me da vergüenza

-Te gustó- dijo Isa llevándose de apoco los trozos de piña de la pizza que había delante de ella

-no lo sé, solo puedo decirte que me dieron ganas de poseerla, poco a poco mi cuerpo me dominaba
y mis brazos la estrujaban con fuerza, me sentía fatal, como un pervertido o algo así

-entiendo; me ha pasado algunas veces, sobre todo con borrachos

-pero has dicho que no bailas en pareja ¿Cómo es que...?

-no es que realmente yo hubiera querido-repuso Isa - verás a una mujer, no digo que como yo sino
a cualquier mujer a menudo se encuentra en la situación de tener que soportar a un tipo borracho
pretendiendo ligarla.

Hace 4 años cuando nos hicieron la novatada, un tipo bailo conmigo, yo también estaba algo
borracha, pero me di cuenta de que estaba tratando de pasarse, estaba guapo, pero yo conocía a
su novia no era mi amiga ni mucho menos.

-Entonces que sucedió- preguntó Damián

Pues nada cuando me sentí demasiado incomoda me aleje de él, me quedé toda la noche con mis
amigas y luego su novia llegó. Me sentí aliviada. Creo que no debes sentirte mal por lo que sucedió,
es normal que te suceda en tus primeras clases de baile además son ritmos latinos…

Isa había terminado los trozos de pizza que estaban servidos en una especie de segundo piso, para
llegar hasta las mesas había que subir dos escaleras, una enorme y una más pequeña
Cuando terminaron de comer se dieron cuenta de que de alguna manera había tardado más de dos
horas y se hacía tarde para Damián

En el camino Isa caminaba muy rápido para llegar a casa solo eran aproximadamente 5 callejones
para llegar cerca del túnel, donde vivía con otras dos chicas y su rentera.

Naturalmente Damián le acompaño, mientras discutían acerca de la música y sobre qué cosas están
si apuestas a hacer las personas por obtener cosas.

-yo nunca haría algo así, no he robado más que de niño, cuando me robe una válvula para inflar
balones del centro comercial.

-yo me robe un libro de la biblioteca, no es que realmente lo haya querido hacer. Saque el libro de
“los cuentos de Canterbury” mi novio había visto Seven y se interesó por esa película, creo que
podría ser bueno entender esas referencias, así soy un poco yo-dijo Isa con firmeza-

Me llevé el libro. un libro de pasta dura y con letras doradas, algo antiguo, lo lleve a mi casa y lo
puse junto a otros libros, no me di cuenta hasta después de seis meses que no lo había devuelto

Para sorpresa mía no habían registrado su salida y la bibliotecaria me miró con sorpresa, una señora
con rulos en el cabello y muy grosera me preguntó si le estaba diciendo la verdad y que es muy raro
que no lo hubieran registrado. No sé si eran alucinaciones mías, o la señora realmente me miraba
como si le mintiera, como si lo hubiera robado y después me hubiera arrepentido. Yo estaba
preocupada de mi descuido…

¿No te parece extraño como a veces las actitudes de los demás nos pueden legar a hacernos
replantear lo que somos o hacernos cuestionar nuestros propios actos?

-todo el tiempo.

-“what a catch,donnie.” “my dear”

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