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Son innegables los numerosos avances que el fútbol ha sufrido en los últimos años.
A pesar de ser uno de los deportes que más tardó en evolucionar a través de intervenciones
científicas, nuevas metodologías han surgido, y rompieron con el pragmatismo habitual.
Se puede definir el fútbol como una estructura compleja compuesta de dos subestructuras
(los equipos) que interactúan de forma continua en una relación de oposición, a través de sus
componentes (jugadores, líneas) y las relaciones dinámicas de las fuerzas representadas por las
fases del juego en el curso de la cual se buscan organizaciones eficaces.
Sería demasiado simplista intentar comprender un partido de fútbol como una sucesión lineal y
analítica de tareas. (DI PASQUALE, 2012)
También van más allá de las referencias de marcación durante el partido (marcación individual,
marcación zonal o marcación individual por sector) o de datos cuantitativos exactos como el
porcentaje de la posesión del balón, el número de pases correctos o incorrectos, entre otros datos.
En otras palabras, para hacer un análisis de un partido de fútbol se debe rechazar lo obvio.
Un ejemplo para visualizar cómo un análisis simplista podría generar un gran equívoco seria
imaginar que dos equipos que están jugando con un mismo sistema de juego (-1-4-2-3-1) y que
poseen jugadores con características muy parejas, juegan de la misma forma.
Todavía en la práctica, al hacer un análisis a fondo, lo que se puede observar es que estos equipos
se comportan de manera totalmente distintas.
Eso se debe al hecho de que esos equipos se utilizan de un principio de juego propio para
solucionar un mismo problema.
Esos principios de juego propios son los responsables por construiren el modelo de juego de un
equipo y es eso que las torna heterogéneas.
En virtud de esa complejidad del juego, ¿sabemos en efecto lo que debemos observar en un
partido de fútbol?
¿Cómo asociar ese tipo de información para que no se torne “datos de efectos pero sin efecto
aparente"?
Por ser una estructura compleja, el partido de fútbol contiene elementos que constituyen una
organización colectiva, que no puede ser entendida realizándose un análisis descontextualizado de
las diferentes partes que lo componen (PIVETTI, 2012).
Ante a cualquier análisis debe entenderse claramente la estructura del juego y las relaciones
dinámicas que se producen durante el juego.
Por lo tanto, y fundamentalmente, existe la necesidad de comprenderse la Dinámica del Juego y la
importancia del Modelo de Juego, o sea, en que están basadas las acciones de un equipo de fútbol
en los diferentes momentos de un partido y a partir de este punto poder entender y evaluar el
juego.
De hecho que este artículo no tiene la intención de presentar los detalles de un partido de fútbol en
sus pormenores y entrar en discusiones muy complejas, sino exponer brevemente la estructura de
un partido de fútbol y generar una reflexión al lector a cerca de un determinado punto de vista y su
comprensión real al realizar un análisis del juego.
Sin embargo, en primer lugar, necesitase establecer lo que viene a ser la Dinámica e Juego y el
Modelo de Juego.
La dinámica del juego (ver Figura 1) consiste en la sucesión de acciones en la que los equipos
pasan de una fase ofensiva a otra defensiva o lo inverso, a través de la pérdida o recuperación de
la posesión del balón. Entre una fase ofensiva y una fase defensiva están las fases de transición
defensiva (ataque-defensa) y de transición ofensiva (defensa-ataque).
No menos importante, también súmanse a las fases del juego las acciones a balón parado (ABP)
ofensivas y defensivas. Las acciones a balón parado tienen en la actualidad una gran parte en el
resultado final de un partido.
Cada una de estas acciones se caracteriza por ciertos principios y subprincipios generales, sean
individuales o colectivos, que dan identidad a un equipo de fútbol en el juego.
Estos principios y subprincipios son las herramientas utilizadas por el equipo o el jugador para
resolver los problemas que surgen durante un juego.
El principio del juego es el inicio de un comportamiento que un entrenador quiere que su equipo
adquiera en términos colectivos y sus jugadores de manera individual. De este modo los principios
del juego potencian ciertos comportamientos. (SILVA, 2008)
Es claro que este modelo no es rígido, ya que puede someterse a algunos cambios
circunstanciales según el oponente a que se enfrentará. Pero siempre hay un patrón de acciones
que no cambian y con la secuencia de los entrenamientos y juegos aportará consistencia a este
equipo y al atleta.
Con la finalidad de conseguir imponer su modelo de juego y, consecuentemente, de conquistar el
principal objetivo de un partido que es la victoria, es necesario resolver de manera eficaz los
problemas generados por la naturaleza de oposición del juego.
Mediante el análisis del juego y de acuerdo con el modelo de juego, algunos cuestionamientos
surgen a medida de cual es la mejor manera para que estos problemas sean resueltos de forma
eficaz. Ejemplos:
2. ¿En defensa como debe comportarse el equipo? ¿Presionar al poseedor del balón? Hacer
el repliegue? ¿Hacer una defensa combinada?
3. ¿Al recuperar la posesión del balón, cuál debe ser el comportamiento del equipo? ¿Realizar
un contraataque o un ataque organizado? ¿Este ataque organizado debe ser un ataque
combinado o directo?
Centrando el análisis del juego sólo en el posicionamiento de los atletas en el campo, en los
referenciales de marcación, en datos cuantitativos aleatorios que no se asocian al modelo de juego
del equipo, ¿realmente se puede comprender de fato lo que está pasando en un juego?
Las respuestas a todas las preguntas pueden ser encontradas en el modelo de juego de un equipo
y en la dinámica del juego.
No hay una respuesta correcta o incorrecta, sino hay soluciones eficaces que mejor resuelvan los
problemas presentados por la oposición generada por el adversario durante un partido.
Así que concluyo con una pregunta, la misma con la que empecé esta explicación:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- PIVETTI, B. M. F. Periodização Tática: o futebol arte alicerçado em critérios. São Paulo, Phorte
Editora, 2012.
www.futbolsesion.com