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Una serie, la coyuntura social y

Gilles Deleuze en La Noche de la


Filosofía
"Artistóteles pensaba que era un ser social y, por tanto, hoy día tendría perfil en
Facebook", y otras frases célebres que profiere el protagonista de la
serieMerlí acrecientan, al parecer, el interés de jóvenes y adultos por la filosofía.
¿La industria del entretenimiento es la nueva vanguardia del pensamiento? Más
allá de algunas fantasías y veleidades, el proceso de las ideas sigue su curso. La
importancia que la filosofía tiene para Occidente desde hace siglos se infiltra en
distintas actividades de la vida contemporánea, de la academia al mundo del
espectáculo y de la biblioteca a las redes sociales.

Ayer, en una de las primeras conferencias de la cuarta edición de La Noche de la


Filosofía, Gustavo Santiago, que trabajó en todos los niveles de la educación para
promover el pensamiento filosófico, se refirió a la búsqueda de sentido en la era
deNetflix . En "Efecto Merlí: ¿hay un filósofo para cada escena de nuestra vida?",
recomendó a los asistentes, además de asistir a talleres, leer libros y consumir
temporadas enteras de series, "conseguirse un cuadernito" para empezar a
filosofar por cuenta propia. "Tengo un baúl lleno de cuadernitos", confió a la
audiencia. Santiago citó la frase de cabecera de Merlí Bergerón, el protagonista de
la serie española: "Quiero que os empalméis con la filosofía". "Busqué en el
diccionario el significado de 'empalmar' y es algo así como 'calentar' o 'excitar' -
dijo Santiago en tono campechano-. La filosofía te calienta o no te calienta".
Afuera, la niebla espesa que cubría la ciudad alentaba a los asistentes a quedarse
dentro del Centro Cultural Kirchner hasta la madrugada.
El filósofo y profesor argentino alertó sobre el "barniz filosófico" que algunas
actividades, como la misma Noche de la Filosofía, pueden dar. "Mi temor es que
la gente busque un sentido enlatado", dijo en referencia a series, cursos y
determinadas publicaciones. "Pero mi ilusión es que ustedes se empalmen con la
filosofía". Además del uso del cuaderno, recomendó la lectura de libros, y en
particular mencionó la colección de Gredos que se puede encontrar en librerías y
quioscos de diarios y revistas a un costo accesible. "Les recomiendo un libro
cualquiera de Platón, otro de Aristóteles, cualquiera de Descartes, otro de
Nietzsche y por último el que les guste". Y aconsejó a los presentes "pelearse" con
los filósofos. En el puesto de la librería Las Mil y Una Hojas, montado en la planta
baja del CCK, los libros más vendidos fueron de tres participantes de La Noche de
la Filosofía: Vivir existiendo, de François Jullien (El Cuenco de Plata),Filosofía en
11 frases, de Darío Sztajnszrajber (Planeta), y Sociedad pantalla, de Esteban
Ierardo (Continente).
Para Alejandro Boverio, filósofo, sociólogo y docente de la UBA, que también
participó de La Noche de la Filosofía, el interés local por esa disciplina se vincula
con cuestiones sociales. "Si la filosofía está atravesando un momento de
ebullición, acaso sea porque la crisis impulsa al pensamiento. Platón escribió
la República, un notable tratado de filosofía en donde exponía su modelo ideal de
ciudad y de gobierno, justamente cuando la idea de polis había entrado en crisis.
En situaciones de normalidad, no nos preguntamos por aquello que no se
muestra problemático". Según Boverio, la crisis que activa el interés por la
filosofía es menos económica que una vinculada con la conflictividad política que
existe en la Argentina desde hace una década. "Crisis viene del término
griego krisis, y éste a su vez del verbo krinein que significa separar o decidir. Así,
la crisis es algo que está partido y sobre lo que hay que decidirse. Por ello la
filosofía como tarea crítica implica el análisis de esa situación partida. El aumento
en el interés por la filosofía es porque ella brinda herramientas para pensar el
quiebre político de estos años". Boverio, junto con Pablo Alabarces, Lucía Álvarez,
Maristella Svampa, Diego Singer, Darío Sztajnszrajber, Horacio Tarcus, Pablo
Wright y otros participantes emitieron un documento crítico sobre los despidos
en la agencia estatal Télam y la creciente "homogeneización" política y mediática.
Sin eufemismos, los filósofos consideraron esa acción una medida autoritaria. El
titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la Jefatura de
Gabinete de Ministros, Hernán Lombardi, estuvo ausente anoche en el CCK pero
emitió un comunicado en el que celebraba la realización de un encuentro "para
pensar sin prejuicios". En septiembre, La Noche de la Filosofía se trasladará a la
ciudad de Mendoza.
"Me cuesta mucho generalizar, he pasado por colegios de la Capital Federal con
diferente población, el Sarmiento, el Moreno, el Nacional de Buenos Aires -cuenta
Juan Goldín, egresado de la carrera de Filosofía de la Universidad de Buenos
Aires-. Hay siempre en todos los colegios un grupo muy interesado, pero el
interés aumenta en la medida en que los docentes tratamos de buscarle la vuelta a
la trasmisión. También hay demandas de los pibes de trabajar temas de
actualidad, género y feminismo, y pensadores contemporáneos y más filósofas
mujeres". Según Goldín, que da clases en dos colegios de la ciudad de Buenos
Aires, se despierta el interés por "rumiar" ideas cuando un docente crea las
condiciones para la conversación. En sus clases, suele trabajar, entre otros textos,
con el Antimanual de filosofía de Michel Onfray. Fidel, uno de sus alumnos de
cuarto año, reconoce que la filosofía "ganó fama y se puso de moda" a causa de la
serie Merlí. "Antes de ver la serie, yo apenas sabía qué era lo que se estudiaba en
filosofía. Luego de verla, esperé con ansias tener la materia; este mismo
sentimiento lo vi repetido en muchos de mis amigos. Por eso mismo creo
que Merlí marcó un antes y un después en la popularidad de la filosofía".

Gilles Deleuze, un clásico mayor


Luis Diego Fernández, profesor en la Universidad Torcuato Di Tella, también
integró el elenco filosófico del CCK. En su charla "Deleuze clásico: una lectura
menor de un clásico mayor", abordó la trayectoria del autor de Diferencia y
repetición y Lógica del sentido. Después de situar a Deleuze en el contexto de su
época ("como Michel Foucault, fue un hijo de Mayo del 68"), dedicó parte de su
disertación a ahondar en la filosofía política de un pensador sin programa
institucional evidente. "Si la misma palabra no se pudiera entender tanto por
derecha como por izquierda, diría que Deleuze fue un libertario", dijo Fernández.
Indicó además que el pensamiento de ese filósofo francés había mutado de una
suerte de "anarcocapitalismo" en los años 70 a una versión disidente de la
socialdemocracia. "Al principio él fue un antiestatista, pero luego comprendió que
había que luchar hacia el interior del Estado para sumar derechos y no dejarles el
terreno a otros con peores intenciones", dijo. Según Fernández, para Deleuze
todas las revoluciones, ya sean de derecha o de izquierda, son "liberticidas" y
terminan mal. Fernández es autor del ensayo Libertinos plebeyos: ensayo,
política y placer en Buenos Aires.
El exsenador nacional, poeta y filósofo Samuel Cabanchik ofreció una
"meditación en cuatro frases" en el sexto piso del CCK. Consultado por LA
NACION, contó que participaba de La Noche de la Filosofía desde su primera
edición en la ciudad de Buenos Aires. "Sigo encontrándome año a año con la
gente, cada vez más a gusto. Se va generando una comunidad en un espacio que
tal vez no había sido pensado para eso. Uno no sabe de dónde viene cada quién y
cómo es escuchado, y esa conjunción de equívocos permite generar algo nuevo,
que dura con lo efímero que es todo, una noche". ¿El pretexto? Celebrar la
filosofía.

La otra Noche de la Filosofía en Télam

En la avenida Belgrano 347, mientras se desarrollaba La Noche de la Filosofía en


el CCK, varios intelectuales convocaron a un encuentro para respaldar los
reclamos de los periodistas que fueron despedidos de la agencia estatal de
noticias Télam la semana anterior. "En la kermesse neoliberal, se ofrecen
distracciones para todo tipo de públicos. La filosofía también puede ser
convocada a prestar sus servicios en el 'ágora del diálogo', una vez que la máquina
productora de consenso obligatorio ha hecho su trabajo, suprimiendo las aristas
más punzantes de la conversación como pasión pública", reza al inicio el
documento que dieron a conocer ayer a la tarde y que fue leído también en la
planta baja del CCK.

"La filosofía se transforma en un discurrir de palabras vacías cuando es


convocada al 'conversódromo' neoliberal, que la necesita como alimento
espiritual sin proteínas para hacer olvidar que tiene lugar una política de
destrucción de los cuerpos y las mentes a través del ajuste y los despidos masivos,
de la expansión de la pobreza, de la persecución de las disidencias, del
endeudamiento y la hipoteca del futuro, del asesinato selectivo, de la coronación
de una voz monolítica en la escena mediática", prosigue el texto. Entre muchos
otros intelectuales, suscribieron el documento y apoyaron la iniciativa en favor de
los trabajadores despedidos Gabriel D'Iorio, Mariana Gainza, Guillermo Korn,
Silvio Lang, María Pía López, Diego Sztulwark, Diego Tatián y Javier Trímboli.

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