Un pueblo triste

En un pueblo muy lejano las personas vivian en la monotonía, todos los días
tenían la misma rutina, los niños iban al colegio, regresaban a casa a comer,
hacer tareas y dormir. No jugaban, no se divertían de ninguna manera. Los
adultos se dedicaban a trabajar y al regresar a casa solo comían y dormían.
Todo era muy triste y aburrido. Un dia llego una familia de otro pueblo a pasar
el cumpleaños de sus hijos con sus abuelos. Al llegar los niños eran muy
alegres, salieron a jugar a la calle y los demás habitantes los veían muy raro
porque no estaban acostumbrados a ver sonrisas y juegos. A los días
organizaron la fiesta de cumpleaños, invitaron a todos los vecinos, había torta,
globos, dulces, payasos, música, juegos: para los invitados en un principio todo
era extraño, pero empezaron a jugar a divertirse y todo fue alegría, desde
entonces el pueblo cambió, los niños son felices, hacen sus tareas y juegan.
Los adultos están pendientes de sus hijos, juegan con ellos y los ayudan.
Gracias a la familia que llego, los habitantes de ese pueblo cambiaron y ahora
son muy felices.