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A. ¿QUÉ SON LOS SENTIMIENTOS?

1. ¿Qué son los sentimientos? Son emociones o impulsos de la sensibilidad hacia lo


sentido o imaginado como bueno o como malo. Responden a frases de éstas: me
gustaría, no tengo ganas, no la soporto, me cae bien...

2. ¿Qué sentimientos hay? Se suelen agrupar así:

o Ante un bien: amor (simpatía, estima, admiración), deseo, gozo.


o Ante un mal: odio (antipatía, repugnancia, fastidio), aversión (huída), tristeza.
o Ante un bien difícil de alcanzar: esperanza, desesperación.
o Ante un mal difícil de superar: temor, audacia, ira.

El más importante es el amor. Es conveniente no confundir el amor como


sentimiento y el amor como virtud que es de mayor categoría. Sobre esto ver el tema
amor.

3. ¿Los sentimientos son buenos? Son buenos cuando facilitan obrar bien; entonces
conviene fomentarlos. Son perjudiciales cuando invitan al mal: habrá que dominarlos y
cambiarlos.

4. ¿El hombre debe guiarse por sus sentimientos? No, no. El hombre debe guiarse por
su inteligencia, que es la facultad que muestra el verdadero bien. Los sentimientos son
en buena parte instintivos, y dejarse dominar por ellos es una pérdida de libertad. Por
ejemplo, el sentimiento de fastidio ante el estudio se debe vencer.

B. ¿CÓMO MEJORAR LOS SENTIMIENTOS?

5. ¿El hombre debe ser frío y cerebral? El hombre no debe congelar su corazón. Cuando
la inteligencia dirige los sentimientos unas veces frena, pero otras empuja y fomenta los
afectos. Sólo una razón equivocada olvida esto último.

6. ¿Conviene dominar los sentimientos? Sí. La inteligencia debe guiar a la persona,


hasta adquirir los mismos sentimientos de Cristo, perfecto hombre. Por ejemplo:

o El sentimiento de amor a Dios se debe fomentar, mientras que la inclinación


hacia el vecino casado debe dominarse.
o El sentimiento de ira ante un error arbitral se debe dominar, mientras que ante la
tentación es bueno airarse y rechazarla con prontitud.
o Conviene fomentar mucho los deseos de santidad y de obrar bien. En cambio,
los malos deseos -como el de robar- se deben rechazar.

7. ¿Conviene cambiar de sentimientos? Además de dominar los malos sentimientos,


conviene cambiarlos para no estar siempre con el esfuerzo de frenar. En cambio,
conviene mantener y fomentar los buenos sentimientos.

8. ¿Qué se necesita para mejorar los sentimientos? Para que los sentimientos inclinen al
bien, es preciso que:
o la inteligencia esté bien formada para distinguir el bien del mal y acertar en las
inclinaciones que se deben fomentar o corregir.
o Conviene que la voluntad esté entrenada a sacrificarse, para no dejarse llevar por
sentimientos caprichosos llegando a considerarlos correctos: es necesario huir
del egoísmo, que paraliza muchos buenos sentimientos.

9. ¿Cómo mejorar los sentimientos? El hombre mejora a base de realizar buenas


acciones. Repitiéndolas se adquieren las cualidades. Si se desea fomentar un
sentimiento, basta repetirlo. En el tema apetece se trata también esto. A continuación
vemos dos ejemplos.

10. ¿Cómo cambiar un sentimiento de odio? Esa inclinación se habrá formado a base de
experiencias negativas hacia esa persona. Para cambiarlo habrá que adquirir o imaginar
varias experiencias positivas. Por ejemplo:

o Convencerse de que es bueno querer a todos. (Crear sentimientos de caridad en


general).
o Intentar olvidar los desaires o errores de esa persona, eliminando así los
sentimientos de odio. (El diablo procurará recordarlos).
o Recordar o imaginar aspectos buenos de esa persona. (Adquirir sentimientos de
estima).
o Tener detalles de servicio y amabilidad con ella. (Practicar esa estima).

11. ¿Cómo cambiar un sentimiento de aversión al trabajo? Esa inclinación se habrá


formado a base de experiencias negativas en torno al trabajo. Para cambiarlo habrá que
adquirir o imaginar varias experiencias positivas. Por ejemplo:

o Convencerse de la bondad y conveniencia del trabajo. (Crear sentimientos de


laboriosidad en general).
o Intentar olvidar el malestar en torno al trabajo. (Eliminar sentimientos de
fastidio).
o Recordar o imaginar los éxitos o buenos momentos debidos al trabajo. (Adquirir
sentimientos de estima).
o Sonreír al empezar a trabajar. (Practicar esa estima).

12. Una sorpresa. Aparece aquí un motivo serio para no mirar pornografía. Esas
imágenes deforman la realidad presentando a seres humanos como objeto de deseos
egoístas en lugar de personas dignas de amor y respeto. Esas miradas introducen en el
corazón un modo equivocado de pensar y reaccionar. En cambio, no mirar esas
imágenes es defender y mantener un corazón con buenos sentimientos hacia los demás.

13. ¿Conviene fomentar sentimientos de amor a Dios? El verdadero amor a una persona
consiste en desear su bien y su servicio con independencia del propio gusto. Sin
embargo, los sentimientos afectuosos favorecen ese amor profundo. Lo mismo sucede
respecto a Dios: debemos buscar su servicio más que nuestro gusto, pero también es
deseable un corazón piadoso. Por ejemplo, Jesucristo amó con obras a Dios Padre hasta
dar la vida por cumplir su voluntad; y al mismo tiempo el trato con su Padre era cordial
y confiado. Sobre todo en los comienzos de la vida cristiana es conveniente que los
sentimientos ayuden.
14. ¿Cómo fomentar sentimientos de amor a Dios? La piedad respecto a Dios se puede
fomentar de varios modos:

o Convencerse de que nuestro corazón necesita amar a Dios.


o Evitar culpar a Dios de nuestros males. Sería injusticia grande respecto a Él que
siempre desea nuestro bien. Si permite algún mal será por un bien que
obtendremos después.
o Recordar sus abundantes beneficios, sobre todo la Pasión que sufrió por nosotros
y la cantidad de veces que perdona nuestras ofensas.
o Sonreír al empezar a rezar.

Las Emociones

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos,


una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de
cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato,
influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función
adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un
estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis
más o menos violentas y más o menos pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción


generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y
creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una
situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se
percibe dicha situación.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes
y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano.
Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales,
motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil
saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos
puede ayudar a intuirla.

Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el


miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas
emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias
al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus


experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de
las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones
son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.

Charles Darwin observó como los animales (especialmente en los primates)


tenían un extenso repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las
emociones tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la
especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.

Existen 6 categorías básicas de emociones.

 MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad,


incertidumbre, inseguridad.
 SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede
dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
 AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce
aversión.
 IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
 ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de
bienestar, de seguridad.
 TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.

Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir


que tienen diferentes funciones:

 MIEDO: tendemos hacia la protección.


 SORPRESA: ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
 AVERSIÓN: nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
 IRA: nos induce hacia la destrucción.
 ALEGRÍA: nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel
suceso que nos hace sentir bien).
 TRISTEZA: nos motiva hacia una nueva reintegración personal.

Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo


los movemos expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas
diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar
lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con palabras.
Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo
social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el animal social por excelencia.

FRUSTRACIONES
Cuando hay un impulso, un deseo, y la persona no es capaz de satisfacerlo,
aparece entonces lo que en Psicología llamamos frustración. Que se
manifiesta como un estado de vacío o de anhelo insaciado.

El proceso de madurez no es más que una larga carrera de obstáculos. A lo


largo del desarrollo vital nos encontramos con numerosas barreras que
impiden o dificultan la realización de nuestros deseos e impulsos.

La auténtica madurez se consigue cuando asumimos nuestras limitaciones.


Cuando sabemos convivir con las frustraciones producidas ante
acontecimientos insuperables. Cuando nuestras metas y objetivos se asientan
sobre un plano real, relegando nuestras fantasías al campo de la ensoñación,
sabiendo en todo momento que no somos dioses ni superhombres.

Muchos problemas vienen del mundo de las frustraciones que desencadenan


en las personas comportamientos agresivos tanto hacia el exterior como
hacia el interior, transformando al individuo en un ser antisocial o
autodestructivo.

Una persona puede sufrir heridas psíquicas como consecuencia de un


acontecimiento o situación que influye de forma negativa en su vida. Algunos
acontecimientos de la vida pueden marcarnos de manera decisiva ya sea por
la intensidad de ese acontecimiento ya sea porque se trate de alguien
psicológicamente débil.

Por ejemplo, un desengaño amoroso puede hacer que una persona cambie de
actitud respecto a las personas del sexo opuesto, puede producirse un
distanciamiento afectivo o cierta desconfianza a la hora de plantearse la
posibilidad de una nueva relación de pareja.

Los traumas pueden producirse a cualquier edad, aunque quizá la edad más
frecuente sea la infancia y la juventud ya que son los periodos en los que
personalidad no se ha configurado aún y cualquier acontecimiento puede
influir de forma más decisiva.

Tampoco hay que pensar que determinados acontecimientos, como


agresiones, humillaciones, abandono o pérdida, producen traumas de manera
inevitable. La misma situación, puede influir de manera muy diferente en dos
personas. Por ejemplo un suspenso puede motivar a un muchacho para
estudiar más o cambiar su método de estudio, y puede también desmotivar
por completo a otro que pierde la confianza en su capacidad para conseguir
cosas por sí mismo.

De una experiencia dolorosa, unas personas aprenden, reflexionan y obtienen


conclusiones positivas que les hacen por ejemplo más flexibles, tolerantes e
incluso fuertes. Otras, sin embargo, se hunden y no ven salida.

Qué es la frustración?
La
frustraci
ón es el
deseo,
objetivo
,
aspiraci
ón o Frustración. No conseguir la meta y encontrarse con situaciones no buscadas.
esperan
za no satisfecha, que se manifiesta como un estado de privación o falta de recompensa.
El grado de frustración irá en función de la intensidad del deseo o anhelo.

La frustración es una vivencia negativa, porque es la consecuencia de no haber logrado


unas metas propuestas. Lleva implícito un sentimiento de impotencia, al encontrarse
ante una situación no esperada y contraria a lo que se ha estado luchando.

2. Consecuencias
Al no lograr el objetivo o el deseo esperado, las personas se sienten frustradas y el
resultado de ello es un sentimiento de enfado, tristeza o rabia. Cada uno lo vive de
forma diferente, pero todos tienen en común la sensación de desánimo y decepción
que produce la frustración.

De una experiencia frustrante algunas personas, salen fortalecidas porque han


aprendido y reflexionado sobre esa experiencia. Otras, por el contrario, se deprimen
y desesperan, y sólo ven el resultado negativo de esa experiencia sin aprender nada
de ella.

Las consecuencias que una situación frustrante puede causar en una persona, puede
ser muy diferente y esto dependerá en parte del grado de madurez de la persona o
del impacto que determinada situación pudo causar en ella.

Por lo general, las personas frustradas serán muy sensibles a todo aquello que le
recuerde el motivo de su frustración. Sentirán ansiedad ante las mismas
circunstancias en las cuales fracasaron o no lograron sus deseos, y perderán confianza
en sí mismas ante situaciones parecidas, huyendo de las mismas para no sufrir otra
decepción.

Sin embargo, algunas de ellas sienten la necesidad de superar su frustración, y


aunque les produce ansiedad y temor, se enfrentan a ellas con el único objetivo de
superarlas y no tener esa limitación en su vida.

Hay que destacar que hay situaciones que no dependen de uno mismo y, por tanto, es
imposible hacer cualquier esfuerzo por superarlo.

3. Tolerancia a la frustración
La tolerancia significa respetar, aguantar, soportar con paciencia y con respeto algo
que no compartimos o entendemos. Desde este punto de vista, tolerar la frustración
parte de un significado positivo, que permite a cada uno superar una situación frustrante
con mayor o menor facilidad.

Cada persona posee un grado diferente de tolerancia a la frustración. Las personas con
baja tolerancia se enfadan o se ponen tristes ante el más mínimo deseo insatisfecho u
objetivo no logrado. Les supone un gran esfuerzo superar esa situación y se sienten
desmotivadas para volver a intentarlo o ante circunstancias parecidas. Son personas que
suelen sentirse fracasadas a la menor contrariedad.

Por el contrario, las personas con un alto nivel de tolerancia a la frustración, para
sentirse frustradas, necesitan que las expectativas que tenían sobre un deseo u objetivo
que esperaban y no han logrado, sean muy altas. Son personas que poseen una gran
fortaleza y equilibrio ante situaciones adversas.

4. Cómo manejar la frustración


A lo largo de la vida, todos nos encontramos ante situaciones en las que podemos
sentirnos frustrados y por tanto, hundidos, tristes o fracasados. Es muy importante
aprender a manejar las frustraciones para que estos sentimientos no nos afecten en
exceso y podamos superar las circunstancias que los originan.

Para manejar la frustración, debemos tener en cuenta nuestros propios límites y los
obstáculos que se nos pueden presentar. El entorno, las circunstancias, incluso nuestras
propias capacidades, son variantes que nosotros no podemos controlar y que pueden ser
la causa de que nuestras expectativas u objetivos no se cumplan.

Desde niños, se empieza a experimentar algunas de estas situaciones, por ejemplo


cuando no conseguíamos el juguete que queríamos o no lográbamos que los demás
hiciesen lo que nosotros deseábamos.

Debe formar parte de la educación de los hijos enseñarles a manejar las


frustraciones. Los padres deben evitar satisfacer continuamente sus deseos por temor a
un enfado o rabieta, o porque desean evitarles este sentimiento. Lo único que lograrán
es que sus hijos no estén preparados para afrontar situaciones frustrantes.

Otras veces, la causa de las frustraciones procede de unas metas o expectativas poco
realistas. Es el caso de personas inmaduras que no conocen sus límites o los límites
de los demás y que esperan más de lo que las circunstancias o la realidad les permite
alcanzar.

Esto también suele sucederles a personas muy fantasiosas con una imaginación que
desborda la realidad, o personas muy ambiciosas que no pueden conseguir sus
objetivos porque son prácticamente inalcanzables es circunstancias normales.

Todos debemos aprender a manejar la frustración. Para ello, es necesario aceptar la


causa que la provocó y no permitir que las consecuencias de la misma nos
sobrepasen.
DIFERENCIAS ENTRE EMOCIONES, SENTIMIENTOS, SENTIMENTALISMO Y ETC.
Las emociones son agitaciones del ánimo producidas por ideas, recuerdos, apetitos, deseos,
sentimientos o pasiones.
Las emociones: son estados afectivos de mayor o menor intensidad y de corta duración.
"Se manifiestan por una conmoción orgánica más o menos visible "
Conmoción afectiva de carácter intenso.
Agitación del animo acompañada de fuerte conmoción somática.
Sentimientos: Tendencias o impulsos, estados anímicos. (orgánicos)
Sentimiento: Estado afectivo de baja intensidad y larga duración.
Los sentimientos son impresiones que causan el ánimo las cosas espirituales. Son
también estados de ánimo. Vienen de los sentidos.
Pasión: Estado efectivo muy intenso y de larga duración.
Schock Emocional: Estado afectivo de intenso de muy corta duración.
Difusión: estado en el que hay un rompimiento con la realidad.
El sentimentalismo es el carácter o cualidad de lo que muestra demasiada
sensibilidad o sensiblería.
La sensiblería es la sensibilidad exagerada.
La sensibilidad es la capacidad propia de los seres vivos de percibir sensaciones y de
responder a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas.
Capacidad de responder a estímulos externos.

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