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MANUAL DE

PRimeros
Auxilios
Ficha
Técnica

AGRADECIMIENTO A:
Regina Monzón por información brindada.
Comunidad de Bomberos Municipales

http://es.wikipedia.org/wiki/Primeros_auxilios
http://es.wikipedia.org/wiki/Quemadura
http://www.masalto.com/template_buscador.
phtml?consecutivo=2767

TIPOGRAFÍAS UTILIZADAS
Freestyle Script
Century Gothic
Tw Cen MT
Stencil Std
Tahoma

DiseñoEditorial
V semestre
Publicidad y Diseño Gráfico
Mayo, 2011
Contenido
¿Qué son los primeros auxilios? 4
Botiquín 8
¿Qué debe incluír un botiquín? 9
Quemaduras 11
¿Cuándo se producen? ¿Cómo actuar? 12
RCP 14
(Respiración Cardio Pulmonar) 14
¿En qué consiste? ¿Cómo actuar? 14
RCP en niños de 1 a 8 años 16
Causas 16
Síntomas 17
Primeros auxilios 17
No se debe 19
Asistencia médica de emergencia 20
Hemorragias 23
La gravedad de la hemorragia ¿Cómo actuar? 24

Torniquetes 26

Convulsiones 27

Asfixia 29
¿Qué es y causas de la asfixia? 29
¿Cómo actuar? 30

Recomendaciones 32
MANUAL DE
primeros Auxilios

¿Qué son los


primeros auxilios?
Los primeros auxilios, son medidas terapéuticas urgentes que se
aplican a las víctimas de accidentes o enfermedades repentinas
hasta disponer de tratamiento especializado. El propósito de
los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido
o enfermo y evitar el agravamiento de su estado. En casos
extremos son necesarios para evitar la muerte hasta que se
consigue asistencia médica.

Los primeros auxilios varían según las necesidades de la


víctima y según los conocimientos del socorrista. Saber lo que
no se debe hacer es tan importante como saber qué hacer,
porque una medida terapéutica mal aplicada puede producir
complicaciones graves. Por ejemplo, en una apendicitis aguda
un laxante suave puede poner en peligro la vida del paciente.

¿Cómo se debe actuar?

Siempre hay que evitar el pánico y la precipitación.

Un socorrista entrenado ha de examinar al accidentado para


valorar las heridas, quemaduras y fracturas.

Se debe tranquilizar a la víctima explicándole que ya ha sido


solicitada ayuda médica.

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MANUAL DE
primeros Auxilios


Primer Aspecto
La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco excepto
cuando exista dificultad respiratoria.

En ausencia de lesiones craneales o cervicales se pueden elevar


ligeramente los hombros y la cabeza para mayor comodidad.

Si se producen náuseas o vómitos debe girarse la cabeza hacia


un lado para evitar aspiraciones.

Nunca se deben administrar alimentos o bebidas y mucho menos


en el paciente inconsciente.

La primera actuación, la más inmediata, debe ser procurar al


paciente una respiración aceptable: conseguir la desobstrucción
de las vías respiratorias para evitar la asfixia, extrayendo los cuerpos
extraños; sólidos o líquidos, y retirando la lengua caída hacia atrás.

Si el paciente no respira por sí sólo habrá que ventilarlo desde el


exterior mediante respiración boca a boca hasta disponer de un
dispositivo mecánico.

Ver, oír y sentir es una de las principales formas para poder observar
la respiración del paciente. Se debe de mantener las vías aéreas
liberadas.

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MANUAL DE
primeros Auxilios

Segundo aspecto

Corregir es el referente al sistema circulatorio, para evitar el shock.

Se deben valorar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial.

Una valoración inicial se obtiene tomando el pulso: permite valorar


la frecuencia y ritmo cardiaco, y su “fortaleza” nos indica una
adecuada tensión arterial.

El shock o choque es un trastorno hemodinámico agudo


caracterizado por una perfusión inadecuada, general y duradera,
de los tejidos que pone en peligro la vida.

Los signos característicos son la piel fría y húmeda, los labios


cianóticos (azulados), la taquicardia y la hipotensión arterial (pulso
débil y rápido), la respiración superficial y las náuseas. Estos síntomas
no son inmediatos; el shock puede desarrollarse varias horas después
del accidente.

Para evitarlo debe mantenerse abrigado al paciente e iniciar lo


antes posible la perfusión de líquidos y electrolitos por vía intravenosa.
Está prohibido administrar fármacos estimulantes y alcohol.

Las urgencias que requieren primeros auxilios con más frecuencia


son los accidentes en los que se produce asfixia, parada e infarto
cardiacos, sangrado grave, envenenamiento, quemaduras, golpe
de calor e insolación, desvanecimiento, coma, esguinces, fracturas
y mordeduras de animales.

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Botiquín de
Primeros
Auxilios
MANUAL DE
primeros Auxilios

Botiquín
Un buen botiquín de primeros auxilios, guardado en un lugar
de fácil acceso, es una necesidad en todos los hogares. Ten-
erlo todo preparado con antelación le ayudará a afrontar cu-
alquier urgencia médica sin perder tiempo. Debe tener un bot-
iquín de primeros auxilios en casa y en cada coche. Asegúrese
también de llevarlo consigo cuando vaya de vacaciones con
su familia.

Elija una bolsa o maletín para llevar los artículos sanitarios que
sea espacioso, resistente, fácil de trasportar y de fácil apertu-
ra. Las cajas de plástico duro con asas o los recipientes que se
utilizan para guardar materiales de artes plásticas son ideales,
porque son ligeros, tienen asas y son muy espaciosos.

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MANUAL DE
primeros Auxilios

¿Qué debe incluír un botiquín?

• Un manual de primeros auxilios


• Gasa estéril
• Esparadrapo (cinta adhesiva)
• Vendas adhesivas de distintos tamaños
• Vendas elásticas
• Toallitas antisépticas
• Jabón
• Crema antibiótica
• Solución antiséptica (peróxido de hidrógeno)
• Acetaminofen (Paracetamol, Tylenol)
• Ibuprofeno (Advil o Panadol)
• Unas pinzas
• Una tijeras afiladas
• Prendedores de ropa
• Bolsas de frío instantáneo desechables
• Loción de calamina
• Toallitas impregnadas de alcohol
• Un termómetro
• Guantes de plástico (por lo menos 2 pares)
• Una linterna con pilas de repuesto
• Lista de teléfonos de emergencia
• Una sábana (guardada cerca del botiquín)

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Quemaduras
MANUAL DE
primeros Auxilios

Quemaduras
¿Cuándo se producen las quemaduras?
Se producen por exposición al fuego, a metales calientes, a
radiación, a sustancias químicas cáusticas, a la electricidad
o, en general, a cualquier fuente de calor. (por eje: el Sol).

Clasificación de las quemaduras:


Las quemaduras se clasifican según la profundidad del tejido
dañado y según la extensión del área afectada.

Quemadura de primer grado, que sólo afecta a la


capa superficial de la piel, se caracteriza por el enro-
jecimiento.

Quemadura de segundo grado presenta formación


de flictenas (ampollas).

Quemadura de tercer grado afecta al tejido subcutá-


neo, músculo y hueso produciendo una necrosis.

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MANUAL DE
primeros Auxilios

La gravedad de una quemadura también depende de su


extensión. Ésta se mide en porcentajes de la superficie corpo-
ral. Las quemaduras graves producen shock y gran pérdida
de líquidos. Un paciente con quemaduras de tercer grado
que ocupen más del 10% de la superficie corporal debe ser
hospitalizado lo antes posible.

¿Cómo actuar?
Aplicación de bolsas de hielo o la inmersión en agua helada
disminuye el dolor.

Después se ha de cubrir la zona con un apósito grueso que evite


la contaminación.

No se deben utilizar curas húmedas, pomadas o ungüentos, y


hay que acudir al especialista médico inmediatamente.

Las quemaduras del Sol pueden ser de primer o de segundo


grado. Sus casos leves se pueden tratar con una crema fría o un
aceite vegetal. Los casos graves convienen que sean atendidos
por un especialista.

Las quemaduras químicas deben ser lavadas inmediata y


profusamente para diluir al máximo la sustancia corrosiva.

Las lesiones dérmicas de las quemaduras eléctricas se tratan como


las de exposición al fuego y, además, deben ser controladas en
un centro hospitalario para valorar posibles lesiones cardiacas o
nerviosas.

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RCP
(Respiración Cardio Pulmonar)
MANUAL DE
primeros Auxilios

RCP
(Respiración Cardio Pulmonar)

¿En qué consiste la reanimación?


La reanimación del paciente con parada cardiaca está muy
relacionada con la reanimación respiratoria. Ha de aplicarse
masaje cardíaco externo para mantener el flujo sanguíneo y
combinarlo con las técnicas de respiración artificial.

¿Cómo actuar?
Se sitúa a la víctima sobre una superficie firme y se confirma la
permeabilidad de las vías respiratorias.

El reanimador sitúa sus manos sobre el esternón del paciente;


éste se deprime 5 cm, por lo que se comprime el corazón y se
fuerza a la sangre a salir por las arterias.

Cuando se afloja la presión, el corazón se expande y vuelve a


llenarse de sangre procedente de las venas.

El masaje se aplica en forma de compresiones cortas y rítmicas


de un segundo de duración. Se aplica una respiración boca a
boca cada cinco golpes cardiacos.

Para esta operación son ideales dos reanimadores. Si sólo


hay uno se aplican dos respiraciones boca a boca cada 15
compresiones cardiacas. El procedimiento debe aplicarse,
aunque no haya signos de vida, hasta conseguir ayuda médica.

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MANUAL DE
primeros Auxilios

COMPROBAR LA RESPIRACIÓN

Apertura de las vías aéreas

Maniobra frente
nuca-mentón Comprobar
materias extrañas

Visualizar el pecho

Espalda y
brazos rectos
Compresión

Abrir vías Arodillarse al lado Relajación


respiratorias de la victima

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MANUAL DE
primeros Auxilios

RCP en niños
de 1 a 8 años
Es un procedimiento de salvamento que se lleva a cabo cuando
la respiración o los latidos cardíacos de un niño
han cesado, como en casos de ahogamiento, sensación
de ahogo, asfixia o lesiones. El RCP es una combinación de:

• Respiración boca a boca, la cual provee oxígeno a los


pulmones del niño.
• Compresiones cardíacas, las cuales mantienen la sangre
del niño circulando.

Se puede presentar daño cerebral o la muerte en unos


pocos minutos si el flujo de sangre en un niño se detiene.
Por lo tanto, se debe continuar con estos procedimientos hasta
que los latidos y la respiración del niño retornen o llegue ayuda
médica entrenada.

Causas
En los niños, las razones principales para que cesen los latidos
del corazón y la respiración abarcan:

• Asfixia
• Ahogamiento
• Descarga eléctrica
• Sangrado excesivo
• Traumatismo craneal o lesión grave
• Enfermedad pulmonar
• Intoxicación
• Sensación de ahogo

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MANUAL DE
primeros Auxilios

Síntomas
• Paro respiratorio
• Ausencia de pulso
• Pérdida del conocimiento

Primeros auxilios
Los siguientes pasos se basan en las instrucciones de la Amer-
ican Heart Association (Asociación Americana del Corazón):

Verifique si hay respuesta  Sacuda o palmotee al


niño suavemente. Observe si se mueve o hace algún ruido.
Pregúntele en voz alta “¿Te sientes bien?”

Si no hay respuesta, pida ayuda  Envíe a alguien


a llamar al número local de emergencias (911 en los Estados
Unidos) y a traer un desfibrilador externo automático o
AED (si hay disponibilidad de esta máquina). No deje al
niño solo para ir personalmente a llamar al número local
de emergencias (911) y recoger el AED hasta que le haya
practicado RCP aproximadamente por dos minutos.

Coloque al niño cuidadosamente boca


arriba Si existe la posibilidad de que el niño tenga una
lesión en la columna, dos personas deben moverlo para
evitar torcerle la cabeza y el cuello.

Abra la vía respiratoria Levante la barbilla con una


mano. Al mismo tiempo, incline la cabeza hacia atrás em-
pujando la frente hacia abajo con la otra mano.
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MANUAL DE
primeros Auxilios

Observe, escuche y sienta si hay


respiración Ponga el oído cerca de la nariz y boca del
niño. Observe si hay movimiento del pecho y sienta con la
mejilla si hay respiración.

Si el niño no está respirando


Cubra firmemente con la boca la boca del niño

Cierre la nariz apretando con los dedos

Mantenga la barbilla levantada y la cabeza inclinada


dé 2 insuflaciones boca a boca. Cada insuflación debe
tomar alrededor de un segundo y hacer que el pecho
se levante.

Realice compresiones cardíacas


Coloque la base de una mano en el esternón, justo debajo
de los pezones.

Asegúrese de que la mano no esté en el extremo del


esternón.

Mantenga la otra mano en la frente del niño, sosteniendo la


cabeza inclinada hacia atrás.

Aplique presión hacia abajo en el pecho del niño de


tal manera que se comprima entre 1/3 y 1/2 de su
profundidad.

Aplique 30 compresiones, permitiendo cada vez que el


pecho se levante completamente. Estas compresiones
deben efectuarse de manera RÁPIDA y fuerte sin pausa.
Cuente las 30 compresiones rápidamente: “1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,
8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25,
26, 27, 28, 29, 30, ya”.

18
MANUAL DE
primeros Auxilios

Dé 2 insuflaciones más.  El pecho debe elevarse.


Continúe la RCP (30 compresiones cardíacas, seguidas de
dos insuflaciones y luego repetir).

Después de aproximadamente 2 minutos de RCP, si el niño


aún no presenta respiración normal, tos o algún movimiento,
déjelo solo si no hay alguien más y vaya a llamar al número
local de emergencias (como el 911).

Si hay disponibilidad de un AED para niños, utilícelo en ese


momento.

Repita la respiración boca a boca y las compresiones


cardíacas hasta que el niño se recupere o llegue la ayuda.

Si el niño comienza a respirar de nuevo por sí mismo,


colóquelo en posición de recuperación, verificando periódi-
camente la respiración hasta que llegue la ayuda.

No se debe
Levantar el mentón del bebé mientras se inclina la cabeza
hacia atrás para apartar la lengua de la tráquea.

Si se sospecha que existe una lesión de columna, se empuja


la mandíbula hacia adelante sin mover la cabeza y el cuello.

No permita que la boca se cierre.

Si el niño tiene signos de respiración normal, tos o movimien-


to, NO iniciar las compresiones cardíacas, porque al hacerlo
se puede causar un paro cardíaco.

A menos que se sea un profesional de la salud, NO debe veri-


ficar si hay pulso. Solo un profesional de la salud está entre-
nado apropiadamente para hacer esto.

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MANUAL DE
primeros Auxilios

Se debe buscar asistencia


médica de emergencia si
Si tiene ayuda   solicítele a una persona que llame al
número local de emergencias, mientras otra persona co-
mienza a administrar RCP.

Si está solo  grite fuertemente pidiendo auxilio y luego


inicie la RCP. Después de aproximadamente dos minutos de
practicar RCP, si no ha llegado ayuda, llame al número local
de emergencias. Si no hay sospecha de daño en la columna,
puede llevar el niño consigo hasta el teléfono más cercano.

Prevención
A diferencia de los adultos que pueden sufrir un ataque al
corazón, la mayoría de los niños necesitan RCP debido a un
accidente que se puede prevenir. Con esto en mente, recu-
erde las siguientes medidas simples:

Enséñele a su hijo los principios básicos de seguridad


familiar.

Enséñele a su hijo a nadar.

Enséñele a su hijo a estar atento con los automóviles


y a montar bicicleta en forma segura.

Asegúrese de seguir las pautas para utilizar sillas de


automóvil para niños.

Enséñele a su hijo medidas de seguridad con respecto a las


armas de fuego

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MANUAL DE
primeros Auxilios

Enséñele a su hijo el significado de “no tocar”

Nunca subestime lo que puede hacer un niño.

Sea prudente y suponga que el niño tiene más habilidad y


movilidad de lo que uno cree.

Prevea lo que le puede suceder al niño y esté listo, ya que es


de esperar que los niños trepen y se contorsionen.

Utilice siempre cinturones de seguridad en las sillas altas y


carritos.

Seleccione juguetes que sean apropiados para la edad del


niño y no les dé juguetes que sean pesados o frágiles.

Inspeccione los juguetes para ver si tienen piezas sueltas o


pequeñas, bordes filosos, puntas, pilas sueltas u otros peligros.

Mantenga las soluciones de limpieza y químicos tóxicos al-


macenados con seguridad en gabinetes a prueba de niños.

Cree un ambiente seguro y supervise a los niños


cuidadosamente, en particular alrededor del agua y cerca
de los muebles.

Los peligros tales como enchufes eléctricos, hornillos de co-


cinas y gabinetes de medicamentos son atractivos para los
niños pequeños.

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Hemorragias
MANUAL DE
primeros Auxilios

Hemorragias
La gravedad de la hemorragia

El sangrado “en surtidor”, “a chorro” o “a golpes” es signo inequívoco


de hemorragia grave. La simple presencia de sangre sobre una
superficie corporal grande no es signo de hemorragia. Puede haber
salido sangre de múltiples heridas pequeñas, o puede haberse
extendido. La cantidad de sangre que se pierde por una herida
depende del tamaño y clase de los vasos lesionados. La lesión de
una arteria produce sangre roja brillante que fluye a borbotones,
mientras que la lesión de una vena produce un flujo continuo de
sangre roja oscura. Si se rompe una arteria principal, el paciente
puede morir desangrado en un minuto. Las lesiones de arterias de
calibre medio y las lesiones venosas son menos críticas, pero si no
se tratan también pueden ser fatales. Una complicación grave de
la hemorragia es el shock hipovolémico, que debe ser prevenido y
tratado lo antes posible.

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MANUAL DE
primeros Auxilios

¿Cómo actuar?
El procedimiento a utilizar para detener del tamaño de la herida
y de la disponibilidad de material sanitario.

Control de
hemorragias
El mejor método es la aplicación de presión calibre medio. Lo ideal
es utilizar compresas quirúrgicas estériles, o en su defecto ropas
limpias, sobre la herida y aplicar encima un vendaje compresivo.
Cuando este apósito se empapa de sangre no debe ser retirado:
se aplican sobre él más compresas y más vendaje compresivo.
Si el sangrado de una extremidad es muy abundante se puede
aplicar presión sobre el tronco arterial principal para comprimirlo
sobre el hueso y detener la hemorragia.

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Torniquetes y
Convulsiones
MANUAL DE
primeros Auxilios

Torniquetes
La arteria braquia, que irriga la extremidad superior, debe
ser comprimida en una zona intermedia entre el codo y la
axila en la cara medial (interna) del brazo. La arteria femo-
ral, que irriga la extremidad inferior, puede ser comprimida
en el centro del pliegue inguinal, donde la arteria cruza
sobre el hueso pélvico.

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MANUAL DE
primeros Auxilios

Convulsiones
Cuando se presenta una convulsión, el objetivo principal es
proteger a la persona de una lesión. Trate de prevenir una
caída dejando a la persona en el suelo en un área segura
libre de muebles u otros objetos puntiagudos.

Deje descansar la cabeza de la persona.

Afloje la ropa apretada, especialmente alrededor del cuello.

Aflojar la
ropa apretada

Colocar a la
persona en el
suelo y ponerla
de lado.
Dejar descansar
la cabeza de
la persona

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Asfixia
MANUAL DE
primeros Auxilios

Asfixia
¿Qué es la asfixia?
En la asfixia, el aire no puede entrar en los pulmones y el
oxígeno no llega a la sangre circulante.

Causas de la asfixia
Entre las causas de asfixia se encuentran el ahogamiento,
el envenenamiento por gases, la sobredosis de narcóticos,
la electrocución, la obstrucción de las vías respiratorias por
cuerpos extraños y la estrangulación. Para evitar un daño ce-
rebral irreparable al detenerse la oxigenación tisular, se debe
instaurar inmediatamente algún tipo de respiración artificial.
La mayoría de las personas mueren cuatro a seis minutos
después de la parada respiratoria si no se les ventila de forma
artificial.

29
MANUAL DE
primeros Auxilios

¿Cómo actuar?
Se han diseñado muchas formas de respiración artificial. La más
práctica para la reanimación de urgencia es el procedimiento
boca a boca: el reanimador sopla aire

a presión en la boca de la víctima para llenarle los pulmones.


Antes de ello, debe retirarse cualquier cuerpo extraño que ob-
struya las vías respiratorias.

La cabeza de la víctima debe ser inclinada hacia atrás para


evitar que la caída de la lengua obstruya la laringe; una mano
mientras con la otra se empuja hacia atrás la frente. El reani-
mador obtura los orificios nasales pinzándolos con los dedos, in-
spira profundamente, aplica su boca a la de la víctima, y sopla
con fuerza hasta ver llenarse el tórax; después retira su boca y
proceso debe repetirse 12 veces por minuto en un adulto y 20
veces por minuto en un niño.

Colocar un puño justo por


encima del ombligo del
niño con el lado del pulgar
dando hacia el abdomen.

30
MANUAL DE
primeros Auxilios

Si las vías respiratorias no están despejadas, debe compro-


barse la posición de la cabeza de la víctima. Si todavía no se
consigue permeabilidad se rota el cuerpo hacia la posición
de decúbito lateral y se golpea entre los omóplatos para
desatascar los bronquios. Después se vuelve a la respiración
boca a boca. Si todavía no se consigue, se realiza la manio-
bra de Heimlich.

Ésta es una técnica que se ha desarrollado en los últimos años


para tratar a los médico estadounidense Henry Jay Heimlich,
se llama maniobra de Heimlich o “abrazo de oso”, y consiste
en la aplicación súbita de una presión sobre el abdomen de
la víctima. El aumento de presión abdominal comprime el
diafragma, éste a los pulmones, que expulsan aire a alta ve-
locidad y presión, despejando las vías respiratorias. La manio-
bra se realiza situándose tras el paciente, rodeando su cin-
tura con los brazos y entrelazando las manos, situando éstas
entre el ombligo y la caja torácica, y presionando fuerte y
de forma brusca hacia atrás y hacia arriba. Si la víctima está
en posición horizontal, se presiona sobre el abdomen con la
mano.

Debe evitarse presionar sobre las costillas, pues se pueden


romper, sobre todo en niños y anciUna vez iniciada, la respi-
racón artificial no debe suspenderse hasta que el enfermo
empiece a respirar por sí solo o un médico diagnostique la
muerte del paciente. Cuando el paciente empieza a respirar
espontáneamente no debe ser desatendido: puede deten-
erse de nuevo la respiración de forma súbita o presentarse
irregularidades respiratorias. En casos de ahogamiento siem-
pre hay que intentar la respiración artificial, incluso aunque el
paciente haya presentado signos de muerte durante varios
minutos.

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MANUAL DE
primeros Auxilios

“Cada niño es
un letrero viviente

que dice: Precaución Oscar Wilde

Recomendaciones
Roberto Castro

Es recomendable antes que nada, evaluar la escena del accidente.


Para ello existen tres reglas básicas:

1. Verificar la seguridad.
2. Obtener datos sobre el mecanismo de lesión.
3. Enterarse del número de lesionados.

Verificar la seguridad
Es preciso buscar primero la seguridad propia. Cuidar de no
convertirnos en víctimas. Los pasos siguientes pueden ayudarnos
para conseguir nuestra seguridad:

a) Cuidar nuestra propia seguridad.

b) Cuidar la seguridad de los que, como nosotros,


están prestando ayuda.

32
MANUAL DE
primeros Auxilios

c) Cuidar la seguridad del paciente.

d) Cuidar, incluso, la seguridad de los observadores.

Obtener datos sobre el mecanismo de lesión


Es muy importante conocer cómo se produjo el daño, preguntando a
las personas que se encuentran alrededor lo que ocurrió, observando
la escena del accidente, obteniendo la mayor cantidad posible de
información del mismo paciente y de sus familiares.

Enterarse del número de lesionados


Es importante establecer, desde el inicio, el número de lesionados
que requieren atención para poder activar correctamente el servicio
médico de urgencias. Los siguientes puntos pueden ayudar:

Asegurarse que nosotros, el lesionado y las demás personas estemos

seguros en el lugar (fuera de incendios, posibles explosiones, otros


peligros latentes).

Inspeccionar el lugar del accidente y organizar los primeros auxilios,


según nuestras capacidades físicas y juicio personal.

No olvidar que las posibilidades de supervivencia de una persona


que necesita atención inmediata son mayores, si es adecuada,
rápida y apropiada, por lo que se debe activar el servicio médico de
urgencias lo antes posible.

Dar órdenes claras y precisas durante el procedimiento de primeros


auxilios.

Hacer una identificación completa de la víctima, de sus


acompañantes y registrar la hora en que se produjo la lesión.

33
Los primeros auxilios, son me-
didas terapéuticas urgentes

Manual de
que se aplican a las víctimas de
accidentes o enfermedades re-
pentinas hasta disponer de tra-
primeros tamiento especializado. El pro-
pósito de los primeros auxilios

Auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad


del herido o enfermo y evitar el
agravamiento de su estado. En
casos extremos son necesarios
para evitar la muerte hasta que
se consigue asistencia médica.

Los primeros auxilios varían se-


gún las necesidades de la vícti-
ma y según los conocimientos
del socorrista. Saber lo que no
se debe hacer es tan impor-
tante como saber qué hacer,
porque una medida terapéu-
tica mal aplicada puede pro-
ducir complicaciones graves.

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