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¿ES UNA BIBLIA FALSA

LA TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO?

¡ESTÁ llena de adulteraciones! Eso fue lo que dijeron allá en el siglo XVI los
opositores de la traducción de la Biblia producida por Martín Lutero. Creían que
podían probar que la Biblia de Lutero contenía 1.400 errores y mentiras heréticos. Hoy
se ve la Biblia de Lutero como una traducción memorable. ¡El libro Translating the Bible
(Traducción de la Biblia) hasta la llama "una obra genial"!

En este siglo XX se ha dicho también que la Traducción del Nuevo Mundo tiene
adulteraciones. ¿Por qué? Porque se aparta del modo tradicional de verter muchos
versículos y recalca el uso del nombre de Dios, Jehová. De modo que no se sujeta a lo
acostumbrado. Pero ¿la hace esto una traducción falsa, adulterada? No. Se produjo
con gran cuidado y minuciosidad, y lo que quizás parezca poco común representa un
esfuerzo sincero por mostrar cuidadosamente las peculiaridades de los idiomas
originales. El teólogo C. Houtman explica a qué se debe lo no ortodoxo de la
Traducción del Nuevo Mundo: "Se han abandonado varias traducciones tradicionales
de términos importantes del texto original, evidentemente para llegar al mejor
entendimiento posible".
Examinaremos algunos ejemplos de estos

Diferente, pero no incorrecta

En primer lugar, en todo caso posible palabras de los idiomas bíblicos originales
estrechamente relacionadas se traducen mediante diferentes palabras españolas, y así
se ayuda al estudiante de la Biblia a tener conciencia de posibles diferencias en matiz
de significado. Así pues, syn·té·lei·a se vierte "conclusión" y té·los "fin", aunque ambas
palabras se traducen "fin" en muchas otras versiones. (Mateo 24:3, 13.) La palabra
kó·smos se vierte "mundo", ai·ón, "sistema de cosas", y oi·kou·mé·ne, "tierra habitada".
Sin embargo, muchas traducciones de la Biblia usan simplemente mundo para
representar dos de esas palabras griegas, o las tres, aunque en realidad hay
diferencias entre ellas. (Mateo 13:38, 39; 24:14.)

Como en los casos anteriores, la Traducción del Nuevo Mundo señala cuidadosamente
la diferencia entre gnó·sis(conocimiento) y e·pí·gno·sis(traducida conocimiento
exacto)... una diferencia que muchas otras versiones pasan por alto. (Filipenses 1:9;
3:8.) También distingue entre tá·fos (sepulcro, una sepultura individual), mné·ma
"tumba", mne·méi·on(tumba conmemorativa), y hái·des "hades", que en la Biblia se
refiere a la sepultura común de la humanidad muerta). (Mateo 27:60, 61; Juan 5:28;
Hechos 2:29, 31.) Varias traducciones de la Biblia distinguen entre tá·fos (sepulcro),
mne·méi·on y en Mateo 23:29, pero no lo hacen consecuentemente en otros pasajes.
(Véase Mateo 27:60, 61, La Biblia, Latinoamérica.)

Los tiempos verbales se vierten con cuidado y precisión. Por ejemplo, la Versión Nácar-
Colunga presenta 1 Juan 2:1 así: "Si alguno peca, abogado tenemos ante el Padre, a
Jesucristo, justo". Poco después esa misma traducción vierte 1 Juan 3:6 así: "Todo el
que permanece en [Jesús] no peca". Si ningún seguidor de Jesús peca, ¿qué
aplicación tienen las palabras de 1 Juan 2:1?

La Traducción del Nuevo Mundo resuelve esa aparente contradicción. En 1 Juan 2:1
dice: "Les escribo estas cosas para que no cometan un pecado. Y no obstante, si
alguno comete un pecado, tenemos un ayudante para con el Padre, a Jesucristo, uno
que es justo". En este versículo Juan usó el tiempo aoristo, que indica la comisión de
un pecado aislado, el tipo de error que todos cometemos de vez en cuando porque
somos imperfectos. Sin embargo, 1 Juan 3:6 dice: "Todo el que permanece en unión
con él no practica el pecado; nadie que practica el pecado lo ha visto ni ha llegado a
conocerlo". Aquí Juan empleó el tiempo presente, lo cual indica un derrotero
pecaminoso continuo, habitual, que invalidaría la afirmación que hiciera tal persona de
ser cristiana.

Otros eruditos concuerdan

Ciertos términos poco comunes que supuestamente han inventado los testigos de
Jehová tienen el apoyo de otras traducciones de la Biblia u obras de consulta. En
Lucas 23:43 la Traducción del Nuevo Mundo registra las palabras que Jesús dirigió a
un delincuente que fue ejecutado a su lado: "Verdaderamente te digo hoy: Estarás
conmigo en el Paraíso". En el griego original no había signos de puntuación, como los
dos puntos [:] pero generalmente los traductores introducen algún tipo de puntuación
para facilitar la lectura. Con todo, la mayoría de ellos hacen que Lucas 23:43 dé la
impresión de que Jesús y el delincuente iban al Paraíso aquel mismo día. La Nueva
Biblia Española dice: "Te lo aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso". Sin embargo,
no todos los traductores comunican esa idea. El profesor Wilhelm Michaelis vierte el
versículo así: "En verdad, ya hoy te aseguro: (algún día) estarás junto conmigo en el
paraíso". Esta traducción es mucho más lógica que la de la Nueva Biblia Española. El
delincuente moribundo no pudo haber ido con Jesús al Paraíso aquel mismo día. Jesús
no fue resucitado sino hasta el tercer día después de su muerte. Mientras tanto estuvo
en el Hades, la sepultura común de la humanidad. (Hechos 2:27, 31; 10:39, 40.)

Según Mateo 26:26 en la Traducción del Nuevo Mundo, Jesús, al instituir la celebración
de la Cena del Señor, dice lo siguiente acerca del pan que pasa a sus discípulos: "Esto
significa mi cuerpo". La gran mayoría de las demás traducciones vierten ese versículo
así: "Este es mi cuerpo", y esto se usa para apoyar la doctrina de que, durante la
celebración de la Cena del Señor, el pan se convierte literalmente en la carne de Cristo.
En la Traducción del Nuevo Mundo la palabra traducida "significa" (es·tín, una forma de
ei·mí) viene de la palabra griega que significa "ser", pero también puede leerse
"significar". Por eso el Greek-English Lexicon of the New Testament de Thayer dice que
ese verbo: "Con frecuencia es equivalente a denotar, significar, implicar". En efecto,
"significa" es una traducción lógica en este caso. Cuando Jesús instituyó la Última
Cena, su carne todavía le cubría los huesos; por eso, ¿cómo pudiera el pan haber sido
su carne literal?
En Juan 1:1 la Traducción del Nuevo Mundo dice: "La Palabra era un dios". En muchas
traducciones esa expresión se vierte sencillamente: "El Verbo era Dios", y se usa para
apoyar la doctrina de la Trinidad. No sorprende que a los trinitarios no les guste la
versión que presenta la Traducción del Nuevo Mundo. Pero Juan 1:1 no se adulteró
para probar que Jesús no es el Dios Todopoderoso. Los testigos de Jehová, y muchas
otras personas, habían cuestionado el escribir "dios" con mayúscula aquí mucho antes
de que apareciera la Traducción del Nuevo Mundo, que procura verter con exactitud el
idioma original. Cinco traductores de la Biblia al alemán emplean también la frase "un
dios" en ese versículo. Por lo menos otros 13 traductores han usado expresiones como
"de naturaleza divina" o "de naturaleza parecida a la de Dios". Esas maneras de verter
esto concuerdan con otras partes de la Biblia que muestran que en el cielo Jesús sí es
un dios en el sentido de que es divino. Pero Jehová y Jesús no es el mismo ser, el
mismo Dios. (Juan 14:28; 20:17.)

El nombre personal de Dios

En Lucas 4:18, según la Traducción del Nuevo Mundo, Jesús aplicó a sí mismo una
profecía de Isaías cuando dijo: "El espíritu de Jehová está sobre mí". (Isaías 61:1.)
Muchos se oponen al uso del nombre Jehová en ese pasaje. No obstante, ese es solo
uno de los más de 200 lugares donde aparece ese nombre en la Traducción del Nuevo
Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas, el llamado Nuevo Testamento. Es cierto
que no ha sobrevivido ningún manuscrito griego antiguo del "Nuevo Testamento" que
contenga el nombre personal de Dios. Pero el nombre se incluyó en la Traducción del
Nuevo Mundo por razones bien fundadas, no simplemente por capricho. Y otros han
seguido un derrotero parecido. Tan solo en alemán, por lo menos 11 versiones emplean
"Jehová" (o la transliteración del hebreo, "Yahveh") en el texto del "Nuevo Testamento",
mientras que cuatro traductores añaden el nombre entre paréntesis después de
"Señor". Más de 70 traducciones al alemán lo usan en sus notas o comentarios.

En Israel el nombre de Dios se pronunció sin restricción por más de mil años. Ese es el
nombre que aparece con más frecuencia en las Escrituras Hebreas ("Antiguo
Testamento"), y no hay prueba convincente de que no fuera conocido por el público en
general o de que su pronunciación se hubiera olvidado en el primer siglo de nuestra era
común, cuando se inspiró a varios judíos cristianos para que escribieran los libros del
"Nuevo Testamento". (Rut 2:4.)

Wolfgang Feneberg comenta lo siguiente en la revista jesuita Entschluss/Offen (abril de


1985): "[Jesús] no ocultó de nosotros el nombre de su padre YHWH, sino que nos lo
encomendó. De lo contrario es inexplicable por qué dice la primera petición de la
Oración del Señor: ¡Sea santificado tu nombre!." Feneberg señala también que en
manuscritos para judíos de habla griega que precedieron al cristianismo, el nombre de
Dios no se parafraseaba kýrios [Señor], sino que se escribía en forma del
tetragrámaton [YHWH] en caracteres hebreos o hebreos arcaicos. [...] Hallamos
evocaciones del nombre en los escritos de los Padres de la Iglesia; pero ellos no se
interesan en él. Al traducir este nombre kýrios (Señor), los Padres de la Iglesia estaban
más interesados en atribuir la grandeza del kýrios a Jesucristo?. La Traducción del
Nuevo Mundo restablece el nombre en el texto de la Biblia dondequiera que hay razón
bien fundada y erudita para hacerlo.

Algunos critican la forma "Jehová", que la Traducción del Nuevo Mundo usa al verter
el nombre de Dios. En los manuscritos hebreos el nombre aparece sencillamente como
cuatro consonantes, YHWH, y muchos insisten en que la pronunciación correcta es
"Yahveh" ("Yavé"), no "Jehová". Por consiguiente, opinan que el usar "Jehová" es un
error. Pero en verdad los eruditos de ningún modo están de acuerdo en que la forma
"Yahveh" represente la pronunciación original. La realidad es que aunque Dios
conservó la escritura de su nombre "YHWH" más de 6.000 veces en la Biblia, no
conservó la pronunciación de este nombre que Moisés oyó en el monte Sinaí. (Éxodo
20:2.) Por lo tanto, la pronunciación no es lo más importante en la actualidad.

En Europa la forma Jehová o Jehovah se ha reconocido extensamente por siglos y se


emplea en muchas Biblias, hasta en traducciones judías. Aparece un sinnúmero de
veces en edificios, monedas y otros objetos, además de en obras impresas y en
muchos himnos religiosos. Por eso, en lugar de tratar de representar la pronunciación
hebrea original, la Traducción del Nuevo Mundo en todos sus diferentes idiomas
emplea la forma del nombre de Dios que se acepta por lo común. Esto es precisamente
lo que otras versiones de la Biblia hacen con los demás nombres que aparecen en la
Biblia.

¿A qué se debe la crítica severa?

La Biblia de Lutero se atrajo crítica porque fue producida por un hombre que puso al
descubierto los defectos de la religión tradicional de su tiempo. Aquella traducción abrió
el camino para que la gente común viera la verdad de mucho de lo que él dijo. De igual
manera, se critica la Traducción del Nuevo Mundo por ser publicada por los testigos de
Jehová, quienes con franqueza declaran que muchas de las doctrinas de la cristiandad
no se hallan en la Biblia. La Traducción del Nuevo Mundo en realidad cualquier Biblia
hace esto patente.

De hecho, la Traducción del Nuevo Mundo es una obra erudita. En 1989 el profesor
Benjamin Kedar, de Israel, dijo: "En mi investigación lingüística con relación a la Biblia
hebrea y sus traducciones, frecuentemente me refiero a la edición en inglés de lo que
se conoce como la Traducción del Nuevo Mundo. Al hacerlo, cada vez veo confirmado
que esta obra refleja un esfuerzo sincero por entender el texto con la mayor exactitud
posible. Este da prueba de un amplio dominio del idioma original al traducir las palabras
originales a un idioma secundario de modo entendible, sin desviarse innecesariamente
de la estructura específica del hebreo. [...] Toda declaración lingüística permite alguna
latitud de interpretación o traducción. Por eso, en cualquier caso la solución lingüística
puede ser discutible. Pero nunca he encontrado en la Traducción del Nuevo Mundo la
intención guiada por prejuicio de leer en el texto algo que no está en él".

Millones de lectores de la Biblia por todo el mundo usan la Traducción del Nuevo
Mundo porque es una traducción que emplea lenguaje moderno y vierte los términos
bíblicos con exactitud. Esta traducción está disponible en la actualidad en 40 idiomas,
tres de ellos en braille**. Una traducción exacta requiere años de trabajo esmerado,
pero nuestro anhelo es que la Traducción del Nuevo Mundo aparezca con el tiempo en
todos esos diferentes lenguajes, para que ayude a muchas más personas a adquirir
mejor entendimiento de la palabra de vida. (Filipenses 2:16.) Porque ya ha ayudado a
millones de personas a lograr eso, verdaderamente es digna de recomendación.

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