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ÍCONOS!

Revista de FLACSO-Ecuádor
·No 17, septiembre, 2003
ISSN 13901249

Los artículos qu'e se publican .


en la revista son de exclusiva
responsabilidad de sus autores,
no reflejan necesariamente el
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Antonio Mena

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ehurtado@flacso.org.ec
Indice

CovU!JtJ.I ra

6
Reflexiones sobre un ataque huao
Miguel Angel Cabodevilla

15
EI asalto huao desde la prensa
Milagros Aguirre

21
Sistema mundial y pueblos indigenas en laAmazonia.
A prop6sito del ataque a los tagaeri.
Alex Rivas Toledo ••,fo,'

31
Muerte en la zona Tagaeri.Taromenane: justicia occidental 0 tradicional
Gina Chavez Vallejo

f)n<;c;ipr

38
Imperio, poder global y multitud
Introduce ion al dossier

40
Gobierno global, poder imperial. A prop6sito de Imperio
Pablo Ospina Peralta

51
Imperio, guerra asirnetrlca y caos global. La guerra USA·lrak
Entrevlsta a Alain foxe

58
lEmergencia de una multitud constituyente?
Resonancias de las jornadas de diciembre de 200 I
en Argentina
Aida Quintary Perla Ius man

66
Imperio y subjetividad comunista
Alejandro Moreano
r

Debate

76

La mediatizaclcn de la politica.

Comentarios al dossier de icon os 16.

Carlos Tutlven Roman

82
Violencia, luto y politica
Judith Butler

Dialogo

~C.ru
102
Barroco y modernidad alternativa
Dialogo con Bolivar Echeverria
Mauro Cerbino y Jose Antonio Figueroa
'oS},
Temas

116
Etnicidad y exclusion en Ecuador:

una mirada a partir del censo de poblacion de 200 I

Mauricio Leon Guzman

133
lRetornara "10 social"?
Eduardo Bustelo

Frontera

146
Argentina: de la crisis de 200 I a un nuevo presidente
Orlando D'Adamo, Virginia Garcia Beaudoux y Gabriel Slavinsky

151
Hacia una antropologia de la
representaclon de los sistemas globales
Marcelo Bonilla UrvJna

162
Reserias

f
-';~
Gobierno
global,
poder
imperial
A propósito de Imperio

Pablo Ospina Peralta1 sido no sólo imposible en la bruma original


de un imperio-mundo, sino que a lo largo de
Empecemos por el principio. A mediados de su historia esa imposibilidad es uno de los se-
los setenta, Immanuel Wallerstein publicó el cretos de su pervivencia. La pluralidad de
primer volumen de El Sistema Mundial Mo- unidades políticas en el seno de una econo-
derno. Una de las características más llamati- mía mundo en expansión desvía la contesta-
vas de su trabajo, especialmente de sus con- ción social y crea una solidaridad económica
clusiones, es su esfuerzo por vincular el deba- entre los sectores dominantes que no tiene el
te sobre los orígenes del sistema mundial mo- contrapeso de una verdadera clase que se les
derno en el largo siglo XVI, con el debate so- oponga. Wallerstein llega a decir que el secre-
bre el futuro del capitalismo y las razones de to de la pervivencia del capitalismo es que só-
su sorprendente persistencia. lo existe una clase social: la dominante. Todas
Según Wallerstein (1999:489-502) una de las economías-mundo anteriores se disolvie-
las principales razones por las cuales el capita- ron o acabaron transformándose en imperios.
lismo surgió en Europa y no en China fue la A fin de cuentas, si debiéramos resumirlo
existencia de una pluralidad de estados en el en una frase, Imperio, el libro de Hardt y Ne-
seno de la economía–mundo europea. En gri, es una poderosa reflexión sobre la hipóte-
China, por el contrario, un único imperio so- sis sugerida por Wallerstein. El objetivo de es-
focaba cualquier ampliación autónoma del te ensayo es situar las propuestas de Imperio
poder de los comerciantes. Por eso en Europa en el marco de dos de las principales discusio-
se pudieron producir alianzas parciales entre nes en las cuales intervino: por un lado, la
comerciantes locales -en busca de expansión suerte que aguarda a los estados-nación en la
mercantil- y estados -en busca de expansión nueva fase del capitalismo mundial, y por
territorial-. La pluralidad de los estados es im- otro, las implicaciones de estrategia política
portante no sólo al principio del capitalismo que la nueva situación tiene para las fuerzas
sino también al final. El capitalismo hubiera interesadas en derrocarlo.
Hay una dimensión de la tesis de estos au-
1 Investigador del Instituto de Estudios Ecuatorianos. tores que ha quedado excluida del análisis,
Email: halcon6719@yahoo.es Las reflexiones que ani-
aquella que podría llamarse “la fenomenolo-
man este artículo deben entenderse en el contexto
provocado por la segunda guerra del golfo. La admi- gía del poder imperial”; esto es, las nuevas
nistración norteamericana ignoró al Consejo de Segu- formas en que la actual fase del capital resuel-
ridad de Naciones Unidas y una poderosa moviliza- ve el ejercicio del poder. El aspecto en que es-
ción antibélica sacudió al mundo. Este ensayo debe
comprenderse en esas coordenadas políticas. ta dimensión se integra con los dos temas que

40 ICONOS
trataremos específicamente en este ensayo es ción del modernismo durante el período pos-
el largo análisis del proceso de transición ha- terior a la II Guerra Mundial y la extensión
cia el Imperio. Entre los muchos vectores que progresiva, pero abrumadora, del posmoder-
habrían sufrido radicales desplazamientos nismo a partir de los años setenta del siglo
con el paso de la soberanía moderna a la so- XX. Para Jameson el posmodernismo es “la
beranía imperial se encuentran la noción de lógica cultural del capitalismo tardío”. El ca-
pueblo, de lugar, de dominio bio-político y la pitalismo tardío es entendido en términos
relación entre política y economía. Aunque se económicos tal como fue formulado por
trata, por supuesto, de una dimensión inte- Mandel. Lo que Jameson retoma esencial-
grada al argumento global del libro, me pare- mente de éste es que en una sociedad de capi-
ce que es posible hacer abstracción de ella pa- talismo tardío, todo vestigio de sociedades
ra los fines de esta exposición. Es posible, no pre-capitalistas o no-capitalistas ha desapare-
obstante, que al excluirla del análisis estemos
excluyendo algunos de los aspectos más polé-
micos y originales de la obra. Aquellos en los
que se dejan entrever más radicalmente sus
rupturas posmodernas y posestructuralistas.
Cualquier trabajo breve está forzado a recor-
tar argumentos que son necesariamente más
complejos y multifacéticos.

El Estado

El primer trabajo que teorizó sobre la idea de


que el mundo vive una nueva fase del capita-
lismo fue el del economista marxista belga
Ernst Mandel (1973) sobre el capitalismo tar-
dío. Mandel suponía que a partir del fin de la
Segunda Guerra Mundial, el capitalismo ha-
bía acuñado una nueva forma de acumula-
ción basada en el fordismo, en una interven-
ción estatal incrementada y en la superación,
al menos en las sociedades industrializadas,
de prácticamente todas las formas relevantes cido para siempre. Sólo queda el mercado ca-
de relaciones sociales no-capitalistas. La crisis pitalista y su amplia panoplia de objetos de
de los años setenta cambió el consenso res- deseo aptos para satisfacer cualquier gusto.
pecto a los hitos cronológicos de la fase tardía Junto a la desaparición de las relaciones que
del capitalismo mundial. Tal vez el cambio coexistían con el capitalismo moderno, desa-
más importante habría ocurrido precisamen- pareció también todo asomo de un mundo
te en los años sesenta y setenta y no necesaria- “natural” intocado por la mano del hombre.
mente veinticinco años antes. El posmodernismo responde en tanto co-
El primer trabajo que intentó vincular es- rriente ideológica y artística, a esa época his-
ta nueva fase del capitalismo mundial con tórica y a ese contexto vital. David Harvey
una nueva fase de la producción cultural fue (1998 [1989], parte I y II, en especial cap. 9),
el artículo de Fredric Jameson (1984) sobre el siguiendo la senda abierta por Jameson de
posmodernismo. Todos los críticos del arte vincular el movimiento artístico a la econo-
contemporáneo habían captado una declina- mía, lo relacionó no con el capitalismo tardío,

ICONOS 41
dossier
sino con el paso del fordismo al posfordismo Negri 2002, cap. 1). Esto se explica por la co-
o la acumulación flexible en los años setenta yuntura en que se escribió la obra. Entre la
y ofreció así una cronología más precisa del primera guerra del Golfo y la guerra de Koso-
fenómeno cultural. vo el Consejo de Seguridad de Naciones Uni-
Negri y Hardt pretendieron dar un paso das virtualmente se convirtió en el parlamen-
más en la caracterización de la época actual. to mundial que votaba los créditos de legiti-
Aceptan que el actual régimen de acumula- midad de las operaciones policiales del fin de
ción representa una era nueva en la econo- la Guerra Fría. El contraste con los años ante-
mía. Aceptan que ese nuevo régimen tiene sus riores es palmario: nunca antes las Naciones
correlatos posmodernos en las artes y la cul- Unidas habían podido ponerse de acuerdo en
tura. Pero añaden que su emergencia implica una sola guerra (con la excepción relativa de
nuevas formas jurídicas y nuevas estructuras Corea). Si Naciones Unidas se parece al par-
políticas. A la nueva fase del capitalismo lamento, el G-7 se parece al ejecutivo mun-
mundial debe corresponder una nueva forma dial. Negri y Hardt (2002:294-297) demues-
de organización del sistema de gobierno -este tran que los fundamentos jurídicos del dere-
es el argumento central del libro-2. Las nuevas cho transnacional que lo hace posible están ya
formas del poder corresponden a las nuevas en su lugar y que su forma específica será el
formas de la economía y la cultura: organiza- resultado de luchas por venir.
ción en red, ubicuidad, descentramiento, in- Aquí conviene resaltar una tesis mal com-
ternacionalización extremas3. prendida. Hardt y Negri jamás dicen que el
El Imperio ha sustituido al imperialismo. estado desaparece. Tampoco que el estado ha
Mientras este último se basaba en la exten- sido “derrotado” por el capital y las empresas
sión internacional de la soberanía de los esta- transnacionales, como erróneamente sostiene
dos-nación, la soberanía imperial desborda Borón (2003:13, ver también Borón 2002).
esas formas políticas estatales. El capital
transnacional ya no cabe en los moldes nacio- En realidad, no es adecuado decir que la fase
nales. Si el estado es, como decía Marx, la contemporánea se caracteriza por la victoria
de las empresas capitalistas sobre el estado.
junta de accionistas del capitalista colectivo,
Aunque las compañías transnacionales y las
que en más de una ocasión entra en conflicto
redes globales de producción y circulación
con el capitalista individual, ¿qué estructura
socavaron los poderes de los estados-nación,
política será capaz de velar por los intereses el estado continúa funcionando y los ele-
del capitalista colectivo mundial? La tesis cen- mentos constitucionales se han desplazado
tral de Imperio es que varias formas políticas y efectivamente a otros niveles y dominios
jurídicas transnacionales están tomando for- (Hardt y Negri 2002:283).
ma como resultado de los cambios en las es-
tructuras de la producción del capitalismo La tesis es, pues, que los estados-nación ya no
mundial. son suficiente garantía para el capitalista co-
El libro otorga gran importancia a los lectivo. El capitalismo contemporáneo entró
cambios en la doctrina jurídica que preside la en una fase en la que necesita “algo más”.
formación de las Naciones Unidas (Hardt y ¿Cuáles son estos “otros” dominios y niveles
que pueden proporcionarlo? Una forma de
2 Para formulaciones directas, ver Hardt y Negri
gobierno mundial, por supuesto. Hardt y Ne-
(2002:14, 25-26, 149, 237 y 295). gri piensan que se está conformando una
3 La idea de que un nuevo sistema de gobierno mundial “constitución mixta” global que ellos repre-
debe emerger de la situación del capitalismo actual ya sentan en forma piramidal tripartita. En el
había sido anticipada por varios autores. Ver, por
vértice del poder, una superpotencia, los Es-
ejemplo, Giovanni Arrighi (1999:398 y 427), cuya
formulación es más directa y en muchos sentidos más tados Unidos, con la hegemonía del uso glo-
clara que la de Hardt y Negri. bal de la fuerza. En ese mismo tercio del vér-

42 ICONOS
Los estados-nación ya no son suficiente garantía para el capitalista colectivo.
El capitalismo entró en una fase en la que necesita "algo más". ¿Cuáles son estos
"otros" dominios y niveles que pueden proporcionarlo? Una forma de gobierno
mundial, por supuesto. Según Hardt y Negri, una "constitución mixta" global.
tice, el grupo de los siete estados más podero- Fondo Monetario Internacional y el Banco
sos de la tierra. Llamarán a esta sección de la Mundial dependen de la fuerza que les otor-
constitución imperial, siguiendo a Polibio, la gan los estados nacionales más poderosos del
monarquía. En el segundo tercio, las empre- planeta. Las mismas empresas transnacionales
sas transnacionales que controlan el mercado se han beneficiado repetidamente de los apo-
mundial y el conjunto de estados-nación so- yos de sus estados y siguen teniendo bases na-
beranos que funcionan como filtros de los cionales (ver por ejemplo Borón 2003:13-14).
flujos de circulación global y como regulado- Estas críticas no son concluyentes. Imperio
res de la articulación del mando global. Lla- apunta a una tendencia todavía no realizada
marán a esta sección de la constitución impe- enteramente. No se trata de saber cuánto las
rial, la aristocracia. Finalmente, el tercer ter- transnacionales necesitaron o necesitan toda-
cio, el de la democracia, está formado por los vía de los estados nacionales existentes, sino
estados-nación subordinados y las ONG y de saber si eso es suficiente hoy, y sobre todo
otras asociaciones que representan a las mul- mañana (si las tendencias actuales de interna-
titudes que no pueden incorporarse directa- cionalización de la economía se mantienen y
mente a las estructuras del poder global profundizan), para garantizar la protección
(Hardt y Negri 2002:285-289). La constitu- de sus intereses globales de largo plazo. El de-
ción actual es mixta porque combina los esta- bate sobre el papel actual de los estados nacio-
dos-nación declinantes con la soberanía im- nales no está clausurado, pero no parece sen-
perial emergente. sato pensar que conserven las herramientas
¿Qué pensar de semejante tesis? ¿Son sufi- suficientes para controlar el movimiento del
cientes y convincentes los indicios del surgi- capital financiero o las políticas de produc-
miento de un gobierno mundial? El derecho ción e inversión de las empresas transnaciona-
supra-nacional de Naciones Unidas constitu- les. Tampoco parece sensato pensar que no
ye efectivamente una novedad desde el apare- tienen lugar alguno en el orden emergente.
cimiento del moderno sistema interestatal Nos hace falta intentar un enfoque más apro-
surgido en Westfalia en 1648. En el campo piado para examinar sus nuevas debilidades y
del comercio mundial existen indicios más sus viejas fortalezas.
poderosos, no recogidos por Hardt y Negri. La tesis de la emergencia de un orden po-
Sin duda la autoridad sin precedentes del Tri- lítico supra-nacional no puede ser sencilla-
bunal de Apelaciones de la Organización mente descartada. Hacerlo tal vez supondría
Mundial del Comercio (OMC) es el ejemplo un error análogo al error cometido por la iz-
más descollante (Esserman y Howse quierda comunista de inicios del siglo XX con
2003:171-183). Así mismo, pocos estarán en la democracia liberal naciente en los estados
desacuerdo con la idea de que el rol de Nacio- nacionales capitalistas. A los ojos de Lenin, la
nes Unidas cambió con el fin de la Guerra democracia liberal era tan sólo una fachada
Fría. Pero la idea usual es que reforzó el poder falsa de un poder oculto, el de la burguesía y
de los Estados Unidos en un mundo que se su verdadera dictadura. Una dictadura disfra-
volvió uni-polar. La mayor parte de las críti- zada (Lenin 1975 [1917]). Un diagnóstico
cas han tratado de mostrar que los estados na- análogo podría ser invocado en el caso de las
cionales siguen siendo importantes: el propio instituciones que emergen del orden transna-

ICONOS 43
dossier
cional de la posguerra fría. Se trataría tan só- do todo precedente en tamaño, poder y auto-
lo de una fachada impotente para cubrir el nomía. La vacilante historia monetaria nor-
poder verdadero, inmenso e indiscutido de teamericana desde 1974 en adelante puede
los Estados Unidos. La fachada es una mera verse, desde esta óptica, como una serie de in-
impostura. Pero la policía no puede ser con- tentos por controlar el mercado de eurodivi-
fundida con el estado. sas, de preservar el rol del dólar en un contex-
Llegamos así al doble terreno del verdadero to que lo debilitaba y como repetidas alianzas
debate. Por un lado, el posible papel de los ac- con el poder financiero que se escapaba de sus
tuales estados nacionales en la formación del manos (Arrighi 1999:383-385). En opinión
nuevo gobierno mundial y, más específica- de Arrighi esto no lleva a una decadencia irre-
mente, las transformaciones que el surgimien- mediable y absoluta de los estados nacionales,
to de este nuevo poder imperial implicaría pa- sino a una confirmación más del proceso de
ra el ejercicio de la hegemonía norteamericana. transformación que estamos viendo en las he-
Si un nuevo gobierno imperial está sur- gemonías mundiales, que ha disociado, como
giendo, la fuerza esencial que lleva a su for- ocurrió en tiempos del “siglo de Génova”
mación es sin duda una transformación en la (XVI y XVII), por un lado al poder financie-
dialéctica de la relación entre los estados na- ro, ahora cada vez más albergado en el archi-
cionales y las agencias privadas que dominan piélago capitalista del sudeste asiático, y por
la economía global4. Giovanni Arrighi (2000, otro a un poder militar indiscutido, cuya se-
1999 y Arrighi y Silver 2001:14-17 y 279- de se encuentra en los Estados Unidos. No
282) nos ha provisto una buena manera de obstante Arrighi piensa, como Hardt y Negri,
abordar el problema: hacer una comparación que la actual fase de acumulación capitalista
entre la relación actual de esas agencias eco- necesita, cada vez más, el equivalente de un
nómicas líderes de la expansión capitalista gobierno mundial.
global (las empresas transnacionales) con sus ¿Cómo entender el papel de los Estados
estados nacionales y la relación que mante- Unidos en este nuevo gobierno mundial emer-
nían entre sí las agencias equivalentes y sus es- gente? Aunque los Estados Unidos tengan en
tados en los ciclos anteriores de acumulación él un papel hegemónico indiscutible, ese siste-
mundial. La conclusión es que el imperio Bri- ma no puede ser reducido al poder de la po-
tánico, las Provincias Unidas y el imperio de tencia hegemónica. El verdadero problema a
los Habsburgo tenían con sus agencias capita- dilucidar es, pues, la naturaleza y las tenden-
listas una dialéctica de captura de ganancias y cias de la hegemonía mundial norteamericana,
de expansión territorial en la cual los respec- el más poderoso estado nacional sobre la tie-
tivos estados terminaron imponiendo sus rra. La fuerza militar norteamericana necesita
agendas en las grandes crisis que lo requirie- también el consenso, ser dominante pero ser
ron. La crisis de 1970, por el contrario, per- también dirigente. Esa hegemonía, necesaria-
mitió contemplar cómo las empresas transna- mente basada en su poder económico y apoya-
cionales abandonaron al estado norteamerica- da por sus enormes medios de producción cul-
no en su guerra de Indochina e iniciaron la tural, es todavía inmensa (una excelente expli-
más espectacular fuga de capitales que recuer- cación en Anderson 2002, sección 8). Aunque
de la historia financiera mundial. No fue la Hardt y Negri aceptan el papel privilegiado de
única en la historia, pero mostraría cuán po- los Estados Unidos en el orden imperial emer-
co control podían llegar a tener los estados gente, casi todo su esfuerzo de argumentación
nacionales sobre empresas que habían supera- se dirige a mostrar que el Imperio no puede
identificarse con ningún estado nacional parti-
4 Es lo que Hardt y Negri (2002:299-304), de forma in- cular, ni siquiera con el que mejor lo prefigu-
necesariamente oscura, analizan como la tensión entre
la “inmanencia” del capital y la “trascendencia” de la
ró en su historia constitucional (Hardt y Negri
soberanía moderna. 2002, cap. 8, especialmente 41-44).

44 ICONOS
Este énfasis desmedido deja de lado lo que ideas de Kautsky. Una guerra estaba a punto
en realidad parece ser un factor decisivo en la de estallar, la más destructiva jamás conocida,
constitución imperial. Me refiero a la resis- en la cual las rivalidades neocoloniales eran
tencia del aparato imperialista norteamerica- ampliamente conocidas y estaban en la base
no a renunciar a su hegemonía mundial in- del conflicto. No se podía hablar de paz capi-
contestada y a su completa libertad de acción talista del futuro con semejante guerra entre
política y militar (la segunda Guerra del Gol- manos. El enfrentamiento contra el conflicto
fo, por supuesto, volvió este problema más presente no podía postergarse por un futuro
evidente). Imperio resalta excesivamente la pacífico meramente “concebible”. El imperia-
congruencia entre la historia constitucional lismo anunciaba, por el contrario, la agudiza-
norteamericana y la formación imperial. Pe- ción de los conflictos interestatales, de la ra-
ro, los Estados Unidos no son sólo una prefi- piña colonial y de las guerras. De hecho, la
guración del Imperio, son también un estado teoría del imperialismo surgió, a inicios del
nacional. Tal vez la ausencia más llamativa del siglo XX, como un audaz intento por explicar
estudio de Hardt y Negri no sea realmente la la terrible guerra que estalló entre poderosos
falta de un análisis de las empresas transna- estados capitalistas5.
cionales, sino, por el contrario, la carencia de En lo inmediato Lenin tuvo la razón. La
una perspectiva propia sobre las relaciones in- primera mitad del siglo XX no conoce paran-
ter-estatales luego del fin de la Guerra Fría. gón en la tenebrosa historia de odios, muerte y
Su aparato conceptual, que acentúa las ruptu- destrucción humana. Pero terminada la II
ras con la soberanía moderna, sin resaltar las Guerra Mundial pareció apoderarse del mun-
continuidades, lo inhibe. Las tensiones deci- do capitalista desarrollado “algo parecido” al
sivas en el orden político emergente pueden ultra-imperialismo de Kautsky. Definitiva-
no ser las que oponen las multitudes a las em- mente, si las burguesías del presente son nacio-
presas capitalistas, sino las que separan un or- nales no lo son del mismo modo que en 1914.
den imperial global y un poder hegemónico Para Lenin (1984:28), como para Bujarin, la
surgido de las entrañas de una época anterior. posibilidad de un futuro como el previsto por
Kautsky era perfectamente concebible, era in-
cluso una tendencia firmemente establecida:
Las fuerzas sociales “No hay duda de que el desarrollo marcha en
dirección a un único trust mundial, que devo-
Uno de los más célebres debates marxistas de rará todas las empresas y todos los estados sin
inicios de siglo y uno de los más llenos de excepción”. No son Hardt y Negri los que ha-
consecuencias políticas, fue el que opuso a la blan, sino Lenin. Pero las contradicciones,
emergente izquierda comunista y a la izquier- conflictos y conmociones que deberían supe-
da social-demócrata respecto al surgimiento rarse para que esta tendencia se realizara eran
del imperialismo. Lenin en un campo, tales que antes de ello el imperialismo estallaría
Kautsky en el otro. Kautsky creía que la inte- en mil pedazos y el capitalismo sería sustituido
gración económica de grandes trusts transna- por su contrario. La profecía de Lenin no se
cionales anunciaba una época nueva del capi- cumplió, pero no puede acusarse al movimien-
talismo en la que las contradicciones interes- to comunista de inicios de siglo de no haber
tatales y los nacionalismos burgueses autodes- realizado heroicos intentos para cumplirla.
tructivos llegarían a su fin. Se estaba impo-
niendo una comunidad de intereses capitalis- 5 El debate entre Kautsky y Lenin ha sido retomado in-
tas mundiales que anunciaba el fin de las gue- numerables veces en la discusión reciente; algunos ejem-
plos en Arrighi (1999:195-211), Arrighi (1978:15-28),
rras inter-burguesas. Kautsky llamó a ese pe- Anderson (2002, sección 7), Hardt y Negri (2002:215-
ríodo “ultra-imperialismo”. Lenin, por su 220). Todos estos autores sitúan el debate en el marco
parte, consideró utópicas y perniciosas las más amplio de los trabajos de Hobson y Hilferding.

ICONOS 45
dossier

¿Qué pensar de las fuerzas sociales que llevarán adelante la transformación del orden
imperial? Es una concepción que al sobrevalorar el poder de los explotados, clausura
una comprensión adecuada de la existencia misma del orden de la dominación.
¿No se subestima la capacidad de cooptación y la flexibilidad del capitalismo?
Luego de la II Guerra Mundial se perdió el de lanza de las luchas anticapitalistas se des-
componente básico de la teorización clásica plazó al Tercer Mundo. La idea del imperia-
del imperialismo: el aumento de la disputa in- lismo fue la fuente esencial de sentido de la
ter-imperialista entre estados avanzados que corriente del nacionalismo revolucionario
conduce a una guerra permanente. El mismo que sacudió el mundo desde el fin de la II
dominio del capital financiero vivió un parén- Guerra Mundial hasta el fin de la Guerra
tesis de más de tres décadas. Se inició, ade- Fría. Imperialismo y nacionalismo revolucio-
más, un período de emancipación política en nario tercermundista no pueden desligarse. El
los viejos territorios coloniales de África y Asia contenido político y afectivo de una palabra
y la Guerra Fría facilitó el inicio de una fase llena de resonancias magnéticas no puede
de acuerdo interestatal entre las principales descartarse fácilmente.
potencias capitalistas del mundo. Giovanni Perry Anderson (2002a:7-22) ha mostrado
Arrighi (2000:1) llega a decir que la palabra recientemente una interesante interpretación
“imperialismo” se convirtió entonces en una de la dialéctica entre el nacionalismo y el in-
fuente de confusiones teóricas al desligarse de ternacionalismo en las luchas sociales del siglo
las principales características que condujeron XX. Mientras a inicios de siglo las fuerzas de
a su acuñación (ver Arrighi 1978). Existe una la izquierda eran consistentemente internacio-
cierta analogía histórica. La segunda mitad nalistas y las burguesías europeas estaban an-
del siglo XX inauguró una época de pax ame- cladas en un visceral nacionalismo que llevaría
ricana similar a la pax britannica que libró a a las locuras extremas de las dos guerras mun-
Europa de guerras en su territorio durante un diales y del nazismo, a partir del fin de la se-
siglo entre 1815 y 1914. Por supuesto, estos gunda posguerra, las cosas se invirtieron. Des-
períodos no liberaron al mundo de la guerra. de entonces el capital reconocería con mayor
Todo lo contrario. Operó, más bien, un pare- claridad su solidaridad internacional en el
cido desplazamiento geográfico de la rivalidad contexto de la Guerra Fría; mientras la voz de
armada hacia la periferia. Si el ciclo norteame- orden de las luchas de la izquierda fue la inde-
ricano tuviera que culminar tal como culmi- pendencia y la libertad nacional y popular de
naron todos los anteriores, deberíamos espe- los países del Tercer Mundo. El nacionalismo
rar las guerras más cruentas de la historia. Es engarzó entonces con el anti-imperialismo.
por ello que Arrighi concluye su libro sobre el A mi juicio, el sentido político del ataque
largo siglo XX afirmando la tétrica posibili- de Hardt y Negri (2002:107-113, 209-22,
dad de que el fin del último ciclo sistémico de 232-234 y 307-308) tanto al imperialismo co-
acumulación anuncie también el fin de toda mo al nacionalismo se entienden en ese regis-
la humanidad (1994:428-429). tro. Al postular el paso del imperialismo al Im-
Pero la teoría del imperialismo fue tras- perio lo que estos autores están planteando es
cendental en una forma que Arrighi no llega la inadecuación actual de cualquier estrategia
a mencionar. Hardt y Negri entienden mejor nacionalista para enfrentar la presente fase del
este deslizamiento conceptual y el contexto capitalismo global. En su opinión las funcio-
en el que la palabra encontró su sentido. De nes progresistas del nacionalismo subalterno
hecho, entran en polémica con él. Me refiero (es decir, tercermundista) siempre se combina-
al contexto político nuevo en el que la punta ron con la reafirmación de poderosas estructu-

46 ICONOS
ras de dominación interna. El carácter progre- Pero existe otra implicación en la tesis del
sista del nacionalismo termina apenas con- paso del imperialismo al Imperio. Esta se rela-
quista el estado porque entonces se ve con- ciona, otra vez, directamente, con las tesis de
quistado por la lógica de la soberanía: “Desde Wallerstein. Recordemos que un Imperio es
la India hasta Argelia y desde Cuba hasta Viet- una forma política única, mientras la clave de
nam, el estado es el regalo envenenado de la libe- la persistencia de la economía-mundo capita-
ración nacional” (2002:131, énfasis agregado). lista fue su división en múltiples unidades po-
Me parece que este sustrato de debate po- líticas que hacían imposible su contestación
lítico sobre el nacionalismo también se en- unificada. La continuidad es clara. Hardt y
cuentra en la base de la insistencia de Borón Negri piensan que la forma política emergen-
(2002 y 2003) en mantener la palabra. Es co- te del capitalismo actual deriva hacia un Impe-
mo si a Borón le pareciera que al sustituir la rio, es decir, implica su decadencia o corrup-
noción de imperialismo por la de Imperio se ción (Hardt y Negri (2002:337). Se diluye la
pretendiera borrar o moderar la denuncia de condición que había preservado su existencia.
las injusticias de un mundo marcado por la La vena profética del texto adquiere entonces
dominación, la desigualdad regional y la ex- todo su encanto. Junto al nuevo orden global,
plotación. La insistencia de Hardt y Negri en emerge el anuncio de su superación. Si el Im-
que ya no existe el Tercer Mundo (o el lugar) perio llega a su fin, ello depende de una mul-
puede, en efecto, fácilmente confundirse con titud tan internacionalizada como su enemigo.
una negación de la trágica polarización que En realidad, es aquí donde aparecen los as-
divide al mundo y que se profundiza agónica- pectos más débiles de la propuesta profética y
mente. Basta comparar los trabajos de Samir política de Hardt y Negri. Gopal Balakrish-
Amin con el de Hardt y Negri para identifi- nan (2000:146) ha rastreado el origen inte-
car dos distintos énfasis en la polarización del lectual de la noción de multitud en los escri-
capitalismo mundial. No es lo mismo escribir tos tempranos de Toni Negri. En los setenta,
desde Dakar que desde París. Negri había llegado a la conclusión que la cla-
En un plano más profundo, lo que ocurre se obrera industrial perdió su papel central en
en realidad es que la izquierda latinoamerica- cualquier proyecto de transformación social.
na luchó largamente por entender las impli- En su lugar acudió a una convocatoria a fuer-
caciones políticas revolucionarias del nacio- zas volátiles, difusas e indiferenciadas que ac-
nalismo. Más específicamente, en Argentina, tuarían sin un orden organizativo o una estra-
el desencuentro entre la izquierda y el nacio- tegia política específica que pudiera centrali-
nalismo revolucionario conforma la más seria zarlas y dirigirlas, es decir, domesticarlas. Al
tragedia política del siglo XX. Borón se indig- límite del argumento, las multitudes son las
na contra la incomprensión de los procesos que controlan el cambio social. En la concep-
revolucionarios del Sur que debieron (y de- ción de Negri y Hardt son siempre las movi-
ben todavía) bregar contra la agresión impe- lizaciones del proletariado y sus resistencias a
rialista. La crítica se sostiene, pero el sentido la explotación la fuente originaria de las
del argumento es otro: lo que estos autores es- transformaciones sociales y económicas. No
tán haciendo es exigir un nuevo internaciona- hay espacio para “ciclos” o lógicas de expan-
lismo. Enclaustrarse en las fronteras naciona- sión del capital ajenas a la lucha social6.
les para defenderse no tiene futuro. El terreno La relación entre conciencia y acción de la
de la verdadera disputa está en otro lado; es el multitud, entre espontaneidad y dirección
de la lucha por la constitución (más o menos) consciente no es simplista, en modo alguno,
democrática del nuevo gobierno imperial. La
superación del capitalismo será mundial o no
6 Hay innumerables pasajes donde se sostiene esta posi-
será. Oponer el pasado al futuro nunca fue ción: la más directa es su crítica a los “ciclos” de Brau-
una estrategia comunista. del y Arrighi (2002:222-224).

ICONOS 47
dossier
en el texto de Hardt y Negri. Sin embargo, la ginada por los primeros marxistas, es decir,
forma en que se trata empíricamente esta re- por la fuerza de sus organizaciones y de su ac-
lación a lo largo del libro no puede ser iden- tividad conscientemente orientada a un fin
tificada con ninguna idea convencional de ac- político previamente definido. Su insurgencia
ción conscientemente dirigida a un fin. La contra el Imperio nacerá de su práctica diaria
multitud parece tener algo así como una in- de resistencia, de su deseo de liberación, tal
tuición o un “deseo de liberación” que guía como sus luchas del pasado prefiguraron el
sus acciones (Hardt y Negri 2002:206, 236). orden actual.
Probablemente la imagen más apropiada para Consecuente con esta idea optimista de
representar su idea de esta relación tal vez po- una primavera espontánea de las multitudes,
dría formularse a la manera de William Mo- ¿cuáles serán los “nuevos bárbaros”, las nuevas
rris: “Examiné todas estas cosas, y cómo los “hordas” que destruirán el Imperio? Las indi-
hombres luchan y pierden la batalla, y aque- caciones más directas al respecto son, sin em-
llo por lo que lucharon tiene lugar pese a su bargo, elusivas. Hardt y Negri (2002:195-
derrota, y cuando llega resulta ser distinto a lo 206) sólo mencionan a los migrantes y a los
que ellos proponían bajo otro nombre”7. jóvenes punk que se pintan el cuerpo y lo agu-
Así, el orden posfordista surgió imprevisi- jerean retomando un control que les es nega-
blemente de la rebelión de multitudes anóni- do. Pero esas manifestaciones espontáneas
mas, especialmente de jóvenes que exigieron son todavía insuficientes para vencer al ene-
flexibilidad, movilidad, comunicación y coo- migo. No obstante, “un fantasma recorre el
peración: mundo y es el fantasma de la migración”
(Hardt y Negri 2002:202). ¿De dónde viene
La juventud que rechazaba la repetición nar- semejante idea, casi extravagante?
cótica de la sociedad-fábrica, inventaba nue-
El orden imperial actual se basa en una
vas formas de movilidad y flexibilidad, nue-
mundialización de dos factores de la produc-
vos estilos de vida. Los movimientos estu-
ción: el capital y las mercancías. Pero la prin-
diantiles obligaron a dar un alto valor social
al conocimiento y al trabajo intelectual. Los cipal mercancía, la que es a su vez producto-
movimientos feministas que subrayaron el ra de mercancías, la fuerza de trabajo, sigue
contenido político de las relaciones “persona- férreamente controlada nacionalmente. Los
les” y repudiaron la disciplina patriarcal (...) países capitalistas avanzados necesitan mano
Toda la gama de movimientos y toda la con- de obra no-calificada, pero la repelen. Impi-
tracultura emergente destacaba el valor social den su llegada. ¿Es esto una casualidad? ¿Un
de la cooperación y la comunicación (…) error de cálculo? El debate alrededor de este
[Todos] los indicadores de valor de todos es- tema ha sido muy amplio: ¿una simple forma
tos movimientos -la movilidad, la flexibili- de rebajar costos de la fuerza de trabajo o un
dad, el conocimiento, la comunicación, la desafío a la diferencia de salarios entre el Pri-
cooperación y lo afectivo- terminarían por
mer Mundo y los otros mundos? Desde ese
definir la transformación de la producción
debate, la migración se presenta para Negri y
capitalista de las décadas siguientes (Hardt y
Hardt, como una rebelión contra el orden
Negri 2002:255).
imperial porque ataca directamente sus medi-
Esto explica la fuerza casi metafísica que am- das represivas centrales y porque expresa el
bos autores otorgan a esa multitud cuya ac- deseo de libertad y movilidad. Con su éxodo
ción conformó el Imperio y lo destruirá. La espacial, las multitudes exigen la internacio-
tarea histórica de la multitud, superar al Im- nalización completa de las energías humanas
perio, no se cumplirá en la forma clásica ima- y, al hacerlo, desmontan la sociedad de con-
trol nacida de la crisis del fordismo, esa forma
7 Con una traducción ligeramente diferente, esta frase económica de la sociedad disciplinaria. Pero
figura en el epígrafe general del libro. en este punto, el argumento pierde coheren-

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cia. Internacionalizar la mano de obra parece multitud son espontáneamente revoluciona-
más bien la culminación del proceso de supe- rias y nos llevan hacia un orden mejor si se las
ración del régimen disciplinario anterior, an- deja ser libremente. Let it be!!!
tes que una rebelión contra la sociedad global
de control nacida de su seno8.
Por todo esto, la consigna del primer pro- Recapitulación y perspectivas
grama que supere al Imperio es la de la “ciu-
dadanía global”: papeles para todos, es decir, El actual debate neomarxista sobre la globali-
derecho no sólo a trabajar legalmente, sino a zación es con seguridad la más importante
votar, elegir y ser elegidos en cualquier parte discusión de caracterización socioeconómica
del mundo (Hardt y Negri 2002:360-363). y estrategia política desde la década de los
Es como si las luchas sociales de los sesenta años treinta del siglo pasado. El libro de An-
que dieron origen inadvertidamente al orden tonio Negri y Michael Hardt es tal vez la ex-
posfordista, volvieran a aparecer como una presión más apasionada y cautivante de este
lucha por barrer con las fronteras nacionales y debate. Pero es fácil dejarse llevar por su “éx-
forzar así la constitución democrática del tasis teórico” y perder de vista un análisis más
nuevo gobierno mundial. sereno de las fuerzas contendientes en la si-
La consigna de la ciudadanía global pare- tuación actual9.
ce efectivamente impensable para el orden ¿Qué lugar está reservado para los estados
económico y político del mundo actual. Pero nacionales en el orden imperial futuro? La
¿es suficiente? Cuando se piensa que las mul- propuesta de que algún tipo de gobierno po-
titudes espontáneas transforman el orden lítico supra-nacional es hoy en día necesario
mundial con su actividad dispersa e inorgáni- para preservar el orden capitalista mundial y
ca, puede ser. Pero ¿qué orden alternativo para garantizar el interés del capitalista colec-
puede prefigurarse sin la voluntad social orga- tivo, me parece convincente. Pero sus vacila-
nizada y consciente? ¿Cómo se organizará se- ciones a considerar un rol decisivo a los esta-
mejante orden nuevo surgido de la decaden- dos nacionales en su proceso de conforma-
cia del Imperio del capital? Ningún análisis ción y en el tejido de su red de poder futuro,
de organizaciones existentes, ni siquiera de las me parecen excesivas. El argumento de Impe-
ONG mencionadas a propósito de la demo- rio olvida la importancia creciente de los esta-
cracia en la constitución imperial, ni de los dos nacionales en los países del sudeste asiáti-
movimientos emergentes, completa este aná- co, como apunta Arrighi. Asimismo, aunque
lisis de la amorfa multitud. Es cierto que las ciertamente una reacción de enclaustramien-
organizaciones tradicionales de los sectores to nacionalista en el Tercer Mundo no es la
subalternos están en crisis, pero por momen- mejor forma de enfrentar el orden transnacio-
tos Negri y Hardt parecen presos de una idea nal de la globalización, no se puede olvidar su
nacida del fracaso de las experiencias socialis- importancia decisiva en la posible formación
tas del pasado: todo intento de centralización de bloques regionales que tal vez sí tengan
de la voluntad política y de organización mayor impacto en la resistencia y en la forma-
consciente de la contestación anuncia su ción de un orden multipolar alternativo. Se-
cooptación por las fuerzas impersonales y mejantes bloques caen fuera de un análisis cu-
ubicuas del poder. Ese es el verdadero fantas- yas únicas alternativas oscilan entre lo cruda-
ma que los acosa. Las fuerzas creativas de la mente nacional y lo abiertamente mundial.
Por último, ¿qué pensar de su concepción
de las fuerzas sociales que llevarán adelante la
8 Sobre el New Deal como origen del régimen discipli-
nario, ver Hardt y Negri (2002:226-227), y sobre su
superación por la “sociedad global de control”, ver pp. 9 Gophal Balakhrishnan (2000: 148) usó la expresión
253-257 y cap. 15. en su reseña del libro.

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transformación del orden imperial? Atilio Bo- dad más realista de una nueva fase de expan-
rón expresó de mejor manera la crítica: se tra- sión capitalista en el este de Europa. El proce-
ta de una concepción que al sobrevalorar el so se hace lentamente y no significa un resul-
poder de los explotados en la relación con los tado unívoco, como lo prueba la infinita serie
dominadores, clausura una comprensión ade- de problemas económicos que ha comportado
cuada de la existencia misma del orden de la la reunificación alemana. Pero la oportunidad
dominación. Es difícil aceptar la idea de que no puede descartarse. Es sólo un ejemplo de
extremando la movilidad espacial de la mano los muchos escenarios posibles en un orden
de obra, por sí sola, o combinada con estrate- mundial que, por encima del optimismo de la
gias de recuperación de los cuerpos enajena- voluntad o de las oscuras anticipaciones del
dos por el capitalismo, se destruiría el orden horror, no tiene todavía tallado su epitafio.
imperial y se instauraría uno nuevo. Hay, en
la obra de Negri y Hardt, poco espacio para Bibliografía
el análisis de las fortalezas del actual régimen
capitalista de acumulación. ¿No se subestima Anderson, Perry, 2002, “Force and Consent”, en New Left
Review, No. 17, septiembre-octubre.
la capacidad de cooptación y la flexibilidad —————, 2002a, “Internacionalismo: un breviario”,
del capitalismo? ¿No fueron acaso, precisa- en New Left Review, No. 14, AKAL, Madrid, mayo-
mente, los migrantes en busca de legalizar sus junio.
Arrighi, Giovanni, 1978, La geometría del imperialismo,
papeles los más entusiastas voluntarios en la Siglo XXI, México.
segunda guerra del golfo? —————, 1999 [1994], El largo siglo XX. Dinero y po-
No sólo falta un sereno reconocimiento de der en los orígenes de nuestra época, AKAL, Madrid.
—————, 2000, “Globalization and Historical Ma-
las relaciones de fuerza entre los adversarios.
crosociology”, en J. Abu-Lughod (ed.), Sociology for
Además de eso, la enérgica convocatoria a la the Twenty – First Century. Continuities and Cutting
militancia carece de una caracterización de Edges, Chicago University Press, Chicago.
los escenarios futuros. ¿Es la decadencia del Arrighi, Giovanni y Beverly Silver, editores, 2001 [1999],
Caos y orden en el sistema-mundo moderno, AKAL, Ma-
Imperio inmanente a su surgimiento, como drid.
dicen Negri y Hardt siguiendo los pasos de Balakrishnan, Gopal, 2000, “Virgilian Visions”, en New
Wallerstein? ¿No hay otra opción? El estudio Left Review, No. 5. septiembre-octubre.
Borón, Atilio, 2002, Imperio & Imperialismo, CLACSO,
del largo plazo que nos proporciona Giovan- Buenos Aires.
ni Arrighi (1999:397-399 y 426-429) recuer- —————, 2003, “Imperio: dos tesis equivocadas”, en
da que las tendencias seculares de crecimien- Memoria. Revista mensual de Política y Cultura, No.
to del poder, extensión y amplitud de los ci- 167, CEMOS, México, enero.
Esserman, Susan y Robert Howse, 2003, La OMC a prue-
clos sistémicos de acumulación probablemen- ba, en Foreign Affairs en Español, Vol 3. No. 2. abril-
te estén llegando a límites físicos y económi- junio.
cos. Arrighi termina su libro sugiriendo la te- Hardt, Michael y Antonio Negri 2002 [2000]. Imperio,
Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México.
nebrosa posibilidad del fin de la humanidad Harvey, David, 1998 [1989], La condición de la posmoder-
¿Puede el próximo ciclo realmente ampliarse nidad. Investigación sobre los orígenes del cambio cultu-
más? ¿Hacia dónde? ral, Amorrortu Editores, Buenos Aires.
Jameson, Fredric, 1984, Posmodernism or the Cultural Lo-
En los años ochenta circulaba un rumor.
gic of Late Capitalism, New Left Review, New Left
Para salir de la crisis económica de los setenta Books, Londres.
habría que ampliar el poder de compra de los Lenin, Vladimir, 1975 [1917], “El Estado y la Revolu-
trabajadores del Tercer Mundo tal como en los ción”, en Obras Escogidas, AKAL, Madrid.
————-, 1984 [1915], “Prólogo”, en A N. Bujarin, La
años treinta se amplió la capacidad de compra economía mundial y el imperialismo, Cuadernos de Pa-
de los trabajadores del Primer Mundo. Parece sado y Presente 21, México.
ser tan sólo la cándida reedición del sueño Mandel, Ernest, 1973, El capitalismo tardío, Editorial Era,
México.
utópico del New Deal ampliado que murió Wallerstein, Immanuel, 1999 [1974], El moderno sistema
con Roosevelt. Sin embargo, la disolución del mundial, Siglo XXI, México.
imperio soviético tal vez ofrece una oportuni-

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