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DAÑOS – EFIP 2

EJE TEMATICO 1: PRESUPUESTOS DE LA RESPOSABILIDAD CIVIL

Los “presupuestos” o "elementos constitutivos de la responsabilidad civil" pueden ser identificados


como aquellas condiciones de existencia necesaria y suficiente para configurar el nacimiento de la
obligación de reparar. También se ha dicho que los presupuestos de la responsabilidad por daños
son “los elementos que integran el supuesto fáctico condicionante de consecuencias jurídicas con
motivo de la producción de perjuicios"
En efecto, para que se configure la responsabilidad civil, existen ciertos presupuestos que deben
estar presentes. Ellos son: el daño, la relación de causalidad, el factor de atribución (objetivo o
subjetivo) y la antijuridicidad.

 DAÑO RESARCIBLE

ARTÍCULO 1737.- Concepto de daño. Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no
reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un
derecho de incidencia colectiva

Requisitos: ARTÍCULO 1739.- Requisitos. Para la procedencia de la indemnización debe existir un


perjuicio directo o indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente. La pérdida de chance es
indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y guarde una adecuada relación de
causalidad con el hecho generador.

- El daño debe ser cierto: El daño es cierto cuando puede constatarse su existencia en forma
cualitativa, aún cuando no pueda determinarse su magnitud con precisión. Un daño cierto es lo
opuesto a un daño eventual o hipotético, que no es aptos para generar resarcimiento.

- El daño debe ser personal: Sólo la persona que sufre el perjuicio patrimonial o moral de modo
directo o indirecto se encuentra en posición de demandar la reparación. El daño personal puede ser
directo o indirecto. Es directo cuando el titular del interés afectado es la víctima del ilícito, mientras
que es indirecto cuando el perjuicio propio alegado por el acto es consecuencia de una afectación a
bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de otra persona. Un ejemplo de daño directo sería el caso
de que una persona reclame el resarcimiento por una lesión psicofísica que él mismo experimentó;
sería, en cambio, daño indirecto el caso de que una persona demandara por el daño propio a raíz de
la muerte de su hija.

- Lesión a un simple interés no ilegítimo: Para que el daño sea resarcible, éste deberá provenir de la
afectación a un interés no ilegítimo del damnificado. Antes de la vigencia del CCC y a la luz del
Código de Vélez, este tópico ha generado diversas posturas, como se ve en el siguiente cuadro, que
fuera extraído del anterior SAM. Al referirse a cuestiones dogmaticas es útil trabajarlo.

- Subsistencia del daño: El daño debe subsistir al momento de sentenciar. Por lo tanto, si el daño ha
sido indemnizado con anterioridad al dictado de la sentencia (sea por pago o por cualquiera de los
modos extintivos de las obligaciones) la pretensión de reparación no corresponde.

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Daño patrimonial y extra patrimonial:

El daño patrimonial es el que se produce en los bienes y derechos que componen el patrimonio de
la persona (arts 15 y 16 CCCN). Este tipo de daño se manifiesta a través del:
- Daño emergente: se denomina asi a la pérdida o disminución de los valores económicos existenes,
que produce el empobrecimiento del sujeto (ejemplo: destrucción del rodado a causa de un
accidente de tránsito).
- Lucro cesante: es la frustración de obtener ventajas económicas que son altamente probables.
Representa una frustración de enriquecimiento (ejemplo: el dinero que se deja de obtener por no
poder trabajar si el vehículo destruido a causa de un accidente de tránsito es un taxi).

- Pérdida de chance: esta es indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y


guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho generador (art 1739). Debe tratarse de una
expectativa legítima. Lo que se frustra es la probabilidad o expectativas de ganancias futuras. Aquí
no se indemniza todo el beneficio o ganancia esperada por la victima (pues eso es lucro cesante)
sino que el objeto es indemnizar la oportunidad perdida. Ejemplo de pérdida de chance es el jugar
de futbol que no puede continuar con su carrera profesional.

Indemnización: La indemnización comprende la pérdida o disminución del patrimonio de la


víctima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva
de su obtención y la pérdida de chances .Incluye especialmente las consecuencias de la violación de
los derechos personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus
afecciones espirituales. (ARTÍCULO 1738)

El daño extra patrimonial o moral: es la minoración en la subjetividad de la persona, que la afecta


dañosamente en el espíritu, en su desarrollo y en su capacidad de entender, querer o sentir, con
motivo de una lesión a un interés no patrimonial. En consecuencia, podemos decir que la persona
padece un modo de estar diferente y “anímicamente perjudicial”.

Indemnización de las consecuencias no patrimoniales: Está legitimado para reclamar la


indemnización de las consecuencias no patrimoniales el damnificado directo. Si del hecho resulta su
muerte o sufre gran discapacidad también tienen legitimación a título personal, según las
circunstancias, los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél
recibiendo trato familiar ostensible. La acción sólo se transmite a los sucesores universales del
legitimado si es interpuesta por éste. (ARTÍCULO 1741)

El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y


compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas.

Podemos decir que lo que se computa al indemnizarse la disminución sufrida por la víctima es: a) el
lesivo desequilibrio espiritual que la invalidez supone (daño moral), que trataremos en otro
apartado; b) las erogaciones que demanda la pérdida o deterioro en la victima (daño emergente) y c)
las ganancias dejadas de percibir o afectación de las aptitudes productivas de la persona (lucro
cesante y pérdida de chance).

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 ANTIJURICIDAD

Concepto: Una acción antijurídica es aquella que resulta contraria al ordenamiento jurídico
integralmente considerado. La acción a la cual nos referimos es una conducta, ya sea comisiva u
omisiva, que provoca un resultado. Para ello no se requiere la voluntariedad de la persona. Dentro
de este concepto quedan incluidos los actos habituales e instintivos, y excluidos los actos reflejos o
que provengan de estados de inconsciencia o fuerza irresistible.

ARTÍCULO 1717.- Antijuridicidad. Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es
antijurídica si no está justificada.

Antijuricidad formal: La antijuridicidad formal se manifiesta cuando la acción es contraria a una


prohibición jurídica, sea de comisión (hacer) u omisión (no hacer).

La antijuridicidad sustancial (material): tiene un sentido más amplio, ya que comprende no sólo
las prohibiciones expresas, sino también las que se infieren de principios fundamentales como el
orden público, la moral, las buenas costumbres, etc. Esta concebida como la contradicción entre el
hecho del hombre y el ordenamiento jurídico en su conjunto. Esta antijuridicad comprende el
derecho positivo, los principios generales del derecho y el derecho natural. En síntesis consiste en
la violación al alterum non laedere sin causa de justificación alguna.

 FACTOR DE ATRIBUCION

Concepto: El factor de atribución constituye el elemento valorativo (axiológico) en virtud del cual
el ordenamiento jurídico dispone la imputación de las consecuencias dañosas del incumplimiento
obligacional o de un hecho ilícito stricto sensu a una determinada persona (Pizarro & Vallespinos,
2014).

Los factores de atribución pueden ser clasificados en subjetivos u objetivos. Entre los primeros
están la culpa y el dolo, mientras que los más relevantes de la segunda categoría son el riesgo
creado, la garantía, el deber calificado de seguridad y la equidad

Factores subjetivos:

La culpa: consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las


circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la
impericia en el arte o profesión. La culpa se puede manifestar como:

Negligencia: es no prever lo que era previsible o, habiéndolo hecho, en no adoptar la diligencia


necesaria para evitar el daño (ejemplo: el chofer que deja estacionado el automóvil, con las llaves
puestas, posibilitando su hurto por un tercero). Se la llama culpa consciente.
Imprudencia: conducta positiva, precipitada o irreflexiva, que es llevada a cabo sin prever sus
consecuencias. (Ejemplo: es el caso de quien conduce a gran velocidad en zona urbana, confiando
en que su habilidad para manejar le permitirá evitar un accidente o esperando que no ocurra). Se la
llama culpa inconsciente.
Impericia: incapacidad técnica para el ejercicio de una profesión o arte”. (Ejemplo, el ingeniero que,
por desconocimiento de las reglas que rigen su actividad profesional, realiza un cálculo de
estructura equivocado, que luego provoca el derrumbe de la obra)

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El dolo: se configura por la producción de un daño de manera intencional o con manifiesta
indiferencia por los intereses ajenos.

Factor objetivo:

Concepto: El factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a los efectos
de atribuir responsabilidad. En tales casos, el responsable se libera demostrando la causa ajena,
excepto disposición legal en contrario.(ARTÍCULO 1722).

Son los que no tienen en consideración la reprochabilidad de una conducta para atribuir un daño.
Tienen en cuenta otros factores para provocar el desplazamiento. Son factores objetivos, entre otros,
el riesgo creado, la equidad, el abuso del derecho, seguridad (1723), la garantía, solidaridad.
Se caracterizan por: a) Fundar la atribución del incumplimiento obligacional y la responsabilidad
que de él deriva, o la responsabilidad que emerge de hechos ilícitos stricto sensu, en parámetros
objetivos de imputación; b) Con total abstracción de la idea de culpabilidad.

Clases:

Equidad: es un factor objetivo de atribución que fundamenta la imputación de daños involuntarios


como pueden ser los cometidos por los menores de diez años o quien sufre alteraciones mentales
prolongadas. De acuerdo al art 1750 el autor de un daño causado por un acto involuntario responde
por razones de equidad conforme al art. 1742.

Abuso del derecho: Se considera tal el que contraría los fines del ordenamiento jurídico o el que
excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres.
Seguridad (1723): Cuando el deudor se encuentra obligado a alcanzar resultados o fines los asegura,
por lo que se eleva el rigor de conducta responsable, de acuerdo al art 774 del CCCN. Se prescinde
de consideraciones subjetivas.

Garantía: se da cuando un sujeto brinda a un tercero la seguridad de que si se produce un daño en


determinada circunstancia, afrontará su resarcimiento. Puede ser contractual o extracontractual.
Cierta doctrina considera que la garantía constituye un factor de atribución objetivo autónomo.
Dentro de este esquema, se suelen mencionar, en el ámbito extracontractual, la responsabilidad del
principal por el hecho del dependiente (art. 1753 del CCC) y la obligación de seguridad, incluida
con carácter general y accesorio, de manera tácita, en ciertos contratos, para preservar a las personas
y a su propiedad contra los daños que puedan ocasionarse al momento de ejecutarlo (v. g., contrato
de espectáculos deportivos, contratos médicos, etc.). Esta obligación de garantía se encuentra
presente en todos los contratos de consumo, sin importar aquí la idea del contrato en sí misma. Lo
que importa para la norma es la protección del consumidor. Conforme lo cual, la responsabilidad
será de tipo objetiva, sea que el daño tenga o no origen en un contrato.
De tal modo, también quedan incluidos dentro de la obligación de garantía los daños que el deudor
pueda causar al acreedor por medio de los terceros que introduzca a fin de ejecutar la prestación.

Solidaridad: justifica la reparación de daños en ámbitos específicos, casos en los que se manifiesta
especialmente una finalidad redistributiva o de socialización de perjuicios para alcanzar el bien
común (por ejemplo una catástrofe en que el Poder Ejecutivo Nacional podrá disponer de
autorizaciones

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La teoría del riesgo. Distintas vertientes

a) La teoría del riesgo creado. Según esta teoría, quien es dueño o se sirve de cosas o realiza
actividades que, por su naturaleza o modo de empleo, producen riesgos potenciales a terceros, debe
responder por los daños que ellas ocasionen. En consecuencia, el factor de atribución que rige es
objetivo y es una contrapartida del riesgo creado.

Éste es el criterio que sostienen Pizarro y Vallespinos47, consagrado en los arts. 1757 y 1758 del
CCC. En efecto, la persona que introduce en la sociedad un factor de riesgo responde objetivamente
por el daño causado, se beneficie o no con el mismo.

b) La doctrina del riesgo-beneficio. Según esta doctrina, se debería responder objetivamente por
cualquier riesgo creado, siempre que permita alcanzar un beneficio. En consecuencia, si dicho
beneficio no está presente, no se debería responder objetivamente. El alcance y sentido de la noción
“provecho o beneficio” fue perdiendo gradualmente su contenido económico hasta comprender
cualquier tipo de utilidad o ventaja. Ateniéndonos a esa última interpretación, la teoría del riesgo-
beneficio se acerca notablemente a la teoría del riesgo creado.

c) La doctrina del acto anormal. De acuerdo a esta línea de pensamiento, quien incorpora a la
sociedad un riesgo no debe responder objetivamente por todas las consecuencias perjudiciales que
deriven de él, sino por aquellas que excedan la “normalidad”. Se discute si dicho concepto incluye
la negligencia del agente o no. De algún modo, existiría una aproximación a la idea de culpa, oculta
bajo otra denominación. No parece lógico esto, ya que, de aceptarse esta doctrina, quedarían fuera
del campo del riesgo creado daños como los causados por automóviles, aeronaves en vuelo, etc.,
que, aun respondiendo a la actividad normal, son idóneos para causar graves daños.

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 NEXO DE CAUSALIDAD

Concepto: La relación de causalidad es la necesaria conexión fáctica que debe existir entre la
acción humana y el resultado dañoso producido. La relación de causalidad es el nexo que vincula
materialmente y de manera directa al incumplimiento obligacional o al acto ilícito con el daño, y en
forma sucedánea e indirecta, a éste con el factor de atribución (Pizarro & Vallespinos, 2014, p.137)

Teorias:

Teoría de la equivalencia Teoría de la causa Teorías de la condición Teoría de la causalidad


de las condiciones próxima preponderante y de la adecuada
condición eficiente
-Atribuida a Stuart Mill, -Atribuida a Francis -Estas dos teorías se - Es la teoría de mayor
quien considera que la Bacon, busca una encuentran muy ligadas entre predicamento en la
causa es el resultado de condición entre todas a fin sí. -La actualidad. -Atribuida a
todas las condiciones de elevarla a la categoría teoría de la condición Luis von Bar y desarrollada
positivas y negativas que de causa. Considera que preponderante sostiene que es por von Kries. -La
en conjunto contribuyen es tal, la condición más causa del daño aquella adecuación de la causa está
aproducir el daño. próxima al resultado en condición que rompe con el ligada a la idea de
orden cronológico. -Ha equilibro entre los factores regularidad, a lo que
-Toda condición que recibido diversas críticas, considerados favorables y normalmente acostumbra a
contribuye a producir el ya que, si bien es adversos para su producción, suceder. -El juicio de
daño tiene igual valor. frecuente que la última influyendo de modo probabilidad es realizado ex
condición sea la causa, preponderante en el resultado. post facto y en abstracto. -
-Ha sido objeto de justas esto no siempre es cierto. -La teoría de la causa eficiente Atiende a lo que sucede
críticas, porque amplía la no difiere mayormente de la conforme al curso normal y
responsabilidad hasta el anterior, considerando la causa ordinario de las cosas. -El
infinito; se podría pensar a aquella condición que tenga juicio de probabilidad se
en cuáles son las causas mayor poder intrínseco de realiza en abstracto. Sin
de las causas. causación del fenómeno. embargo, la misma puede
-Se les critica a ambas teorías ser agravada cuando la
la imposibilidad de escindir previsibilidad del agente
aterialmente un resultado para sea superior (derogado art.
atribuir a una condición per se 902 del CC y actual art.
un poder causal decisivo. 1722, primer párrafo, del
CCC).

En materia de relación causal, el Código Civil y Comercial adopta como principio general la teoría
de la causalidad adecuada (art. 1726), que se funda en un parámetro objetivo de comparación: hay
que establecer, en cada caso, si era previsible que cierto hecho generara determinado resultado, de
acuerdo a lo que habría previsto un hombre medio en el momento del hecho. De lo cual deriva que
en el nuevo Código –en materia de responsabilidad civil- podemos observar los siguientes
supuestos:

a) Responsabilidad por el hecho propio o responsabilidad directa. En estos casos, las


connotaciones son similares a las que rigen el derecho penal, ya que se observa la conexión
establecida entre la acción del agente y el daño (art. 1749 del CCC). Por ejemplo, quien, con un
golpe de puño, causa un daño a la víctima. En este caso, la relación de causalidad es muy simple y
vincula directamente al agente con el daño.

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b) Responsabilidades reflejas. La responsabilidad por el hecho de terceros es el caso establecido
en la Sección 6ª "Responsabilidad por el hecho de terceros" (arts. 1753 a 1756 del CCC). Se
engloban las hipótesis de responsabilidad civil por el hecho de otros: por el actuar de subordinados,
hijos, delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental, tutelados, curados y personas
internadas. Para la responsabilidad refleja, se utiliza de ejemplo la responsabilidad de los padres por
los daños causados por sus hijos menores de edad (art. 1754 del CCC); se considera que ellos son
los autores mediatos del daño causado por los últimos. En consecuencia, se considera que la causa
inmediata es la acción del menor, mientras que la causa mediata es la negligencia en la vigilancia
por parte de los progenitores. El juicio de relación de causalidad opera del siguiente modo: en
primer lugar, se debe determinar si efectivamente fue el menor quien causó el daño; una vez
determinado este extremo, la relación de causalidad adecuada entre la acción u omisión culpable de
los padres y el acto ilícito cometido por el menor es presumida, salvo que se pruebe lo contrario.

c) Responsabilidad objetiva por el hecho de un tercero. En estos casos (v. g., responsabilidad del
principal por el hecho del dependiente, art. 1753 CCC), la relación de causalidad debe ser indagada
en relación a la acción del dependiente y el daño. Si se acredita la misma, ésta se traslada
directamente al principal. Éste último no es un autor mediato, sino un garante de la actuación del
dependiente.

d) Responsabilidad por daños derivados de la intervención de cosas y de ciertas actividades.


En estos supuestos, la ley dispone que responden frente a la víctima del daño tanto el guardián
como el dueño de la cosa (art. 1758 CCC). Lo que primero debe cuestionarse es si el daño fue
provocado por el riesgo o vicio de la cosa (art.1757). Si se comprueba ese hecho, la ley presume la
relación de causalidad entre el daño y el riesgo creado por el dueño o el guardián de la cosa. La
única forma en que pueden liberarse estos últimos es por la acreditación de la ruptura del nexo
causal, tal como veremos más adelante, cuando estudiemos las eximentes.

e) La responsabilidad colectiva y anónima. Conforme enseñan Tanzi, Silvia y Casazza (2015) el


nuevo Código establece una sección específica –la octava- con tres artículos destinados a regular
estos supuestos. El primero de ellos –art.1760- resuelve el supuesto de las cosas caídas o arrojadas
de un edificio. La norma responsabiliza solidariamente a los dueños y ocupantes de la parte de
donde cayó o fue arrojada la cosa y sólo se libera quien demuestre que no participó en la producción
del daño. Las autoras señaladas indican que “ello significa el establecimiento de una presunción en
favor de la víctima que ha sufrido el daño por la caída de una cosa desde un edificio, de que los
autores son los ocupantes y que los dueños deben responder de manera solidaria con aquéllos. Esa
presunción se extingue si el determinado autor prueba que no participó en la producción del daño”
(Tanzi, Silvia y Casazza, 2015).

Consecuencias: El CCC sigue los criterios más consolidados sobre el principio de la causalidad
adecuada y la extensión y simplificación de la responsabilidad a las consecuencias inmediatas y
mediatas. Reza el art. 1726: "Relación causal. Son reparables las consecuencias dañosas que tienen
nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición legal en
contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles"

Consecuencias inmediatas
Son consecuencias inmediatas aquellas que acostumbran suceder según el curso normal y ordinario
de las cosas (art. 1727 del CC). La previsibilidad está implícita en ellas, ya que existe un principio
de regularidad del cual surge que una persona se representa necesariamente dicha consecuencia al
momento de desplegar determinada conducta. Por ejemplo, en el caso de una mala praxis médica, el
suministro de excesiva cantidad de anestesia, la causa inmediata es la muerte de un paciente. Otro

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ejemplo, que dan Pizarro y Vallespinos (2013), es el de la transfusión de sangre portadora del virus
de HIV; la consecuencia inmediata en tal caso será el contagio del paciente del mencionado virus.

Consecuencias mediatas
Son consecuencias mediatas las que resultan solamente de la conexión de un hecho con un
acontecimiento distinto (art. 1727 del CCC). El vínculo no es directo en este caso, sino que debe
interferir otro hecho que coadyuva a la generación del resultado dañoso. En el caso de mala praxis
médica con contagio de HIV del paciente, la consecuencia inmediata será el contagio de HIV del
paciente y la consecuencia mediata el contagio –a s u vez- de la esposa del paciente por vía sexual
(suponiendo contacto sexual entre ambos esposos). Se trata de dos consecuencias diferentes que
tienen adecuada relación de causalidad entre el hecho (transfusión de sangre) y el daño a las
víctimas, con una diferencia causal en las consecuencias: el HIV del esposo es una consecuencia
inmediata de la transfusión, el HIV de la esposa es una consecuencia mediata. Estas consecuencias
son imputables al autor del hecho cuando las hubiere podido prever o cuando, empleando debida
atención, hubiera podido evitarlas. Dicha previsibilidad debe ser apreciada en abstracto.

 EXIMENTES

Concepto: son circunstancias que operan enervando la antijuridicidad, la relación de causalidad o


los factores de atribución. Las mismas poseen gran importancia, ya que pueden aminorar o eximir la
responsabilidad por daño al sindicado como responsable.
Según el efecto que producen, encontramos eximentes vinculadas con la antijuridicidad, con el
factor de atribución y con la relación de causalidad. Pasemos a analizar quién carga con la prueba
de cada categoría y sus particularidades.

Eximentes vinculadas con la antijuricidad: El nuevo Código menciona como causales de


justificación o elementos negativos de la antijuridicidad:
ART 1718: Legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho. Está
justificado el hecho que causa un daño:
a) en ejercicio regular de un derecho;
b) en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente proporcionado, frente a una
agresión actual o inminente, ilícita y no provocada; el tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre
daños como consecuencia de un hecho realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una
reparación plena;
c) para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al agente o a un
tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla justificado únicamente si el
mal que se evita es mayor que el que se causa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser
indemnizado en la medida en que el juez lo considere equitativo.
ART 1719: Asunción de riesgos. La exposición voluntaria por parte de la víctima a una situación de
peligro no justifica el hecho dañoso ni exime de responsabilidad a menos que, por las circunstancias
del caso, ella pueda calificarse como un hecho del damnificado que interrumpe total o parcialmente
el nexo causal.
Quien voluntariamente se expone a una situación de peligro para salvar la persona o los bienes de
otro tiene derecho, en caso de resultar dañado, a ser indemnizado por quien creó la situación de
peligro, o por el beneficiado por el acto de abnegación. En este último caso, la reparación procede
únicamente en la medida del enriquecimiento por él obtenido.
ART 1720: Consentimiento del damnificado. Sin perjuicio de disposiciones especiales, el
consentimiento libre e informado del damnificado, en la medida en que no constituya una cláusula
abusiva, libera de la responsabilidad por los daños derivados de la lesión de bienes disponibles.

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-Queda entonces regulado:
a) legítima defensa;

b) estado de necesidad;

c) ejercicio regular de un derecho o el cumplimiento de un obligación legal;

d) asunción de riesgos (esta inclusión del código es a los fines de aclarar que no se trata de una
causa de justificación, como veremos infra);

e) consentimiento del damnificado.

Eximentes vinculadas con el nexo de causalidad y lo factores objetivos de atribución

Hecho de la víctima: La conducta de la víctima puede afectar la responsabilidad del sindicado


como responsable excluyéndola o aminorándola. Esto es así ya que no es razonable que responda
este último cuando el damnificado es autor material del daño o de parte del mismo.
Los requisitos para que opere esta eximente son los siguientes: a) incidencia causal; b) el hecho y
no la culpa de la victima; c) hecho no imputable al agente.
a) Incidencia causal. El hecho de la víctima debe tener incidencia causal adecuada en la
producción del resultado, ya sea como causa exclusiva o como concausa del daño en concurrencia
con otros hechos relevantes.

b) El hecho o culpa de la víctima. Con la vigencia del Código de Vélez, se discutía si debe existir
culpa en la conducta del damnificado para que opere esta eximente o si alcanza con el mero hecho.
Una primera doctrina considera que es necesario que medie la culpa de la víctima. Otra doctrina, en
posición que compartimos, sostiene que el simple hecho de la víctima es suficiente para provocar la
ruptura del nexo causal. Esto puede ser fundamentado por diversas razones, tal como Pizarro y
Vallespinos explican en detalles. Analicemos gráficamente los argumentos que cada doctrina
provee a fin de fundamentar su teoría.

c) Hecho no imputable al agente. Además, es necesario que el hecho de la víctima no sea


imputable objetiva o subjetivamente al agente. En otras palabras, si él lo provoca, siendo la acción
de la víctima una mera consecuencia del acto del sindicado como responsable, obviamente, no
alcanzará para eximirlo.

Hecho de terceros: El nexo causal se interrumpe en forma total o parcial cuando se demuestra que
el daño obedece al hecho de un tercero extraño por el cual el agente no debe responder. En dicho
caso, la atribución material del menoscabo se realiza respecto del tercero.
Esta eximente aparece expresamente legislada en el art. 1731: “Hecho de un tercero. Para eximir de
responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de un tercero por quien no se debe responder debe
reunir los caracteres del caso fortuito”.
Conforme la norma, el hecho de tercero constituye una causa ajena por la cual el agente no debe
responder.
El tercero por quien no se debe responder debe ser una persona distinta del responsable presunto
(demandado) y de la víctima. Puede ser una persona física o jurídica, de carácter público o privado.
Sin embargo, no cualquier hecho de un tercero es apto para eximir al sindicado como responsable.
Esto es importante aclararlo, ya que la ley, en diversos supuestos, impone a una persona responder
por el hecho de un tercero (v. g., responsabilidad por el hecho del dependiente).
Quedan al margen del concepto de tercero extraño por quien no se debe responder:
a) Los daños causados por el dependiente en ejercicio o en ocasión de sus funciones, respecto del
principal.

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b) Los daños producidor por ciertas personas que, sin llegar a ser dependientes, tienen contacto con
la cosa por voluntad expresa o presunta del dueño o guardián.

c) El fabricante de un producto elaborado no es tercero por quien el dueño o guardián no deban


responder cuando el daño se produce por un vicio de fabricación (art. 40 de la ley 24240).

d) El guardián de la cosa no es un tercero por quien no deba responder el dueño.

e) Aquellas personas por las que legalmente se debe responder (v. g., los menores de edad respecto
de los padres).

f) Los auxiliares introducidos por el deudor para ejecutar la obligación.

g) En los sistemas de ahorro para determinados fines, la sociedad administradora no es un tercero


por quien no deba responder el fabricante.

En relaciona a la carga de la prueba, esta eximente no se presume; en consecuencia, deberá ser


probada por quien la invoca (art. 1736).
Para que opere esta eximente es necesaria la constatación de las siguientes circunstancias:
a) Que el hecho del tercero tenga incidencia causal (exclusiva o concurrente).

b) Respecto del debate sobre el hecho o la culpa del tercero, la doctrina mayoritaria considera que
es necesaria la culpa del tercero. La posición que compartimos es que alcanza el mero hecho del
tercero. Esta última posición fue la recogida por el Código Civil y Comercial.

c) El hecho del tercero no debe ser imputable al demandado.

Para que opere esta eximente es necesaria la constatación de las siguientes circunstancias:
a) Que el hecho del tercero tenga incidencia causal (exclusiva o concurrente).
b) Respecto del debate sobre el hecho o la culpa del tercero, la doctrina mayoritaria considera que
es necesaria la culpa del tercero. La posición que compartimos es que alcanza el mero hecho del
tercero. Esta última posición fue la recogida por el Código Civil y Comercial.
c) El hecho del tercero no debe ser imputable al demandado.Diversos supuestos pueden presentarse:
- Hecho exclusivo del tercero. Provoca la eximición total del demandado.
- Concurrencia del hecho del tercero con la culpa probada o presumida del demandado. En caso de
que concurra la culpa del demandado con la culpa del tercero, responderán solidariamente ante la
víctima y luego podrán ejercitar entre ellos las acciones de regreso. Ahora bien, si la culpa del
demandado incurriera con el hecho inculpable de un tercero, se deberá reducir el monto
indemnizatorio a cargo del demandado. Con respecto al tercero podrá aplicarse la indemnización de
equidad (actuales arts. 1750 y 1742 del CCC).
- Hecho del tercero concurrente con el riesgo creado por el demandado. Esta cuestión fue bastante
debatida durante la vigencia del código derogado y está solucionada por el actual Código.

Caso fortuito o fuerza mayor: El caso fortuito es otro de los factores extraños con idoneidad para
provocar la interrupción del nexo causal entre un hecho ilícito o incumplimiento obligacional y el
daño. El Código de Vélez lo define como aquel que “no ha podido preverse, o que previsto, no ha
podido evitarse”.
El Código Civil y Comercial, al igual que el Código de Vélez, utiliza indistintamente los términos
caso fortuito y fuerza mayor, asignándoles idénticos efectos, siendo indiferente la alusión a uno u
otro vocablo. Ambos términos se utilizan como sinónimos en cuanto a los efectos que producen

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 10


sobre la obligación; por consiguiente, la definición del art. 1730 del Código Civil y Comercial se
aplica también a la fuerza mayor.
Al respecto dice la norma:
Caso fortuito. Fuerza mayor. Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido
ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor
exime de responsabilidad, excepto disposición en contrario.
Este Código emplea los términos “caso fortuito” y “fuerza mayor” como sinónimos.
En la esfera obligacional, el casus provoca dos consecuencias fundamentales:
a) Extingue la obligación por imposibilidad sobrevenida.

b) Exime al deudor de responsabilidad por incumplimiento.


Lo expuesto se justifica en que la causa material de la no realización de la prestación debida es el
casus y no la conducta del deudor. Pero vale remarcar aquí que la falta o ausencia de culpa es una
noción que opera dentro de la esfera de la culpabilidad, y el caso fortuito es un concepto que juega
respecto del presupuesto de causalidad, que es anterior a la culpabilidad, pues, si no hay relación
causal entre hecho y daño, no tiene importancia si hubo culpa.
En la esfera extracontractual o aquiliana, el casus exime al responsable, ya que obsta a la
configuración del vínculo de causalidad adecuada entre la conducta y el resultado dañoso.
Para que el casus opere, el hecho debe ser:
a) Imprevisible.

b) Inevitable.

c) Actual.

d) Ajeno al presunto responsable o al deudor.

e) Sobrevenido.

f) Obstáculo insuperable para el cumplimiento de la obligación.

Con relación a los efectos del caso fortuito o la imposibilidad de incumplimiento, establece el CCC:
Responsabilidad por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento. Aunque ocurra el caso
fortuito o la imposibilidad de cumplimiento, el deudor es responsable en los siguientes casos:
a) si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso fortuito o una imposibilidad;
b) si de una disposición legal resulta que no se libera por caso fortuito o por imposibilidad de
cumplimiento;
c) si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la producción del caso fortuito o de la
imposibilidad de cumplimiento;
d) si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento sobrevienen por su culpa;
e) si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él resulta, constituyen
una contingencia propia del riesgo de la cosa o la actividad;
f) si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho ilícito

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 11


EJE TEMATICO 2: FUNCIONES DEL DERECHO DE DAÑOS

 RESARCITORIA

a) Natura-Especie: La reparación del daño consiste en “el cumplimiento de una obligación a cargo
del responsable y a favor del damnificado, que tiene por objeto resarcir el daño injustamente al
acreedor”. En este sentido, la reparación constituye, en una perspectiva netamente jurídica, el
restablecimiento del equilibrio preexistente que fuera alterado por el evento dañoso, y el
cumplimiento de la justicia y la equidad. La finalidad de la reparación es netamente resarcitoria. En
tal sentido, intenta resarcir el daño compensando el menoscabo. El fundamento del resarcimiento
está dado por el principio de justicia que impone dar a cada uno lo suyo, debiendo restablecer el
equilibrio alterado por el perjuicio causado.

ARTÍCULO 1740.- Reparación plena. La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la
restitución de la situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el pago en
dinero o en especie. La víctima puede optar por el reintegro específico, excepto que sea parcial o
totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el
caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o la identidad personal, el juez puede, a
pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del
responsable.

La reparación específica en especie o in natura consiste en la ejecución de una obligación


(generalmente de hacer) que tiene por finalidad la de volver las cosas al estado en que se hallaban
antes de producirse el evento dañoso. Para que ello pueda producirse, deberán existir las
posibilidades materiales y jurídicas que lo permitan.

La reparación por equivalente se traduce en la entrega de un equivalente a la víctima (normalmente


pecuniario) con entidad suficiente para la restauración del valor perjudicado.

 PREVENTIVA

Concepto: ARTÍCULO 1710 Deber de prevención del daño. Toda persona tiene el deber, en cuanto
de ella dependa, de:

a. evitar causar un daño no justificado;

b. adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para evitar que se
produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o disminuyen la magnitud de un
daño del cual un tercero sería responsable, tiene derecho a que éste le reembolse el valor de los
gastos en que incurrió, conforme a las reglas del enriquecimiento sin causa;

c. no agravar el daño, si ya se produjo.

Accion preventiva prevista en el CCC:

ARTÍCULO 1711.- Acción preventiva. La acción preventiva procede cuando una acción u omisión
antijurídica hace previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es
exigible la concurrencia de ningún factor de atribución.

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 12


Se incorpora una norma que establece la legitimación a quien tiene "un interés razonable"57 (art.
1712); no abarca a todos los damnificados indirectos, sólo a los directos (sea que sufrieron o pueden
sufrir un daño), respecto de los cuales se presume el interés para deducir la pretensión de
prevención. Para los damnificados indirectos, únicamente si demuestran, aun sumariamente, su
interés.

Procede contra actos u omisiones antijurídicas, por lo que el hecho generador debe ser, en principio,
ilícito. Podría no estar excluido el caso de acto lícito dañoso o con potencialidad dañosa, aunque
debe ser apreciado más restrictivamente

Sentencia. La sentencia que admite la acción preventiva debe disponer, a pedido de parte o de
oficio, en forma definitiva o provisoria, obligaciones de dar, hacer o no hacer, según corresponda;
debe ponderar los criterios de menor restricción posible y de medio más idóneo para asegurar la
eficacia en la obtención de la finalidad.

 SANCION PECUNARIA DISUASIVA. NOCIONES DEL ANTEPROYECTO 2012

El anteproyecto establecía las funciones del derecho de daños indicando que el sistema tiene
tres claras funciones: la resarcitoria, la preventiva y al punitiva. Quienes elaboraron el
anteproyecto de Código Civil y Comercial señalaban que la función resarcitoria es relevante en
el sistema, pero que la preventiva es propia de esta materia y que los daños punitivos se
encuentran ya incorporados en el derecho argentino y resultan aplicables a una gran cantidad de
supuestos de responsabilidad por daños en el ámbito de las relaciones de consumo. Por lo tanto,
el anteproyecto de Código Civil incluía una norma que establecía expresamente las tres
funciones, una resarcitoria, una preventiva y otra punitiva. Esta última estaba titulada en el
proyecto como “sanción pecuniaria disuasiva”. En el proyecto elaborado por la comisión de
reformas se preveía la función tripartita: prevención, resarcimiento y punición (art. 1708), las
que fueron mantenidas en el proyecto del Poder Ejecutivo. En efecto, el mencionado artículo
1708 establecía: “Funciones de la responsabilidad. Las disposiciones de este Título son
aplicables a la prevención del daño, a su reparación, y a los supuestos en que sea admisible la
sanción pecuniaria disuasiva”. En concordancia, el articulo artículo 1714 establecía la llamada
“sanción pecuniaria disuasiva”, referida a la función punitiva; el artículo 1715 regulaba incluso
la solución en caso de que la punición fuera excesiva.

El Congreso de la Nación eliminó del Proyecto la figura de la sanción pecuniaria disuasiva a al


modificar el texto del art. 1708 y expresamente establece que las funciones de la
responsabilidad son la prevención del daño y su reparación; queda eliminada con ello toda
referencia a la sanción pecuniaria disuasiva representativa de la función punitiva del derecho de
daños y suprime el anterior art. 1714 y proceder a mantener en lo esencial el texto del art. 1715
originario (referido a la punición excesiva), transformándolo en los actuales arts. 1714 y 1715
(facultades del juez)

Bueno es aquí decir que, de las tres funciones de la responsabilidad civil, la punitiva ha sido
resistida en la doctrina argentina. Algunos autores consideran que es una función propia del
derecho penal y extraña al derecho privado. En tal sentido, entienden que al incorporar los
llamados daños punitivos a nuestro derecho privado “se mezcla ridículamente lo civil con lo
penal y lo administrativo”

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 13


Entendemos que la función punitiva del derecho de daños no sólo resulta beneficiosa como
complemento de las restantes funciones, sino que, además, el Código Civil de Vélez hoy
derogado y el propio CCC reconocen algunas figuras sancionatorias, tales como las astreintes
(art. 666 bis del CC y actual 804 del CCC), la cláusula penal (art. 652 del CC y actual 790 del
CCC) y los daños punitivos de la ley de defensa del consumidor, conforme la reforma de 2008.

Conforme la supresión de la sanción pecuniaria disuasiva, el articulado del Código Civil y


Comercial quedó de la siguiente manera:
Punición excesiva. Si la aplicación de condenaciones pecuniarias administrativas, penales o
civiles respecto de un hecho provoca una punición irrazonable o excesiva, el juez debe
computarla a los fines de fijar prudencialmente su monto.

Facultades del juez. En el supuesto previsto en el artículo 1714 el juez puede dejar sin efecto,
total o parcialmente, la medida.

Daño punitivo en la ley de defensa al consumidor

El instituto de los daños punitivos ha sido definido como

…sumas de dinero que los tribunales mandan a pagar a la víctima de ciertos ilícitos que se suman a
las indemnizaciones por daños realmente experimentados por el damnificado, que están destinados
a punir graves inconductas del demandado y a prevenir hechos similares en el futuro. (Pizarro,
1992, pp. 291-292).

En nuestro país tenemos una sola experiencia respecto de los daños punitivos y está contemplada en
el art. 52 bis de ley 24240 (ley 26361 B.O. 07.04.2008), que reza:
Daño punitivo. Al proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o contractuales con el
consumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del
consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y demás circunstancias del
caso, independientemente de otras indemnizaciones que correspondan. Cuando más de un
proveedor sea responsable del incumplimiento responderán todos solidariamente ante el
consumidor, sin perjuicio de las acciones de regreso que les correspondan. La multa civil que se
imponga no podrá superar el máximo de la sanción de multa prevista en el art. 47, inc. b de esta ley.

Ateniéndonos al texto de la norma, el único requisito para que proceda la aplicación de los daños
punitivos sería la hipótesis de un incumplimiento de las obligaciones del proveedor, sin necesidad
de que haya mediado un factor subjetivo de atribución ni la existencia de un daño efectivo o un
lucro experimentado por el proveedor a raíz del evento. Ante estas flaquezas, la doctrina ha
intentado salvar por vía interpretativa sus deficiencias, aunque limitada obviamente por los confines
de la deficiente norma, Así es que la doctrina ha reinterpretado (contra legis) la norma,
considerando –con mejor criterio- que no puede bastar el sólo incumplimiento; es necesario que se
trate de una conducta grave que manifieste dolo o culpa grave.

Respecto del monto de la multa, encontramos el art. 47, inc. “b” de la ley 26361, que pareciera
querer subsanar la situación al dejar establecido un parámetro dentro del cual deben estar fijados los
daños punitivos. Se predica la inconstitucionalidad de la norma.

Con respecto al destino de la multa, es la víctima quien lo percibe. Cuestión que ha sido también
criticada, por cuanto hubiera sido preferible que el destinatario sea el estado

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 14


EJE TEMATICO 3: RESPONSABILIDAD DIRECTA

Las modificaciones introducidas en materia de daños y perjuicios por este punto se encuentran
desde la Sección 5ª a la 9ª, es decir, desde los arts. 1749 a 1771 del CCC. Refieren:
1. responsabilidad directa;

2. responsabilidad civil por el hecho de terceros;

3. responsabilidad por el hecho de las cosas y de ciertas actividades;

4. responsabilidades especiales.

Así, tenemos:
a "Responsabilidad directa" (arts. 1749 a 1752).

responsabilidad por el hecho de los dependientes (art. 1753), la responsabilidad paterna por el hecho
de los hijos (arts. 1754 a 1756) y la de otras personas encargadas –tutores, curadores y
establecimientos que tienen a su cargo personas internadas- (art. 1756).

ivada de la intervención de cosas y de ciertas actividades"


(arts. 1757 a 1759).

Sección 8ª, a la "Responsabilidad colectiva y anónima" (arts. 1760 a 1762).

de la persona jurídica (art. 1763), de los establecimientos educativos (1767), de los profesionales
liberales (art. 1768), remisión de los accidentes de tránsito a la norma sobre daños producidos por la
intervención de las cosas y el hecho de determinadas actividades (art. 1769), protección de la vida
privada (art. 1770), acusación calumniosa (art. 1771). Inaplicabilidad de las disposiciones del
Capítulo 1 "Responsabilidad civil" a la responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria
(arts. 1764 y 1765), como así tampoco a la responsabilidad civil de los funcionarios y empleados
públicos (art. 1766); ambas responsabilidades que se rigen según el CCC por las normas del
derecho administrativo nacional o local, según corresponda.

 RESPONSABILIDAD DEL HECHO PROPIO (DIRECTA):

Concepto: cuando el daño es producido por la acción directa del responsable. Es decir, quien
ejecuta la conducta dañosa coincide con quien debe responder..

Caracterización. La cuestión en materia contractual y extracontractual. Efectos de la unificación


de regímenes conforme el Código Civil y Comercial
La responsabilidad por el hecho propio puede ser objetiva o subjetiva. La responsabilidad es
subjetiva cuando se ve alcanzada por la presencia de culpabilidad probada o presumida en la
conducta del agente. Es objetiva cuando se fundamenta en un factor de atribución de tal naturaleza.
El nuevo código regula “responsabilidad directa” en el art. 1749: “Sujetos responsables. Es
responsable directo quien incumple una obligación u ocasiona un daño injustificado por acción u
omisión” Siguiendo la línea establecida, el nuevo CCC unifica –tal como pudimos ver en las
unidades anteriores- casi todas las consecuencias de ambos regímenes de responsabilidad civil. En
este sentido, se puede ver en los fundamentos del Anteproyecto: "En este tema [refiriéndose a la
responsabilidad directa] se comienza con una norma que precisa los conceptos en un sistema de

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 15


responsabilidad civil que comprende tanto el ámbito contractual como extracontractual" Esto es
propio del fenómeno de la unidad de sistema o unificación de sistemas de responsabilidad civil
(unidad 2).- La figura de la responsabilidad directa, parte desde la capacidad como regla de las
personas (conf. art. 22 del CCC ), en virtud de la cual, en principio todos somos responsables
directos por nuestros hechos dañosos, salvo que se demuestre la involuntariedad del acto, aunque,
en este último supuesto, se podrá ser responsable en función de la indemnización de equidad
prevista en el art. 1750, que remite a la previsión del art. 1742. Las causales de justificación de la
antijuridicidad para la responsabilidad directa –como para el resto de las figuras- se establecen en el
art. 1718 –legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho.- (unidad 8). De
igual modo debemos recordar lo expuesto sobre la asunción de riesgos (art. 1719) y sobre el
consentimiento del damnificado (art. 1729); la segunda no constituye causa de justificación,
mientras que en la asunción de riesgos, el juzgador podrá evaluar si el mismo constituyó, al
momento de la producción de los daños, un "hecho del damnificado que interrumpe total o
parcialmente el nexo causal". Es decir que quien incumple una obligación preestablecida
(responsabilidad contractual) u ocasiona un daño sin que exista prestación o vínculo anterior
(responsabilidad extracontractual) es responsable directo del perjuicio ocasionado, sin perjuicio –
claro está- que la víctima pueda encontrar como legitimado pasivo a un responsable por el hecho de
otro, supuesto que podrá convivir plenamente con la responsabilidad directa.

La unidad del fenómeno de la ilicitud.- La responsabilidad por el hecho propio surge cuando el
daño es producido por la acción directa del responsable. Es decir, quien ejecuta la conducta dañosa
coincide con quien debe responder, y conforme el texto del nuevo Código, se confiere unicidad al
régimen de la responsabilidad contractual y extracontractual.

 LA FIGURA DEL ENCUBRIMIENTO (RESPONSABILIDAD POR EL COMPLICE


ART. 1752)

Dice al respecto el Código Civil y Comercial: “Encubrimiento. El encubridor responde en cuanto su


cooperación ha causado daño”.
El Código establece la responsabilidad del encubridor en cuanto su accionar haya sido relevante
para la producción del daño. Esta “relevancia” o “cooperación” tiene que ver con el aporte causal de
la conducta con el daño causado a la víctima. Conforme ello, el encubridor no responde
solidariamente con los autores materiales del ilícito, sino que debe responder por los daños
causados causalmente por su conducta.
Esta figura es novedosa por cuanto en el 1081 del CC derogado se aludía a los autores, consejeros o
cómplices, pero no al encubridor como figura autónoma. Aquí, el Código, siguiendo el modelo de
los Proyectos de reforma de 1993 y 1998, responsabiliza al encubridor en tanto su cooperación en el
hecho causó el daño, siendo responsable en esa medida (art. 1752 del CCC).
Parece ser que la norma toma los conceptos del derecho penal, para el cual el cómplice se diferencia
del encubridor en que el primero actúa por una promesa anterior al delito. De esa manera, conoce el
hecho que se está por realizar y, si bien su cooperación pude ser menor, debe equiparárselo al autor.
El encubridor también coopera, pero lo hace sin promesa anterior al hecho, por lo que no responde
como autor –como sí lo hace el cómplice- sino que responde en cuanto su cooperación ha causado
daño.

 PLURALIDAD DE RESPONSABLES Y SOLUCIÓN DEL CÓDIGO CIVIL Y


COMERCIAL. ARTÍCULO 1751 DEL CÓDIGO.

La víctima podrá accionar contra el responsable directo (por ejemplo, el "dependiente"), conforme
al art. 1749 del CCC, y contra su responsable “garante” o “reflejo”, según sea la doctrina que
sigamos. Así por ejemplo el "comitente" de ese "subordinado", conforme al art. 1753 del nuevo

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 16


Código. En este sentido, el art. 1773 del CCC prevé, como el derogado art. 1122 del CC, que el
legitimado tiene derecho a interponer su acción, conjunta o separadamente, contra el responsable
directo y el indirecto; en fin, el actor podrá optar por demandar a uno o a otro o a ambos, aunque
deberá probar la responsabilidad del agente dañoso responsable directo para que se desprenda la
responsabilidad del indirecto. En los daños extracontractuales causados por varios sujetos, el
Código derogado disponía que se aplicaban las reglas de la solidaridad, ya se tratara de un delito
(art. 1081), como de un cuasidelito (art. 1109, 2° párr., agregado por la ley 17711). Por otro lado, en
el 1081, se equiparaba en cuanto a la obligación de indemnizar a los "autores, consejeros o
cómplices". En cuanto a los daños contractuales, la regla era la mancomunidad, a menos que la
obligación incumplida fuera solidaria. En el actual Código, si el daño fue causado por varios
sujetos, se aplicarán las normas de las obligaciones solidarias (arts. 827 a 843 del CCC) o
concurrentes (arts. 850 a 852 del CCC –se les asigna subsidiariamente la aplicación a éstas de las
normas de las obligaciones solidarias por reenvío del art. 852 citado -), según sea el caso. Las
acciones de repetición o recurso están previstas en los arts. 840 y 851, inc. “h”. Es de suma
importancia la incorporación de la clasificación de obligaciones concurrentes en las obligaciones de
sujeto plural, siendo "obligaciones concurrentes" aquellas en las que "varios deudores deben el
mismo objeto en razón de causas diferentes", constituyendo "obligaciones solidarias" las que están
fundadas en una causa única. Debemos aclarar aquí que la intervención plural de sujetos en la
producción de un daño no necesariamente dará lugar a una responsabilidad colectiva prevista en los
arts. 1760 y 1761 del CCC. Ello es así porque, aunque intervengan varios sujetos en forma conjunta,
la responsabilidad puede ser individual por estar perfectamente identificados los sujetos causantes
del hecho ilícito. La distinción entre la responsabilidad individual y la colectiva resulta de la
circunstancia de que el daño como elemento indispensable para la existencia de responsabilidad
civil puede resultar de la actuación individual del agente (responsabilidad individual) o de la
concurrencia de la actividad de varios sujetos relacionados entre sí de modos diversos para
producirlo. Cuando varias personas deciden ocasionar un daño de manera concertada, no hay
responsabilidad colectiva sino individual. Es lo que se ha dado en llamar la intervención conjunta.
En esta hipótesis, se sabe quiénes fueron los autores y todos produjeron el daño (SAGARNA)

EJE TEMATICO 4: RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE TERCEROS

En la Sección 6ª "Responsabilidad por el hecho de terceros" (arts. 1753 a 1756 del CCC), se
engloban las hipótesis de responsabilidad civil por el hecho de otros.

Personas por las cuales se responde:


 Subordinados
 Hijos
 delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental
 tutelados, curados y personas internadas.

Responsabilidad por el hecho ajeno contractual y extracontractual. Efectos de la unificación de


régimen
a) Responsabilidad de naturaleza contractual. Responsabilidad del deudor por los auxiliares que
utiliza, de los capitanes de buques y patrones de embarcaciones, de los agente transportes terrestres,
de los dueños de hoteles, casas públicas de hospedaje y de establecimientos de todo género, etc.
b) Responsabilidad de naturaleza extracontractual. Responsabilidad del principal por hecho del
dependiente, de los padres, tutores y curadores, etc

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 17


Responsabilidad del principal o comitente por el hecho del dependiente: causación por el
dependiente de un daño resarcible. Relación entre la función y el daño. Daños causados en
ejercicio y en ocasión de la función; d) inexcusabilidad; e) legitimación pasiva (concurrencia)

 RESPONSABILIDAD DEL PRINCIPAL POR EL HECHO DEL DEPENDIENTE.


CONCEPTO:
El principal responde objetivamente por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o
las personas de las cuales se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho
dañoso acaece en ejercicio o con ocasión de las funciones encomendadas
La falta de discernimiento del dependiente no excusa al principal. La responsabilidad del principal
es concurrente con la del dependiente. En cuanto al concepto de dependiente, se continúa con la
misma doctrina judicial imperante para el primer párrafo del art. 1113 del Código derogado,
entendiéndose por tal “al que actúa bajo las órdenes y subordinación de otro, jurídica o
fácticamente, ocasional o transitoriamente, gratuita u onerosamente” (Pizarro y Vallespinos, 2014),
sin que sea necesaria la relación laboral específica para tenerlo como tal, requiriéndose al menos
una relación entre la función del principal y su dependiente, y bastando, como veremos, que el
hecho dañoso del subordinado haya sido cometido en ocasión de la dependencia para
responsabilizar al comitente (Sagarna, 2014).

-Fundamento de la responsabilidad del principal El art. 1753 del CCC es claro al determinar que el
principal responde objetivamente por los daños causados por su subordinado. Es decir que no se
tiene en cuenta la conducta del principal en el hecho, ya que ella es ajena al factor de atribución
objetivo (conf. art. 1722 del CCC). Ahora bien, la cuestión radica en discernir cuál es el factor
objetivo de atribución de la responsabilidad civil del principal por el hecho del subordinado. El
factor de atribución objetivo en la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente lo
constituye la garantía, esto es, que el comitente garantiza que, si el dependiente causa un daño en
ejercicio o con ocasión de las funciones encomendadas, él responderá ante el damnificado, sin
perjuicio de la responsabilidad civil directa del propio agente dañoso, según el art. 1749 del CCC.

-Requisitos de la responsabilidad del principal Entre los requisitos para que se torne procedente esta
responsabilidad, se encuentra: 1) el hecho ilícito del dependiente; 2) la existencia de relación de
dependencia o subordinación amplia entre el principal y el subordinado; 3) la relación entre la
función encomendada y el hecho dañoso; 4) la relación adecuada entre el evento y el daño; 5) el
daño sufrido por un tercero. De la lectura de la norma podemos decir advertir que el principal
responderá por el hecho ilícito de su subordinado aun actuando con cosas de su propiedad, y
también por el daño provocado por éste aunque no haya tenido discernimiento al momento del
hecho dañoso, según el art. 1753, 2º párrafo, del CCC: "La falta de discernimiento del dependiente
no excusa al principal", agregado que no se incluye en el art. 1113 del Código derogado. Si bien se
entiende que este presupuesto se encuentra comprendido en el mencionado art. 1113, en el CCC, la
norma aclara esta circunstancia para salvar toda duda que pueda existir al respecto.- El principal
responderá por los hechos dañosos de sus subordinados en el ejercicio de sus funciones, como por
aquellos perjuicios provocados por ellos en ocasión de las mismas, es decir que si la función dio la
ocasión para la comisión del daño, el principal igualmente deberá responder. Todo conforme a
relación de causalidad adecuada prevista en el art. 1726 del CCC.
-Carácter de la responsabilidad del comitente. Eximentes La responsabilidad del principal es
excusable, si acredita la interrupción total o parcial de la relación causal por causas ajenas.- Con la
nueva norma queda claro que el principal podrá eximirse de responsabilidad, además de poder
demostrar que no era su dependiente el que causó el daño, que no existía entre él y éste relación de
dependencia y que no había vínculo entre la función encomendada y el daño, porque éste había sido
ocasionado fuera del ejercicio de la misma o fuera de la ocasión, que el perjuicio se debió a una

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 18


causa ajena que interrumpió total o parcialmente el nexo adecuado de causalidad, por la causa ajena
(el "hecho del damnificado", el "caso fortuito" o el "hecho de un tercero".
- Acción contra el principal y/o contra el dependiente El damnificado podrá accionar contra el
principal, quien responde por el hecho del tercero, como contra el dependiente causante del
perjuicio, quien responde en forma directa. La víctima no se verá obligada de accionar contra el
dependiente para responsabilizar al responsable indirecto, es decir, puede hacerlo sólo contra el
principal, pero deberá demostrar la responsabilidad civil del responsable directo para hacer
responsable al indirecto.

 RESPONSABILIDAD DEL PADRE POR LOS HIJOS. CONCEPTO. NOCIONES

Conforme la norma, los padres son solidariamente responsables por los daños causados por los hijos
que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la
responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos.

ARTICULO 643.-Delegación del ejercicio. En el interés del hijo y por razones suficientemente
justificadas, los progenitores pueden convenir que el ejercicio de la responsabilidad parental sea
otorgado a un pariente, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 674. El acuerdo con la persona
que acepta la delegación debe ser homologado judicialmente, debiendo oírse necesariamente al hijo.
Tiene un plazo máximo de un año, pudiendo renovarse judicialmente por razones debidamente
fundadas, por un período más con participación de las partes involucradas. Los progenitores
conservan la titularidad de la responsabilidad parental, y mantienen el derecho a supervisar la
crianza y educación del hijo en función de sus posibilidades.

ARTICULO 1754.-Hecho de los hijos. Los padres son solidariamente responsables por los daños
causados por los hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos,
sin perjuicio de la responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos. Igual
régimen es aplicable al hijo que sólo tiene un vínculo filial establecido.

ARTICULO 1755.-Cesación de la responsabilidad paterna. La responsabilidad de los padres es


objetiva, y cesa si el hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia de otra persona, transitoria o
permanentemente. No cesa en el supuesto previsto en el artículo 643. Los padres no se liberan,
aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una causa que les
es atribuible. Los padres no responden por los daños causados por sus hijos en tareas inherentes al
ejercicio de su profesión o de funciones subordinadas encomendadas por terceros. Tampoco
responden por el incumplimiento de obligaciones contractuales válidamente contraídas por sus
hijos.
El fundamento de esta responsabilidad objetiva (en la que, como en la responsabilidad civil del
principal por el hecho del dependiente, no interesa la conducta del legitimado pasivo) es la garantía.
Los padres garantizan que, al ocasionarse un daño por sus hijos, ellos responderán civilmente por el
hecho ajeno. No se comprende en la norma el supuesto de daños sufridos por los hijos, salvo que el
causante del daño sea un hermano, en donde esta norma resulta aplicable en las relaciones de
familia.

-Requisitos de la responsabilidad paterna Son presupuestos de la responsabilidad objetiva de los


progenitores por el hecho dañoso de sus hijos: 1) el hecho ilícito del hijo o, al menos, objetivamente
antijurídico; 2) que el descendiente sea menor de edad, es decir,menor de 18 años –por más que la
"responsabilidad parental" en cuanto a los alimentos se extienda hasta los 21 años de edad, conf. art.
658 del CCC o que, en definitiva, la obligación de los progenitores de proveer recursos al hijo se

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 19


amplíe hasta sus 25 años de edad si la prosecución de estudios o preparación profesional de un arte
u oficio le impide proveerse de medios necesarios para sostenerse independientemente, conf. art.
663 del CCC-; 3) que el menor se encuentre bajo la "responsabilidad parental"; 4) que el menor
habite con el padre responsable, requiriéndose "convivencia" con los hijos (salvo el segundo párrafo
del art. 1755 (“Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si esta
circunstancia deriva de una causa que les es atribuible”); 5) que entre el hecho del hijo y el daño a
un tercero exista relación de causalidad.

Carácter de la responsabilidad de los progenitores. Eximentes ARTICULO 1754.-Hecho de los


hijos. Los padres son solidariamente responsables por los daños causados por los hijos que se
encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la
responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos.Igual régimen es aplicable al
hijo que sólo tiene un vínculo filial establecido. ARTICULO 1755.-

Cesación de la responsabilidad paterna: La responsabilidad de los padres es objetiva, y cesa si el


hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia de otra persona, transitoria o permanentemente. No
cesa en el supuesto previsto en el artículo 643. Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de
edad no conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una causa que les es atribuible. Los padres
no responden por los daños causados por sus hijos en tareas inherentes al ejercicio de su profesión o
de funciones subordinadas encomendadas por terceros. Tampoco responden por el incumplimiento
de obligaciones contractuales válidamente contraídas por sus hijos. La responsabilidad paterna se
extingue por haber llegado el hijo a la mayoría de edad (art. 25, 1er párr., CCC), como también si el
menor se emancipa por matrimonio (art. 27, 1º y 2º párr., CCC). Esta responsabilidad cesa si el hijo
menor de edad es puesto bajo la vigilancia de otra persona, sea en forma transitoria o permanente
(conf. art. 1755, 1er párrafo, del CCC). Pero, razonablemente, los padres no se liberan si el hijo no
convive con ellos debido a una causa que les es atribuible (conf. art. 1755, 2º párrafo, del CCC). La
guarda que exima de responsabilidad paterna debe ser legítima. La transmisión ocasional de la
guarda no impl icará cesación de la responsabilidad de los padres, puesto que si se cede la vigilancia
del hijo en forma transitoria, también será exigible un cierto grado de permanencia en el control del
menor para así responder. La guarda circunstancial no hace cesar esa responsabilidad; de otro
modo, bastaría que el hijo esté momentáneamente a cargo de un tercero para eximirse de
responsabilidad, y, en la actualidad, los menores tienen una vida social altamente activa y no est án
siempre con sus progenitores (Sagarna, 2014). Durante el día, la asistencia a la escuela hace cesar la
responsabilidad paterna para transmitir esa guarda provisoria al titular del establecimiento
educativo, por lo que deberá destacarse que la intención del legislador es que siempre haya un
responsable civil por los daños causados por los menores, sean los progenitores, los titulares de
establecimientos educativos o los delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental (Sagarna,
2014). Si se traslada el ejercicio de la responsabilidad parental a terceros –el CCC habla de
"delegados" en dicho ejercicio, conf. art. 1756-, estos delegados responderán por el hecho de esos
terceros –los hijos de los padres que delegaron la responsabilidad parental-, pero, en este supuesto,
la responsabilidad sí sería mixta, objetiva y subjetiva a la vez, pues el "delegado" en la
responsabilidad parental se podrá liberar demostrando cualquiera de las eximentes de la
responsabilidad objetiva –causas ajenas al evento- y también con la acreditación de que le ha sido
imposible evitar el daño, imposibilidad que no resultará de la mera circunstancia de haber sucedido
el hecho fuera de su presencia (conf. art. 1756, 2º párr., CC). Debe señalarse que el art. 643 del
CCC prevé el supuesto de delegación del ejercicio de la responsabilidad parental en el interés del
hijo y por razones suficientemente justificadas (Sagarna, 2014). Debemos recordar que existe una
nueva figura normativa titulada "progenitor afín" (art. 672), quien responde como "delegado en el
ejercicio de la responsabilidad parental" y para ello deberán darse las prescriptas en el art. 674 del
CCC. De tal modo, el "progenitor afín" responderá sólo en caso de delegación en virtud del art. 674
del CCC y no podrá responder como "progenitor" en función del art. 1754 del CCC, toda vez que

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 20


esta norma regula una responsabilidad específica por el hecho del hijo y hace a cargo de los daños
producidos por el descendiente a los padres, no a terceros que no lo son,aunque a veces cumplan ese
rol (Sagarna, 2014). El "progenitor afín" podrá igualarse al progenitor si el ejercicio de la
responsabilidad parental es conjunto, conforme al art. 675, pero siempre que se den los requisitos
exigidos por esta norma. Cuando el art. 1754 del CCC exige habitación de los padres con los hijos
para que se mecanice la responsabilidad civil, no requiere –dice Sagarna (2012) - la “convivencia
puntual en el mismo hogar”. Por ejemplo, suceden en nuestra sociedad, con menores que viven en
otras ciudades u otros países por razones de estudio o por trabajo, supuestos en los que continúan
siendo responsables los progenitores por los hechos dañosos de sus hijos, porque si no , bastaría con
que el hijo menor de edad viviera en otro lugar, aunque no se trate de otra ciudad, para que aquéllos
no respondan. La responsabilidad paterna desaparece por los daños causados por los hijos en tareas
inherentes al ejercicio de su profesión (si la ejercen antes de cumplir la mayoría de edad a los 18
años, porque posteriormente a esa edad se extingue esa responsabilidad) o de funciones
subordinadas encomendadas por otros (conf. art. 1755, 3er párrafo, 1ª parte, del CCC), siendo
responsables, en este último supuesto, estos terceros, en función de lo previsto en el art. 1753 del
CCC. La responsabilidad de los padres desaparece por los perjuicios provocados por los hijos
menores en el incumplimiento de obligaciones contractuales válidamente contraídas por ellos (conf.
art. 1755, 3er párrafo in fine, del CCC). Si el contrato no reúne este requisito, los pro genitores
continúan siendo responsables. No se suprime la responsabilidad paterna si se otorga la guarda
judicialmente a un pariente, pues esa responsabilidad queda en cabeza de los progenitores, quienes
conservan los derechos y responsabilidades emergentes de esa titularidad y ejercicio (conf. art. 657
del CCC).-

Acción de la víctima El damnificado podrá accionar tanto contra el progenitor como contra el hijo
menor, mayor de 10 años, por el daño causado por éste, por lo que resulta innecesario demandar a
este último para tener por responsable al primero (conf. art. 1773 del CCC); aunque, si se pretende
ejercer la acción contra el hijo, tendrá que demandárselo para garantizar su ejercicio del derecho de
defensa en juicio (Sagarna, 2014).

EJE TEMATICO 5: RESPONSABILIDAD POR LA INTERVENCION DE COSAS

 RESPONSABILIDAD POR RIESGO O VICIO DE LA COSA

Riesgo significa contingencia o proximidad de un daño.

La responsabilidad por la intervención de cosas estaba regulada en el anterior régimen en el art.


1113 del CC, que expresa: En los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián,
para eximirse de responsabilidad, deberá demostrar que de su parte no hubo culpa; pero si el daño
hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, sólo se eximirá total o parcialmente de
responsabilidad acreditando la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder. Si la
cosa hubiese sido usada en contra de la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no será
responsable.

En el Código Civil de Velez el daño causado por el riesgo o vicio de la cosa consagraba:
- Una presunción de responsabilidad contra el dueño o guardian de la cosa

- Solo el dueño o guardian podía eximirse de la responsabilidad si acreditaba: la culpa de la vícitma;


la culpa o hecho de un tercero por el que no debía responder; el caso fortuito o fuerza mayor.

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 21


En el CCCN la responsabilidad por riesgo o vicio de la cosa esta legislada en los artículos 1757 y
1758.

Art. 1757. Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño causado
por el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su
naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.
La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el uso de la
cosa o la realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención.
Art. 1758. Sujetos responsables. El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño
causado por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por terceros, el uso, la
dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no
responden si prueban que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta.
En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de
ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial.

Se han realizado diferentes formulaciones respecto de qué debe entenderse por el hecho de la cosa.
En opinión de Pizarro y Vallespinos (2008), para la configuración del hecho de la cosa, es necesario
que la misma haya intervenido activamente en la producción del daño, escapando del control del
guardián.

Se suele distinguir entre “hecho del hombre” y “hecho de la cosa: Nos encontramos frente al hecho
del hombre cuando un agente es autor del hecho dañoso y no deja de ser tal aunque haya utilizado
instrumentos exteriores para el logro de sus fines, o cuando ha utilizado una cosa para causar el
daño, pero la misma fue un mero instrumento que obedeció pasivamente a su voluntad.
Normalmente, esta responsabilidad cae en el factor subjetivo de atribución por culpa. Sin embargo,
en algunos casos se ha cuestionado esta última conclusión, admitiendo supuestos en los cuales el
hecho del hombre pasa a tener un factor objetivo de atribución, como es en el caso de las
actividades riesgosas.

El hecho de la cosa es aquel en el cual el daño se produce por su intervención activa. Algunos
autores consideran que no debe mediar participación activa del hombre, lo cual es discutible.
Podemos decir que nos encontramos frente al daño causado por una cosa cuando sea por su propio
dinamismo o por acción de fuerzas externas; el guardián pierde el control de la cosa, la cual no se
comporta como un instrumento pasivo ni obediente en sus manos. Un buen ejemplo de esto es el
provisto por Pizarro y Vallespinos, (2014) respecto de la caldera que explota, causando daños a
terceros.

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 22


 SUPUESTOS CONTEMPLADOS EN LOS ARTÍCULOS 1757 Y 1758 DEL
CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN

Tal como se señala en los fundamentos del Anteproyecto, luego de la reforma de la ley 17711 al
artículo 1113 del Código Civil (que analizamos antes), se ha desarrollado una amplia y consolidada
doctrina jurisprudencial sobre la interpretación en torno al riesgo o vicio de la cosa, por lo cual la
nueva legislación mantiene esa regulación. Pero también es necesario incluir el concepto de
actividad riesgosa, que la mayoría de la doctrina argentina ha aprobado. La inclusión de la actividad
riesgosa sin ninguna precisión hace que cualquier actividad humana pueda ser considerada tal,
generalizando la responsabilidad de modo excesivo y sin precedentes en el derecho comparado. Por
estas razones, el texto contempla dos los supuestos claramente señalados y limitados: i) el daño
causado por el riesgo o vicio de las cosas y ii) las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su
naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.
En efecto, el texto del art. 1757 del CCC reemplaza la segunda y tercera parte del art. 1113 del
Código de Vélez. Establece el riesgo creado y el vicio de las cosas y actividades riesgosas o
peligrosas que constituyen un factor objetivo de atribución.
Se distingue entre riesgo y vicio. Pero se suprime la responsabilidad por los daños causados con las
cosas, fundada en la presunción de culpa.
El riesgo supone la eventualidad –posibilidad- de que una cosa llegue a causar un daño. El vicio
constituye un defecto de fabricación o funcionamiento que la hace impropia para su destino normal.
La norma que regula el riesgo creado (por riesgo o vicio de la cosa) ratifica la idea de prescindencia
de culpa, pues el factor de atribución es objetivo.
Según enseña Galdós se suprime en el artículo la categoría de daños con las cosas, que regulaba el
art. 1113. La mayoría de la doctrina asimilaba este supuesto al riego de la cosa. Al eliminarse el
daño con las cosas, el factor de atribución será objetivo o subjetivo según se trate de un daño
causado por el hombre o por el hombre valiéndose de una cosa que es instrumento de su acción (que
es subjetiva), y por otro lado los daños causados por cosas riesgosas o con vicios (que es objetiva).
En el mismo sentido se entiende que quedó eliminada la categoría de los daños “con las cosas”
quedando regulada la hipótesis del daño causado por el riesgo o vicio de las cosas y la actividad
riesgosa
Las actividades riesgosas o peligrosas son aquellas que pueden ocasionar un daño. Se incorpora, de
este modo, la idea del “riesgo de empresa”, pues la actividad es vista como algo complejo, un
proceso de actividades conjuntas que conjuga elementos humanos, es decir, la intervención del
hombre, como también elementos mecánicos (maquinarias) y materiales (como pueden ser
sustancias).

Daños causados por el riesgo o vicio de la cosa:


a) No se define riesgo o vicio de la cosas, quedando estos conceptos en manos de la doctrina y
jurisprudencia.

b) En estos casos la cosa escapa total o parcialmente del dominio o control del guardían, no
respondiendo a la voluntad del que la emplea o utiliza

c) En estos casos se desdibuja el carácter de autor del sujeto ya que la cosa adquiere protagonismo
al desprenderse de su control

d) Se debe entender como el vicio de la cosa, al defecto de fabricación, funcionamiento,


conservación, o información que la torna inepta para la función que debe cumplir por su naturaleza.

Daños causados por el ejercicio de actividades riesgosas y peligrosas

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 23


La actividad es riesgosa cuando en el desarrollo de operaciones o tareas se potencia la eventualidad
dañosa por su propia naturaleza (por ejemplo residuos peligrosos) o por las circunstancias de su
realización (por ejemplo espectáculos públicos).

a) Las actividades riesgosas son expresamente reconocidas en el CCCN

b) Se les confiere el mismo régimen que al de la responsabilidad por riesgo o vicio de la cosa.

c) Responden por el ejercicio de las actividades riesgosas o peligrosas quien las realiza, se sirve u
obtiene provecho de ellas

 SUPUESTO PREVISTO POR LA LEY DE DEFENSA AL CONSUMIDOR. DAÑO


DIRECTO

Definición de producto y servicio defectuoso: Los productos y servicios son aptos para satisfacer
en mayor o menor grado las necesidades y exigencias de los consumidores, los cuales,normalmente,
tendrán un margen subjetivo para aprobarlos o reprobarlos. Cabe destacar que, dentro de los
productos defectuosos, se distinguen normalmente tres tipologías básicas de peligrosidad: a) los
vicios de fabricación; b) los vicios de concepción (diseño, proyecto y construcción); c) los vicios de
comercialización (instrucciones o información).

-Defectos de fabricación Aparecen de modo aislado en una o varias unidades de una serie, son
regulares y pueden producirse por falla de alguna máquina o por error humano durante la
producción. Normalmente, el producto se desvía del diseño previsto en virtud de estas deficiencias
que no son detectadas y que lo tornan inapto para su destino. Estas fallas son habitualmente
previsibles estadísticamente dentro de los índices de falibilidad de un proceso de producción. En tal
sentido, también son difícilmente evitables, en tanto están incluidas en el porcentual de riesgo no
susceptible de ser eliminado en términos de eficiencia económica. Ejemplos de estos tipos de daños
son los que se producen durante las etapas de fabricación, montaje, manipulación o
acondicionamiento de productos.
-Defectos de diseño Los mismos no afectan a una unidad individual, sino a toda la serie,
obedeciendo a deficiencias en el proceso de diseño y proyecto del producto. Normalmente
involucran fallas de decisión empresarial previa a la fabricación del producto, ensamblado y control
de calidad. Dado que los proveedores de bienes y servicios son profesionales, se espera de parte de
ellos la conducta de expertos. Este tipo de defectos es evitable, pero difícilmente previsible
estadísticamente.
-Defectos de instrucción o información Estos defectos se suelen presentar en productos que, pese a
haber sido fabricados para el uso al que se destinan, por tener determinadas características
peligrosas, previsibles para terceros, por su complejidad o por cualquier otra razón deben ir
acompañados con instrucciones sobre el modo de empleo a fin de prevenir daños al destinatario.
Cuando el producto no advierte adecuadamente los riesgos que su uso implica, o el modo de
utilización seguro y adecuado, causando un daño al usuario o consumidor, el roveedor profesional
podrá ver comprometida su responsabilidad.

Régimen legal
Previo ingreso al régimen establecido por la ley 24240 y sus modificatorias, debemos decir que la
complementación del derecho del consumidor dentro del Código Civil y Comercial implica una
profunda armonización y sistematización entre los distintos componentes del sistema de protección
jurídica del consumidor: la Constitución Nacional (arts. 42 y 43), la ley especial 24240 y el Código

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 24


Civil y Comercial De conformidad con esta perspectiva se produce una integración del sistema legal
en una escala de graduación compuesta por: a) los derechos fundamentales reconocidos en la
Constitución Nacional; b) los principios y reglas generales de protección mínima y el lenguaje
común del Código; c) la reglamentación detallada existente en la legislación especial. Considerando
lo expuesto, pasaremos a analizar la ley 24240.
El art. 40 de dicha ley reza: Si el daño al consumidor resulta del vicio o riesgo de la cosa o de la
prestación del servicio, responderán el productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el
proveedor, el vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o servicio. El transportista
responderá por los daños ocasionados a la cosa con motivo o en ocasión del servicio. La
responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de las acciones de repetición que correspondan. Sólo se
liberará total o parcialmente quien demuestre que la causa del daño le ha sido ajena. La ley utiliza el
vocablo “cosa”, pero la noción de producto es más amplia, ya que implica que la cosa es además
“producida”, es decir, que es el resultado de un proceso de fabricación.

Fundamento de esta responsabilidad El fundamento de la obligación de resarcir que pesa sobre los
legitimados pasivos es de carácter objetivo, basado en la idea de riesgo de empresa. En
consecuencia, la liberación de los sindicados como responsables se producirá solamente en caso de
que logren acreditar la existencia de una causa ajena que interrumpa el nexo causal.

Legitimación activa y pasiva La legitimación activa y pasiva surge de los primeros artículos de la
ley 24240. Respecto de la legitimación activa, es indudable que corresponde al consumidor, cuya
noción debe ser buscada en el art. 1º de la Ley 24240, que reza:
 Objeto. Consumidor. Equiparación. La presente ley tiene por objeto la defensa del consumidor o
usuario, entendiéndose por tal a toda persona física o jurídica que adquiere o utiliza objetos bienes o
servicios en forma gratuita u onerosa como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo
familiar o social. Queda comprendida la adquisición de derechos en tiempos compartidos, clubes de
campo, cementerios privados y figuras afines. Se considera asimismo consumidor o usuario a quien,
sin ser parte de una relación de consumo, como consecuencia o en ocasión de ella adquiere o utiliza
bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social, y a
quien de cualquier manera está expuesto a una relación de consumo. Como se puede observar, la ley
no sólo legitima al consumidor y usuario a reclamar los daños causados por el riesgo o vicio de la
cosa o servicio, sino también a todo aquél que adquiere o utiliza los bienes o servicios onerosa o
gratuitamente, como destinatario final, para sí o su grupo familiar.
 …a los fines de la tutela normativa por daños causados por riesgo o vicio del producto, deben ser
tratados como consumidores pues están dentro de la esfera de protección legal y, consecuentemente
legitimados activamente para accionar en los términos del art. 40 de la ley 24240. La legitimación
pasiva suele conformarse por todos aquellos sujetos que intervienen en la cadena de producción,
comercialización, e inclusive transporte del producto defectuoso. Todo ello, a fin de prote ger a la
víctima del daño y fundado en el factor de atribución objetivo del riesgo creado o de empresa.
En nuestro régimen legal debemos tener en cuenta el art. 2 de la ley 24240, que establece que el
proveedor:
 Es la persona física o jurídica de naturaleza pública o privada, que desarrolla de manera
profesional, aun ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación, construcción,
transformación, importación, concesión de marca, distribución y comercialización de bienes y
servicios, destinados a consumidores o usuarios. Todo proveedor está obligado al cumplimiento de
la presente ley. Asimismo, la ley excluye del concepto de proveedor a los profesionales liberales
que requieran para su ejercicio el título universitario y la matrícula.
La norma es bastante clara, a lo que debemos agregar que el art. 40 detalla el abanico de posibles
sindicados como responsables, los cuales responderán solidariamente ante la víctima sin perjuicio
de las acciones de regreso que luego pudieran ejercer entre ellos:

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 25


a) El productor. Esta locución amplia incluye el fabricante de la cosa o servicio, el cual es luego es
mencionado nuevamente en este cuerpo normativo.
b) El fabricante. El concepto de fabricante abarcaría no sólo al fabricante real o material del
producto final, sino también al fabricante parcial de cualquier elemento que sea integrado en un
producto total o materia prima a ser utilizada para un producto determinado.
c) El importador. El importador es quien, en ejercicio de sus actividades comerciales o
profesionales, introduce el producto en el país para luego comercializarlo, ya sea por medio de un
contrato de compraventa, contrato de arrendamiento, leasing o cualquier otra forma de distribución
del mismo.
d) El distribuidor, el proveedor y el vendedor. La ley argentina emplaza al vendedor y al
distribuidor en la misma condición que el fabricante y el productor. La responsabilidad de ellos no
es subsidiaria, sino solidaria.
e) El proveedor aparente. El proveedor aparente es aquella persona física o jurídica que, sin
alcanzar la calidad de productor de un bien, se presente externamente al público como fabricante o
productor colocando su nombre o razón social, marca o cualquier otro signo distintivo en el
producto, envase o envoltorio, etc. El proveedor aparente de bienes y servicios genera una
apariencia de autenticidad ante terceros que es dable de ser considerada por el ordenamiento
jurídico a fin de proteger a los consumidores y usuarios. En tal sentido, el proveedor aparente
responde solidariamente junto con los demás sujetos involucrados en la cadena de producción,
comercialización y transporte del producto, sin perjuicio de las acciones de regreso que luego
correspondan. El fundamento de su responsabilidad descansa en el riesgo creado y de empresa, al
igual que en la generación de confianza.
f) El transportista. Este sujeto responde sólo por los daños ocasionados con motivo o en ocasión del
transporte del producto. Tal como mencionamos anteriormente, la responsabilidad de todos ellos es
solidaria, sin perjuicio de las acciones de regreso que pudieran corresponder.

-Prueba: Respecto de la prueba, como regla, quien tiene una pretensión debe demostrar la existencia
del daño, el defecto del producto y la relación de causalidad entre el daño y la conducta del
sindicado como responsable. Ya que se trata de supuestos de responsabilidad objetiva, no
corresponde probar la culpa de los legitimados.- pasivos. En el marco del art. 40 de la Ley 24240, la
constatación de la relación causal se proyecta sobre todos los legitimados pasivos hasta tanto
acrediten la ruptura del nexo causal, cuya prueba y alegación les corresponderá a los mismos.

Daño directo: Dentro del marco legislativo vigente, las pautas que aporta el nueco CCC, en
materia de daños derivados de las cosas, se integran al sistema de protección juridica de los
consumidores, junto a la Constitución Nacional (arts 42 y 43) y a la ley especial 24240 y sus
normas modificatorias. En relación a ésta ultima, el supuesto de responsabilidad objetiva lo
encontramos en sus arts 40 y 40bis. Artículo 40. — Responsabilidad solidaria. Si el daño al
consumidor resulta del vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio, responderán el
productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor, el vendedor y quien haya
puesto su marca en la cosa o servicio. El transportista responderá por los daños ocasionados a la
cosa con motivo o en ocasión del servicio. La responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de las
acciones de repetición que correspondan. Sólo se liberará total o parcialmente quien demuestre que
la causa del daño le ha sido ajena. Artículo 40 bis. — Daño directo. El daño directo es todo
perjuicio o menoscabo al derecho del usuario o consumidor, susceptible de apreciación pecuniaria,
ocasionado de manera inmediata sobre sus bienes o sobre su persona, como consecuencia de la
acción u omisión del proveedor de bienes o del prestador de servicios. Los organismos de
aplicación, mediante actos administrativos, fijarán las indemnizaciones para reparar los daños
materiales sufridos por el consumidor en los bienes objeto de la relación de consumo. Esta facultad
sólo puede ser ejercida por organismos de la administración que reúnan los siguientes requisitos: a)
La norma de creación les haya concedido facultades para resolver conflictos entre particulares y la

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 26


razonabilidad del objetivo económico tenido en cuenta para otorgarles esa facultad es manifiesta; b)
Estén dotados de especialización técnica, independencia e imparcialidad indubitadas; c) Sus
decisiones estén sujetas a control judicial amplio y suficiente. Este artículo no se aplica a las
consecuencias de la violación de los derechos personalísimos del consumidor, su integridad
personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas, las que resultan de la
interferencia en su proyecto de vida ni, en general, a las consecuencias no patrimoniales.

Factor de atribución objetivo / eximentes. El fundamento de la obligación de resarcir que pesa sobre
los legitimados pasivos es de carácter objetivo, basado en la idea de riesgo de empresa. En
consecuencia, la liberación de los sindicados como responsables se producirá solamente en caso de
que logren acreditar la existencia de una causa ajena que interrumpa el nexo causal (caso fortuito,
hecho del tercero extraño, y hecho de la víctima), por lo general, el hecho de ciertos terceros por
quienes no debe responder o el uso abusivo o irrazonable del producto por la víctima.

Acerca del derecho del consumidor. -Muchas veces, los productos y servicios concebidos para
satisfacer en mayor o menor grado las necesidades y exigencias de los consumidores, se tornan
inaptos para su destino debido a ciertas deficiencias que pueden presentar, entre las que se
distinguen normalmente tres tipologías básicas de peligrosidad: a) los vicios de fabricación; b) los
vicios de concepción (diseño, proyecto y construcción); c) los vicios de comercialización
(instrucciones o información). Cuando a consecuencia de ellas, se producen daños a los
consumidores, usuarios o a terceras personas, se genera la obligación del productor de alertar al
consumidor en caso de ser conocida, retirar el producto del mercado y/o indemnizar los daños
generados, según el caso.

 RESPONSABILIDAD POR ACTIVIDAD RIESGOSA

El concepto de actividad riesgosa está íntimamente relacionado con la actividad industrial, cuyas
circunstancias ordinarias de desenvolvimiento generan un peligro potencial para terceros. No
importa para su configuración si en la actividad riesgosa intervenía o no una cosa, o si lo hacía
activa o pasivamente. De hecho, el vocablo “actividad” indica la existencia de uno o varios hechos
humanos aisladamente, o con la combinación de elementos externos, materiales o inmateriales.
Explican Pizarro y Vallespinos, (2014) que el carácter riesgoso de la actividad se origina en
circunstancias extrínsecas, de persona, tiempo y lugar, que la convierten en peligrosa para terceros.
La ponderación de tales circunstancias, al igual que la incidencia riesgosa de la misma, debe ser
analizada en abstracto, prescindiendo de la conducta del sindicado como responsable, que podría ser
asimismo reprochable.

-Fundamento: El fundamento de la responsabilidad por daños causados por actividades riesgosas


radica en el riesgo creado o de empresa. Se afirma que "actividad riesgosa" es una expresión que
tiende a superar el rígido marco de la exigencia de una "cosa" como presupuesto necesario para la
configuración de la responsabilidad objetiva. El carácter riesgoso de la actividad –sostiene Pizarro
(2006)- deviene de su peligrosidad intrínseca o de circunstancias extrínsecas, instrumentales, de
persona, tiempo y lugar que la tornan peligrosa para terceros. Puede vincularse con su propia
naturaleza, con los medios o elementos utilizados y con las metodologías empleadas para desplegar
ciertas actividades, las cuales deben ser gobernadas por su titular.

-Legitimación pasiva: La responsabilidad recae sobre quien genera, fiscaliza, supervisa, controla o
potencia en forma autónoma la actividad riesgosa. Si bien esta figura da pie al riesgo de empresa,
ello es sólo una posibilidad, siendo la actividad empresarial o de un simple sujeto de derecho que
organice esta actividad con o sin fines de lucro. Según la norma, la legitimación pasiva por
actividad riesgosa recae sobre “quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 27


terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial”. Esa actividad lucrativa asociada con el
riesgo o peligro conduce a imputar objetivamente el deber resarcitorio. En la actividad riesgosa, la
legitimación pasiva es más amplia que en el riesgo creado porque no sólo involucra al dueño o
guardián, sino –a tenor del art. 1758- "a quién la realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por si o
por terceros, excepto lo dispuesto en la legislación especial". El carácter riesgoso de la actividad –
sostiene Pizarro (2006)- deviene de su peligrosidad intrínseca o de circunstancias extrínsecas,
instrumentales, de persona, tiempo y lugar que la tornan peligrosa para terceros. Puede vincularse
con su propia naturaleza, con los medios o elementos utilizados y con las metodologías empleadas
para desplegar ciertas actividades, las cuales deben ser gobernadas por su titular. Para las
actividades riesgosas o peligrosas rigen todos los requisitos de la responsabilidad objetiva aplicables
al riesgo o vicio de las cosas (las eximentes, la carga de la prueba, etc.), salvo lo atinente a la
legitimación pasiva, que es más amplia en la actividad que en el riesgo o vicio, como hemos podido
observar. La actividad riesgosa se puede proyectar espacial y temporalmente de modo tal que sean
varios los obligados a resarcir concurrentemente. En caso que la legitimación pasiva sea plural (de
modo simultáneo, compartido o sucesivo) todos responden concurrentemente frente al damnificado
(art. 1758 del CCC),salvo que la solidaridad esté establecida por ley (art. 40, ley 24240).

-Eximentes Las eximentes que rigen esta responsabilidad son las del sistema de responsabilidad
objetiva;
a) El uso de la cosa en contra de la voluntad (expresa o presunta) del dueño o guardián sólo
configura una eximente aplicable en materia de responsabilidad por actividades riesgosas cuando
ese riesgo derive de la naturaleza de las cosas utilizadas.
b) Acreditado que el daño fue causado por una actividad riesgosa y con relación causal adecuada, la
causa desconocida no exime.
c) Siendo la responsabilidad de naturaleza objetiva, no configura eximente la prueba de haber sido
diligente respecto de las condiciones que imponía la actividad. Entre los principales supuestos de
aplicación encontramos:
- La responsabilidad del conductor de un automotor está incluida dentro de la actividad riesgosa con
factor objetivo de atribución.
-Los accidentes de automotores, cualquiera sea su forma y modo de producción, quedan atrapados
en el art. 1757, de conformidad al art.1769 del CCC.
- La responsabilidad del principal por el hecho del dependiente puede experimentar una mutación
desplazándose al ámbito de los daños causados por el hecho propio. Quien utiliza un dependiente
amplía su esfera de acción, respondiendo por sus actos en forma objetiva.
- La mayoría de los infortunios laborales son comprendidos por el riesgo de la actividad realizada.
- En opinión de Pizarro y Vallespinos (2014), la responsabilidad de los medios masivos de
comunicación por informaciones agraviantes o inexactas es alcanzada por la responsabilidad
objetiva aquí analizada.
- La responsabilidad por daño ambiental queda atrapada por estas normas, más allá de la plena
vigencia de la normativa específica.
- Los daños sufridos en espectáculos públicos deportivos, al igual que en otros tipos de espectáculos
públicos (conciertos, etc.), caen en la esfera de las actividades riesgosas.

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 28


EJE TEMATICO 6: RESPONSABILIDADES ESPECIALES

 RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO

Regulación del CCCN: El Código Civil y Comercial de la Nación, al tratar la responsabilidad


patrimonial del estado, opta por la aplicación de las normas del derecho administrativo nacional o
local a la responsabilidad estatal, conforme el texto de los arts. 1764 y 1765, no pudiéndose aplicar
el Capítulo 1 "Responsabilidad Civil" del Título V del Libro Tercero, ni directa ni subsidiariamente
a la responsabilidad patrimonial del estado (art. 1764 del CCC). Pareciera que la intención del
legislador fue excluir toda responsabilidad civil del estado del Código Civil, al menos, la
determinada en ese Capítulo, en las Secciones 1ª a 11ª, y conducirla al ámbito del derecho
administrativo nacional o local.

*Art. 1764 - Inaplicabilidad de normas. Las disposiciones del Capítulo 1 de este Título no son
aplicables a la responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria.
*Art 1765 - Responsabilidad del Estado. La responsabilidad del Estado se rige por las normas y
principios del derecho administrativo nacional o local según corresponda.

Como complemento de los artículos del Código Civil que remiten a las normas de derecho
administrativo, se dictó una ley marco que rige la responsabilidad estatal. Si bien dicha norma
refiere al ámbito administrativo (art. 8 de la ley 26944)

Ley de responsabilidad patrimonial del Estado (ley 26944): Esta ley, publicada el 08/08/14, es de
aplicación hasta ahora sólo en el ámbito nacional. Su art. 11 invita a las provincias y la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires a adherirse, con lo cual su vigencia en las jurisdicciones locales
dependerá de la voluntad política de cada provincia.
La ley sobre responsabilidad del estado tiene sólo 12 artículos, que prevén las siguientes cuestiones:

ARTICULO 1° — Esta ley rige la responsabilidad del Estado por los daños que su actividad o
inactividad les produzca a los bienes o derechos de las personas. -La responsabilidad del Estado es
objetiva y directa. -Las disposiciones del Código Civil no son aplicables a la responsabilidad del
Estado de manera directa ni subsidiaria. -La sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra el
Estado, sus agentes y funcionarios.
ARTICULO 2° — Se exime de responsabilidad al Estado en los siguientes casos: - Por los daños y
perjuicios que se deriven de casos fortuitos o fuerza mayor, salvo que sean asumidos por el Estado
expresamente por ley especial; - Cuando el daño se produjo por el hecho de la víctima o de un
tercero por quien el Estado no debe responder.
ARTICULO 3° — Son requisitos de la responsabilidad del Estado por actividad e inactividad
ilegítima: - Daño cierto debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero; -
Imputabilidad material de la actividad o inactividad a un órgano estatal; - Relación de causalidad
adecuada entre la actividad o inactividad del órgano y el daño cuya reparación se persigue; - Falta
de servicio consistente en una actuación u omisión irregular de parte del Estado; la omisión sólo
genera responsabilidad cuando se verifica la inobservancia de un deber normativo de actuación
expreso y determinado.
ARTICULO 4° — Son requisitos de la responsabilidad estatal por actividad legítima: -Daño cierto
y actual, debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero; -Imputabilidad
material de la actividad a un órgano estatal; -Relación de causalidad directa, inmediata y exclusiva
entre la actividad estatal y el daño; -Ausencia de deber jurídico de soportar el daño; -Sacrificio
especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre el resto de la comunidad, configurado por
la afectación de un derecho adquirido.

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 29


ARTICULO 5° — La responsabilidad del Estado por actividad legítima es de carácter excepcional.
En ningún caso procede la reparación del lucro cesante. -La indemnización de la responsabilidad
del Estado por actividad legítima comprende el valor objetivo del bien y los daños que sean
consecuencia directa e inmediata de la actividad desplegada por la autoridad pública, sin que se
tomen en cuenta circunstancias de carácter personal, valores afectivos ni ganancias hipotéticas. -Los
daños causados por la actividad judicial legítima del Estado no generan derecho a indemnización.
*Art. 1764 - Inaplicabilidad de normas. Las disposiciones del Capítulo 1 de este Título no son
aplicables a la responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria. *Art 1765 -
Responsabilidad del Estado. La responsabilidad del Estado se rige por las normas y principios del
derecho administrativo nacional o local según corresponda
ARTICULO 6° — El Estado no debe responder, ni aun en forma subsidiaria, por los perjuicios
ocasionados por los concesionarios o contratistas de los servicios públicos a los cuales se les
atribuya o encomiende un cometido estatal, cuando la acción u omisión sea imputable a la función
encomendada.
ARTICULO 7° — El plazo para demandar al Estado en los supuestos de responsabilidad
extracontractual es de tres (3) años computados a partir de la verificación del daño o desde que la
acción de daños esté expedita.
ARTICULO 8° — El interesado puede deducir la acción indemnizatoria juntamente con la de
nulidad de actos administrativos de alcance individual o general o la de inconstitucionalidad, o
después de finalizado el proceso de anulación o de inconstitucionalidad que le sirve de fundamento.
ARTICULO 9° — La actividad o inactividad de los funcionarios y agentes públicos en el ejercicio
de sus funciones por no cumplir sino de una manera irregular, incurriendo en culpa o dolo, las
obligaciones legales que les están impuestas, los hace responsables de los daños que causen. -La
pretensión resarcitoria contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres (3) años. -La
acción de repetición del Estado contra los funcionarios o agentes causantes del daño prescribe a los
tres (3) años de la sentencia firme que estableció la indemnización.
ARTICULO 10. — La responsabilidad contractual del Estado se rige por lo dispuesto en las normas
específicas. En caso de ausencia de regulación, se aplica esta ley en forma supletoria. -Las
disposiciones de la presente ley no serán aplicadas al Estado en su carácter de empleador.
ARTÍCULO 11: “Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a los
términos de esta ley para la regulación de la responsabilidad estatal en sus ámbitos respectivos”

 RESPONSABILIDAD EN LAS PROFESIONES LIBERALES

Concepto y artículo 1768 del CCCN: Cuando nos referimos a la responsabilidad derivada del
ejercicio de profesiones liberales estamos hablando de aquellas ocupaciones que requieren título
habilitante otorgado por una universidad, sometimiento al régimen disciplinario o ético y con
colegiación obligatoria. En consecuencia, la actuación profesional presume un conocimiento a
nivel de experticia por parte del profesional y, a la vez, la ostentación de la matrícula
profesional otorgada
por el colegio profesional correspondiente. Una de sus aristas mas relevantes, se dá en relación
a la fuente o hecho generador de dicha responsabilidad, que en concordancia a la unidad código,
ésta puede ser el incumplimiento de una obligación de origen legal o contractual por parte del
profesional o la simple violación de un deber genérico de no dañar a otro. Pero en este tipo de
responsabilidades, generalmente, el antecedente que da pie al daño es un contrato. Y es
justamente en el ámbito contractual donde asume relevancia la clasificación de las obligaciones
de medios y de resultado, pues determinará la aplicación de un factor subjetivo u objetivo de

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 30


atribución, conforme al art.17232 y ss. del CCC. -Conforme a la norma (Art 1768), que asimila
la actividad de los profesionales liberales a las “obligaciones de hacer” (Consiste en la
prestación de un servicio o en la relación de un hecho, en tiempo, forma y modo acordado por
las partes. Art 744), la responsabilidad, por regla es subjetiva, excepto que se haya
comprometido un resultado concreto. El profesional promete un hacer que consiste en una
diligencia conforme a las reglas de la profesión, sin que pueda asegurar un resultado; de allí que
la imputación sea subjetiva y pueda liberarse probando su falta de culpa. En cambio, si promete
un resultado, la imputación es objetiva. -Entonces, en la obligación de medios, opera el factor
subjetivo, y se rige por los principios generales de la culpa. No obstante ello, los profesionales,
en razón de su conocimiento, tienen un deber mayor de previsión y prudencia, tal como regula
el art. 1725. De ahí que podemos generalizar algunos deberes profesionales que constituyen
estándares y pautas de conducta que deben valorarse conforme el caso concreto:
a) Deber de actuación profesional diligente. Tiene que ver con la forma en que el profesional
presta el servicio.
b) Deber de informar: Se relaciona con el deber de comunicar determinada información al
cliente (asesorando, aconsejando o advirtiendo).
c) Deber de confidencialidad. Implica no revelar a tercero nada relacionado al cumplimento de
la obligación asumida.
d) Obligación de seguridad. Arbitrar los medios para evitar daños al cliente, en el cumplimiento
de la obligación. Si en cambio, el profesional liberal comprometió un resultado concreto, cuyo
compromiso puede surgir de lo pactado expresamente o de la naturaleza de la obligación,
interpretandola restrictivamente; la responsabilidad será objetiva (art. 1768 del CCC), por lo
que, para exonerarse total o parcialmente de responsabilidad, aquél deberá acreditar una causa
ajena al hecho dañoso como protagonista en la causalidad (arts. 1729, 1730 y 1731 del CCC).
En definitiva, Si lo comprometido es un resultado, el factor de atribución será objetivo (arts.
1723 del CCC). Si lo comprometido implica sólo el deber de diligencia, pericia y prudencia
orientada a producir un resultado, pero sin asegurarlo, el factor de atribución será subjetivo
(arts. 1724 y 1725 del CCC)

 RESPONSABILIDAD POR DAÑOS EN AUTOMOTORES. ART. 1759 DEL CCCN

NOCIONES. - El automotor es una cosa mueble registrable, no se considera propietario al


poseedor de la cosa, sino al titular registral. Conforme a ello, en caso de daños provocados por
automotores uno de los responsables (sujeto pasivo) es el titular registral, aun cuando no haya
participado personalmente (como conductor) en el accidente automovilístico.
- Cuando los sujetos propietarios y titulares registrales del bien, transfieren la posesión del
rodado por un precio en dinero (compraventa) y omiten inscribir dicha tradición, no se produce
la transferencia del bien, sino una promesa de transferencia. Por lo cual, el titular sigue siendo
responsable civilmente ante los terceros. Esto conforme a lo dispuesto por el art. 1757 del CCC,
que responsabiliza concurrentemente al dueño y al guardián del automotor por los daños
causados y sin perjuicio de las acciones de regreso correspondientes.
-Ahora bien, la normativa especial en la materia, concluye en forma identica, en que hasta tanto
se inscriba la transferencia el transmitente será civilmente responsable por los daños y
perjuicios que se produzcan con el automotor, pero AGREGA una causal de liberación, que es
discutible y criticada por la desprotección que implica para la víctima. Se trata de la
comunicación de venta, comunmente llamada “denuncia de venta”, que cuando es previa al
hecho dañoso, equipara la situación al supuesto de eximente por tercero por quien no debe
responder, y se reputará que el automotor fue usado en contra de su voluntad.
*El Art 1769 establece que a los daños causados por la circulación de vehiculos deberán
aplicarse las disposiciones referidas a la responsabilidad derivada de la intervención de cosas.
Como resultado de ésta remisión:

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 31


1. El vehículo en movimiento, se considera cosa riesgosa. El factor de atribución es objetivo.
2. Se aplican las normas del art. 1757 y las causales de eximición de responsabilidad (no del
culpa): hecho de la víctima , hecho del tercero asimilable al caso fortuito, uso contra la voluntad
expresa o presunta del dueño, 1758, caso fortuito extraño al riesgo propio de la cosa, art. 1733,
3. Sujetos responsables: el dueño (titular registral) y el guardián del automotor (conductor)
4. Situaciones referidas a la presunción de responsabilidad:
• La invasión del carril contrario o circulación a contramano hace presumir su responsabilidad. •
El rodado detenido en el carril de una autopista configura una anomalía de tal magnitud e
imprevisibilidad, que en términos de normalidad no responsabiliza al conductor que lo
embistiera.
• Daño recíproco: caso de colisión de dos automotores, cada uno se presume responsable de los
daños que sufrió el otro. No hay en esos casos neutralización de riesgos. Todos tienen
presunción de responsabilidad.
• Se presume que la responsabilidad la tiene el embistente.
• La violación de las normas administrativas de tránsito como el circular sin carnet, son
presunción de responsabilidad pero admiten prueba en contrario.

Responsables en caso de accidente:


a) Responsable Directo: El conductor del vehículo. La obligación de resarcir cae sobre quien
conducía el automóvil al momento de producirse el daño. El factor de atribución es objetivo
pues desarrolla una actividad riesgosa (art. 1757 del CCC).
b) Responsables por el hecho ajeno. Dentro de esta categoría quedan incluidas la
responsabilidad del principal por el dependiente y la responsabilidad de los padres, tutores y
curadores por los daños causados por los menores de edad sujetos a patria potestad, etc. En
estos casos se responde aun cuando los terceros hayan efectuado la conducción del vehículo. c)
Responsables por el riesgo de la cosa. La responsabilidad del titular registral del automotor en
la ley 22977, que vimos anteriormente y el poseedor del automotor cuando existe comunicación
de venta, que pudimos ver en el apartado anterior.
d) El asegurador. El asegurador puede ver comprometida su responsabilidad en aquellos
accidentes en los cuales el conductor, el principal, el dueño o el guardián de la cosa se
encuentre acaparado por una relación de seguro que cubra la responsabilidad civil por daños a
terceros.

Accidentes en que son víctimas los peatones . El cruce de un peatón desprevenido forma parte
del riesgo asumido al conducir un automotor, propio del tránsito y no constituye un eximente de
responsabilidad, asi el mismo haya sido fuera de la senda peatonal. En ese sentido se ha
pronunciado la CSJN, afirmando que el cruce de la calzada realizado por un peatón, no tiene
entidad para interrumpir totalmente el nexo de causalidad entre el riesgo de la cosa y el
perjuicio (art. 1113 CC). En cambio cuando el comportamiento del peatón que irrumpe
indebidamente en la calzada sucede en forma sorpresiva o abrupta, puede configurar culpa o
hecho de la víctima, eximiendo total o parcialmente al sindicado como responsable.

 RESPONSABILIDAD COLECTIVA

Supuestos contemplados en los arts 1760, 1761 y 1762 del CCC


El Código Civil y Comercial de la Nación incorpora la responsabilidad colectiva, anónima y la
derivada de la actividad peligrosa de un grupo, y la regula en los arts. 1760 a 1762. Ésta
diferenciación en las situaciones tiene su razón de ser en las causas de liberación. Es necesario
indagar acerca de la situación fáctica para su configuración, el factor de atribución, y los
eximentes.

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 32


*ART 1760. Cosa suspendida o arrojada - Si de una parte de un edificio cae una cosa, o si ésta
es arrojada, los dueños de dicha parte responden solidariamente por el daño que cause. Sólo se
libera quien demuestre que no participó en su producción.
-La norma comprende dos supuestos en los que la relación causal es alternativa, ya que, si la
cosa ha caído o ha sido arrojada desde uno de los departamentos, los demás dueños y ocupantes
no han participado en la producción del daño.
-Abarca tanto la caída como que sea arrojada, respondiendo a la tendencia de que los daños
sean tratados de una manera uniforme, cualquiera fuere la fuente de donde provengan, hecho de
la cosa o hecho del hombre.
-El nuevo Código no incluye recaudos vinculados al lugar donde caiga la cosa, por lo que
resulta aplicable a quienes transiten o se encuentren en un terreno no sujeto a servidumbre de
tránsito, siempre que el tránsito o estancia sean legítimos. -Se alude a dos responsables: el
dueño, por su vinculación dominial con el lugar del que ha partido la fuerza dañadora, y el
ocupante, en cuanto es la persona que ostenta el control del lugar.
-Eximentes: se libera quien demuestre que no participó en la producción del daño. Ello significa
el establecimiento de una presunción en favor de la víctima que ha sufrido el daño por la caída
de una cosa desde un edificio, de que los autores son los ocupantes y de que los dueños deben
responder de manera solidaria con aquéllos. Esa presunción se extingue si el determinado autor
prueba que no participó en la producción del daño. De lo dicho surge claramente que este tipo
de responsabilidad es objetiva y que el eximente se encuentra en la causalidad y no en la falta
de culpa. Se exime el sindicado como responsable acreditando que su inmueble no se encuentra
en la parte de la cual provino la cosa que ocasionó el daño. -La identificación del sujeto
causante del daño determina que deje de ser un supuesto de responsabilidad colectiva.

*ART 1761. Autor anónimo - Si el daño proviene de un miembro no identificado de un grupo


determinado responden solidariamente todos sus integrantes, excepto aquel que demuestre que
no ha contribuido a su producción".
-La causalidad es alternativa; el daño deriva de una o más conductas individuales cuya
identificación no es posible, pero cuyos autor o autores están dentro de un grupo determinado
de personas. Es decir que ello se aplicará a los supuestos en los que se haya producido un daño
que sólo pudo tener por autor a uno o más miembros de un grupo determinado que no
desarrollara una actividad peligrosa para terceros. -Todos los integrantes del grupo responderán
solidariamente, a excepción de aquellos que demostraran que no han contribuido a la
producción del daño
-El grupo se establece por medio del examen del nexo causal desde el daño hacia los autores
probables, que debe ser acreditado por el damnificado; se trata de una responsabilidad instituida
a favor de la víctima sobre la base de una relación causal que sólo permite llegar al grupo de
autores probables, pero no admite llegar al autor concreto. -La responsabilidad es objetiva y se
exime de responder quien demuestre que no contribuyó en la producción del daño.

*ART 1762 Actividad peligrosa de un grupo - Si un grupo realiza una actividad peligrosa para
terceros, todos sus integrantes responden solidariamente por el daño causado por uno o más de
sus miembros. Sólo se libera quien demuestre que no integraba el grupo. En un sentido jurídico,
el grupo deber ser, además de una realidad numérica, una realidad cualitativa; no consiste en la
mera yuxtaposición de personas, pues media "pertenencia" de cada una al conjunto a través de
un lazo de cohesión, más o menos definido. Es decir, además de pluralidad se requiere cierto
nivel de interacción o comunicación (voluntaria o subconsciente) que posibilita, así sea de
manera virtual, una suerte de influencia, control o contagio recíproco. Surge entonces una
"unificación" o "legitimación" o "ligamen" entre los integrantes, que autoriza a imputar a todos

Florencia Cordoba Baigorri| EFIP 2 33


el factor de riesgo que el grupo genera. Puesto que, a través de la participación en el grupo, el
individuo participa en el riesgo descripto a la actividad colectiva.
-El presupuesto fáctico de la norma es la realización de una actividad riesgosa por parte de un
grupo de personas. La causalidad que presupone la norma es la actuación conjunta o en común
del grupo. Es decir, el daño debe derivar de una actividad peligrosa desarrollada en conjunto.
-La responsabilidad de todos los miembros del grupo es solidaria y sólo se eximirá quien
demuestre que no integraba el grupo. Esto es asi, porque no es posible acreditar la relación de
causalidad en forma directa hacia uno de los integrantes, sino que se le atribuye la
responsabilidad a la actuación grupal por ser creadora de riesgo para terceros. Se trata de un
factor objetivo de atribución.
-Por lo antes dicho, es ineficaz e indiferente la identificación de la autoria material del hecho,
porque la responsabilidad deriva de la pertenencia al grupo por sí misma. Son legitimados
pasivos todos los integrantes del grupo, quienes responden solidariamente ante la víctima.

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