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Conducion de Vehiculos Contra Incendios
Conducion de Vehiculos Contra Incendios
Pero la principal causa de estrés del conductor quizás sea el miedo a sufrir un
accidente y no llegar al destino.
Normalmente los accidentes ocurren por una cadena de causas, algunas más
importantes que otras, pero rara vez por una sola causa. Es lo que se conoce como
“Teoría del Queso Gruyere” de James Reason.
Cada loncha de queso representa una barrera. En nuestro caso, operatividad del
vehículo, capacitación del conductor, nivel de estrés, itinerario preferente, velocidad
de circulación, usuarios de la vía, meteorología, etc. Los agujeros de las lonchas
representan fallas o puntos débiles por los que puede abrirse paso el error.
Trasladado a nuestro ejemplo, revisión superficial del vehículo, ausencia de formación
continua, nerviosismo exagerado al sonar la alarma, conocimiento deficiente del
callejero, velocidad temeraria, coches con ventanas subidas y música alta, llovizna,
etc. Si el error atraviesa una loncha, lo normal es que la siguiente se lo impida, y así
sucesivamente. No obstante, a lo largo del tiempo, los agujeros cambian de tamaño y
ubicación, y cuando “casualmente” se alinean, el error los atraviesa y se produce el
accidente. 5
La Teoría del queso gruyere nos recuerda que los accidentes poco probables ocurren,
y a veces con daños irreparables para las personas.
En general, para evitar un único accidente trágico en el futuro debemos actuar sobre
decenas de detalles aparentemente irrelevantes en el presente, y eso tiene un coste
personal alto que a menudo nos cuesta asumir. Y sin embargo, a todos nos gusta
consideramos “profesionales” en nuestra labor. Pero la RAE define “profesional” como
“persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación”. Las
“capacidades” se pueden mejorar con la experiencia y la formación continua. Y la
“aplicación” se refiere al desarrollo de una aptitud proactiva durante las guardias.
Cada conductor parte de unos conocimientos, opiniones, habilidades y experiencias
previas particulares, por lo que de entre todos los consejos que se proponen habrá
algunos que compartamos y otros que no. Por ello, repito que el objeto de esta
recopilación de directrices no es adoctrinar, sino servir de punto de partida para la
reflexión, la autocrítica y la mejora. SOBRE LOS CONTENIDOS MULTIMEDIA
A lo largo del texto se ofrecen enlaces externos a documentos (Link), vídeos (►) y
grabaciones en internet. Para seguir el vínculo hacer “click” o “ctrl + click”. 6
CONOCIMIENTO Y REVISIÓN DEL VEHÍCULO
Por parte del conductor existe un trabajo previo a las salidas de emergencia que
puede tener gran trascendencia en el resultado de la intervención. Conocimiento del
vehículo Conocer las características de los vehículos es fundamental por varias
razones:
La longitud, anchura, voladizos y ejes direccionales condicionan las maniobras
posibles en pasos estrechos y giros cerrados.
La masa (Peso Nominal de Intervención) afecta a la distancia de frenado.
La altura del centro de gravedad condiciona la velocidad máxima a la que se
puede tomar una curva. Además, la altura (y los elementos transportados en la parte
superior: monitores, cestas, escaleras de ganchos, etc.) pueden ser un inconveniente
cuando se han de superar pasos bajos (puentes, parking, etc.).
El conocimiento del sistema de cambios y de los mandos de frenado, luces,
sirenas, bocina, limpiaparabrisas, parasol, etc. permite una conducción más segura y
fluida al requerir menos atención por parte del conductor a la hora de accionarlos.
Conocer los puntos ciegos de nuestros vehículos en la parte trasera, en los
laterales, y tras los retrovisores y los perfiles de cabina.