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GRECIA

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL ARTE GRIEGO


Sustentado sobre bases precedentes -artes Cicládico, Minoico y Micénico-, el Arte Griego se generó
en un contexto territorial que comprendía desde los dominios peninsulares de Grecia hasta Asia Menor,
desarrollándose cronológicamente entre el siglo XI a.C. y el I a.C. Si los artes mesopotámico y egipcio
estuvieron determinados por la religión, ligados a la naturaleza y a su civilización agraria, el arte griego,
abandonando el colosalismo anterior, se centra en el hombre y en su nueva organización social, la polis,
convirtiendo incluso sus dioses en humanos. Su concepción racional les llevó a fundamentar el proceso
de creación artística en un sistema de medidas y proporciones armónico, que conseguía el equilibrio de
todos sus elementos. Por otro lado, los autores dejan de ser siervos del rey o de la religión, para
convertirse en artistas autónomos, cuyos nombres conocemos en muchos casos, hecho que les permitió
introducir cambios en los estilos y promover su desarrollo, convirtiendo el arte griego en un proceso
dinámico que sigue un incesante itinerario evolutivo. La armonía compositiva, unida al virtuosismo
técnico de los artistas, dio lugar al concepto de belleza clásica, muy imitada posteriormente.

¿QUÉ ES EL CLASICISMO?

Cuando hablamos de arte clásico estamos haciendo referencia principalmente a las obras artísticas
realizadas por los artistas griegos de la Antigüedad y posteriormente por los romanos. Son por tanto los
griegos los verdaderos artífices de este nuevo fenómeno que denominamos arte clásico, ya que
realmente los romanos actuaron como continuadores de esa forma de entender el arte iniciada por los
griegos. Fueron ellos, los romanos, los que por ello mismo lo denominaron clasicus, que quiere decir,
digno de imitar.

EL ARTE COMO BELLEZA

Pero qué tiene de especial el clasicismo. Algo debe de tener, cuando a lo largo de los siglos ha
habido muchos momentos en que los artistas de muy diferentes épocas se han fijado en aquel arte
clásico antiguo como motivo de inspiración de sus obras. Sin duda su calidad extraordinaria, pero
también y por encima de todo, el haber establecido de una manera muy clara lo que debía considerarse
bello y lo que no. El arte para muchas personas es principalmente belleza, y para los artistas griegos
también, de ahí la importancia de su aportación. Así que aquí está tal vez la clave de su éxito: su
concepción de la belleza. Para los artistas griegos de la antigüedad, la belleza es elegancia, la belleza es
armonía, la belleza es equilibrio, la belleza es proporción. La belleza es todo aquello que serena nuestra
vista al mirarlo porque prevalece una sensación de sosiego, de sencillez, de mesura. Lo notamos así
cuando contemplamos sus edificios, especialmente sus templos, cuando admiramos sus esculturas, sus
piezas de cerámica...Es una característica del arte griego que lo hace inconfundible.

EL ARTE COMO MEDIDA HUMANA

El clasicismo también es un arte que nos parece familiar y próximo porque toma como referencia de
sus obras las cosas reales que nos rodean, los sentimientos y las acciones de los hombres y las escalas
pequeñas en sus construcciones y esculturas. Es un arte hecho a nuestra medida, a la medida del
hombre: primero porque huye de utilizar tamaños colosales, y segundo porque sus temas nos resultan
tan cercanos y tan comprensibles. Tal vez por todo lo dicho entendamos ahora el éxito que durante
siglos ha tenido este estilo artístico: su calidad, su sentido de la belleza, su realismo, su capacidad para
explicar la naturaleza del hombre, su escala humana, han sido aspectos que en todas las épocas se han
entendido y se han apreciado con facilidad. De ahí que siga siendo hoy una referencia universal.

LA HERENCIA CLÁSICA EN ROMA


Cuando los romanos invadieron Grecia, comprendieron antes que nadie la importancia de aquel arte
extraordinario. Se llevaron obras, se llevaron artistas, imitaron cuanto pudieron y poco a poco le fueron
dando ellos también un sello y una personalidad especiales. El arte griego y el arte romano se
difundieron con facilidad por el Imperio romano y alcanzaron tal importancia en todos los territorios
conquistados, que a partir de entonces se convirtieron en un arte universal para todos, que servía de
referencia por su calidad y su divulgación. Tal fue su importancia, que desde entonces fue durante siglos
el arte a imitar, el arte que por eso mismo, todos llamaron arte clásico.

LOCALIZACIÓN

La civilización griega encuentra sus primeras manifestaciones artísticas en las islas Cícladas y en la
Isla de Creta, donde se originará la llamada cultura minóica. Desde aquí la civilización griega se
extenderá por el continente y en concreto a la Península helénica, en la que se desarrollará la cultura
micénica y posteriormente surgirá con todo su esplendor el pleno clasicismo griego. Sin embargo, el
arte griego no se limita a este espacio que coincide aproximadamente con las fronteras de la actual
Grecia. Los griegos desarrollaron una intensa actividad comercial a lo largo y ancho de todo el
Mediterráneo que les llevó a fundar colonias en lugares tan alejados como la Península Ibérica o el sur
de Italia. Allí también floreció el arte griego y por ello son igualmente centros importantes de actividad
artística durante este periodo y son por ello yacimientos importantes de restos arqueológicos de este
periodo. Así al ámbito central de la Península helénica y del Mar Egeo, hay que añadir como zonas de
expansión del arte griego toda la costa Jónica, la Magna Grecia (sur de Italia) el sur de Francia y buena
parte de la costa mediterránea española.

ARTE CICLÁDICO

En pleno Mar Egeo un grupo de pequeñas islas como Naxos, Delos, Paros o Milo
constituyen las llamadas Islas Cícladas. Es allí donde se producen las primeras
manifestaciones artísticas conocidas de la cultura helénica. Datan del III milenio a. C., y sorprenden por
su extraordinaria belleza y simplicidad. Se trata de pequeñas estatuillas o ídolos que posiblemente
tendrían una función religiosa a modo de ofrenda, o lo que es lo mismo de exvoto. Su sencillez reduce
sus formas y detalles a la mínima expresión, pero es este esquematismo, esta capacidad de abstracción,
lo que las hace tan bellas y expresivas, y también lo que atrajo sobre ellas la atención de los artistas
contemporáneos. Arpista sentado, III Milenio, Metropolitan, Nueva York.

ARTE MINOICO

Si bien el arte de las Islas Cícladas no llegará a tener una influencia


determinante en el arte griego posterior, si la tendrá el arte que se desarrolla en
la isla de Creta y que denominamos arte Minoico. Se desarrolla éste a lo largo
de un amplio periodo en plena Edad del Bronce, entre el 3000 y el 1100 a. C.
También se trata de un arte peculiar y sorprendente, enriquecido gracias al
intercambio cultural que proporciona una civilización marítima y comercial como era la cretense. Palacio
de Cnossos, h. 1500 a. C., Creta, Grecia.

ARTE MINOICO: APORTACIONES ARTÍSTICAS


En su aportación a la Historia del Arte destacan tanto sus manifestaciones plásticas en el campo de la
escultura o la pintura, como también sus obras en el ámbito de la arquitectura. Sobre todo sus famosos
palacios laberínticos, cuyo descubrimiento constituyó uno de los acontecimientos arqueológicos más
asombrosos de comienzos del siglo XX. En cuanto a sus piezas escultóricas son en su mayoría pequeñas
figuras femeninas con una clara finalidad de culto a la fecundidad. Más sorprendentes resultan las
pinturas murales realizadas al fresco. Resultan de una gran calidad técnica y alegran la vista del
espectador por la vivacidad de sus colores, sus temas desenfadados y la claridad de sus imágenes.
Palacio de Cnossos, h. 1500 a. C., Creta, Grecia.

ARTE MICÉNICO

A finales del II milenio, la civilización minoica se verá progresivamente sustituida en su hegemonía


sobre el territorio por otra civilización, impulsada en este caso por gentes procedentes de la Grecia
continental. Se trata de los aqueos, que dan lugar a la cultura Micénica, que de hecho se desarrolla ya
en la Península helénica. Aunque en algunos aspectos más tosca y menos brillante que la minoica, la
civilización micénica se aproxima mucho más a los aspectos que vendrán a definir el arte griego
propiamente dicho. Sus restos se encuentran en las ciudadelas de Micenas, Argos o Tirinto, y si el
descubrimiento de la civilización minoica se debe a Arthur Evans, el hallazgo de Micenas y de la
cultura micénica está ligada para siempre a la figura del arqueólogo alemán, H. Schliemann que la
descubre en 1876, dos años después de haber encontrado la mítica ciudad de Troya. Entre sus
manifestaciones artísticas más singulares destacaríamos la existencia de fortificaciones amuralladas en
lo alto de las ciudadelas (acrópolis); la existencia de tumbas muy características en forma circular
(imagen), con un corredor de acceso y cubiertas bajo tierra y vegetación; o la aparición del Megaron,
edificio con finalidad política y religiosa, precedente inmediato de los primeros templos griegos.
Ejemplos de esto serían la Puerta de los Leones, entrada a la Acrópolis de Micenas; el Tesoro de Atreo,
un tholos o tumba circular, o la llamada Máscara de Agamenón, en realidad un máscara funeraria de las
que era habitual utilizar en los enterramientos de la época, pero que Schliemann confundió con la del
mítico rey de Micenas, protagonista de la guerra de Troya.

PRINCIPIOS CONSTRUCTIVOS: SENCILLEZ Y RACIONALIDAD

La arquitectura griega se basa en una serie de principios constructivos permanentes:

 En primer lugar, conciben, en efecto, la arquitectura, para ser contemplada, más que vivida; para
ser vista desde el exterior, como si se tratara de una enorme escultura y no como un espacio
cerrado.

 En segundo lugar, se trata de una arquitectura tremendamente sencilla, que consta de elementos de
sostén y de elementos horizontales de cierre.

 En tercer lugar, es una arquitectura basada en la racionalidad, porque esa es también la mentalidad
de los griegos de la época. Por ello mismo conciben el edificio como número, como una medida,
que les permita alcanzar ese ideal de proporción y de armonía que, como vimos, constituyen su
concepto de bella.

PRINCIPIOS CONSTRUCTIVOS: ORDEN Y PERFECCIÓN

La concepción racionalista de la arquitectura lleva inevitablemente al orden y a la


perfección. Del primer aspecto son buena muestra las estructuras perfectamente
simétricas que caracterizan sus edificios, y del segundo su criterio de perfección técnica. Por ello
mismo, la perfección es también para los griegos, belleza: lo bien hecho, lo bien acabado, lo bien
decorado. Este perfeccionismo explica algunas peculiaridades de la arquitectura griega, como el preciso
ajustados de su bloques de piedra, el pulido escrupuloso de sus muros, y sus famosos reajustes ópticos,
según los cuales, arqueaban ligeramente las piezas horizontales e inclinaban también las columnas de los
extremos del edificios para que el ojo humano, que por naturaleza tiende a ver las líneas rectas
combadas, las apreciara totalmente rectilíneas.

PRINCIPIOS CONSTRUCTIVOS: ESCALA HUMANA


La arquitectura griega evita las construcciones colosales o de grandes dimensiones que
caracterizaban el modo de construir de otros pueblos. Los griegos prefieren una escala más
reducida, acorde con el mundo real que rodea a los hombres. Por ello desarrollan una escala
humana en sus construcciones, llegando incluso a utilizar medidas humanas de proporcionalidad.
Así, también en la arquitectura, el hombre se convierte en medida de sus obras. Templo de
Segesta, Sicilia, Italia, s. V a. C.

LOS ÓRDENES

Una de las aportaciones de más éxito y difusión que tuvo la arquitectura griega fue la creación de
sus famosos órdenes arquitectónicos. Los órdenes son un modo de organizar el edificio y decorarlo de
una manera determinada. Son la prueba de ese sentido del orden y la racionalidad griegas, porque a
través de los órdenes disponen de una fórmula inalterable de construir y decorar sus obras. A lo largo
del tiempo se llegaron a desarrollar tres órdenes: Dórico, Jónico, Corintio.
El Dórico. Aparece ya en el siglo VII a. C. como una trasposición a la piedra de las primeras
formas constructivas hechas en madera.
El Jónico. Se desarrolla en Jonia a partir del siglo VI a. C.
El Corintio. Empieza a utilizarse a partir de mediados del siglo IV a. C.

DÓRICO JÓNICO CORINTIO

EL TEMPLO GRIEGO

De todos los edificios construidos a lo largo del arte griego, el templo es el más importante y el más
difundido sin ninguna duda. No sólo porque la religión ocupa una parte sustancial de la cultura de este
pueblo, sino porque el templo constituye uno de los elementos comunes de la cultura y la civilización
griega en cualquiera de las polis independientes en que se dividía la antigua Grecia. Se trata por tanto
del edificio más característico de la arquitectura griega. Por ello refleja perfectamente todas las
características que definían su singular forma de construir. CALICRATES, Templo de
Atenea Niké, Acrópolis, Atenas, 421-420 a. C.

EL TEMPLO GRIEGO: SENCILLEZ Y RACIONALIDAD


La principal característica del templo griego es su sencillez constructiva. Los templos se dibujan
sobre una planta rectangular y constan de tres habitaciones: Una primera estancia, que sirve de entrada
o antesala, llamada pronaos; el santuario a continuación, donde solía colocarse la estatua de la
divinidad a la que estaba dedicado el templo: se le denomina naos o cella; y una pequeña habitación al
fondo del templo, que servía para guardar las reliquias y tesoros que poseía el templo, el opistódomos.
Su sentido de la racionalidad conlleva criterios de proporcionalidad y simetría, cuyos elementos
constructivos se disponen y se decoran de forma inalterable a través de los órdenes clásicos.ICTINOS
Y CALICRATES, Partenón, Acrópolis, Atenas, 448-437 a. C.

EL TEMPLO GRIEGO: LA COLUMNA

Es además una arquitectura hecha a la medida del hombre, en la que la disposición de las
columnas que sirven de apoyo al edificio, resultan doblemente importantes: primero porque sirven de
medida de proporcionalidad a todo el edificio; en segundo lugar porque su tamaño es proporcionado al
del hombre, y en tercer lugar porque son las piezas más visibles del templo. Tratándose de un edificio
para ser visto desde fuera, la colocación de las columnas tendrá una relevancia especial. ICTINOS Y
CALICRATES, Partenón, Acrópolis, Atenas, 448-437 a. C.

EL TEMPLO GRIEGO: CLASIFICACIÓN

Las columnas son el elemento que permite clasificar los distintos tipos de templos. Esta
clasificación se realizará según dispongan las columnas alrededor de todo el perímetro del templo
(períptero), doble fila alrededor de todo el perímetro (díptero), sólo en una fachada (próstilo), o en las
dos fachadas (anfipróstilo). Igualmente, se clasifican también según el número de columnas que
presentan en la fachada: seis (exástilos) ocho (octástilos), etc.

DÍPTERO PRÓSTILO ANFIPRÓSTILO

LA ACRÓPOLIS DE ATENAS: ORIGEN

La Acrópolis es una colina natural que por su fácil


acceso fue desde época neolítica un lógico asentamiento de población. En época micénica se fortificó
convenientemente y alojó el palacio de los reyes, y ya en el siglo VI a. C., gobernando Solón, se
trasladó a este lugar el ágora y con ello los principales templos de la ciudad, convirtiéndose a partir de
entonces en un lugar sagrado por su carácter religioso. No obstante, será a finales de ese mismo siglo
VI a. C., cuando con el gobierno del tirano Pisístrato comience el verdadero embellecimiento de la
Acrópolis ateniense: se construyó un primer propíleo o entrada monumental a la ciudad, se amplió el
viejo templo de Atenea, se impulsaron los rituales de las fiestas y procesiones panateneas, precisamente
hacia la Acrópolis y poco a poco se fue multiplicando en la explanada la construcción de edificios y
templos

LA ACRÓPOLIS DE ATENAS: ESPLENDOR

La segunda gran etapa de embellecimiento y remodelación de la Acrópolis


de Atenas se produce durante el gobierno de Pericles en el siglo V a. C. Las
guerras contra los persas habían arrasado la mayoría de los edificios de la
colina y era necesario remodelarla. Además, la importancia adquirida entre las
demás polis por la ciudad de Atenas y su enriquecimiento posterior, permitió a
Pericles desarrollar un amplio programa de obras. Entre las más importantes
destacan los Propíleos; el templo de Atenea Niké, en una esquina delante de
los Propíleos; el Erecteion, en un desnivel del terreno frente a uno de los lados
largos del Partenón, y el Partenón, dominando todo el entorno. A ellos se
añadieron otros muchos edificios menores que habían de servir a los servicios religiosos de todos los
templos de la explanada.

LA ACRÓPOLIS DE ATENAS: PRINCIPALES EDIFICIOS

PARTENÓN

Construido entre el 447 y el 432 a. C., por Ictino y Calícrates. El programa


escultórico corresponde a Fidias. Dedicado a Athenea Parthenos, es de
orden dórico, con disposición octástila y períptera, e interior dividido en proanos, naos y opistodomos.

ERECTEION
Atribuido a Mnesikles y levantado entre el 421 y 424 a. C.
De orden jónico, destaca por la originalidad de su planta que se
adapta a la orografía del terreno y por la belleza del pórtico de
las Cariátides.

PROPÍLEO
Entrada monumental de la Acrópolis, de orden dórico y con estructura en
forma de H, fue construida entre los años 437 y 433 a. C., por el arquitecto
Mnesikles.

TEMPLO DE ATENEA NIKÉ


Proyectado por Calícrates y construido entre el 427 y 424 a. C. Templo de
orden jónico, tetrástilo y anfipróstilo, que se levanta en una pequeña terraza
situada junto a los Propíleos, dominando el acceso desde la ciudad a la
Acrópolis.
ARQUITECTURA HELENÍSTICA

La etapa histórica que denominamos Helenismo constituye un largo periodo artístico cuyo inicio
coincide con la muerte de Alejandro Magno, en el año 323 a. C. Justo en ese momento el inmenso
imperio que había sido capaz de conquistar, desde Grecia hasta la India, se divide en numerosos reinos
independientes. No obstante todos tienen algo en común, la herencia griega que Alejandro había dejado
en todos los territorios conquistados. Herencia griega que se aprecia en la lengua, la religión, la cultura
y por supuesto en el arte. Aun con todo, el arte helenístico no será exactamente igual al arte griego del
pleno clasicismo. También hay influencias propias de los lugares que se habían conquistado y por ello
se dice que hay una mezcla en el arte helenístico de elementos griegos y de elementos orientales,
propios de los territorios asiáticos que Alejandro había conquistado. En el apartado de la arquitectura
esa influencia oriental se nota sobre todo en que se pierde buena parte de la obsesión griega por la
proporción y la sencillez, y que, por el contrario, hay una mayor tendencia por la grandiosidad, la
monumentalidad y el colosalismo.

URBANISMO: EL PLANO HIPODÁMICO

Un aspecto singular de las ciudades griegas es la aparición de un modelo de diseño urbanístico a


partir del siglo V a. C., basado en la disposición perpendicular de las calles, formando como una malla
o retícula cuadrada, y partiendo de un centro urbano denominado ágora en el que se concentrarían los
edificios e instituciones más importantes. Su autor es Hipodamos que experimenta dicho plano en la
ciudad jonia de Mileto. Desde entonces y sobre todo en época helenística, este tipo de organización
urbana se extiende por muchas polis. Este tipo de plano tiene sus ventajas: las manzanas cuadradas y
las calles rectas y perpendiculares hacen más fácil el tránsito y más cómoda la comunicación. Es
además una ciudad más igualitaria ya que no existe ningún lugar más importante que otro puesto que
todos son iguales, por lo que se considera también una ciudad más democrática. Así, este modelo
urbano llamado desde entonces también Hipodámico en honor de su autor, es sinónimo de planificación
y ejemplo de la ciudad racional y perfecta postulada por Aristóteles.

URBANISMO: EL ÁGORA

El ágora, en el centro de la ciudad, concentra la parte más importante de la misma: en realidad se trata
de una amplia plaza adornada con estatuas y fuentes, donde se desarrollaba toda la actividad comercial y
política de la ciudad, y donde se realizaban también las manifestaciones festivas. Entre sus construcciones
más importantes destacaba el Bouleuterion, edificio destinado a la Boulé o Consejo de los Quinientos; el
Pritaneo, lugar de reunión de los magistrados y donde se guardaba el fuego sagrado de Hestia, diosa del
Hogar; y la Stoa, amplia galería porticada que servía para el intercambio comercial, a veces podía tener
función judicial y era siempre un marco de paseo ciudadano.

ESCULTURA

PRINCIPIOS BÁSICOS

La escultura alcanza en el arte griego una extraordinaria importancia. Es un elemento primordial en


su decoración arquitectónica y resulta un modelo ideal para desarrollar todos los principios ya
estudiados que definen su sensibilidad artística. El arte griego, como ya sabemos, es un arte de la
belleza, de la armonía y del hombre, y es en el campo de la escultura donde mejor se pueden reproducir
esas ideas.
Pero tal vez la grandeza de la escultura griega y la razón de que haya perdurado como un ejemplo
universal a lo largo de los siglos se deba a que sus obras pretendían algo más que decorar. Con la
escultura los griegos hicieron el esfuerzo de recrear al Hombre perfecto. Nunca como en este periodo
el género humano se ha mirado más sobre sí mismo buscando lo mejor de nosotros, buscando nuestra
perfección.
LA PERFECCIÓN COMO BELLEZA

Conociendo a los griegos como ya los conocemos después de estudiar su arquitectura, ese
hombre perfecto sería para ellos lo mismo que el hombre bello. Y conociendo como
conocemos sus gustos, el hombre perfecto y bello será ante todo una imagen
proporcionada y en armonía. Pero no basta sólo con el aspecto meramente externo de la
escultura. El hombre perfecto debe serlo también en el ámbito de sus sentimientos y
emociones, y por tanto eso debe reflejarse también en sus esculturas. El Hombre perfecto no se dejará
doblegar por las emociones y los sentimientos, y por tanto siempre manifestará una actitud serena y
equilibrada también en lo espiritual. Se dice entonces que es una escultura idealizada. MIRÓN,
Discóbolo, Museo Vaticano, Roma, s. V a. C

PERIODO ARCAICO

Las primeras manifestaciones escultóricas del arte griego tienen una clara función
religiosa, y al parecer eran pequeñas estatuillas de madera llamadas xoanas.
Posteriormente, la decoración de los templos ya obliga a la realización de esculturas en
piedra pues en piedra eran los templos. Se esculpen entonces los relieves de metopas,
frisos, frontones, etc. El paso siguiente consistirá en hacer esculturas a partir de un bloque
de piedra independiente.Al principio, esas primeras esculturas suponen grandes retos para
sus autores. Esas dificultades se manifiestan por ejemplo en que son muy rígidas, porque
aún mantienen la forma del bloque de piedra del que se han tallado, y por lo mismo no
manifiestan ninguna sensación de movimiento. Estas primeras piezas realizadas alrededor
del siglo VI a. C. se llaman Kurós, los varones y Korés, las mujeres.Kourós de Milo, M.
Arqueológico, Atenas, 550-540 a. C.

PLENITUD CLÁSICA

El paso siguiente coincide con la llegada del siglo V a. C. que, como ya hemos visto,
supone tantos cambios importantes en el arte griego. También en la escultura, que
progresivamente va mejorando su nivel técnico y consigue que sus figuras rompan con la
rigidez y la sensación de bloque de kurós y korés. Es el periodo que se denomina Severo, y
que ya está iniciando claramente las características de la escultura plenamente clásica del
arte griego. Ese momento de plenitud clásica se consigue, al igual que había ocurrido con
la arquitectura, en esa fase de esplendor que alcanza Atenas a mediados del siglo V a. C. Coinciden en ese
momento y en ese lugar los mejores escultores del momento: Mirón, Fidias y Policleto, que otorgan a sus
obras todas las características que por fin llegan a definir al Hombre perfecto. POLICLETO, Diadumeno,
M. Arqueológico, Atenas, 430-420 a. C

CLASICISMO TARDÍO

Pero Atenas también tendrá su decadencia. La segunda mitad del siglo V a. C., se
tambalea su autoridad sobre las demás polis, y además su entrada en guerra con su rival
Esparta le acarreará la derrota y con ella, la crisis. El optimismo de la etapa anterior se
trastoca en una fase más pesimista que se refleja en la producción artística. El clasicismo
pleno había impuesto una norma, un canon, que resulta un ideal de perfección y belleza y
que por ello mismo parecía inmutable. Pero ahora todo se pone en duda, y el canon
también: las figuras se estilizan y alargan sus medidas, rayando en la desproporción, se
acentúa el movimiento y se buscan sensaciones de desequilibrio que rompen la armonía.
Sólo el idealismo de las expresiones se mantiene. Esta es la época
llamada del Clasicismo tardío. Sus principales protagonistas son
Praxíteles, Scopas y Lisipo. PRAXITELES, Apolo sauróctono, h. 360 a. C.

HELENISMO
El cambio definitivo se producirá cuando las polis pierdan su libertad bajo la autoridad de Alejandro
Magno. Como ya vimos en el capítulo dedicado a la arquitectura, coincide esta nueva etapa con el
periodo artístico del Helenismo. El cambio que se produce en la escultura es también muy profundo: no
sólo se rompen definitivamente los principios clásicos de armonía proporción y equilibrio, sino que
también cambian los temas, ahora muy variados y sencillos, y lo que resulta más novedoso, la expresión
gestual. Se abandona por fin el idealismo tan característico de la escultura griega y se sustituye ahora por
una postura más exagerada y gesticulante. Se dice por ello que es una escultura mucho más
expresionista.APOLLONIOS y TAURISKOS, Toro Farnesio, M. Nacional, Nápoles, h. 130 a. C.

LA TÉCNICA DEL TRABAJO EN BRONCE

Todos los bronces griegos se fundían probablemente mediante alguna forma de proceso de
cera perdida. En el vaciado por el procedimiento directo de la cera perdida, se construye un
núcleo o alma de arcilla con una armazón metálica, y su superficie se acaba en cera con el
espesor que se quiera dar a la estatua. A continuación se añade una cubierta de barro, unida
al núcleo por medio de varillas de bronce. El espacio que deja la cera derretida lo ocupa el
bronce fundido. El molde se desprende del bronce solidificado, los extremos de las varillas
se sierran, se arreglan las imperfecciones y finalmente se limpia la superficie. A pesar de
que la mayor parte de los detalles se realizaban sobre el modelo, podían terminarse con el cincel sobre el
bronce frío. En el método indirecto, el modelo puede ser de cualquier material. Alrededor de él se hace
un molde de piezas desmontables, en las que se modela o vacía un molde de cera, rellenándolas a
continuación con lo que constituirá el núcleo. El bronce se trabaja después como en el método directo. Se
retiran las piezas del molde, y en principio pueden ser utilizadas de nuevo para la realización de otra
estatua idéntica, pero existen pocas pruebas de que así se hiciera en Grecia. Auriga de Delfos, M. Delfos,
s. V a. C.

LA TÉCNICA DEL TRABAJO EN PIEDRA

Respecto de la figura dice R. Wittkower : “Los perfiles de una figura como ésta revelan la forma que tenía
el bloque original. Frente a la obra ya terminada tenemos una seguridad aún mayor de que, mientras
trabajaba en la parte anterior, en la posterior y en los lados, el escultor tuvo que orientarse en todo
momento por las figuras que antes de empezar dibujara en el bloque: al enfrentarse a cada una de las
caras de sus estatuas, el escultor griego de esta época razonaba como un delineante (...). La consecuencia
es que la estatua tiene necesariamente cuatro vistas bien diferenciadas (...) Una figura así está lejos de ser
una obra realista en el sentido moderno de este término, pese a lo cual posee una asombrosa vitalidad,
esta rebosante de la energía de la vida. Tiene además una superficie de calidades suaves y cálidas, casi
aterciopeladas. Ello se debe no solamente a las características del mármol griego, sino también (...) a las
infinitas muescas producidas por el puntero que, aunque luego se las suavice por medio de abrasivos,
crean, por así decirlo, una serie de vibraciones bajo la superficie, que evocan la sensación de una piel
palpitante.

SOLUCIONES PLÁSTICAS: COMPOSICIÓN

A lo largo de la historia de la escultura griega se investigaron diferentes soluciones plásticas.


Podríamos establecer un mínimo de cuatro apartados para aprender las más utilizadas y más
logradas por los escultores clásicos de la antigua Grecia: la composición, la luz, el
movimiento y la expresión. De algunos, ya se ha hablado, por ejemplo hemos insistido en
la importancia del contraposto, como una forma de disposición de todas las partes de la
figura para lograr la perfecta simetría y equilibrio de la figura. Será por tanto la forma de
composición más utilizada y más característica de la escultura de esta época PRAXITELES,
Hermes con Dionisos Niño, s. IV a. C.

SOLUCIONES PLÁSTICAS: LUZ


La luz se utiliza en la escultura buscando principalmente contrastes de luminosidad y sombra, lo que es
un forma de darle a la imagen algo de vivacidad y movimiento. En la mayoría de las ocasiones el recursos
para conseguir este efecto se consigue a través del trabajo sobre los pliegues de los ropajes o paños de las
figuras. Además con ellos se consiguen otros efectos complementarios, porque las líneas de las arrugas o
la caída de los pliegues contribuye a crear ritmo en el conjunto de la pieza, lo que también influye en la
sensación final de movimiento que transmite la figura. Una técnica especial, utilizada inicialmente por
Fidias y sus seguidores, pero que seguirá utilizándose con éxito en épocas posteriores es la denominada
de paños mojados, utilizadas en representaciones femeninas y en la que las telas, muy delgadas y suaves,
se adhieren al cuerpo como si realmente se hubieran mojado. Con ello aumenta considerablemente la
sensación de sensualidad y delicadeza que adquieren las figuras.

SOLUCIONES PLÁSTICAS: MOVIMIENTO

El movimiento se consigue, como hemos visto, de muy diversas formas: a través de


la propia composición, de los contrastes de luz, del juego de pliegues en los paños...
Pero tampoco son los únicos. A veces, se trata de obtener una sensación de movimiento
transmitiendo el efecto de la instantaneidad, es decir de captar el tiempo detenido, lo
que aunque parezca paradójico, también refleja el desarrollo de una acción. MIRÓN,
Discóbolo, Palacio Vecchio, Florencia, s. V a. C.

SOLUCIONES PLÁSTICAS: EXPRESIÓN

Por último se ha hablado igualmente de la expresión. Y se ha insistido en que la escultura griega se


caracteriza precisamente por el idealismo de su expresión gestual. No obstante, el cambio que en muchos
aspectos representó el movimiento helenístico también se notó en la expresividad. Las representaciones
aumentaron su realismo y exageraron su dramatismo, dándole por ello un carácter expresionista a la
escultura de este periodo. A partir de ese momento se advierte una doble opción en la representación del
carácter: el ethos y el pathos. El primero, representa el estado normal de una persona, su modo de ser
habitual y también aquel que se manifiesta en la persona por la educación y el dominio de sí mismo que
deben presidir nuestras acciones. El pathos, por el contrario, alude a la manifestación espontánea de los
sentimientos y pasiones, sin que nada reprima su expresión. La escultura griega clásica se identifica con
el ethos. Es ya con el helenismo cuando el pathos, también se introduce en la expresión gestual.

CERÁMICA: PERIODO GEOMÉTRICO

La cerámica griega adquiere una importancia considerable en el estudio de la evolución artística de


Grecia, no sólo por la calidad de las piezas y la antigüedad de las obras conservadas, sino porque
además resultan un buen testimonio de las características plásticas del arte griego, que de otra manera
no podemos estudiar al haberse perdido casi en su totalidad toda su pintura. Los restos más antiguos
aparecen después de los llamados siglos oscuros, esa época de la Historia de Grecia, entre los siglos
XII al IX a. C. de la que prácticamente lo desconocemos casi todo. Por tanto, las piezas más antiguas
que llamamos del Periodo Geométrico, se desarrollan entre los siglos IX y VIII a. C. Su valor aumenta
si tenemos en cuenta que apenas tenemos restos artísticos griegos de esta época en ninguna de las otras
artes. La enorme expansión de la cerámica en esta época tiene que ver con la propia expansión
comercial de sus gentes. Estas primeras piezas se caracterizan por una decoración de motivos
geométricos (sobre todo grecas, o líneas quebradas o espirales cuadradas) intercalados con otros de
animales.

CERÁMICA: FIGURAS NEGRAS Y FIGURAS ROJAS

Más adelante, a partir del siglo VIII a. C. se inicia una nueva etapa denominada de
Figuras Negras. Aumentan las formas de las piezas, se multiplican los elementos
decorativos en los que ya aparece la figura humana y sobre todo se perfecciona la
técnica, cuya mayor novedad es la representación de las figuras en siluetas negras destacadas sobre el
fondo claro del barro. Su difusión es enorme y su éxito se prolonga durante siglos No obstante, a partir
del siglo VI a. C. empieza a introducirse una técnica inversa a la anterior, en la que el fondo se cubre de
negro y se destaca a las figuras por su color rojizo del barro. Es por eso que se denomina a esta etapa de
Figuras rojas. También adquiere una mayor delicadeza en los detalles y más complejidad en la
distribución y composición de figuras y motivos. Pintor de Meleagro, Ánfora, Atenas, s. IV a. C.

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