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Poesías

POESÍAS
ADORO TE DEVOTE
TE ADORO CON DEVOCIÓN, ¡Oh, memorial de la Muerte del Señor!
Divinidad oculta, verdaderamente escondido Pan vivo que da la vida al hombre:
bajo estas apariencias. concédele a mi alma que de ti viva,
A ti se somete mi corazón por completo, y que siempre saboree tu dulzura.
y se rinde totalmente al contemplarte.
Señor Jesús, bondadoso pelícano,
La vista, el tacto, el gusto, se equivocan sobre ti, límpiame, a mí inmundo, con tu sangre,
pero basta con el oído para creer con firmeza. de la que una sola gota puede liberar
Creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: de todos los crímenes al mundo entero.
nada es más cierto que esta palabra de Verdad.
Jesús, a quien ahora veo oculto,
En la Cruz se escondía sólo la divinidad, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío:
pero aquí también se esconde la humanidad; que al mirar tu rostro ya no oculto
creo y confieso ambas cosas, sea yo feliz viendo tu gloria.
pido lo que pidió el ladrón arrepentido. Amén.

No veo las llagas como las vio Tomás, SANTO TOMÁS DE AQUINO
pero confieso que eres mi Dios;
haz que yo crea más y más en Ti,
que en Ti espere; que te ame.

¿QUÉ QUIERES? A NUESTRA SEÑORA

¿Qué quiero, mi Jesús?... Quiero quererte, Si el instrumento de mis labios templo


quiero cuanto hay en mí, del todo darte para cantaros, Virgen especiosa,
sin tener más placer que el agradarte, obra de Dios tan única y dichosa,
sin tener más temor que el ofenderte. que sola vos de vos sois vivo ejemplo,

Quiero olvidarlo todo y conocerte, enmudece la voz porque os contemplo


quiero dejarlo todo por buscarte, la Madre de Dios Hijo, la Hija hermosa
quiero perderlo todo por hallarte, del Padre, del Espíritu la Esposa,
quiero ignorarlo todo por saberte. y de los tres sagrario, claustro, templo.

Quiero, amable Jesús, abismarme Toda la Trinidad os perfecciona,


en ese dulce hueco de tu herida, tanto que si en los tres caber pudiera
y en sus divinas llamas abrasarme. persona cuarta, universal persona,

Quiero, por fin, en Ti transfigurarme, vuestra deidad cuarta persona fuera;


morir a mí, para vivir tu vida, mas si no os pudo hacer cuarta persona,
perderme en Ti, Jesús, y no encontrarme. después de Dios os hizo la primera.

P. CALDERÓN DE LA BARCA P. CALDERÓN DE LA BARCA


(español 1600-1681) (español 1600-1681)

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POESÍAS


Señor, Señor, Tú antes, Tú después, Tú en la inmensa
hondura del vacío y en la hondura interior:
Tú en la aurora que canta y en la noche que piensa;
Tú en la flor de los cardos y en los cardos sin flor.

Tú en el cenit a un tiempo y en el nadir; Tú en todas


las transfiguraciones y en todo el padecer ;
Tú en la capilla fúnebre, Tú en la noche de bodas;
¡Tú en el beso primero, Tú en el beso de postrer!

Tú en los ojos azules y en los ojos obscuros;


Tú en la frivolidad quinceañera, y también
En las grandes ternezas de los años maduros;
Tú en la más negra sima, Tú en el más alto edén.

Si la ciencia engreída no te ve, yo te veo;


Si sus labios te niegan, yo te proclamaré.
Por cada hombre que duda, mi alma grita: “Yo creo”
¡y con cada fe muerta, se agiganta mi fe!

AMADO NERVO
(nicaragüense 1870-1919)

A LA VIRGEN DE LOS TREINTA Y TRES


(Patrona del Uruguay)

¡Viva la Virgen que en nuestra mañana, Sobre esta tierra la Virgen impera.
Nuestra bandera, la recién nacida, Hoy todo el cielo es nuestra bandera.
Flameante a sus pies! Como lo es el mar.
¡Viva la Virgen que en nuestra mañana, Todo lo inmenso canta nuestra gloria,
Fue de la Patria Gentil soberana, Todo lo santo guarda la memoria
Guía y capitana, La sagrada historia
De los Trienta y Tres! Del pueblo oriental.

Aunque su imagen los héroes velaron Hoy renovamos y hacemos eterno,


Firmes las armas que en triunfo llevaron Ante la Virgen, el voto paterno,
Hasta Ituzaingó. Con firme altivez.
Nuestras batallas fueron oraciones. ¡Viva la Patria que nació cristiana!
Nuestras victorias de Dios eran dones: ¡Viva la estrella de nuestra mañana,
¡Florida! ¡Misiones! Virgen soberana,
¡Sarandí y Rincón! De los Treinta y Tres!

Madre de Artigas, del viejo vidente, JUAN ZORRILLA DE SAN MARTÍN


Que en plena noche llevaba en la frente Poeta urguayo, 1855-1931. Autor de ‘Tabaré’.
Nuestro patrio sol.
Por ti la Patria es eterna y santa,
Al invocarte su gloria agiganta,
Y el salmo levanta
Que es propicio a Dios.

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Poesías
(La imagen hecha por los indios de las misiones jesuíticas, en el siglo XVIII.
El 19 de abril de 1825, treinta y tres orientales, patriotas del Uruguay, des-
embarcaron en las playas de la Agraciada para dar comienzo a las guerras
de independencia. Al llegar a Florida se dirigieron al pequeño templo don-
de se veneraba y a los pies de la Virgen colocaron el futuro de la nueva
nación. El 25 de agosto de ese año se proclamó la Independencia Nacional
y los constituyentes, después de firmar el acta de la soberanía, volvieron
ante la sagrada imagen para colocar la patria naciente bajo su amparo y
protección. Desde entonces el pueblo llamó a esta imagen “La Virgen de los
Treinta y Tres.)

LA VIRGEN VA CAMINANDO LA MADRE IV


I Hermetismo del Señor,
La Virgen va caminando, Llamé a tu puerta, Señor; duro sueño de reproches,
caminito de Belén; me contestó un angelito: ¡cómo lo ablanda la Virgen
como el camino es tan largo, -No recibe el Padre Eterno; Madre de los pecadores!
al Niño le ha dado sed. se ha dormido. Y lo suaviza en cantares,
y lo madura en favores…
La Virgen le dice al Niño; ¡Qué sueño tan largo;
-No tome esa agua, mi bien, Qué sueño, Dios mío! CONCEPCIÓN ESPINA
que esas aguas corren turbias Española, 1877-1955
y no son para beber. II
Volví más tarde a llamar; UN CUENTO
Camino para San Pedro la Virgen abrió un postigo:
Topan con un naranjel. -¿Buscas al Niño Jesús?... La Virgen María
El dueño de los naranjos Ven conmigo. penaba y sufría;
Es un ciego, nada ve. Jesús no quería
Despierto en la cuna, dejarse acostar…
La Virgen le dice al ciego: ¡qué gorjas me hizo! -¿No quieres?
-Tú, ciego, que nada ves, -No quiero.
Dale una naranja al Niño III Cantaba un jilguero;
Para que apague su sed. Ya sé cómo se vulnera sabía a romero
la celeste portería y a luna el cantar.
Contesta el ciego, y le dice: si en ella se esconde La Virgen María
-Corta las que has menester. mi Santa María. probó si podría
Mientras cortaba la Virgen, del son que venía
Más volvía a florecer. La Madre, consentidora; la gracia copiar.
el Niño, loco de risas. María cantaba,
Con la bendición, el ciego Jesús escuchaba;
Abre los ojos y ve: Ya sé que si calla el Padre José que aserraba,
-¿Quién será esta Señora cerrado a nuestra consulta, dejó de aserrar…
Que me hace tanto bien ? la Madre entorna la puerta, La Virgen María
Sin duda será María, nos llama y escucha. cantaba y reía,
Que se va para Belén. Jesús se dormía
Y de amores el Hijo balbuce de oírla cantar.
Romance litoraleño, s. XIX divinas locuras. Tan bien se ha dormido
que, el día venido,

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POESÍAS

Inútil ha sido ROMANCE DE LA FLOR SIN En su tienda estaba


gritarle y llamar. NOMBRE dormido el Señor.
Judas Iscariote,
Y… entrando ya el día, Una mañanita en muy baja voz,
comó él aún dormía, al nacer el sol, Llamó a Magdalena
para despertarle Judas Iscariote con vago temor.
¡La Virgen María al campo salió. Y díjole: -Magda,
tuvo que llorar! Por riscos y montes hazme este favor:
sin cesar vagó, dale a Jesucristo
EDUARDO MARQUINA por montes y riscos esta linda flor
Español, 1879-1946 buscando una flor: que he hallado en los montes
la flor más querida paseándome al sol.
A LA VIRGENCITA ‘EL VALLE por Nuestro Señor.
¡Pero no le digas, Magda,
Pa vos estos versos Los pies le sangraban que así llegué yo:
Magrecita ‘e Dios, grande era el dolor, muerto de cansancio,
desmechaos y rudos pero el triste Apóstol de sed y dolor!
com ió; buscando siguió ¡Dale, Magdalena,
pero emocionaos, la flor que sabía la querida flor,
aromaos y puros placía al Señor. pero no le digas
como Vos. que yo se la doy!
En hirsuta cumbre
Virgencita ‘el Valle, por fin la encontró En su tienda estaba
cunita ‘e los pobres, y en sus ojos fieros dormido el Señor.
M ‘hi dir algún día hubo un resplandor. Magda entre los dedos
quién sabe pa donde, Con sus dedos toscos tenía la flor;
y m ‘hi olvidar todo la flor arrancó y afuera, en la noche,
menos de tu nombre. y la puso cerca con hondo temblor,
de su corazón. lloraba y lloraba
Virgencita ‘el Valle, Judas de Carioth.
carita morena, Por ásperas sendas
como la cemita al pueblo tornó, ALFREDO R. BUFANO
que se hace en mi tierra. muerto de fatiga, Argentino, 1895-1950
muerto de dolor,
Virgencita ‘el Valle, con la florecita
más pura que todas para su Señor.
las flores del aire:
Virgencita ‘el Valle, Al salir, apenas
más linda qu ‘el agua despuntaba el sol,
cuando brilla el sol y estrellas había
Magre de los indios; cuando regresó,
Magre de los coyas con la flor preciada
y Magre de Dios! junto al corazón.

Virgencita ‘el Valle, Al llegar al pueblo,


del mantito azul; cuando al pueblo entró,
en mi pecho de indio Judas Iscariote
se ha ganao la Cruz. era todo amor,
RAFAEL JIJENA SÁNCHEZ todo mansedumbre,
Argentino (1904-1979) dulzura y candor.

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Oraciones
Poesías
A LA VIRGEN MARÍA más allá de Tucumán
donde las gentes la llaman
¡Virgen milagrosa, mi Virgen María llena de bondad! con el nombre de Luján.
Para los que libran su batalla impía, En mula y bote he venido,
para los que nublan el sol de este día, el soroche no he temido
para el despotismo y la libertad, ni el frío, el hambre y la sed.
para la opulencia y su majestad, Esto y más lo que he sufrido
para los rebeldes y su rebeldía, sólo por venirla a ver.
para el alma en ascuas, para el alma fría,
Señora… piedad! Nada tengo, manancancho;
pero un amor y una fe
¡Virgen milagrosa, mi Virgen María llena de bondad! igualita a las que antaño,
¡Para la miseria y la altanería, hace muchos, muchos años,
para los que oprimen y su demasía, se encomendaban a usté.
para el gran beato y la soledad, Los que de Chile venían,
para la injusticia, para la maldad, y los que iban a Perú,
para los que lidian en la Pampa mía los que fundaron las patrias
para esta belleza o aquella falsía, desde el norte y desde el sur.
Señora… piedad!
Nada tengo manancancho;
¡Virgen milagrosa, mi Virgen María la de los dolores! Pero un amor y una fe
¡Para los labriegos, para la bravía igual que el indio Yupanqui,
fe de su pasión; para la herejía aquel que la supo hacer
que mancha los campos y abate las flores, a usté, carita de blanca,
para los patronos y los labradores, y al niño indio como él.
para los que rompen en loca porfía
la paz de estos valles llenos de armonía, Virgen de Copacabana,
Señora… piedad! Mamay Virgen Copacá,
en su camarín de plata
Para el padre mío cuya ancianidad yo la quiero conversar:
debe conservarlo la impiedad, Mamay Virgen que la guerra
para el hombre bueno, para el compañero no vuelva más a esta tierra
que no ha visto el fondo límpido y sereno, del indio y del español.
de mi dignidad; para los que arrojen al despeñadero
el amor que es llama de temeridad Usté que pisa la luna
Virgen milagrosa, la que yo venero, y que le hace sombra al sol,
mi Virgen… piedad! usté que es madre de Cristo,
usté que es madre de Dios.
BELISARIO ROLDÁN
Argentino, 1873-1922 RAFAEL JIJENA SÁNCHEZ
Argentino (1904-1979)

NUESTRA SEÑORA DE COPACABANA


(Patrona de Bolivia)

Virgen de Copacabana,
Mamay Virgen Copacá,
como le claman los indios,
el quechua y el aymará:
Vengo a Vd. de lejanas tierras,

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POESÍAS

(La península de Copacabana se adentra en el lago Titicaca, acercándose a las islas del Sol y de la
Luna, antiguos lugares sagrados de los Incas. Allí, a cuatro mil ocho metros sobre el nivel del mar, la
Madre de Dios quiso acercarse a sus hijos para así atraerlos al verdadero Dios. Lo hizo con la mayor
delicadeza y respeto. Lo hizo con el amor de Madre que busca a sus hijos más pequeños. Su rostro
tiene rasgos indígenas y es toda dulzura con su Niño en brazos, que parece caerse pero no. La Madre
lo sostiene segura. El Niño es el gran regalo que la madre obsequia. Así surge el culto a la “Santísima
Virgen de la Candelaria, Nuestra Señora de Copacabana”.
Fue tallada por Francisco Tito Yupanqui, descendiente del Inca Huayna Capac. Era escultor aficionado
y aunque puso mucho empeño en su obra, era inexperto. Sus primeros intentos fueron rechazados
uno tras otro, hasta que finalmente Dios le recompensó con poder lograr esta imagen de la Virgen que
fue humildemente entronizada en una pobre iglesia de adobe y piedras el 2 de febrero de 1583, lo que
hace de este santuario mariano uno de los más antiguos de las Américas).

A NUESTRA SEÑORA Es que piense la criatura


Virgen que el sol más bella, Ser nasçida
Madre de Dios, que es toda tu alabanza: Para siempre en eseta vida
del mar del mundo Estrella, De amargura.
por quien el alma alcanza
A ver de sus borrascas la bonanza. Ca si fuesse en tal manera,
Non sería
En mi aflicción te invoco: Esperada el alegría
advierte ¡oh gran Señora!, que me anego; Que s’espera,
pues ya en las sirtes toco Nin la gloria verdadera
del desvalido y ciego Del Señor
temor, a quien el alma ansiosa entrego. Jhesú, nuestro Redemtor,
Duradera.
La voluntad, que es mía,
y la puedo guardar, esa os ofrezco, Pues di. ¿por qué temeremos
Santísima María: Esta muerte,
mirad, que desfallezco: Como sea buena suerte,
dadme, Señora, el bien que no merezco. Si creemos
MIGUEL DE CERVANTES (1547-1616) Que, passándola, seremos
En reposo
SEÑOR, YO SÉ DE TU BELLEZA En el templo glorïoso
Señor: yo sé de la belleza Que atendemos?
Tuya, porque es igual MARQUÉS DE SANTILLANA
al hueco que en mi espíritu Español (1398-1458)
tiene escarbada la inquietud sin paz.
Te conozco, Señor, por lo que siento ORACIÓN
que me sobra en deseo y en afán: Yo sé que estás conmigo, porque todas
¡porque el vacío de mi descontento las cosas se me han vuelto claridad:
tiene el tamaño de Tu inmensidad! porque tengo la sed y el agua juntas
JOSÉ MARÍA PEMÁN en el jardín de mi sereno afán.
Español (1897-1981) Yo sé que estás conmigo, porque he visto
en las cosas tu sombra, que es la paz;
DEL CIELO AL CUAL NOS DIRIGIMOS y se me han aclarado las razones
Si dixieres por ventura de los hecho humildes, y el andar
Que la humana por el camino blanco, se me ha hecho
Muerte no sea çercana, un ejercicio de felicidad.
Grand locura No he sido arrebatado sobre nubes

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Poesías
ni he sentido tu voz, ni me he salido Y el demonio se quite la careta,
del prado verde donde suelo andar.. Y aparezca el ladrón en las ventanas;
¡otra vez, como ayer, te he conocido
por la manera de partir el pan! Para que cuando vuelvan del olvido
JOSÉ MARÍA PEMÁN Todos los que disfruten del sosiego,
Español (1897-1981) Y este renacimiento prometido
Sea para la luz o para el fuego;
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOS
BUENOS AIRES Para que cuando el río de la Plata
Virgen que das el puerto de tus brazos, Pueda llamarse río de la Sangre,
Virgen que das el puerto de tus ojos, Y, convertido en una catarata,
Tanto a la embarcación hecha pedazos El cielo moribundo se desangre,
Como a la voluntad hecha despojos;
Para que cuando cese la discordia,
Que con tu nombre calmas las pasiones Para que cuando cese la codicia,
Y los desordenados movimientos: Para que cuado la Misericordia
Los movimientos de los corazones Dé paso finalmente a la Justicia;
Y las pasiones de los elementos;
Para que cuando el tiempo se resuelva
Que con el nombre con que das la calma En un hoy sin ayer ni mañana,
Diste comienzo a la ciudad querida, Y el espacio de ahora se disuelva
Puesto que dar el nombre es dar el alma, En una dimensión ultramundana;
Puesto que dar el alma es dar la vida;
Para que cuando todo esté marchito,
Virgen que favoreces nuestras cosas Las mujeres, los niños y los hombres
Con tus imploraciones insistentes, Que nacieron aquí tengan escrito
Porque tus manos misericordiosas En las frentes el nombre de los nombres;
Cuando se juntan son omnipotentes;
Y para que la bienaventurada
Virgen que con tus manos aseguras; Ciudad de Buenos Aires sobreviva,
Virgen que con tus ojos iluminas Convertida en la parte más poblada
Los derroteros y las singladuras De la Jerusalén definitiva.
De las generaciones argentinas; FRANCISCO LUIS BERNÁRDEZ

Nuestra Señora de los Buenos Aires: HIMNO DE NONA


Antes de que aparezca el Anticristo, Oh Dios, tengas vigor de toda cosa,
Pídele a Dios que funde Buenos Aires Que inmóvil en Ti mismo permaneces,
Por vez tercera, pero en Jesucristo; Y que el orden del tiempo determinas
Por medio de la luz que nace y muere.
Para que cuando caigan las estrellas,
Y la luna se apague con el viento, Dígnate concedernos en la tarde
Y de la luz del sol no queden huellas Luz con que nuestra vida nunca cese,
Ni en la memoria ni en el firmamento: Y haz que el bien infinito de la gloria
Siga a la gracia de una santa muerte.
Para que cuando en forma decisiva
La palabra de Dios nos interrogue; Glorificado seas, Jesucristo,
Para que cuando el río de agua viva Nacido del más puro y santo vientre
Nos apague la sed o nos ahogue; Y que sean también glorificados
El Padre y el Espíritu Santo por siempre.
Para que cuando suene la trompeta SAN AMBROSIO (340-397)
Sobre la confusión de las campanas, Traducción de FRANCISCO LUIS BERNÁRDEZ

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POESÍAS / ORACIONES EN LATÍN

HIMNO A LA SAGRADA FAMILIA Éste es el manantial de donde brota


Oh luz beata de los elegidos La gracia en siete ríos paralelos,
Y suprema esperanza de la tierra, A fin de que lavemos nuestras ropas
Oh buen Jesús, a quien desde la cuna Manchadas con la sangre del Cordero.
Iluminó la caridad doméstica.
Torpe es volver a los pasados crímenes,
Oh María, riquísima de gracia Que el Corazón de Jesucristo rompen:
Y única en el sagrado privilegio Mejor es imitarlo y que se inflamen
De amamantar al hijo de Dios vivo De amor nuestros humanos corazones
Y de cubrirlo de amorosos besos. De FELIPE BRUNI. 1765
Traducción de FRANCISCO LUIS BERNÁRDEZ
Oh José, destinado entre los hombres
Para custodio de la Virgen Madre, HIMNO DOMINICAL DE VÍSPERAS
Y que fuiste llamado por el Niño Hacedor de la luz. Tú que creaste
Con el nombre dulcísimo de padre La que brilla en los días de este suelo
Y que mediante sus primeros rayos
Vosotros que nacisteis de la estirpe Diste principio al universo entero;
De Jesé para vida de los pueblos,
Vednos de hinojos ante vuestras aras Tú que nos ordenaste llamar día
Y escuchad el fervor de nuestros rezos. Al tiempo entre la aurora y el ocaso,
Ahora que la noche se aproxima
Cuando la luz del sol agonizante oye nuestra oración y nuestro llanto.
Retira su esplendor a cada cosa,
Los que permanecemos en la tierra Que cargados con todas nuestras culpas
Alzamos nuestras preces más devotas. No perdamos el don de la otra vida,
LEÓN XIII, 1902 Al no pensar en nada duradero
Traducción de FRANCISCO LUIS BERNÁRDEZ Y al continuar pecando todavía

HIMNO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y que evitando todo lo dañoso


Ved como la soberbia y despiadada Y a cubierto de todo lo perverso,
Legión de nuestros crímenes ha herido Empujemos las puertas celestiales
El corazón de Dios, cuya inocencia Y arrebatemos el eterno premio
No merecia el trato que le dimos.
Nuestros pecados son los que dirigen Escucha nuestra voz, piadoso Padre,
La rencorosa lanza del soldado, Que junto con tu Hijo Jesucristo
Y son ellos también los que la punta Y con el Santo Espíritu Paráclito
Del hierro que lo hiere han aguzado. Reinas y reinarás en todo siglo

Del desgarrado Corazón de Cristo SAN GREGORIO MAGNO (Ö604)


Nace su Esposa, la gloriosa Iglesia: Traducción de FRANCISCO LUIS BERNÁRDEZ
Ésta es la puerta abierta en el costado
Del Arca salvadora de la tierra.

Actividad:
Cuando vayas a Basílica de Luján, visita la cripta. Trata de identificar las advocaciones de la Santísima
Virgen que has conocido en estos catecismos.

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