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Luc Boltanski y Eve Chiapello gy cA ra indice general ‘Agradecimientos Prlog0 sees eee es INTRODUCCION GENERAL DEL ESPIRITU DEL CAPITALISMO_ Y DEL PAPEL DELACRITICA ... 1. Elespiritu del capitaismo =. El capitalise y sus creas PRIMERA PARTE, El surgimiento cle una rueva confguracion ideolégica, |. LOS DISCURSOS DE GESTION EMPRESARIAL EN LA DECADADE 1990... ee eseesecceee 1, Las fuentes de informacin sobre el esprit del capitalsmo . 2. Laer ea pce el gesn empress centre les décadas de 1960 y 1990. 3. El cambio de ls formas de movllecién Conclusion: La nueva: sesn lempresirial en tanto que respuesta als ericas . 3B 35 1 Il. LAFORMACION DE LA CIUDAD POR PROYECTOS .... 153 |. La ciudad por proyectos 2, La originaldad de fa ciudad por proyectos .... ‘Conelusién: Los cambios aportados por el nuevo espritu del capitalism en el plano dela moral .......2-.2.265. 230 SEGUNDA PARTE Las transformaciones del capitalsmo y el desarme de la critica I, 1968, CRISIS Y RENOVACION DEL CAPITALISMO ...... 241 1. Los ais eticos «.... oe 3 2, Reaccionesy respuesta alas ereas 27 Conclusén: El papel do a eritica en fa renovactén dal capitaismo . co) IN, LADECONSTRUCCION DEL MUNDO DEL TRABAJO .. 299 1. El aleance dela transformaciones en juego 300 2. Las transformaciones del trabajo 3 \. EL DEBILITAMIENTO DE LAS DEFENSAS DEL MUNDO. DEL TRABAJO . 363 1, La dosingicalzacién 22+ : 364 2. Las clases sociales, on tela de iio’... 398 3. Les dae do demcaioc sore es priss insti . z 26 ‘Conchsin Elfin def reat... cise 436 ‘TERCERA PARTE Ei nuevo espritu del captallsmo y las nuevas formas dela critica VI. EL RENACIMIENTO DE LA CRITICA SOCIAL. we M3 |. El despertar dele erica soca: de la excusién ala explotacién esses = ae 2, tHacia dispostivos de justia conexionstas?.......... 483 ‘Conclasin: El lugar del derecho... we SB ‘Vil. ANTE LA PRUEBA DE LA CRITICA ARTSTA eu 1. Las manifestaciones de una inquietud . . 329 2. iQue lberacion? . 34 3. IQué autentcidad? seve 582 4, Laneutralzacin de la critica de fa nautenticidad y sus efectos secundaries «. - 570 ‘Conclusién: (Un relanzamiento de la critica artista? - 591 ‘CONCLUSION. LA FUERZA DE LA CRITICA |. Axiomética del modelo de cambio... 2. Las etapas del cambio del esprit del capitsmo .,....... 609 POSTSCRIPTUM, LA SOCIOLOGIA CONTRA LOSFATALISMOS . 649 APENDICES ‘Anexo |: Caractertsticas de ls texts de gstén empresarial tll2ades ees seseseeeeeeee 659 ‘Anexo 2: Lista de is textos-fuente de los corpus de gestion eIMPIESGHON eee e eee eeeeceseeteseeeeees 662 ‘Anexo 3: Imogen estan global de los tera: de gestin cempresatial «+. = 669 Anexo 4: Presence relate deo dfrentesecedades en los dos corpus . stesesesees OT Bibliografa - ee esctaee ceeeeeees OBL Indice de nombres ...... cece eee e eres bee Agradecimientos Este trabajo ha podido realizarse gracias a la iniervencién y al apoyo de rnumeresas personas que, por diferentes razones, Fan puesto a nuetra disposi- cin su tiempo, su saber y su atencién, cuando ro ~aspectos éstos no menos importantes para la tealizacén de un programa largo plazo- su amistad, su fect 0, en el caso de los més cercanos, su resistencia infatigable. A todos ellos van diigdos estos agradecizsientos. Para Ia prepara de este trabajo, hemos conzado con el sostén financiero del grupo HEC y dla fundaciSn HEC, con el apoyo de Gilles Laurent, en aquel momento director de investigncién, yde Bernard Zamanantsoa, director gene- ral del grupo HEC, asf como con la cooperacién del grupo de sociologf politica xy moral (EHESS-CNRS), del que hemos recibido una ayuda imprescindible a través de su secretaie, Danielle Bure, Sin la ayuda de Sophie Montant no habsiasifo posible realizar, al menos dentro de unos plzos razonables, el dilly a menudo ingrato trabajo conss- tenteen preparar los corpus de textos de gesiGn erpresaraly los fcherosinfor- rmiticas destinados a su watamiento mediante el programa Prospero@, cuyos creadores Francis Chateautaynaud y Jean-Pierre Chatriaud- nos tan enseia- do su manejo de forma competente. ‘Ywes-Marie Abraham, soc6logo y doctorando en el HEC, y Marie-Noélle oder, ingeniera del CNRS (GSPM), nos kan ayudado a completar nuestra documentacién: el primero elaborando un dossier de estadistcasy la segunda analizando la prensa politica y sindical de las d&cadas de 1970 y 1980. La verién dfiitva de exe libeo ese resultade de un largo eingrato trabajo de daifcaci depuracisn ydesiacén,consstente en transormar una manus- cto pricticamente intransportable en algo que, sin ser realmente aeroingmi- co, es cuanto menos ms manejable, Este trabajo debe mucho a las dscusiones ‘om la gente ms pedsima a nosotros, en particular con Laurent Thévenot, con nuestros diferentes lectores: Francis Chateauraynaud, Bruno Latour, Cyril Lemieux y Peter Wagnet: Todos ellos han leidoy critcado vivamente fagmen- tos o versiones intermertis. Gracias. Isabelle Basranger, Thomas Benatol, Alain Descosiees y Francois Eymard-Duvernay han asumido la dura crea de leer todo el rexto y de proponer clarficaciones, enmiendasy aides comgle- rmentatios. Elisabeth Claverie nos ha permitido, a lo largo de toda la redaceién de este libro, aprovecharnos de sus pertinentes observaciones ast como de su ‘apoyo afecvo, Sin embargo el acompaiamiento mas constante ns Io han ofe- ido sin duda Lydie Chiapello y Guy Talbourdet, que han letdo varias veces el manuscrito sin, no obsante, tajer Ie guarda, La versén final de este trabajo lleva grabado el rastro de su sabiduri, “Hemos presentado y puesto a prucba muchos de ls temas dessrolados en este libro en diferentes seminatios, especialmente en el seminario «Ordenes y clases» animado por Robert Descimon en le EHEESS (donde las cticas sn con- templaciones, ala ver que perspicaces, de B A. Rosental nos han estimulado cnormemente), y ene seminaro «Los mundes posbles»organizedo en a cole ‘Normale Supétieure por Thomas Bénatosily lie During, De gran provecho ha sido también el seminario semanal animado por Luc Boltanski en la EHESS. De” este modo, la posbildad que hemos tenido de someter a discusin los diferen- tes momentos de elaboracién de este trabajo ha supuesto pare nosotros una ines- timable ventaja, Nos han resultado también de gran utilidad los trabajos pre- sentalos en este seminar por los docrorendos e investigadorespertenecentss 2 otras insttuciones que han patticipado en él Especialmente dies han sido las ‘observaciones y exposiciones de Yves-Marie Abraham (cobre los mercados financieros), Thomas Bénatoul (obze la relacin entre socicloga pragmética y scciolog critica), Damien de Blc (sobte fos escnals fnancieros), Damen Cartron (bre las técnices de contol vinculadas al trabajo), Sabine Chalvon- Demersay (sobre las actuales representaciones de la fami), Julien Coupat (Gobre el stuacionismo), Emmanisel Didier (Cobre la formacién del concepto de exclusion), Claude Didry (cre los planes sociales), Paseal Dutt (sobre laprue- ta deportiva), Arnaud Esquerre (sore Ia nociéa de manipulacicn), Frangols Eymard-Duvernay y Emmanuelle Marchal (Sobre métodos de eontratacién), Francis Ginsbourger y Francis Bruggeman (sobre los contrainformes peciciles realizadas a peticién de los comités de emprese), Christophe Hélow (sobre la resistencia al contol), Jacques Hoarau (sobre Marx y la moral); Dominique Litharde y Didier Toeny (sobre la rateailidad en un mundo en re), ‘Thomas Peérlleux (sobre ln eorganiacin de une fbrica de armas), Isabelle Sapora y tic Doidy (Gobre los nuevos movimientos sociales) y David Stark (sobre le 2 reorganizacion en ced del teido econémico hingaro). Queremos agradecer a todos ellos sus aportaciones, asf como al esto de patcipantes en estas semin- rics, cuyesobservaciones y crfticas nos han sido i Nos hemos aprovechado también de las enttevsts con Alain Destositres, Jean David Fermanian, Baudouin Seys y Marrvonne Lemire, realizadas en el INSEE, Queremos,fnalmente, dar las gracias a nuestro editor, Eri Vigne, quien ha confi en nasoresy se ha mostradoinflesble a Ta hora de pli los psajes ppramente erudios, las notasindtiles ls dgresiones superluas. Este libro, tal ¥ como se presenta hoy al pblico, le debe mucho, Debemos confser, pra terminas, que no hemos gti evitar,escribiendo prictcamente cada una de as pginas de ese libro, preguntaros I que pensa- fa de €l Albert Hirschman, cuya obra, més que cualqser otra, nos ha acompa- ffado 2 lo largo de todo este larg trayecto. No podemos menos que dedicarle este abajo. Desearfamos que encontrase en estos centenaes de péginas la ‘materialzacin de un homenaje al pape! iemplazable que ha desempeiado ea la formacién dela dsposiciones, no slo intelectales, que nos han guiado alo lango de todo este trabajo: como investigador, a través de las conceptos into- de buena pare de eles [N. dl]. ciente, El capital ha conocido durante ese periodonumerosas oportunidades de inversion qu ofrecfan tasas de benefcioa menudo més elevades queen épocas anteriores. Han sido afosfavorabes para todos agellos que disponian de aho- ‘ros (de un copitl); la venta, que habia desaparecifo durante Ia gran depresion de la déeada de 1930 y que, durante las décadas posteriores, no habia podido resrablecerse deo aI inflaci, estaba de vue. Es cierto que el crecimiento ha tend adisminur su empue’ pero las ren- tas de capital contindan creciendo. La tasa de marge’ de las empreses no ind viduals, que haba disrinuido considerablemente durante las décadas de 1960 y 1970 (-2,9 puntos de 1959 2 1973,7.8 puntos de 1973 a 1981), ha sido res- taurade en ln década de 1980 (+10 puntos de 1981 a 1989), manteniéndose posteriormente (0,1 puntos de 1989 a 1995), De 1984 «1994 el PIB en fencos constantes de 1994 ha aumentado un 23,3 por 100. Las cotizaciones sociales than cecido en las mismas proporciones (+24,3 gor 100), pero no los sales netos (49,5 por 100). Durante esos mismos diez afos, ls rentes de propiedad (alguleres, dividendos,plsvalias reaisdas) aumentaron en un 61,1 por 100 y 168 beneficios no distibuids® en un 178,9 por 100. Tadde’ y Coriat (1993), ana~ + De la década de 1970 la dca de 1980, e!vitmo anual media de crecimiento dsl PIB ba dminsio un ero, tanto en Japén, coma en Esados Unidos o en spies dela niga Europes a ls setualdad ba dlamiuidoprfccarente oto teri, 5 Fuentes Cote y Mabfour (1996) sxatasa de mages se define como la parte dl exce- dence rato de explcscén (EBE) en el valor otadido, qe sve para emunerar a quienes aportan capes (capil y deus) y rare pga os inpustos que gravan fos benefice El resto del valor afaddo dive, principalment, pala emunercia del taboo slid y parla feancacn del disema de protec eal qu come esabido es soto mayo- ritriamente por las salaios, ms que por otros tps deren. El valor aad se dstina también, margnakments, para el pgo de dives impuses, En x estudio, lo autores nee ‘raza poteriomente el lmpacto de a evolcin de es ages frances sobre los hen og, una evolcin que a be mostrado desavorabe porlo elevado de fs tases diners reales ques han conocido dorance estos tkimos as, x cmo porel efecto etrucua lig os la salaried la economia (oes hs frmas de tba se van aprxiando, poco a ‘poco alo ago dela ior, ea forma genic del taba asad, lnque desde el punto de vn concabl se trace en un eso dels cars rene que puede engaiar nies tea pereepeién dela evolcién del valor aad). La evlucdn de las reas de capital {como evolucién de na tsa de margen cowed) que mos mencionado ms arb es a _que queda regitrada una ver que se han neutaado todos ks elects que pean penile ‘uerionar que nos enconraes nce une evlucn posva dels benefiios del capital Los heneficios lamados «no datbudee>conindana servi de as empresas ques bon selzado, a se porque sas invieren gracias els, porque lascoloquen en ks rnet- cados Beanceos. En cualquier cas, el valor de las accones aumenta yofece plurals potencies os rules del capil. Lax fas mencionades han si exraas de Akemates namics, Les cfs delconomie t del soit 1995-199. (4 rim, 1995). 10 Tzando el comportamiento de in tasa de margen de ls empresas yrecordando la evolucicn a la baja del impuesto de sociedades (que poss del 50 al 42 por 100 «en 1988 y después al 34 por 100 en 1992, con una subida sin embargo, hasta el 41,1 por 100 en 1997), ast como el estancamiento de las rsas de cotizaciones «sociales de la patronal desde 1987, demuestran que Francia ofeca, a princi de la década de 1990, unas tasas de rendimiento del capital en fuerte crec- rmiento con respecto a comienzos de la década de 1980. Las fnanzas de ls ‘empresas fancesas ~segin estos dos autores~ se han restablecdo ampliomente bajo el doble efecto de una disminucit de la fscalidad y de un reparto benefi- is-salarios mucho mis favorable para ls empress. Los operadores financieros, durante [a misma época, han encontrado «una libertad de accién que desconocian desde 1929, a veces incluso desde ol siglo XKe (Chesnais, 1994, p. 15). La desregulaci6n de los metcados financie- 10s, su liberalizacién, la desintermediaidn y Ia creacém de enuewos productos financier» han mukiplcado las posbilidades de obtener beneficos puramen- te expeculativos mediante los cuales se incrementa el capital sin que sea nece- saria le inversiGn en acividedes productives. Los llamados xaos de crisis» «stn, por lo tanto, marcados por el hecho de que, en lo sucesvo, la rentabil- dad del capital se encuentra més garantizada mediante las inversionesfnancie- ras que a través de la inversin industrial (que, por otra pare, se resente del coste del dinero), Hemos asistid al crecimiento exponencial de dere:minados ‘operadores, como los fondos de pensiones, que durante mucho tiempo fueron detentores bastante extabes de paquetes de acciones, pero que las tansforma- ‘ones de los mercados han conducido a su punto culminante (contando con rmedios considerables),llegando ata transformar su comportamiento y a apro- imarse al «modo de estracciin de beneficio financiero en estado puro» (Chesnais, 1994, p. 22). La liquider concentrada en manos de los fondos de inversén colectiva (SICAV: Societe 'lavestisement & Capital Variable), de las compas deseguros y de los fondos de pensiones son tales que su capacidad de Inflir en los mercados sean sus interests es un hecho probade?. Esta evolucion de la esfera financiera es inseparable de la evolucin de ls empresas que cot an y que estén sometidas alos mismos imperatives de rentabldad por parte de ls mereados y cuyos benficios son, cad ver ins, obteidos& través de tran- * Chesnais (1994, p21) snain el erecimiento de los pos de interés eetadounidenee ‘de 1994 como un signa del apaciad de los ingress ena parasiatios ..] de dfen- ders pesiciones se eval sea el preci a pagar orl economia mundial y de prob que impor des sang sobre el valor (expcesado mediante tips de ners posivo en tc- ‘mins reals) ve ver memo (.] tan squire a raves de un alm de fs precios de un 1 (62 por 100, 20 sacciones puramente financieras. Entre 1963 y 1993, lacaitalizaciSn burst de Pars (mero de valores mkiplcados por su eotizacién ha pasado de 225.000mi- Hones a 2,7 billones de frances, en lo referente a las aciones, y de 1 bllén a 3,9 billones de francos en cuanto alas oblgaciones (Fremeaux, 1995). Las empresas multinacionales también han resultedo beneficiadas durante estos fos de reorganizacin del captalismo muna. a dsminuci6n del creci= miento de la economia mundial desde hace ya casi teins as no les ha ae ‘ado realmente y su participacin en el PIB mundial, asu ves en aumento, no ba dejado de creces, del 17 por 100 a mediados de a cécada de 1960 a mas del 30 por 100 en 1995 (Clairmont, 1997) Las maltnacinnales controtan dos ter- clos del comercio intemacional, del que aproximademente la mitad est consti- ‘ido por expoctacionesintragrupales entre empresai-mattizy fliales o entre dos lias de un mismo grupo. Su pattcipacin en lox gastos de sinvestgaci6n y desarollor es aun més importante. Su reforzamiento est gorantizado desde hhace diet afos gracias sbre todo ala fsiones yadquisicones realizadas en el ‘undo entero, que han acelerado el proceso de concertraciéa y de constitucion de oligopolios mundiles. Uno de los fendémenos més destacados desde la déca- da de 1980, sobre todo después de 1985, ha sido el creimento de la winversin cextranjera dtectan, que se diferencia del interammbio internacional de bienes y servicios por efectuatse mediante una transferencia de derechos patimoniales yuna toma de poder local. Pero a pesar de que el impncto de las multinaciona- les es un fenémeno econdmico de primer orden, apenas se les ha consagrado studios. El Centro de Naciones Unidas para las So:iedades Transnacionales (UNCTNC) fue disvelto en 1995 a petcién del gobierno de Estados Unidos. ‘Una parte de su tislares ha sido transferdaa la UNCTAD (Conferencia de las "Naciones Unidas sobre Comercio y Desaroll) con sede en Ginebra, donde ha prosegudo con un programa de trabajo muy reducide (Chesnais, 1994, p. 53). Mientras que entre 200 y 500 firmas -lixa que se comesponderia aproximada- rmente con la proporcionada por la revista Fortne cada aio- dominan la ec0- romfa mundial, la definici6n de qué es una sociedac multinacional impuesta a los investgndores no ha cesado de flectilcrse pera ahogar en vm mar de empresas af pequefio puriado de firmas superpoderosas que no han sutido la cris? * uente: CNUCED, ctado pot Fameaux (1996). ° Sea pasda de una defini de a empresa ultinacinal como una gran fa que detent Sle industrials en l menos 6 gat ala de empresa que detent tan slo una En alin ext, la UNCTNC enumeraba 37.00 mutizcionales, pa linia uns piginas mis dele el estudio a slamente 100 empeess que en 1990 realban, por st soles, un eco dela inersin exceed (Chesnais, 1994, p53). 2 Finalmente, la reestructuracin del capitalismo en euso desde hace dos «écadas, consumada, como hemos visto, en torno a los mercados fnancetos 1 los movimientos de fusin-adquisicién de ls multinacionales en un contexto de poltcasgubernamentales favorable en materia fiscal, social ysalara, se ha visto igualmente acompatieda de fuertesincitaciones al crecimiento dela fexi- ‘iia del trabajo. Las posbilidades de contratacién temporal, de wso de mano de obra intetina, de horacios flexiblesy la reduecin de los costes por despicio se ban desarolido generosamente en el conjunco de les patses de la OCDE, recortando, poco a pac; los dispositivs de gerantias resultado de un siglo de lucha social, Parallamente es nuevas tecnologos dela comunicacin yen pri met lugar, la telemtica han permitido gestionar pedidos a escalaplanetaria en tiempo real, proporetonando los medios para una reactvidad mundial hasta hora desconocida, Se tata de un modelo completo de gestién de la gran ‘empresa, que se ha visto transformada pot el empuje de los cambios menciona- dos y que ha dado nacimiento a una nueva forma de obtener benefcios. ‘Asi pues el capitalismo mundial, definido por la posibilidad de hacer frucs- ficar su capital através dela inversino de la colocaciGn econémica, va bin. Las sociedades, por recomar la separaién de lo socal y lo econémico con la que vivimos desde hece més de un sigio®, van francamente mal. este especto los datos son més conocido, comenzando por la curva francesa del par: el 3 por 100 de apoblacia acsivaen 1973, e165 por 100 en 1979, en tomo al 12 por 100, hoy. En febrero de 1998, e contaba con algo més de 3 millones de parades en le categoria | de la ANP", categorta que est lejos de dar cuenta de todos los al endurecimca- tode a competencia internacional en la década de 1980). Estos tiemos efec- tos fueron, sin embargo, cosideredosalarmantes cuando la burguesta misma se vio afectada por ellos. El aumento del paro entre ls diplomados y entre los cuadeos se ha hecho patente, bien no es ain comparable con el de losmenos privlegiados, Por to lado, sunque las empresas contindian ofteciendo pespectvas de pomacin als clemenios considerados provistos de mayor talento, evitan garantizales a seguridad a largo plazo El pao y las jbilacionesantictpadas de los mayores de 2 La pruc de ello ex que se recurs sobre endo a sporitvos de ayuda sain de esempleo, yada social.) pra hacerse cargo de estas poblciones sn enema leg tinided de le carbioe que ls han conducdo a esa sinacin social degrada. Se acta sore ls conseeuenias an iterogrc sobre ls causa, como ocuria con la cra duran te el siglo mx, que sola i acompotade de una egativa ver en el vel dels salais la ‘causa de la pobreza instal. Lo sao, resultado del juego del marcato, eran neesatae mente justo su veredi, ya en quel pra, no sdk recurs, habia qu adapta. cincuentay cinco aos, que es uno de los aspecros mis lametivos del paro a la francesa, son un testimonio de ello. Las garantias proporcionadas por los diglo- moas, que, no obstante, constizuyen ain hoy un buen seguro contra el paro, han sido igvalmente puestas bajo sospecha ante la constatacién de que aun contan- do con el ersmo diploma, os j6venes acceden a poscionesinfriores a las que accedieton sus mayores ala misma eded y ante la evidencia de que la entrada en a vida activa de ls nuevas generaciones es fecuentemente el resultado de tana sucesin de empleos precaros. A los temores por el empleo vienen a sumar- se las inquienudes relaivas al futuro de las jubilaciones. Elaccesoalas condiciones de vida ejeplificadas por la burguesta ue, desde cl siglo nt, uno de los estimulos més importantes para hacer soportable el «esfuerocolicitad a ls otras class. Por ello, el efecto desmorlizedor de este ‘nuevo orden de cosas -reflejado por los meds de comunicaién de masas a trae ‘és de reportajes, novelas, peliculas oficcionestelevisadas~ es bastante general El aumento del escepicismo con respecto ala capacidad de I isituciones del capitalismo -ya se trate de las organizaciones intemacioneles como la OCDE, el Filo el Banco Mundial, de ls multinacionaes o de los mercadosfinanciros~ de conservar para ls generaciones actualment esolrzada el nivel de vida de forma ms general, el estilo de vida de sus padres es una de las marfestaciones 1més evidences, La desconfianza se ha visto accmpariada, ch partiular alo largo de los tres éltimos afos, de una creciente demanda social de pensamiento crti- co susceptible de dar forma a esa inquiztuddifusay de proporcionarinchusive ‘un minim de insturmentos de inteligibilidad o, para ser més precios, una orien- ‘tacién para la acciGn, es decir, dentro de este contexto, una esperanza, ‘Ahora bien, debemos constatar que la ereencia en el progreso(asociada al capitalism desde comienzos del siglo xx bao diferentes formas) que constitu vera, desde la década de 1950, el credo de las clases medias, ya se considerasen Ae izquierdas o de derechas, no ha encontrado vn susttuto si exceptuams el recurso poco entuststa «alas durasleyes ve la economits,ripidamenteextig- ‘marizado bajo la denominacién de epensamiento ‘nico. Al mismo tempo, las Viejas ideologis crtcas antsstémicas, por retomar el vocabularo de Immanuel Wallerstein, fracas en su funcién de desestbilzacién del orden capitalista y ‘8 no aparecen como portaoras de alternativas crebls El desconcieroideolico ha sido uno de los ragos més evideates de estos ‘limos aitos marcados por la descomposicin de las representacionesazociadas al compromiso socioeconémico puesto en marcha durante los afos de posgue- ra sin que ningin pensamientoertco parezca estar al altura de los cambios en curso, en parte, como veremos a continuacién, porque los Gaicos recursos cxticos movilizables nacerén para denunciar el tipo de sociedad que alcaraé su ‘apogeo a finales de la déeada de 1960 y principios de 1970, es deci, precisa 2 rmente justo antes de que comenzase la gran transformzcidn cuyos efectos esta- mos viviendo hoy con toda su fucra. Los dispositivosextcos disponibles no cofrcen, por el momento, ninguna aternativa de envergadura. Queda tan slo Ia indignacion en estado brto, el trabajo humanitario, el suftmiento converti- do en especricuo sobre todo despues de las huelgas de diciembre de 1995, acciones centradas en causes especiticas (vivienda, sn fapeles, et.) a las que les fala tn si desean adquivr verdaderaimportancia,repesentaciones més afina- as, modelos de anliss renovados y una utopia socal Poems que, corto paz, el coptalismo vaya cadaver mejor habiendose ibe radoen unos afas de una parte dels trabas acumladasa lo largo de dleimo siglo, ‘pocica también verse llevado a una de esa cris potencalmente mortals que ya bea debido aftontar en alguna ocasn. No es seguro que ésta pura origina en ‘ata ocasién ~i a qué preco!~ un «mundo mejos, cone aconteci alos pases -como se dice popularmente-, forma parte, por lo tanto, del _srupo de los capitalist con tanto derecho como los grandes progietarios que soles imaginar més fcilmente bao esta denominacin, En su dfiniciia mas ampli el grupo de los capitalists engloba al conjurto de poseedores de un patrimonio', grupo ste que no consttuye sin embargo, mée que una minoria desde el momento en que tomamas en consieracién la superacién de um cier- to uabral de shorro: aunque sea difteil de estimar teniendo en cuenca las esta- dlsteas exstentes, podemos pensar que no representa mas qu alrededor del 2 Los ejemplos de fs formes con las que es actoes del capilismotranereden ls reas el mercado para obtenee benefcins, que no cab compat con lot de lak sctividades de intecambio ocdinarias bundan em Braéel (1979 Ls jut de Techang), para quien eles grandes juegos capialitas se sian en ono habitual en fo faa deste on ba conexign Iejona, a meses 0 Inch afics de ditanciae(p. 54): wiltacin de proteciones pare ‘noductse por la fiera en un ict reccene» 0 alee rales (p. 452); «privleplce de infomaciéney cizeuices de infrmacidn confidence, ecamplicdad del Etadon, que permite snverieneseancemerce y dela fom as natural de muro (as elas de la ‘economia de mercaos (. 473), et. Del mismo modo, le gran bargueta dl siglo MK, pest 2 su adbesn formal al -credo liberals, come die Poly! (183), so apoyabaverdadera- ‘mente el laser fare [dja hace] en elcaso del mercado de rab. Poe odes en fa acha que ls enfentabo los enptlasurlzaban todos ln medie ass dponcn yen particu lay el contol polio del Estado, pra limita Is competenc, para obstacaliar el libre ‘comercio cuando les es destavorble, par ocuparycnsera poslone de menopoioy pars Savorecer deeslitcics geri y policos con fa de absabe hacia el cet el mix ‘mode benefcos (Rosenvallon, 1979, p. 208-212 ; Wallerstein 1985). 4 ata nei {ptrinoine de appr) englba, sein la defnttén del INSEE, al con- jo de as invewsiones cas fnancieras que elzan ls partculaes cuando ponen adt- Posckn de os inmuebles, dinero otras en contragase dc un pago monetiri, excl yendo cl pacrimonio para el disfute resdenca principal, diner guido cheques) yl pte rmonio profesional de ls independietes (grultores, groiones liberals, ortesanos, ‘omercants). a7 20 por 100 de los hogares en Franca, que es sin embargo, uno dels paises més ricos del mundo?. A escala mundial el porcentae es, como podemas imaginar, mucho més debi En este ensayo reservamo, sin embargo, fa denominacién de xcapitalistase para lo principles actors rsponsables de la acumulacién y crecimiento del ‘capital que presionan dtecramente a las empresas para que obtengan ef mix mo de benefcos Son, por supuesto, un nmero mucho més reduc. Reagropan 1no solamente alos grondes accionistes, personas particulares que por su propio peso son susceptibles de infu en la marcha de los negocis, sino también a las petsonas morales (epresentadas por algunos indivues influyentes, ante todo, fos directores de empresa) que detentan o controlan mediante su acciéa la mayor pate del capital mundial (olings y multinacionales~ineluids las ban- carias~ a través defies y paticipaciones, 0 fondos de inversén, fondos de pensions). Las figuras de los grandes patrones, de lor dizeccores asalariados de las grandes empresas, de los gestores de fons o dels grandésinversores en acciones detentan una influencia evidente sobre el proceso capitalist, sobre las précticas de las empresas y las taas de benefcis extraidas, a diferencia de lo que ocurce con los pequefos inversores evocados ris arriba. A pesar de que constituya una poblacin stravesada a su vez por grandes desigualdades pati- smoniales—pariendo siempre, no ckstante, de una situacign favorable en gene ral, este grupo merece recibir el nombre de cpitalstas en la media en que sume como propia la exigenca de maximiracion de los beneficios, ue a su vez «es trasladada als personas, fisicas 0 morales, sobre ls que eercen un poder de contel. Dejando por ahora de lado la cuestién de las limitacionessstmicas que pesan sobre el capitalist yen particular a cuestin de saber si es diectores de empresa no pueden hacer otra cosa mas que edaptarse a las repas del capitals mo, nos limizaremas a retener que se adaptan a estas elas y que sus acciones 5 Bn enero de 1996 el 80 por 160 de los hoguesdsponian de un liber de ahora (Grea A o anu brea Bo bancaria, Code litreta de aboco popula), er las cantar es en ells depostadaesleanzan pronto su echo y son destinads prorat a ho- ‘0 poplar; el 38 por 100 poeia un plano usa cucnta de ahoro ivenda (h rayocia con vista a sdquie la resideressprnegl) Por el contac, las Inversiones capitals Uias no afeeran ms queen tro aun 20 por 10D de fos hogar: el 22 por 100 posi valores iris (oblgnlones,préstos del Estado, SICAV [Sacedad de Invern en Capital Variable] 0 FCP [Fondo Comves de Invesin) o aciones fuera del SICAV) ye 19 por 100 un bien inmobiao ference de fa esidencia principal (INSEE Prem, ni. 454, ‘maya de 1996). Dicho et, los hogares qe pueden extras desu patron wa rent gal ala eota media de os fiancee, lo que lo xiii a los entias acomodados, represen ta menos del 5 por 100 del conjanco de es hogares, estan sn dud ms cere dl {por 100 que dt 5 por 100 (Bi, Pfefirkorn, 1995). «sti guiads en gran medida por la bsqueda de benefcios sustonciales para su propio capital yo para el que les han confindot. (Otro rasgo por el que caraterizamos al apiismo es el sien salail. ‘Tanto Marc como Weber sitian esta forma de oganizacién del trabajo en el centio de su definicién de captalismo, Nosotros consideraremos el régimen salarial con independencia de as fora juris contractuaes de las que pueda reves: lo importante es que existe una parte dela poblacién que no deter tanada o muy poco capital y en cuyo benefco no esti orientado nturalments el sistema, que obtiene ingresos por la venta de su fuerea de trabajo (y no por kt vente de los productos resultantes de su trabajo). que edemés no dispone de rmedios de produce y que depende para trabajay por lo tanto, de las decisio- nes de quienes los detentan (pucs en vrtud del derecho de propiedad, estos i= ‘mos pueden negarles el uso de diches medias) fnalmente, que abandona, en el marco de larelacin salaral ya cambio de su remuneraci6n, todo derecho de propiedad sobre el resultado de su esfuerao, que va a porarfntegramente.a ‘manos de los detentores del capital. Un segundo asgo importante del régimen salarial es que el trabajadoraslarado es tedvicamexte libre de mostra su recha- 20 trabajar en las condiciones propuestas por el capitalist, al igual que éste es también libre de no proporcionar empleos en las condiciones demandades por el trobgjador Sin embargo, larelacin es desigual en la medida que el trabajador no puede sobrevivi mucho tiempo sin trabajar. Noclstante, la stuacién es bas- tante diferente de la dl trabajo forzado ola esclavtud ypresupone siempre por este motivo una ciertadosis de sumisin voluntaria, El cégimen salvia, a escala de Francis, asi como a escala mundial, no ha dejado de desarollarse s lo Lago de toda la historia del capitalismo, hasta el punto de que en fa actunidad afecta a un porcentsje dea poblacin ecriva ala «que nunca antes habia alcanzado, Por un lado, reemplaza poco a poco a tabajo © Desde los erbojos de Bele y Means (1932) sabemot que, aunque el commportamiento delosdirerores no conse necesramente en taxiizarlos interes de los econ, s tran de poporeionar tn menos, una emuneracir saisoctcaa fla de una rem- ners méxina 7 Bate dino aspect es, sein Heilbroner (1986, 9. 35-45), ef menos vile de cexplotacién capitalita, ya que todo el margenrstance olen del product, sea cual sea su montane, lve a manos del capitals en via de hs relas de ropedad ocespan- dence al conto de tatajo. * Sep las cits cieadas por Vinde (1996), abajo slaido epresesara en Francia 130 por 100 dela pcblacin ectia en 188, el 4 por 10) en 1905, el 50 por 100 en 1931 ns del 80 por 100 hog. INSEE (198 b) estina que en 1993 haba un 769 por 100de asaarinlosen a pblacin civ aos exces ai ain quate un 1,6 por 100 de parades (aba COL). ‘utSnomo, ala cabeza del cual encontribamas histticamente ala agriculture por oto lao, fa poblacign activa ha aumentado considrablemente como con- secuencia de le slariasein de las mujeres, que realizan, deforma cada ver més numerosa, mn taboo fuera del hogar". La necesidad de un espiritu para el capitalismo EL capitalismo es, en’ muchos aspectes, un sistema absurdo: ks asalriados plerden en él la propiedad sobre el esto de su trabajo y la posbilidad de le- vara cabo una vida activa més all de la subordinaci. En cuanto alos caita- lista, se encuentran encadenados a un proceso sin fin ¢insacable totalmente abstracto y disociado dela satisfaci6n de necesidades de consumo, aunque sean Ge luo, Para estos dos tpos de protagonists, a adhesin a proceso capitalisca require justiaciones. ‘Ahora bien, la acumulacién capitals, aunque en grados desiguales en fue cin de los caminos seguids para la obtenci6n de beneficios (por efempo, depen- endo de si se trata de extraer beneficos industrials, comerciales ofinanceros), cexige la movizacén de un gran miimero de personas para las cuales ls postil- ® Thévenot (1977) he realizado, en lo que respec sf cada de 1970, un sndiss muy detlado del movimiento de salaracén segincaeporisssociopofeonales Ea 1975 los salaradosrepretentaban el 82,7 por 100 del empleo total ene a 7655 por 100 de 1968. La ‘nica categoria de no asalriados que rel fel de as proeionesliberales aunque a creciselntamente debido a las bares de entrada 2 esas profsones, modes las dems ‘caregoras (patrons de indus de comecio siesance y pequetics comeriantese dec aquelos que emplean menos de es erpledos;agrculors;asixencia fila.) retoce- iron El abso aslo popes igulmente ene ls pofvones radcionamente ibe- tales, com ls ins, entre qulenes en 1975 son cai can anmeosos aquellos que poscen sl estaruto de saariado (sob todo en los hase) como os que eercen remente profesin,nenras que los méicosasalacadosconsttufan apens poco mis de amit de ‘exc lis sete af antes, El movinienta de slactcin et Iga en parte af per- ‘ifn de grandes empress en secrorestracionales como el come, que sepone une des ttuceién de fr auténomos pequeie. La importante reduc del ntiero de asariados en la agricutura yen ls emplens del hogae confiea que la yor pct el crecimiento delta lajoasaaindo se encueatra vinden al crecimiento dels etvdades de ura petal ‘eda ver fs andnima» y menor (Weber, 196, p63) ene menos necdaes de una jstieacion moc porn la que suse gualimentesucontemporieeo Sambar (1928). Noos- ‘ante alo que pemanecem eles ea une silage compeeniva que haga hincapi en el sentd que revise I organize social pra los actoes eu consecuenci, en liner ‘ancia de ls justifcacones ypruciones idols 45 ‘universo eotdiano invivible, lo cual es una de las condiciones para la perma neneia de un mundo determinado. Si el capitalismo no eblo ha sobrevivido ~corita todos los pronSstcos de quienes habian anunciado regularmente su hundimienso-, sino que tampoco ha dejado de extender suimperio, se debe a {que ha podido apoyase en un certo nitnero de representaciones~suscepables de guiat la accién~ y de justifeaciones compartidas, que han hecho de él un ‘orden aceptable incluso deseable, el ico posible 0, al menas, ef mejor de los » Vase, por eemplo el bo de Chales Mora (1957) Ls Bore conguérants sobre todo el prlog pla pare contagrada los frocazes (pp. 205216) 9) Habla del liberia econo tly como lo ereoxtrames en la economia pl sic ingles del slo x, en particular en Adar Sith, P Rosnvalion ecb: eLa sociedad Indus dl siglo xx do forma a un mundo opueso por completo a eta repreventacine Rosanvallon, 1979, p. 222). ST

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