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La quimbaya fue una etnia y cultura indígena colombiana famosa por su producción de piezas de

oro de alta calidad y belleza. Hacia 1530 estaban organizados en la llamada federación quimbayá,
centrada alrededor de la ciudad de Chinchiná, esta federación opuso una férrea resistencia armada
a los españoles, tras la derrota continuó existiendo aunque desaparecierón como grupo
reconocible hacia 1700 de esta población.

Territorio[editar]

Culturas precolombinas del suroccidente colombiano. La cultura Quimbaya es la número 1.

Cuando llegaron los españoles, la cultura quimbaya estaba localizada, como aún hoy sus
restos, al interior y alrededor de lo que hoy se conoce en Colombia como el Eje Cafetero,
en los departamentos de Caldas (sur: Chinchiná, Palestina, Villamaría, Manizales),
Risaralda (sur: Pereira, Marsella, Santa Rosa) y Quindío (norte: Armenia, Quimbaya,
Montenegro, La Tebaida, Salento, Circasia) en los municipios de Cartago y Obando, al
norte del Valle del Cauca.1

Los más más antiguos ocupantes de la región Quimbaya desaparecieron hacia el siglo X y
se conoce muy poco sobre ellos. La orfebrería finamente desarrollada que se ha encontrado
de los quimbayas indica que desde una época muy antigua poseyeron un alto desarrollo
cultural.

Economía[editar]
Poporo quimbaya, Museo del Oro, Bogotá.

Viviendo en el clima tropical templado de eje cafetero pudieron cultivar una gran variedad
de productos: maíz y yuca, como base alimentaria, aguacates, guayaba y guaba. Se nutrían
también de la pesca y caza, y eran excelentes agricultores, con lo que la miel de abejas no
faltaba en su alimentación.

Eran también intensos cazadores. La caza les proporcionaba carne de conejo y de venado
en abundancia, pero también, que se sepa, cazaron zarigüeyas, dantas, armadillos, zorros y
pecaríes, entre otros animales cuyos vestigios han sido hallados.

La minería era fundamentalmente aurífera. Desarrollaron técnicas de metalurgia avanzadas


para procesar el oro de un modo colmado de estética y finos acabados. Las abundantes
piezas quimbayas que se han encontrado son motivo de admiración para los visitantes de
incontables museos colombianos y extranjeros; el nombre «quimbaya» se ha convertido en
un término tradicional genérico para referirse a muchas de las producciones y objetos
encontrados en esta zona geográfica, así no provengan rigurosamente de la etnia misma y
provengan de diferentes épocas en el tiempo.

«Quimbaya» es un término ya mundial e históricamente famoso en los círculos


arqueológicos e incluso a nivel popular.

Como industriales se destacaron además de la producción de piezas de orfebrería, en la


fabricación de aceite para alumbrado, y en su industria textil, de la que no han sobrevivido
piezas dadas las pobres condiciones geológicas para su preservación. La confección de
mantas de algodón era en realidad su principal industria.2
Como comerciantes intercambiaban sus piezas de orfebrería, mantas, textiles y oro, con
pueblos del vecindario y aun lejanos. Para destacar, está también la explotación y el
comercio que hacían con la sal, extraída de los ríos mediante técnicas de ebullición de agua
bajo el fuego.

Cultura y costumbres[editar]
 Se discute si los quimbayas practicaban la antropofagia ritual con sus enemigos de
guerra, en festividades o celebraciones muy especiales. Este canibalismo tenía
significados simbólicos relacionados con la derrota y venganza de sus enemigos o
con la apropiación del espíritu de la persona. Sin embargo, en el caso de los
quimbayas, las crónicas que se refieren el canibalismo se basan en un solo
testimonio sobre dos supuestos casos.3 Exhibían cabezas humanas como trofeos
colgadas de cañas en la plaza. Durante la conquista intensificaron esta práctica para
infundir temor en los conquistadores.

Prestaban mucha atención a sus prácticas funerarias, y las construcciones de tumbas


quimbayas testimonian esta afirmación pues, en verdad, elaboraron una enorme variedad de
tumbas diferentes de acuerdo con lo específico de cada entierro, en el que siempre se
incluían las ofrendas que habrían de acompañar al difunto en su paso a la otra vida,
incluidos víveres y armas para hacérselo más fácil. En las tumbas también enterraron la
mayoría de los objetos de oro precolombinos, elementos personales del muerto y algunos
otros elementos sagrados. Creían que todos los cuerpos resucitarían.

Una de las actividades que más famosos ha hecho a los quimbayas es su lujosa orfebrería,
que goza de una increíble belleza a la vez que de una técnica perfecta. Desarrollaron
sistemas de metalurgia para combinar cobre con el oro que no abundaba en su región (a
diferencia de otras zonas del país). Esta combinación de oro y cobre, llamada «tumbaga»,
no restaría para nada el atractivo, brillo y durabilidad de sus magníficas piezas, de una
vivacidad espectacular. Una de ellas muy popularizada son los famosos «poporos». Su
orfebrería es de la más importantes de América dada la exquisita belleza de las piezas
expresada mediante muy bien desarrollados métodos metalúrgicos.

Su cultura la forma de fundir el oro para obtener el grado exacto de oro y cobre para
mantener una pureza alta, aun se desconoce como se logró tal calidad ya que necesitarían
hornos que alcanzarían los mil grados centrifugador para fundir estas piezas.[cita requerida]

Otro de los misterios de la Cultura Quimbaya son los artefactos quimbaya, antiguamente
llamados "Pájaros del Otún" ya que el primero se halló cerca de la rivera del Río Otún en la
provincia de Risaralda.

Organización social[editar]
Estaban organizados en cacicazgos; cada uno compuesto según se estima por 200 súbditos.
Se calcula que los cacicazgos se aproximaban a cien y se confederaban en juntas, para la
economía o la guerra.[cita requerida]
Conquista[editar]
En la conquista española del territorio quimbaya comenzó en 1539 y sometió a los
indígenas al servicio de los encomenderos. En 1542 se produjo la primera rebelión
quimbaya4 y en 1577 la segunda,5 que llegó a adquirir mayores dimensiones. Derrotadas
estas se produjo una continuada disminución de la población quimbaya, de manera que para
1559 ya había desaparecido por lo menos el 55% de los cacicazgos.6 Los trabajos forzados,
la desnutrición, las enfermedades y finalmente la guerra de los pijaos contra los españoles,
de la que fueron víctimas, terminaron de diezmarlos, de manera que el último censo de los
quimbayas, en 1628, registró apenas 69 tributarios, en una zona donde en 1539 se
registraron 20 mil.7

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