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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA DE ENFERMERIA

CONOCIMIENTO DE TRIAGE EN EL PERSO-


NAL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA Y SU
RELACIÓN CON LA CATEGORIZACIÓN DEL
PACIENTE EN LOS HOSPITALES: INERAM,
TRINIDAD Y BARRIO OBRERO

AÑO 2017

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INVESTIGACION

Conocimiento de triage en el personal Profesional de Enfermería y su rela-


ción con la categorización del paciente en los Hospitales: INERAM, TRINI-
DAD y BARRIO OBRERO de Asunción.

Rectora: Prof, Dra.. María Liz García de Arnold

Decana. Prof. Dra. Cinthia Carolina Ríos Martínez


Director Dpto. de Investigación: Lic. Víctor Manuel Ciceros Vargas
Investigadores: Lic. Msc. Nisselli Burguez
Lic. María Aguilar
Abg. Gerthie Spiess

Estudiantes Semillero de Investigación: Carlos Aguirre


Cesar Britos
Israel Salomón
Ingrid Villalba
Pamela Vera
Kathia Palacios

Apoyo Técnico: Lic. Mercedes Reyes

Edición: Lic. Víctor Manuel Ciceros V.

Impresión:
EDITORA LITOCOLOR SRL
Cap. Figari 1115 - Telefax: 213 691 - 203 741
E-mail: grafica@editoralitocolor.com
Asunción - Paraguay
Agosto 2017

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F C S

INVESTIGACION
TEMA:

CONOCIMIENTO DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD


SOBRE EL TRIAGE EN TRES HOSPITALES DE ASUNCIÓN

TITULO:

(Conocimiento de triage en el personal Profesional de Enfermería


y su relación con la categorización del paciente en los Hospitales:
INERAM, TRINIDAD y BARRIO OBRERO de ASUNCION)

INTRODUCCION
Los servicios de emergencia suelen estar sobresaturados por enfer-
mos con patologías no urgentes, lo cual es una realidad creciente, mu-
chos de ellos presentan problemas que se podrían haber solucionado fue-
ra del hospital.

Este aumento en la demanda de atención medica en los departamentos


de emergencia ha planteado la necesidad de diseñar estrategias para aten-
derla oportunamente .Tradicionalmente ,los departamentos de emergen-
cia en todo el mundo han tenido que atender a dos tipos de poblaciones
bien definidas ;aquellas que requieren atención inmediata por situacio-
nes que ponen en peligro la vida y otros que ven los servicios ofrecidos
por los departamentos de emergencia su mejor alternativa ,aunque sus
motivos de consulta se ubiquen en el ámbito de la atención primaria.
Esto refleja los problemas de adecuación en la utilización de dichos ser-
vicios y las deficiencias en la coordinación entre estas y los servicios de
atención primaria de salud.

El termino triage en el mundo de la urgencia claramente se ha iden-


tificado como un proceso de clasificación de los pacientes por el centro
coordinador de urgencias y emergencias o por un equipo de atención

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prehospitalaria, en base a la valoración de los pacientes en el área de


emergencia y deben formar parte de todo centro neurálgico en la organi-
zación de estos servicios, con la finalidad de identificar a los pacientes en
condiciones graves y así poder garantizarles una atención urgente según
el nivel más adecuado que resuelva su demanda.

ANTECEDENTES

Aunque el concepto de clasificación y espera son presumiblemente


tan viejos como la medicina, el proceso que entendemos como triage
fue primero descrito por Barón Dominique Jean Larrey (1766-1842), el
General y cirujano de napoleón, pero no hay evidencias actuales de que
implemento el término. Desde entonces se conoce de la implementación
de las ambulancias y hospitales de campo lo que disminuyo el tiempo
hasta la atención sanitaria.

La primera descripción sistemática de implementación del triage en


la medicina civil fue hecha por E. Richard Weinerman en Baltimore en
1964. El primer australiano que aplico la escala de triage en el área de
choque fue Pink y brentnall en 1977, ellos usaban las descripciones ver-
bales clasificando a los pacientes en 5 categorías

A nivel internacional existen reportes de implementación de un sis-


tema de triage estructurado de 5 escalas o niveles en los departamentos
de emergencia ,dejándose atrás el sistema clásico que abarcaba hasta 3 y
4 niveles atención .En el área latinoamericana ,uno de los que ha tenido
mayor aplicación y cuya fiabilidad ha sido validado en varios consensos
es el triage canadiense y la escala de acuidad (ctas) que se introdujo des-
de 1999 siendo este el que ha tenido mayor aceptación en los países que
ya implementan este sistema en los departamentos de emergencia.

Andrew, Rofe y Sansom ,en 1997, en el hospital San Vicente de Aus-


tralia ,realizaron un estudio de revisión de casos con el objetivo de nom-
brar las muertes por categoría de triage según la nacional triage Scala

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encontrando que los porcentajes de muerte por categoría de triage dismi-


nuyo con la urgencia de 24,778 pacientes ,el 33.2% fueron admitidos de
otros hospitales de los cuales 302 murieron ,incluyendo 25 que murieron
en el departamento de emergencia y 277 que murieron luego de la admi-
sión .del total de casos 83% de los pacientes del nivel I fueron hospita-
lizados comparados con 69% ,49% ,31% y 8.9% de los niveles II,III,IV,
y V niveles respectivamente .De los del nivel I ,60% murieron posterior
a la admisión ,seguidos de 4.7%,1.95,0.9% y 0.07% de los niveles II,III.
IV y V respectivamente. Siendo las causas más frecuentes en los del ni-
vel IV las infecciones, neoplasias, condiciones cardiacas y respiratorias
crónicas .Las muertes por falla cardiaca y respiratoria aguda fueron más
frecuentes en los de categoría I (6).

Núñez y Flores, 2004, en México, realizaron un estudio cuasiexperi-


mental en pacientes mayores de 15 años, cuyo objetivo fue determinar
el impacto del triage en el departamento de emergencias de un hospi-
tal de 2do nivel de atención, encontrando que el 71% acudió de forma
espontánea y las dos primeras categorías consideradas como urgencias
reales agrupo a un poco más de la mitad de los pacientes. Tenían un pro-
medio de edad de 48.5 años ± 20.5 y 60% eran del sexo femenino. Se-
gún las categorías de triage: 0.3% correspondían a la categoría I, 7.4%,
42.8%, 31.1% y 18.4% de las categorías II, III, IV y V respectivamente.
El 74.3% se encontraba satisfecho con la atención integral recibida en el
departamento de emergencia (3)

Medina, Chezzi, et al, en Julio del 2005, en el Hospital central del


Instituto de previsión social de México se realizó un estudio prospectivo
sobre 1,122 pacientes con el objetivo de evaluar el resultado de la aplica-
ción del sistema de triage, encontrando que el 24% fue clasificado como
prioridad 1 y 76% como prioridad 2, siendo la mediana del tiempo para
el primer grupo 10 minutos y 65 minutos para los considerados prioridad
2. Además el 9% de los prioridad 1 ameritó hospitalización y ninguno de
los considerados como prioridad 2.

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El término triage en el mundo de la emergencia claramente se ha iden-


tificado como un proceso de clasificación de los pacientes por un equipo
de atención pre e intrahospitalaria, en base a la valoración de los pacien-
tes en el Servicio de Emergencia y deben formar parte de toda la orga-
nización del servicio, con la finalidad de identificar a los pacientes en
condiciones graves y así poder garantizarles una atención urgente según
el nivel más adecuado que resuelva su demanda. (Carlos Alberto Vilchez
Zapata, 2010) A nivel mundial los hospitales (privados y generales) han
evidenciado un incremento del 21% de la afluencia de pacientes a los
Servicios de Emergencias, siendo necesaria la priorización de su aten-
ción según indica un estudio realizado (Pilco Vela & Sánchez Sánchez,
2009) en relación al estudio (Moyota Camayo, 2011) donde la cobertura
en el aseguramiento cubre al 61% de la población urbana y al 47,5%
de la población rural. Por lo que se produce una afluencia y demanda
de pacientes en todos los Servicios de Emergencias siendo necesaria la
priorización de su atención del usuario externo.

La palabra Triage se conoce del vocablo francés “trier” que significa


tamizar, elegir, clasificar, separar y escoger; pero tiene su origen del latín.

Representa una forma práctica para decidir quién y cuándo deben re-
cibir atención médica de acuerdo con el diagnóstico y pronóstico esta-
blecido.

Es considerado también como un proceso de clasificación de los pa-


cientes por el centro coordinador de urgencias y emergencias, en base
a la valoración protocolizada de un grado de urgencia, de forma que se
establezcan los tiempos de espera razonables para ser atendidos y trata-
dos por el equipo médico y se active el mejor recurso de atención para
su problema, independientemente del orden de la demanda asistencial.

Las últimas décadas se han acompañado de un importante desarrollo


de la asistencia médica urgente, lo que ha requerido adecuar las plantas

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físicas, los recursos materiales y humanos, con el objetivo de proporcio-


nar servicios de la mejor calidad posible y atender una demanda que ha
ido creciendo en forma desproporcionada.

La tarea de prepararse en forma adecuada para recibir a los usuarios


con emergencias es responsabilidad de un Servicio de Emergencia, que
debe definir y limitar el papel de la asistencia de urgencia y/o emergen-
cias, protegiendo estos servicios para los pacientes que lo necesiten y
así evitar que se convierta en un gran dispensario indiferenciado al que
concurren quienes van en procura de asistencia médica regular.

PREGUNTAS DE LA INVESTIGACIÓN

1. GENERAL:

¿Cuál es el cconocimiento de los profesionales de la salud sobre el


triage en tres hospitales de Asunción?

2. ESPECÍFICO:

¿Qué nivel de conocimiento poseen los profesionales de la salud so-


bre el Triaje, en tres hospitales de Asunción?

¿Recibieron algún tipo de preparación el personal de enfermería de


los tres hospitales de Asunción, INERAN, Bº Obrero, Trinidad en la rea-
lización del triaje?

¿La atención de los pacientes por partes de los médicos en los tres
hospitales de Asunción es realizada según el orden de prioridad estable-
cido por el Triaje?

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JUSTIFICACIÓN

En nuestro país en numerosas ocasiones los servicios de urgencias se


encuentran ante un desequilibrio entre la demanda de atención y los re-
cursos disponibles, situación que ocasiona, que los pacientes que acuden
al hospital no sean atendidos de forma inmediata.

Este lapso de tiempo de espera puede generar el empeoramiento del


pronóstico de algunos cuadros clínicos, que en otras condiciones, una
atención más rápida podría resultar beneficiosa para el usuario. El pro-
longado tiempo de espera entre la recogida de datos administrativos y
la atención médica genera además en el paciente y en sus familiares un
sentimiento de desatención.

La clasificación de pacientes, denominada Triage representa la opor-


tunidad más firme que tienen los servicios de urgencias para mejorar la
atención al usuario.

Las escalas divididas en cinco niveles permiten observar una correla-


ción entre el nivel de urgencia, la gravedad y complejidad de los pacien-
tes, este sistema ha demostrado la suficiente evidencia de su utilidad, por
ello es recomendada internacionalmente.

El Triage aporta beneficios para los pacientes, los profesionales y el


sistema de salud en general, es decir, debe considerarse como un sistema
integral de calidad que garantiza la categorización de los usuarios según
el grado de urgencias de los síntomas y signos que presentan y prioriza
la asistencia de los mismos.

Por lo antes expuesto se resalta la importancia de que los profesiona-


les de la salud, quienes tienen a su cargo, el cuidado de calidad hacia el
paciente, conozcan este sistema, para su correcto empleo.

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OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

1.- OBJETIVO GENERAL


Determinar el nivel de conocimiento de los profesionales de la salud
sobre el triage en tres hospitales de Asunción.

2.- OBJETIVOS ESPECÍFICOS


Identificar el nivel de conocimiento que poseen los profesionales de
la salud sobre el Triage, en tres hospitales de Asunción.

Conocer el nivel de preparación del personal de enfermería de los tres


hospitales de Asunción, INERAN, Bº Obrero, Trinidad en la realización
del triaje.

Determinar si la atención a los pacientes por partes de los médicos en


los tres hospitales de Asunción es realizada según el orden de prioridad
establecido por el Triage.

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I. MARCO TEÓRICO
Capítulo I
TRIAGE

La palabra Triage se conoce del vocablo francés “trier” que significa


tamizar, elegir, clasificar, separar y escoger; pero tiene su origen del latín.
Representa una forma práctica para decidir quién y cuándo deben recibir
atención médica de acuerdo con el diagnóstico y pronóstico establecido.

Es considerado también como un proceso de clasificación de los pa-


cientes por el centro coordinador de urgencias y emergencias, en base
a la valoración protocolizada de un grado de urgencia, de forma que se
establezcan los tiempos de espera razonables para ser atendidos y trata-
dos por el equipo médico y se active el mejor recurso de atención para
su problema, independientemente del orden de la demanda asistencial.

LOS OBJETIVOS DE UN SISTEMA DE TRIAGE


ESTRUCTURADO SON:

1. Identificar rápidamente a los pacientes que sufren una enfermedad


que pone en peligro su vida, mediante un sistema de clasificación,
válido, útil y reproducible con el objetivo de priorizar su asistencia
(disminuir su riesgo)

2. Determinar el área de tratamiento más adecuado para los pacientes


que acuden a los servicios de urgencia.

3. Disminuir la congestión en las áreas de tratamiento de los servicios


de urgencia.

4. Permitir la evaluación continua de los pacientes mediante reeva-


luaciones periódicas que garanticen que sus necesidades de aten-
ción son satisfechas.

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5. Permitir una información fluida a los pacientes y a sus familiares


sobre los tratamientos a realizar y los tiempos de espera.

6. Proporcionar información que permita conocer y comparar la ca-


suística de los servicios de urgencias y emergencias, con la fina-
lidad de optimizar los recursos y mejorar su gestión (mejorar la
eficiencia)

7. Crear un lenguaje común para todos los profesionales que atienden


las urgencias y emergencias, independiente del tamaño estructu-
ra o ubicación de los centros asistenciales. Este punto es crítico
para mejorar la gestión de las urgencias y emergencias, allá donde
se producen y mejorar la coordinación entre los diferentes niveles
asistenciales.

El triage a nivel hospitalario viene siendo implementado desde el


siglo XIX, siendo el de 5 niveles de gravedad el logro aislado más im-
portante de las sociedades científicas de medicina de urgencias y emer-
gencias. Estos han sido evaluado en diversos estudios como. National
Triage Scale – Australian Triage Scale (1993 – 2001), Canadian Triage
and Acuite Scale (1995), MTS (1996), ESI (1999), Modelo Andorrano
de Triage (2001 – 2003) y Sistema Estructurado de Triage (2003) (15,16)

Las últimas décadas se han acompañado de un importante desarrollo


de la asistencia médica urgente, lo que ha requerido adecuar las plantas
físicas, los recursos materiales y humanos, con el objetivo de proporcio-
nar servicios de la mejor calidad posible y atender una demanda que ha
ido creciendo en forma desproporcionada.

La tarea de prepararse en forma adecuada para recibir a los usuarios


con emergencias es responsabilidad de un Servicio de Emergencia, que
debe definir y limitar el papel de la asistencia de urgencia y/o emergen-
cias, protegiendo estos servicios para los pacientes que lo necesiten y
así evitar que se convierta en un gran dispensario indiferenciado al que
concurren quienes van en procura de asistencia médica regular.

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La aplicación del Triage además de considerar la urgencia potencial


del cuadro, toma en cuenta los recursos disponibles y el número de pa-
cientes que demanda la atención. Su buen desarrollo disminuye la mor-
talidad y/o secuelas y optimiza el tiempo y los recursos .

Este proceso de valoración clínica preliminar ordena a los pacientes


antes de la valoración diagnóstica y terapéutica completa, de forma que
en una situación de saturación del servicio o de disminución de los re-
cursos, los pacientes más urgentes son tratados de primero y a la vez se
aseguran del bienestar de los que pueden esperar, siendo este último una
responsabilidad compartida entre el paciente y los que ejecutan el triage.
La utilidad del triage moderno es que relaciona el grado de urgencia con
la gravedad real del paciente y, su validez es que asigna el nivel de prio-
ridad a los pacientes que realmente están en ese nivel.

El triage, como centro de la organización de la asistencia en el ser-


vicio, mejora el pronóstico general de los pacientes, nos ha de indicar
cuándo ha de ser tratado un paciente y que es lo que el paciente necesita,
es una de las claves de la eficiencia y efectividad clínica del servicio y ha
de tener capacidad para predecir el destino y las necesidades de recursos
de los pacientes.”

Cabe mencionar que los países que implementan el triage hacen uso
del modelo de clasificación internacional de enfermedades (CIE-10) y
que el mejor sistema aplicable en emergencias es el que toma en cuenta
el análisis de grupos relacionados con la urgencia, el destino desde ur-
gencias y la edad (GRUDEs)

Actualmente, en el servicio de urgencias, se encuentran médicos


que proceden de distintas especialidades, siendo generalmente resi-
dentes de los primeros años. Por ello es necesario unificar conductas
diagnósticas y terapéuticas según protocolos de atención. El objetivo
fundamental es solucionar el problema por el que el enfermo consulta
y tomar decisiones rápidas. Con frecuencia hay que limitarse a man-
tener al enfermo con vida y, muchas veces sólo se llega a un diag-

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nóstico sindrómico y manejo sintomático. Por ello, es fundamental


seleccionar el orden de atención de los enfermos según su gravedad,
por lo que es prioridad implementar un sistema de triage al momento
de solicitar atención médica, enfocándonos en los conceptos de aten-
ción de emergencia o de urgencia de acuerdo al nivel de gravedad
detectado. La implementación permanente del triage en el servicio de
emergencia permitirá además de la identificación de pacientes gra-
ves, en la derivación de los enfermos a los distintos niveles asisten-
ciales o la orientación de cuál es el más adecuado para la resolución
de su demanda. Para ello hay que entender que en la medicina de
urgencias y emergencias existe un criterio definitorio fundamental:
“el factor tiempo”.

Según este criterio podemos definir como:

a) Emergencia:

Situación de inicio o aparición brusca que presenta un riesgo vital


o de función básica que necesita asistencia inmediata (minutos) y que
es objetivable, ya que la lesión puede progresar en severidad y producir
complicaciones con alta probabilidad de muerte. Esta situación obliga
a poner en marcha recursos y medios especiales para prevenir un des-
enlace fatal. Ejemplos de estas situaciones son: paro cardiorespiratoria,
neumotórax a tensión, infarto al miocardio, etc.

b) Urgencia:

Situación clínica con capacidad para generar deterioro o peligro para


la salud o la vida del paciente en función del tiempo transcurrido entre
su aparición y la instauración de un tratamiento efectivo, que condiciona
un episodio asistencial con importante consumo de recursos, en un corto
período de tiempo por lo que amerita asistencia rápida (horas)

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Ejemplos de estas situaciones:

* Situaciones sin riesgo vital inmediato pero que pueden llegar a pre-
sentarlo en un período de tiempo breve por lo que urge un diag-
nóstico precoz desde el punto de vista epidemiológico (p.ej: una
tuberculosis).

* Urgencias sociales: una deficiente asistencia social obliga a resol-


ver de forma inmediata problemas no médicos.

* Urgencias por inadecuada asistencia primaria. En países a la van-


guardia de la emergenciología, los sistemas basados en el grado de
urgencia y la complejidad se sustentan sobre la disponibilidad de
una escala de 5 niveles de priorización en el triage, válida, útil y
reproducible, tal como recomiendan las sociedades científicas de
medicina y enfermería de urgencias y emergencias de Australia,
Canadá, Reino Unido, Estados Unidos y España, basándose en el
consenso de expertos y en la revisión de la evidencia científica so-
bre el triage de urgencias.

Efectivamente, la comunidad científica internacional coincide hoy en


recomendar a los servicios de urgencias la adopción de escalas unifor-
mes, válidas y estandarizadas de triage de 5 niveles de priorización, de
ámbito nacional, como medida para mejorar la calidad de la asistencia a
los pacientes. Estos no sólo priorizan a los pacientes, sino que además,
otorgan la primera atención básica y solicitan el estudio inicial. Ayuda
también a mantener la calma, al otorgar un ambiente adecuado a los pa-
cientes y sus familiares.

Estudios en este campo han encontrado desde 40 hasta 55% de pa-


cientes que demandan atención por situaciones no urgentes y que corres-
ponden a la atención primaria

Con base en lo anterior la escala nacional de triage del Reino Unido


y los consensos realizados al triage canadiense, que han obtenido bue-

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na validación al considerar a los pacientes que solicitan atención en los


departamentos de Emergencias en cinco niveles o escalas, donde los del
nivel I indica resucitación, nivel II emergencia, nivel III urgencia, nivel
IV menos urgente o semi urgente y nivel V ninguna urgencia. A la vez
estos niveles pueden ser agrupados bajo dos prioridades.

Prioridad Uno:

(P1) Patologías emergentes o urgentes que requieren atención inme-


diata ya que representan un compromiso vital para el paciente según
los conceptos de emergencia y urgencia. Engloban en este punto los pa-
cientes del nivel I – II y, deben ser atendidos en un período menor a 15
minutos.

Prioridad Dos:

(P2) Patologías que no requieren atención inmediata. Tratándose aquí


de los pacientes del nivel III, IV y V. Todos deben atenderse en un perío-
do de 16 a 120 minutos.

Un sistema de clasificación, ha de ser entendido como un sistema in-


tegral de calidad para los servicios de urgencias, cuya implantación tiene
efectos positivos directos sobre los pacientes, sobre los profesionales y
sobre el sistema sanitario en su globalidad.

Capítulo II
RAC

Este sistema de clasificación debe garantizar la categorización según


el grado de urgencias a partir de los signos y síntomas que presentan los
pacientes a su arribo al servicio de urgencias acompañado de todo el
bagaje humano que favorezca la relación terapéutica positi-va. De esto
surge el concepto de RAC (Recepción, Acogida y Clasificación) que no

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es más que un sistema estructu-rado de triaje enmarcado dentro de los


valores provistos por una comunicación humanizada, empática y dili-
gente. Res-cata además la atención personalizada, la intimidad y la con-
fidencialidad de las situaciones que motivan la consulta.

Para el profesional de urgencias el RAC ofrece un nuevo marco asis-


tencial, un lenguaje común entre los diferentes componentes del sistema
de atención y un control más eficiente del proceso asistencial.

Con la implementación del RAC se introduce una nueva filosofía de


trabajo basada en el orden y el control de los procesos, es la posibilidad
más firme que tienen los servicios de urgencia para mejorar permitién-
doles trabajar coordi-nadamente con otros niveles asistencia-les convir-
tiéndose en un potente motor de cambio, modernización y mejora en los
servicios donde se aplica.

Los responsables gerenciales deben tener en claro las ventajas que


aporta la implantación del RAC y realizar un plan adaptado a la reali-
dad de cada centro, consensuado y aprobado por todos los estamentos
implicados, que respete el modelo nacional elegido y sea apoyado y su-
pervisado por la comisión nacional de RAC. Deben aceptar y realizar
las adaptaciones necesarias de la estructura física y profesional en los
servicios de urgencia a fin de garantizar una calidad evaluable y conti-
nuamente mejorable.

El RAC es sumar al concepto de triaje los elementos propios de la rela-


ción interpersonal entre el paciente y el profesional sanitario, establecien-
do conexiones empáticas y centrando las acciones en el servicio al usuario.

OBJETIVOS DEL RAC.

Aunque en la definición ya ha quedado clara la finalidad principal del


triaje, en realidad es un proceso más completo y ambicioso y sus objeti-
vos son:

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Identificar rápidamente a los pacientes en situación de riesgo vital,


mediante un sistema estandarizado o normalizado de clasificación

Asegurar la priorización en función del nivel de clasificación, acorde


con la urgencia de la condición clínica del paciente

Asegurar la reevaluación periódica de los pacientes que no presentan


condiciones de riesgo vital

Determinar el área más adecuada para tratar un paciente que se pre-


senta en el servicio de urgencias

Informar a los pacientes y sus familias sobre el tipo de servicio que


necesita el paciente y el tiempo de espera probable

Disminuir la congestión, mejorando el flujo de pacientes dentro del


servicio.

Proporcionar información a los profesionales que ayude a definir y


monitorizar la complejidad de su servicio.

Capítulo III

PERFIL DEL PERSONAL QUE REALIZA EL TRIAGE

El perfil profesional implica personas capacitadas para hacer funcio-


nes de triage. Esta claramente definido que el personal de enfermería es
quien debe realizar este proceso.

Además de los conocimientos propios de su profesión, esas personas


deben formarse más específicamente en la metodología de la consulta de
triaje y en los criterios que determinan los diferentes niveles de urgencia.
Para su formación habrán practicado un número determinado de escena-
rios teóricos y además habrán realizado un número suficiente de horas de
triaje real tutela-do por un profesional experto. El profesional que realiza

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triage no comparte otras funciones, sino que se dedica a dicha tarea de


forma exclusiva. Debido a la presión y a la intensidad con que realiza su
trabajo, se establece que no deberá estar en el puesto de triaje más de 4
horas diarias de su jornada laboral prevista.

SALA DE TRIAGE Y MATERIALES

El triage requiere una sala que cumpla las siguientes características:

• Propia e independiente
• Tamaño de 8 m2
• Suficientemente equipada
• De fácil acceso desde la sala de espera
• Con buena comunicación hacia los consultorios
• Que permita la confidencialidad de la entrevista

Elementos del triage

• Muebles:
-- Camillas exploración (2).
-- Sillas (2).
-- Heladera.
-- Lavamanos y palangana,
-- Cubo ropa sucia.
-- Mesa escritorio.
-- Silla escritorio.
-- PC e impresora
-- Teléfono.
-- Armario o carro para materiales y cajas materiales.

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-- Mesada para aparatos y preparación de medicación.


-- Carro medicación o vitrina.

• Documentación:
-- Hojas de Triaje Manual.
-- Lista teléfonos hospital.
-- Manual

• Aparatos:
-- Toma oxígeno.
-- Toma aspiración.
-- Monitor TA y manguitos.
-- Monitor Glucemia Capilar.
-- Monitor Sat. Hb.
-- Estetoscopio.
-- Termómetro.
-- Linterna.

• Medicación:
-- Suero oral
-- Paracetamol oral
-- Metamizol
-- Dexametasona
-- Ondansetrón
-- Clorfeniramina

• Materiales:
-- Mascarilla oxígeno adulto y pediátrica.

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-- Humidificadores.
-- Agua estéril.
-- Sondas aspiración.
-- Vasos para el agua.
-- Cucharas.
-- Gasas.
-- Tiras reactivas para glicemia.
-- Lancetas glucemia capilar.
-- Alcohol gel.
-- Guantes de vinilo desechable de todos los tamaños.
-- Jeringas 2, 5, 10, 20 y 50 (cono ancho) ml.
-- Agujas nº 23 y 25.
-- Contenedor agujas.
-- Tiritas HGT.
-- Esparadrapo hipoalérgico.
-- Balanza adultos y bebes.
-- Papeles pesa bebes.
-- Bolsas basura.
-- Jabón.
-- Soporte papel manos y rollo de papel
-- Papelera.
-- Sábanas-Toallas.

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Capítulo IV
NIVELES DE CLASIFICACIÓN

Los sistemas de triage aceptados en la actualidad y que han alcanzado


un suficiente grado de evidencia científica en cuanto a utilidad, repro-
ductibilidad y validez son los que dividen a los pacientes en 5 niveles de
urgencia. De hecho, el American College of Emer-gency Physicians y la
Emergency Nurse Association han publicado en enero de 2004 un breve
comunicado en el que afirman que la presencia de un sistema de triaje
en los servicios de urgencias mejora de forma evidente la calidad de la
asistencia y que la escala de triaje que se utilice debe ser de 5 niveles.

Existen 5 escalas de adultos utilizadas y estudiadas en diferentes


países del mundo y que se consideran válidas desde el punto de vista
científico: la Australasian Triage Scale (ATS), publicada inicialmente
en 1993 y revisada el 2000; la Canadian Emergency Department Tria-
je and Acuity Scale (CTAS), desarrollada en 1995; el Manchester Tria-
je System (MTS), introdu-cido en 1996; el Emergency Severity Index
(ESI), desarrollado en EEUU en 1999; y el Modelo Andorrano de Triage
(MAT), aprobado por el Servicio Andorrano de Atención Sanitaria en el
año 2000.

El tipo de pacientes clasificados dentro de cada nivel de triage es


similar en las diferentes escalas:

NIVEL I: Pacientes con riesgo vital in-mediato que requieren resuci-


tación.

NIVEL II: Situaciones de emergencia o muy urgentes, de riesgo vital


inmediato y cuya intervención depende radicalmente del tiempo.

NIVEL III: Situaciones urgentes, de riesgo vital potencial, que gene-


ral-mente requieren múltiples exploraciones diagnósticas y/o terapéuti-
cas, en pacientes con estabilidad fisiológica (constantes vitales normales
o sólo ligeramente alteradas).

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NIVEL IV: Situaciones que, por la edad del paciente o su proceso,


podrían empeorar y se beneficiarían de una intervención por parte del
personal médico.

NIVEL V: Situaciones que pueden ser agudas pero no son urgentes o


que forman parte de un proceso crónico. En cualquier caso, su atención
podría ser retrasada y referida al equipo de medicina primaria.

El significado de los diferentes niveles de triage en cuanto al lugar de


asistencia y al tiempo máximo deseado se esquematiza en la siguiente
tabla:

NIVELES DE URGENCIA TIEMPO DE ASISTENCIA DESEADO


I Inmediato en SALA DE REANIMACION
≤ 10 minutos (pasar de inmediato a la con-
II
sulta)
III ≤ 30 minutos
IV ≤ 120 minutos
V ≤ 180 minutos

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II. MARCO METODOLOGICO

2. 1TIPO DE ESTUDIO Y DISEÑO DE INVESTIGACIÓN

La investigación planteada corresponde a los diseños no experimentales,


pues se limita a observar el fenómeno tal y como se da en su contexto natu-
ral, sin manipularlo, para después analizarlo, y de estos pertenece a las inves-
tigaciones de tipo transversal o transeccional al recolectar datos en un solo
tiempo único. Finalmente, al consistir su procedimiento en medir y describir
variables, se incluye en el grupo de las investigaciones descriptivas

Adicionalmente, se trata de un estudio prospectivo lo que le da la


ventaja de reducir la pérdida de datos, en comparación con los estudios
retrospectivos.

2.2 POBLACION.

El estudio está dirigido a medir los conocimientos sobre el Triage


a los enfermeros de los Hospitales de Asunción: INERAM, TRINI-
DAD y BARRIO OBRERO,, del turno tarde así:

INERAM……… 13

TRINIDAD……. . 13

BARRIO OBRERO 13

2.3 TAMAÑO DE LA MUESTRA

N x Za2 x p x q
n=
d2 x (N - 1) + Za2 x p x q

En donde:

25
U M A

Seguridad= 95%

N = Total de la población

Zα= 1.96 al cuadrado

p = proporción esperada (en este caso 5% = 0.05)

q = 1 – p (en este caso 1-0.05 = 0.95)

d = precisión = 5% (0.05)

Reemplazando valores de la fórmula se tiene la muestra para alumnos.

81x1,962x0,05x0,95
N= = 39
0,052(81-1)+ 1,962x0,05x0,95

2. 4 HIPOTESIS

El conocimiento sobre triage del personal Profesional de Enfermería


influye en la categorización del paciente.

2.5 VARIABLES

Variable independiente.

Conocimiento de triage del personal Profesional de Enfermería.

Variables dependientes.

Aplicación del protocolo del Triage.

Capacitación para la realización del Triage en los servicios de urgen-


cias.

26
F C S

2.6 TÉCNICA Y MÉTODO TRABAJO.

La recolección de datos se ha realizado mediante un instrumento ela-


borado por el personal del área de salud, perteneciente al plantel Docente
de la Universidad Metropolitana de Asunción, incluyendo las variables
antes referidas. (Ver anexo)

En la realización de tal labor los alumnos pertenecientes al semillero


de investigación, Carlos Aguirre, Cesar Britos, Israel Salomón, Ingrid
Villalba y Pamela Vera, de la carrera de enfermería, aplicando encuestas
al personal de enfermería asignado al servicio de urgencia, de tres hos-
pitales referentes de nuestra capital, donde acude la mayor cantidad de
usuarios para atención médica.

27
U M A

III. MARCO PROCEDIMENTAL

3.1ANÁLISIS DE DATOS

28
F C S

29
U M A

30
F C S

31
U M A

32
F C S

33
U M A

34
F C S

Existe un apoyo/ respeto al profesional que realiza el triage?

35
U M A

36
F C S

37
U M A

3.2 PROCESAMIENTO Y RESULTADOS DE LA INVESTI-


GACIÓN.

Se recogen algunas variables socio-demográficas, y expresiones de


los profesionales relacionados al servicio de triage.

Se ha tomado en cuenta, en consecuencia, indistintamente a todo el


personal de urgencia, sean hombres y mujeres, teniendo en cuenta la par-
ticipación de ambos géneros en proporciones sin variación significativa.

Cualitativamente, se computan resultados dentro del rango de ex-


periencia en servicios de urgencia, comprendido entre 3 a 15 años de
servicio, valorando la experiencia y conocimiento del personal sobre la
dinámica propia del área. De manera más específica, sobre la utilización
del protocolo de triage, la población base de esta investigación se basa
en una antigüedad comprendida entre 1 y 5 años de utilización, siempre
en relación al servicio de urgencias.

De los datos recogidos, expresados por el personal de enfermería, se


han valorado dos de las tres variantes planteadas, respecto de la respon-
sabilidad de aplicar el protocolo de triaje, por parte del profesional mé-
dico conjuntamente con el de enfermería, y si tal función corresponde
necesariamente al personal mencionado, resultando que es función espe-
cífica de enfermería según su experiencia y capacitación.

En su mayoría, el personal de enfermería considera, y se siente ca-


pacitado, para aplicar correctamente el criterio de clasificación de pa-
cientes mediante este método, resultando en consecuencia útil para la
atención médica adecuada, garantizando una mejor y más ágil asistencia
de los casos urgentes.

Para la toma de datos, se han tenido en cuenta además los distintos


criterios que se utilizan normalmente en centros de atención, ya que más
allá de la participación de enfermeros para la categorización de los casos,
suelen hacerlo otros facultativos de la institución. Así, se ha evaluado el
peso de criterios de clasificación alternos al triage, como los derivados

38
F C S

por especialidades, u orden de llegada. Se ha determinado, que usual-


mente el sistema de triage es adoptado en mayor proporción que los de-
más criterios.

Concentrándonos transversalmente en la faz humana de la labor de


enfermería, hemos consultado respecto del perfil profesional de quién
debería encargarse de la aplicación del triage, por su primer contacto
y cercanía con el paciente; así como también como factor fundamental
para una eficaz dinámica del sistema.

En esta línea, hemos consultado sobre la prioridad para lograr la meta


de una mejor atención, eficaz y eficiente de los usuarios del servicio de
urgencia, habiendo arrojado datos coincidentes sobre la formación ade-
cuada en el sistema, desde la idoneidad y experiencia del personal, por
sobre la formación general en urgencias, capacidad de comunicación o
de empatía, tacto y paciencia.

Se ha constatado además que, a pesar de existir un apoyo por parte de


la cadena de aplicación del método triage, en los centros asistenciales,
el personal expresa mayoritariamente que cambiaría el sistema actual de
aplicación del triage en sus respectivos servicios, por lo que podemos
inferir que sería para mejorarlo.

39
U M A

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Los resultados de las encuestas nos hacen concluir que el triage es


una herramienta objetiva que permite medir, evaluar y mejorar el fun-
cionamiento de los servicios de urgencias. Y que los profesionales de la
enfermería son los responsables más adecuados de llevarla cabo, con la
participación de un médico de apoyo.

Existe una importante implementación de los sistemas de triage es-


tructurado en los tres hospitales referentes de nuestra capital, y es nece-
saria una implementación total basados en escala de clasificación por ni-
veles que supondría una mejora en la seguridad y atención del paciente.

Es evidente que tanto la formación específica en el triage como la


experiencia en los servicios de urgencias son pilares fundamentales para
la sostenibilidad del sistema; en la mayoría de los hospitales se exige e
imparte una formación específica pero no existe un grupo de trabajo que
valore la actividad del triage.

Por ello se debería realizar talleres sobre triage a nivel intra y extra
hospitalario; como también elaborar carteleras, afiches e instructivos en
cada servicio.

40
F C S

BIBLIOGRAFIA
Gómez Jiménez J, Ferrando Garrigos JB, Vega García JL, Tomas Ve-
cina S, Roqueta Egea F, Chanovas Borras M. Model Andorra de Triatge:
Bases conceptuals i manual de for-macio. Principat d’Andorra: Ed. Gó-
mez Jiménez J. Servei Andorra d’Atencio Sanitaria; 2004. Información
disponible en: http://www.triajeset.com.

Quintillá Martínez JM, Martínez Sánchez L, Benítez Gómez M, Se-


gura Casanovas A, Gómez Jiménez J, Luaces Cubels C. Validation of
5 level pediatric triaje escala. 4th Eu-ropean Congress on Emergengy
Medicine. 2006

Sinclair D, Emergency department overcrowding – implications for


paediatric emer-gencymedicine. Paediatr Child Health 2007; 12(6):491-
494.

Clancy M,Emergency Departments in Crisis: Opportunities for Re-


search H SR: Health Services Research 42:1, Part I (February 2007).

41
F C S

ANEXO
ENCUESTA

Con el siguiente cuestionario queremos conocer cuál es la situación


de los profesionales de enfermería que realizan las funciones de Triage
en los diferentes servicios de urgencias de los centros hospitalarios, con
el objetivo de hacer una descripción de la misma. Se recogen algunas
variables socio-demográficas así como los diferentes puntos de vista ex-
presados por los profesionales con relación al Triage. Todos los datos re-
cogidos en el cuestionario serán tratados con la máxima confidencialidad
garantizando el total anonimato y serán utilizados sólo para el propósito
de este estudio.

Indicar HOSPITAL de trabajo:

¿Sexo?
Hombre

Mujer

EDAD:

Indicar el tiempo de experiencia en la institución:


Años

43
U M A

Meses

Indicar el tiempo de experiencia en servicios de urgencias

Años

Meses

Aproximadamente, cuanto tiempo llevas realizando el triage en el


servicio de urgencias.

Años

Meses

Marcar una sola respuesta

El triage en tu Centro Hospitalario es realizado por:

Enfermero/a:

Médico:

Enfermero/a y Médico, de forma conjunta:

No se hace triage:

44
F C S

Otro (por favor, especifique):

Consideras que la realización del Triage es una función específica


de Enfermería.

Sí, es función del profesional de enfermería

Sí, es función conjunta entre Enfermera/o y Médico.

No, es una función que deberían realizar sólo los médicos.

¿Has realizado formación específica en Triage?

No

Valora los siguientes apartados:

Consideras que el criterio de triage es tenido en cuenta.

Sí no

45
U M A

Los pacientes son atendidos por el Médico según el orden de priori-


dad establecido en triage

Sí no

El sistema de triage garantiza una mejor asistencia a los pacientes más


urgentes.

Sí no

Te consideras capacitado para derivar a Atención Primaria pacientes


con nivel de prioridad bajo.

Sí no

Consideras que desde triage y con protocolos consensuados, agiliza-


ría la atención de los pacientes.

Sí no

Realizas reevaluaciones cuando el paciente supera los tiempos máxi-


mo de espera recomendados para la asistencia médica.

Sí no

46
F C S

Te genera tensión/ ansiedad tener que realizar la función del triage.

Sí no

Te consideras menospreciado, intimidado, presionado por los pacientes.

Sí no

Los pacientes son atendidos por los facultativos:

Según orden de llegada.


Según nivel de prioridad y motivo de consulta establecidos en triaje.
Según “ruedas” de trabajo por pull de médicos.
Dependiendo de especialidades.
Dependiendo de ubicaciones.
Otro (por favor, especifique)

En cuanto al perfil que debe presentar el profesional que realiza el


triage, ¿cómo valoras los siguientes aspectos?
Empatía, tacto, paciencia. 1234
Capacidad organizadora Experiencia y juicio clínico. 1234
Capacidad para tomar decisiones. 1234
Capacidad de comunicación. 1234
Formación específica en triage. 1234
Formación general en Urgencias. 1234

47
U M A

Existe un apoyo/ respeto al profesional que realiza el triage?

Por parte de Enfermeros/as

Sí no

Por parte de los Médicos

Sí no

Por parte de Supervisor/as de Enfermería

Sí no

Por parte de Jefe/a del Servicio

Sí no

Por parte de pacientes/ familiares

48
F C S

Cambarías el sistema de triage actual de tu centro?

SI

NO

Con relación a la TOMA DE CONSTANTES, consideras que es


necesario realizarla en el momento del triage:

Siempre, a todo paciente.

Siempre, a todo pacientes excepto traumatismos en miembros.

Sólo aquellos pacientes que planten dudas en cuanto al nivel de prio-


ridad.

Dependerá del motivo de consulta (fiebre, mareo, HTA, DM, dis-


nea...)

A todos los pacientes con nivel de prioridad urgente.

En ningún caso se han de tomar las constantes en triaje.

MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN

49
50

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