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¿"La Balandra Isabel..."?

EN TORNO AL CINE VENEZOLANO título de artística. Y así como antes


El año 1934, en una publicación indicamos en líneas generales algu-
semanal de cuadernos literarios, que nos méritos artísticos de la forma li-
se llamaba "El Cuento Venezolano", teraria de la `Balandra Isabel...", así
y que editaba la antigua "Asociación también hemos de decir que el fondo
de Escritores y Periodistas Venezo- de toda la obra, y en particular el de
lanos", apareció el Número 6 con es- algunos pasajes, minuciosamente ela-
te título: `La Balandra. Isabel llegó borados, es positivamente inaceptable
esta tarde..."; de Guillermo Meneses. por inmoral, obsceno y vulgar.
El nombre de aquel autor era en- En síntesis, el contenido de la no-
tonces apenas conocido en las letras velita es éste: Segundo Mendoza, ma-
nacionales. Jovencito de solos veinti- rinero de la Balandra "Isabel" tiene
tres años, había empezado a escribir en la Guayra, —como en otros puer-
sus primeras páginas en la revista tos de su recorrido costanero—, una
"Elite". Y sin embargo, la aparición mujer con quien lleva relaciones ilí-
del cuento "La Balandra Isabel...", citas. Esa mujer se llama Esperanza,
aun dentro de lo limitado y breve de y es una pobre vítcima de la vida
aquella publicación, vino a ser co_ pública de una de esas infectas casas
mo el espaldarazo que introducía ya de lenocinio del barrio Muchinga. Al
difinitivam,ente a Meneses en el gru- llegar esta vez. Segundo y entrevistar-
po de los auténticos escritores nacio- se con Esperanza, le ocurre a él la,
nales. idea de quedarse definitivamente en
En efecto: Meneses se presentaba La Guayra a trabajar, abandonar su
exhibiendo en su primera obrita cua- ocupación de marinero de la balan-
lidades personalísimas, tanto más re- dra, y hcer vida permanente con Es-
levantes cuando su edad e iniciación peranza. Pero después de hecha la
eran menores. Dominio del lenguaje, promesa de quedarse, a la hora de
observación precisa y ágil del am- zarpar la embarcación, no pudo re-
biente, manejo directo y espontáneo sistir a la invitación de sus compa-
de los caracteres, diálogo popular me- ñeros de abordo, y a escondidas de
jor logrado que en muchos veteranos Esperanza se marcha de nuevo en la
escritores de cuentos y novelas; tales balandra "Isabel". Esperanza intran-
eran algunas de las características quila y anhelante, deseando saber si
que ya desde entonces mismo pudie- Segundo habrá de volver pronto, al-
ron observarse en la forma de escri- gún día, acude a los engaños adivi-
bir del joven cuentista. natorios de un negro brujo de bur-
Los elogios y ponderaciones, —más del, para que le adivine si Segundo
tal vez que la verdadera crítica—, volverá, El brujo ejecuta su engaño-
surgieron a porfía, y formaron pron- sa sesión adivinatoria, a oscuras en
to un halo de prestigio literario al no- una habitación cerrada a donde ha
vel autor. tenido que concurrir Esperanza. La
Pero la aparición de aquel novelín etapa final de ensalmos y conjuros-
"La Balandra Isabel..." no pudo ser groseros termina deshonestamente
saludada unánimamente con expre- con el abuso que el brujo hace de Es-
siones de aprobación. Porque Mene- peranza, a quien exige que consienta
ses, en su juvenil y explicable deseo como condición necesaria para la
de reproducir con fidelidad y rea- eficaz adivinación. Esperanza sale de
lismo, en un episodio, la vida y las allí persuadida de que Segundo va a
costumbres de un típico sector hu- regresar en el próximo viaje de la
mano de los arrabales guaireños, ha- balandra. Pasados los días, regresó
bía pasado los límites que necesaria en efecto la balandra "Isabel", pero
y prudencialmente deben guardarse entre los tripulantes no llegó Segun-
en una . obra literaria que aspire al do. Se había quedado navegando por

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Oriente. Así se lo asegura a Esperan- película como algo que va a hacer
za el capitán de la balandra Martino- honor al nombre de Venezuela, en-
te. Este al mismo tiempo que le da la tre nosotros y en el extranjero. El
noticia, se le insinúa viciosamente a título con que la obra aparecerá en
la pobre Esperanza, a quien siempre el cine será "MALEFICIO".
había deseado. Esperanza, en vista Animado Meneses. por la publici-
de su fracaso con Segundo, se le dad y acogida que muchos escrito-
entrega a Martinote, para una noche res dispensaron a su novelita, —al
de vicio y borrachera. fijarse éstos sólamente en los dotes
Tal es el fondo o argumento de la de originalidad, fuerza y estilo del
obra de Meneses. Como bien claro joven escritor—, procedió años más
se ve, es un argumento todo lo real tarde a hacer una adaptación de la
y verídico que se quiera, pero total- misma obrita para el teatro. No he-
mente inmoral. mos tenido ocasión de conocer esta
Pero no es sólo el argumento lo adapación,y no sabemos cómo presen-
inadmisible. Peor aún, por el relieve tó el autor en las tablas aquellas es-
tan crudo y repulsivo que imprime cenas que en ningún caso podían apa-
a ese fondo inmoral, es la manera recer ante el público tal como la no-
como se desarrolla la acción, y vela las describía.
el marco de ambiente, personajes 5 Ahora, para el cine,, se encargó de
escenas que forman el conjunto de la elaboración del libreto al joven
la obra: Y todo ello descrito y con- escritor Aquiles Nazoa. Como en el
tado con una habilidad de lenguaje caso de la adaptación para el teatro,
vivo, insinuante y picaresco, y con también en ésta para el cine, por
una rapidez y presición poco comunes mucho que se hubiere querido sua-
en nuestros novelistas, y que serían vizar la crudeza de algunos pasajes,
dignos de haberse empleado en me- la obra no podrá nunca dejar de ser
jor causa. lo que es: totalmente inmoral de fon-
Los personajes son todos los del do y forma. Y por algunos datos que
más bajo nivel moral de la sufrida nos han llegado, acerca de la pelí-
clase pobre, hombres y mujeres de cula que se está rodando, deducimos
vicio, de explotación y de prostíbulo. que seguirá siendo en la pantalla
El ambiente es el de las casas, gari- tan obscena como lo es en la novela.
tos y calles del ya citado barrio de Y téngase en cuenta que la dirección
Muchinga, tan infecto en lo moral co- y ejecución de la película está en
mo tren lo material. Meneses supo manos de argentinos; y que el cine.
trasladar a su escrito pormenores y argentino. —sobre todo en obras de
rasgos que saturan las páginas de un argumento semejante al presente—,
vaho noseabundo de falta de higiene suele ser de ordinario excesivamente
y de sobra de todos los vicios. Casi libre y despreocupado, y no ha logra-
todos los personajes parecen mover- do actuar con aquella sobriedad y
se sólo a impulsos de apetencias se- discreción que para escenas crudas
xuales, y esto viene a ser como el o naturalistas ha sabido imponerse
motivo determinante, o concomitante, casi siempre la técnica norteameri-
de todas sus acciones. cana. En este. aspecto, pues, el roda-
Algunas escenas, como la del en- je de "La Balandra Isabel" seguirá
cuentro de Segundo con Esperanza, las caracerísticas tan conocidas e
y la del brujo en su sesión adivina- inaceptables en estos temas, del cine
toria son de una crudeza pornográ- argentino.
fica. Y Meneses, con su estilo de fra- Y no nos parece del todo equivo-
ses cortas, de diálogo momentáneo, cado afirmar que por mucho em-
de alusiones reticentes, va salpicando peño y técnica que se ponga en la
toda la acción de un sensualismo que ejecución de. dicha película, ésta re-
ahoga casi toda idea o sentimiento de sultará un producto artísticamente
interés y simpatía del lector fren- híbrido y hasta anómalo. Porque los
te a las miserias físicas y morales de personajes de la obra de Meneses son
aquel sector del donglomerado social negros del bajo pueblo, que hablan
No tratamos de hacer aquí crítica y actúan con su manera tan pecu-
literaria de "La Balan p ra Isabel..." liar, que están enfocados por el no-
Queremos nada más señalar, sin velista en los aspectos de su vivir ba-
adornos ni disimulos, el verdadero jo, sucio y vicioso, y que se mueven
contenido y la forma de esa novelita, en un ambiente que debía inspirar-
que ahora se está "filmando" con nos no interés de complacencia y en-
pretensiones de presentar luego esa tretenimiento agradable, sino en to-

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do caso de compasión 'y remedio de Y cuando la película esté lista, que
sus miserias morales y materiales. Y vayan los venezolanos a pagar para
lo que la película va a presentar son recrearse contemplando en la panta-
actores blancos, de vivir refinado:; lla el recuerdo al vivo de una cosa
galanes escogidos como Arturo de inmunda que un día debió avergon-
Córdova, o bellezas y catiras como zar. Y luego, que vaya esa película
Virginia Luque y Juanita Sujo; en al extranjero, y que se exhiba, —co-
todos los cuales, por mucho que ha- mo ya se ha pensado—, en concursos
gan la dirección técnica y la habili- internacionales, para que no conten-
dad artística, difícilmente lograrán tos nosotros con ostentar satisfechos
encarnarse caracteres tan típicamen- nuestras desvergüenzas dentro de ca-
te elaborados como los principales de sa, las conozcan otros también fuera
la novelita de Meneses. de la patria, y se admiren los extran-
Pero sin detenernos más en las jeros... de las magníficas películas.
consideraciones que acabamos de ha- que actores y técnicos extranjeros
cer en el párrafo anterior, queremos saben hacer en Venezuela con argu-
señalar algo de mayor importancia. mentos y escenarios típicamente ve-
Hace ya largos meses que las auto- nezolanos. ¿Verdad, lector, que todo
ridades distritales, en colaboración que es sumamente satisfactorio? Pe-
con la Sanidad Nacional, determina- ro no te preocupes, porque en cambio
ron y llevaron a ejecución el cierre nos quedará también la satisfacción
definitivo del barrio Muchinga de La de que lo hemos pagado todo eso a
Guayra; se decretó la demolición de buen precio de bolívares.
aquellas viejas construcciones, para Su razón tenían para protestar al-
en su lugar levantar una obra útil gunos ciudadanos guaireños, que en-
a la vida del pueblo, y digna del focando la cosa nada más que des-
primer puerto de la nación. Era Mu- de el ángulo muy justo de su patria
chinga un antro tal • de corrupciói chica, velan con desagrado que se
social y moral, y de suciedad e in- fuera a dar vida y a inmortalizar en
fección, que lo único que el bienestar el cine algo que si un día fué moti-
público pedía a voces era su clau-
surá y demolición; y así se decretó. ra nosotros respetabilísimo del
Aquello no había que tocarlo más. Padre de la Patria. El nombre
Olvidarlo como una lacra del pasado. de Bolívar debe reservarse muy
Si ]alguna vez pudo usarse Aquel escrupulosamente para usos de
ejemplo como motivo para excitar otra índole. Si muy atinadamen-
te se ha legislado acerca del em-
la preocupación social, atendida ya pleo de la combinación de colo-
aquella exigencia y previsto el reme- res de la bandera venezolana, al-
dio, el tema se había terminado. No igual debería hacerse con el
había por que insistir más en el re- nombre de Bolívar Hace algún
cuerdo de aquella miseria vergon- tiempo se prohibió la importa-
zosa. ción al país de unos machetes
de labranza cuya marca de fá-
Pero otros no pensaron así. Y una brica era la efigie y el nombre
empresa destinada a fines artísticos,y de "El Libertador". Poco nos
por tanto de finalidad educativa y hemos preocupado de no permi-
dignificadora; una empresa que lle- tir indiscretamente poner el
va por nombre comercial el nombre nombre de Bolívar a cualquier
cosa. Y así se ha llegado hasta
más digno y venerado de la Patria, el caso de un pequeño botiquín
Bolívar, esa empresa se fija en la de un barrio caraqueño que ha
obra de Meneses, y quiere llevarla a ostentado el chocante e irrespe-
la pantalla. Y para ello ha sido pre- tuoso rótulo de "BOLI - BAR".
ciso resucitar, rehacer, poner de nue- Creemos que debía someterse
vo en vida aquel rincón de vicio y antes a una previa aprobación
suciedad que se llamó Muchinga. Pa- oficial, por parte de una entidad
a la que se le diera esa atribu-
ra que los venezolanos se recreen (?) ción, el uso en forma de título
conociendo y mirando con todo el que los ciudadanos quisieran ha-
realismo q'- el cine sabe ofrecer, aque- cer del nombre del Padre de la
llo mismo que un día la sanidad y Patria. Pasamos esta sugerencia
la policía tuvieron que cerrar y des- a entidades como la Academia
Nacional de la Historia y la So-
truir en resguardo del bien públi- ciedad Bolivariana, por si creen
co. (1) patriótico y oportuno tomar car-
tas en el asunto y presentar a
(1) Nos parece impropio que una quien corresponda, una moción
empresa comercial de películas que todos los venezolanos res-
lleve como título el nombre pa- paldaríamos unánimamente.

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vo de desdoro para su ciudad, al pre- del último siglo y medio abundan
sente ya no existía. (2) figuras de gran relieve en las armas,
Triste espectáculo el que vamos a en la política, en las ciencias y letras,
dar, dentro y fuera de casa, con la que bien merecen pasar a la pantalla
exhibición de películas de esta laya. para estímulo de nuestro pueblo; pe-
Y pensar que en cambio sería tan ro también en esas mismas páginas
asequible elaborar libretos para pe- surgen tipos de mujer admirable co-
lículas verdaderamente venezolanas, mo Luisa Cáceres de Arismendi, o
con sólo revisar un poco el tesoro de Eulalia Sánchez de Chambarlain. De
tradiciones, leyendas, y sobre todo esta última tan poco conocida aun
hechos y personajes de la vida na- entre los venezolanos, dejó escrita
cional. una dramática y jugosa semblanza
Se ha dicho que pronto se va a ro- Arístides Rojas, llena de interesantes
dar una película con el argumento y pintorescos pormenores, que se
de la novela "Las Lanzas Coloradas". prestaría admirablemente para ela-
Pues de la misma manera, y nada borar un libreto cinematográfico y
más que como otros ejemplos, ¿no llevarlo a la pantalla. (4)
sería tema para películas excelentes, Del mismo Arístides Rojas podrían
y de máximo interés la dramática vi- utilizarse numerosos argumentos de
da de personajes como los de los li- tradiciones, leyendas y recuerdos his-
bros de Mario Briceño-Iragorry: "El tóricos, que son pedazos de nuestra
Marqués de Casa León" y "El Regen- vida nacional, y que ofrecen una va-
te Heredia"? riedad de temas y de escenarios que
Si de historia aún más antigua se la moderna técnica cinematográfica
trata, el libro del Maestre Juan de podría sin duda aprovechar holgada-
Ocampo ofrece material abundante mente. Y precisamente Arístides Ro-
para reconstruir la vida y hazañas de jas, tan curioso y almacenador de
"caciques heroicos" ¡como Guaicai- pormenores, y con el amplio marco
puro, Yaracuy 'y otros. (3) y fondo que suele dar a esos escritos,
En las páginas de nuestra historia parece estar ofreciendo un material
completo, fácil y al mismo tiempo
típicamente nacional.
(2) Con ocasión de las presentes ac-
tividades del cine venezolano, Y algo semejante a lo dicho res-
escritor tan poco sospechoso de pecto de los escritos de Arístides Ro-
ideas intransigentes como Ma- jas podría decirse también de mu-
nuel Rodríguez Cárdenas, escri- chas páginas, bellísimas, llenas de
bió un artículo del cual quere- acción y colorido, escritas por Tulio
mos copiar un párrafo que mere-
ce debida atención. "Muy lamen- Febres Cordero, y coleccionadas en
table sería —dice— que a la el segundo tomo de su obra "Archi-
propaganda vergonzante y perni_ vo de Historia y Variedades". Cuán-
coca que realiza entre nosotros tas veces hemos pensado, por ejem-
la ¡música cubana, se juntara plo, en la magnífica versión cinema-
una difusión cinematográfica de
nuestras pasiones elementales. tográfica que podría hacerse del ca-
Que se escenificaran, por ejem- so de "El perro nevado".
plo, como lo hace el cine mexica- Con temas bastante menos sus-
no, los duelos a machete, las re- tanciosos, y de interés mucho me-
tretas de palos, las zaparandas y nos general que algunos de los que
samplegorios que son habituales
gracias al aguardiente, en nues- aquí se nos ofrecen más a mano, en
tros campos y barrios. Con eso otros países han elaborado metros y
no se ganaría sino introducir metros de películas que han sido bien
nuevos elementos de desintegra- pagadas por el público.
ción del espítitu público, ya bas_ Y ahora una reflexión final, para
ante carcomido, por cierto, gra-
cias a la incontrolada catarata de volver al tema del principio. ¿No
cursilerías que circulan por entre te parece, lector, que es una triste
el descuido social..." (Artículo realidad el que teniendo en nuestra
publicado en "El Diario" de Ca- historia y en nuestras letras abun-
rora, noviembre. 28, 1949). Sin
duda que pocos ejemplos habrá dante material, típicamente venezo-
habido más claros de "pasiones lano, limpio, ejemplar y ameno, pa-
elementales" en nuestro medio ra ser llevado al cine, no se haya
que las que un día pulularon en
el barrio Muchinga. (Continúa en la pág. 88)
(3) Maestre Juan de Ocampo, LOS
CACIQUES HEROICOS. Biblio-
teca Americana de Historia Co- (4) Véase: Arítides Rojas, Estudios
lonial. Editorial América, Ma- Históricos, Serie segunda, Cara-
drid, (1918). cas, 1927, pp. 258-286.

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un campo de concentración, ha vis- cuments Surréalistes nos da lo más
to sobre todo en L'Experience du representativo del surrealismo con-
gouffre un abismo que le atrae y del temporáneo. Una numerosa colección
que no puede librarse. ¿Por qué no de textos con un ensayo de interpre-
se satisface con las limitaciones del tación, tan difícil en estos autores.
arte y renuncia a la expresión de lo Julien Gracq, el representante más
inexpresable? Fondane quiere encon- sobresaliente de la segunda genera-
trar en esta actitud la filosofía del ción surrealista, ha publicado su
apeiron griego, la realidad que escapa André Bret on,. estudio sobre el pontí-
de las redes de la expresión, raíz y fice de la escuela, lleno de simpatía,
origen, según él, de la angustia con- como era de suponer, y aguda críti-
temporánea. ca. Frente al surrealismo de fuego,
de amor loco, de rebelión, como el
El romanticismo ha sido siempre de Breton, pone el surrealismo ne-
en Francia fuente de continuas in- gro, desesperado, de condenación per-
vestigaciones. Jules Bertaut nos ha sonal.
descrio en la Epoque romantique un
cuadro anecdótico curioso y nuevo. Henri Clouad ha publicado el pri-
Adrien de Meeüs ve en Romantisme mer tomo de una extensa Histoire de
una fuerza permanente de civiliza- la littérature francaise du Symbolis-
ciones, lo que Eugenio d'Ors deno- me á nos jours. El primer volumen se
minaría un eón... Hace un recorrido extiende de 1885 hasta 1914. Su de-
histórico para demostrar su tesis, des- seo de extremada objetividad le ha
de el romanticismo sumerio hasta el hecho caer alguna vez en contradic-
surrealismo. "El romanticismo seria ción y ha despojado a su obra de
todo lo que se opone a la razón..., re- esa perpectiva y jerarquización de
belión de las fuerzas inconscientes o valores tan necesaria en una historia
imaginativas de nuestro ser. Tesis de la literatura.
diversa sostiene Paul Van Tieghem
en Romanticisme dans la littérature Terminemos esa . breve reseña, for-
europeenne. Hace notar la rebelión zosamente incompleta, con la obra de
André Malraux, Psycologie de l'Art,
romántica contra la razón, mas para
su completa comprensión es necesa- de la que han aparecido dos volúme-
rio estudiarlo en el marco histórico nes: La Musée imaginaire y la Créa-
de Europa y observar cómo influyó tion artistique. Tal vez sea la obra
el sujetivismo, la oposición a la tra- maestra de Malraux, tan loablemente
dición grecolatina, el desprecio de las recibida por la crítica. En ella quiere
reglas y estilo tradicional, el amor a darnos la forma eterna del hombre
lo exótico y al color. El interés prin- creada por el arte a lo largo de los
cipal del libro es su inmensa erudi- siglos. Estudia al hombre místico del
ción y su esfuerzo de síntesis. L'An- siglo XVIII, al seudocientífico o al-
thol o gie du Romantisme, de Pierre quimista del XV, al audaz conquista-
Paraf, está hecha con gusto y selec- dor del XVI, al cortesano del
ción. XVII, al hombre de las luces, al ro-
mántico, al hombré desesperado del
Aunque el surrealismo ha pasado tiempo actual. A través del pluralis-
ya a ser historia, sus figuras repre- mo, a veces trágico, de las culturas
sentativas siguen teniendo en Fran- y de las características particulares
cia gran influjo, y es tema de nume- de cada generación, ve renacer siem-
rosos estudios. En 1945 publicó Na- pre al hombre libre, marcando esa lí-
deau su Histoire du Surréalisme, la nea eterna de la forma humana trans-
obra capital sobre este tema, en cua- mitida por el arte.
tro volúmenes. El año pasado en Do-
I GNACIO ELIZALDE, S. J.

( Viene de la pág. 84) gonzoso? Ante esta pregunta, tu


pensado al presente en nada más mismo lector dirás si semejante pro_
apropiado que en la exhibición de ducción merece el título de cultura y
las inmundicias del barrio de Mu- artística, y si será digna de que nues-
chinga, clausurado ya hace tiempo tro público le brinde su aprobación,
por antihigiénico, antisocial y ver- sus aplausos y sus bolívares.

PEDRO P. BARNOLA, S. J.

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