conjunto de elementos que intervienen en un acto de comunicación: el emisor; el receptomensaje; el lugar y el momento donde se concreta el acto, etc.
La lengua de señas, o lengua de signos, es una lengua natural de expresión y
configuración gesto-espacial y percepción visual (o incluso táctil por ciertas personas con sordoceguera), gracias a la cual los sordos pueden establecer un canal de comunicación con su entorno social, ya sea conformado por otros sordos o por cualquier persona que conozca la lengua de señas empleada. Mientras que con el lenguaje oral la comunicación se establece en un canal vocal-auditivo, el lenguaje de señas lo hace por un canal gesto-viso-espacial.
En sentido estricto, la lengua materna es la primera lengua aprendida en el entorno familiar. El
aprendizaje se produce de forma natural en torno a la actividad diaria, la mímica y la asimilación. Esta diferencia de enfoque, por lo general, conduce a una mayor confianza para expresarse en este idioma y a una mayor fluidez en la expresión oral que en la escrita, que será aprendida cuando el niño sea capaz de reconocer las palabras escritas y de reproducirlas. Puede suceder que el estudiante destaque en gramática y en el uso de estructuras complejas y al mismo tiempo tenga dificultad en la ortografía de su idioma nativo.