ala octava
alanovena
ala décima
ala undécima
a la duodécima
alatrecena
a lacatorceava
13
12 11 10
SCADAKNHW
Auwswunre
10
UblIWre
11 12
PWN
wWNe
13 14Los ntimeros subrayados indican consonancias producidas en el intercambio
al intervalo elegido (8, 9, 10, etc.). La invalidez de los contrapuntos dobles a la
novena y undécima se comprende de inmediato, ya que en cada caso sdlo un
intervalo consonante genera otro igual. Se observa un comportamiento similar
con la decimotercera, que, como la decimocuarta, es evitada seguramente tam-
bién por la enorme distancia entre las voces.
Las condiciones para el contrapunto doble a la décima parecen favorables:
trasladando una voz a distancia de décima de otra, las consonancias siguen sien-
do consonancias (y. tabla). Un primer intento:
Ejemplo 559El contrapunto no es especialmente rico, pero tampoco incorrecto. Si ahora
trasladamos el cantus firmus una décima ascendente, convirtiéndolo asf en voz
superior, se producirdn graves errores de conduccién vocal, como las quintas y
octavas paralelas:
Ejemplo 560
No hemos tenido en cuenta que en el contrapunto doble a la décima, la tercera
se convierte en octava y la sexta en quinta, por lo que las terceras y sextas paralelas
tienen que convertirse forzosamente en octavas y quintas paralelas respectivamen-
te. De esto se deduce inexorablemente que el movimiento directo est4 prohibido en
el contrapunto a la décima. Este s6lo admite los movimientos contrario y oblicuo.
Bach utiliza el contrapunto a la décima en la décima fuga, una fuga doble, de E/
" a fuga (extracto a composicion a cuatro voces):
tt etOriginal
ck
2
<
5
s
Ss
2
2
2
o
47112 6765
écima
Trasladado a la duod
GiEjemplo 564
Original
Trasladado a la décima