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INSTITUTO TECNOLÒGICO SUPERIOR “SUCRE”

Nombre: Bryan Tipantuña, Darío Secaira Curso: 4 “C” Fecha: 19-06-2018

Control Ambiental

Consulta Nº 3

OBJETIVO

Conocer los temas a tratar mediante la consulta que llevara a cabo mediante páginas web para obtener
un mejor conocimiento y poder transmitirlo en clase.

DESARROLLO DEL TEMA

Protocolo de Kioto
El protocolo de Kioto es un convenio de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre
el cambio Climático (CMNUCC) y un tratado internacional cuyo objetivo principal es lograr
la disminución en la emanación de seis gases de efecto invernadero, que originan el
calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O) y gas metano (CH4);
además de otros tres gases industriales fluorados como lo son: perfluorocarbonos
(PFC), hidrofluorocarbonos (HFC), y hexafluoruro de azufre, en al menos un 5%.

El protocolo de Kioto fue aprobado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 11
de Diciembre de 1997, en Kioto (Japón). Pero no fue sino hasta el 2005, cuando entra en
vigencia. Dentro del acuerdo quedó establecido que el convenio tiene carácter obligatorio al
ser ratificado por los países participantes; además de esto se promovió la concepción de un
desarrollo sostenible, de tal manera, que también se puedan emplear energías no
convencionales y así poder reducir el calentamiento global.
Las actividades a las cuales se les exige la reducción de sus emisiones se hallan el refinamiento
de hidrocarburos, la calcinación de minerales metálicos, la fabricación de cemento, la
generación de electricidad, la producción de acero, la fabricación de vidrio, la fabricación
de papel y carbón, así como la elaboración de productos cerámicos.
Entre los países participantes en el acuerdo se encuentran:
Estados Unidos: a pesar de haberse retirado del protocolo por considerarlo ineficiente, los
Estados Unidos bajo la dirección de Obama, decide en el 2015, poner como meta
la disminución de las emisiones en un 30% para el 2030.
La Unión Europea: como representante activo en la cristalización del protocolo, asumió el
compromiso de disminuir en un 8% sus emisiones.
España: se comprometió en disminuir sus emisiones en 15% como máximo. Sin embargo esto
no se ha cumplido, ya que según los datos arrojados, España durante los últimos años ha
incrementado sus emisiones, por ejemplo en el 2015 su aumento fue de 24,233%.
Argentina: por ser un país en vías de desarrollo y contar con apenas con un 0,6% de los totales
de emisión mundial, no está en la obligación de cumplir con los objetivos cuantitativos
adoptados por el protocolo. Sin embargo como país participante, tiene el compromiso de
disminuir las emisiones, o por lo menos, no incrementarlas.
Canadá: este país decidió en el 2011 abandonar el protocolo de Kioto, para no asumir las
sanciones vinculadas con el incumplimiento de la disminución de las emisiones.

Rayos Ultravioleta
La exposición a la radiación ultravioleta (UV) es un factor de riesgo principal para la mayoría
de los cánceres de piel. La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta. Las
lámparas y camas bronceadoras también son fuentes
de radiación ultravioleta. Las personas que se exponen
mucho a los rayos UV procedentes de estas fuentes
tienen un mayor riesgo de cáncer de piel.

Aun cuando los rayos UVA y UVB constituyen sólo una pequeña porción de los rayos solares,
estos son la causa principal de los efectos dañinos del sol en la piel. Los rayos UV dañan el
ADN de las células de la piel. Los cánceres de piel comienzan cuando este daño afecta el ADN
de los genes que controlan el crecimiento de las células de la piel.

Hay tres tipos principales de rayos UV:

 Los rayos UVA envejecen a las células de la piel y pueden dañar el ADN de estas
células. Estos rayos están asociados al daño de la piel a largo plazo tal como las arrugas,
pero también se considera que desempeñan un papel en algunos tipos de cáncer. La
mayoría de las camas bronceadoras emiten grandes cantidades de UVA que según se
ha descubierto aumentan el riesgo de cáncer de piel.
 Los rayos UVB tienen un poco más de energía que los rayos UVA. Estos rayos pueden
dañar directamente al ADN de las células de la piel, y son los rayos principales que
causan quemaduras de sol. Asimismo, se cree que causan la mayoría de los cánceres de
piel.
 Los rayos UVC tienen más energía que otros tipos de rayos UV, pero no penetran
nuestra atmósfera y no están en la luz solar. No son normalmente una causa de cáncer
de piel.

Tanto los rayos UVA como los UVB pueden dañar la piel y causan cáncer de piel. Los rayos
UVB son causantes más potentes de al menos ciertos cánceres de piel, pero hasta donde se
sabe, ningún rayo UV es seguro.

La potencia de los rayos UV que llega al suelo depende de un número de factores, tales como:

 Hora del día: los rayos UV son más potentes entre 10 a.m. y 4 p.m.
 Temporada del año: los rayos UV son más potentes durante los meses de la primavera
y el verano. Este es un factor menos importante cerca del ecuador.
 Distancia desde el ecuador (latitud): la exposición a UV disminuye a medida que se
aleja de la línea ecuatorial
 Altitud: más rayos UV llegan al suelo en elevaciones más altas.
 Formación nubosa: el efecto de las nubes puede variar, ya que a veces la formación
nubosa bloquea a algunos rayos UV del sol y reduce la exposición a rayos UV, mientras
que algunos tipos de nubes pueden reflejar los rayos UV y pueden aumentar la
exposición a los rayos UV. Lo que es importante saber es que los rayos UV pueden
atravesar las nubes, incluso en un día nublado.
 Reflejo de las superficies: los rayos UV pueden rebotar en superficies como el agua, la
arena, la nieve, el pavimento, o la hierba, lo que lleva a un aumento en la exposición a
los rayos UV.

El grado de exposición a la luz ultravioleta que una persona recibe depende de la intensidad de
los rayos, del tiempo que la piel ha estado expuesta y de si ésta ha estado protegida con ropa o
bloqueador solar.

Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo el año a la luz solar intensa tienen
un mayor riesgo de cáncer de piel. Pasar mucho tiempo a la intemperie por motivos de trabajo
o recreación sin protegerse con ropa y loción anti solar aumenta su riesgo.

También puede ser importante el patrón de la exposición. Por ejemplo, las quemaduras
frecuentes en la niñez pueden aumentar el riesgo de algunos tipos de cáncer de piel muchos
años o incluso décadas después.
El cáncer de piel es una de las consecuencias de mucha exposición al sol, pero también hay
otros efectos. Las quemaduras y los bronceados son los resultados a corto plazo de la
exposición excesiva a los rayos UV, y son señales de daño a la piel. La exposición prolongada
puede causar envejecimiento prematuro de la piel, arrugas, pérdida de la elasticidad de la piel,
manchas oscuras (pecas, algunas veces llamadas “manchas de envejecimiento” o “manchas del
hígado” y cambios precancerosos de la piel (tal como áreas ásperas, secas y escamosas
llamadas queratosis actínica).

Los rayos UV del sol también aumentan el riesgo de una persona de cataratas y ciertos otros
problemas visuales. También pueden suprimir el sistema inmunitario de la piel. Las personas
de piel oscura por lo general tienen una probabilidad menor de padecer cáncer de piel en
comparación con la gente de piel blanca, aunque éstas aún pueden padecer cataratas y supresión
del sistema inmunológico.

Balance de la energía en la atmosfera

La atmósfera es clave en el mantenimiento del equilibrio entre la recepción de la radiación


solar y la emisión de radiación infrarroja. La atmósfera devuelve al espacio la misma energía
que recibe del Sol. Esta acción de equilibrio se llama balance energético de la Tierra y permite
mantener la temperatura en un estrecho margen que posibilita la vida.

En un periodo de tiempo suficientemente largo el sistema climático debe estar en equilibrio, la


radiación solar entrante en la atmósfera está compensada por la radiación saliente. Pues si la
radiación entrante fuese mayor que la radiación saliente se produciría un calentamiento y lo
contrario produciría un enfriamiento. Por tanto, en equilibrio, la cantidad de radiación solar
entrante en la atmósfera debe ser igual a la radiación solar reflejada saliente más la radiación
infrarroja térmica saliente. Toda alteración de este balance de radiación, ya sea por causas
naturales u originado por el hombre (antropógeno), es un forzamiento radiactivo y supone un
cambio de clima y del tiempo asociado. Los flujos de energía entrante y saliente se juntan en
el sistema climático ocasionando muchos fenómenos tanto en la atmósfera, como en el océano
o en la tierra. Así la radiación entrante solar se puede dispersar en la atmósfera o ser reflejada
por las nubes y los aerosoles. La superficie terrestre puede reflejar o absorber la energía solar
que le llega. La energía solar de onda corta se transforma en la Tierra en calor. Esa energía no
se disipa, se encuentra como calor sensible o calor latente, se puede almacenar durante algún
tiempo, transportarse en varias formas, dando lugar a una gran variedad de tiempo y a
fenómenos turbulentos en la atmósfera o en el océano. Finalmente vuelve a ser emitida a la
atmósfera como energía radiante de onda larga. Un proceso importante del balance de calor es
el efecto albedo, por el que algunos objetos reflejan más energía solar que otros. Los objetos
de colores claros, como las nubes o las superficies nevadas, reflejan más energía, mientras que
los objetos oscuros, como los océanos y los bosques, absorben más energía solar que la que
reflejan. Otro ejemplo de estos procesos es la energía solar que actúa en los océanos, la mayor
parte se consume en la evaporación del agua de mar, luego esta energía es liberada en la
atmósfera cuando el vapor de agua se condensa en lluvia.

La Tierra, como todo cuerpo caliente, superior al cero absoluto, emite radiación térmica, pero
al ser su temperatura mucho menor que la solar, emite radiación infrarroja por ser un cuerpo
negro. La radiación emitida depende de la temperatura del cuerpo. En el estudio del NCAR han
concluido una oscilación anual media entre 15.9°C en Julio y 12.2°C en Enero compensando
los dos hemisferios, que se encuentran en estaciones distintas y la parte terrestre que es de día
con la que es de noche.
¡Esta oscilación de temperatura supone una radiación media anual emitida por la Tierra de 396
W/m2.

La energía infrarroja emitida por la Tierra es atrapada en su mayor parte en la atmósfera y


reenviada de nuevo a la Tierra. Este fenómeno se llama Efecto Invernadero y garantiza las
temperaturas templadas del planeta. Según el estudio anterior de la NCAR, el Efecto
Invernadero de la atmósfera hace retornar nuevamente a la Tierra 333 W/m2.

Globalmente la superficie de la Tierra absorbe energía solar por valor de 161 w/m2 y del Efecto
Invernadero de la Atmósfera recibe 333 w/m2, lo que suma 494 w/m2, como la superficie de
la Tierra emite (o dicho de otra manera pierde) un total de 493 w/m2 (que se desglosan en 17
w/m2 de calor sensible, 80 w/m2 de calor latente de la evaporación del agua y 396 w/m2 de
energía infrarroja), supone una absorción neta de calor de 0,9 w/m2, que en el tiempo actual
está provocando el calentamiento de la Tierra. (CRI)

CONCLUSIÒN

Este trabajo fue satisfactorio ya que puede cumplir con el objetivo propuesto al principio a la
ves también fue interesante ya que puede mejorar un poco más mi conocimiento en estos temas.

BIBLIOGRAFIA
http://spanish.peopledaily.com.cn/32001/99056/99094/6834116.html

http://www4.tecnun.es/asignaturas/Ecologia/Hipertexto/10CAtm1/353BalEn.htm

https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-piel/prevencion-y-deteccion-temprana/que-es-la-
radiacion-de-luz-ultravioleta.html

http://www.eluniversal.com.co/cartagena/internacional/que-es-el-protocolo-de-kioto-99268

http://culturizando.com/que-es-el-protocolo-de-kioto/

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